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lunes, 18 de agosto de 2025

“Impacto académico y visibilidad de las publicaciones indexadas”: revistas latinoamericanas en WoS, Scopus-SCImago y SciELO [ resumen de webinar Ciencia Abierta en UNAB ]


Webinar: Ciencia Abierta en UNAB

https://www.youtube.com/watch?v=UOmTvin1RcI
5-jun-2025
Universidad Andrés Bello, Chile

Ponente: Orlando Gregorio Chaviano (Pontificia Universidad Javeriana, Colombia)

Título: “Impacto académico y visibilidad de las publicaciones indexadas

INTRODUCCIÓN
- La bibliometría ofrece numerosos indicadores para evaluar, pero en la práctica se recurre casi exclusivamente al factor de impacto o al SJR (este se puede considerar más sesgado que el FI), aunque son equivalentes.
- Basar la evaluación en la posición de la revista y no en la calidad o relevancia de la investigación ha generado debates y malas prácticas.
- Se requieren evaluaciones más sólidas mediante triangulación de métricas para obtener resultados más justos y completos.
- Prácticas como el cobro de APC, la venta de revistas o la producción masiva en “fábricas de artículos” forman parte de los problemas actuales en la comunicación científica.

DATOS RELEVANTES
- Panorama de las revistas científicas (Web of Science): El total de revistas indexadas en Web of Science es de 22,649, distribuidas en diferentes índices: Emerging Sources Citation Index (ESCI) con 8,998 revistas (40%), Science Citation Index con 9,429, Social Sciences Citation Index con 3,542 y Arts & Humanities Citation Index con 1,809.

En el contexto latinoamericano, sólo el 5% de las revistas (1,050) están incluidas, de las cuales el 73% (767) se encuentra en ESCI. Chile cuenta con 97 revistas, de las cuales 48 están en ESCI. Esto refleja una baja presencia de América Latina en índices de mayor reconocimiento y un predominio de inclusión en ESCI, lo que implica que muchas revistas aún no han alcanzado estándares para ingresar a los índices principales.

- Panorama de las revistas científicas (Scimago): En Scimago se registran 29,553 revistas, de las cuales América Latina aporta 1,120 (3.8%) y Chile 133 (12% de las de la región). La distribución de las revistas latinoamericanas por cuartiles muestra que el 5.8% están en Q1, el 22% en Q2, el 32% en Q3 y el 40% en Q4. En el caso específico de Chile, hay 20 revistas en Q1, 44 en Q2, 42 en Q3 y 27 en Q4. Estos datos evidencian que la presencia regional en Scimago es limitada y que, aunque existen revistas en los niveles más altos (Q1 y Q2), la mayor proporción se concentra en los cuartiles más bajos, lo que señala desafíos para elevar la calidad e impacto de la producción editorial.

- Revistas SciELO: La red SciELO presenta un panorama de revistas vigentes en el que Brasil lidera con 327 títulos, seguido por Colombia con 175, México con 166, Chile con 139 y Argentina con 127. Otros países con participación destacable son Cuba (79), Perú (50) y Costa Rica (49). Las cifras más bajas corresponden a Ecuador (36), Bolivia (35), Venezuela (31) y Uruguay (27). Este panorama refleja la fuerte presencia de Brasil y el peso relativo de algunos países de América Latina en la colección, aunque también evidencia una marcada diferencia en el número de títulos entre las naciones líderes y las de menor representación.




- Revistas Scimago - SciELO: El siguiente gráfico compara la cantidad de revistas de distintos países presentes en Scimago (barras verdes) con aquellas que están únicamente en SciELO (barras naranjas). Brasil lidera con 467 revistas en Scimago y 220 solo en SciELO, seguido por Colombia con 164 en Scimago y 110 solo en SciELO. Chile cuenta con 133 y 79 respectivamente, mientras que México presenta 129 en Scimago y 77 solo en SciELO. Argentina tiene 99 y 44, y Perú 37 y 13. Los países con menor presencia son Cuba, Venezuela, Costa Rica, Ecuador y Uruguay. Este contraste muestra que, aunque hay una importante visibilidad internacional a través de Scimago, existe también una fracción considerable de revistas que se encuentran solo en SciELO, lo que refleja un alcance limitado en bases de datos más amplias.





