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jueves, 6 de febrero de 2025

Disputa México-EE. UU. sobre maíz transgénico revela que falta analizar sus riesgos

Publicado en SciDevNet
https://www.scidev.net/america-latina/news/disputa-mexico-eeuu-sobre-maiz-gm-revela-que-falta-analizar-sus-riesgos/?utm_source=SciDev.Net&utm_medium=email&utm_campaign=14822554_2024-12-30%20Weekly%20Email%20Digest%20-%20Am%C3%A9rica%20Latina%20y%20el%20Caribe%20Template.%20For%20no%20topic%20preferences&dm_i=1SCG,8TP5M,665LFG,10PXIC,1


30/12/24

Disputa México-EE. UU. sobre maíz GM revela que falta analizar sus riesgos


De un vistazo
  • Panel del T-MEC concluyó que México no tiene la evidencia científica para prohibir el maíz GM
  • Especialistas coinciden en que es necesario un análisis de riesgos específicos para México
  • Organizaciones de defensa del maíz dicen que el fallo prioriza intereses comerciales


 

[CIUDAD DE MÉXICO] El fallo final a favor de Estados Unidos por parte de
un panel de controversias, que suprime las barreras impuestas por México
para la importación de maíz transgénico (GM), revela la necesidad
de un análisis de riesgos específicos sobre este grano tanto para el
ambiente como para la salud de la población mexicana.

El panel se formó en el marco del Tratado entre México, Estados Unidos
y Canadá (T-MEC) y concluye que México no tiene la evidencia científica
necesaria para prohibir el uso de maíz transgénico en su territorio,
por lo tanto, debe cumplir con sus obligaciones comerciales en el T-MEC
y continuar con las importaciones de maíz estadounidense.

México es el mayor importador de maíz de Estados Unidos: recibe
aproximadamente el 40 por ciento de sus exportaciones del grano.
Aunque el promedio anual de estas importaciones varía entre
14 y 16 toneladas, en 2023 llegó a una cifra récord de cerca de 20 toneladas,
con un valor de más de US$ 5 mil millones.

La decisión del panel va en contra de la intención manifestada
por el gobierno mexicano desde 2020 de prohibir el uso de
maíz OGM con el argumento de que al hacerlo se evita la
contaminación de las variedades de maíz nativo y se protege
la salud de la población por el potencial daño que pueden causar
los residuos de pesticidas, como el glifosato, usado en el
maíz estadounidense.

La disputa se inició en 2020 y escaló a partir de febrero de 2023,
cuando el entonces presidente de México, Andrés Manuel López Obrador,
publicó un decreto en el que prohibía el uso de maíz transgénico
en masas y tortillas, e instruía a las agencias gubernamentales
mexicanas a eliminar gradualmente el uso de maíz transgénico
para alimentación animal y de uso industrial para alimentación humana.

Estados Unidos alegó que estas medidas eran incompatibles
con las obligaciones de México en el T-MEC, y solicitó la intervención
 de un panel de resolución de controversias que se formalizó el
23 de agosto del 2023 y presentó su reporte final el pasado 20 de diciembre.

Este informe incluye las partes medulares de la controversia.
Mientras México plantea que llevará a cabo la sustitución
gradual del maíz GM y que esto dependerá de que se
hagan los estudios científicos pertinentes para evaluar
el riesgo de forma más objetiva, Estados Unidos argumenta que
para eso antes debe haber pruebas suficientes sobre el riesgo
del maíz GM y un plan para resolver la insuficiencia de pruebas.

Para México, los artículos científicos presentados ante el panel
muestran que existe evidencia suficiente para establecer el
principio precautorio, que son las medidas de protección ante un
potencial de riesgo a la salud o al ambiente.

El país argumenta que es prioritario evitar que el maíz transgénico
y las variedades nativas de maíz no transgénico de México crezcan
en los mismos campos y milpas (como se le conoce a un
sistema agrícola tradicional en el que en una misma parcela
se cultiva maíz, frijol y calabaza principalmente).
Con ello protegería a los mexicanos de consumir las
proteínas transgénicas y los residuos de pesticidas utilizados en los OGM.

