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jueves, 18 de abril de 2024

ESPAÑA firma una declaración contra Web of Science y Scopus

Publicado en El País
https://elpais.com/ciencia/2024-04-16/el-csic-y-medio-centenar-de-organizaciones-rechazan-las-bases-de-datos-privadas-que-condicionan-la-ciencia-mundial.html


El CSIC y medio centenar de organizaciones rechazan las bases de datos privadas que condicionan la ciencia mundial

El mayor organismo científico de España, universidades y otras entidades académicas firman una declaración contra la Web of Science y Scopus, cuya información opaca se usa para repartir millones de euros de dinero público



La universidad francesa de la Sorbona provocó un terremoto en la ciencia mundial el 8 de diciembre, cuando anunció que cancelaba su suscripción a la Web of Science, una omnipresente base de datos de la multinacional londinense Clarivate que se emplea en todo el mundo para evaluar a los científicos y concederles, o no, ascensos y financiación. Cientos de millones de euros de dinero público se reparten en función de estos datos de plataformas privadas, sobre todo de la Web of Science y de Scopus, una herramienta similar de la editorial holandesa Elsevier. La Sorbona y otro medio centenar de organizaciones, incluido el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) español, han presentado este martes la Declaración de Barcelona, una iniciativa para transformar radicalmente este sistema y hacerlo abierto.  

 Los firmantes advierten de que las carreras de los científicos e incluso “la forma en que la ciencia sirve a toda la humanidad” dependen actualmente de estos indicadores opacos y, a menudo, escasamente fiables. Hace un año, EL PAÍS reveló que 19 investigadores españoles habían mentido en la base de datos de Clarivate, a cambio de dinero, para simular que trabajaban en Arabia Saudí, con el fin de aupar artificialmente a las universidades saudíes en los rankings académicos internacionales. La empresa londinense elabora cada año la Lista de Científicos Muy Citados, que incluye a 7.000 investigadores cuyos estudios son los más mencionados por otros colegas, según estos indicadores opacos. En los últimos años, la lista ha sido un coladero para científicos mediocres sin escrúpulos, que han accedido haciendo todo tipo de trampas. Clarivate excluyó a más de un millar en noviembre por estas malas prácticas.

“Una gran parte de toda la información sobre investigación está encerrada en infraestructuras privadas. La gestionan empresas que deben rendir cuentas principalmente a sus accionistas, no a la comunidad investigadora. Como comunidad investigadora, nos hemos vuelto muy dependientes de las infraestructuras cerradas”, reflexionan los firmantes de la Declaración de Barcelona, coordinada por Bianca Kramer, de la consultora holandesa Sesame Open Science; Cameron Neylon, de la Universidad Curtin (Australia); y Ludo Waltman, de la Universidad de Leiden (Países Bajos).

Los promotores de la iniciativa se reunieron en Barcelona en noviembre de 2023, en una reunión organizada por SIRIS Academic, una consultora barcelonesa que asesora a entidades académicas de medio mundo. “El mensaje profundo es que las bases de datos cerradas, como Web of Science y Scopus, limitan el proceso de promover una evaluación de la ciencia más inclusiva y transparente”, señala el especialista suizo Yoran Beldengrün, de SIRIS Academic. La Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología (FECYT), dependiente del Ministerio de Ciencia, paga casi seis millones de euros al año por las licencias de acceso a las bases de datos de la Web of Science y Scopus.

La Declaración es contundente. “Hemos acabado evaluando a investigadores e instituciones basándonos en evidencias no transparentes. Estamos supervisando e incentivando la ciencia abierta utilizando datos cerrados. También estamos tomando decisiones de forma rutinaria basándonos en información sesgada en contra de idiomas, regiones geográficas y agendas de investigación menos privilegiadas”, reconocen los firmantes. Además del mayor organismo de ciencia en España, el CSIC, figuran tres universidades españolas (la de Barcelona, la Politécnica de Cataluña y la de las Islas Baleares) y la red de Centros de Investigación de Cataluña (CERCA), los 42 organismos de excelencia de la Generalitat.

“Para avanzar en la evaluación responsable de la investigación y la ciencia abierta, y promover la toma de decisiones imparcial y de alta calidad, es urgente que la información sobre investigación esté disponible de manera abierta a través de infraestructuras académicas también abiertas. La apertura de la información sobre investigación debe ser la nueva norma”, sostiene la Declaración de Barcelona. Entre los firmantes internacionales se encuentran entidades como la Fundación Bill & Melinda Gates (Estados Unidos), la Agencia Nacional de Investigación de Francia y la Universidad de Milán (Italia).

