Mostrando entradas con la etiqueta Argentina. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Argentina. Mostrar todas las entradas

miércoles, 9 de abril de 2025

LIBRO: Participación de las mujeres en el sector editorial latinoamericano

Publicado en Blok de Bid
https://www.ub.edu/blokdebid/es/node/1383 






Hacia una subjetividad editorial femenina

Mié, 02/04/2025 

Alfredo Lèal
Instituto de Investigaciones Bibliográficas. UNAM

Szpilbarg, Daniela; Mihal, Ivana. Participación de las mujeres en el sector editorial latinoamericano [en línea]. Bogotá: Centro Regional para el Fomento del Libro en América Latina y el Caribe – Cerlalc, 2024. 61 p. <https://cerlalc.org/publicaciones/participacion-de-las-mujeres-en-el-sector-editorial-latinoamericano/>. [Consulta: 26.3.2025]. ISBN (PDF): 978-958-671-275-0. 



Presentado a la manera de un informe que da cuenta de la investigación piloto llevada a cabo en el sector editorial de Argentina, Colombia, Chile, Guatemala y Perú por las investigadoras Daniela Szpilbarg e Ivana Mihal, este trabajo dista mucho de limitarse a ofrecer una somera descripción de la Participación de las mujeres en el sector editorial latinoamericano, mostrándose más bien como, cuando menos, un inmejorable punto de partida para ulteriores investigaciones en el campo de los estudios del libro y la edición. Empleando herramientas sociológicas, principalmente encuestas y gráficas, tanto como un enfoque metodológico comparativo fuertemente anclado en la teoría feminista, con especial atención al modo en que en ésta se ha pensado, por ejemplo, en la categoría de trabajo, Szpilbarg y Mihal le ofrecen al lector y la lectora –especialista o no en temas de edición– un diagnóstico crítico en torno a la importancia de entender, documentar y, por supuesto, transformar las condiciones de la mujer en el sector editorial de América Latina.

De los cuatro apartados, el primero le sirve a las investigadoras para plantear sus hipótesis de trabajo, sustentadas en un diálogo horizontal con otras investigaciones que hoy día, a pesar de ser ciertamente recientes, resultan centrales en el desarrollo del estudio de los modos y alcances, materiales tanto cuanto simbólicos, del trabajo de las mujeres en el sector editorial, como lo son los trabajos de Marina Garone (Las mujeres y los estudios del libro y la edición en Iberoamérica, Universidad de Los Andes, 2023) o Ana Gallego Cuiñas («Femedición: hacia una práxis editorial feminista en Iberoamérica», Iberoamericana, 2022). Luego de establecer el estado de la cuestión, Szpilbarg y Mihal plantean que «el género determina no solamente las condiciones de trabajo en las editoriales, sino que también influye [en] otros aspectos que se expresan en las decisiones y políticas editoriales» (p. 14), por lo cual «es necesario considerar [a las editoras] como agentes intelectuales y, en esa medida, es preciso indagar por la experiencia de las mujeres en tanto editoras, frente a la tarea de selección e intervención sobre los textos» (p. 14).

De este modo, los datos que arrojan las encuestas realizadas son fundamentales para que, en las secciones 2 y 3, se establezca el soporte empírico sociológico para la sección 4, por mucho la más interesante del informe, sobre todo por el modo en que los números y porcentajes diagramados en gráficas adquieren, si no un rostro, sí una cierta familiaridad para todxs quienes investigan los procesos y políticas editoriales en América Latina. De esta manera, en un apartado que «recupera las opiniones, percepciones y experiencias con base en sus trayectorias como mujeres editoras, las cuales revelan una compleja interrelación entre los aspectos laborales y personales de las editoras, y ofrecen una visión rica y matizada de las condiciones de trabajo en el sector editorial» (p. 34), las investigadoras nos ofrecen un documento sociológico para lo que, con base en su texto, podríamos denominar la subjetividad editora femenina.

La definición de dicha subjetividad no es, creemos, asunto menor. Por el contrario: entenderla, documentarla y problematizarla resulta harto necesario en un ecosistema donde los libros de Carlos Barral, Jorge Herralde o Guillermo Schavelzon son mercancías que casi de inmediato encuentran su público lector –constituyendo, de paso, un género específico de las memorias culturales, como lo proponen Ana Gallego Cuiñas y Jorge J. Locane, coordinadorxs del dossier «Poéticas de editor/a: aproximaciones críticas para la demarcación de un género» de la Revista de Estudios Hispánicos, 2024–, mientras que nombres como Carmen Balcells, Esther Tusquets o Beatriz de Moura siguen más bien asociándose con el boom, es decir, con el éxito comercial de cuatro escritores hombres, cuatro «machos alfa», para usar la expresión que al respecto diera Roberto Bolaño. Baste decir que, de las tres, sólo Tusquets es autora de un libro de su experiencia como editora: Confesiones de una editora poco mentirosa (RqueR, 2005), desde cuyo título se perciben empero los ecos dieciochescos de aquellas mujeres que, en los salones literarios, se posicionaban en un campo controlado por los hombres.

