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viernes, 24 de noviembre de 2023

Smits llora mientras el Plan S se desvanece

Publicado en Geyser
https://www.the-geyser.com/smits-weeps-as-plan-s-fades/?ref=the-geyser-newsletter&fbclid=IwAR2Jq0bTO9oKKhJFJ-DJOOODTqbEfPuwhe1oCiks9dezv54fpipX4vpvvoo 


Smits llora mientras el Plan S se desvanece


Un traje vacío ve cómo su plan se desmorona con el tiempo, así que intenta engañar a la gente para que mantenga el rumbo



Kent Anderson


5 de septiembre de 2023 


En un ensayo (an essay) publicado ayer, lleno de lenguaje engañoso, afirmaciones erróneas y mitos desdeñosos, Robert-Jan Smits sigue haciendo sonar el tambor del Plan S, a pesar de que la cOAlition S parece haber admitido su derrota (apparently having admitted defea) a principios de este verano.

Se parece mucho a una persona que llora por el fracaso.


Repasar la letanía de tergiversaciones y ofuscaciones nos llevaría todo el día, así que aquí van algunas de las más selectas:


  • "El caso del acceso abierto quedó totalmente claro cuando el virus Covid-19 se extendió rápidamente por todo el mundo...". - Un argumento de los partidarios del acceso abierto es que éste ayudó a acelerar... una larga pausa... ¿qué exactamente? Las vacunas de ARNm fueron pioneras hace mucho tiempo, con resultados publicados en revistas de suscripción por lo general. ¿Significa el modelo de negocio de la revista que la ciencia no era importante o que no se desarrolló y desplegó de forma efectiva? Por supuesto que no. Mientras tanto, el frenesí de publicaciones de 2020-21 sólo sembró ansiedad y confusión. Retraction Watch sigue engrosando su lista (its list) de Covid-19 artículos retractados hasta la fecha: 364 y subiendo. La prisa hace el malgasto. 


  • "En primer lugar, el grupo de financiadores -que se hace llamar cOAlition S- ha crecido con los años". - Como ya se ha señalado, también están tirando la toalla, lo que pone de relieve un problema de los financiadores: se prodigan. Después de años de coquetear con la edición, muchos están tirando la toalla.



  • " ... todavía hay gente por ahí que cree que el acceso abierto equivale a revistas depredadoras con escasa supervisión de la calidad, y hay otros que deliberadamente mantienen vivo este mito". - No hay Gold OA, no hay revistas depredadoras, no hay escándalos de "números especiales", no hay beneficios de la publicación masiva. Así de sencillo. No es un mito, sino un hecho.



  • " ... ser implacable con la fecha límite de 2024 para que los acuerdos transformadores hayan cumplido". - Pura fanfarronería, un sello distintivo del estilo de Smits.


Hay que ignorar a Smits. Nunca ha publicado en una revista, así que no tiene ni idea de lo que se escribe en ellas. Es un traje vacío, un burócrata con poco conocimiento de los temas aquí tratados, temerario en sus declaraciones e insuficientemente curioso para explorar sus afirmaciones o pensar sus puntos.


Llamemos a éste "Las lágrimas de un payaso".


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Smits Weeps as Plan S Fades

An empty suit sees his plan crumble over time, so tries to trick people into staying the course


Kent Anderson

Sep 5, 2023 • 1 min read

In an essay published yesterday laced with misleading language, wrong-headed claims, and dismissive mythmaking, Robert-Jan Smits continues to beat the drum of Plan S, despite cOAlition S apparently having admitted defeat earlier this summer.

It sounds a lot like a person weeping over failure.

Going through the litany of misrepresentations and obfuscations would take all day, so here are a few of the choicest:

  • “The case for open access became utterly clear when the Covid-19 virus spread rapidly across the globe . . .” — A canard of the OA crowd is that OA helped speed . . . long pause . . . what exactly? The mRNA vaccines were pioneered long ago, with results published in subscription journals by and large. Does the business model of the journal mean the science wasn’t important or effectively developed and deployed? Of course not. Meanwhile, the publication frenzy of 2020-21 only sowed anxiety and confusion. Retraction Watch continues to add to its list of Covid-19 papers retracted so far — 364 and counting. Haste makes waste. 