- Canales de comunicación: Según datos de Scimago sobre producción científica en 2024 indexada en Scopus, Brasil lidera con 94,044 publicaciones, de las cuales el 51.3% son de acceso abierto y el 19.8% se publican en revistas nacionales (467 títulos). México registra 33,991 publicaciones, 56% en acceso abierto y 8.5% en revistas nacionales (129 títulos). Chile cuenta con 21,635 publicaciones, 60.2% en acceso abierto y 8.9% en revistas nacionales (133 títulos). Colombia presenta 18,478 publicaciones, 63.8% en acceso abierto y 11.1% en revistas nacionales (164 títulos). Argentina produce 17,533 publicaciones, 50.1% en acceso abierto y 9.7% en revistas nacionales (99 títulos). Perú tiene 11,220 publicaciones, 56.3% en acceso abierto y 7.3% en revistas nacionales (37 títulos). Estos datos muestran una alta proporción de publicaciones en acceso abierto, aunque la producción en revistas nacionales es relativamente baja, lo que indica una preferencia por canales internacionales de comunicación científica.




- Porcentaje de autores según contribución CRediT y género: Basado en artículos de revistas PLOS (2017-2018), el gráfico muestra la distribución de roles científicos que han adoptado mujeres y hombres.




- Producción científica: Entre 2019 y 2024, la región presenta un total de 1,179,539 documentos científicos, con un 54% en acceso abierto y 10,167,552 citas. México creció un 15.7%, Chile un 30.8%, Colombia un 19.83%, Argentina un 10.36% y Perú un notable 130.12%. En 2024, Brasil lidera con 199,238 documentos, seguido por México (119,408), Chile (106,928), Colombia (105,540) y Perú (53,066). La variación total en la región es del 12%, con una colaboración internacional del 38.7%, colaboración nacional del 31% y colaboración institucional del 22%. Estos datos reflejan un aumento sostenido de la producción y una presencia relevante del acceso abierto, aunque con importantes diferencias en crecimiento y colaboración entre países.





- Reflexiones finales: Se subraya la influencia de los modelos de evaluación en la visibilidad de la investigación y el papel de las revistas científicas en la comunicación de la ciencia, destacando la relevancia de las revistas regionales. La colaboración científica se plantea como una herramienta clave para aumentar la visibilidad e impacto, junto con la necesidad de crear o fortalecer infraestructuras abiertas. También se enfatiza la importancia de planificar la investigación y de ampliar la evaluación más allá de las citas. Finalmente, se propone la capacitación en temas como indicadores, selección de revistas y gestión de datos, entre otros, para mejorar las prácticas editoriales y de investigación.

miércoles, 6 de agosto de 2025

LATINDEX publica nueva versión de su metodología de postulación al Catálogo 2.0

Publicado en Latindex
https://latindex.org/latindex/noticia/368





Latindex publica nueva versión de su metodología de postulación al Catálogo 2.0

Ya está disponible para consulta la versión revisada de la metodología https://www.latindex.org/latindex/postulacion/postulacionCatalogo, la cual incorpora, entre otras, las siguientes precisiones:


  1. Requisito de postulación 5. La exigencia de indización en DOAJ o SciELO para las revistas que aplican cargos de cualquier naturaleza, se extiende ahora a revistas editadas por instituciones privadas y editores independientes. También se agregó lo siguiente: "Asimismo, incluye aquellas que establecen tarifas diferenciadas, como pagos por revisión acelerada, límites en la cantidad de autores o beneficios económicos para ciertas empresas. Las revistas no deberán ocultar o minimizar información sobre cargos o tarifas asociados a la publicación; deben explicar para qué son las tarifas y en qué momento del proceso se cobrarán. Las revistas que no cobren cargos de ningún tipo también deberán declararlo, así como informar si piensan establecer cargos a futuro".

