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jueves, 18 de septiembre de 2025

OpenAI: ¿del ascenso global al control algorítmico?

Publicado en dpl news
https://dplnews.com/openai-del-ascenso-global-al-control-algoritmico/



OpenAI: ¿del ascenso global al control algorítmico?
Sharon Durán  May 26, 2025

Especial: Titanes de la geopolítica digital

Menos de una década le tomó a OpenAI convertirse en uno de los jugadores más importantes del desarrollo de Inteligencia Artificial (IA) en el mundo: pasando de ser un laboratorio de investigación impulsado por la filantropía tecnológica a consolidarse como uno de los centros neurálgicos del poder de la tecnología y los algoritmos.

OpenAI fue fundada en 2015 por su actual CEO, Sam Altman, por Elon Musk y otros expertos de tecnología, con la misión de “asegurar que la Inteligencia Artificial General se desarrolle de forma segura y esté al servicio de toda la humanidad”. Hoy, una década después, los modelos y desarrollos casi diarios que presenta OpenAI dejan muchas dudas sobre los verdaderos intereses de la compañía.

De regreso con sus creadores, Elon Musk se retiró de la junta directiva en 2018 para “evitar interferencias con los desarrollos de IA que se estaban realizando en Tesla, especialmente en el campo de la conducción autónoma”, decía el reporte oficial.

Sin embargo, informes posteriores indican que Musk habría propuesto tomar control de OpenAI y convertirla en una entidad más agresiva y competitiva, algo que no fue bien recibido por el resto del equipo fundador, y al no lograr alinear su visión con la del resto de la organización, optó por apartarse. 

Pero con el tiempo, la escalada de la IA casi le daría la razón.

Los costos de entrenamiento de modelos cada vez más grandes y la competencia obligaron a OpenAI a hacer una reestructuración en 2019, cuando se creó una entidad “con fines de lucro limitados” para atraer capital privado. Una decisión efectiva, ya que Microsoft invirtió más de 13 mil millones de dólares e integró los modelos de OpenAI en productos como Azure, Bing y Microsoft 365.

Puede decirse que ese fue el momento clave para convertir a OpenAI en una infraestructura cognitiva de propósito general, con aplicaciones directas en educación, medios, salud, defensa y más.

ChatGPT, la joya de la corona

Aunque OpenAI venía haciendo un muy buen trabajo para incorporar sus soluciones en el ecosistema Microsoft, la compañía llegó a la cima en noviembre de 2022, cuando lanzó públicamente ChatGPT, una interfaz conversacional (chatbot) basada en su modelo GPT-3.5 que en sólo cinco días superó el millón de usuarios, y en menos de dos meses alcanzó los 100 millones, convirtiéndose en la aplicación de más rápido crecimiento en la historia digital.

Este fenómeno no sólo capturó la atención de desarrolladores y tecnólogos, sino que impactó directamente a medios, educadores, empresas y gobiernos. Por primera vez, millones de personas experimentaron el poder de un modelo de lenguaje capaz de responder preguntas, redactar textos complejos, traducir, programar e incluso generar ideas creativas.

ChatGPT catalizó una nueva ola de inversión, regulaciones emergentes y discusiones filosóficas sobre la relación entre humanos y máquinas, consolidando a OpenAI como un referente indiscutible en la feroz carrera global por dominar la IA.

El chatbot se convirtió en el rostro público de la IA moderna. Su adopción masiva redefinió lo que los usuarios esperan de una herramienta digital con Inteligencia Artificial que dejó de ser la ejecución de comandos, para convertirse en una herramienta que permite establecer diálogos fluidos, contextuales y creativos con una máquina.

ChatGPT pasó de una versión gratuita a un modelo de suscripción con capacidades como generación de imágenes y análisis de textos y datos, marcó una nueva etapa en el uso de la IA y se convirtió en una plataforma cotidiana integrada en sistemas empresariales, universidades y utilizada por profesionales de todos los sectores, mientras que la ciudadanía en general la utiliza como un sustituto de buscadores tradicionales, y las generaciones más jóvenes como un asesor de vida.

Luego de que ChatGPT le diera la vuelta al mundo, Elon Musk regresó a la historia y en 2024 criticó a OpenAI por “haberse desviado de sus principios fundacionales al volverse una empresa con fines de lucro estrechamente ligada a Microsoft”, por lo cual presentó una demanda que aún sigue en curso. 

Musk también presentó una oferta para comprar OpenAI en febrero de 2025, que por supuesto fue rechazada por Altman.

Y en mayo de este año, la junta directiva de OpenAI regresó a su modelo sin fines de lucro, el cual mantendrá el control sobre su organización con fines de lucro.