Beldengrün rechaza la idea de que las bases de datos privadas ofrezcan una garantía sobre la calidad de las revistas científicas. “Este argumento es cada vez más discutido, ya que la decisión sobre qué revistas se consideran de calidad no debería dejarse en manos de un proveedor privado, a menudo en conflicto de intereses con los editores de las revistas (por ejemplo, Scopus es propiedad de Elsevier), sino encomendarse a la comunidad científica pertinente o a organismos nacionales de evaluación”, reflexiona.

domingo, 14 de abril de 2024

Se publicó la edición 2023 del Scimago Journal Rank... y CHINA rebasa de nueva a USA en artículos publicados

 ¡Ya está disponible la NUEVA EDICIÓN del SJR! Incluye indicadores científicos de revistas y países elaborados a partir de la información contenida en la base de datos Scopus. Ya está DISPONIBLE la NUEVA EDICIÓN del ranking de revistas y países SJR 2023 https://scimagojr.com


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The NEW EDITION of the SJR is now AVAILABLE! It includes scientific indicators from journals and countries developed from the information contained in the Scopus database. Ya está DISPONIBLE la NUEVA EDICIÓN del ranking de revistas y países SJR 2023 scimagojr.com






martes, 2 de abril de 2024

Revistas médicas de América Latina descontinuadas de Scopus

Artículo publicado en Revista Cubana de Ciencias de la Información

https://acimed.sld.cu/index.php/acimed/article/view/2234 


Revistas médicas de América Latina descontinuadas de Scopus

JOEL ALHUAY-QUISPE, LOURDES BAUTISTA-YNOFUENTE, SORAYA MADERO-DURÁN
Texto completo:PDF
Resumen


Scopus es una de las bases de datos de literatura científica de mayor cobertura global y regional. El
 ranking Scimago Journal Rank, basado en datos de Scopus, clasifica dentro del ámbito de la Medicina 49 áreas temáticas específicas. Los objetivos del artículo fueron identificar las características de las revistas de Medicina de América Latina que estuvieron indizadas en Scopus pero que fueron descontinuadas y determinar los motivos por los que fueron excluidas de la base de datos durante la última década. Los hallazgos muestran que para el período 2013-2022 un total de 745 revistas se descontinuaron a nivel global; 21 de estas revistas fueron de América Latina y el Caribe, de las cuales 14 revistas corresponden a las áreas de la Medicina. En conclusión, la mayoría de revistas descontinuadas en la última década en Scopus se excluyeron por problemas de publicación; mientras que las revistas de América Latina por razones de métricas de rendimiento.

jueves, 18 de enero de 2024

FRANCIA: CNRS cancela suscripción a SCOPUS

Publicado en CNRS
https://www.cnrs.fr/fr/cnrsinfo/le-cnrs-se-desabonne-de-la-base-de-publications-scopus

vea nota Universidad de la Sorbona Universidad de la Sorbona cancela suscripción a Web of Science ]

El CNRS se da de baja de la base de datos de publicaciones Scopus


11 de enero de 2024

INVESTIGACIÓN


Desde hace varios años, el CNRS apuesta por la ciencia abierta. Esto también se aplica a las bases de datos de publicaciones, para las que el CNRS debe recurrir a soluciones abiertas y sostenibles. Hoy, este compromiso marca un importante paso adelante con la retirada de la base de datos bibliográfica Scopus de Elsevier antes del 31 de diciembre de 2023. En cuanto las soluciones abiertas estén suficientemente maduras, la institución dejará de utilizar bases de datos bibliográficas comerciales. Mientras tanto, seguirá suscrita a Web of Science de Clarivate Analytics.


El CNRS está llevando a cabo una ambiciosa política de ciencia abierta para abrir las publicaciones científicas, compartir y reutilizar datos, replantear la evaluación de la investigación y desarrollar software de código abierto y métodos de minería de textos. Es mucho lo que está en juego si los investigadores del CNRS quieren reapropiarse de los resultados de su propio trabajo y hacer que la ciencia sea accesible a toda la sociedad.


La cancelación de la suscripción a la base de datos bibliográfica Scopus1 es el primer paso para abandonar las bases de datos comerciales y cambiar gradualmente a herramientas bibliográficas gratuitas compatibles con la política de ciencia abierta de la organización. El ahorro obtenido se destinará a apoyar y consolidar soluciones abiertas y sostenibles.


