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lunes, 17 de abril de 2023

ALyC: problemas por la alta rotación de ministros de ciencia

Publicado en SciDevNet
https://www.scidev.net/america-latina/news/alta-rotacion-de-ministros-de-ciencia-un-factor-que-afecta-al-sector/?utm_source=SciDev.Net&utm_medium=email&utm_campaign=13880866_2023-04-17%20Weekly%20Email%20Digest%20-%20Am%C3%A9rica%20Latina%20y%20el%20Caribe%20Template.%20For%20no%20topic%20preferences&dm_i=1SCG,89IJM,665LFG,XYC4M,1




17/04/23
Alta rotación de ministros de ciencia, un factor que afecta al sector
De un vistazo
  • En Chile, en poco más de 400 días, tres ministros de Ciencia y Tecnología han ocupado la cartera
  • Pero no es el único país latinoamericano con una alta rotación de ministros del sector
  • Constantes cambios son otra evidencia de poca importancia que el poder político da a la ciencia



[SANTIAGO DE CHILE] Los cambios constantes de ministros de Ciencia y
Tecnología son un factor adicional que contribuye a darle inestabilidad a las
políticas científicas y generan incertidumbre en los sectores involucrados,
según especialistas latinoamericanos en gestión pública de la ciencia
consultados por SciDev.Net.

Por ejemplo en Chile, en poco más de 400 días que lleva el régimen del 
presidente Gabriel Boric se han cambiado tres ministros de Ciencia, Tecnología,
Conocimiento e Innovación.

El último ocurrió el 10 de marzo pasado, cuando nombró a la abogada Aisén
Etcheverry, quien se desempeñaba hasta entonces como presidenta del Consejo
Nacional de Ciencia, Tecnología y Conocimiento e Innovación, cargo que ha sido
asumido por la removida ministra Silvia Díaz.

“Preocupa que cada persona que ocupa este cargo implementa nuevas medidas
lo que necesariamente conlleva una gran inestabilidad en el sistema. Más aún
considerando que con cada ministro o ministra se establece un diálogo, se llega a
acuerdos con la comunidad científica, pero todo queda en nada al cambiar la
 autoridad”, comenta a SciDev.Net Cecilia Hidalgo, presidenta de la Academia de
Ciencias de Chile
.

Pablo Astudillo, biólogo fundador del movimiento Más Ciencia Para Chile
y uno de los científicos que trabajó activamente para la creación del ministerio,
considera negativo que haya una rotación tan alta de ministros en una cartera
tan nueva (comenzó a operar en octubre de 2019).

“Los científicos seguimos viviendo una situación tan crítica como cuando todavía
no existía un ministerio y eso me parece que es grave porque si tu objetivo es
poner la ciencia al servicio del desarrollo me parece que es muy evidente que
en primer lugar necesitas una ciencia que movilizar para lograr tus objetivos”, opina.

Astudillo considera que el ministerio ha tenido un foco muy disperso en distintas
iniciativas: “aparece en distintas mesas liderando distintas políticas pero no se
preocupa de su ámbito sectorial y, por lo tanto, esto nos lleva a un segundo
problema: que se está depositando mucha expectativa en lo que puede hacer
el Ministerio de Ciencia y quizás no se está aprovechando que sean los ministerios
 sectoriales los que aprovechen los conocimientos científicos que pueda movilizar
el ministerio para sus propios objetivos”.

Por su parte Andrés Couve, quien fue el primer titular de la cartera en Chile durante
 el gobierno de Sebastián Piñera (2019-2022), opina que “promover la ciencia y la
 tecnología y su rol en el desarrollo del país realmente tienen que ser política de
 Estado porque es un desafío de largo plazo. La investigación científica y su
transferencia son transiciones que son lentas porque el conocimiento científico
demora en generarse”.

“No conozco las razones por las cuales los ministros recientes han durado poco.
Creo que siempre en los gobiernos, en los gabinetes hay razones para hacer
cambios que generalmente son complejas, son equilibrios políticos muchas veces”,
señala Couve a SciDev.Net en conversación telefónica.

Tras recordar que estos son cargos de exclusiva confianza del Presidente de
la República añade que estos cambios “afectan significativamente la continuidad
de una política científica. Lo que sí puedo decir es que no es lo que necesitamos”,
señala Couve, quien actualmente volvió a sus labores como docente en la facultad
de Medicina de la Universidad de Chile.

Más allá de los cambios de ministros

Y si bien el de Chile es un caso extremo, no es la excepción en Latinoamérica,
donde también se han presentado casos similares en Brasil y Costa Rica en
los últimos años.

