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jueves, 5 de octubre de 2023

MÉXICO: presupuesto educativo 2024: “razonable y congruente” o “un desastre para el país”.

Publicado en CAMPUS
https://suplementocampus.com/presupuesto-2024-i/



Presupuesto 2024 / I

21 septiembre, 2023 por 

Diversos sectores del gasto en educación, ciencia y tecnología se alejan del promedio del crecimiento que el PEF debería tener para este año

El pasado viernes 8, el gobierno federal, por conducto del secretario de Hacienda, presentó ante el Congreso el llamado Paquete Económico para el próximo año. El Paquete se integra por tres documentos principales: los Criterios Generales de Política Económica, la Ley de Ingresos y el Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF). Éste, materia principal de las presentes líneas, asciende a 9,022 billones de pesos, representando un incremento real (una vez descontada la inflación) de 4.3 por ciento. En su alocución, el secretario Ramírez de la O destacó los tres ejes fundamentales de ese documento: a) “el fortalecimiento de la red de protección social a favor de grupos de la población desatendidos y en condición de pobreza”; b) las reformas de orden laboral y las políticas salariales implementadas; c) el impulso a la infraestructura del país, principalmente la correspondiente a la región sur-sureste.

Los tres ejes, según el funcionario, han permitido a lo largo del quinquenio enfrentar las condiciones de pobreza de la población, reducir la desigualdad, así como impulsar proyectos de infraestructura a la zona del país “que estuvo al margen del desarrollo nacional por décadas”.

A manera de resumen, algunos datos del documento permiten describir el contexto en el cual puedan observarse, con mayor detalle, algunos aspectos relacionados con los sectores de educación, ciencia y tecnología. Entre los principales (todos ellos referidos a 2024) se cuentan los siguientes:

• El Producto Interno Bruto debiera crecer a una tasa media de 2.5 por ciento, un poco menor a la estimada por la SHCP para el presente año. La inflación se reduciría de 4.5 al 3.8 por ciento. El tipo de cambio respecto al dólar se situaría en $17.60. La tasa de interés se estacionaría en 9.5 por ciento y el barril de petróleo se vendería a $56.70 dólares, casi 10 dólares menos que en este 2022. En términos generales, aún los analistas críticos a la política económica gubernamental han estimado positivo lo presentado al Congreso.

• El PEF tiene, empero, varias presiones que explican la razón para que algunos programas y proyectos no tengan las asignaciones adecuadas para un desarrollo eficaz, o para que no se cumpla con compromisos asumidos desde cinco años atrás. Entre esas presiones se encuentran: a) el gasto en pensiones (las contributivas, como IMSS; y las distributivas, como adultos mayores) asciende a 1.99 billones, una quinta parte del PEF y tendría un crecimiento muy dinámico (y peligroso de no realizarse una reforma fiscal, agrego yo) de 4.2 por ciento para cada año venidero, como lo advierte la SHCP (“Supuestos de finanzas públicas de mediano plazo”); b) los Requerimientos Financieros del Sector Público (lo que hay que pagar de intereses y servicio por la deuda gubernamental) ascendería en 2024 a 1.6 billones de pesos, casi un 12 por ciento más que en este año. En lo que va del sexenio la deuda total del sector público ha pasado de 11 billones, en 2019, a 14.2 en julio de este año; c) la transferencia a las entidades federativas ascienden a 2.56 billones, casi un 13 por ciento más que en el presente año.

• Los llamados programas y proyectos prioritarios (estelares, o del Presidente) significan, en el caso de los primeros para el próximo año, alrededor de 800 mil millones, y el de los segundos, 220 mil, un total superior al billón de pesos. Entre ellos destaca la Pensión para Adultos Mayores, con 465 mil millones, siete por ciento más que en 2023. Dentro de estos programas están cuatro del sector educativo, entre ellos: Becas (88 mil millones), la Escuela es Nuestra (28 mil), Jóvenes Construyendo el Futuro (24 mil), Universidades para el Bienestar (1,600); un total de 142 mil millones.

En ese contexto presupuestal varios sectores del gasto se alejan del promedio del crecimiento que el PEF tendría para 2024 (4.3 por ciento). Así, por lo que toca al sector educativo, éste tiene una asignación de 425 mil millones. En términos reales, un crecimiento de un uno por ciento, el cual no alcanza a compensar las pérdidas de 2020, ocasionadas por la pandemia. De acuerdo con la SHCP, y utilizando las clasificaciones administrativas del gasto y la funcional del mismo, aplicado al periodo 2017-2023, el sector habría tenido una reducción de 3.4 y 6.1, respectivamente.

Para el sector de ciencia y tecnología los resultados son muy parecidos, aunque todavía más a la baja. Por lo que toca a la clasificación administrativa, la variación en el trayecto 2017-2023 es de menos 75.5 por ciento. En la segunda de las clasificaciones, se trata de una reducción de 13.9 por ciento en las asignaciones.

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Presupuesto 2024/ II: La Polémica
5 octubre, 2023 por 

Los juicios hacia este proyecto presupuestal van desde considerarlo un “presupuesto razonable y congruente”, hasta el de quienes consideran que representará “un desastre para el país”. Presentamos un análisis

En la primera parte de esta temática se describió al conjunto de instrumentos en que se inserta el proyecto presupuestal del próximo año, la presentación que del mismo hizo el secretario de Hacienda ante el Congreso de la Unión, algunas características distintivas de ese documento, así como las presiones que desde ahora se advierten como condicionantes, en buena medida, de la marcha de las finanzas públicas y la economía del país para 2024.

