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viernes, 23 de diciembre de 2022

Las vacunas cubanas y la inequidad mundial

Publicado en La Jornada
https://www.jornada.com.mx/2022/12/23/opinion/012a2pol

- Dentro de las múltiples injusticias desenmascaradas por la pandemia está la desigualdad mundial que permitió a los países ricos adquirir y administrar vacunas de sobra para su población, mientras los países pobres fueron obligados a esperar. 

- Para febrero de 2022, a casi dos años de haber sido declarada la pandemia, sólo 9.5 por ciento de la población de países pobres había recibido una dosis de la vacuna. 

- Otra gran injusticia es la fortuna que adquirieron las industrias farmacéuticas. No obstante la inmensa inversión del sector público de la que fueron dotadas para desarrollar sus vacunas, las farmacéuticas junto con los gobiernos de EU, Gran Bretaña y Canadá, bloquearon intentos por liberar la fórmula para que éstas se pudieran producirse masivamente. 

- En noviembre de 2021, cuando estas industrias se preparaban para su convención anual, tan sólo Pfizer-BioNTech y Moderna estaban generando ganancias de 65 mil dólares cada minuto. Mientras, menos de uno por ciento de las vacunas de la primera y apenas .2 por ciento de las de la segunda, habían sido entregadas a países pobres.



Las vacunas cubanas y la inequidad mundial

Tanalís Padilla*

Viernes 23 de diciembre de 2022

A finales de noviembre llegó a México el primer embarque de la vacuna cubana contra el covid-19. Llamada Abdala, ésta es una de las tres vacunas cubanas –junto con Soberana 2 y Soberana Plus– autorizadas por la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris). Las vacunas cubanas se suman así a las otras nueve –incluyendo Pfizer-BioNtech, Moderna y Johnson & Johnson (EU), AstraZeneca (Inglaterra) y Sinovac (China)– también autorizadas por este organismo para uso de emergencia en México.

A primera vista parece sorprendente que Cuba, país pobre, asediado por el bloqueo estadunidense de seis décadas y que vive una aguda crisis económica, aparezca al lado de grandes potencias como Estados Unidos, Inglaterra y China, en la lista de países que desarrollaron su propia vacuna. Estudios recientes no sólo han destacado la gran efectividad de las vacunas cubanas –sobre 95 por ciento para prevenir casos severos y muerte por el covid-19–, sino que Cuba sobresale por su alto nivel de vacunación. A principios de este año, cerca de 86 por ciento de su población había recibido ya las tres dosis de su vacuna, un nivel sólo superado entonces por Emiratos Árabes Unidos. Cuba además fue el primer país en vacunar masivamente a niños de hasta dos años de edad, proceso que redujo la letalidad de la pandemia en la isla ya que si bien el covid-19 no los afecta con igual seriedad que a la gente mayor, los pequeños sí son fuente de transmisión.

Cuba lleva desde los años 80 desarrollando medicamentos y vacunas tanto para su propia población como para exportación y donación a otros países del mundo. El Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología y el Instituto Finlay de Vacunas gozan de una reconocida trayectoria en el desarrollo de vacunas eficaces y seguras. Entre ellas destacan la primera vacuna desarrollada a escala mundial en contra del meningitis meningocócica (MenB), aplicada en Cuba desde 1989; la vacuna contra Haemophilus influenzae tipo b (Hib), administrada en Cuba desde 2003; y la vacuna contra el hepatitis B, usada en Cuba desde 1992. Esta última fue la primera vacuna recombinante en el mundo autorizada por la Organización Mundial de Salud.

La infraestructura, experiencia, y avances en la creación de estas vacunas formaron la base para desarrollar las vacunas contra el covid-19. A diferencia de la nueva tecnología ARNm (ácido ribonucleico mensajero) utilizada por Pfizer y Moderna que está diseñada para enseñar a las células a producir una proteína que, si el cuerpo se infecta, provoca la respuesta inmunológica, las vacunas cubanas se basan en un método más tradicional. Contienen una parte de la proteína que el coronavirus usa para unirse a las células humanas lo cual, al ser administrada, genera anticuerpos que bloquean esta unión. El método cubano tiene tres grandes ventajas: es más económico, es más fácil de reproducir, y las vacunas no requieren el ultra-congelamiento necesitado por las de ARNm. Estas características hacen más factible vacunar a la población mundial, sobre todo en países pobres.