En este sentido, es importante lo que el estudio de Szpilbarg y Mihal nos demuestra, en tanto la mujer editora, si la entendemos en cuanto subjetividad, se construye a sí misma: «es con el paso del tiempo que las mujeres fueron habilitadas o se habilitaron a sí mismas a tomar un rol que, más allá́ de lo ejecutivo o resolutivo, conllevaba tomar decisiones en cuanto a la construcción del catalogó, por medio de contratación de textos o adquisición de textos de otras lenguas para publicar traducciones» (p. 36). Historiar la subjetividad editora femenina implica, primero, debatir todo argumento que pretenda que dicha habilitación no es restrictiva de las mujeres. Por ello resulta indispensable, como lo hacen ver las autoras del informe, constatar «la confirmación de la feminización del trabajo editorial […] [la cual] se visualiza en el elevado número de mujeres que forman parte de los equipos editoriales, incluso en los grandes grupos empresariales» (p. 37), pero sobre todo en la medida en que, como lo demuestra el testimonio de varias de las editoras entrevistadas, «la feminización de la labor en la edición contemporánea se asocia a la precarización laboral, y como consecuencia de condiciones económicas menos redituables» (39). 

Así pues, mientras que, en palabras de una entrevistada, «los hombres hablan siempre en singular», siendo quienes, al final, se quedan con los créditos ante el público por los logros de una u otra editorial o sello, es un hecho que, en la voz de otra editora: «el mundo editorial en América Latina no ha sido nunca un mundo de hombres, sino un mundo lleno de mujeres, pero son los hombres los que salen en la foto. Eso ha cambiado, pero no en el mundo corporativo» (p. 43). Esto nos permite vislumbrar algunos derroteros críticos, por ejemplo, para el ámbito de las investigaciones –y ni qué decir en reseñas de índole más bien periódica– donde pocas veces se considera que una mercancía editorial que, ante el público, aparece como producto del borrado y la superación de las desigualdades de género, tiene, en su proceso productivo, una dinámica propiamente patriarcal. La oferta masificada de autoras, por ejemplo, de la literatura latinoamericana –Luiselli, Scweblin, Enriquez…–, no sólo no logra subsanar dichas instancias desigualmente construidas en la trastienda editorial, sino que de algún modo las replica vis a vis con otras mujeres cuyas obras se editan en editoriales significativamente más pequeñas y menos poderosas que Planeta o Random House.

De esta manera, en palabras de una de las entrevistadas, así como «los superjefes son varones» (p. 44), ¿podemos decir que las «superautoras» producen un efecto de feminización hacia aquellas que publican en editoriales medianas o pequeñas, convirtiendo el salto al gran conglomerado de sellos –absorbidos, por cierto, mediante una lógica que no puede sino concebirse en términos de neocolonialidad, en el sentido en que, como afirma Maurizio Lazzarato, «el primer botín del colonizador es la lengua del colonizado»– en otro techo de cristal? ¿Cómo pensar los casos de la mexicana Brenda Navarro, la ecuatoriana Mónica Ojeda o la uruguaya Fernanda Trías? Nos parece sumamente revelador que esta feminización sea incluso enunciada en la opinión de una editora chilena, quien afirma que hay menos mujeres en el catálogo a su cargo porque «a las mujeres hay que perseguirlas para que envíen manuscritos, en cambio los hombres envían y envían. Las mujeres, quizás por miedo, vergüenza o menos determinación que los hombres, envían mucho menos» (p. 48). Recuperamos las palabras de las propias Szpilbarg y Mihal, para quienes «resulta significativo que una de las editoras entrevistadas mencione que las mujeres no envíen tantos materiales por “miedo o vergüenza”, ya que en algunas otras entrevistas se habla de que las mujeres, por su dedicación a las tareas del hogar, necesitan de más tiempo para finalizar obras para presentar a las editoriales» (p. 48).

Si partimos, pues, del hecho de que una autora publicada en un sello trasnacional tiene, generalmente, un compromiso por más de una obra, mientras que una autora que publica, por ejemplo, en una editorial independiente –la chilanga Polilla Editorial o la madrileña Piezas Azules–, tiene la opción de firmar sólo por dicho material, cabe preguntarse por los problemas sistémicos que persisten en la consideración y el lugar que se le da a unas y otras obras en la crítica. Las autoras del informe lo sintetizan en este cuarto apartado, en el que se evidencia que, allende los resultados cuantitativos, siguen persistiendo «dinámicas de poder que jerarquizan los géneros aún en el presente, sobre todo, en el ámbito corporativo» (p. 50). Entender estas dinámicas resulta fundamental para la crítica, que, a pesar de la extensa oferta editorial, comúnmente toma como casos paradigmáticos sólo aquellas obras de los grandes sellos. 

El hecho de que en el informe se insista en que es el ámbito corporativo –que, recordemos, para el caso de la literatura latinoamericana, está poco menos que monopolizado por los capitales de Bertelsmann y Lara Hernández– donde persisten estas dinámicas de poder, razón estructural de la desigualdad, nos tiene que ayudar a, por lo menos, visibilizar que mientras la finalidad de la edición sea, como lo es bajo el sistema capitalista neoliberal –y, hoy día, bajo el modelo del capital en la nube o «tecnofeudalismo» propuesto por Cédric Durand y Yanis Varoufakis, en consonancia con el «capitalismo de la vigilancia» de Shoshana Zuboff–, la generación de plusvalor, ya sea mediante la ganancia o mediante la renta, la participación de la mujer en los ámbitos productivo y consuntivo no dejará de estar mediada por una instrumentalización de «la mujer» propiamente patriarcal. En suma, debemos cuestionarnos si lo que se nos vende como inclusivo o a veces hasta abiertamente «feminista» lo es en realidad. Y esto lo decimos haciendo eco de Szpilbarg y Mihal, quienes cierran su informe indicándonos la importancia de que «los diagnósticos [de su informe] contribuyan a emprender acciones que sirvan para cerrar las brechas, asimetrías y desigualdades que todavía persisten» (p. 57). Propongo una primera acción: leer y difundir este trabajo de Daniela Szpilbarg e Ivana Mihal. 

