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martes, 30 de abril de 2024

USA restablece la "neutralidad" de internet, revocando la decisión del mandato de Trump

Publicado en El Economista
https://www.eleconomista.com.mx/internacionales/Estados-Unidos-restablece-el-acceso-abierto-a-internet-revocando-la-decision-del-mandato-de-Trump-20240425-0081.html



Estados Unidos restablece el acceso abierto a internet, revocando la decisión del mandato de Trump

Por AFP

Jueves 25 de Abril de 2024 

Las reglas devuelven la supervisión gubernamental de los proveedores de internet, clasificando la banda ancha como un servicio de utilidad, regulado como las compañías de agua y telefonía.

La autoridad estadounidense de telecomunicaciones decidió este jueves restablecer el principio de "neutralidad de la red", que garantiza el acceso abierto a internet, revocando una decisión tomada durante el mandato de Donald Trump.

La Agencia Federal de Comunicaciones (FCC) decidió por tres votos (demócratas) contra dos (republicanos) restablecer las normas adoptadas durante el gobierno del presidente demócrata Barack Obama en 2015 sobre este principio.

Concretamente impide que los proveedores de servicios de internet (ISP, por sus siglas en inglés) modulen la velocidad en función del contenido. La agencia "considera que cada consumidor merece un acceso rápido, abierto y justo a internet", dijo la presidenta de la FCC, Jessica Rosenworcel, antes de la votación.

Las reglas devuelven la supervisión gubernamental de los proveedores de internet, clasificando la banda ancha como un servicio de utilidad, regulado como las compañías de agua y telefonía.

Estas reglas de neutralidad "garantizan que puedas ir a donde quieras y hacer lo que quieras en línea sin que tu proveedor de banda ancha tome decisiones por ti", añadió. Dejan claro que los proveedores "no deberían tener derecho a bloquear sitios web, ralentizar servicios o censurar contenido en línea".

En 2017 bajo el gobierno de Trump, la FCC votó a favor del fin de este principio, asegurando que perjudicaba las inversiones de telecomunicaciones en redes de internet ultrarrápidas.

Desde entonces muchos estados han luchado contra esta abolición y la mayoría de las principales plataformas digitales se oponen a un internet de "dos velocidades" y defienden la igualdad de acceso.

Temen que los ISP dominantes, como Comcast y AT&T, creen vías "rápidas" y "lentas" para los servicios en línea. Evan Greer, de la oenegé Fight for the Future, dijo estar "encantado de que la FCC finalmente retome sus responsabilidades".

 Sin embargo, antes de la votación de la FCC, la oenegé Electronic Frontier Foundation advirtió que restaurar las reglas de 2015 no constituye una "solución milagrosa". "Los ISP deben ser abiertos sobre cómo se gestiona el tráfico en sus redes para que todos puedan saber si hay algún problema", estimó.  


jueves, 11 de abril de 2024

USA: Bibliotecarios enfrentan sanciones severas, incluida la prisión, por el manejo de libros prohibidos

Publicado en El Binacional
https://elbinacional.com/2024/04/bibliotecarios-en-estados-unidos-se-enfrentan-a-sanciones-severas-incluida-la-posibilidad-de-prision-por-el-manejo-de-libros-prohibidos/?fbclid=IwAR1VXPNw_7683KWxGrDOzk1-kDVxEEpP0c5i2regUwTvdl77y7whf-UjNyM_aem_AUOAm2S9EZOPS2ubZE9knHXkQGrKM5oCFzZq9dvZuEz2n5Fz2z-IXAJkSFBwM9t5CRs



BIBLIOTECARIOS EN ESTADOS UNIDOS SE ENFRENTAN A SANCIONES SEVERAS, INCLUIDA LA POSIBILIDAD DE PRISIÓN, POR EL MANEJO DE LIBROS PROHIBIDOS.

9 / Abr / 2024




Cuando se publicó una edición ilustrada de “The Handmaid’s Tale” (“El cuento de la criada”) de Margaret Atwood en 2019, los educadores de Clayton, Missouri, decidieron introducir ejemplares en las bibliotecas de las escuelas secundarias. El libro, ampliamente considerado una obra clásica de la literatura distópica, aborda temas sobre la opresión a las mujeres, y se pensó que al presentarse en forma de novela gráfica, podría llegar de manera más efectiva a los adolescentes que luchan con la comprensión de la lectura.