  2. Característica 16. Se aclara la forma como se considera una autoría externa: "Sí un artículo tiene uno o varios autores de la institución editora de la revista y uno o varios autores de otras instituciones, se contabiliza como externo."

  3. Característica 18. Se toma ahora como referencia de índices sospechosos el siguiente: https://www.predatoryjournals.org/home en lugar de las listas de Beall.

  4. Característica 16. Se enlazan desde el texto los sitios de COPE e ICJME y se agrega la Declaración de Heredia sobre el uso de la inteligencia artificial en los textos científicos.


La nueva versión tiene fecha de 18 de junio de 2025.


La nota informativa que se preparó esta disponible en: https://latindex.org/latindex/noticia/368

miércoles, 23 de julio de 2025

LIBRO: Editar, Publicar y financiar ciencia en América Latina Perspectivas, experiencias y distopias en las dinámicas de la comunicación científica en la región

Publicado por Paideia Editorial
https://paideiaeditorial.net/libros/editar-financiar-ciencia-latinoamerica/




Editar, Publicar y financiar ciencia en América Latina Perspectivas, experiencias y distopias en las dinámicas de la comunicación científica en la región

Gimena del Rio Riande ORCID Gimena del Rio Riande (Coord.)
Patricio Iván Pantaleo ORCID Patricio Iván Pantaleo (Coord.)

Este libro aborda los retos y oportunidades en la comunicación académica en América Latina, explorando cómo se editan, publican y financian los resultados científicos en el contexto regional. A través de un análisis crítico, el proyecto busca destacar experiencias exitosas y lecciones aprendidas, identificar modelos de sostenibilidad en acceso abierto y evaluar el impacto de la visibilidad científica en el progreso académico. Los capítulos incluirán estudios de caso, reflexiones sobre distopías posibles y un enfoque hacia el pensamiento crítico sobre las dinámicas actuales y futuras de la comunicación científica. El contenido será accesible en formatos PDF y HTML bajo licencia CC-BY, promoviendo el acceso abierto. La publicación reunirá voces diversas de la región, con contribuciones en español, inglés y portugués, para reflejar una perspectiva integral de las dinámicas editoriales y académicas en América Latina.  






Contenido

Introducción

Gimena del Río Riande & Patricio Iván Pantaleo

PDF | HTML

DOI: https://doi.org/10.62059/editorial.l001.i

pp. 1-7

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Capítulo 1
O papel da Rede Ibero-americana de Editores Científicos de Educação (RIECE) no fortalecimento da comunicação científica em periódicos da área de educação

Lia Machado Fiuza Fialho, Karla Angélica Silva do Nascimento & Maria Aparecida Alves da Costa

PDF | HTML

DOI: https://doi.org/10.62059/editorial.l001.c1

pp. 7-26

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Capítulo 2
Preservación digital y sostenibilidad de la comunicación científica en América Latina: retos, experiencias y perspectivas futuras

Miguel Angel Mardero Arellano & Julio Santillan Aldana

PDF | HTML

DOI: https://doi.org/10.62059/editorial.l001.c2

pp. 27-40

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Capítulo 3
La ciencia abierta mexicana: monitor de prácticas adoptadas por las revistas

Julio Zetter Patiño, Flor Janet Rivera Pulido, Patricia Garrido Villegas, Juan Carlos Díaz Mauricio & Martha Rosa Gallegos Ramírez

PDF | HTML

DOI: https://doi.org/10.62059/editorial.l001.c3

pp. 41-68

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Capítulo 4
De la evaluación global en la realidad local. El papel de los índices internacionales en la organización de la ciencia en Chile y América Latina

Tomás Koch Ewertz, Paulina Peña Pallauta & Lu Puppato

PDF | HTML

DOI: https://doi.org/10.62059/editorial.l001.c4

pp. 69-84

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Capítulo 5
Produção editorial em bibliotecas universitárias brasileiras: engajamentos criativos com publicações científicas abertas