 

Esta reseña se publica juntamente con el Blog de l’Escola de Llibreria

jueves, 5 de diciembre de 2024

ARGENTINA: critican la censura de libros en la FIL-Guadalajara

Publicado en El País 
https://elpais.com/mexico/2024-12-03/la-persecucion-a-cuatro-libros-en-argentina-abre-el-debate-sobre-la-censura-en-la-fil.html



Censura en Argentina, indignación en la FIL: la caza de brujas a cuatro libros, a debate en la gran feria

Un grupo de escritores opina sobre la persecución que sufren algunas obras en las escuelas de la provincia de Buenos Aires


 GEORGINA ZEREGA
 Guadalajara (México) - 03 DIC 2024
 ACTUALIZADO: 03 DIC 2024 

 La persecución que sufre la literatura en Argentina ha encendido una mecha del debate en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara. Una de las premiadas de este año, Gabriela Cabezón Cámara, que recibe este miércoles el Sor Juana Inés de la Cruz, es una de las cuatro autoras que resisten estos días los embates de los grupos conservadores en su país. Una fundación, secundada por el Gobierno de Javier Milei, busca que se retiren de las escuelas de la provincia de Buenos Aires los ejemplares de cuatro obras: Las aventuras de la China Iron, de Cabezón Cámara; Cometierra , de Dolores ReyesLas primas, de la fallecida Aurora Venturini; y Si no fueras tan niña, de Sol Fantin.

Un grupo de escritores, que visita la mayor cita de la literatura en español, discute sobre los límites de la censura y las secuelas que deja esta en una democracia. Las cuatro autoras argentinas habían recibido ya el apoyo de la comunidad literaria nacional, que se reunió masivamente hace unos 10 días en defensa de los libros señalados y de las escritoras, que han sido víctimas de amenazas, insultos y acusaciones de “pedófilas” y “pornógrafas” por parte de los grupos conservadores. La opinión de los autores consultados por este periódico ha hilado en el mismo tono de apoyo y la posibilidad de que esas obras sean retiradas de las bibliotecas escolares ha saltado como una alerta del “autoritarismo” que acampa en Argentina y preocupa a la comunidad literaria internacional.

La escritora Jennifer Clement, antigua presidenta del Pen Internacional, expresa sorpresa por ver este tipo de disputas en un país que ha sido muy “abierto” a la literatura escrita por mujeres. “Lo que estamos viendo en Argentina es la estigmatización de estas autoras, el ataque del Gobierno sobre la libertad de expresión y una mira muy fuerte hacia la mujer”, comenta. La autora entiende, sin embargo, que se trata de una puntada más dentro de un “fenómeno mundial” de gobiernos de ultraderecha que practican la censura de libros, como el caso de Estados Unidos, que ha prohibido miles de títulos en bibliotecas públicas y académicas en el último año.  

Para el escritor Sergio Ramírez, la censura es “la señal más pésima que hay de un gobierno que prescinde de las reglas del juego democrático”. El nicaragüense, que ha tenido que exiliarse en España después de una persecución brutal por parte del régimen de Daniel Ortega, distingue entre los gobernantes arbitrarios que están contra los libros pero que no perturban la estabilidad del país y los gobernantes que tienen una concepción “más ideológica del poder”, que convierten todo lo que no es el discurso oficial en algo subversivo, como el sexo. Este último es el caso de Argentina, dice.  
 
Ramírez nombra al sexo en referencia a algunas escenas de los libros, que han sido las cuestionadas por los grupos conservadores. Cometierra es una novela que trata de una joven que traga tierra y puede visualizar a mujeres desaparecidas. Después de haber recibido reconocimiento internacional, ha sido víctima de una cruzada por un párrafo en el que describe una relación sexual consentida. Las primas, un éxito editorial que relata la vida de una familia disfuncional en voz de una joven con discapacidad, retrata escenas en las que un par de niñas son víctimas de abuso sexual. O el libro de Fantin, una docente que ha reconstruido en su obra los abusos que sufrió cuando era menor de edad, que fue señalado por la vicepresidenta, Victoria Villarruel, por exaltar la pedofilia y sexualizar a los niños. “¡Con nuestros niños no te metas!”, publicó en sus redes sociales.   

Aroa Moreno Durán afirma que la persecución es parte de “esa batalla cultural que le interesa imponer a la derecha y a la extrema derecha, que tiene que ver con los derechos de las mujeres, la igualdad, la lucha contra la violencia de género y la diversidad”. Para la escritora española, la literatura tiene que cuestionar, incomodar y desafiar el orden establecido, “y creo que estos libros lo hacen, son libros que inducen a un pensamiento crítico”. La cacería sucede ahora porque hay una batalla “porque las mujeres no escriban, no cuenten la realidad que nos han perseguido durante siglos, que tiene que ver con la violencia, con mantenernos en la oscuridad, con mantenernos silenciadas y calladas”, dice la autora y periodista.