Para Helena Nader, presidenta de la Academia Brasileña de Ciencias, la alta
rotación ministerial influye en el sector, pero es solo una parte del problema y
no solo de Brasil sino de toda la región.

En su país, desde la creación del ministerio, en 1985, han pasado por el cargo
24 ministros, un promedio de un ministro cada 1,5 años. Muy pocos titulares se
mantuvieron en esa cartera por más de tres años, mientras que 18 no alcanzaron
a permanecer un año. En el caso de Costa Rica, el ministerio se creó en 1990
y desde entonces han pasado por el cargo 16 ministros. El promedio en el cargo
es de 2 años.

Para Nader, el verdadero problema es que más allá de la alta rotación, los
científicos “todavía no estamos siendo considerados por los que están en el poder.
Ellos no ven a la ciencia como algo relevante”.

“Muy a menudo el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación es uno de
los últimos en elegir a su ministro. No se considera importante”, afirma Renato
Janine Ribeiro, quien fue ministro de Educación de Brasil en 2015 y actualmente
preside la Sociedad Brasileña para el Progreso de la Ciencia (SBPC).

Admite que el ser o no científico no necesariamente define si un ministro será
bueno o malo, ya que ha habido políticos que han sido muy buenos ministros de
ciencia.

Nader insiste en que más allá del desempeño de un ministerio lo que importa es
que los representantes de la ciencia sean bien considerados y comenta que
Estados Unidos no tiene un ministro de Ciencia, pero sí un asesor de alto nivel
el presidente, e instituciones sólidas como la National Academy of Science o
la National Academy of Engineering, con más de 1.000 empleados cada
una prestando apoyo tanto al Congreso como a la Presidencia.

“Nadie piensa allá que la ciencia no es relevante, lo mismo en el Reino Unido
o en la Unión Europea. Acá tenemos ministros, pero no cuentan con el apoyo
necesario”, sentencia.

Este artículo fue producido por la edición de América Latina y
el Caribe de 
SciDev.Net

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lunes, 16 de enero de 2023

CHILE: líder en velocidad de Internet

Publicado en Xataka
https://www.xataka.com/otros/chile-tiene-internet-rapido-mundo-asi-ha-conseguido



Chile tiene el Internet más rápido del mundo. Así lo ha conseguido

Cuando toca hablar de velocidad de Internet de banda ancha fija, Chile es un actor a tener muy en cuenta. Así lo constata el último estudio de OOKLA, que en su índice global Speedtest —con datos tomados entre noviembre de 2021 y noviembre de 2022— deja especialmente bien parado al país sudamericano, al que sitúa en lo más alto de su TOP 10, por delante de China o Singapur.

La pregunta del millón es: ¿Por qué?

¿Qué dicen los datos? Que Chile se adelante en velocidad de banda ancha fija al resto de países analizados en el informe de OOKLA. Sus técnicos anotaron allí 216.46 megabits por segundo (Mbps), dato con el que supera al resto de países que conforman el TOP 10, una lista que completan China (214.58 Mbps), Singapur (214.23) y Tailandia (205.63), entre otros. En el ránking se cuelan por ejemplo EEUU, con 189.48, Hong Kong (194.35) o Emiratos Árabes (186.76 Mbps).

¿Es el primer estudio en destacar a Chile? No. Para su estudio, OOKLA analizó el período comprendido entre noviembre de 2021 y 2022. En su ranking de 2021 Chile figuraba ya en un lugar relevante, aunque limitado al segundo puesto, por debajo de Singapur. En cualquier caso no es el único informe que destaca la velocidad del país latinoamericano. En marzo de 2022 la web Uswitch publicó su propio balance sobre las naciones de la OCDE que disfrutan de una banda ancha más rápida y a la cabeza situaba a Chile, con una velocidad media de descarga de 189.36 Mbps.

Otro documento interesante es el Worldwide Broadband Speed League 2022, del que se hace eco Statista y que identifica a Chile como el país mejor posicionado en lo que a velocidad de descarga se refiere en América Latina y el Caribe. Eso sí, le asigna el puesto 27 en el ranking global.

¿Cuál es el marco general? Chile no es el único que ha visto incrementado su registro. Como recoge el informe, “la conectividad a Internet continúa acelerándose en todo el mundo, sobre todo a medida que los países priorizan y mejoran las redes de banda ancha fija y móvil”. A nivel global, los registros de OOKLA han constatado que la velocidad de descarga móvil se incrementó cerca de un 17% a lo largo del último año, mientras la banda ancha fija creció al menos un 28%.