Sin embargo, después de que los legisladores de Missouri aprobaran una ley en 2022 que amenazaba con sancionar a los bibliotecarios con multas e incluso con la posibilidad de encarcelamiento por permitir materiales sexualmente explícitos en las estanterías, el distrito suburbano de St. Louis reconsideró la nueva edición de Atwood y la retiró.

“Hay una representación de una escena de violación, una sirvienta siendo forzada a un acto sexual”, explicó Tom Bober, coordinador de la biblioteca del distrito de Clayton y presidente de la Asociación de Bibliotecarios Escolares de Missouri. “Es literalmente una viñeta de la novela gráfica, pero sentimos que violaba la ley en Missouri”.

En todo Estados Unidos, las denuncias y prohibiciones de libros se han disparado a niveles más altos en décadas. Las bibliotecas públicas y escolares se han visto inundadas de quejas de miembros de la comunidad y organizaciones conservadoras como Moms for Liberty. Cada vez más, los legisladores consideran nuevos castigos, como demandas paralizantes, fuertes multas e incluso penas de prisión, por distribuir libros que algunos consideran inapropiados.

Esta tendencia se produce en un momento en que los funcionarios buscan definir términos como “obsceno” y “dañino”, y muchos de los conflictos involucran materiales con temas raciales y/o LGBTQ+, como la novela de Toni Morrison, “The Bluest Eye” (“Ojos azules”), y las memorias de Maia Kobabe, “Gender Queer”. Aunque ningún bibliotecario o educador ha sido encarcelado, la amenaza por sí sola ha llevado a una mayor autocensura.

Tan solo este año, los legisladores de más de 15 estados han presentado proyectos de ley para imponer duras sanciones a las bibliotecas o bibliotecarios.

Utah promulgó una legislación en marzo que faculta al Fiscal General del estado a hacer cumplir un nuevo sistema para impugnar y eliminar libros “sensibles” de los entornos escolares. La ley también crea un panel para monitorear el cumplimiento de la ley y las posibles infracciones.

Un proyecto de ley similar, que está a la espera de la firma del gobernador de Idaho, Brad Little, faculta a los fiscales locales a presentar cargos contra las bibliotecas públicas y escolares si no alejan los materiales “dañinos” de los menores de edad.

“Las leyes están diseñadas para limitar o eliminar las protecciones legales que las bibliotecas han tenido durante décadas”, dijo Deborah Caldwell-Stone, directora de la Oficina de Libertad Intelectual de la Asociación Estadounidense de Bibliotecas.

jueves, 4 de enero de 2024

Prohibir libros, un deporte cada vez más popular en Estados Unidos

Publicado en Página 12
https://www.pagina12.com.ar/699793-prohibir-libros-un-deporte-cada-vez-mas-popular-en-estados-u?s=08




Desde 2021 se censuraron más de 5800 títulos

Prohibir libros, un deporte cada vez más popular en Estados Unidos

Los estados de Texas y Florida son los más activos, y apuntan sobre todo a libros que abordan cuestiones raciales y de género. Pero la lista se extiende cada vez más.

Tal como sostiene el escritor, editor y traductor austríaco Alexander Pechmann, casi ninguna prohibición o quema de libros organizada a lo largo de la historia logró suprimir definitivamente un texto crítico o una idea políticamente incorrecta de la memoria colectiva. Si esas empresas hubieran sido exitosas, hoy no tendríamos ni la más remota idea de quién fue Ovidio. Parece descabellado pensar que en el siglo XVI existía el Index librorum prohibitorum, una lista que incluía los textos prohibidos para los cristianos confeccionada por el Santo Oficio de la Inquisición. Igual de descabellado sería recordar que por aquella época los libros debían ser testeados por los censores de la institución católica para ser aprobados antes de ir a imprenta. En el caso de hallar ofensas al credo, los escritores podían ser condenados al exilio o quemados junto a sus textos por herejía.

Esas dinámicas parecen lejanas, pero la censura sigue existiendo aunque adopte formas novedosas. En los últimos tiempos se detectó en Estados Unidos un fenómeno verdaderamente preocupante: tan sólo en 2023 se prohibieron 3 mil títulos en 41 estados y hubo 5.894 intentos de censura. La ola conservadora llegó a las aulas y bibliotecas escolares de distintos puntos de la nación presidida por Joe Biden, pero también hubo una reacción por parte de estudiantes, docentes y bibliotecarios que pusieron en marcha una batería de estrategias para revertir esta política que ataca principalmente a autoras mujeres, personas de color y miembros de la comunidad LGBTIQ+.