Lucas dos Santos Souza da Silva, Fabio Castro Gouveia, Nanci Elizabeth Oddone & Dayanne da Silva Prudencio

PDF | HTML

DOI: https://doi.org/10.62059/editorial.l001.c5

pp. 85-104

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Capítulo 6
Mitos y leyendas acerca de la visibilidad de las publicaciones periódicas. Un análisis estadístico del impacto de las publicaciones de la Universidad Nacional de La Matanza (UNLaM)

Melina Johanna Levy, Juan Pablo Piñeiro & Yanina Soledad Amarilla

PDF | HTML

DOI: https://doi.org/10.62059/editorial.l001.c6

pp. 105-120

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jueves, 1 de mayo de 2025

MÉXICO: las ciencias sociales, colonialismo académico o soberanía epistemológica

Publicado en La Jornada
https://www.jornada.com.mx/noticia/2025/04/21/opinion/pensar-desde-mexico-o-resignarnos-a-la-deriva




Pensar desde México o resignarnos a la deriva

José Romero*
21 de abril de 2025 00:01

Por décadas, México ha aspirado a la independencia económica y la soberanía política. Sin embargo, esa aspiración seguirá siendo inalcanzable mientras pensemos con categorías ajenas. No se puede transformar un país con ideas diseñadas para sostener la hegemonía de otros. Pensar con cabeza propia no es un lujo académico: es una necesidad histórica. Sin pensamiento propio, la Cuarta Transformación (4T) no sólo corre el riesgo de fracasar, sino de dejar al país atrapado en una peligrosa deriva sin rumbo.

Durante demasiado tiempo, nuestra realidad ha sido interpretada a través de teorías nacidas en los países anglosajones, formuladas para justificar el libre comercio, el neoliberalismo y una democracia sin contenido social. Hoy, cuando ese poder geopolítico se debilita, las universidades del norte global insisten en exportar sus viejos paradigmas como si fueran fórmulas universales. Ello no es reciente. Las ciencias sociales mexicanas nacieron bajo tutela. Aunque se enseñan en español y se aplican al contexto nacional, sus fundamentos teóricos, jerarquías institucionales y referentes intelectuales son, en su mayoría, importados. En nombre de la “universalidad” del conocimiento, nuestras universidades adoptaron sin crítica marcos pensados para otras realidades.

El colonialismo académico impuso una regla tácita: el saber legítimo es aquel que se produce en inglés, se publica en revistas extranjeras y se ajusta a los criterios de Harvard o el MIT. Bajo esta lógica, se forma a los estudiantes para buscar validación externa, se prioriza citar a autores del norte y se relega el pensamiento latinoamericano al margen. Esta dependencia se reproduce muchas veces sin conciencia, pero con efectos profundos.

En muchas facultades es posible graduarse en economía sin haber leído a Furtado, Prebisch o Marini, pero dominando la teoría de juegos o el equilibrio general. Se enseñan políticas públicas diseñadas para países sin pobreza estructural y se imponen modelos de gobernanza que ignoran cómo opera el poder en nuestros contextos. La historia se reduce a cronologías institucionales; la economía, a manuales que suponen un país plenamente industrializado, y la sociología, a modas foráneas que poco explican nuestras desigualdades.

Esta desconexión se refleja en los sistemas de incentivos. El prestigio académico no se construye pensando desde México, sino hablando como Harvard. El Sistema Nacional de Investigadores e Investigadoras (SNII) y los programas de estímulos valoran más un texto técnico en inglés que una propuesta sólida con impacto nacional. Así, la lógica de los indicadores termina desplazando la de la transformación. Se premia publicar más que incidir, repetir más que comprender, citar más que crear.