Para Estados Unidos, ninguno de los estudios científicos
presentados evalúa el riesgo específico del maíz GM para México,
ni identifica riesgos por consumir residuos de mezclas o combinaciones
de pesticidas en una dieta típica mexicana. “El argumento de México
parece basarse en una presunción de peligro, en lugar de la
necesaria identificación del riesgo”, dice el reporte.

Frente a esta disyuntiva, el panel decidió que Estados Unidos
tenía razón: “El panel comprende el deseo manifestado por México
de mantener la integridad genética de sus variedades autóctonas de maíz”.
Sin embargo, “México no ha demostrado que las medidas sean ‘necesarias’
para lograr ese objetivo”.

Para el investigador del Instituto de Geografía de la Universidad
Nacional Autónoma de México, Quetzalcóatl Orozco, el panel
tomó una decisión correcta. “Desde mi punto de vista México debió
presentar sus propios datos de a cuánto glifosato estaría expuesto
un consumidor si consume tortillas de maíz GM importado
y comparar ese nivel con los límites permitidos internacionalmente”,
comenta a SciDev.Net.

“En el caso de los efectos a la salud por consumo de maíz GM
tampoco hay datos de cantidad de exposición de proteínas
genéticamente modificadas por consumo de tortilla.
Tampoco se presentaron análisis específicos sobre el riesgo
para la diversidad de maíz nativo. Creo que al gobierno de México
la faltó hacer la tarea”, añade Orozco, quien se ha especializado
en conservación y diversidad de maíces nativos mexicanos.

El profesor investigador de la Universidad Autónoma Chapingo,
J. Reyes Altamirano Cárdenas, especialista en problemas
económico-agroindustriales, coincide en que “México no presentó
evidencia suficiente que demostrara riesgos concretos asociados
con el maíz GM ni llevó a cabo evaluaciones detalladas sobre
su impacto en las especies nativas o en la salud humana.
Por ello, la conclusión del panel resulta válida y consistente
con las normas internacionales”, dice a SciDev.Net.

No obstante, Altamirano refiere que “México cuenta con más de
60 razas nativas de maíz, las cuales podrían verse ‘contaminadas’
con transgenes provenientes del maíz importado, disminuyendo así
la diversidad genética para adaptarse a diferentes entornos y
usos específicos. Esto es una realidad, la principal fuente
para esta contaminación es el maíz transgénico de las importaciones”.

El verdadero reto: aumentar la producción nacional

El fallo a favor de Estados Unidos ha provocado el rechazo
entre organizaciones de la sociedad civil por tratarse, dicen,
de una decisión comercial que prioriza los intereses de empresas
internacionales por encima de la seguridad de los mexicanos.

“Bajo ninguna circunstancia un tratado comercial puede estar
por encima de la soberanía de México”, dice el posicionamiento 
que publicó hace unos días la Campaña Nacional Sin Maíz No Hay País,
movimiento conformado por más de 300 organizaciones campesinas,
ambientales y de derechos humanos.

Las organizaciones también critican que las tres personas que
conformaron el panel, Christian Häberli (Suiza), Hugo Perezcano Díaz (México),
y Jean Engelmayer Kalicki (Estados Unidos), sean especialistas en 
comercio internacional y solución de controversias.

“No son científicos ni especialistas en salud pública o ambiental.
Su labor se limita a resolver la controversia administrativa presentada
por EU contra México, sin considerar los posibles impactos del
maíz genéticamente modificado en la salud, la biodiversidad 
o el medio ambiente del país”, afirma el posicionamiento.

Además, señalan que esta resolución es la prueba de las deficiencias
que tienen los sistemas internacionales de evaluación de OGM
y sus riesgos para la salud humana y ambiental, pues
“no consideran factores clave, como las formas de consumo,
la cantidad y la frecuencia con que lxs mexicanxs consumen maíz
a lo largo de su vida”.