Texas fue históricamente el estado censor, pero los datos indican que en el último tiempo Florida triplicó el número de prohibiciones y de este modo se suma a una tendencia conservadora que se cristaliza también en las sentencias judiciales que cercenan derechos civiles conquistados por el colectivo de mujeres como el aborto. El abanico de autorxs afectadxs es variopinto e incluye a referentes literarios como Margaret Atwood, Stephen King, Toni Morrison, Aldous Huxley o Joyce Carol Oates. En las listas aparecen libros recientemente adaptados al cine y la televisión como Juego de Tronos (George R.R. Martin), Dune (Frank Herbert) o 2001: Odisea del espacio (Arthur C. Clarke), pero también obras icónicas como Un mundo feliz (Aldous Huxley), El hombre invisible (Ralph Ellison) o Anna Karenina (León Tolstoi).

El mes pasado, después de enterarse de la medida adoptada en Florida, el autor de Carrie escribió en X con ironía: “¿16 de mis libros? Debo estar haciendo algo bien”. Por su parte, James LaRue –director de la Oficina de Libertad Intelectual de la Asociación de Bibliotecas de Estados Unidos– declaró: “Stephen King es un autor muy popular entre los adolescentes, eliminar sus libros niega el acceso a obras formativas”. En las escuelas del condado de Collier se prohibieron 300 libros además de los 16 títulos de King, y otros 100 quedarán restringidos a ciertos niveles o requieren una autorización de los padres para ser leídos.

Género y raza son dos de los ejes que atraviesan la ola censora en los Estados Unidos. Encabezan la lista Género queer, autobiografía de Maia Kobabe sobre su experiencia no binaria y asexual, y Ojos azules, de Toni Morrison, ganadora del premio Pulitzer y del Nobel de Literatura. Su texto aborda la historia de Pecola, una adolescente afroamericana que vive en Ohio a inicios de la Segunda Guerra Mundial y siente que la única solución a todos sus problemas es tener ojos azules, algo que representa el estereotipo “hegemónico” de la belleza blanca. También fue incluida en la lista la escritora afroamericana y queer DeShanna Neal por un cuento que narra el proceso de transición de su hija. “Cada vez que intentan prohibir libros es como si intentaran borrar las experiencias vividas”, manifestó la autora de “My rainbow”. En la misma línea, se aprobó en abril la ampliación a todos los grados escolares de la polémica ley “No digas gay”, que prohíbe debatir sobre orientación sexual e identidad de género en las aulas.

Florida no es el único estado que puso en marcha la censura, pero es un caso interesante para analizar porque la iniciativa responde a una medida que fue impulsada por el propio gobernador, Ron DeSantis, y aprobada por la Legislatura. La Ley 1069 permite a las escuelas limitar en el aula aquellos materiales que aludan a sexo, género, pronombres o salud reproductiva; al mismo tiempo, establece que las bibliotecas escolares deben solicitar la opinión de la comunidad educativa sobre los materiales que ponen a disposición de los alumnos. Por otra parte, exige la “suspensión de cualquier material que presuntamente contenga contenido pornográfico o representaciones obscenas de conductas sexuales”.

El diagnóstico es letal. PEN America, fundación sin fines de lucro que se ocupa de recolectar información para generar conciencia sobre la protección de la libertad de expresión a través de expresiones literarias y derechos humanos, detalló en su último informe que la prohibición de libros en instituciones educativas estadounidenses se triplicó en el último año. La asociación alertó que se trata de “la peor ola de censura en décadas”, con más de 5.800 libros prohibidos desde 2021. Este año los congresos de distintos estados introdujeron 110 proyectos de ley considerados “órdenes de mordaza educativa” y diez se convirtieron en leyes que buscan restringir la enseñanza sobre temáticas raciales, de género, historia estadounidense e identidades disidentes, según indica el informe America's Censored Classrooms 2023.