  • “First of all, the group of funders—which calls itself Coalition S—has grown over the years.” — As noted above, they are also throwing in the towel, which underscores a problem with funders — they dabble. After years of dabbling in publishing, many are pulling up stakes. 

  • “ . . . there are still some people out there who believe that open access is tantamount to predatory journals with little quality oversight, and there are others who deliberately keep this myth alive.” — No Gold OA, no predatory journals, no “special issues” scandals, no profit from bulk publishing. It’s that simple. It’s not a myth, but a fact.

  • “ . . . be ruthless about the 2024 deadline for the transformative agreements to have delivered.” — Pure bluster, a hallmark of Smits’ style.

Smits should be ignored. He’s never been published in a journal, so has no idea what goes into them. He’s an empty suit, a bureaucrat with little grasp of the topics here, reckless in his statements and insufficiently curious to explore his assertions or think through his points.

Let’s call this one, “The tears of a clown.” 

martes, 3 de octubre de 2023

El sangrante precio de publicar ciencia

Publicado en UNE Libros
https://unelibros.une.es/el-sangrante-precio-de-publicar-ciencia



El sangrante precio de publicar ciencia

03/10/2023

Luis González MacDowell


Pagar por publicar es una de las grandes anomalías del mundo científico actual. Frente a este panorama, Luis González MacDowell, catedrático de Química Física, nos comparte datos y previsiones que nos ayudan a recapacitar sobre el paradójico sistema que habitamos. 

Nuestra sociedad no se puede entender sin la enorme aportación de la ciencia al bienestar humano. Las investigaciones fundamentales sobre el electromagnetismo en el siglo XIX nos permitieron desarrollar la luz eléctrica y las telecomunicaciones. El descubrimiento de la mecánica cuántica a principios del siglo XX condujo al desarrollo del transistor, la electrónica y la química moderna. Los avances en biología y medicina nos permiten hoy en día superar los ochenta años de esperanza de vida, mientras que el descubrimiento de la doble hélice de ADN nos ha permitido curar enfermedades letales. La lista sería infinita, pero nada es gratis.

Los avances no son posibles sin una inversión importante en ciencia básica. En los países desarrollados, el coste de la investigación se sufraga principalmente con fondos públicos y supera con frecuencia el 2.5 % de su producto interior bruto, aunque apenas alcanza el 1.4% en España. Esta inversión, siendo indispensable, no es suficiente para garantizar el progreso científico. En efecto, si dejásemos la ciencia encerrada en los laboratorios, no sería posible la mejora social, hay que hacerla pública. Por eso, hay que añadir también el precio de publicar los trabajos científicos y, además, permitir su acceso a todos los sectores de la sociedad.

En países desarrollados, el coste de la investigación se sufraga principalmente con fondos públicos y supera con frecuencia el 2.5 % de su PIB, aunque apenas alcanza el 1.4 % en España

Desgraciadamente, los costes para acceder a la producción científica han ido aumentando paulatinamente, hasta convertirse en una barrera enorme para el acceso universal a la ciencia (Kember y Brand,The corporate capture of Open-Access Publishing).

Los grandes beneficiados son los grupos editoriales como Elsevier, Springer-Nature, Wiley o Taylor & Francis, que declaran ingresos superiores a los 15 000 millones de euros anuales, lo que sitúa a la industria editorial científica entre la industria audiovisual y la discográfica en volumen de facturación, pero con un margen de beneficio que ronda el 40 % (Brawens, Reike y Calisto-Briant Science for Sale? Why academic marketization is a problem).

El insólito modelo de difusión de los resultados de la ciencia

La causa es estructural y tiene su origen en el modelo. Para entenderlo, imaginemos que hacemos un pastel con unos amigos. Desarrollamos la receta; pagamos la harina, los huevos, el azúcar y el chocolate; mezclamos los ingredientes con nuestras propias manos y lo cocinamos en un horno de nuestra propiedad en nuestra cocina. Cuando está listo, viene un señor y, con la excusa de ponerle una guinda, se queda con la tarta y nos cobra a cada uno 10 euros la ración. ¡Parecería una tomadura de pelo! Pues esta es justamente la relación comercial que se ha institucionalizado entre la ciencia y la industria editorial.