Dentro de las múltiples injusticias desenmascaradas por la pandemia está la desigualdad mundial que permitió a los países ricos adquirir y administrar vacunas de sobra para su población, mientras los países pobres fueron obligados a esperar. Para febrero de 2022, a casi dos años de haber sido declarada la pandemia, sólo 9.5 por ciento de la población de países pobres había recibido una dosis de la vacuna. Otra gran injusticia es la fortuna que adquirieron las industrias farmacéuticas. No obstante la inmensa inversión del sector público de la que fueron dotadas para desarrollar sus vacunas, las farmacéuticas junto con los gobiernos de EU, Gran Bretaña y Canadá, bloquearon intentos por liberar la fórmula para que éstas se pudieran producirse masivamente. En noviembre de 2021, cuando estas industrias se preparaban para su convención anual, tan sólo Pfizer-BioNTech y Moderna estaban generando ganancias de 65 mil dólares cada minuto. Mientras, menos de uno por ciento de las vacunas de la primera y apenas .2 por ciento de las de la segunda, habían sido entregadas a países pobres.

Entre las razones que citan los científicos y funcionarios cubanos por haber tomado la decisión de orientar toda su capacidad hacia la producción de sus propias vacunas es que no confiaban en que las pudieran adquirir de la comunidad internacional. Su experiencia con el bloqueo estadunidense –que también sanciona a terceras partes si hacen negocios con Cuba– les daba más que buenos motivos para dudar. El imperio no se quedó cortó negándose a relajar aunque fuera mínimamente, sus inhumanas sanciones en un momento de emergencia sanitaria sin precedente.

La apuesta de Cuba ha dado resultados, no sólo para su propia población, sino para la de otros países, cuyos pueblos Estados Unidos también insiste en castigar. Cuba ha enviado sus vacunas a Venezuela, Siria, Nicaragua y Vietnam; Soberana 2 se está produciendo en Irán. Además, desarrolló acuerdos con otros países para transferir su tecnología y proveer las vacunas a bajo costo.

En condiciones sumamente adversas Cuba sigue sorprendiendo al mundo: con sus brigadas médicas internacionales, con sus innovaciones de medicina, con los altos índices de salud de su población. Sus vacunas contra el covid son otro recordatorio de lo que se puede lograr, si no se opera bajo la lógica capitalista.

Profesora-investigadora del Instituto Tecnológico de Massachusetts. Autora del libro Unintended Lessons of Revolution, una historia de las normales rurales


jueves, 14 de octubre de 2021

ALyC: ¿Hacia una industria farmacéutica regional?

Publicado en La Jornada
https://www.jornada.com.mx/2021/10/14/opinion/a03a1cie


Celac, Cepal y la autosuficiencia farmacéutica
Asa Cristina Laurell 

El informe que preparó la Comisión Económica para América Latina (Cepal) para la reunión de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) en México es ejemplar en varios sentidos. Sigue la tradición de este organismo al presentar un análisis de la situación y propuestas de acción. En este caso se trata de las vacunas y los medicamentos, tema que se ha actualizado por la pandemia de Covid-19. Así, el estudio analiza la conformación de la industria farmacéutica regional y sus distintos componentes. Señala que Cuba es el único país que ha logrado construir una industria adelantada con un componente biotecnológico fuerte. Esto se demuestra por el hecho de que la isla ha producido tres vacunas contra el SARS-CoV2: Abdala, nombrada por el gran poema de Martí; Soberana 02 y Soberana Plus. Ningún otro país de la región ha logrado este éxito.

La debilidad tecnológica en vacunas de América Latina se extiende al resto de la industria farmacéutica, pues se ha ido rezagando con la globalización y las sucesivas fusiones de las grandes compañías trasnacionales del ramo. En el documento de la Cepal se encuentra un análisis pormenorizado sobre el impacto de los tratados de libre comercio en esta rama productiva. Los obstáculos a su desarrollo, particularmente de los biotecnológicos, están articulados desde las reglas de propiedad intelectual de la Organización Mundial del Comercio (OMC). Existen normas de excepción para la salud pública, que fueron acordadas en la reunión de la OMC en Doha. Sin embargo, con el tiempo se ha probado que instrumentar estas reglas es difícil y tardado.

Con excepción de los intentos de los gobiernos progresistas de Brasil y Argentina, al resto de las administraciones latinoamericanas no les ha interesado desarrollar y/o proteger a su industria farmacéutica. Incluso, en México se incrementó la dependencia con el exterior en este campo hasta 2018. Así, hasta el advenimiento del Covid se cobró conciencia de que la producción de vacunas y medicamentos forma parte de la soberanía nacional. Por otro lado, es interesante observar que los países de América del Sur se orientan hacia el complejo farmacéutico europeo, y México, el Caribe y Centroamérica hacia el estadunidense. En contraste y hasta hoy, prácticamente no existe cooperación entre los países de la región.