Entre esas “presiones” incluí el salto enorme que representan los gastos correspondientes a: a) las pensiones, contributivas y distributivas, de casi dos billones de pesos; b) el crecimiento de la deuda pública neta (interna y externa) del sector público, de 11 billones en 2018 a 14.2 billones en julio de este año; c) el costo financiero de esa deuda, 1.6 billones (lo que hay que pagar cada año por los intereses y servicios correspondientes); d) el déficit público en que se incurre para igualar ingresos con egresos para 2024, 5.4 por ciento del PIB, alrededor de 2 billones, el más alto desde 1987 (aquél año en que la inflación alcanzó un 159 por ciento, contrastante con el 4.5 por ciento en que, se estima, cerrará en este 2023).

Estos cuatro factores, principalmente, han abierto una polémica enorme entre analistas de distintas tendencias, acompañadas por las explicaciones del propio secretario de Hacienda. En este polarizado México en materia ideológica, el presupuesto no se salva (no tendría por qué). De tal modo que los juicios van desde un “presupuesto razonable y congruente”, hasta el de quien califica a ese instrumento como el causante de “un desastre para el país”.

El principal debate se sitúa en esos casi dos billones en que se endeudará la Hacienda pública para equilibrar ingresos con egresos y que significa 5.4 puntos del PIB. Los críticos arguyen que eso compromete seriamente las finanzas públicas para los próximos años. Por el contrario, analistas destacados por su objetividad difieren de esas visiones. Así, por ejemplo, se dice que: “no se ve en el escenario una crisis en el 2024, al menos derivada del mayor déficit fiscal… se está lejos de ser un desastre” (Enrique Quintana, El Financiero, 20 de septiembre y 3 de octubre). O, quien califica al presupuesto 2024 con las notas muy positivas de: “realista, responsable y revelador” (Gabriel Casillas, El Financiero, 19 de septiembre).

La SHCP, por conducto del secretario Ramírez de la O y el subsecretario Yorio, han argumentado que ese 5.4 por ciento se debe a: a) al incremento de las tasas de interés; b) al índice de inflación; c) al hecho que no se recibieron remanentes por parte del Banco de México. Simultáneamente se explica que ese “déficit fiscal mayor” no es un tema preocupante, toda vez que: a) la deuda total, que ascenderá al 48.8 por ciento del PIB para 2024, “será menor del pico que alcanzó en 2020”. Este nivel de deuda es bajo “y tiene mucho margen y mucha flexibilidad”; b) “el déficit es de una sola vez… no es un déficit permanente y esto prácticamente no desvía a México de su senda de sostenibilidad fiscal”; c) se contará con las coberturas petroleras que cada año se contratan; d) el Fondo Monetario Internacional tiene abierta una línea de crédito contingente por 47 mil millones de dólares; e) el Banco de México tiene como reservas 204 mil millones de dólares.

Con relación a estas explicaciones, varios analistas discrepan de que esa especie de “medicina amarga, pero leve” de 2024 sea suficiente para aliviar las presiones de los años subsiguientes. El propio Quintana (El Financiero, 3 de octubre) indica: “las presiones derivadas de los mayores pagos por pensiones, así como del programa para adultos mayores, hacen insostenible dejar sin cambios la estructura fiscal en el país para el futuro próximo… la oportunidad para realizar ese cambio vendrá en el curso de 2025”.

Pero no todo es déficit fiscal. La polémica se extiende a un tema jurídico-político adicional, muy delicado. Legisladores de la oposición y algunos analistas han expresado que existe una violación constitucional porque parte del déficit en que se incurrirá para 2024 se utilizará en financiar lo que se denomina gasto corriente, cuando debía estar destinado exclusivamente a inversión pública. El asunto podría llevar a una controversia constitucional que sería resuelta en la Suprema Corte de Justicia. Esta, desde la época del presidente Fox, ya hizo un pronunciamiento, aunque ambiguo, que tendría impacto como un importante precedente.

miércoles, 8 de marzo de 2023

Unesco: mujeres triplicaron su grado académico, pero no las contratan en las universidades

Publicado en La Jornada
https://www.jornada.com.mx/2023/03/03/politica/018n1pol


Unesco: mujeres triplicaron su grado académico, pero no las contratan en las universidades

Aunque 53% obtienen licenciatura o maestría, sólo 43% consiguen acceso a un puesto docente

Laura Poy Solano
 
Periódico La Jornada
Viernes 3 de marzo de 2023, p. 18

A pesar que el nivel educativo de las mujeres se ha triplicado en los últimos 25 años a escala mundial, aún existen persistente problemas de género para su contratación, retención y promoción en las universidades, advierte la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).

Señala que no sólo enfrentan desventajas en el acceso a carreras de ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas, pues una encuesta del Instituto Internacional de la Unesco para la Educación Superior en América Latina y el Caribe (IESALC) destaca que 18 por ciento de las universidades públicas de la región tienen una mujer como rectora, mientras que en Europa es de 15 por ciento. A ellos se suma la violencia de género en los campus universitarios.

El organismo multinacional indicó que, en el contexto del Día Internacional de la Mujer 2023, que se conmemora cada 8 de marzo, dará a conocer datos preliminares de la Encuesta Global sobre Violencia Contra la Mujer en Instituciones de Educación Superior.

Agregó que el IESALC convocó, hasta enero pasado, a miles de mujeres de universidades en América Latina y el Caribe a participar, pues destacó que la violencia contra ellas es un fenómeno universal que se produce en diversos espacios públicos, entre ellos las universidades, donde la presencia de la mujer ha ido en aumento.

Sin embargo, alerta la Unesco, las mujeres aún enfrentan múltiples barreras en sus espacios universitarios, desde el acceso a carreras consideras masculinas, vinculadas a los campos de ciencias exactas y matemáticas, hasta el estar subrepresentadas como integrantes del personal docente en los niveles más altos, pues representan sólo 43 por ciento de los docentes universitarios, a pesar que 53 por ciento de quienes obtienen un grado de licenciatura y maestría son mujeres.