Lucía Lijtmaer, nacida en Argentina y crecida en España, señala que todas las obras perseguidas tienen un componente feminista “muy claro y evidente”. “Es un paso más sobre lo que se puede y lo que no se puede escribir. Sobre que las mujeres hemos ido demasiado lejos, no solo en la lucha por nuestros derechos, sino también en la literatura”, dice. La autora de Ofendiditos critica que se ha ya creado un “relato de pedofilia con respecto a las escritoras”, y que se les haya colgado “el peor fantasma que le puedes colgar a cualquier persona”, que es el de pedófilas. A las feministas se las acusaba antes de ser puritanas, ahora se las acusa de pornógrafas. “Lo que importa no es la verdad, lo que importa en los últimos tiempos es que se instale un discurso que parezca verdad”.  

Al guatemalteco Arnoldo Gálvez le sorprende la contradicción entre el discurso libertario que ha tenido el Gobierno de Milei y la persecución de la literatura. “Estos poderes suelen ser bastante iletrados y no terminan de entender que los actos de censura terminan provocando una suerte de promoción y de posicionamiento de los libros”, comenta. “No es un consuelo, porque el costo que se paga en términos de libertades, de regresiones autoritarias, es muy alto”.  

Nicolás Giacobone cree que la reacción que ha tenido el mundo literario ante lo sucedido en Argentina es porque “no se puede creer” que pase algo así. “Hay que estar atentos, está bien reaccionar, pero tengo la esperanza de que no sean más que palabras para generar reacciones, ruptura, y que no sea más que eso, que no llegue a ser una ley que implique censura sólida”. El argentino, guionista de la galardonada película Birdman, agrega: “Sucede porque evidentemente la política se dio cuenta de que le sirve para conectar con una sección de la sociedad que es mucho más grande de lo que pensábamos a lo que era”.   

Clement teme que la consecuencia de esta persecución acabe siendo la autocensura, incluso de manera inconsciente. Lo que sucede en estas situaciones es que las escritoras mismas se empiezan a censurar y eso es terrible”, afirma. Moreno Durán no comparte esa idea. “Esto revela una ignorancia absoluta por parte de los políticos en el poder, porque la literatura es indestructible”, dice, “cuanto más censuren, lejos de conseguir que nos autocensuremos, nos encontraran en frente con la palabra y los libros como armas”  



miércoles, 13 de noviembre de 2024

ARGENTINA: "Cienticidio": la revista científica más prestigiosa del mundo publica un duro análisis sobre el ajuste en el Conicet

Publicado en El Cronista
https://www.cronista.com/economia-politica/cienticidio-la-revista-cientifica-mas-prestigiosa-del-mundo-publica-un-duro-analisis-sobre-el-ajuste-en-el-conicet/



Fuga de cerebros

"Cienticidio": la revista científica más prestigiosa del mundo publica un duro análisis sobre el ajuste en el Conicet

La publicación destaca que "los profundos recortes en el presupuesto del organismo y otras instituciones desencadenaron una migración de especialistas hacia el extranjero, dejando a la comunidad académica en una situación "alarmante".

Actualizado el 10 de Noviembre de 2024

La prestigiosa revista estadounidense Science publicó un crítico artículo sobre los efectos del ajuste implementado por el gobierno de Javier Milei en el ámbito científico de Argentina, con especial énfasis en el impacto sobre el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET). Según el informe, aproximadamente el 9% de los científicos de este organismo, alrededor de mil empleados, abandonó sus puestos debido a las políticas de austeridad.

Science es una de las revistas científicas más influyentes del mundo. Publicada semanalmente por la Asociación Estadounidense para el Avance de la Ciencia (AAAS), ofrece investigaciones científicas, noticias y comentarios sobre temas científicos globales.

La publicación destaca que "los profundos recortes en el presupuesto del CONICET y otras instituciones científicas desencadenaron una migración de científicos hacia el extranjero", dejando a la comunidad académica argentina en una situación "alarmante". Para muchos, las medidas de Milei representan un "cienticidio", pues provoca la pérdida de talento y la desmoralización de aquellos que permanecen en el país.

Science señala que la administración de Milei asumió con la promesa de reducir el gasto público, incluyendo una reestructuración del CONICET, organismo al que el presidente calificó de "improductivo" y que incluso sugirió que podría cerrar. Aunque el cierre no se concretó, el informe detalla que la plantilla del CONICET se redujo de aproximadamente 11.800 a 10.750 empleados en menos de un año, una pérdida de personal que afecta tanto a científicos experimentados como a investigadores en el inicio de sus carreras.

En el artículo se recoge el testimonio de Alejandra Capozzo, inmunóloga del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), quien tuvo que cerrar su laboratorio por falta de recursos. "Están destruyendo la actividad científica del país", afirma Capozzo, añadiendo que "la pérdida de capital humano será difícil de revertir". Otros científicos compartieron experiencias similares: Diego Hurtado, físico de la Universidad Nacional de San Martín, menciona que el recorte llevó a una "fuga de cerebros interna", con jóvenes investigadores que migran a países vecinos en busca de mejores oportunidades.