La segunda parte del documento de la Cepal está dedicada a las propuestas para fortalecer la cooperación latinoamericana y la industria farmacéutica de regional. Los planteamientos están articulados en siete líneas de acción. Su finalidad es precisamente ir hacia la autosuficiencia productiva por razones de seguridad nacional. El primer paso inmediato consistiría en la compra conjunta internacional de biológicos y medicamentos esenciales, mecanismos que han sido desarrollados con éxito por la Organización Panamericana de la Salud (OPS). En esta dirección se propone utilizar las compras públicas para el desarrollo de mercados regionales.

En el mismo sentido, deberían crearse consorcios públicos para el desarrollo y la producción de vacunas. La Cepal propone fortalecer simultáneamente mecanismos de convergencia y reconocimiento regulatorios entre los países. Esto acortaría el tiempo de entrada de los productos al mercado en cada nación. En este contexto debería constituirse una plataforma regional de ensayos clínicos; éstos se están haciendo actualmente en nuestros países, pero bajo el control de la industria farmacéutica global o de empresas constituidas ex profeso con esta finalidad. Otro eje de actuación consistiría en aprovechar las flexibilidades normativas para acceder a la propiedad intelectual. Es decir, habría que aprovechar especialmente las excepciones que se acordaron en los acuerdos de Doha hace ya 20 años.

Las propuestas de la Cepal están inscritas en el concepto del complejo de salud, que se entiende como los derechos relacionados con la salud y la formación de la política del ramo. En este enfoque, la formación y orientación del sistema sanitario es fundamental. La propuesta de la Cepal es, por ello, fortalecer los sistemas primarios en la región para que haya acceso universal a las vacunas y medicamentos y para que su distribución sea equitativa.

Entrelazar de esta manera un tema particular, la industria farmacéutica, con los valores y las prácticas concretas es una característica de la labor de este organismo internacional.

martes, 14 de septiembre de 2021

Intereses comerciales desalientan el uso de ivermectina para Covid

 Publicado en La Jornada


Intereses comerciales desalientan el uso de ivermectina para Covid


Periódico La Jornada, martes 14 de septiembre de 2021 , p. 5 

La ivermectina es uno de los medicamentos más utilizados en el manejo de Covid-19, aunque no existe evidencia científica sobre su eficacia y, de hecho, en México la Secretaría de Salud (Ssa) no la recomienda. Paradójicamente, a escala global, casi una tercera parte de las personas con la infección lo han consumido, de acuerdo con el monitoreo realizado por el Fondo de Tratamiento Temprano de Covid-19 (CETF, por sus siglas en inglés).

Alfonso Dueñas, investigador biomédico en cáncer, resaltó que hay una gran cantidad de información obtenida de meta-análisis, donde queda claro que “la ivermectina reduce la estancia hospitalaria y la mortalidad por Covid-19”.

Pero lo que está detrás de las políticas que rechazan o desalientan el uso de este medicamento son los intereses comerciales de la industria farmacéutica, pues es “más rentable” investigar sobre productos innovadores de alto costo, que un producto como ivermectina, antiparasitario de bajo costo descubierto en 1975.

El investigador de los institutos Nacional de Cancerología y de Investigaciones Biomédicas de la UNAM reconoció que no se ha realizado un ensayo clínico formal que aporte evidencia científica sobre sus beneficios.

Dueñas destacó que los estudios de este tipo son el “estándar de oro” para evaluar la eficacia de los medicamentos y son la referencia que utilizan las autoridades de los países y organizaciones internacionales, como la Mundial de la Salud (OMS), para la toma de decisiones y emitir recomendaciones.

 También advirtió que los ensayos clínicos están sujetos a intereses económicos, pues sólo algunos reciben financiamiento de las empresas y se pueden llevar a cabo. Además, “es frecuente encontrar que la industria farmacéutica diseña estudios con sesgo para que su producto en estudio se muestre eficaz”.

En el caso de la ivermectina, es un compuesto químico descubierto en 1975 por los investigadores Satoshi Ōmura, de Japón, y el estadunidense William Campbell. Lograron un antiparasitario de uso veterinario y a partir de 1987 se aprobó su uso para combatir la oncocercosis (ceguera de los ríos), la cual afecta a las regiones más pobres.

Por este hallazgo los científicos Ōmura y Campbell obtuvieron el premio Nobel en 2015. Ahora con el Covid-19 se ha empleado la ivermectina, pero por la carencia de evidencia científica contundente no se ha promovido su uso.