La investigación se paga casi íntegramente con fondos públicos, pero después la industria editorial se cobra, a costa de esos mismos fondos, enormes sumas por editar el resultado de años de investigación científica y permitir su consulta en bibliotecas o plataformas digitales de pago.

                     La causa es estructural y tiene su origen en el modelo

Ante esta situación, a finales del siglo pasado la comunidad científica creó la primera gran plataforma de acceso público universal a la ciencia, el repositorio ArXiv, donde los autores, principalmente de las áreas de Física y Matemáticas, depositaban sus propios manuscritos en formato digital, saltándose así la barrera de la suscripción y dando genuino acceso abierto a la producción científica. A fecha de hoy, este repositorio es un éxito enorme y recibe alrededor de 180 000 artículos anuales, lo que se alcanza a gestionar mediante donaciones desinteresadas a un precio de apenas 14 $ por artículo.

Los acuerdos transformativos y su coste

Las grandes editoriales han reaccionado a esta iniciativa con astucia. En lugar de cobrar a las instituciones una tasa por la suscripción a las revistas científicas, han pasado a abanderar un falso movimiento de acceso abierto: las editoriales se comprometen a colgar en sus portales los artículos científicos y darles acceso libre, pero a cambio del pago de una cuantiosa “cuota por procesamiento de artículo”, lo que abre el acceso a la literatura científica a costa de limitar gravemente la participación de los propios científicos en su difusión (Asher et al., Transformative Agreements: Six myths, busted).

En la actualidad, la implantación piloto de esta idea se lleva a cabo mediante los llamados acuerdos transformativos, fomentados por la Unión Europea y suscritos por las universidades públicas con las editoriales ElsevierWileySpringer-Nature y ACS. Sin embargo, el acuerdo suscrito en España supone un desembolso de 170 millones de euros en cuatro años, precio por el cual las editoriales acceden a publicar en acceso libre nada más que 50 000 artículos científicos. Esto significa que las universidades españolas pagan por dar acceso libre a sus publicaciones alrededor de 2 500 € por artículo, lo que contrasta notablemente con el coste de 14 $ por artículo en el repositorio abierto ArXiv.

¿A qué gasto nos aboca realmente consagrar un coste de 2 500 € por cada artículo publicado?

La investigación en España se realiza con enorme voluntarismo y una proverbial escasez de fondos públicos. Pero con la actual política institucional, los gastos de publicación podrían consumir enteros sus exiguos presupuestos

Por poner un ejemplo, una modesta tesis en el noveno puesto del premio extraordinario de la Facultad de Ciencias Químicas de la Universidad Complutense, con dos artículos publicados en Science, sendos artículos en Nature Communications y Science Advances y otros seis en revistas especializadas del área, costaría alrededor 26 000 € en gastos de publicación. Es decir, el sueldo bruto de un contrato predoctoral durante año y medio. Esta cuenta se puede en verdad afinar, ya que el coste de publicar en las revistas más punteras del grupo Nature no está cubierto en el acuerdo y alcanza la friolera de 11 690 $ por artículo. Así que, hilando más fino, una tesis como la mencionada vendría a costar en gastos de publicación alrededor de 40 000 €.

Estos guarismos van inflándose a medida que aumentamos su ámbito de aplicación. Por ejemplo, en la Universidad Complutense de Madrid se publican alrededor de 11 800 artículos al año, que al precio del acuerdo piloto supondrían en total 30 millones de euros en gastos de publicación: alrededor de 20 veces más que el actual desembolso de su biblioteca, que se sitúa aproximadamente en 1,3 millones de euros por año.

350 millones de euros anuales le supondrían a España sus publicaciones

A nivel nacional estas cifras se disparan. Porque los científicos españoles publicamos en revistas indexadas alrededor de 136 000 artículos al año, que supondrían al precio de 2 500 euros por publicación un total de 350 millones de euros anuales.

Comparado con el gasto público en el Programa Nacional de Investigación Orientada y no Orientada, que ascendió a 452 millones de euros en 2021, vemos que la implantación global de los actuales acuerdos transformativos nos supone un gasto en publicaciones que se come al menos el 75 % del presupuesto de investigación pública en ciencia básica.