Mientras, el pensamiento crítico latinoamericano permanece marginado. Incluso la historia económica que se enseña excluye nuestras propias experiencias. Figuras como Víctor Urquidi, David Ibarra, Carlos Tello, Arturo Warman, Bolívar Echeverría y Enrique Dussel, quienes pensaron desde México y América Latina con rigor estructural y mirada crítica, han sido desplazadas del centro académico. Esta exclusión no es técnica: es política. Busca evitar que las ciencias sociales se conviertan en herramientas de emancipación.

Por eso, descolonizar las ciencias sociales no es un gesto simbólico ni una moda ideológica: es una urgencia. Sin soberanía epistemológica, no puede haber soberanía política ni económica. Un país que no se piensa con cabeza propia está condenado a vivir bajo proyectos ajenos. Y una academia desvinculada de su pueblo no cumple su función pública.

La descolonización exige rupturas. Primero, con el canon teórico dominante. Es indispensable recuperar nuestras propias tradiciones intelectuales, incluyendo a quienes pensaron el desarrollo desde aquí con compromiso y rigor. También debemos aprender de las experiencias exitosas de Asia, donde se construyeron capacidades nacionales y se adaptaron conocimientos externos a las condiciones locales. No se trata de idealizar modelos ni de mirar al pasado con nostalgia, sino de pensar críticamente desde el presente.

Segundo, urge transformar los sistemas de evaluación. El SNII, las universidades y las agencias científicas deben dejar de premiar exclusivamente la publicación en revistas extranjeras. Hay que valorar la incidencia social, la formación de cuadros comprometidos y los diagnósticos útiles. La ciencia útil no es la que más se cita, sino la que más transforma.

Tercero, necesitamos construir nuevas instituciones del saber: centros de pensamiento, observatorios de políticas públicas, escuelas de formación conectadas con el país real. El conocimiento debe volver a circular entre academia y sociedad. El aula no puede ser un refugio de neutralidad, sino un espacio de interrogación crítica y acción colectiva.

Cuarto, es indispensable repolitizar las ciencias sociales. Fingir una objetividad tecnocrática sólo perpetúa el statu quo. Pensar desde México implica tomar partido: por la justicia, el desarrollo y la soberanía. Y tomar partido, hoy, es un acto de dignidad intelectual.

Finalmente, debemos transformar el horizonte de sentido de la academia: estudiar para transformar, investigar para contribuir, enseñar para liberar. México no será soberano mientras dependa de centros extranjeros para pensarse. La batalla por el conocimiento es también la batalla por el futuro.

La 4T no podrá consolidarse sin una transformación intelectual que la sustente. No basta cambiar instituciones: hay que construir una ideología propia que le dé sentido, horizonte y dirección. Mientras sigamos presos de modelos que ignoran nuestras realidades, el proyecto corre el riesgo de vaciarse de contenido. Si no comenzamos a pensarnos desde nosotros mismos, quedaremos atrapados en una deriva sin rumbo: sin visión, sin proyecto y, finalmente, sin país.

*Director del Cide

miércoles, 9 de abril de 2025

LIBRO: Participación de las mujeres en el sector editorial latinoamericano

Publicado en Blok de Bid
https://www.ub.edu/blokdebid/es/node/1383 






Hacia una subjetividad editorial femenina

Mié, 02/04/2025 

Alfredo Lèal
Instituto de Investigaciones Bibliográficas. UNAM

Szpilbarg, Daniela; Mihal, Ivana. Participación de las mujeres en el sector editorial latinoamericano [en línea]. Bogotá: Centro Regional para el Fomento del Libro en América Latina y el Caribe – Cerlalc, 2024. 61 p. <https://cerlalc.org/publicaciones/participacion-de-las-mujeres-en-el-sector-editorial-latinoamericano/>. [Consulta: 26.3.2025]. ISBN (PDF): 978-958-671-275-0. 