Los cambios estructurales y la necesidad de Musk por regresar a la historia parecen un par de intentos por reforzar la legitimidad ética de la empresa. Pero esa misma expansión, impulsada por el éxito sin precedentes de ChatGPT, ha llevado a OpenAI a acelerar el desarrollo de nuevos productos y capacidades que están generando creciente escrutinio a nivel global.

Del chatbot inofensivo al posible control algorítmico 

Es claro que ChatGPT fue sólo el primer paso de una serie de productos que empiezan a preocupar a expertos y autoridades.

Con la llegada de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos, en enero de 2025, las capacidades de OpenAI se potenciaron. En su primer día en la Casa Blanca, el presidente revocó una Orden Ejecutiva firmada por Joe Biden en 2023, con la que se buscaba impulsar el desarrollo y usos seguros y fiables de la IA. Dicha orden exigía pruebas de seguridad rigurosas y transparencia por parte de los desarrolladores de esta tecnología.

Así, OpenAI entendió que sus capacidades irían más allá de Sillicon Valley. En abril, la compañía presentó su plan para la Unión Europea (UE) como un “blueprint económico”, en el que propone multiplicar por tres la infraestructura de cómputo en el continente, establecer Centros de Datos regionales y crear un fondo de mil millones de euros para acelerar proyectos de IA con impacto social o económico. Esta estrategia, que en la superficie busca fomentar la competitividad europea, también puede leerse como un intento de moldear las condiciones del mercado y adelantarse a futuras restricciones de la Ley de Inteligencia Artificial (AI Act), el ambicioso marco regulatorio que la UE impulsa.

Pero la fase internacional de OpenAI no se detiene. La compañía lanzó el programa “OpenAI for Countries”, que pretende construir relaciones formales con gobiernos de todo el mundo para apoyar el desarrollo responsable de la IA en cada país. Este esquema podría permitirle a OpenAI influir directamente en políticas públicas, fomentar la adopción de sus productos y consolidarse como socio estratégico en la formulación de agendas nacionales de IA.

Con oficinas locales y acuerdos bilaterales para transferencia de conocimiento y acceso preferencial a tecnología, el programa OpenAI for Countries podría convertirse en el vehículo con el que una empresa privada establezca las reglas del juego en países que aún están definiendo su futuro digital, y en este caso OpenAI empezaría a operar con una lógica casi-estatal. Al respecto, es importante considerar la delgada frontera entre colaboración y captura institucional que resulta un tanto difusa y que podría considerarse una especie de “neocolonialismo digital”.

Por otro lado, Sam Altman respalda a Oklo, una startup de energía nuclear que planea desarrollar pequeños reactores modulares (SMRs) para abastecer de energía limpia y constante las instalaciones de OpenAI, y además ha establecido una colaboración con los Laboratorios Nacionales de Estados Unidos para la seguridad nuclear, que incluyen la integración de modelos de IA de OpenAI en investigaciones de seguridad nacional.

Si bien estas dos estrategias (invertir en generación propia de energía y colaborar con instituciones gubernamentales en seguridad nuclear) pueden ofrecer beneficios significativos, también plantean interrogantes sobre la concentración de poder y la necesidad de una supervisión adecuada en el uso de tecnologías avanzadas en ámbitos críticos. Una supervisión que prácticamente ya no existe con la revocación de la Orden Ejecutiva de 2023.

El liderazgo de OpenAI es indiscutible, pero no sólo se mide en su capacidad de cómputo, talento en IA y control sobre modelos fundacionales, sino también en su capacidad de definir estándares éticos, marcos de gobernanza y narrativas claras sobre lo que significa “de forma segura y al servicio de toda la humanidad”, como la que promulgan.

Al convertirse en el referente que es y ampliando sus facultades como lo ha venido haciendo, OpenAI también asume el riesgo de convertirse en juez y parte de un ecosistema donde las reglas aún se están escribiendo y que no todos escriben por igual.


    Analista especializada en Colombia y Ecuador y reportera principal en temas de Inteligencia Artificial.

    Especializada en temas de derechos humanos y de género en entornos digitales, política pública y regulación TIC, con enfoque ético, violencia digital, espectro, redes 5G, IoT, chips e Identidad digital. También sigue la agenda TIC de Venezuela y Panamá.

    jueves, 21 de agosto de 2025

    U.S.A.: Los trabajadores de Microsoft ocupan la sede central en protesta por los vínculos de la empresa con el ejército israelí ( The Guardian )

    Publicado en The Guardian
    https://www.theguardian.com/technology/2025/aug/19/microsoft-workers-protest-washington-israel





    Los trabajadores de Microsoft ocupan la sede central en protesta por los vínculos de la empresa con el ejército israelí


    Los empleados están indignados por la noticia de que Israel utiliza la plataforma Azure para almacenar datos de vigilancia recopilados sobre los palestinos


    Decenas de empleados de Microsoft ocuparon el campus este de la empresa en Redmond, Washington, para protestar contra lo que, según ellos, es el uso de su software por parte del ejército israelí para llevar a cabo operaciones en Gaza y permitir la vigilancia de los palestinos.