Pero los estudiantes de las instituciones públicas respondieron con la creación del Club de Libros Prohibidos, un espacio que habilita el acceso a aquellas obras que fueron censuradas. Según comentó Ella Scott, una de las jóvenes fundadoras, “ahora mismo hay unos 30 miembros". Un grupo de alumnos de la secundaria Vandegrift en Leander (Texas), por ejemplo, gracias a esta resistencia logró acceder a El último hombre, novela gráfica del guionista Brian K. Vaughan y la dibujante Pia Guerra que aborda las consecuencias de una misteriosa plaga que acaba con la vida de todos los seres con cromosoma Y. La obra fue prohibida en el estado de Texas y, por tanto, retirada de las bibliotecas escolares. “En los últimos dos años hubo un ataque sin precedentes a la libertad de expresión en la educación pública”, explicó Sabrina Baeta, consultora del programa "Libertad para leer", de PEN America. Pero como Pechmann asegura en La biblioteca de los libros perdidos, "todo régimen, por muy totalitario que sea; todo censor, por muy atento que sea; y todo pedagogo, por muy limitado que sea, tendrá que capitular tarde o temprano ante la imaginación y la ocurrencia de los lectores".


lunes, 24 de abril de 2023

USA: jóvenes crean clubes de lectura de libros prohibidos en desafío a la creciente censura

Publicado en BBC News
https://www.bbc.com/mundo/noticias-65347639


Los clubes de lectura de libros prohibidos con los que los jóvenes desafían la creciente censura en Estados Unidos

  • Fernando Duarte
  • BBC World Service





23 abril 2023

Ella Scott y Alyssa Hoy solo estaban tratando de "salir vivas" de la escuela secundaria hasta que encontraron su vocación: defender el derecho a elegir qué libros leer.

La madre de Hoy, una maestra local, les contó en diciembre de 2021 que las autoridades educativas en Leander, una ciudad en el estado de Texas, estaban prohibiendo varios libros de instituciones académicas, alegando que habían recibido "quejas" de los padres.

La conversación estimuló a las dos adolescentes a establecer un club de lectura de libros prohibidos.

Desde entonces, muchos más han surgido en todo Estados Unidos en respuesta a la creciente censura de obras literarias en escuelas y bibliotecas públicas.

"No teníamos idea de lo que estaba ocurriendo con la prohibición, y sentimos que era necesario hacer algo para crear conciencia", le dijo Scott, de 17 años, a la BBC.

Definitivamente es desconcertante pensar que esto está sucediendo en un lugar como EE.UU., donde tenemos esta cultura de libertad".

El club de lectura de Scott y Hoy comenzó con un grupo de niñas de su clase y luego creció hasta incluir estudiantes de la Vandergrift High School, una escuela estatal con 2.709 alumnos.

"Vienen personas de diferentes grados y orígenes. Es genial escuchar las diversas conversaciones que surgen cuando hablamos de un tema que nos afecta a todos", agrega Hoy, también de 17 años.

Miles de libros prohibidos

Leander está lejos de ser un caso aislado en el que las autoridades educativas han restringido el acceso a obras literarias consideradas controvertidas.

La Asociación de Bibliotecas de EE.UU. (ALA, por sus siglas en inglés) informó en marzo que las solicitudes para la retirada de libros de las bibliotecas escolares y públicas en 2022 alcanzaron su mayor número desde que comenzaron los registros hace 20 años.

En su informe más reciente, que cubre el año escolar 2021-2022 en EE.UU., PEN America, una ONG con sede en Nueva York que rastrea la censura literaria, informó que más de 2.500 prohibiciones de libros fueron emitidas por distritos escolares en 32 estados.

PEN America estima que esas decisiones afectaron a 5.000 escuelas y casi cuatro millones de estudiantes.

Texas, donde viven Scott y Hoy, tuvo el mayor número de prohibiciones de libros (801), seguido de Florida (566) y Pensilvania (457).

Los números podrían aumentar aún más en todo EE.UU.

A fines de marzo, la Cámara de Representantes de mayoría republicana aprobó una ley conocida como la Carta de Derechos de los Padres, que según los críticos otorgaría a los padres derechos de veto sobre los libros en el sistema escolar.

El proyecto de ley aún no ha sido aprobado por el Senado, que tiene una mayoría demócrata.

"Es natural que haya siempre alguien que se sienta incómodo con ciertos temas", dice Scott.