El reto para México es generar, justamente, esa información.
“El país cuenta con la infraestructura, los expertos y
la capacidad técnica necesarios para realizar las evaluaciones
de riesgo que considere pertinentes”, explica Altamirano.

“Además, existen estándares internacionales como los del 
Codex Alimentarius y las directrices de la Organización
Mundial del Comercio, que pueden servir de guía.
Lo que se requiere es una organización eficiente de estas
capacidades y la asignación adecuada de recursos para llevar a cabo
 dichas evaluaciones”, añade.

Sin embargo, “lo que vimos el sexenio pasado fue un desmantelamiento
de la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad
(Conabio), parte fundamental para los análisis
de riesgo de los OGM”, dice Orozco.

Tras conocer el fallo, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum,
aseguró que acatará la determinación del panel, pero
en la conferencia de prensa del 23 de diciembre dijo que buscará
incluir la prohibición de la siembra del maíz transgénico en la Constitución,
cuya aprobación por parte del Congreso se espera que
suceda en febrero de 2025.

“Conservar el maíz en México no transgénico es algo obligatorio
para todas y todos los mexicanos. Eso es lo que queremos que
quede en la Constitución. Y nadie puede intervenir sobre eso”,
anunció la mandataria.

Para Orozco, más que leyes y decretos que prohíben la importación
de maíz GM, el país debería tener un programa para aumentar
la producción nacional. “México debe aumentar la producción
nacional de maíz blanco y amarillo no transgénico para ser
autosuficiente”, sostiene.

Altamirano también concluye que, sin los instrumentos de
fomento a la producción, la soberanía alimentaria que defiende
México tendrá efectos muy limitados.

“La producción de maíz en México se ha estancado, mientras
que las importaciones continúan aumentando. Por eso es
necesario retomar estrategias para fomentar la producción nacional,
incluyendo acceso a créditos, seguros agrícolas, asistencia técnica,
reconversión productiva y el diseño de una política comercial efectiva”, asegura.

Este artículo fue producido por la edición de América Latina
y el Caribe de 
SciDev.Net




jueves, 6 de julio de 2023

MÉXICO: la ciencia mexicana se suma a la lucha por reducir la importación de maíz transgénico desde EEUU

Publicado en Sputnik
https://sputniknews.lat/20230705/la-ciencia-mexicana-se-suma-a-la-lucha-por-reducir-la-importacion-de-maiz-transgenico-desde-eeuu-1141203786.html


La ciencia mexicana se suma a la lucha por reducir la importación de maíz transgénico desde EEUU

Daniela Díaz

Kuautli Puma, Mistli Puma y Coztli Puma son las tres variedades de maíz creadas por investigadores de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), en una apuesta por la autosuficiencia que el país latinoamericano requiere para no seguir importando productos transgénicos desde Estados Unidos.

Aunque México es un país productor y consumidor de maíz por excelencia y es autosuficiente en la producción de grano en su variante blanca, la nación enfrenta una problemática respecto al maíz amarrillo, pues en territorio nacional no se está produciendo lo necesario, lo que obliga a importar el producto desde Estados Unidos.

Si bien el maíz amarillo es utilizado, en su mayoría, para uso pecuario, expertos han advertido que el producto de variante genética es usado también en el consumo humano. Esto a pesar de que en febrero de este 2023 el Gobierno de México emitió un decreto por el que se prohíbe la utilización de maíz transgénico para la elaboración de masa y tortilla.

De acuerdo con el documento oficial, "distintas investigaciones científicas han alertado que el glifosato tiene efectos nocivos en la salud de los seres humanos, el medioambiente y la diversidad biológica, y ha sido identificado como probable carcinogénico en humanos por la Agencia Internacional de Investigación de Cáncer". 

Pese a ello, de acuerdo con datos de la Secretaría de Agricultura, durante el primer cuatrimestre del 2023 las importaciones de maíz amarillo tuvieron un alza de 19,9% en comparación al mismo periodo del 2022, una cifra récord desde 2015.