    Menos de una semana después de que la empresa anunciara que iba a iniciar una investigación independiente sobre el uso de su software Azure, empleados actuales y antiguos ocuparon un espacio que declararon «Zona Libre», con pancartas en las que se leía «Únete a la Intifada de los trabajadores: no al trabajo para el genocidio» y «Plaza de los niños palestinos mártires».


    Las protestas, organizadas por el grupo No Azure for Genocide, han exigido a Microsoft que se desprenda de sus inversiones en Israel. A principios de este año, el empleado Joe López interrumpió un discurso del director ejecutivo Satya Nadella en la conferencia anual de desarrolladores.


    «Satya, ¿qué tal si nos muestras cómo Microsoft está matando a los palestinos?», dijo López.


    El manifestante Hossam Nasr dijo el martes que habían decidido intensificar sus acciones porque no había habido una respuesta adecuada por parte de Microsoft.  


    Se sintió personalmente motivado a expresarse con más vehemencia después de que las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) llevaran a cabo el asesinato selectivo del destacado periodista de Al Jazeera Anas al-Sharif, uno de los cinco miembros de los medios de comunicación que murieron a principios de este mes en la operación.


    «Lo vi informar sin descanso sobre Gaza, sobre el hambre, sobre las campañas de exterminio, sobre los bombardeos. Era la voz del sector. Fue un objetivo deliberado», afirmó Nasr, de 26 años, que trabajó para Microsoft durante tres años, pero fue despedido el año pasado tras organizar una vigilia por Palestina frente a las oficinas de la empresa. 


    «Ocurrió la misma semana en que The Guardian publicó la noticia de que Microsoft está almacenando datos de vigilancia masiva recopilados de llamadas de palestinos».


    A principios de este mes, The Guardian, la publicación israelí-palestina +972 Magazine y el medio en lengua hebrea Local Call revelaron que la agencia de vigilancia militar israelí, la Unidad 8200, estaba utilizando Azure para almacenar innumerables grabaciones de llamadas de teléfonos móviles realizadas por palestinos que viven en Cisjordania y Gaza. 


    La empresa afirmó que no tenía conocimiento «de la vigilancia de civiles ni de la recopilación de sus conversaciones telefónicas mediante los servicios de Microsoft».


    La protesta contra Microsoft se produce en un contexto de crecientes advertencias por parte de organizaciones como la ONU sobre «el hambre generalizada, la malnutrición y las enfermedades» en Gaza. El Ministerio de Salud de Gaza ha estimado que al menos 62 000 palestinos han muerto desde que las Fuerzas de Defensa de Israel lanzaron sus operaciones tras los ataques de Hamás del 7 de octubre.


    Nasreen Jaradat, de 29 años, empleada de Microsoft, afirmó: «Cada segundo que esperamos, la situación en Palestina empeora». 


    Añadió: «La gente está cada vez más hambrienta. Cada vez más personas son bombardeadas y mutiladas. Es hora de que intensifiquemos nuestras acciones, como sea posible».


    La protesta terminó después de unas dos horas, cuando la policía ordenó a los manifestantes que se marcharan y les advirtió que serían arrestados por allanamiento.


    Un portavoz de Microsoft dijo que «se pidió al grupo de manifestantes que se marchara, y lo hicieron». 


    El portavoz dijo que no tenía nada que añadir a la declaración realizada la semana pasada sobre la investigación que había llevado a cabo en relación con las acusaciones de que Azure se estaba utilizando para vigilar a los palestinos.


    «Basándonos en estas revisiones, que incluyen entrevistas a docenas de empleados y la evaluación de documentos, no hemos encontrado hasta la fecha ninguna prueba de que las tecnologías Azure e IA de Microsoft se hayan utilizado para atacar o dañar a personas en el conflicto de Gaza», afirmó.


    Microsoft emplea a unas 47 000 personas en Redmond. Mientras algunos cogían los folletos que repartían los activistas el martes y los leían, otros seguían comiendo tranquilamente en los restaurantes que rodeaban la plaza.


    Un empleado de 28 años que observaba las protestas dijo que simpatizaba con los manifestantes, pero que no creía que tuvieran mucho impacto.