"Pero eso no es necesariamente motivo para retirar los libros o quitarles la oportunidad a los demás de que formen su propia opinión".

"Tratando de silenciar la verdad"

La mayoría de las solicitudes de prohibición involucran obras que tratan sobre identidad racial y sexual.

PEN America dice que de los más de 1.600 títulos que sufrieron algún tipo de censura de 2021 a 2022, más del 80% tenían personajes prominentes de la comunidad LGBTQ+ o no blancos.

Uno de estos libros fue "All Boys Aren't Blue" de George M. Johnson, una memoria sobre la experiencia de crecer como negro y queer, que se ha convertido en el tercer título más prohibido por las autoridades escolares.

"Cada vez que escribes un libro en el que hablas sobre tu verdad, habrá personas que querrán silenciarla", dijo Johnson en una entrevista de 2022 con la radio pública estadounidense NPR.

El escritor y periodista, que usa los pronombres neutros, cree que el plan de estudios que se enseña en la mayoría de los sistemas escolares estadounidenses todavía está fuertemente orientado hacia el adolescente heterosexual, blanco y hombre, y que a las personas que toman tales decisiones les queda difícil aceptar la diversidad.

"Es como: '¡Oh, Dios mío, cuán peligroso sería que los adolescentes blancos tuvieran que aprender sobre las otras personas que existen en la sociedad?'".

Pero la censura también afecta a los textos básicos que han sido leídos por estudiantes estadounidenses durante décadas.

Un ejemplo es "Matar a un ruiseñor", la novela ganadora del Premio Pulitzer de Harper Lee publicada en 1960 que analiza la injusticia racial en EE.UU. Fue prohibido por los distritos escolares de Oklahoma y Carolina del Norte en 2021.

Las organizaciones de libertad de expresión argumentan que la frecuencia y el volumen de objeciones se han intensificado debido a la polarización política desatada después de las amargamente disputadas elecciones presidenciales estadounidenses de 2016 y 2020.

PEN America dice que ha identificado al menos 50 grupos que abogan por prohibiciones a nivel local, estatal y nacional. La mayoría, dice la ONG, parece haberse formado en 2021.

"Los padres y los miembros de la comunidad juegan un papel importante en la configuración de lo que los estudiantes aprenden en la escuela", dijo Suzanne Nossel, directora ejecutiva de PEN America, en un comunicado.

"Pero esto va mucho más allá de las expresiones orgánicas de preocupación o el intercambio normal entre padres y educadores en un ambiente escolar saludable".

Además, las reglas sobre quién puede cuestionar un determinado libro varían en cada distrito escolar.

Algunos incluso permiten que las personas que no son padres de estudiantes expresen sus preocupaciones.

Enfrentándose a las autoridades

Scott y Hoy quieren que su voz se escuche en este debate.

Uno de los libros discutidos recientemente en la reunión de su club es otro título frecuentemente prohibido, "Fuera de la oscuridad", de Ashley Hope Pérez, una novela centrada en una historia de amor entre una adolescente mexicano-estadounidense y un adolescente afroestadounidense en la década de 1930 en Texas.

"Es tan extraño que en una sociedad tan individualista como EE.UU. haya algunas personas tratando de eliminar historias que muestran diferentes individualidades", señala Hoy.

"Eso crea un tipo de persona 'ideal' que se supone que debes ser. Da miedo crecer en tiempos como estos".

Las adolescentes texanas son parte de un movimiento de base que está haciendo más que desafiar las prohibiciones de libros leyéndolos.

En el estado de Missouri, dos estudiantes llevaron al distrito escolar de Wentzville a los tribunales el año pasado por la decisión de eliminar ocho libros considerados "obscenos", incluido "Ojos azules" de Toni Morrison, ganadora del Premio Nobel de Literatura en 1993.

Siete títulos fueron devueltos voluntariamente a las bibliotecas escolares por las autoridades educativas.

Otro caso que llegó a los titulares en EE.UU. fue una larga protesta de estudiantes de secundaria en Pensilvania en 2021 por la decisión de restringir el acceso a más de 300 libros, películas y artículos vinculados principalmente a autores negros y latinos.

Las campañas para facilitar el acceso a obras específicas también forman parte de este movimiento.

En Florida, el activista y poeta Adam Tritt creó la Fundación 451, que compra libros prohibidos y los distribuye en lugares públicos, como cafeterías y heladerías.