Un buen dato que no solo afecta al país. Así es. El Speedtest Global Index aporta también clasificaciones de velocidad de Internet en algunas grandes metrópolis del planeta. Y ese capítulo Chile sale igualmente bien parada, aunque, eso sí, sin alcanzar el liderazgo absoluto. Su ranking de banda ancha fija lo encabeza Pekín, con 238.86 Mbps; pero en segundo lugar se sitúa Valparaíso, con 222.75, lo que le permite aventajar a otras grandes urbes del planeta, como Shanghái (221.85), Nueva York (218.04), Bangkok (217.19) o Madrid, que se cuela en el TOP 10 con 196.70. Chile fue también el escogido por Musk para iniciar sus operaciones de Internet satelital en América Latina.

¿Un liderazgo absoluto? No. Según OOKLA, Chile brilla en la velocidad de la banda ancha fija, pero no en móvil. Ese TOP 10 lo encabeza Qatar, con 176.18 Mbps, seguido de Emiratos Árabes (139.41) y Noruega (131.54). “Antes de albergar el Mundial, Qatar se disparó al primer lugar en el Speedtest Global Index con una velocidad de descarga promedio de 176.18 Mbps en noviembre de 2022 desde 98.10 Mbps en noviembre de 2021”. Chile no figura en ese caso en el TOP 10.

¿Cómo interpretar los resultados? La conclusión del último ranking de Speedtest Global Index no es del todo sorprendente. Hace meses ya elevaba a Chile a lo más alto de su TOP 10. Para analizar el dato viene bien sin embargo entender la expansión reciente de la Red en el país latinoamericano. En otoño el Consejo de Políticas de Infraestructura (CPI) sacaba pecho por un nivel de conexión a Internet que alcanza al 89,2% de los hogares, muy por encima del 75% de solo un lustro antes.

Hace justo un año el Gobierno chileno destacaba cómo las redes de alta velocidad eran las preferidas por los usuarios. “Sumando las conexiones de fibra óptica y de HFC estas totalizan el 91,8%. Sin embargo, la fibra óptica es la tecnología fija de mayor preferencia, alcanzando 2.221.721 conexiones, equivalentes al 52,9% de las conexiones fijas totales, con un crecimiento del 68% en los últimos 12 meses”, subrayaba Telecomunicaciones. Las conexiones 4G se habían incrementado un 16% y desde el Ejecutivo insistían además en las nuevas redes 5G y la fibra óptica.

¿Qué dicen los usuarios de la red chilena? Esteban Pesce, de Solo Gamer Chile, reconoce que en la actualidad es “muy común ver en casa conectividad de 100 megas o más”, sobre todo tras los planes de expansión y mejoras en las redes aplicadas por las compañías a raíz de la pandemia del COVID-19. “Además entraron algunos player adicionales que reavivaron la conexión, entregando mayor velocidad a precios más competitivos”, comenta Pesce.

Ariel Griffouliere, gerente de Desarrollo de Negocio Hogar-Movistar Chile, concuerda con la mejora en los últimos años. “La pandemia fue un detonante y acelerador muy claro, sin embargo la demanda de mejor calidad de conexión, a través de fibra óptica, y los tráficos de datos venían creciendo de forma sostenida previo a la pandemia”, destaca la portavoz de Movistar Chile.

Un desarrollo rápido. “Chile tiene una gran fortaleza a nivel de infraestructura en servicios de Internet fijo, que logró construir en un corto plazo, con despliegues de fibra óptica por todo el país”, zanja Ariel Griffouliere, para quien “la calidad de la fibra óptica cambió el estándar de los usuarios e Internet en Chile”. “Considerando cifras actualizadas OCDE 2021, nuestro país supera el promedio mundial de la región (Latinoamérica) y queda solo debajo de Estonia en lo que ha sido el aumento de suscripciones a Banda Ancha Fija. Además, Chile se encuentra en el quinto lugar del mundo entre los países con mayor porcentaje de crecimiento anual en fibra óptica”, remarca la portavoz.

lunes, 9 de enero de 2023

CHILE comienza a revertir baja inversión en ciencia y tecnología

 Publicado en SciDevNet

https://www.scidev.net/america-latina/news/chile-comienza-a-revertir-baja-inversion-en-ciencia-y-tecnologia/?utm_source=SciDev.Net&utm_medium=email&utm_campaign=13711232_2023-01-09%20Weekly%20Email%20Digest%20-%20Am%C3%A9rica%20Latina%20y%20el%20Caribe%20Template.%20For%20no%20topic%20preferences&dm_i=1SCG,85VNK,665LFG,XGDMP,1


03/01/23

Chile comienza a revertir baja inversión en ciencia y tecnología

De un vistazo
  • Presupuesto 2023 de CyT es de US$ 88 millones, un aumento de 9,6 por ciento respecto al año anterior
  • Inversión del sector venía en descenso desde fines de la pasada década
  • Mayores partidas irán a formación de capital humano, desarrollo institucional y difusión del conocimiento

[SANTIAGO] Cuando Gabriel Boric asumió la Presidencia de la República de Chile, en marzo pasado, dejó en claro su intención de elevar la inversión en ciencia, tecnología e innovación (CTI) del país de 0,34 por ciento a 1 por ciento del PIB al término de su mandato de cuatro años.