La investigación en España se realiza con enorme voluntarismo y una proverbial escasez de fondos públicos. Pero con la actual política institucional, los gastos de publicación podrían consumir enteros sus exiguos presupuestos.

En este momento, nuestros gestores están negociando con la industria editorial la renovación de los actuales acuerdos transformativos. Esperemos que esta vez con condiciones más ventajosas. Pero la verdadera pregunta que nos hacemos los científicos es por qué debemos detraer alrededor de 2 500 euros por artículo de los presupuestos públicos de investigación, para alcanzar el mismo acceso abierto que permiten conseguir los repositorios institucionales por apenas 15 euros.The Conversation

Este artículo fue publicado originalmente en The Conversation. Lea el original.

lunes, 17 de julio de 2023

FRANCIA - CNRS: Costes de publicación (APCs) - "estamos al borde del abismo"

Publicado en CNRS
https://www.cnrs.fr/en/cnrsinfo/publication-costs-we-are-edge-abyss 


Costes de publicación - "estamos al borde del abismo"


22 de junio de 2023

INVESTIGACIÓN


Cada vez más artículos científicos se publican en acceso abierto inmediato mediante el pago de tasas de publicación o tasas de procesamiento de artículos (APC). También hay otras formas de tasas de publicación que van en aumento con la creación de nuevas tasas y todo ello está poniendo a prueba los presupuestos de investigación. Alain Schuhl, Director General Adjunto de Ciencia del CNRS, analiza este preocupante fenómeno.


¿Cómo valora la situación de las tasas de tramitación de artículos?


Alain Schuhl: Actualmente observamos un doble aumento. En primer lugar, las tarifas unitarias de los APC aumentan constantemente. En segundo lugar, ha aumentado el número de artículos publicados tras el pago de las tasas de publicación. Los importes dependen del ámbito científico, pero el aumento afecta a todas las disciplinas. Estas tendencias mundiales y nacionales también se reflejan en el CNRS.


En términos tangibles, ¿cuáles son los importes reales que se pagan?


A. S.: En 2020, el CNRS pagó más de 3 millones de euros en APC, frente a los 1,8 millones de 2017. Un reciente estudio prospectivo realizado en Francia por el Ministerio de Enseñanza Superior e Investigación indica que Francia pagará casi 30 millones de euros en APC en 2020. El mismo estudio sugiere que, a este ritmo de aumento, Francia podría estar pagando 50 millones de euros en APC en 2030 o incluso casi 200 millones de euros si todas las publicaciones científicas han cambiado al modelo de autor-paga para entonces. Esta cantidad es muy superior al presupuesto del modelo basado en suscripciones, que ya es excesivamente caro.


Además de estos 3 millones de euros, podemos observar que el CNRS pagó cerca de 1,3 millones de euros en concepto de otros tipos de tasas, como "gastos de color" (para mostrar imágenes en color) o "gastos de página" más generales. Además, los editores parecen tener una imaginación sin límites a la hora de idear nuevas tasas: "tasas de presentación", "tasas de revisión rápida", "tasas de acceso abierto diferido", etc. La tendencia actual es, por tanto, preocupante y debemos poner freno a esta espiral descendente.NRS.


¿A qué editoriales paga más el CNRS?


A. S.: El principal editor es, con diferencia, el grupo Springer Nature. Esto se debe en particular al éxito de sus dos mega-revistas Scientific Reports (actualmente un APC de 2090 euros por artículo) y Nature Communications (actualmente un APC de 5190 euros por artículo).


A continuación, hemos observado un aumento significativo de las sumas pagadas a dos editores nativos de acceso abierto, Frontiers Media y MDPI (Multidisciplinary Digital Publishing Institute). Estas dos editoriales son las que han registrado el aumento más acusado del gasto en APC en los últimos cuatro años. Hemos observado un aumento del 139% en las tasas pagadas a Frontiers Media y del 746% en el caso de MDPI2 , cuyas tasas medias de APC por artículo son ahora aproximadamente las mismas que las de Springer Nature.