Presentado a la manera de un informe que da cuenta de la investigación piloto llevada a cabo en el sector editorial de Argentina, Colombia, Chile, Guatemala y Perú por las investigadoras Daniela Szpilbarg e Ivana Mihal, este trabajo dista mucho de limitarse a ofrecer una somera descripción de la Participación de las mujeres en el sector editorial latinoamericano, mostrándose más bien como, cuando menos, un inmejorable punto de partida para ulteriores investigaciones en el campo de los estudios del libro y la edición. Empleando herramientas sociológicas, principalmente encuestas y gráficas, tanto como un enfoque metodológico comparativo fuertemente anclado en la teoría feminista, con especial atención al modo en que en ésta se ha pensado, por ejemplo, en la categoría de trabajo, Szpilbarg y Mihal le ofrecen al lector y la lectora –especialista o no en temas de edición– un diagnóstico crítico en torno a la importancia de entender, documentar y, por supuesto, transformar las condiciones de la mujer en el sector editorial de América Latina.

De los cuatro apartados, el primero le sirve a las investigadoras para plantear sus hipótesis de trabajo, sustentadas en un diálogo horizontal con otras investigaciones que hoy día, a pesar de ser ciertamente recientes, resultan centrales en el desarrollo del estudio de los modos y alcances, materiales tanto cuanto simbólicos, del trabajo de las mujeres en el sector editorial, como lo son los trabajos de Marina Garone (Las mujeres y los estudios del libro y la edición en Iberoamérica, Universidad de Los Andes, 2023) o Ana Gallego Cuiñas («Femedición: hacia una práxis editorial feminista en Iberoamérica», Iberoamericana, 2022). Luego de establecer el estado de la cuestión, Szpilbarg y Mihal plantean que «el género determina no solamente las condiciones de trabajo en las editoriales, sino que también influye [en] otros aspectos que se expresan en las decisiones y políticas editoriales» (p. 14), por lo cual «es necesario considerar [a las editoras] como agentes intelectuales y, en esa medida, es preciso indagar por la experiencia de las mujeres en tanto editoras, frente a la tarea de selección e intervención sobre los textos» (p. 14).

De este modo, los datos que arrojan las encuestas realizadas son fundamentales para que, en las secciones 2 y 3, se establezca el soporte empírico sociológico para la sección 4, por mucho la más interesante del informe, sobre todo por el modo en que los números y porcentajes diagramados en gráficas adquieren, si no un rostro, sí una cierta familiaridad para todxs quienes investigan los procesos y políticas editoriales en América Latina. De esta manera, en un apartado que «recupera las opiniones, percepciones y experiencias con base en sus trayectorias como mujeres editoras, las cuales revelan una compleja interrelación entre los aspectos laborales y personales de las editoras, y ofrecen una visión rica y matizada de las condiciones de trabajo en el sector editorial» (p. 34), las investigadoras nos ofrecen un documento sociológico para lo que, con base en su texto, podríamos denominar la subjetividad editora femenina.

La definición de dicha subjetividad no es, creemos, asunto menor. Por el contrario: entenderla, documentarla y problematizarla resulta harto necesario en un ecosistema donde los libros de Carlos Barral, Jorge Herralde o Guillermo Schavelzon son mercancías que casi de inmediato encuentran su público lector –constituyendo, de paso, un género específico de las memorias culturales, como lo proponen Ana Gallego Cuiñas y Jorge J. Locane, coordinadorxs del dossier «Poéticas de editor/a: aproximaciones críticas para la demarcación de un género» de la Revista de Estudios Hispánicos, 2024–, mientras que nombres como Carmen Balcells, Esther Tusquets o Beatriz de Moura siguen más bien asociándose con el boom, es decir, con el éxito comercial de cuatro escritores hombres, cuatro «machos alfa», para usar la expresión que al respecto diera Roberto Bolaño. Baste decir que, de las tres, sólo Tusquets es autora de un libro de su experiencia como editora: Confesiones de una editora poco mentirosa (RqueR, 2005), desde cuyo título se perciben empero los ecos dieciochescos de aquellas mujeres que, en los salones literarios, se posicionaban en un campo controlado por los hombres.