Las mujeres, afirma el organismo de Naciones Unidas, chocan profesionalmente con techos de cristal cuando buscan avanzar en su acceso a puestos de liderazgo en la educación superior, mientras que sólo 30 por ciento de los investigadores que laboran en universidades en el mundo son mujeres. En cuanto a la publicación de artículos científicos, también se enfrenta una brecha de género, pues 62 por ciento de estos materiales son publicados por varones, y únicamente 38 por ciento por investigadoras.



lunes, 20 de febrero de 2023

Noam Chomsky: «Chat GPT es plagio de alta tecnología»

Publicado en Nota Antropológica
https://www.notaantropologica.com/noam-chomsky-chat-gpt-es-plagio-de-alta-tecnologia/



Noam Chomsky: «Chat GPT es plagio de alta tecnología»

El reconocido lingüista Noam Chomsky ha expresado su opinión acerca del Chat GPT, una herramienta de inteligencia artificial que permite generar conversaciones fluidas con usuarios. Según Chomsky, esta tecnología es un plagio de alta tecnología, ya que su funcionamiento se basa en la copia de patrones lingüísticos y estructuras de conversación previamente existentes. Además, advierte que su uso podría tener consecuencias negativas en cuanto a la pérdida de originalidad y creatividad en el ámbito del lenguaje.

El chat GPT (Generative Pre-trained Transformer) es un sistema de inteligencia artificial que accede a grandes cantidades de datos y utiliza algoritmos para generar respuestas a preguntas y comentarios de manera automatizada. Las aplicaciones de chatbots y asistentes virtuales comúnmente lo utilizan, así como también la educación lo ha implementado para generar informes y ensayos a partir de textos previamente ingresados. Sin embargo, los críticos del sistema afirman que es una forma de plagio tecnológico que socava la educación y evita el aprendizaje real de los estudiantes.

Cada vez hay más personas interesadas en conocer las opiniones de los expertos en materia de educación. En esta conversación, se exploran diferentes perspectivas sobre la importancia de la educación y cómo esta puede impactar en el desarrollo personal y social.

Recientemente el presentador del canal de YouTube EduKitchen se acerca a uno de los grandes pensadores de nuestro tiempo, Noam Chomsky, para obtener su opinión sobre la educación en una nueva entrevista. A continuación, se profundiza en las ideas y reflexiones que surgen en torno a este tema crucial para nuestra sociedad.

En la entrevista, el presentador le pregunta a Chomsky sobre temas como la educación, la pedagogía crítica y la pandemia. También hablan sobre el Chat GPT, la última moda en educación que es visto como plagio de alta tecnología. Chomsky comenta que el Chat GPT socava la educación y no tiene nada que ver con ella, ya que solo genera informes de manera automática.

«Chat GPT es básicamente plagio de alta tecnología. Es un sistema que accede a una cantidad astronómica de datos y encuentra regularidades.»

Chomsky afirma que aunque los sistemas de Chat GPT pueden tener algún valor, no está claro cuál es su utilidad. Asimismo, destaca que es más fácil detectar plagios en ensayos que en otros trabajos. Sugiere que para que los estudiantes aprendan, es fundamental que el programa educativo sea atractivo y no aburrido. De esta forma, se lograría evitar que los estudiantes intenten eludirlo.

«Los estudiantes no aprenden nada de esto, por supuesto, absolutamente nada, es solo una forma de evitar el aprendizaje».

Noam Chomsky afirmó que el aburrimiento es una señal de que el sistema educativo está fallando.

Si los estudiantes no están interesados en una materia, encontrarán una manera de solucionarlo, y si no les interesa, no los desafía, entonces buscarán otras formas de aprender. Desafortunadamente, el sistema educativo actual está basado en programas neoliberales diseñados para la eficiencia y resultados métricos, lo que es considerado como la peor forma de educación.

Según Chomsky, la tecnología de inteligencia artificial, como Neurolink de Elon Musk, podría influir en la educación y en cómo se experimenta. Aunque el vínculo neuronal tiene un gran potencial en la educación, Chomsky no ve que se convierta en una amenaza, ya que no mejoraría la educación actual.

El futuro de la educación está en manos de educadores, planificadores, funcionarios gubernamentales y financiadores de la educación, quienes serán responsables de determinar si ésta es atractiva para los estudiantes y satisface sus necesidades y preocupaciones. Según el reconocido lingüista, la educación debería centrarse en cultivar los intereses y preocupaciones de los estudiantes en lugar de ser un proceso de evaluación sin más

Noam Chomsky también habló sobre la educación en Estados Unidos y cómo el movimiento neoliberal quiere destruir la educación pública.

La administración de Trump era estrictamente neoliberal y creían que la educación no debería existir y que debería ser privada.

Chomsky menciona que esta idea proviene de Milton Friedman, el gurú económico de la Administración Reagan, quien creía que la educación pública debía evitarse para evitar la integración de las escuelas y para que todos compitieran en el mercado. Chomsky destaca que la educación pública masiva fue una importante contribución de EE. UU. a la democracia y al funcionamiento de la misma.

Además, cree que los libertarios y los extremistas neoliberales quieren destruir todo lo relacionado con la educación pública, y que los nacionalistas cristianos están rompiendo la barrera estatal de la Primera Enmienda entre el Estado y la religión.

La educación debe formar ciudadanos críticos capaces de evaluar el poder, el estado de la democracia, su propio entorno y la forma en que están viviendo sus vidas.

Por último, menciona que la teoría crítica de la raza está siendo atacada y que en unos 30 estados republicanos se han aprobado leyes para evitar la enseñanza de la historia estadounidense y reemplazarla con lemas patrióticos. La posición liberal de izquierda implica enseñar a los niños sobre el verdadero pasado de la nación estadounidense, incluyendo la teoría crítica de la raza y la esclavitud del pasado.