Este año, como punto de partida para alcanzar ese objetivo inyectará 76 mil millones de pesos (alrededor de US$ 88 millones) al presupuesto público del sector para 2023, lo que representa un incremento de 9,6 por ciento respecto del año previo.

De ellos al menos 53 mil millones irán directamente al ministerio del ramo mientras que el resto se repartirá en proyectos relacionados con los ministerios de Energía y Economía, confirmaron fuentes a las que SciDev.Net tuvo acceso.

De esta forma, de un total de casi $514 mil millones (US$ 595 millones) al que asciende el presupuesto 2023 del Ministerio de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación, las mayores partidas se destinarán a formación de capital humano avanzado (18,94 por ciento), desarrollo de la institucionalidad sectorial (5,38%) y vinculación con el medio y difusión del conocimiento (5,19%).

“Este aumento de inversión en ciencia y tecnología es histórico. Es la clara señal de que, para este gobierno, es imprescindible dar un salto en estas materias y poner ahí no solamente intenciones y buena voluntad”, destaca a SciDev.Net la ministra de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e innovación Silvia Diaz.

Detalla que por ejemplo gran parte del incremento se destinará al financiamiento del programa Fondo de Innovación, Ciencia y Tecnología (FICYT). “Eso significa poner el foco en determinados proyectos e investigaciones de gran impacto”, dice.

Adelanta que “con este presupuesto podremos participar de manera activa en el impulso del modelo de desarrollo productivo sostenible, con foco en instituciones públicas estratégicas que nos den la capacidad y la mejora suficiente para fortalecer su innovación”.

Para la presidenta de la Academia de Ciencias, la bióloga Cecilia Hidalgo, se trata de una señal positiva si se considera que el gasto público en ciencia ha venido experimentando disminuciones casi sucesivas desde fines de la década pasada. “Cualquier aumento es bienvenido porque no podemos seguir con las bajas anteriores” dice la científica.

lván Suazo, Vicerrector de Investigación y Doctorados de la Universidad Autónoma de Chile, una de las cinco universidades privadas del país con mayor número de alumnos, reconoce que el aumento del presupuesto va en la dirección correcta, pero es insuficiente.

“Todavía estamos por debajo de países como Cuba o Venezuela, incluso bajo el promedio de América Latina que está en 0,56 por ciento, y muy lejos del promedio de la OCDE que está en 2,78 por ciento”, precisa.

Baja inversión, pero alta calidad

No obstante, Cecilia Hidalgo reconoce que se ha producido una inusual situación: “Si uno mira la inversión de todos los países de la OCDE, Chile está junto con México y Colombia con menos del 0,5 por ciento, y si se observa el número de científicos por cada mil habitantes que trabajan también estamos muy por abajo”, señala.

“Pero si uno mira el impacto de las publicaciones chilenas en un período de varios años, Chile está casi en el promedio de la OCDE y si tomamos el impacto dividido por la inversión salimos del promedio de todos los países por lejos. Estamos generando ciencia muy buena con muy poca inversión”, destaca.

Esto significaría que no necesariamente una baja inversión en ciencia trae como consecuencia mala ciencia, pero en este caso los resultados son producto de mucho esfuerzo.

Para el director del programa de bachillerato de la facultad de Ciencias de la Universidad de Chile, Jorge Babul, más allá del monto que es necesario inyectar, también hay que hacer un trabajo en la formación de los investigadores.

“No veo un plan de desarrollo para la formación de científicos, donde tiene que haber un puente entre la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo (ANID) y las universidades del país. Hoy tres universidades se llevan la mayor parte de los fondos de investigación y de los becarios, pese a que hay varias otras universidades estatales que también están haciendo ciencia”, critica.

En Chile actualmente existen 56 instituciones de estudios superiores que se dividen en dos categorías: las llamadas «universidades tradicionales», integradas por 18 universidades públicas y 9 universidades particulares creadas antes de 1980; y 27 universidades privadas creadas después de ese año. El Gobierno de Boric ha puesto énfasis en que priorizará la educación pública.