La revista también hace referencia al éxodo de jóvenes talentos como el caso de Alejandro Díaz-Caro, experto en computación cuántica, quien abandonó la Universidad Nacional de Quilmes para aceptar un puesto temporal en Francia tras la pérdida de su financiamiento en Argentina. "Volví con el programa Raíces y me voy con el programa 'motosierra'", comenta Díaz-Caro, en alusión a la drástica política de ajuste que aplica el actual gobierno. Díaz-Caro ayudó a varios de sus estudiantes a trasladarse a otras instituciones en el extranjero, y sentencia con claridad: "No volveré a Argentina".

Luis Moyano, especialista en inteligencia artificial, es otro de los investigadores que dejó el país. Moyano, quien había regresado en 2019, hoy busca trabajo en España. En palabras del científico, "el gobierno parece decidido a desvalorizar gran parte de la actividad científica".

Además de las voces individuales, Science  incluye datos alarmantes del Centro Iberoamericano de Investigación en Ciencia, Tecnología e Innovación (CIICTI), que estima que el empleo en el sector científico público argentino disminuyó un 3,6% desde diciembre de 2023. "El 40% de los científicos de mi departamento están emigrando", afirma Jorge Geffner, microbiólogo de la Universidad de Buenos Aires, quien califica la situación como una catástrofe para la ciencia nacional.

martes, 1 de octubre de 2024

ARGENTINA: La “motosierra” de Milei se ensaña con la ciencia

Publicado en SciDevNet
https://www.scidev.net/america-latina/news/la-motosierra-de-milei-se-ensana-con-la-ciencia-argentina/?utm_source=SciDev.Net&utm_medium=email&utm_campaign=14682997_2024-09-30%20Weekly%20Email%20Digest%20-%20Am%C3%A9rica%20Latina%20y%20el%20Caribe%20Template.%20For%20no%20topic%20preferences&dm_i=1SCG,8QPH1,665LFG,10BTOH,1



30/09/24

La “motosierra” de Milei se ensaña con la ciencia argentina

De un vistazo
  • Preocupación e incertidumbre ante parálisis del sector por recortes presupuestales
  • Presupuesto para 2025 augura profundización de la crisis mientras aumenta inflación interanual
  • Científicos exigen plan de emergencia por posible “fuga de cerebros”

[BUENOS AIRES] En un contexto de recesión y aumento de pobreza, el sector científico argentino atraviesa una crisis profundizada por el congelamiento presupuestario, la parálisis de sus organismos y la creciente incertidumbre entre los investigadores.

Desde su llegada a la Casa Rosada, en diciembre de 2023, el presidente ultraliberal Javier Milei degradó el Ministerio de Ciencia al rango de Secretaría y paralizó los ingresos de becarios al Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas, cuyos trabajadores también denuncian la posibilidad de que se pierdan proyectos ya aprobados.

En las últimas semanas, Milei insistió en su objetivo de “déficit cero” -que implica fuertes recortes en todo el aparato estatal- y en su desprecio hacia los científicos, que según él “creen que tener una titulación académica los vuelve seres superiores, y por ende todos debemos subsidiarles la vocación”.

Con el propio financiamiento público de la ciencia puesto en cuestión, la inversión en el área disminuyó un 30 por ciento durante esta presidencia, según denuncian los propios científicos.

El poder adquisitivo de sus salarios se degradó en el mismo porcentaje, calcula Jorge Aliaga, exdecano de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad de Buenos Aires y actual secretario de Planeamiento de la Universidad Nacional de Hurlingham (UNAHUR).

“Los jóvenes que se están formando tienen menos acceso a becas de posgrado, y de los que habían ganado su posición el año pasado todavía no entró uno solo”, agrega en diálogo telefónico con SciDev.Net.

El monto de los subsidios que otorga la Agencia Nacional de Promoción Científica y Tecnológica (Agencia I+D+i), encargada de financiar proyectos, se mantuvo para este año en los mismos valores de 2023, pese a que la inflación interanual ronda el 260 por ciento.

Pero incluso ese financiamiento -cuyos recursos mayoritarios provienen de organismos internacionales- está en duda, dado que depende de la firma de funcionarios que, en varios casos, aún no han sido nombrados.

Para la viróloga Andrea Gamarnik, con más de 30 años en el sector, “el plan es destruir la cultura científica argentina”, “no solo mediante la reducción de presupuesto, sino también por la inacción e impericia de las autoridades”.

Su equipo de trabajo, especializado en dengue, está paralizado por “la desorganización administrativa y la falta de pago de subsidios que impide la compra de insumos”.

Esto sucede luego de que Argentina atravesara la peor epidemia de esa enfermedad en su historia, y en la antesala de una nueva temporada de circulación del virus.

Aunque también se prorrogaron los presupuestos para programas como Construir Ciencia (dedicado a crear o adecuar infraestructura) y Equipar Ciencia (adquisición de equipamiento), este año “no se ejecutó nada”, critica Aliaga.

En el marco de esas iniciativas, la UNAHUR había postulado para la construcción de un edificio del área de Biotecnología, ejemplifica. “Pero solo se ejecutó el 35 por ciento. Está el esqueleto, con el resto de la obra parada, como todos los grandes proyectos de la ciencia argentina”, afirma.

Entre ellos se cuentan investigaciones sobre cáncer de mama y de piel, resistencia a los antibióticos y las contribuciones de la agricultura familiar a la seguridad alimentaria.

También está frenada la compra de equipos médicos, como tomógrafos y resonadores, y la construcción de satélites y reactores nucleares de investigación, en los cuales Argentina es referencia mundial desde hace décadas.