Si no se les enseña esto, los niños no entenderán las razones detrás de la brecha de riqueza entre familias negras y blancas y pueden generar racismo. Además, se debe enseñar sobre el derecho de las mujeres y su lucha por la igualdad, ya que eran consideradas propiedad hasta 1975. No enseñar estas cosas es una forma de mantener el privilegio y la desigualdad.

Esta conversación es muy enriquecedora y nos permite entender mejor la importancia de la innovación y la tecnología en nuestro mundo actual. Sin embargo, las respuestas que hemos visto aquí son solo la punta del iceberg y nos invitan a profundizar aún más en este fascinante tema.

Por esta razón, les invitamos a ver la entrevista completa en el canal de YouTube de EduKitchen, donde podrán disfrutar de una conversación completa y detallada.

viernes, 27 de enero de 2023

En sólo 5 días, Chat GPT-3 consiguió un millón de usuarios

Publicado en La Jornada
https://www.jornada.com.mx/2023/01/27/economia/014n1eco


En sólo 5 días, Chat GPT-3 consiguió un millón de usuarios

La aplicación causa revuelo en las instituciones educativas de todo el mundo y obligará a cambiar la forma de las evaluaciones.

Julio Gutiérrez
 
Periódico La Jornada
Viernes 27 de enero de 2023, p. 14

Chat GPT-3, una plataforma de inteligencia artificial capaz de escribir artículos que parecen hechos por un humano, consiguió en cinco días un millón de usuarios registrados, algo que a otras grandes firmas tecnológicas les llevó más de dos años.

Según un informe publicado por el portal australiano Financial Review, a Netflix le tomó 40 meses alcanzar esa cifra; a Twitter, 24 meses; a Facebook, 10, y a Instagram, tres meses.

Generative Pre-trained Transformer 3, mejor conocido como Chat GPT-3, es una plataforma de inteligencia artificial que redacta textos. Funciona con un algoritmo de 175 mil millones de parámetros que tienen la capacidad de descifrar cuál sería la siguiente palabra a utilizar por una persona a la hora de escribir.

La plataforma ha llamado la atención en días recientes debido a que resulta casi imposible de descifrar si un texto, artículo o ensayo estudiantil ha sido escrito por una persona o por medio de esta aplicación.

El fenómeno ha llegado a tal grado que, por ejemplo, una investigación realizada por un profesor de la Universidad de Pensilvania, Estados Unidos, reveló que Chat GPT-3 aprobó un examen final de una maestría en administración de negocios con una puntuación de B.

La aplicación tiene una capacidad notable de aumentar algunas de las habilidades de los trabajadores, y específicamente de los empleados en los puestos que ocupan los graduados de la maestría, incluidos analistas, gerentes y consultores, dijo Christian Terwiesch, autor de la investigación y profesor de la universidad.

¿Cómo funciona?

Chat GPT-3 fue inventado por la firma OpenAI. Su primera versión fue lanzada en 2018 y tenía 117 millones de parámetros. La segunda en 2019 y contaba con 1.5 mil millones y esta última entrega se lanzó a inicios de este 2023.

Funciona mediante un algoritmo de aprendizaje que se basa en probabilidades, es decir, puede descifrar cuál será la siguiente palabra que alguien utilizaría en una oración. Toma una parte del lenguaje del usuario y lo transforma; por ejemplo, el usuario escribe “tengo ganas de tomar…” y la plataforma descifra qué sería lo siguiente a escribir según el contexto.

También predice el comienzo de una oración o la longitud que debería tener un texto o una frase solicitada. Los algoritmos recibieron un total de 570 gigas de información de texto.

Para utilizarlo, el usuario solamente debe crear una sesión en su plataforma y, literalmente, solicitar a la aplicación que escriba un texto sobre los dinosaurios.

El fenómeno es tan grande que Microsoft ha anunciado que hará una tercera inversión a OpenAI para continuar con el desarrollo, mientras empresas como Buzzfeed analizan la posibilidad de dejar de contratar redactores y utilizar GPT-3 para escribir sus artículos.

Aunque la innovación impresiona, analistas y profesores o catedráticos dudan de los beneficios que ésta pueda tener, ya que sería difícil descifrar si un alumno o algún trabajador escribió y adquirió los conocimientos necesarios.


jueves, 23 de junio de 2022

USA: ¿Se están apoderando los intereses empresariales de la enseñanza superior estadounidense?

Publicado en THE Times Higher Education
https://www.timeshighereducation.com/depth/are-corporate-interests-taking-over-us-higher-education?utm_source=newsletter&utm_medium=email&utm_campaign=editorial-daily&mc_cid=6bbfd58c12&mc_eid=d622713526 


¿Se están apoderando los intereses empresariales de la enseñanza superior estadounidense?

Justo cuando las campañas para promover el beneficio social muestran fuerza, los activistas admiten retrocesos en un campo de batalla más amplio para la libertad académica básica

5 de mayo de 2022

Paul Basken

Twitter: @pbaskenCompartir en twitter

Los enfrentamientos por la injerencia de las empresas están estallando en una serie de grandes universidades estadounidenses, en un aumento de los frentes en los que estudiantes y profesores luchan por proteger las misiones académicas.

En las últimas semanas, la Universidad de Brown y la Universidad de Pittsburgh están sopesando nuevos límites a los donantes en materia de ética; la Universidad Johns Hopkins y la Universidad de Princeton se ven obligadas a abandonar empresas con prácticas operativas posiblemente inhumanas; y la Universidad de Pensilvania y la Universidad de Nueva York parecen descartar una supuesta mala conducta a cambio de acceder a socios de investigación con dinero.

Individualmente, estos desafíos no son necesariamente nuevos. Pero los defensores experimentados de la educación superior consideran que las cifras, los tipos y la propagación anuncian un cambio preocupante en un campo de batalla en el que están ganando algunas victorias, pero en el que se ven cada vez más superados a largo plazo.