"Hemos distribuido casi 3.000 de esos libros a niños y jóvenes, y mi sueño es recaudar más fondos para hacer lo mismo en todo el país", le dijo Tritt, de 58 años, a la BBC.

Tritt, un profesor de inglés en una escuela secundaria en la ciudad de Palm Bay, comenzó la campaña en mayo del año pasado después de recibir un mensaje de las autoridades educativas locales solicitando la eliminación de dos libros de su clase -"Cometas en el cielo" de Khaled Hosseini y "Matadero cinco" de Kurt Vonnegut- porque las obras eran consideradas "pornográficas" y "anticristianas".

"Las alarmas sonaron en mi cabeza y, de inmediato, supe que era necesario actuar".

Tritt dice que su campaña provoca dos tipos de reacciones: por un lado, el agradecimiento de jóvenes, algunos de la comunidad LGBTQ+, y de sus padres. Por el otro, intercambios airados con personas que se oponen a la iniciativa.

"Me insultan y me acusan de ser pedófilo. Y a menudo recibo amenazas de muerte", agrega el maestro.

Él dice que es importante crear conciencia sobre una causa que, irónicamente, la mayoría de los estadounidenses apoyan en principio.

Las encuestas nacionales muestran que la mayoría de las personas de todas las tendencias políticas se oponen a las prohibiciones.

El problema, cree Tritt, es que esta mayoría no está involucrada en el debate.

"Por eso es importante ver a los jóvenes protestando. Puede que todavía sean demasiado jóvenes para votar y cambiar la ley, pero ya están luchando".

Eso es música para los oídos de las estudiantes Ella Scott y Alyssa Hoy en Texas y su Club de Lectura Prohibida.

"Estamos defendiendo una posición sobre un debate que creemos que está ocurriendo principalmente en las reuniones de la junta educativa y que está siendo planteado por padres que no quieren que sus hijos lean un determinado libro", dice Scott.

"Está bien sentirse incómodo y no leer un libro. Pero quitárselo a todos los demás no es justo", añade Hoy.


martes, 18 de abril de 2023

USA: amenazan con desaparecer las bibliotecas públicas

Publicado en La Jornada
https://www.jornada.com.mx/2023/04/14/cultura/a04n1cul



Amenazan con desaparecer las bibliotecas públicas en EU

Esta semana, legisladores de Misuri aprobaron eliminar el presupuesto para ese rubro // Además de retirar títulos de estanterías, la ley estatal castiga a docentes y encargados de librerías con cárcel o multas por facilitar material con contenido prohibido


Reyes Martínez Torrijos
 
Periódico La Jornada
Viernes 14 de abril de 2023, p. 4


La Cámara de Representantes de Misuri aprobó el martes pasado eliminar del presupuesto del estado los recursos para las bibliotecas públicas en esa entidad, en un episodio más de la guerra cultural que sostienen grupos conservadores que en los recientes meses se han dedicado a prohibir libros en Estados Unidos.

Organizaciones civiles que se oponen a ese embate sostuvieron que la desaparición de 4.5 millones de dólares para las bibliotecas públicas es una represalia por la demanda contra una ley estatal aprobada en 2022 que ha resultado en el enjuiciamiento de bibliotecarios y otros educadores que dieron acceso a libros a los estudiantes.

Aunque el presupuesto todavía tiene que pasar por la aprobación del Senado estatal y la oficina del gobernador de Misuri, es un hecho el peligro en el que se halla el financiamiento gubernamental para las bibliotecas ubicadas principalmente en áreas rurales.

Además, la Unión Estadunidense de Libertades Civiles de Misuri (ACLU-MO, por sus siglas en inglés), la Asociación de Bibliotecarios Escolares de Misuri (AML, por sus siglas en inglés) y la Asociación de Bibliotecas de Misuri (MLA, por sus siglas en inglés) presentaron una demanda para anular una ley estatal aprobada en 2022 que prohíbe material sexualmente explícito en las escuelas.

Sostienen que los distritos escolares no sólo han estado retirando libros de sus estanterías, sino que se han fincado cargos a bibliotecarios y docentes, castigándolos hasta con un año de cárcel o una multa de 2 mil dólares por facilitar dicho material.