Aun considerando la dimensión de los recortes, hay casos de subejecución llamativos, como el de la Secretaría de Innovación, Ciencia y Tecnología, que al 22 de septiembre solo había gastado el cuatro por ciento de los fondos asignados.

Ese organismo también tiene paralizadas la elaboración de planes nacionales, la coordinación con universidades y organismos especializados, la recopilación de datos que se envían a organismos internacionales y los procesos de evaluación institucional.

Ante la consulta de SciDev.Net, un vocero respondió que “el secretario [Darío Genua] no está dando notas”, al menos hasta que se complete una auditoría institucional.

Más recortes y temores

El proyecto de presupuesto para 2025 contempla un gasto de 1,7 billones de pesos (US$ 1700 millones) para la función ciencia y técnica, lo que representa un 0,22 por ciento del producto bruto nacional, casi lo mismo que este año y en contraste con una leve alza registrada hasta 2023.

Así, el objetivo de alcanzar el uno por ciento del PBI para 2031 parece cada vez más lejano. Ese incremento progresivo, fijado por ley en 2021, no se concreta porque la norma “no prevé sanción alguna”, reconoció el Poder Ejecutivo ante el Congreso.

El año que viene, la Agencia I+D+i quedará “completamente desfinanciada”, mientras que organismos energéticos, agropecuarios e industriales también verán sus funciones seriamente recortadas, con 3.471 despidos proyectados, advirtió Aliaga.

La retracción es tan severa que el proyecto también busca suspender la inversión estatal del 6 por ciento en educación, además del andamiaje legal que financia el sistema científico, amparándose en la “emergencia pública” postulada en la llamada Ley de Bases.

Gamarnik, en cambio, clama por “un plan de emergencia para salvar al sistema científico y tecnológico”, con presupuestos acordes para cubrir los compromisos asumidos a nivel nacional e internacional.

Si la situación no cambia, “la gente no va a poder trabajar, viajar a congresos ni comprar insumos”, advierte Aliaga. “Algunos van a tratar de zafar yéndose al exterior”.

Así, vuelve a corporizarse uno de los mayores temores de la comunidad científica: perder a una generación completa de investigadores, algo que el país vivió durante la última dictadura militar (1976-1983) o en los años posteriores al colapso socio-económico de 2001.

“La magnitud de la crisis ya es gravísima”, cierra Aliaga. “El costo lo va a marcar su duración”.

Este artículo fue producido por la edición de América Latina de SciDev.Net

jueves, 13 de junio de 2024

ARGENTINA: Javier Milei está demostrando ser la «pesadilla» que temían los investigadores argentinos

Publicado en Chemistry World
https://www.chemistryworld.com/news/javier-milei-is-proving-to-be-the-nightmare-argentinian-researchers-feared/4019544.article?utm_source=cw_weekly&utm_medium=email&utm_campaign=cw_newsletters 



Javier Milei está demostrando ser la «pesadilla» que temían los investigadores argentinos


POR REBECCA TRAGER


24 DE MAYO DE 2024


La comunidad investigadora argentina está sometida a una enorme presión a medida que el nuevo presidente, Javier Milei, un populista de extrema derecha que asumió el cargo en diciembre, reduce los presupuestos de las universidades públicas. Las preocupaciones iniciales sobre Milei, expresadas por muchos miembros de la comunidad científica argentina antes y después de su elección, parecen justificadas, pero hay algunos indicios de que podría ser receptivo al mensaje de los científicos y de que la situación podría mejorar.


Durante la campaña presidencial, Milei hizo saltar las alarmas en la comunidad científica al prometer la eliminación del Ministerio de Ciencia y la disolución del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet), que financia los salarios y becas de las universidades argentinas. Milei también dejó claro desde el principio que quiere privatizar la investigación científica en Argentina.  


Tras menos de seis meses en el cargo, Milei ha degradado el Ministerio de Ciencia del país y congelado la financiación del Conicet, así como la de las universidades públicas, a sus niveles de 2023. Además, en los primeros cinco meses de esta nueva administración sólo se ha gastado alrededor del 1% del presupuesto de ciencia y tecnología del país, a lo que hay que sumar una tasa de inflación anual récord de casi el 300%.


Todas las pesadillas sobre Milei resultaron ser ciertas", afirma Alberto Kornblihtt, biólogo molecular y profesor emérito de la Universidad de Buenos Aires.


El presupuesto anual del recién degradado Ministerio de Ciencia argentino es de 80 millones de dólares (63 millones de libras esterlinas) y hasta ahora el gobierno de Milei ha gastado aproximadamente un millón de dólares, según Emiliano Cortés, experto en nanomateriales de la Universidad de Munich (Alemania), nacido y educado en Argentina.


Además, la agencia que financia las becas de investigación en Argentina también está congelada. No sale dinero de allí", explica Gerardo Burton, profesor emérito de Química de la Universidad de Buenos Aires


Becas recortadas y retrasadas


Ahora la situación es más o menos la que nos temíamos: las nuevas becas de doctorado se han reducido a la mitad y se han retrasado", explica Burton. Así que los que esperaban empezar el doctorado en abril, los que obtuvieron las becas entonces, empezarán supuestamente en agosto».


Existe la preocupación de que muchos de estos jóvenes investigadores argentinos decidan ahora marcharse al extranjero para estudiar y trabajar. 'Algunos de estos estudiantes se irán porque no pueden estar varios meses sin hacer nada', advierte Burton.