Por un lado, cada vez es más fácil para los activistas del mundo académico y de otros ámbitos identificar una empresa, un sector o un comportamiento de mercado concreto que consideren objetable, y organizar acciones de protesta eficaces, incluidos boicots, sin sufrir grandes repercusiones financieras.

"Mi instinto", dijo Matthew Hoehn, un gestor de inversiones privadas especializado en dotaciones universitarias, "es que en general la tendencia será hacia el capitalismo de las partes interesadas, donde el mantra de Milton Friedman de maximizar el valor de los accionistas se está subordinando en cierta medida a esta noción de que una empresa tiene responsabilidades con todas sus partes interesadas y empleados y la gente de su comunidad".

Al mismo tiempo, los activistas de la educación superior advierten de que los actores corporativos malignos se han vuelto mucho más eficaces en su trabajo conjunto, en la cooptación de los sistemas de poder político, y en la presión conjunta contra los ejercicios de la libertad académica, con efectos cada vez más amplios y duraderos. 

"Algunas cosas dan miedo", dijo Nancy MacLean, profesora de historia y política pública en la Universidad de Duke, que estudia las tácticas políticas de la extrema derecha en la enseñanza superior. Ella ha visto intentos bien diseñados de identificar los puntos de entrada más indefensos del mundo académico -desde los nombramientos del consejo de administración hasta las elecciones del gobierno estudiantil- y explotarlos.

En términos de acciones manifiestas, el estado de Florida se ha convertido en el más conocido en los últimos meses. Allí, el gobernador republicano, Ron DeSantis, ha tomado la costumbre de proclamar a bombo y platillo políticas que parecen diseñadas para avivar a sus enemigos políticos y alarmar a sus objetivos percibidos tanto como para lograr cualquier otro resultado declarado. En el ámbito de la educación superior, incluyen la prohibición de tipos de discurso académico, la restricción de la enseñanza de la equidad de género y racial, el debilitamiento de la titularidad y el interrogatorio de estudiantes y profesores sobre sus puntos de vista personales.

El espectáculo en curso ha atraído la atención del Sr. DeSantis en todo el país, cantidades récord de donaciones de campaña y un amplio reconocimiento como aspirante a la presidencia en 2024.

Sin embargo, el Sr. DeSantis es considerado por algunos de sus oponentes como una simple escena en un contexto mucho más amplio. Ese contexto más amplio, según Ralph Wilson, investigador desde hace mucho tiempo de la influencia corporativa en la educación superior de EE.UU., es la estrategia de los intereses financieros para eludir el bienestar público y las opiniones de los votantes, debilitando la capacidad de las universidades y de sus académicos e investigadores para proporcionar al país una experiencia fiable.

Una hoja de ruta organizadora, en el análisis del Sr. Wilson, es el Memorándum Lewis Powell de 1971, en el que el futuro juez del Tribunal Supremo de EE.UU. instó a las principales empresas estadounidenses a luchar contra el poder político del mundo académico en gran parte convirtiéndose en una parte más central del mismo.

El Sr. Wilson tiene una formación académica en matemáticas y sistemas físicos complejos que utiliza para dirigir una empresa de investigación conocida como Corporate Genome Project. Una de las ideas centrales del Sr. Powell en el memorándum era su idea de que las universidades siempre serían vulnerables a las acusaciones de no representar puntos de vista diversos. 

"Y así, ahora, 50 y pico años después, tras un par de comienzos en falso, existe esta industria masiva que está explotando su dirección", dijo el Sr. Wilson.

En la superficie, dijo, la lucha parecía ser una simple cuestión de dar a todas las personas en el campus el derecho a ser escuchadas al ofrecer sus perspectivas. Sin embargo, se trata de un "engaño cínico", dijo Wilson, para crear un espacio en el mundo académico para los puntos de vista partidistas favorecidos por los donantes ricos que no se ganan el mérito a través del rigor del análisis académico.

"Sustituir la 'libertad académica' por la 'libertad de expresión' desintegra la integridad de la institución académica, porque la 'libertad académica' incluye responsabilidad, incluye responder a la revisión por pares, incluye un sistema autorregulado de académicos", dijo. "Sin embargo, a estos donantes no les interesa un sistema de pensamiento crítico; les interesa un sistema de ideología y propaganda, no para ser cuestionado sino para ser difundido". 

En la Universidad de Pensilvania, estudiantes y profesores están cuestionando la influencia de las empresas en el caso de James Wilson, director del Programa de Terapia Genética de la Escuela de Medicina Perelman. El profesor Wilson dirige empresas de biotecnología que han atraído cientos de millones de dólares de financiación privada, y algunos empleados de la universidad han empezado a sugerir públicamente que ese gran valor financiero le ha protegido de las consecuencias de un entorno de trabajo supuestamente tóxico dentro del programa. Un portavoz de Penn dijo que la universidad no podía hacer comentarios sobre casos concretos de personal, pero que se tomaba muy en serio todas las preocupaciones de los empleados sobre el lugar de trabajo.

Del mismo modo, se dijo que la NYU Langone Health estaba considerando seriamente la posibilidad de contratar a David Sabatini, incluso después de que el destacado biólogo fuera expulsado de tres importantes instituciones -el Instituto Tecnológico de Massachusetts, el Instituto Whitehead de Investigación Biomédica y el Instituto Médico Howard Hughes- por acusaciones de mala conducta sexual. Entre los poderosos defensores del profesor Sabatini se encuentra William Ackman, inversor multimillonario y gestor de fondos de cobertura.

Tras semanas de protestas por parte del personal, los estudiantes y los ex alumnos, la facultad de medicina de la NYU dijo que había "llegado a la conclusión de que no será posible que [el Dr. Sabatini] forme parte de nuestro cuerpo docente". El Dr. Sabatini, en un comunicado, dijo que había retirado su nombre de la consideración debido a la "intensificación" de la información sobre las "falsas, distorsionadas y absurdas acusaciones sobre mí". 