Pero todas las grandes editoriales científicas, como Elsevier, Wiley, IEEE, la American Chemical Society, etc., han aumentado sus tarifas.


Se habla mucho de la publicación depredadora. ¿Afecta esto al CNRS?


A. S.: Al ofrecer a los autores la posibilidad de ser publicados a cambio de una remuneración, el sistema "el autor paga" ha aumentado las posibilidades de publicar investigaciones, lo que es la antítesis de toda noción de ética o integridad científica. Ha allanado el camino para la aparición de una edición depredadora basada en un modelo económico que fomenta la existencia de una carrera por publicar. Se contraponen así dos sistemas contradictorios: por un lado, un sistema financiero orientado al beneficio y, por otro, un sistema de validación científica destinado a mejorar el estado del conocimiento. Peor aún, si las prácticas depredadoras siguen extendiéndose en la edición, podría bastar con que los autores pagaran por publicar sin ninguna garantía de la calidad científica de los resultados de su trabajo. Los organismos de evaluación de la investigación deben ser conscientes de ello.


La publicación depredadora es un problema real y los investigadores no están a salvo de ella, aunque sólo sea porque con frecuencia se les solicita que publiquen, forman parte de los comités de revisión por pares de estas revistas o se les pide que dirijan un número especial. Entre las prácticas depredadoras más comunes podemos citar una revisión por pares chapucera o incluso inexistente, tasas de aceptación de manuscritos muy elevadas, plazos de entrega anormalmente rápidos entre la presentación y la aceptación de un manuscrito, un frenesí de lanzamientos de números especiales, el robo de nombres de revistas existentes, la usurpación de identidad, etcétera. Los científicos deben estar muy atentos a estas prácticas. Algunos organismos de evaluación de la investigación ya las tienen en cuenta y eliminan las revistas depredadoras de las listas de publicación de los investigadores o incluso consideran negativamente la publicación en revistas depredadoras.


Sin embargo, la cuestión se complica por el hecho de que muchas revistas se encuentran en una especie de zona gris en la que no son ni completamente fraudulentas ni completamente honestas.


¿Qué puede decirnos sobre Frontiers Media y MDPI más concretamente?


A. S.: Son ejemplos típicos de las editoriales de acceso abierto a las que debemos estar atentos aunque sólo sea por sus prácticas para animar a los investigadores a publicar, por la cantidad de nuevas revistas que lanzan al mercado y por los breves plazos que ofrecen entre el envío de un artículo y su aceptación. Desde hace algunos años, MDPI y Frontiers Media también se distinguen por el volumen de sus números especiales.


MDPI se ha convertido en pocos años en el tercer editor mundial por número anual de artículos. Para el CNRS, es ya el cuarto editor en número de artículos publicados por nuestras unidades de investigación y el segundo en importe de APC pagados. La dinámica de crecimiento de Frontiers Media es similar y sus prácticas editoriales también son comparables.


Los investigadores tienen derecho a publicar en la revista de su elección, pero les animamos a que estén especialmente atentos a las prácticas editoriales de las revistas a las que envían sus manuscritos. Herramientas como Compass to Publish, creada en la Universidad de Lieja, y Think Check Submit permiten a los investigadores informarse sobre esta cuestión.


¿Qué efectos tendrá esto en la evaluación de la investigación científica?

Se trata sin duda de la iniciativa más importante de nuestra actuación en este ámbito. Las prácticas de los investigadores cambiarán si se dan cuenta de que la evaluación de su trabajo científico sólo tiene en cuenta su calidad y los avances reales en el conocimiento que su trabajo contiene y prescinde totalmente de criterios cuantitativos.


Reformar la evaluación de la investigación es esencial si queremos pasar con éxito a una ciencia mejor que necesariamente tiene que ser abierta. Es evidente que el CNRS ha adoptado una política voluntarista al respecto, modificando los formularios de evaluación de los investigadores y también ahora los requisitos de las solicitudes de ingreso en el CNRS. Para ser plenamente eficaz, esta acción debe inscribirse en una dinámica internacional. Por este motivo, en 2022 el CNRS contribuyó a la creación de la Coalición internacional para el avance de la evaluación de la investigación (CoARA) (Coalition for Advancing Research Assessment (CoARA)), dedicada a la reforma de la evaluación de la investigación y formada por universidades, organizaciones de investigación, sociedades académicas, etc. El CNRS participa activamente como uno de los miembros fundadores (one of the founding members) y Sylvie Rousset, Directora del Departamento de Datos Abiertos de Investigación (DDOR), ha sido elegida miembro del consejo de CoARA.