Además, los sueldos de los investigadores y la financiación de sus becas de investigación valen mucho menos que cuando Milei llegó al poder, gracias a la disparada inflación del país. No salen nuevas becas de investigación y, en el caso de las antiguas, algunas no se están pagando y las que se han pagado están asignadas en pesos", explica Cortés.


María del Pilar Buera, química orgánica de la Universidad de Buenos Aires e investigadora principal del Conicet, afirma que la actual incertidumbre presupuestaria hace casi imposible planificar viajes para asistir a congresos de investigación o realizar intercambios científicos.


El problema del peso


Desde que Milei tomó las riendas, los salarios de los investigadores en Argentina han caído alrededor de un 30% de su valor una vez contabilizada la inflación, según Cortés. Los precios de la economía han aumentado mientras que los salarios han disminuido, por lo que esto supone una gran presión para que los investigadores abandonen el país».


Para empeorar las cosas, las becas de investigación se pagan en pesos argentinos. La drástica devaluación de la moneda ha reducido considerablemente el poder adquisitivo de equipos y reactivos.


No hemos recibido ningún pago nuevo por nuestras subvenciones, así que estamos utilizando lo que nos quedaba del año anterior, y eso es un problema porque los precios de todo se están disparando", explica Burton a El Mundo de la Química. Estos proyectos se calcularon con un tipo de cambio mucho más bajo y ahora la mayoría de nuestros suministros vienen del extranjero y hay que pagarlos en dólares o euros, así que necesitamos al menos tres o cuatro veces más pesos de los que necesitábamos el año pasado", continúa. Ahora nos resulta imposible comprar equipos científicos e incluso si queremos comprar reactivos, todo se multiplica por tres o cuatro, pero seguimos teniendo el mismo dinero y no entra dinero nuevo.'


En estos momentos, Burton no puede reponer los reactivos de su laboratorio, que se agotan rápidamente. A veces nos gustaría llevar a cabo una determinada reacción, pero no podemos hacerlo, así que buscamos una alternativa más barata o una forma de utilizar los suministros que tenemos, pero eso, por supuesto, no es lo ideal", afirma. Algunos de los reactivos de su laboratorio durarán un año, pero se espera que otros sólo duren unos meses».


Situación crítica


Según Valeria Levi, química y vicedecana de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad de Buenos Aires, el panorama general es desolador para los científicos argentinos, y los investigadores que inician su carrera se encuentran en la situación más difícil. Nuestros jóvenes investigadores, recién doctorados, son los que están en peor situación", afirma, y subraya que el número de becas concedidas por el Conicet se ha reducido de unas 1.300 a 600, lo que limita sus posibilidades de iniciar una carrera investigadora. 


Muchas de las universidades públicas argentinas, que en conjunto realizan aproximadamente el 95% de toda la investigación importante del país, están a punto de cerrar, afirma Levi. La situación es crítica; todo está en peligro", advierte. Si un equipo grande falla, tenemos que dejar de utilizarlo, porque no hay dinero para comprar piezas de recambio pequeñas». Además, advierte, las líneas celulares y otras investigaciones que han requerido años de trabajo podrían perderse porque los investigadores no tienen dinero para pagar el nitrógeno líquido que las mantiene congeladas.


Cuando Cortés se marchó de Argentina hace una década para realizar sus estudios postdoctorales en el extranjero, tenía previsto regresar al país en unos años. Tras pasar unos años en el Reino Unido, le ofrecieron una cátedra en Alemania y decidió quedarse allí indefinidamente, ya que las condiciones habían empeorado en su país de origen. Pero aún espera volver en algún momento, cuando las cosas mejoren. Siempre estoy pendiente de la situación desde el extranjero", dice Cortés.


En respuesta a las acciones de Milei desde que se convirtió en presidente, se ha producido una reacción violenta en los campus universitarios. En abril, se calcula que más de un millón de personas participaron en marchas y protestas en universidades de todo el país para defender la educación y la investigación públicas.


El gobierno de Milei parece ahora estar escuchando y anunció el 15 de mayo que el presupuesto de funcionamiento de la Universidad de Buenos Aires se incrementaría en un 300% para tener en cuenta la inflación. Estos fondos adicionales se destinarán a gastos de funcionamiento, como material didáctico y mantenimiento de edificios, y no a los salarios de profesores e investigadores. Las autoridades están estudiando medidas similares para otras universidades públicas.


Todavía no hemos recibido el dinero [en la Universidad de Buenos Aires] y no está claro cuándo lo recibiremos", dice Levi, »pero esto nos permitiría mejorar un poco nuestra situación actual.



***********************


Javier Milei is proving to be the ‘nightmare’ Argentinian researchers feared

BY REBECCA TRAGER
24 MAY 2024

Argentina’s research community is under immense strain as public university budgets are starved by new president Javier Milei, a hard-right populist who took office in December. Initial concerns about Milei, expressed by many in Argentina’s scientific community before and after his election, appear to have been justified, but there are some signs that he may be receptive to scientists’ message and that the situation might improve.

During the presidential campaign, Milei set off alarm bells in the scientific community by promising to eliminate the country’s science ministry and dissolve the National Scientific and Technical Research Council (Conicet) that funds salaries and fellowships at Argentinian universities. Milei also made it clear from the outset that he wants to privatise scientific research in Argentina. 