La Universidad Johns Hopkins, por su parte, está recibiendo la presión del campus sobre los planes de unirse a Amazon en una asociación de investigación de inteligencia artificial, dadas las diversas críticas al gigante minorista sobre los bajos salarios y otros casos de mal trato a los empleados. Princeton está bajo la presión de los estudiantes para que deje de utilizar maquinaria fabricada por Caterpillar porque la empresa también suministra al gobierno israelí equipos que utiliza para destruir hogares y granjas palestinas.

Los estudiantes de Brown y Pittsburgh han convencido a sus administradores para que mejoren sus políticas éticas y excluyan a los donantes con un mal historial de responsabilidad social, aunque los detalles clave siguen sin resolverse. La Universidad de Harvard ha intentado asegurar a los estudiantes que su recién ampliada Escuela de Ingeniería y Ciencias Aplicadas no será un ejercicio de intercambio de independencia académica por dólares de donantes.

El ejemplo de Brown parecía especialmente alentador, dijo uno de los principales críticos de la influencia corporativa, Isaac Kamola, profesor adjunto de ciencias políticas en el Trinity College. En Brown, la presidenta, Christina Paxson, aceptó nuevas estructuras organizativas para revisar las donaciones a la universidad, con especial atención a los donantes que promueven la desinformación científica. Fue una demostración, dijo el Dr. Kamola, de la importancia de potenciar los mecanismos de gobierno de la facultad como baluarte contra la creciente desigualdad de ingresos en la sociedad.

Sin embargo, según otro experto, David Rapach, profesor de economía de la Universidad de Saint Louis, los principios de gobierno compartido se están debilitando.

"Las universidades son instituciones profundamente antidemocráticas", dirigidas sobre todo por consejos de administración designados políticamente y presionados por los legisladores partidistas para que ejerzan un control cada vez mayor, dijo el profesor Rapach. Se considera que estos legisladores forman parte de un ciclo en el que son ayudados por donantes adinerados para ganar el cargo, donde recortan el gasto público en educación superior y, por tanto, dejan a las instituciones aún más vulnerables a la influencia de los donantes. "Es poco probable que las élites financieras que ejercen influencia sobre las instituciones de enseñanza superior cedan voluntariamente su poder", dijo el profesor Rapach, "por lo que me temo que el cambio fundamental está muy lejos".

En todo caso, dijo el profesor MacLean de Duke, la situación está empeorando en los estados más afectados, con legisladores que se acercan al Congreso desde las legislaturas locales y que parecen aún más extremistas. La influencia política "va a ser muy, muy difícil de revertir", dijo.

Tal vez sea irónico, dijo Hoehn, codirector de asignación de activos a medida en TIFF, que los reveses a la libertad académica se produzcan después de una década en la que evitar las emisiones de combustibles fósiles resultó ser una sabia política de inversión, independientemente de las motivaciones, y en la que las exigencias gubernamentales de divulgación de las empresas en ámbitos como las prácticas de empleo y la eficiencia energética de la fabricación facilitarán aún más que los futuros activistas políticos identifiquen las inversiones objetables. 

Y como los líderes corporativos han crecido tanto y se han enriquecido, dijo, los líderes de las universidades se enfrentan a un riesgo financiero relativamente pequeño por cumplir con las demandas de los estudiantes y del profesorado en cuanto a las prácticas de inversión ética. Amazon, como ejemplo potencial, debería seguir generando fuertes ganancias en sus acciones incluso si la empresa cede a las peticiones de los trabajadores de unos pocos dólares más en el pago por hora, dijo Hoehn.

"Sus márgenes de beneficio podrían verse ligeramente perjudicados" por las subidas salariales generalizadas, dijo. "Pero muchas de estas empresas ganan mucho dinero; no es que sus negocios vayan a sufrir un daño irreparable o algo así".

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Are corporate interests taking over US higher education?Just as campaigns to promote societal benefit show strength, activists admit setbacks in wider battleground for basic academic freedom

May 5, 2022

Paul Basken

Twitter: @pbaskenShare on twitter

Confrontations over corporate interference are erupting at a series of major US universities in a mushrooming of the fronts on which students and faculty are struggling to protect academic missions.

Cases just in recent weeks include Brown University and the University of Pittsburgh weighing new ethics-related donor limits; Johns Hopkins University and Princeton University getting pushed to abandon companies with arguably inhumane operational practices; and the University of Pennsylvania and New York University appearing to discount alleged misconduct in exchange for access to moneyed research partners.

Individually, such challenges aren’t necessarily new. But the numbers and types and spread are being taken by experienced advocates of higher education as heralding a worrisome shift in a battleground where they’re winning some victories yet look increasingly outmanoeuvred over the long run. 

On the one hand, it’s getting easier for activists in academia and beyond to identify a particular company or industry or market behaviour they consider objectionable, and organise effective protest actions, including boycotts, without suffering major financial repercussions.

“My instinct,” said Matthew Hoehn, a private investment manager who specialises in university endowments, “is that overall the trend will be toward stakeholder capitalism – where the Milton Friedman mantra of maximising shareholder value is being subordinated to some degree to this notion that a corporation has responsibilities to all of its stakeholders and employees and the people in its community.”

At the same time, higher education activists warn of malign corporate actors that have grown more much effective in working together, in co-opting systems of political power, and in jointly pushing back against exercises of academic freedom – with ever more sweeping and long-lasting effects.

“Some of it is scary,” said Nancy MacLean, a professor of history and public policy at Duke University who studies far-right political tactics in higher education. She saw well-devised attempts to identify academia’s more defenceless entry points – from governing board appointments down to student-government elections – and exploit them.