Suazo prefiere mayor amplitud en la distribución de los recursos, es decir que no se omita a los planteles privados. “La ciencia es competitiva y se debe privilegiar el financiamiento de los mejores proyectos, que agreguen valor a la matriz productiva, que generen más conocimiento y esto tiene poco que ver con la naturaleza jurídica de las instituciones que producen este desarrollo”.

Para el académico, “el crecimiento necesariamente pasa por una mayor inversión privada en innovación e investigación, “y eso no se está haciendo”.

“El gobierno se comprometió a subir a 0,7 por ciento del PIB la inversión estatal al final de su periodo y hacer esfuerzos para que el sector privado ponga el otro 0,3 por ciento, pero no sabemos cómo lo va a hacer”.
Cecilia Hidalgo, presidenta de la Academia de Ciencias de Chile

Mientras no se incorpore de manera sistemática a la inversión privada en investigación e innovación no vamos a poder crecer de manera significativa, subraya, y destaca que el proyecto de reforma tributaria va en el sentido correcto.

“La propuesta, que actualmente se debate en la Cámara de Diputados, busca incorporar un 2 por ciento del crédito tributario para la inversión en investigación y desarrollo. Si eso se aprueba va a significar un verdadero cambio en la matriz de inversión en ciencia”, asegura.

Cecilia Hidalgo es escéptica respecto de la participación de los privados. “El gobierno se comprometió a subir a 0,7 por ciento del PIB la inversión estatal al final de su periodo y hacer esfuerzos para que el sector privado ponga el otro 0,3 por ciento, pero no sabemos cómo lo va a hacer”, indica.

“¿Cómo convencemos [al sector privado] de que lo ponga cuando históricamente ha sido súper renuente a aportar a la ciencia, tecnología e innovación? Están cómodos, no se imaginan para qué se necesita más inversión, más innovación en ciencia, sobre todo la ciencia básica que no les interesa para nada”, concluye.

Este artículo fue producido por la edición de América Latina y el Caribe de SciDev.Net

lunes, 10 de enero de 2022

CHILE: Presidente electo prevé duplicar presupuesto de ciencia

Publicado en SciDevNet
https://www.scidev.net/america-latina/news/presidente-electo-de-chile-preve-duplicar-presupuesto-de-ciencia/


03/01/22

Presidente electo de Chile prevé duplicar presupuesto de ciencia

De un vistazo
  • Electo presidente de Chile destaca la ciencia en su plan de gobierno
  • A partir de marzo 2022 propone duplicar el presupuesto nacional en ciencia
  • Entre otras medidas apunta a dar más lugar a la ciencia en el cambio climático

La ciencia parece tener un lugar importante entre las reformas previstas en el programa de gobierno del próximo presidente de Chile, Gabriel Boric, elegido el 19 de diciembre.

Duplicar el presupuesto nacional para el área, disminuir la brecha de género en la ciencia, y poner estas disciplinas al servicio de la adaptación al cambio climático son parte de las propuestas en un país que hoy invierte 0,34 por ciento del producto interno bruto (PIB) en esta área.

“Lo haremos de manera escalonada y articulada, con un fuerte énfasis en el fortalecimiento equitativo de las capacidades de investigación y sin descuidar ninguna área del conocimiento”.
Programa de gobierno de Gabriel Boric, presidente electo de Chile

Como parte del programa de gobierno, que comenzará el 11 de marzo de 2022, el Ministerio de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación (Mincyt) será uno de los que más crecerá. Esto porque se duplicará el presupuesto hasta alcanzar una inversión de 1 por ciento del PIB en esta materia.

“Lo haremos de manera escalonada y articulada, con un fuerte énfasis en el fortalecimiento equitativo de las capacidades de investigación y sin descuidar ninguna área del conocimiento”, se detalla en el programa.

Aunque aún no se conocen mayores detalles de cómo se lograría esto en un gobierno que durará hasta 2026 y que comenzará en medio de una crisis sanitaria y económica, Cecilia Hidalgo, presidenta de la Academia Chilena de Ciencias, aseguró a SciDev.Net que eso es solo cuestión de voluntad política.

“Cuando se tiene un presupuesto de 0,3 por ciento es muy fácil duplicarlo porque el monto es tan exiguo que no requiere de mucho esfuerzo”, opinó.

El promedio de inversión en ciencia de los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), de la que Chile es miembro, es de 2,4 por ciento, más de siete veces lo que invierte el país sudamericano. En tanto, la diferencia con los que están al tope de la tabla, como Israel y China, es aún más abismal, pues ellos destinan casi al 4 por ciento de su PIB.