En México, la guía para el manejo clínico de Covid-19 establece que la ivermectina no se debe utilizar. Sin embargo, ha sido distribuido por el gobierno de la Ciudad de México y el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).

Dueñas comentó que ante ese panorama y la necesidad de hacer frente a la pandemia, los países deberían adoptar una posición neutral (no aprobar ni desalentar), a fin de que con base en la información disponible en las diferentes investigaciones, los médicos tratantes se guíen por su experiencia profesional.

Así se evitaría la automedicación y con ello riesgos de intoxicación, así como fraudes con medicamento adulterado. Mejor aún sería que las autoridades sanitarias realizaran el ensayo clínico, ya que se cuenta con la capacidad técnica para ello, subrayó el especialista.

lunes, 9 de agosto de 2021

Editoriales "indebidamente positivas" y conflicto de intereses financieros

Publicado en Medscape
https://www.medscape.com/viewarticle/955958


Editoriales "indebidamente positivas" y conflicto de intereses financieros

Pam Harrison


04 de agosto de 2021

En una gran proporción de editoriales publicados en las principales revistas de oncología, los autores tienen conflictos de intereses financieros relacionados con la industria (FCOIs), y en muchos casos, la relación es con la empresa que produce el medicamento que se discute en la editorial.

Además, los comentarios "indebidamente favorables" a los nuevos medicamentos contra el cáncer están significativamente asociados a los editorialistas que tienen conflictos de intereses directos con las empresas que producen esos medicamentos.

Estos resultados proceden de un análisis, el primero de su clase, publicado en línea el 29 de julio en la revista Journal of the National Comprehensive Cancer Network.

"Muchas decisiones clínicas en oncología deben tomarse en ausencia de pruebas de nivel I; por lo tanto, las voces de los editorialistas pueden tener una gran influencia en la práctica y la política", dicen los investigadores, con el autor principal Bishal Gyawali, MD, PhD, del Instituto de Investigación del Cáncer, Universidad de Queen, Kingston, Ontario, Canadá.

"Nuestro estudio demuestra que no sólo es omnipresente la FCOI entre los autores de editoriales de oncología, sino que además estos autores son más propensos a presentar los resultados de los ensayos clínicos de una manera que puede ser indebidamente favorable para el medicamento", concluyen.

Análisis de las cinco principales revistas de oncología

Para su análisis, el equipo evaluó 90 editoriales publicados en 2018 en las siguientes cinco principales revistas de oncología: The New England Journal of MedicineThe LancetThe Lancet OncologyJAMA Oncology; y Journal of Clinical Oncology.

Los investigadores evaluaron si los autores revelaron algún conflicto de intereses con la industria y juzgaron si el comentario era "indebidamente favorable".

Los editoriales "indebidamente favorables" se definieron como aquellos en los que se daba un giro positivo o se hacía una recomendación clínica sin discutir las limitaciones de un ensayo controlado no aleatorio; se daba un giro positivo en el editorial a pesar de que el ensayo controlado aleatorio arrojaba resultados negativos; o se daba una interpretación excesivamente positiva de los hallazgos sin discutir las limitaciones del estudio.

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viernes, 7 de mayo de 2021

Farmacéuticas caen en Bolsa ante amago de liberar patentes

Publicado en La Jornada


Farmacéuticas caen en Bolsa ante amago de liberar patentes


En sólo dos días, las farmacéuticas más grandes del mundo perdieron aproximadamente 13 mil 130 millones de dólares en valor de mercado como consecuencia del amague de Estados Unidos y Europa de liberar las patentes de las vacunas contra Covid-19.

Durante las primeras horas de la sesión, la pérdida de las seis empresas más grandes del sector llegó a 20 mil millones de dólares; sin embargo, al final de la jornada recuperaron parte de lo perdido.

El martes pasado (antes de conocerse la noticia), el valor bursátil de Moderna, Pfizer, BioNTech, AstraZeneca, Novavax y Johnson & Johnson, era de 858 mil 800 millones de dólares, mientras al cierre de la sesión de miércoles cayó a 845 mil 700 millones.

La caída en las acciones de estas empresas comenzó en la parte final de la jornada bursátil del pasado miércoles, cuando Katherine Tai, representante comercial de Estados Unidos, notificó que el gobierno apoyaría la flexibilización de las reglas de patentes sobre las vacunas contra Covid-19.

“La administración de Estados Unidos cree firmemente en las protecciones de la propiedad intelectual pero, para poner fin a esta pandemia, apoya la exención de ese blindaje para los inmunológicos contra el Covid-19”, señaló la funcionaria en un comunicado.