Esta decisión se ha tomado conjuntamente con los representantes de los institutos del CNRS. Las estadísticas de uso muestran que los investigadores del CNRS utilizan los servicios de Web of Science con mucha más frecuencia que Scopus. Para apoyar esta transición hacia nuevas herramientas bibliométricas gratuitas, se mantendrá la suscripción a Web of Science. También están disponibles otras herramientas, como OpenAlex, Crossref y Dimensions. Además, el archivo abierto HAL es un recurso complementario que hace referencia a la producción científica francesa accesible a todos.


Esta decisión del CNRS se inscribe en una visión internacional anunciada por el Centro de Estudios Científicos y Tecnológicos de Leiden, que está elaborando una versión transparente y reproducible de su clasificación mundial de universidades. Esta clasificación se basará, en particular, en indicadores bibliométricos derivados de datos abiertos de CrossRef y OpenAlex. La NASA también está lanzando el portal bibliográfico NASA Science Explorer, que cubre todas las áreas de investigación de la NASA -ciencias de la Tierra, física, astrofísica, heliofísica, biología y planetología- y cumple los principios FAIR2 para garantizar que los datos sean fácilmente accesibles, comprensibles, intercambiables y reutilizables.


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Le CNRS se désabonne de la base de publications Scopus

11 janvier 2024

RECHERCHE

Le CNRS s’est depuis plusieurs années engagé en faveur de la science ouverte. Cela concerne aussi les bases de publications pour lesquelles le CNRS doit se tourner vers des solutions ouvertes et durables. Aujourd’hui, cet engagement marque une étape importante avec le désabonnement de la base bibliographique Scopus d’Elsevier au 31 décembre 2023. Dès que des solutions ouvertes seront suffisamment abouties, l'établissement arrêtera d’avoir recours aux bases bibliographiques commerciales. En attendant, l’abonnement au Web of Science de Clarivate Analytics est maintenu.

Le CNRS mène une politique pour la science ouverte ambitieuse pour ouvrir les publications scientifiques, partager et réutiliser les données, repenser l’évaluation de la recherche, développer les logiciels libres et les méthodes de fouille de textes. L’enjeu est de taille pour que les chercheurs et chercheuses du CNRS se réapproprient les résultats de leurs propres travaux et rendent la science accessible à l’ensemble de la société. 

Le désabonnement de la base bibliographique Scopus1 est une première étape pour s’affranchir des bases commerciales afin d’opérer progressivement une bascule vers des outils bibliographiques libres et compatibles avec la politique de science ouverte de l'organisme. Les économies qui seront réalisées permettront de soutenir et de consolider des solutions ouvertes et durables.

Cette décision a été prise conjointement avec les représentants des instituts du CNRS. Les statistiques d’usages montrent que les chercheurs et chercheuses du CNRS ont eu recours beaucoup plus fréquemment aux services du Web of Science qu’à ceux de Scopus. Pour accompagner cette transition vers de nouveaux outils bibliométriques libres, l’abonnement au Web of Science sera quant à lui maintenu. D’autres outils sont également disponibles tels que OpenAlex, Crossref et Dimensions. Par ailleurs, l’archive ouverte HAL est une ressource complémentaire qui référence la production scientifique française accessible à tous.

Cette décision du CNRS s’aligne sur une vision internationale avec l’annonce du Centre for Science and Technology Studies de Leiden qui développe une version transparente et reproductible de son classement mondial des universités. Ce classement s’appuiera notamment sur des indicateurs bibliométriques issues des données ouvertes de CrossRef et d’OpenAlex. Par ailleurs, la NASA lance le portail bibliographique NASA Science Explorer qui englobe tous les domaines de recherche de la NASA – Sciences de la Terre, physique, astrophysique, héliophysique, biologie et planétologie – et respecte les principes FAIR2 pour que les données soient facilement accessibles, comprises, échangeables et réutilisables. 

Notes

  • La base bibliographique Scopus est un catalogue payant qui référence et décrit une liste de publications scientifiques (auteurs, affiliations, identifiants, mots-clés, etc.)

  • FAIR : Findable, Accessible, Interoperable, Reusable.