En América Latina, en cambio, Chile no desentona. Uruguay, por ejemplo, invierte el mismo porcentaje desde hace al menos 20 años y, a excepción de Brasil, ningún país de la región supera 0,56 por ciento de inversión en ciencia, según datos de la Red de Indicadores de Ciencia y Tecnología -Iberoamericana e Interamericana (RICYT).

Otro de los ejes del programa es el reconocimiento de que la ciencia debe tener un rol más activo en el combate al cambio climático. Por ello la propuesta es crear el Instituto Tecnológico y de Investigación Público para la Crisis Climática y Ecológica, que estará bajo el ala del Mincyt.

Su objetivo será articular y financiar la investigación, el desarrollo, la transferencia y adopción tecnológica, así como la innovación para “enfrentar los diversos desafíos derivados de la crisis climática y ecológica”, detalla el documento.

Históricamente la inversión en ciencia en Chile ha estado centralizada en Santiago, su capital, pero esta fórmula ya no funciona, dijo a SciDev.Net Marcelo Mena, director del Centro de Acción Climática de la Universidad Católica de Valparaíso, ex ministro de Medio Ambiente, y quien se integró como asesor del comando de Boric para la segunda vuelta.

“Toda la literatura indica que un país es más resiliente al cambio climático mientras más descentralizado es”, dijo el científico, quien además es una de las opciones que se nombran para la futura cabeza de la cartera de Medio Ambiente.

Otro de los ejes comprometidos será el avance en la igualdad de género en ciencia. Si bien varía según la disciplina científica, en promedio solo un tercio de los investigadores son mujeres, diferencia que se acentúa a medida que avanzan los años de carrera y los ascensos.

Hidalgo aplaudió esta iniciativa, así como también la idea de fomentar una mayor inclusión de los científicos y científicas al quehacer nacional. Sin embargo, advirtió que le hubiera gustado tener más definiciones de cómo se va a promover y aumentar el número de científicos, y cómo será su inserción en condiciones laborales justas. Esta última ha sido una de las principales banderas de lucha de los investigadores jóvenes en el último tiempo, recordó.

Otro de los focos que tendrá la política científica será asegurar los fondos para centros de investigación que llevan años funcionando, pero que bajo la estructura actual de financiamiento solo tienen aportes por un periodo fijo.

“Este es un gran cambio de mirada. La ciencia y la innovación requieren de un financiamiento permanente que no puede depender de un gobierno u otro”, opinó Marcelo Mena.

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lunes, 19 de julio de 2021

¿Está la investigación latinoamericana en declive?

 Publicado en blog THE - Times Higher Education

https://www.timeshighereducation.com/world-university-rankings/latin-american-research-path-decline?&utm_source=newsletter&utm_medium=email&utm_campaign=rankings_newsletter


¿Está la investigación latinoamericana en declive?

Las restricciones presupuestarias relacionadas con la pandemia y los gobiernos contrarios a la ciencia están pasando factura a los investigadores de la región. 

Ellie Bothwell informa

13 de julio de 2021

Ellie Bothwell
Twitter: @elliebothwell

Cuando los comentaristas describen los sistemas de ciencia e investigación en América Latina, el panorama suele ser sombrío. La falta de financiación y recursos, la fuga de cerebros y los altos niveles de burocracia son algunos de los retos más citados para la educación superior en la región.

Una cuestión clave en el último año ha sido si la pandemia de Covid-19 cambiará este panorama para bien o para mal.

"Es muy paradójico", dice Alma Maldonado, investigadora de educación superior del Centro de Investigación y Estudios Avanzados del Instituto Politécnico Nacional de México.

"Por un lado, la ciencia ha sido tan relevante durante la pandemia... y los científicos han obtenido cierto reconocimiento por su trabajo. Por otro, hay limitaciones con el presupuesto, y no hay suficiente dinero para financiar todo".

Pero muchos investigadores concluyen que es el escenario más sombrío el que prevalecerá.

Fernanda Estevan, profesora asociada de la Escuela de Economía de São Paulo, afirma que "la situación fiscal de Brasil ha sido muy difícil por lo menos desde 2014. Luego, la pandemia no hizo más que empeorar las cosas".

Por ejemplo, el gobierno ha congelado la contratación de empleados del sector público, incluidos los académicos de las universidades federales, para ayudar a financiar su paquete de ayuda para la pandemia, una medida que ya está teniendo un impacto en la producción de investigación del país, dice Estevan.

Por su parte, Andrés Zahler, profesor asociado y director de la Escuela de Ingeniería Comercial de la Universidad Diego Portales, afirma que en Chile "las necesidades a corto plazo se han disparado" como consecuencia de la crisis de Covid. Sin embargo, la ciencia y la tecnología se apoyan mejor en políticas a largo plazo, añade.