After less than six months in office, Milei has demoted the country’s science ministry and frozen funding for Conicet, as well as public universities, at their 2023 levels. Moreover, only about 1% of the country’s science and technology budget was spent in the first five months of this new administration and that is on top of a record annual inflation rate of nearly 300%.

‘All of the nightmares about Milei turned out to be true,’ states Alberto Kornblihtt, a molecular biologist and emeritus professor at the University of Buenos Aires.

The annual budget of Argentina’s newly demoted science ministry is $80 million (£63 million) and so far Milei’s government has spent roughly $1 million, according to Emiliano Cortés, a nanomaterials expert based at the University of Munich in Germany, who was born and educated in Argentina.

Also, the agency that funds research grants in Argentina is also frozen. ‘No money is coming out from there,’ explains Gerardo Burton, an emeritus chemistry professor at the University of Buenos Aires.

Fellowships slashed and delayed

‘Now, the situation is mostly as we feared – new fellowships for PhD candidates were cut down by half and they were delayed,’ Burton says. ‘So those who were expecting to start their PhDs last April, those who got the fellowships then, will start supposedly in August.’

There is concern that many of these young Argentinean researchers will now decide to go abroad for their studies and work. ‘Some of these students will leave because they cannot stay several months doing nothing,’ Burton warns.

In addition, the salaries of researchers and funding for their research grants are worth much less than when Milei took power, thanks to the country’s soaring inflation. ‘There are no new research grants coming out and for the old grants some of them are not being paid and those that have been paid are allocated in pesos,’ explains Cortés. 

María del Pilar Buera, an organic chemist at the University of Buenos Aires and senior researcher at Conicet, says that the current budgetary uncertainty means that it is nearly impossible to plan for travel to attend research conferences or engage in scientific exchanges.

The peso problem

Since Milei took the helm, the salaries of researchers in Argentina have fallen by around 30% of their value after accounting for inflation, according to Cortés. ‘Prices in the economy have increased while the salaries have decreased, so this puts a lot of pressure on researchers to leave the country.’

Making matters worse is the fact that research grants are paid in Argentinian pesos. The dramatic devaluation of the currency means that the buying power for things like equipment and reagents has shrunk significantly.

‘We haven’t received any new payments for our grants, so we are using what we had left over from the previous year and that’s a problem because the prices for everything are shooting up,’ Burton tells Chemistry World. ‘These projects were calculated with a much lower exchange rate and now most of our supplies come from abroad and they have to be paid for in US dollars or euros, so we need at least three or four times more pesos than we needed last year,’ he continues. ‘It’s impossible for us to buy scientific equipment now and even if we want to buy reagents it is all multiplied by three or four, but we still have the same money and no new money is coming in.’

Burton can’t replenish the reagents in his lab right now and they are rapidly being depleted. ‘If we need something urgently then that’s a problem – sometimes we would like to run a certain reaction, but we can’t do it so we look for a cheaper alternative or for a way that uses the supplies that we have, but that, of course, is not ideal,’ he says. Some of the reagents in his lab will last for a year, but others are expected to only last for a few months.

Situation critical

The overall picture is bleak for Argentina’s scientists and early career researchers are in the most difficult position, according to Valeria Levi, a chemist and deputy dean of the School of Exact and Natural Sciences at the University of Buenos Aires. ‘Our young researchers, recent PhD candidates with doctorates, are in the worst situation,’ she says, emphasising that the number of fellowships awarded by Conicet has shrunk from around 1300 to 600, which limits their opportunities to begin research careers.

Many of Argentina’s public universities, which together carry out an estimated 95% of all the major research in the country, are on the verge of shutting down, Levi says. ‘The situation is critical; everything is at risk,’ she warns. ‘If a big [piece of] equipment fails, we have to stop using it, as there is no money for buying small replacement parts.’ In addition, she cautions, cell lines and other research that required years of work could be lost because researchers do not have money to pay for liquid nitrogen to keep them frozen.

When Cortés left Argentina a decade ago to do his postdoctoral studies abroad, he planned to return to Argentina within a few years. After spending some years in the UK, Cortés was offered a professorship in Germany and decided to stay there indefinitely, as conditions had worsened in his home country. But he still hopes to return at some point, when things get better. ‘I’m always monitoring the situation from abroad,’ Cortés says.

In response to Milei’s actions since becoming president, there has been a backlash at universities. In April, it is estimated that more than a million people took part in marches and protests at universities across the country to defend public education and research.

The Milei government seems to be listening now and announced on 15 May that the University of Buenos Aires’ operational budget would be increased 300% to account for inflation. These additional funds will go towards operating expenses like teaching materials and building maintenance, not towards the salaries of professors and researchers. Government authorities are currently discussing the possibility of making similar arrangements for other public universities.

‘We did not get the money yet [at the University of Buenos Aires] and it is not clear when we are going to receive it,’ Levi says, ‘but this would allow us to improve our actual condition a little.’

*********

Rebecca became the US Correspondent for Chemistry World in September 2014, based out of Washington, DC, after writing for the magazine on a freelance basis since 2007.

U.S.A. [recuento de daños]: toca ahora a ERIC: el índice más importante en el área de Educación en riesgo

Publicado en Governing https://www.governing.com/policy/major-education-resource-set-to-shut-down-this-week   Un importante recurso educativ...