Durante dicho periodo, la dependencia indicó que Estados Unidos continúa posicionado como el máximo proveedor de maíz amarillo en México. Es por esto que científicos del país latinoamericano se han dado a la tarea de desarrollar semillas que garanticen la autosuficiencia de maíz amarillo que no afecte la salud de sus connacionales.

En entrevista con Sputnik, la profesora e investigadora de la Facultad de Estudios Superiores Cuautitlán (FES-C) de la UNAM Margarita Tadeo, quien también funge como coordinadora del programa de mejoramiento genético de maíz, señala que en México hay una gran variedad de maíces, pero en el caso de los amarillos existe una gran demanda para el uso pecuario que no está cubierta en el país, por lo que se tiene que echar mano de la ciencia.

La especialista apunta que el maíz amarillo que llega a México proveniente, en su mayoría, de Estados Unidos es un producto "de mala calidad", por lo que, apunta, es indispensable contar con más variedades de semillas. 

Es por eso que integrantes de la UNAM —la universidad más importante del país latinoamericano y una de las mejores del mundo— se dieron a la tarea de usar la ciencia en beneficio de México, al desarrollar Kuautli Puma, Mistli Puma y Coztli Puma, maíces 100% mexicanos que permitirían reducir de manera significativa las importaciones de este producto y evitar que los mexicanos sigan consumiendo la variante transgénica.

En el caso de Mistli Puma y Coztli Puma, se trata de híbridos varietales que tienen un alto potencial de rendimiento de los altos valles de México, explica la experta a Sputnik. En tanto, Kuautli Puma podría incluso sembrarse en temporal retrasado.

"Mistli Puma y Coztli Puma tiene un potencial de rendimiento de ocho, casi nueve toneladas por hectárea, por lo tanto aquellos productores que lo siembren tendrían un mucho mayor rendimiento por hectárea y de esa manera es que podemos ir aportando más grano al mercado", asevera. En el caso de Kuautli Puma, podría rendir hasta siete toneladas por hectárea.  

 A diferencia de los maíces amarillos que vienen del extranjero, específicamente de EEUU, los maíces amarillos creados en la UNAM —cuyo registro y licencias ya fueron liberadas y se encuentran disponibles en el mercado— son modificados genéticamente de forma convencional y no tienen nada que ver con transgénicos como el glifosato.   

El 31 de enero de 2020, el Gobierno de México publicó un decreto para prohibir el maíz transgénico ante el riesgo de perder la riqueza genética de este alimento, una decisión que en su tiempo produjo mucha polémica y resistencias, principalmente de EEUU.

"[Se busca] sustituir gradualmente el uso, adquisición, distribución, promoción e importación de la sustancia química denominada glifosato y de los agroquímicos utilizados en nuestro país que lo contienen como ingrediente activo, por alternativas sostenibles y culturalmente adecuadas, que permitan mantener la producción y resulten seguras para la salud humana, la diversidad biocultural del país y el ambiente", se lee en el documento oficial que despertó molestia entre los estadounidenses.

Y es que rechazar el maíz transgénico podría establecer un precedente que afectaría el enorme crecimiento que ha tenido el campo estadounidense gracias a este tipo de alimentos. Según un estudio de PG Economics, tan sólo entre 1996 y 2015 el uso de estos alimentos aumentó la producción global en más de 357,7 millones de toneladas.

Este incremento se tradujo en un crecimiento de los ingresos agrícolas de 261.000 millones de dólares para los principales países productores, acorde con un estudio realizado también por PG Economics. El mismo informe indica que, de no haberse usado transgénicos, estos países habrían necesitado 274 millones de hectáreas extras para lograr la producción obtenida entre 1996 y 2020.