Pero la pandemia no es el único acontecimiento que los académicos temen que debilite el sistema de investigación de la región. 

En México, el gobierno está realizando varios cambios legislativos que, según los académicos, reducirán aún más la financiación de la investigación, limitarán su influencia en la futura política científica y recortarán la libertad académica.

El año pasado, el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, conocido como Amlo, impulsó una legislación que eliminaba 109 "fondos fiduciarios" semiindependientes. Los fondos están valorados en unos 68.000 millones de pesos (2.400 millones de libras), de los que aproximadamente un tercio se dedica a la ciencia y la investigación.

Los fondos se crearon para garantizar una financiación sostenida de programas específicos, como grandes proyectos de investigación, becas para estudiantes y mantenimiento de equipos de investigación. Pero ahora el gobierno administrará el dinero directamente, haciendo que la financiación dependa de las asignaciones presupuestarias anuales. El presidente dijo que el dinero era necesario para apoyar la respuesta del país a la pandemia.

El gobierno mexicano también está proponiendo un nuevo y controvertido proyecto de ley de ciencia. María Brenda Valderrama Blanco, investigadora en biotecnología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y uno de los miembros fundadores de ProCienciaMx, una red de científicos que busca influir en la política científica, dice que la legislación no menciona la ciencia básica y no dice nada sobre la participación de la comunidad científica en el establecimiento de las prioridades de investigación y la evaluación de la investigación. En su lugar, las prioridades de investigación serán decididas por un único comité gubernamental, dirigido por el presidente. El proyecto de ley también elimina el objetivo de invertir el 2% del producto interior bruto en ciencia y tecnología y no incluye ningún detalle sobre los mecanismos de financiación de los proyectos de investigación, añade.

"Por lo tanto, no hay obligación de invertir. E incluso si quieren invertir, no hay ninguna estructura para hacerlo: ningún instrumento, ninguna convocatoria de financiación, nada. Es como una cesta vacía", dice.

"El gobierno dice: 'Tenéis libertad de investigación, podéis investigar en el campo que queráis, pero sólo habrá financiación para nuestras prioridades'. Además, no habrá financiación para los proyectos regionales y locales, sólo para los nacionales'".

La comunidad académica ha respondido a la legislación propuesta con su propio borrador de un nuevo proyecto de ley de ciencia, y se espera que se presenten una o dos versiones alternativas más en las próximas semanas, dice Valderrama. Su esperanza es que los proyectos de ley se discutan al menos en el Congreso, algo que, según ella, no ha sucedido hasta ahora bajo el gobierno de Amlo. 

"En los últimos tres años, todas las leyes se han aprobado sin discusión. El gobierno envía los proyectos de ley y la cámara los aprueba sin cambiar una sola coma", dice.

"Si la ley de ciencia [del gobierno] pasa sin cambiar una sola coma, la viabilidad de la investigación en México desaparecerá. No habrá libertad de investigación, ni financiación de la ciencia básica, ni instrumentos para las diferentes prioridades, ni discusión, ni evaluación. Es una ley anticientífica".

Valderrama agrega que si el proyecto se convierte en ley, pueden pasar de 20 a 30 años "antes de que tengamos una mayoría [que nos apoye] en el Congreso, y que la mayoría acepte priorizar una ley de ciencia" para revertir los cambios.

"La ciencia no es muy importante en México, desde el punto de vista político", dice. 

Los académicos en Brasil también son víctimas de un gobierno anticiencia. La administración de Jair Bolsonaro recortó el presupuesto de inversión del Ministerio de Ciencia en un 34% este año, mientras que se espera que la principal agencia de financiación federal del país, el Consejo Nacional de Desarrollo Científico y Tecnológico, tenga menos recursos para las becas de investigación. 

Bolsonaro se había comprometido anteriormente a aumentar el gasto en investigación y desarrollo del 1% al 3% del PIB, pero hasta ahora no se ha materializado.

También hay una gran incertidumbre en el mundo académico brasileño, ya que la administración ya va por su tercer ministro de educación desde que llegó al poder en enero de 2019 (sin incluir el nombramiento de un ministro que renunció antes de asumir el cargo por inconsistencias relacionadas con las credenciales académicas en su CV).

Estevan, de São Paulo, afirma que cada vez más investigadores se trasladan a universidades del extranjero debido al empeoramiento de las condiciones de investigación en Brasil.