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viernes, 22 de diciembre de 2023

SCOPUS indiza revistas "secuestradas"

Publicado en Science Insider
https://www.science.org/content/article/leading-scholarly-database-listed-hundreds-papers-hijacked-journals



Base de datos científica líder incluye cientos de artículos de revistas "secuestradas” 


Scopus está dando una legitimidad injustificada a artículos sospechosos y no revisados por pares, según los investigadores


5 DIC 2023 5:35 PM ET BY JEFFREY BRAINARD


Scopus, una base de datos de artículos científicos de uso generalizado gestionada por el gigante editorial Elsevier, desempeña un importante papel como árbitro de la legitimidad académica, ya que muchas instituciones de todo el mundo esperan que sus investigadores publiquen en revistas indexadas en la plataforma. Pero los usuarios deben tener cuidado, advierte un nuevo estudio. En septiembre, la base de datos incluía 67 revistas "secuestradas", es decir, publicaciones legítimas de las que se han apoderado operadores sin escrúpulos para obtener beneficios ilícitos cobrando a los autores tasas de hasta 1.000 dólares por artículo. En algunas de esas revistas, Scopus había incluido cientos de artículos.


Estas publicaciones falsas representan una pequeña fracción de las más de 26.000 revistas revisadas por pares e indexadas en Scopus. Sin embargo, según Anna Abalkina, autora del estudio, publicado el 27 de noviembre en la revista Journal of the Association for Information Science and Technology, cualquier cifra superior a cero es preocupante porque significa que se está corrompiendo el registro académico. Algunos de los trabajos publicados en revistas secuestradas pueden ser legítimos, afirma Abalkina, científica social de la Universidad Libre de Berlín. Pero análisis anteriores han revelado que muchos de los artículos de las revistas secuestradas eran plagios, falsificaciones o publicaciones sin revisión por pares.


"Nueve de estas [67] revistas son médicas", señala Salim Moussa, profesor de marketing de la Universidad de Gafsa que ha estudiado las revistas secuestradas. "Ellas y sus contenidos suponen un riesgo para la salud de la sociedad". De las 67 revistas, 41 seguían operativas en septiembre, y Abalkina afirma que su lista probablemente no esté completa.


En respuesta al estudio de Abalkina, Elsevier ha "iniciado una investigación exhaustiva de las revistas en cuestión, las URL de sus páginas de inicio y los artículos indexados", afirma Dan DiPietro-James, su director global de relaciones con los medios. Según él, Elsevier ya ha eliminado de Scopus 13 enlaces a páginas de inicio de revistas. "Mantener la integridad y el contenido curado de alta calidad indexado en Scopus es de suma importancia para nosotros". Dice que Scopus ya ha estado eliminando títulos sospechosos mediante el uso de tecnología y comentarios de investigadores y de un consejo asesor de expertos.


En la mitad de las 67 revistas secuestradas, Abalkina no pudo determinar el método utilizado por los secuestradores. Sin embargo, en el resto sí pudo averiguarlo. En algunos casos, los ladrones pagaron para renovar una dirección de Internet que expiraba antes de que lo hicieran los verdaderos propietarios. En otros casos, los secuestradores consiguieron que Scopus incluyera una URL distinta de la de la revista real que enlazaba con el sitio web de los secuestradores, diseñado para parecerse al verdadero.


Abalkina detectó las 67 revistas de Scopus buscando 321 revistas secuestradas identificadas por otros analistas en tres listas distintas. Abalkina afirma que centró su estudio en Scopus porque los informes anecdóticos indicaban que contenía más revistas secuestradas que otras bases de datos académicas de uso generalizado, como Dimensions y Web of Science.


Abalkina se pregunta si sus conclusiones supondrán algún cambio. En 2021, Abalkina señaló a los representantes de Elsevier que varias de las revistas de su lista tenían documentos ilícitos o URL de páginas de inicio indexadas en Scopus con sus nombres; en septiembre todavía los tenían. "Las medidas aplicadas por Scopus no parecen suficientes". A partir de entonces, Scopus enumeró al menos algunos artículos de revistas secuestrados cada año desde 2013, dice.


En otros casos, dice Abalkina, Elsevier eliminó de forma independiente artículos de revistas secuestradas de la lista, pero no las revistas; Scopus indexó más tarde otros artículos nuevos publicados en esas revistas. Abalkina se refiere a la incapacidad de la empresa para evitar tales recurrencias como "whack-a-mole". (N del T: se desconoce la traducción al español de esta frase)


Isabelle Robert, de la Universidad de Amberes, es redactora jefe de una de esas revistas: Linguistica Antverpiensia, New Series - Themes in Translation Studies. Después de que los secuestradores crearan una versión imitada de su revista con una URL y artículos indexados en Scopus, la base de datos no hizo correcciones rápidamente, afirma. Más tarde, Scopus indexó otros artículos de la versión de los secuestradores. "Realmente tienen que hacer algo al respecto".