In terms of overt actions, the state of Florida has become the best known in recent months. There, the Republican governor, Ron DeSantis, has made a habit of loudly proclaiming policies that appear designed to stoke his political enemies and alarm their perceived targets as much as achieve any other stated outcomes. In the realm of higher education, they include prohibiting types of academic speech, restricting the teaching of gender and racial equity, undermining tenure and interrogating students and faculty on their personal viewpoints.

The ongoing spectacle has brought Mr DeSantis nationwide attention, record amounts of campaign donations and widespread acknowledgement as a 2024 presidential contender. 

Mr DeSantis, though, is regarded by some of his opponents as just one scene in a much larger picture. That bigger context, said Ralph Wilson, a long-time investigator of corporate influence in US higher education, was the strategy of moneyed interests to sidestep public well-being and voter opinions by weakening the ability of universities and their scholars and researchers to provide the country with trusted expertise.

An organising road map, in Mr Wilson’s analysis, is the Lewis Powell Memo of 1971, in which the future US Supreme Court justice urged leading US corporations to fight the political power of academia in large part by becoming a more central part of it.

Mr Wilson has an academic background in mathematics and complex physical systems that he uses to lead an investigative venture known as Corporate Genome Project. One of Mr Powell’s central insights in the memo was his idea that universities would always be vulnerable to accusations that they weren’t representing diverse viewpoints. 

“And so now, 50-some years later, after a couple of false starts, there is this massive industry that is exploiting his direction,” Mr Wilson said.

On the surface, he said, the fight appeared to be a simple matter of giving all people on campus the right to be heard when offering their perspectives. Yet that’s a “cynical misdirect”, Mr Wilson said, to create space in academia for partisan viewpoints favoured by wealthy donors that fail to earn merit through the rigour of scholarly analysis.

“Replacing ‘academic freedom’ with ‘free speech’ disintegrates the integrity of the academic institution, because ‘academic freedom’ includes responsibility, it includes being responsive to peer review, it includes a self-regulated system of scholars,” he said. “These donors, however, are not interested in a system of critical thought; they’re interested in a system of ideology and propaganda – not to be questioned but to be spread.” 

At the University of Pennsylvania, students and faculty are questioning corporate influence in the case of James Wilson, director of the Gene Therapy Program at the Perelman School of Medicine. Professor Wilson runs biotechnology companies that have attracted hundreds of millions of dollars in private funding, and some university employees have begun suggesting publicly that such great financial value has protected him from consequences of an allegedly toxic working environment within the programme. A Penn spokesman said the university could not comment on specific personnel cases but took all employee workplace concerns very seriously.

Similarly, NYU Langone Health was described as seriously considering hiring David Sabatini, even after the prominent biologist was pushed out of three leading institutions – the Massachusetts Institute of Technology, the Whitehead Institute for Biomedical Research and the Howard Hughes Medical Institute – over sexual misconduct allegations. Professor Sabatini’s powerful defenders include William Ackman, a billionaire investor and hedge fund manager.

After weeks of protests from staff, students and alumni, the NYU medical school said that it had “reached the conclusion that it will not be possible for [Dr Sabatini] to become a member of our faculty”. Dr Sabatini, in a statement, said he had withdrawn his name from consideration because of “intensified” reporting of the  “false, distorted, and preposterous allegations about me”.

Johns Hopkins, meanwhile, is getting campus pushback over plans to join Amazon in an artificial intelligence research partnership, given various critiques of the retailing giant over low pay and other instances of poor employee treatment. Princeton is under student pressure to stop using machinery made by Caterpillar because the company also supplies the Israeli government with equipment it uses to destroy Palestinian homes and farms.

Students at Brown and Pittsburgh have convinced their administrators to improve their ethics policies to exclude donors with poor records of social responsibility, though key details remain unresolved. Harvard University has been trying to assure students that its newly expanded School of Engineering and Applied Sciences won’t be an exercise in trading academic independence for donor dollars.

The Brown example seemed especially encouraging, said one leading critic of corporate influence, Isaac Kamola, an assistant professor of political science at Trinity College. At Brown, the president, Christina Paxson, accepted new organisational structures to review gifts to the university, with a particular eye on donors that promote science disinformation. It was a demonstration, Dr Kamola said, of the importance of empowering faculty governance mechanisms as a bulwark against growing income inequality in society.  

But more typically in US higher education, said another expert, David Rapach, a professor of economics at Saint Louis University, the principles of shared governance are weakening.

“Universities are profoundly undemocratic institutions”, run primarily by politically appointed boards that are being pushed by partisan lawmakers to assert ever greater control, Professor Rapach said. Such lawmakers are seen as part of a cycle in which they are helped by wealthy donors to win office, where they cut public spending on higher education, and thereby leave institutions even more vulnerable to donor influence. “Financial elites who wield influence over institutions of higher education are unlikely to willingly cede power,” Professor Rapach said, “so I fear that fundamental change is a long way off.”

If anything, Duke’s Professor MacLean said, the situation was growing worse in the worst-affected states, with lawmakers rising towards Congress from local legislatures who appear even more extreme. The political influence “is going to be very, very hard to ever turn around”, she said.

Perhaps ironically, said Mr Hoehn, the co-head of customised asset allocation at TIFF, the setbacks to academic freedom are happening after a decade in which avoiding fossil fuel stocks turned out to be a wise investment policy regardless of the motivations, and where government demands for corporate disclosures in realms such as employment practices and the energy efficiency of manufacturing will make it even easier for future political activists to identify objectionable investments. 

And because corporate leaders have grown so big and wealthy, he said, university leaders stand to face relatively little financial risk from complying with student and faculty demands for ethical investment practices. Amazon, as a potential example, should keep delivering strong stock gains even if the company relents to worker pleas for a few more dollars in hourly pay, Mr Hoehn said.