En este sentido, es importante lo que el estudio de Szpilbarg y Mihal nos demuestra, en tanto la mujer editora, si la entendemos en cuanto subjetividad, se construye a sí misma: «es con el paso del tiempo que las mujeres fueron habilitadas o se habilitaron a sí mismas a tomar un rol que, más allá́ de lo ejecutivo o resolutivo, conllevaba tomar decisiones en cuanto a la construcción del catalogó, por medio de contratación de textos o adquisición de textos de otras lenguas para publicar traducciones» (p. 36). Historiar la subjetividad editora femenina implica, primero, debatir todo argumento que pretenda que dicha habilitación no es restrictiva de las mujeres. Por ello resulta indispensable, como lo hacen ver las autoras del informe, constatar «la confirmación de la feminización del trabajo editorial […] [la cual] se visualiza en el elevado número de mujeres que forman parte de los equipos editoriales, incluso en los grandes grupos empresariales» (p. 37), pero sobre todo en la medida en que, como lo demuestra el testimonio de varias de las editoras entrevistadas, «la feminización de la labor en la edición contemporánea se asocia a la precarización laboral, y como consecuencia de condiciones económicas menos redituables» (39). 

Así pues, mientras que, en palabras de una entrevistada, «los hombres hablan siempre en singular», siendo quienes, al final, se quedan con los créditos ante el público por los logros de una u otra editorial o sello, es un hecho que, en la voz de otra editora: «el mundo editorial en América Latina no ha sido nunca un mundo de hombres, sino un mundo lleno de mujeres, pero son los hombres los que salen en la foto. Eso ha cambiado, pero no en el mundo corporativo» (p. 43). Esto nos permite vislumbrar algunos derroteros críticos, por ejemplo, para el ámbito de las investigaciones –y ni qué decir en reseñas de índole más bien periódica– donde pocas veces se considera que una mercancía editorial que, ante el público, aparece como producto del borrado y la superación de las desigualdades de género, tiene, en su proceso productivo, una dinámica propiamente patriarcal. La oferta masificada de autoras, por ejemplo, de la literatura latinoamericana –Luiselli, Scweblin, Enriquez…–, no sólo no logra subsanar dichas instancias desigualmente construidas en la trastienda editorial, sino que de algún modo las replica vis a vis con otras mujeres cuyas obras se editan en editoriales significativamente más pequeñas y menos poderosas que Planeta o Random House.

De esta manera, en palabras de una de las entrevistadas, así como «los superjefes son varones» (p. 44), ¿podemos decir que las «superautoras» producen un efecto de feminización hacia aquellas que publican en editoriales medianas o pequeñas, convirtiendo el salto al gran conglomerado de sellos –absorbidos, por cierto, mediante una lógica que no puede sino concebirse en términos de neocolonialidad, en el sentido en que, como afirma Maurizio Lazzarato, «el primer botín del colonizador es la lengua del colonizado»– en otro techo de cristal? ¿Cómo pensar los casos de la mexicana Brenda Navarro, la ecuatoriana Mónica Ojeda o la uruguaya Fernanda Trías? Nos parece sumamente revelador que esta feminización sea incluso enunciada en la opinión de una editora chilena, quien afirma que hay menos mujeres en el catálogo a su cargo porque «a las mujeres hay que perseguirlas para que envíen manuscritos, en cambio los hombres envían y envían. Las mujeres, quizás por miedo, vergüenza o menos determinación que los hombres, envían mucho menos» (p. 48). Recuperamos las palabras de las propias Szpilbarg y Mihal, para quienes «resulta significativo que una de las editoras entrevistadas mencione que las mujeres no envíen tantos materiales por “miedo o vergüenza”, ya que en algunas otras entrevistas se habla de que las mujeres, por su dedicación a las tareas del hogar, necesitan de más tiempo para finalizar obras para presentar a las editoriales» (p. 48).