Si bien en México ya existen estas variantes, Margarita Tadeo asevera que hace falta un eslabón: multiplicar la semilla a gran escala. Para que el país pueda ser autosuficiente en la producción de maíz amarillo, agrega, el Gobierno tiene que impulsar la investigación científica en temas del campo y apostar por una productora nacional que tome estas variedades para multiplicarlas y que puedan llegar a los productores. 

miércoles, 15 de marzo de 2023

Bloquea la industria estudios sobre daños a la salud por transgénicos y glifosato: expertos

Publicado en La Jornada
https://www.jornada.com.mx/2023/03/13/economia/021n1eco


Pese a evidencias, hacen investigaciones a modo

Bloquea la industria estudios sobre daños a la salud por transgénicos y glifosato: expertos


Braulio Carbajal
 
Periódico La Jornada
Lunes 13 de marzo de 2023, p. 21

En la última década, científicos y organismos internacionales han presentado investigaciones sobre las afectaciones del maíz transgénico y agroquímicos como el glifosato en la salud humana, las cuales han sido minimizados y hasta bloqueadas por los grandes corporativos agroindustriales, mismos que presentan sus propios estudios bajo parámetros que no son suficientes para establecer si provocan o no afectaciones a la salud, advierten especialistas.

El caso más evidente, explica Silvia Ribeiro, directora para América Latina del Grupo de Acción sobre Erosión, Tecnología y Concentración (Grupo ETC), es la investigación que hizo el profesor Gilles-Eric Séralini, publicada en 2012 en la revista Food and Chemical Toxicology, la cual concluye que el herbicida Roundup y un maíz transgénico, ambos propiedad de Monsanto, provocaban tumores y enfermedades.

EU presiona a México para retirar un decreto

Actualmente, Estados Unidos presiona a México para retirar un decreto con el cual el país prohíbe la importación y uso de maíz transgénico para consumo humano, es decir, en la cadena masa-tortilla, quedando libre para forraje (alimento para ganado) y uso industrial.

Después de la publicación de esa investigación en 2012, Monsanto –la productora de agroquímicos más grande del mundo– emprendió una campaña para desacreditar la investigación, al grado de que la revista que la publicó originalmente la retiró de su sitio. Dos años después el científico refutó los señalamientos y la investigación volvió a ser publicada en la revista académica Environmental Sciences Europe.

La importancia de este estudio es que muestra realmente cuáles son los impactos del maíz transgénico a la salud; sin embargo, no es el único, pues hay otros, como por ejemplo en Argentina, que informan con datos científicos todo el impacto negativo del glifosato en la salud humana; además, el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología cuenta con más de mil estudios sobre las afectaciones de dicho herbicida, resaltó Ribeiro.

En este sitio de Internet del organismo sin fines de lucro GM Watch (https://bit.ly/3LiJRUB) se encuentran decenas de investigaciones tanto de científicos como de organismos internacionales sobre las afectaciones del maíz transgénico y agrotóxicos en la salud humana y medio ambiente.

Desarrollo de tumores, entre las afectaciones

La directora del Grupo ETC explicó que la investigación de Séralini se basó en la observación de ratones que durante toda su vida (dos años) comieron maíz transgénico, dando como resultado el desarrollo de tumores y problemas en sus órganos, lo que sembró a la industria y ocasionó una caza de brujas contra el científico y la revista que lo publicó.

La especialista destacó que la importancia de este trabajo radica en su longitud, pues los estudios que hacen las grandes empresas como Monsanto y que entregan a las agencias reguladoras para asegurar que sus productos no son dañinos, son menores a tres meses, cuando dicha investigación comprueba que los perjuicios se comienzan a manifestar a partir de los cuatro meses de estar expuestos a los transgénicos.

En 2016, una investigación de un grupo de ingenieros genéticos, en colaboración con GMO Myths and Truths, después de revisar mil 700 estudios de cabilderos a favor del uso de transgénicos, concluyó que muchos de ellos muestran evidencia de riesgo para la salud humana .

