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lunes, 26 de julio de 2021

América Latina podría convertirse en líder mundial de la ciencia abierta no comercial

Publicado en The Conversation
https://theconversation.com/america-latina-podria-convertirse-en-lider-mundial-de-la-ciencia-abierta-no-comercial-164774


América Latina podría convertirse en líder mundial de la ciencia abierta no comercial

July 25, 2021

Fernanda Beigel

Investigadora del CONICET, Directora del Centro de Estudios de la Circulación del Conocimiento (CECIC, Universidad Nacional de Cuyo), Universidad Nacional de Cuyo (UNCUYO)

Para hacer frente a los retos del próximo siglo –desde las pandemias hasta el cambio climático, pasando por la automatización y el big data–, la ciencia debe estar abierta a todas las personas del mundo. La ciudadanía deben tener el mismo acceso a la información que los investigadores, y estos necesitan acceder a repositorios de conocimiento de alta calidad e interconectados para avanzar en nuestra comprensión del mundo que nos rodea.

Estos son algunos de los principios rectores del movimiento de la ciencia abierta. La sostenibilidad y la inclusión son vitales para que este proyecto se haga cada vez más real lo que puede fomentarse mediante prácticas compartidas, infraestructuras y modelos de financiación que garanticen la participación equitativa de instituciones y países menos favorecidos en la búsqueda del conocimiento y su avance.

Tenemos que garantizar que los beneficios de la ciencia se compartan entre la academia y el público en general, sin restricciones. Pero, ¿cómo lograrlo? Parte de la respuesta está en la construcción de sistemas nacionales de ciencia capaces de compartir y potenciar una diversidad de conocimientos.

El nacimiento de los Sistemas Actualizados de Información de Investigación (CRIS)

Uno de los principales obstáculos para la ciencia abierta es la falta de integración entre las bases de datos existentes –desde las bibliotecas públicas hasta los conjuntos de datos gubernamentales y los archivos universitarios-, que se construyeron en épocas diferentes utilizando sistemas diversos y que no están vinculados entre sí.

Por ejemplo, los repositorios institucionales, que crecieron gracias al esfuerzo de los bibliotecarios durante generaciones, suelen estar desconectados de las bases de datos curriculares. No tienen identificadores ni enlaces permanentes a los metadatos, un elemento indispensable para compartir la información. En los últimos años, se ha hecho cada vez más necesaria la creación de sistemas de información nacionales capaces de recoger la información de investigadores, instituciones, repositorios de producción y datos abiertos, proyectos de investigación y de ciencia ciudadana.

Para satisfacer esta necesidad, en la década de 1990 surgieron en Europa las bases de datos conocidas como Sistemas Actualizados de Información de Investigación (CRIS, por sus siglas en inglés), que se expandieron principalmente a nivel institucional, dentro de las universidades. En 2002 se fundó la Organización Europea para la Información sobre Investigación Internacional (EuroCRIS), y a raíz de esto, empezaron a crecer sistemas similares en otras partes del mundo.

El caso de América Latina

América Latina tiene una larga tradición en el uso de catálogos y centros de documentación al servicio del desarrollo. Desde los años 60, surgieron índices bibliográficos, repositorios y bibliotecas regionales gestionados por grandes universidades públicas e instituciones regionales. En los años 90, nacieron nuevos repositorios y bases de datos que se convertirían en pilares de una sólida infraestructura de comunicación científica de acceso abierto.

Con el lanzamiento de las bases de datos de revistas de acceso abierto como LatindexSciELO y Redalyc se dio un impulso a la digitalización de las revistas científicas y se otorgó un sello de calidad a las investigaciones publicadas bajo criterios estrictos de indización. Con una fuerte impronta pública, estos repositorios actuaron como trampolín para el desarrollo del entorno de acceso abierto no comercial que hoy es el sello de la región.