Los observadores del sector editorial afirman que los autores también pueden ayudar. Por ejemplo, pueden consultar una lista de revistas secuestradas iniciada en 2022 por Abalkina en colaboración con el sitio web Retraction Watch, que la aloja. La lista, que se actualiza periódicamente, cuenta ya con 236 entradas. "Las revistas secuestradas seguirán infiltrándose en las bases de datos bibliográficas comerciales", dice Moussa, "a menos que todos los miembros del ecosistema de publicación académica tomen medidas coordinadas".


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Leading scholarly database listed hundreds of papers from ‘hijacked’ journals


Scopus is giving suspect, non–peer-reviewed papers unwarranted legitimacy, researchers say


5 DEC 20235:35 PM ETBYJEFFREY BRAINARD


Scopus, a widely used database of scientific papers operated by publishing giant Elsevier, plays an important role as an arbiter of scholarly legitimacy, with many institutions around the world expecting their researchers to publish in journals indexed on the platform. But users beware, a new study warns. As of September, the database listed 67 “hijacked” journals—legitimate publications taken over by unscrupulous operators to make an illicit profit by charging authors fees of up to $1000 per paper. For some of those journals, Scopus had listed hundreds of papers.


These ersatz publications represent a tiny fraction of the more than 26,000 active, peer-reviewed journals indexed in Scopus. Still, says Anna Abalkina, who authored the study, published on 27 November in the Journal of the Association for Information Science and Technology, any number above zero is troubling because it means the scholarly record is being corrupted. Some of the work published in hijacked journals may be legitimate, says Abalkina, a social scientist at the Free University of Berlin. But previous analyses have found that many papers in hijacked journals were plagiarized, fabricated, or published without peer review. 


“Nine of these [67] journals are medical journals,” notes Salim Moussa, a marketing professor at the University of Gafsa who has studied hijacked journals. “They and their contents pose a health risk to society.” Of the 67 journals, 41 were still operating as of September, and Abalkina says her list is probably not complete.


In response to Abalkina’s study, Elsevier has “started a thorough investigation of the journals in question, their homepage URLs, and indexed articles,” says Dan DiPietro-James, its global media relations director. Elsevier has already removed 13 journal homepage links from Scopus, he says. “Maintaining the integrity and high-quality, curated content indexed on Scopus is of paramount importance to us.” He says Scopus has already been rooting out suspicious titles by using technology and feedback from researchers and an expert advisory board.

For half of the 67 hijacked journals, Abalkina wasn’t able to determine the method hijackers used. But the others offered insight. For some, thieves paid to renew an expiring internet address before the true owners did. In other cases, hijackers managed to get Scopus to list a URL other than the real journal’s that links to the hijackers’ website, designed to look like the real one. 

Abalkina detected the 67 journals in Scopus by checking for 321 hijacked journals identified by other analysts in three separate lists. She says she focused her study on Scopus because anecdotal reports indicated it listed more hijacked journals than other widely used scholarly databases such as Dimensions and Web of Science.

She questions whether any change will result from her findings. In 2021, Abalkina pointed out evidence to Elsevier representatives that several of the journals on her list had illicit papers or home page URLs indexed in Scopus under their names; she found they still did in September. “The measures applied by Scopus do not seem to be sufficient.” As of then, Scopus listed at least some hijacked journal papers every year since 2013, she says.

In other cases, Abalkina says, Elsevier independently deleted papers from hijacked journals on the list, but not the journals; Scopus later indexed other, new papers published in those journals. Abalkina refers to the company’s inability to prevent such recurrences as “whack-a-mole.” 

Isabelle Robert of the University of Antwerp is chief editor of one of those journals: Linguistica Antverpiensia, New Series – Themes in Translation Studies. After hijackers created a copycat version of her journal with a URL and papers listed in Scopus, the database did not quickly make corrections, she says. Later, Scopus indexed additional papers from the hijackers’ version. “They really have to do something about this.”

Publishing industry observers say authors can also help. For example, they can consult a list of hijacked journals started in 2022 by Abalkina in cooperation with the Retraction Watch website, which hosts it. The regularly updated list now numbers 236 entries. “Hijacked journals will continue to infiltrate commercial bibliographic databases,” Moussa says, “unless all members of the scholarly publishing ecosystem take coordinated action.”


doi: 10.1126/science.zcgp0a2


Plan 2.0 para el acceso abierto: ¿un plan o una nueva ambigüedad?

Publicado en THE Times Higher Education https://www.timeshighereducation.com/news/plan-s-20-open-access-plan-bold-may-prove-ineffective   El...