De hecho, se señala en la investigación, “un análisis de laboratorio en células humanas muestra que niveles muy bajos de glifosato (el ingrediente químico principal del herbicida Roundup, que la mayoría de los cultivos transgénicos están diseñados para tolerar) imitaron la hormona estrógeno y estimularon el crecimiento de células de cáncer de mama… Los cultivos y alimentos genéticamente modificados no son seguros ni necesarios para alimentar al mundo”.

Otro estudio del Center For Food Safety expone seis preocupaciones potenciales sobre la salud humana a consecuencia del consumo de alimentos transgénicos: toxicidad, reacciones alérgicas, resistencia a los antibióticos, inmunosupresión (debilitamiento del sistema inmunitario y de su capacidad para combatir infecciones y otras enfermedades), cáncer y pérdida de nutrición.

COPARMEX: el maíz transgénico no es dañino para la salud humana

Publicado en El Imparcial
https://www.elimparcial.com/dinero/Maiz-transgenico-no-es-danino-para-la-salud-humana-Coparmex-20230312-0041.html



Maíz transgénico no es dañino para la salud humana: Coparmex

México ordenó revocar permisos y no conceder nuevas autorizaciones de liberación al ambiente de semillas de maíz genéticamente modificado.

Por Redacción/GH

12 de Marzo de 2023
 
CIUDAD DE MÉXICO.-La Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) dijo que el maíz transgénico no es dañino para la salud.

José Medina Mora Icaza, presidente de la Confederación, detalló que el gobierno de Andrés Manuel López Obrador perdería un panel en el marco del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (TMEC), porque no hay evidencia que el alimento cause daños.

AMLO ordena prohibir el uso de maíz transgénico en la alimentación humana
México ordenó revocar permisos y no conceder nuevas autorizaciones de liberación al ambiente de semillas de maíz genéticamente modificado.

El decreto instruye a las autoridades de bioseguridad a revocar y negar otorgar autorizaciones para el uso de grano de maíz genéticamente modificado para la alimentación humana.

El documento, que sustituye a un polémico decreto de finales del 2020, establece también anular autorizaciones existentes de permisos para la importación, producción, distribución y uso del herbicida glifosato y que se nieguen nuevas.

El nuevo decreto fue firmado por el presidente Andrés Manuel López Obrador.

La disputa del maíz
Desde 2020, México tomó la decisión de prohibir la importación de maíz transgénico, lo cual preocupó a Estados Unidos debido a que este país es el segundo comprador mundial de maíz. Por ello es que el vecino país pidió formalmente a México consultas técnicas, a través del T-MEC.

El Dr. Ignacio Casas Fraire, Docente de la Escuela de Administración y Negocios de CETYS Tijuana, refirió que en el 2020, el presidente de este país prohibió la producción e importación de maíz genéticamente modificado para 2024, sólo tendría permitido usarse para alimentación animal y para procesamiento en diversas industrias, esto mientras encuentran sustituto al grano transgénico. Sin embargo, como la importación de este producto en Estados Unidos es crucial, el vecino país entró en conflicto.

La solicitud de consultas técnicas por parte de Estados Unidos bajo el Capítulo de Medidas Sanitarias y Fitosanitarias (MSF) del T-MEC no es de carácter contencioso, sino una etapa previa en la cual se busca encontrar una solución de manera cooperativa. Si no se resuelve, EU amenaza con considerar "todas las opciones, incluida la adopción de medidas formales", lo que podría llevar a la intervención de un panel de solución de controversias.

“México asegura que la prohibición de importar maíz modificado no ha afectado el comercio agrícola entre ambos países, y que la medida es consistente con el propio Tratado. El gobierno mexicano argumenta que quiere preservar la tortilla elaborada con maíz nativo, asegurando así la conservación de la biodiversidad de las más de 64 variedades de maíz que hay en el país, de las cuales 59 son endémicas, y promover una alimentación sin transgénicos. La producción de granos genéticamente modificados suele asociarse con el uso de agrotóxicos en los cultivos, por lo que también se propone eliminar progresivamente el herbicida glifosato”, agregó el Dr. Casas.