"Recibimos constantemente nuevas orientaciones e instrucciones", dice, y cita como dos ejemplos recientes un cambio en la forma de asignar las becas a los estudiantes de máster y doctorado y un posible ajuste en la forma de clasificar los programas de posgrado y, por tanto, de financiarlos. Añade que estos cambios de política son a menudo repentinos y confusos, sin explicaciones claras sobre su justificación o sus implicaciones.  

"Ya sería difícil con la pandemia y con la situación fiscal, pero tener un gobierno tan contrario a la ciencia y al conocimiento sólo ha empeorado las cosas", dice Estevan.

Otros países de la región son más acogedores para la ciencia desde el punto de vista ideológico, pero los académicos afirman que en la práctica ha habido pocos avances. Chile, por ejemplo, estableció un Ministerio de Ciencia por primera vez en 2018, pero aún no ha cumplido su promesa de hacer que la investigación esté mejor financiada y priorizada, mientras que en Argentina, como en muchos otros países latinoamericanos, el gasto en I+D como proporción del PIB apenas ha cambiado en 20 años.

El chileno Zahler, experto en políticas de ciencia, tecnología e innovación, dice que desde que se creó el Ministerio de Ciencia, el presupuesto para la ciencia ha disminuido en términos absolutos, y que todavía no hay "voluntad política desde el más alto nivel del gobierno para que este pequeño ministerio impulse la investigación de una manera más fuerte". Añade que las instituciones que dependen del ministerio "son relativamente débiles en términos de capacidad administrativa, debido a los bajísimos presupuestos [que les dificultan] la contratación de buenas personas, su mantenimiento, el desarrollo del conocimiento y la realización de mejores políticas".

"Yo diría que el Ministerio de Ciencia es una promesa aún por cumplir", afirma.

Sin embargo, el país está redactando una nueva constitución, que se votará en referéndum el año que viene, y Zahler confía en que esto aumente la relevancia y el impacto de la investigación académica.

"Es una gran oportunidad para situar el conocimiento, la ciencia y la innovación en el centro de nuestra constitución y pensar en cómo podemos convertirnos en un país estable y fuerte para el futuro", afirma.

En la lista de deseos de Zahler destaca el nombramiento de asesores científicos principales en los departamentos gubernamentales.

En la vecina Argentina, Rodolfo Barrere, coordinador de la Red de Indicadores de Ciencia y Tecnología para Iberoamérica e Interamérica, afirma que el sistema de investigación del país es "bastante grande en términos de recursos humanos para los estándares latinoamericanos, pero no tan bien desarrollado en términos de recursos financieros". 

En 2019, había 2,91 investigadores por cada 1.000 personas empleadas en Argentina (en comparación con un promedio regional de 1,23), pero el gasto de Argentina en I+D fue de apenas el 0,49% del PIB (en comparación con el 0,58% en toda América Latina).

Barrere añade que los bajos niveles de investigación en el sector empresarial argentino, al igual que ocurre en otros países en desarrollo, impiden que la nación alcance su objetivo de invertir el 1% de su PIB en I+D. Sólo el 20% del gasto en I+D en Argentina procede de la industria, en comparación con el 62% en Estados Unidos, el 41% en Canadá y el 36% en el conjunto de la región latinoamericana.

"Algunas de nuestras universidades están muy bien desarrolladas en materia de I+D y participan en redes internacionales, y hay casos en los que intentan relacionarse con el sector empresarial; pero no hay una demanda en ese sentido, por lo que es muy difícil conseguirlo", afirma Barrere.

El mexicano Maldonado afirma que uno de los problemas del desarrollo de la enseñanza superior en América Latina es que los responsables políticos tienden a presentar una falsa dicotomía entre centrarse en la investigación internacional de categoría mundial y dar prioridad a la ciencia local y regional. 

"O queremos formar parte de la producción mundial de investigación, y entonces las políticas tienden a empujar a los académicos a publicar en inglés y en revistas con impacto y a producir patentes. O presionamos para fortalecer nuestro propio sistema, aumentar las publicaciones en español, y no nos importa lo que hace el mundo", dice, y añade que una alternativa "más creativa" sería tratar de avanzar en ambas áreas.

Independientemente de los cambios que se realicen, los expertos latinoamericanos parecen ser unánimes en que el aumento de la inversión universitaria y de investigación es crucial para la prosperidad de la región.

"Si queremos que el país prospere, no hay otra alternativa que invertir en tecnología, invertir en ciencia", dice el chileno Zahler. "Si no lo hacemos, el país se quedará estancado en un nivel de crecimiento muy bajo. Al ritmo que vamos, Chile tardará 100 años en convertirse en un país innovador".


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Publicado en THE Times Higher Education https://www.timeshighereducation.com/news/plan-s-20-open-access-plan-bold-may-prove-ineffective   El...