Si partimos, pues, del hecho de que una autora publicada en un sello trasnacional tiene, generalmente, un compromiso por más de una obra, mientras que una autora que publica, por ejemplo, en una editorial independiente –la chilanga Polilla Editorial o la madrileña Piezas Azules–, tiene la opción de firmar sólo por dicho material, cabe preguntarse por los problemas sistémicos que persisten en la consideración y el lugar que se le da a unas y otras obras en la crítica. Las autoras del informe lo sintetizan en este cuarto apartado, en el que se evidencia que, allende los resultados cuantitativos, siguen persistiendo «dinámicas de poder que jerarquizan los géneros aún en el presente, sobre todo, en el ámbito corporativo» (p. 50). Entender estas dinámicas resulta fundamental para la crítica, que, a pesar de la extensa oferta editorial, comúnmente toma como casos paradigmáticos sólo aquellas obras de los grandes sellos. 

El hecho de que en el informe se insista en que es el ámbito corporativo –que, recordemos, para el caso de la literatura latinoamericana, está poco menos que monopolizado por los capitales de Bertelsmann y Lara Hernández– donde persisten estas dinámicas de poder, razón estructural de la desigualdad, nos tiene que ayudar a, por lo menos, visibilizar que mientras la finalidad de la edición sea, como lo es bajo el sistema capitalista neoliberal –y, hoy día, bajo el modelo del capital en la nube o «tecnofeudalismo» propuesto por Cédric Durand y Yanis Varoufakis, en consonancia con el «capitalismo de la vigilancia» de Shoshana Zuboff–, la generación de plusvalor, ya sea mediante la ganancia o mediante la renta, la participación de la mujer en los ámbitos productivo y consuntivo no dejará de estar mediada por una instrumentalización de «la mujer» propiamente patriarcal. En suma, debemos cuestionarnos si lo que se nos vende como inclusivo o a veces hasta abiertamente «feminista» lo es en realidad. Y esto lo decimos haciendo eco de Szpilbarg y Mihal, quienes cierran su informe indicándonos la importancia de que «los diagnósticos [de su informe] contribuyan a emprender acciones que sirvan para cerrar las brechas, asimetrías y desigualdades que todavía persisten» (p. 57). Propongo una primera acción: leer y difundir este trabajo de Daniela Szpilbarg e Ivana Mihal. 

 

Esta reseña se publica juntamente con el Blog de l’Escola de Llibreria

jueves, 13 de marzo de 2025

Información sobre el uso autorizado de los logotipos de Latindex

Uso autorizado de los logotipos de Latindex


Latindex establece directrices específicas para el uso de sus logotipos, con el fin de mantener el reconocimiento del sistema en el ámbito académico. A continuación, se detallan las condiciones para su uso:

Uso general del logotipo de Latindex:

El logotipo principal de Latindex está autorizado exclusivamente para:

  • Actividades académicas o profesionales en las que Latindex participe directamente.

  • Eventos o proyectos avalados por algún centro nacional perteneciente a la red de Latindex. En estos casos, es necesario solicitar el aval al coordinador nacional del país correspondiente.





Logotipo para revistas registradas en el Directorio:

A partir de 2025, las revistas que estén registradas únicamente en el Directorio de Latindex deberán utilizar un logotipo específico diseñado para este propósito. Se solicita a estas publicaciones reemplazar el logotipo general por este nuevo distintivo.


Insignia para revistas en el Catálogo 2.0:

La insignia del Catálogo 2.0 está reservada exclusivamente para las revistas que han sido evaluadas y calificadas positivamente en esta categoría. Si una revista deja de aparecer en el Catálogo 2.0, debe abstenerse de seguir utilizando esta insignia.






Para más información y para descargar los logotipos e insignia correspondientes, visite el siguiente enlace: https://latindex.org/latindex/postulacion/logotipos 

Dudas y comentarios: latindex@unam.mx 


MÉXICO: 9 de cada 10 alumnos vienen de hogares de bajos ingresos, dice rector de la UNAM

Publicado en  La Jornada https://www.jornada.com.mx/2025/08/23/politica/010n1pol “Es un catalizador de movilidad social”, afirma En la UNAM,...