Por último, consideró que la decisión del gobierno mexicano de prohibir la importación de maíz transgénico ha generado tensiones comerciales entre México y los Estados Unidos. Mientras México argumenta que quiere proteger su biodiversidad y promover una alimentación sin transgénicos, Estados Unidos argumenta que la decisión de México no está basada en la ciencia. La solicitud de consultas técnicas bajo el T-MEC es una medida para encontrar una solución cooperativa a este problema, pero se espera que el conflicto continúe.

lunes, 6 de marzo de 2023

USA vs MÉXICO y el maíz transgénico: ¿Es maniqueísta la posición mexicana?

Publicado en SciDevNet
https://www.scidev.net/america-latina/news/maiz-gm-de-ee-uu-a-mexico-desacuerdo-mas-alla-de-la-ciencia/?utm_source=SciDev.Net&utm_medium=email&utm_campaign=13814222_2023-03-06%20Weekly%20Email%20Digest%20-%20Am%C3%A9rica%20Latina%20y%20el%20Caribe%20Template.%20For%20no%20topic%20preferences&dm_i=1SCG,8834E,665LFG,XQZBY,1




06/03/23

Maíz GM de EE.UU. a México: desacuerdo más allá de la ciencia

De un vistazo
  • Anuncio del gobierno mexicano de suspender importación de maíz transgénico de EEUU generó polémica
  • Gobierno de EEUU pidió justificación científica para la medida tomada por México
  • Expertos coinciden en que los desacuerdos reflejan que el tema pasa más por la política y el comercio



[CIUDAD DE MÉXICO] La reciente decisión de México de dejar de importar maíz transgénico amarillo para 2024 desde EE.UU. llevó al gobierno de ese país a pedir una justificación respaldada por fundamentos científicos, y generó cuestionamientos de si este tipo de negociaciones pueden responder más a intereses comerciales y políticos que a cuestiones técnicas.

Así lo manifiestan algunos especialistas que ven una suerte de maniqueísmo en el uso de la evidencia a favor y en contra de la importación de maíz transgénico. Esta situación, aseguran, no está contribuyendo a una verdadera discusión sobre la ciencia detrás de este cultivo ni sobre lo que implica conservar la diversidad de maíces nativos.

El conflicto entre las dos naciones nació a finales de 2020, cuando el gobierno de México publicó un decreto en el que planteaba que para enero de 2024 sustituiría el maíz genéticamente modificado con producción local. Esto implicaba dejar de importar los más de 16 millones de maíz amarillo, en su mayoría transgénico, que compra anualmente a agricultores en EE.UU.

Desde entonces han ocurrido varios desencuentros que llegaron a un punto álgido el 9 de febrero de 2023, cuando el nuevo negociador jefe de comercio agrícola de la Representante Comercial de Estados Unidos, Doug McKalip, solicitó a México una explicación científica que justificara su decisión de eliminar el uso y las importaciones de este maíz.

Unos días después, el 13 de febrero, México publicó un nuevo decreto en el que reitera que sustituirá del maíz genéticamente modificado, con una nueva fecha: marzo de 2024, y que mientras eso sucede, sí se podrá usar para la industria y alimentación animal, pero no para consumo humano, específicamente masa y tortilla.

El conflicto ha generado opiniones opuestas entre la comunidad científica. Por un lado se ubican quienes insisten en que hay suficiente evidencia de que en 35 años de uso los transgénicos no han generado ningún daño a la salud ni al ambiente, y por otro quienes ven su liberación como un riesgo de contaminación, y potencial pérdida, de los maíces nativos, con el agravante que México es el centro de origen y domesticación del cultivo.

Así que la solicitud de EE.UU. está atravesada por estas dos perspectivas: quienes lo ven como algo positivo y lamentan que el gobierno mexicano tome decisiones sin sustento científico, y quienes ven en la petición estadunidense un pretexto para no perder a México, su mayor importador de maíz amarillo que, tan solo en 2021, pagó 4.700 millones de dólares por 16,8 millones de toneladas.