América Latina cuenta ahora con las condiciones óptimas para crear una infraestructura de ciencia abierta que capitalice estos esfuerzos anteriores. Y hay dos ejemplos de sistemas integrados nacionalmente que destacan.

El BrCris de Brasil fue desarrollado por el Instituto Brasileiro de Informação em Ciência e Tecnologia junto a los más importantes organismos públicos nacionales. Brasil es un país inmenso, con un sistema científico y tecnológico profesionalizado que ha producido muchas bases de datos a escala nacional, lo que hace que la integración sea un gran reto. Algunos ejemplos son el Portal de Datos Abiertos, la Plataforma Lattes y el directorio de grupos de investigación de CNPQ.

La arquitectura de BrCris prevé no sólo integrar estas grandes bases de datos existentes, sino también garantizar una infraestructura de ciencia abierta compatible con la Red de Repositorios de acceso abierto a la ciencia (LA Referencia), que reúne repositorios de diez países de la región. BrCRis también pretende repatriar datos brasileños de todo el mundo.

El segundo caso es el de la plataforma PerúCRIS. Se ideó por primera vez cuando Perú aprobó su Ley de Acceso Abierto en 2013. Entonces surgió la necesidad de integrar tres plataformas de información científica: el directorio de investigadores, el directorio nacional de instituciones y la red nacional de repositorios. La nueva plataforma también incluye todas las tesis de pregrado y posgrado.

Hoy, PerúCRIS tiene cinco directorios –talento humano, producción científica, proyectos, instituciones e infraestructura– y está pensado no sólo para la comunidad científica sino para la sociedad en su conjunto. Permite al público descubrir nuevas tecnologías, participar en la ciencia ciudadana o encontrar ideas creativas para generar oportunidades de inversión.

El hecho de que los proyectos piloto CRIS latinoamericanos sean nacionales y no institucionales, como en Europa, se debe a la forma en que se financian. La mayoría de las universidades que contribuyen a la investigación científica y tecnológica en la región son públicas y participan en los sistemas nacionales de información. Dada su dependencia de los fondos públicos, estas instituciones rara vez cuentan con los recursos necesarios para financiar un sistema CRIS institucional, y mucho menos para adquirirlo como paquete a las grandes empresas que ofrecen estos servicios.

Estos proyectos de sistemas CRIS nacionales que surgen en la región en el dominio público son una fortaleza para el camino de la ciencia abierta en el mediano y largo plazo. Los software abiertos como dSPACE, utilizados como base de la plataforma de Perú por ejemplo, garantizan que la información científica cumpla la promesa de la ciencia abierta, ofreciendo a la vez un camino fructífero para luchar contra las asimetrías en la circulación el conocimiento o la exacción de datos por parte de grandes compañías con fines de lucro.

Nuevas formas de colaboración

Los casos de Brasil y Perú demuestran que un CRIS nacional puede promover una verdadera integración de todas las plataformas y organizaciones científicas existentes en un país o incluso en una región. Estas bases de datos pueden utilizarse para la evaluación de la investigación, ya que cuentan con un registro completo de personas, instituciones, producciones y proyectos en el país.

Así, las bases de datos CRIS latinoamericanas darán visibilidad a los diferentes estilos de publicación y a los diversos perfiles de los investigadores, a la vez que potenciarán nuevas formas de colaboración científica, especialmente las devaluadas por las tendencias dominantes en la evaluación académica.

Este enfoque abre el camino a una ciencia cada vez más inclusiva y socialmente relevante, al tiempo que participa activamente en la conversación de la ciencia abierta con el resto del mundo.

El movimiento de la Ciencia Abierta ha surgido de la comunidad científica y se ha extendido rápidamente por las naciones, reclamando la apertura de las puertas del conocimiento. Académicos, editores, bibliotecarios, estudiantes, funcionarios y ciudadanos se están sumando a este llamamiento. La UNESCO está preparando un instrumento normativo y promoviendo marcos políticos sobre la ciencia abierta en sus Estados miembros.