“Their profit margins could be damaged slightly” from across-the-board wage hikes, he said. “But a lot of these firms make a lot of money – it’s not as if their businesses are going to be irreparably damaged or something.”

paul.basken@timeshighereducation.com

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lunes, 27 de diciembre de 2021

ESPAÑA: Reducir las Humanidades es un deliberado plan del Gobierno para borrar la historia de Occidente

Publicado en La Razón
https://www.larazon.es/cultura/20211227/ceamm6bzwfbnzf7j2lzv47uh3q.html


Reducir las Humanidades es un deliberado plan del Gobierno para borrar la historia de Occidente

Un alumno sin conocimientos históricos es más fácilmente manipulable por los que hacen de las identidades su campo de batalla ideológico

  • Manuel Alejandro Rodríguez de la Peña
Creada 26-12-2021 |

Son legión los historiadores que están criticando la eliminación de contenidos previos a 1812 en la enseñanza de Historia de España en 2º de Bachillerato tal y como aparece en el nuevo decreto ley que va a regular los nuevos currículos en desarrollo y aplicación de la llamada LOMLOE. Resulta curioso constatar cómo en este coro de voces indignadas coinciden grandes historiadores de todos los signos y tendencias, sobre todo, especialistas en historia antigua, medieval y moderna, cuyas materias se ven eliminadas de un plumazo de «la memoria democrática» oficial. Simplemente han dejado de ser relevantes.

Todos coincidimos, en efecto, en el riesgo que entraña este borrado de la memoria: un alumno sin conocimientos históricos es más fácilmente manipulable por los que hacen de las identidades (para negarlas, deformarlas o para absolutizarlas) su campo de batalla ideológico. Ahora bien, son muchos menos los que vinculan esta estrategia legislativa de supresión de la memoria española previa a 1812 con las «políticas de cancelación» de la cultura occidental propias de este Gobierno y de una parte de la izquierda europea y anglosajona. La mayoría de los que están protestando se limitan a expresar su preocupación académica por la eliminación de contenidos clave para la correcta formación humanística de los alumnos sin querer entrar en disquisiciones filosóficas sobre el marco mental del legislador al que ello obedece.

Los hay que apuntan a las consecuencias que para la transmisión de la identidad española y la memoria común puede tener el eliminar el pasado previo a 1812 del currículo de Bachillerato. A pesar de que uno de los objetivos declarados en el borrador del Real Decreto es «identificar el origen de la idea de España y de otras identidades territoriales a través de los textos, desde sus primeras formulaciones y su evolución en el tiempo» (Competencias específicas de Historia de España, nº 2), lo cierto es que esto es imposible llevarlo a cabo si uno elimina de los contenidos la herencia fundadora romano-cristiana, los reinos medievales, Al-Andalus y la Reconquista, la Conquista de América y el Imperio Español. Lo romano, lo cristiano, lo andalusí, lo sefardí, la Hispanidad… todo borrado de un plumazo.

Se insiste una y otra vez en el borrador del decreto en que el alumno de Bachillerato debe saber «identificar la diversidad identitaria de nuestro país». No veo cómo va a poder comprender esa rica diversidad lingüística y cultural si se elimina del currículo el pasado medieval, que es el momento de su nacimiento. Salvo que se deje en otras manos el explicar cómo y cuándo nacieron, con el consiguiente riesgo de fomentar esencialismos nacionalistas. Sabiendo como sabemos de qué modo esencialista se enseña la historia en algunas comunidades autónomas, resulta extraordinariamente preocupante. Y es que, por supuesto, con este marco curricular, tampoco comprenderá cabalmente el alumno las raíces de la identidad española común, forjada en los siglos que van de la romanización y cristianización de la Península Ibérica a la Hispanidad ultramarina de la Edad Moderna. Un sedimento histórico de siglos que nos hermana con los pueblos de Iberoamérica. ¿Cómo comprenderán los alumnos, si no, la bella formulación de la Constitución de Cádiz de 1812 que habla de que «la Nación española es la reunión de todos los españoles de ambos hemisferios»?

Marco filosófico

Dicho esto, no podemos concluir este artículo sin plantear que, a nuestro juicio, limitarse a señalar la amenaza que esta reforma del currículo supone para una transmisión matizada y rigurosa de la memoria de España sin también indagar en el marco filosófico en la que ésta se enmarca peca de reduccionismo y de cierta miopía. En efecto, si no analizamos esta reforma en el marco de un contexto interpretativo más amplio se nos escapará el fin último que persigue. Ese contexto en mi opinión no es otro que el de la llamada «cultura de la cancelación», esa mentalidad woke nacida en las universidades norteamericanas y difundida urbi et orbe por los poderosos «mass media» anglosajones. Pensar que es solo la identidad española la que está amenazada resulta miope, pues es el conjunto de la memoria occidental, de su civilización, lo que está siendo puesto en cuestión. Este «Año Cero» cultural pasa por el olvido de la tradición occidental, un «reseteado» de la memoria histórica milenaria que incluye no solo el Medievo cristiano o la Hispanidad de los dos hemisferios, sino también la cultura grecorromana en aquello que pueda estorbar a la creación postmoderna de las nuevas identidades. En uno de sus sagaces escolios el pensador colombiano Nicolás Gómez Dávila afirmaba que «cada generación solo entiende unos pocos libros de la biblioteca que hereda». Si los «canceladores» se salen con la suya me temo que no entenderán ninguno, salvo quizá «1984», de Georges Orwell.

Manuel Alejandro Rodríguez de la Peña es catedrático de Historia Medieval, Universidad CEU San Pablo  

Plan 2.0 para el acceso abierto: ¿un plan o una nueva ambigüedad?

Publicado en THE Times Higher Education https://www.timeshighereducation.com/news/plan-s-20-open-access-plan-bold-may-prove-ineffective   El...