¿Cuáles cree que son las perspectivas de futuro de la edición científica?

A. S.: El sistema actual está sustituyendo las desigualdades en el acceso de las personas a la literatura científica, mantenidas por el sistema de suscripciones, por desigualdades en la capacidad de los investigadores para publicar artículos científicos. Sólo los equipos con un presupuesto suficiente podrán elegir dónde publicar, lo que agravará aún más las desigualdades Norte-Sur. Actualmente nos encontramos al borde del abismo porque las suscripciones siguen existiendo y el pago de APCs está cada vez más extendido. De nosotros depende no dar ese paso más hacia el precipicio. Si todas las publicaciones pasaran al acceso abierto inmediato con APCs, dados los recursos presupuestarios que esto ya requiere, este modelo no sería sostenible financieramente. Como dije en abril de 2022 (As I said in April 2022), el acceso abierto no puede reducirse a pagar por publicar.


Notas


Antoine Blanchard, Diane Thierry, Maurits van der Graaf, Retrospective and prospective study of the evolution of APC costs and electronic subscriptions for French institutions, Comité para la Ciencia Abierta, 2022. (hal-03909068)


Aumentos observados en el CNRS sobre sus gastos para 2020 en comparación con los gastos de la organización en 2017.


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Publication costs – "we are on the edge of the abyss"

June 22, 2023

RESEARCH

Increasingly scientific articles are published in immediate open access through the payment of publication fees or article processing charges (APCs). There are also other forms of publication charges which are on the increase with new fees being created and all of this is putting a strain on research budgets. Alain Schuhl, the Deputy CEO for Science at the CNRS, dissects this rather worrying phenomenon.

What is your assessment of the situation with article processing charges?
Alain Schuhl: We are currently observing a dual increase. Firstly, the unit rates of APCs are rising steadily. Secondly, there has been an increase in the number of articles published following the payment of publication fees. The amounts involved depend on the scientific field but the increase concerns all disciplines. These worldwide and national trends are also reflected at the CNRS.

In tangible terms, what are the actual amounts being paid?
A. S.: In 2020 the CNRS paid over €3 million in APCs compared with €1.8 million in 2017. A recent prospective study in France run by the French Ministry of Higher Education and Research1  reported that France paid almost €30 million in APCs in 2020. The same study suggests that at this rate of increase France could be paying €50 million in APCs by 2030 or even nearly €200 million if all scientific publications have switched to the author-pays model by then. This amount is far higher than the budget of the subscription-based model which is already excessively expensive.

As well as these €3 million, we can observe that the CNRS paid nearly €1.3 million in other types of fees such as 'colour charges' (to display images in colour) or more general 'page charges'. Moreover, publishers seem to have a limitless wealth of imagination when it comes to coming up with new charges - 'submission charges', 'fast review charges', 'delayed Open Access charges' and so on. The current trend is therefore worrying and we need to put a brake on this downward spiral.

Which publishers does the CNRS pay the most charges to?
A. S.: The leading publisher is by far the Springer Nature group. This is particularly due to the success of its two mega-journals Scientific Reports (currently a €2090 APC per article) and Nature Communications (currently a €5190 APC per article).

Next, we have observed a significant increase in the sums paid to two native open access publishers, Frontiers Media and MDPI (Multidisciplinary Digital Publishing Institute). These two publishers account for the most marked increase in APC expenditure in the last four years. We observed a 139% increase in charges paid to Frontiers Media and 746% for MDPI2  whose average APC charges per article are now around the same as Springer Nature's.

But all the major scientific publishers like Elsevier, Wiley, IEEE, the American Chemical Society and so on have increased their charges.