Según el diario británico The Independent, PEN America informó que esa norma recién aprobada orilló al retiro de forma preventiva por temor a que los activistas de derecha presenten demandas judiciales contra ellos, lo que supondría una pérdida de dinero. Entre agosto y noviembre, las autoridades estatales prohibieron más de 300 libros en al menos 11 distritos escolares.

Las amenazas a las bibliotecas de Misuri se han replicado en legislaturas estatales y los gobiernos locales de todo Estados Unidos, con campañas de activistas contra títulos vinculados a personas LGBT o materiales que hablan de sexualidad y representaciones honestas de racismo y discriminación, reportó el rotativo.

Con base en información del portal EveryLibrary, se detalla que este año hay más de 100 proyectos de ley en las asambleas legislativas de al menos 31 estados de ese país que amenazan con recortar los presupuestos de muchas bibliotecas, para “implantar sistemas de clasificación de libros, regular el tipo de libros y materiales de sus colecciones y modificar las definiciones de obscenidad que prevalecen sobre las protecciones de la Primera Enmienda”.

Hace unos días, la MLA difundió un comunicado en el que rechaza el recorte propuesto por el presidente del comité de presupuesto, el republicano Cody Smith, debido a que, según su opinión, la ayuda estatal enviada a los 160 distritos de bibliotecas en Misuri se estaba gastando para financiar el litigio contra el estado.

La organización aclaró que la ayuda estatal a las bibliotecas se dirige a proporcionar colecciones relevantes, programas basados en la alfabetización y recursos tecnológicos a sus comunidades. Nuestras bibliotecas rurales son las que más dependen de este financiamiento para servir a sus comunidades, y se verán perjudicadas por este drástico recorte presupuestario.

Por su lado, la ACLU-MO declaró que tomar represalias contra dos organizaciones privadas, dirigidas por voluntarios, castigando a los usuarios de las bibliotecas públicas de Misuri es aborrecible, y pidieron que no se cargue a los gobiernos locales con un esfuerzo equivocado para silenciar a las organizaciones que se oponen a la extralimitación de la legislatura.

Vetan temas LGBT y de diversidad

La revista Vice reportó que además de Misuri, hay estados donde varias iniciativas contra la obscenidad “se convirtieron en leyes el año pasado, incluidos Oklahoma y Tenesi. Se ha vuelto más fácil para un adulto impugnar libros con representación de LGBT y diversidad.

La semana pasada, la Asociación Estadunidense de Bibliotecas (ALA, por sus siglas en inglés) publicó datos que muestran que en 2022, la cantidad de impugnaciones contra libros casi se duplicó, y 32 por ciento de todas ellas incluyeron múltiples títulos.

Otro ejemplo de la guerra que grupos conservadores han emprendido contra el libro es que en Texas, funcionarios del condado de Llano consideran planes para cesar las operaciones por completo en su sistema de bibliotecas, después de que un juez ordenara a uno de esos recintos que devolviera los libros que había retirado.

Entre los títulos eliminados de las estanterías de esa biblioteca por empleados del condado se encuentran They Called Themselves the KKK: The Birth of an American Terrorist Group, de Susan Campbell Bartoletti; tres libros de la serie I Need a New Butt!, de Dawn McMillan; títulos de Maurice Sendak, y un libro titulado It’s Perfectly Normal: Changing Bodies, Growing Up, Sex, and Sexual Health, así como libros infantiles ilustrados.

En defensa de los bibliotecarios y las bibliotecas frente a una oleada de amenazas legislativas el mes pasado, Lessa Kanani’opua Pelayo-Lozada, presidenta de la ALA condenó a la minoría ruidosa que aviva “las llamas de la controversia en torno a los libros.

Muchos trabajadores de bibliotecas se enfrentan a amenazas a su empleo, a su seguridad personal y, en algunos casos, a amenazas de enjuiciamiento por proporcionar libros a los jóvenes que ellos y sus padres quieren leer.

Pelayo-Lozada concluyó: Nuestra nación no puede permitirse perder a los trabajadores de las bibliotecas que impulsan a sus comunidades y salvaguardan nuestra libertad de leer.


Plan 2.0 para el acceso abierto: ¿un plan o una nueva ambigüedad?

Publicado en THE Times Higher Education https://www.timeshighereducation.com/news/plan-s-20-open-access-plan-bold-may-prove-ineffective   El...