Este artículo forma parte de la serie “Grandes historias de la ciencia abierta”, publicada con el apoyo del Ministerio francés de Enseñanza Superior, Investigación e Innovación. Para saber más, visite Ouvrirlascience.fr.




miércoles, 9 de junio de 2021

Ciencia abierta: Si no lo paga nadie, ¿quién lo paga? Las Infraestructuras de la Ciencia Abierta ciencia abierta

Publicado en Blok de Bid
http://www.ub.edu/blokdebid/es/node/1127


Si no lo paga nadie, ¿quién lo paga? Las Infraestructuras de la Ciencia Abierta

Lluís Anglada
Director del Àrea de Ciència Oberta
Consorci de Serveis Universitaris de Catalunya (CSUC)
 

Ficarra, Victoria; Fosci, Mattia; Chiarelli, Andrea; Kramer, Bianca; Proudman, Vanessa (2020). Scoping the Open Science Infrastructure landscape in Europe. [Apeldoorn]: SPARC Europe. Disponible en: <http://doi.org/10.5281/zenodo.4153809>. [Consulta: 30/05/2021]. 

En las últimas décadas, la ciencia ha pasado de ser una actividad modestamente retribuida a movilizar una cantidad considerable de recursos económicos.1 Esto ha atraído –lógicamente– a la empresa privada, lo que no sería malo en sí mismo si no fuera que se cree que la ciencia debería estar autogobernada y desarrollarse, exclusivamente, por criterios científicos.

La Ciencia Abierta es un movimiento que cree que la investigación mejora si hay un acceso libre a los resultados científicos, más colaboración entre investigadores y un acercamiento a la sociedad de la que surge y a quien regresa. ¿Esto es compatible con el hecho de que las herramientas e infraestructuras científicas –cada vez más complejas– sean gestionadas por empresas privadas?

La apertura e interoperabilidades de los datos, el software de código libre y la voluntad de no depender de empresas han permitido hoy que haya muchas infraestructuras sobre las que se sustenta la investigación que hayan sido creadas por entidades públicas o sin ánimo de lucro. ¿Cuáles? Pues, por ejemplo Crossref, DOAJ o repositorios cooperativos como TDX o institucionales.2 El espacio europeo de investigación que debe ser la EOSC tiene que ser un ecosistema de infraestructuras interconectadas y gobernadas por los investigadores.

El informe que reseñamos define las Infraestructuras para la Ciencia Abierta (OSI) como el conjunto de servicios, protocolos, estándares y software que el ecosistema de investigación necesita para operar a lo largo de todo el ciclo de la investigación. Lo edita SPARC Europe y ha sido financiado por las Open Society Foundations y la Invest in Open Infrastructure. El objetivo del informe es entender mejor cómo operan las OSI de cara a facilitar su viabilidad y permanencia. Las autoras señalan, en la introducción, que un estudio anterior de SPARC Europe señalaba que algunas OSI estaban en peligro de desaparecer por falta de financiación o con peligro de ser compradas por empresas privadas.3

El informe está elaborado a partir de las respuestas de diferentes OSI europeas a un extenso y completo cuestionario4 que recibió respuestas de 120 proyectos o servicios diferentes de 28 países. Al igual que muchos estudios, este puede leerse de forma extensa o concentrada. El resumen ejecutivo (p. 3-6) y las conclusiones (p. 50-52) proporcionan la información substancial de la investigación realizada, mientras que la mayor parte del informe (p. 6-50) da explicaciones extensas y gráficas de los diferentes apartados. Veamos las partes del informe y los principales resultados.

La primera parte del estudio se centra en la caracterización de las OSI europeas, y las principales conclusiones son que: 

  • Su motivación principal es la de favorecer los objetivos de la Ciencia Abierta y, más concretamente, el acceso abierto al conocimiento (acceso abierto a los artículos científicos, datos abiertos y software de código libre). 
     