We hear a lot about predatory publishing. Does this affect the CNRS?
A. S.: By offering authors the possibility of being published in return for a fee, the author-pays system has increased the possibility of publishing research and this is the antithesis of all notions of scientific ethics or integrity. It paved the way for the emergence of predatory publishing based on an economic model that encourages the existence of a race to publish. This brings two contradictory systems into opposition - a financial system geared towards profit on one side and a scientific validation system intended to improve the state of knowledge on the other. Worse still, if predatory practices continue to creep further into publishing, it could suffice for authors to pay to be published with no guarantee of the scientific quality of the results of their work. Research assessment bodies really need to be aware of this.

Predatory publishing is a real problem, and researchers are not safe from this, if only because they are frequently solicited to publish, serve on peer review committees for these journals or are asked to direct a special issue. Among the most common predatory practices we can cite slipshod or even non-existent peer reviewing, very high manuscript acceptance rates, abnormally quick turnaround times between the submission and acceptance of a manuscript, a frenzy of special issue launches, stealing the names of existing journals, identity theft and so on. Scientists must be extremely vigilant about such practices. These are already being taken into account by certain research assessment bodies which take predatory journals off researchers' publication lists or even consider publishing in predatory journals negatively.

However, the issue is complicated by the fact that many journals are in a kind of a grey area in which they are neither completely fraudulent nor completely honest.

What can you tell us about Frontiers Media and MDPI more specifically?
A. S.: They are typical examples of the open access publishers we need to be vigilant about if only because of their practices encouraging researchers to publish, the quantity of new journals they launch on the market and the short times they offer between an article being submitted and being accepted. For some years now, MDPI and Frontiers Media have also distinguished themselves through the sheer volume of their special issues.

MDPI has become the world's third largest publisher in terms of the annual number of articles in just a few years. For the CNRS, this is now the fourth largest publisher in terms of numbers of articles published by our research units and the second largest publisher in terms of the amount of APCs paid. Frontiers Media's growth dynamic is similar and its editorial practices are also comparable.

Researchers have the right to publish in the journal of their choice but we encourage them to be particularly vigilant about the editorial practices of the journals they submit their manuscripts to. Tools like Compass to Publish which was created at the University of Liège and Think Check Submit enable researchers to become informed about this issue.

What effects will this have on the assessment of scientific research?
This is certainly the most important initiative in our action on this issue. Researchers' practices will change if they come to realise that the evaluation of their scientific work only takes into account its quality and the real advances in knowledge their work contains and totally disregards quantitative criteria.

Reforming research assessment is essential if we are going to successfully transition to a better science that necessarily has to be open. The CNRS has demonstrably adopted a proactive policy on this issue by modifying researchers' assessment forms and also now the requirements for applications to the CNRS. To be fully effective, this action must be an integral part of an international dynamic. For this reason, in 2022 the CNRS contributed to the creation of the international Coalition for Advancing Research Assessment (CoARA) that is dedicated to the reform of research assessment and made up of universities, research organisations, academic societies and so on. The CNRS is actively involved as one of the founding members and Sylvie Rousset, the Director of the Open Research Data Department (DDOR), has been elected to CoARA's board.

What do you think are the future perspectives for scientific publishing?
A. S.: The current system is currently replacing inequalities in people's access to scientific literature maintained by the subscription system with inequalities in researchers' capacity to publish scientific articles. Only teams with a sufficient budget will be free to choose where they publish which will further exacerbate North-South inequalities. We are currently on the edge of the abyss because subscriptions still exist and the payment of APCs is becoming increasingly widespread. It is up to us not to take that extra step over the edge. If all publications switched to immediate open access with APCs, given the budgetary resources this already requires, this model would not be financially sustainable. As I said in April 2022, open access cannot be reduced to paying to be published.

Notes

Antoine Blanchard, Diane Thierry, Maurits van der Graaf, Retrospective and prospective study of the evolution of APC costs and electronic subscriptions for French institutions, Committee for Open Science, 2022. (hal-03909068)

Increases observed at the CNRS on its expenditure for 2020 compared to the organisation's expenditure in 2017.

Plan 2.0 para el acceso abierto: ¿un plan o una nueva ambigüedad?

Publicado en THE Times Higher Education https://www.timeshighereducation.com/news/plan-s-20-open-access-plan-bold-may-prove-ineffective   El...