    «No creo que lo tengan», dijo el hombre, que pidió no ser identificado.


    Los manifestantes afirman que sus esfuerzos forman parte de un proceso para concienciar a la gente.


    «Creo que estamos fomentando el diálogo entre los empleados de Microsoft para que se sientan más cómodos hablando entre ellos sobre este tema y sobre cómo su trabajo está contribuyendo al genocidio», afirmó otro empleado, Julius Shan, de 28 años.


    La gente aún está descubriendo cómo la empresa está relacionada con el genocidio, afirmó. «Pero así es como funciona el aprendizaje de nueva información».




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    Microsoft workers occupy HQ in protest against company’s ties to Israeli military

    Employees outraged by report Azure platform used by Israel to store surveillance data collected on Palestinians



    Dozens of Microsoft employees occupied the company’s east campus in Redmond, Washington to protest against what they say is the use of its software by the Israeli military to carry out operations in Gaza and enable the surveillance of Palestinians.

    Less than a week after the company said it was launching an independent investigation into the use of its Azure software, current and former staff occupied a space they declared the “Free Zone”, holding placards that read “Join The Worker Intifada – No Labor for Genocide” and “Martyred Palestinian Children’s Plaza”. 


    The protests, organised by the No Azure for Genocide group, has demanded Microsoft divest from Israel. Earlier this year, employee Joe Lopez interrupted a speech by CEO Satya Nadella at the annual developer conference.

    “Satya, how about you show how Microsoft is killing Palestinians,” said Lopez.

    Demonstrator Hossam Nasr said on Tuesday they had decided to escalate their actions because there had been no adequate response from Microsoft. 

    He felt personally motivated to speak out more vigorously after the Israel Defense Forces (IDF) carried out the targeted killing of the high-profile Al Jazeera journalist Anas al-Sharif, one of five members of the media who was killed earlier this month in the operation.

    “I watched him report on Gaza relentlessly, through starvation, through extermination campaigns, through bombing. He was the voice of the business. He was intentionally targeted,” said Nasr, 26, who worked for Microsoft for three years but was fired last year after organising a vigil for Palestine outside the company’s offices. 

    “It happened the same week news came out from the Guardian that Microsoft is storing mass surveillance data collected from calls from Palestinians.”

    Earlier this month, the Guardian, Israeli-Palestinian publication +972 Magazine and Hebrew-language outlet Local Call, revealed Israel’s military surveillance agency, Unit 8200, was making use of Azure to store countless recordings of mobile phone calls made by Palestinians living in the West Bank and Gaza.  

    The company said it was not aware “of the surveillance of civilians or collection of their cellphone conversations using Microsoft’s services”.

    The protest at Microsoft comes against the backdrop of increased warnings from organisations such as the UN about “widespread starvation, malnutrition and disease” in Gaza. The Gaza health ministry has estimated at least 62,000 Palestinians have been killed since the IDF launched its operations in the aftermath of Hamas’s 7 October attacks.

    Nasreen Jaradat, 29, a Microsoft employee, said: “Every single second that we wait, things are worse and worse in Palestine.” 

    She added: “People are getting hungrier and hungrier. More and more people are being bombed and maimed. It’s time for us to escalate, however we can.”

    The protest ended after about two hours when police told the demonstrators to leave and said they would be arrested for trespassing.

    A Microsoft spokesperson said the group of demonstrators “was asked to leave, and they left”.  

    The spokesperson said it had nothing to add to a statement made last week about an inquiry it had undertaken into allegations Azure was being used to surveil Palestinians.

    “Based on these reviews, including interviewing dozens of employees and assessing documents, we have found no evidence to date that Microsoft’s Azure and AI technologies have been used to target or harm people in the conflict in Gaza,” it said.

    Microsoft employs as many as 47,000 people at Redmond. While some took the flyers handed out on Tuesday by the activists and read them, others continued to tuck into their lunches in the restaurants that surrounded the square.

    One 28-year-old employee who was watching the protests said he sympathised with the demonstrators but did not think they would have much impact.

    “I don’t think it will,” said the man, who asked not to be named.  

    The demonstrators say their efforts are part of a process to educate people.

    “I think we are inspiring conversation among the people who work at Microsoft to feel more comfortable talking about this with each other and about how their work is contributing to genocide,” said another employee, Julius Shan, 28.

    People are still learning how the company is linked to genocide, he said. “But that’s the nature of learning new information.”


    BRASIL quiere ser un top en la geopolítica de centros de datos y tiene cómo hacerlo

    Publicado en  El Economista https://www.eleconomista.com.mx/empresas/brasil-quiere-top-geopolitica-centros-datos-hacerlo-20251001-779663.htm...