  • Los servicios de las OSI se dirigen mayoritariamente a los investigadores, pero también de forma importante a las bibliotecas. En un 95 % de los casos las OSI proporcionan más de un servicio dentro del ciclo de investigación.
     
  • Las actividades más comunes son el servicio de alojamiento y acceso de contenidos y la promoción de identificadores. El contenido más común de estos servicios son las revistas y los datos.

La segunda parte está dedicada a la tecnología, concretamente a la gestión técnica de las OSI, a su integración con otros sistemas, al cumplimiento de los principios FAIR... Entre otros resultados, hay estos:

  • La mayoría se integran con servicios externos como ORCID, Crossref o DOAJ.
     
  • Más de la mitad utilizan de forma exclusiva o parcial software de código libre. 
     
  • La mayoría de OSI tienen una estrategia para cumplir los principios FAIR, y los requerimientos de la EOSC y del Plan S y los de COAR (SPARC).

La última parte se centra en temas de gobernabilidad. Entre los datos que se dan yo destaco los siguientes:

  • Las OSI que han contestado tienen mayoritariamente una misión clara, planes de trabajo y estatutos. Suelen tener también comités de dirección y comisiones asesoras.
     
  • Una parte importante (un tercio) inicia los ejercicios económicos sin tener un presupuesto aprobado; estos, en 22 casos, son inferiores a los 50.000 € / año, y para la mitad de los servicios el presupuesto anual es inferior al medio millón de euros.
     
  • Los servicios tienen mayoritariamente entre dos y cinco personas FTE (full-time equivalents). Las fuentes de ingresos principales son ayudas del gobierno y cuotas de miembros.

Las conclusiones de este estudio repiten en buena parte el resumen ejecutivo. Por mi parte, unas reflexiones finales: una, referente a las instituciones, y la segunda, a las OSI. 

La construcción de un ecosistema interconectado de diferentes componentes requiere que haya servicios comunes, es decir, que son para todos sin que sean de nadie, y estas infraestructuras hay que pagarlas. Pueden hacerlo las administraciones o las instituciones, pero hay que hacerlo. La gran debilidad de las OSI es su sostenibilidad económica. A las instituciones les cuesta mucho hacer aportaciones a iniciativas cooperativas, mientras que, al mismo tiempo, aceptan como inevitable pagar las facturas de los proveedores de software o de revistas. 

El objetivo de las OSI no es ser un contrapoder de las empresas, sino servir a la ciencia mejor que ellas. Esto tiene sus requerimientos que se llaman eficacia, innovación, buen gobierno... Cuanto más se concrete la interoperabilidad del espacio de investigación, cuanto más maduro esté este ecosistema, las exigencias sobre las OSI crecerán y los voluntarismos ya no valdrán. Las infraestructuras que servirán a (toda) la investigación deberán ser de confianza, y esto probablemente requiera que las diferentes iniciativas se concentren en pocas cosas y, en muchos casos, que se fusionen entre sí.

1 Pueden verse las inversiones anuales por países y regiones en esta página de la Unesco
2 La relación de entidades que han contestado el cuestionario en que se basa este estudio permite hacerse una idea de su número y variedad. Véase el Apéndice A.
3 Fosci, Mattia; Richens, Emma; Johnson, Rob (2019). Insights into European research funder open policies and practices
4 Lo certifico dado que lo rellené para MDC, RACO y TDX. Véase Proudman, Vanessa; Mounier, Pierre; Kramer, Bianca; Bosman, Jeroen (2020). Survey instruments: for the scoping the Open Science Infrastructure landscape in Euro
pe study.

Plan 2.0 para el acceso abierto: ¿un plan o una nueva ambigüedad?

Publicado en THE Times Higher Education https://www.timeshighereducation.com/news/plan-s-20-open-access-plan-bold-may-prove-ineffective   El...