“La reacción de EE.UU. es normal”, dice el investigador del Instituto de Biotecnología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Agustín López Munguía. Estados Unidos “está en su derecho de preguntar: ¿científicamente qué ha pasado en México? ¿Se les están muriendo los animales? ¿La gente tiene alergias? ¿Cuál es la evidencia que los está llevando a tomar esta decisión? Y lamento que la respuesta sea más una militancia”.

“Este tipo de decisiones sobre uso de maíz transgénico no es estrictamente científico, sino comercial”, dice, en el sentido opuesto, el investigador del Instituto de Geografía de la UNAM, Quetzalcóatl Orozco. “Como todo cliente, México está en el derecho de definir qué es lo que va a comprar, independientemente de si hay un argumento científico o no”.

“Incluso si la ciencia dijera que el maíz transgénico es completamente inocuo, o que es mucho mejor, si hay una comunidad que cree que el maíz es un dios, y cree que al hacerle esa modificación genética lo alteraron en su alma, hay que respetar la decisión. Esa comunidad no tendría por qué estar obligada a comer ese maíz transgénico”, explica Orozco.

Para el geógrafo, el conflicto implica una crítica a la preponderancia de la ciencia. “Hay que bajar a la ciencia de esta pirámide en la que nos hemos puesto los científicos de que somos los que sabemos y decidimos. Desde hace muchos años existe algo llamado el diálogo de saberes, que tiene que ver con la importancia de reconocer otro de tipo de conocimientos y poder dialogar. En muchos de los problemas ambientales que enfrentamos actualmente, como especie, la ciencia no es la única voz”.

Para Munguía, esos retos ambientales requieren, justamente, ciencia. “El problema que enfrentamos es monumental y si queremos seguir alimentando a toda la gente no va a haber una sola cosa que resuelva todo el problema”.

En medio del debate prevalece la pregunta de si México tiene la capacidad real para sustituir el maíz amarillo que dejará de importar. “Nuestros maíces ancestrales son virtuosos, sagrados, sí, pero los producimos con rendimientos que no pasan de 2 a 3 toneladas por hectárea (t/ha). Cuando tenemos híbridos que te dan 14 t/ha”, dice Munguía.

La evidencia al respecto no es homogénea. Unos experimentos muestran un rendimiento de variedades nativas superior al 4,5 t/ha, otros concluyen que no hay diferencias significativas entre las dos semillas. Datos de la Secretaría de Agricultura de México muestran que el rendimiento del maíz que se siembra en Oaxaca (1,26 t/ha) está lejos del de las variedades híbridas de Sinaloa (13,83 t/ha). Por eso, se considera que sustituir el maíz transgénico requerirá resolver esos desafíos.

Desde una perspectiva conciliadora, Munguía explica que “el consumidor es el que va a decidir. Hay que hacerle llegar toda esta diversidad de maíces, pero producidos de una manera eficiente, distribuidos y comercializados de tal manera que la gente pueda llegar a un tianguis, a un supermercado, y pueda encontrar maíz blanco, amarillo, rojo, morado. Y que pueda disponer de ellos”.

Pero también es necesario “darle una conciencia al consumidor para que sepa que a lo mejor unos maíces van a ser más caros porque va a pagar el costo de la preservación de una riqueza cultural”.

Este artículo fue producido por la edición de América Latina y el Caribe de SciDev.Net

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lunes, 27 de diciembre de 2021

Monsanto, falsa ciencia

Publicado en La Jornada
https://www.jornada.com.mx/notas/2021/10/02/politica/monsanto-falsa-ciencia-20211002/


2021-10-02 06:00

Monsanto, falsa ciencia

El cumplimiento de los derechos de autor y la concienciación sobre la IA, «más importantes que nunca»

Publicado en Research information https://www.researchinformation.info/news/awareness-of-copyright-compliance-and-ai-tools-more-important-th...