Lo anterior se reflejó en una caída inmediata de las cotizaciones bursátiles de las principales farmacéuticas del mundo, principalmente aquellas que han desarrollado biológicos contra el nuevo coronavirus, como Moderna, Pfizer y AstraZeneca.

Al respecto, este jueves la Federación Internacional de Fabricantes y Asociaciones Farmacéuticas emitió un comunicado en el que calificó de “decepcionante” el apoyo de Estados Unidos a una suspensión de las patentes en los inmunológicos, pues, desde su punto de vista, es un factor que “no aumentará la producción de dosis”.

Durante las pasadas dos sesiones en los pisos de remates, la farmaceútica más afectada ha sido Moderna, pues ha perdido 5 mil 240 millones de dólares en su valor de mercado, seguida por Pfizer, 4 mil 240 millones; BioNTech, 2 mil 154 millones; Johnson & Johnson, mil 315 millones y Novavax, 955 millones de dólares.

Luego de Estados Unidos, la Unión Europea y Rusia se han cohesionado en la solicitud de liberar temporalmente las patentes contra el coronavirus.

Daños menores

La pérdida de estas compañías en los pasados dos días es menor si se toma en cuenta que, desde que inició la pandemia a la fecha, su valor de mercado se ha incrementado en aproximadamente 160 mil millones de dólares, equivalentes a 3.2 billones de pesos.

Según los datos del mercado, las seis compañías mencionadas tienen un valor bursátil, descontando la disminución de los recientes días, de 845 mil 700 millones de dólares, cuando en marzo del año pasado era de apenas 684 mil 870 millones de dólares.

En el lapso alcista, la farmacéutica más beneficiada fue Moderna, cuyo valor se disparó de 7 mil 600 millones de dólares a 64 mil 230 mi-llones, seguida de la más grande del sector, Johnson & Johnson, que pasó de 384 mil 270 a 439 mil 700 millones de dólares.



miércoles, 28 de abril de 2021

Covax: agente de ventas de las farmacéuticas propietarias de patentes de vacunas

Publicado en La Jornada
https://www.jornada.com.mx/2021/04/24/opinion/021a1eco



-    El mecanismo Covax es una de ellas. Se presenta como forma de acceso más equitativo a las vacunas para Covid-19, pero en realidad es una forma de facilitar los negocios de las grandes farmacéuticas y proteger sus patentes, lo cual impide que los países del sur global puedan disponer de suficientes vacunas.

-  No se trata de un efecto secundario o accidental: la escasez es un elemento importante para las empresas, ya que garantiza la demanda y aumenta los precios.

-  Un reciente reporte sobre Covax del experto Harris Gleckman –antes funcionario de la ONU– publicado por Amigos de la Tierra Internacional, analiza con rigurosidad el mecanismo, revelando una perversa iniciativa comercial contra la salud pública, diseñado y promovido por la Fundación Bill y Melinda Gates (https://tinyurl.com/2swf356f).

-  Covax funciona como un banco comercial para hacer compras conjuntas a gran escala a las trasnacionales, lo que a éstas les otorga aún mayor seguridad a sus inversiones aunque ya han recibido cuantiosa financiación pública para desarrollarlas (https://tinyurl.com/ykabcmw9).

-  Covax no cuestiona los precios impuestos por las farmacéuticas ni sus condiciones leoninas. Al contrario, facilita a las empresas la entrada a nuevos mercados en países pobres, sin costo ni riesgo para ellas. Las miserables entregas gratuitas que realiza a esos países ya han sido pagadas por otros o por instituciones públicas multilaterales. Al entrar con vacunas patentadas, favorece los mecanismos de mercado en la atención de salud pública.

-  Que se produzcan y distribuyan equitativamente vacunas seguras en una pandemia global, es una responsabilidad de la OMS (Organización Mundial de la Salud de Naciones Unidas), no de una institución privada como Covax.


Covax: la trampa

Silvia Ribeiro*

Hay muchas paradojas en esta pandemia, la mayoría sobre cómo los más ricos y poderosos se benefician del desastre y lo empeoran. El mecanismo Covax es una de ellas. Se presenta como forma de acceso más equitativo a las vacunas para Covid-19, pero en realidad es una forma de facilitar los negocios de las grandes farmacéuticas y proteger sus patentes, lo cual impide que los países del sur global puedan disponer de suficientes vacunas. No es un efecto secundario o accidental: la escasez es un elemento importante para las empresas, ya que garantiza la demanda y aumenta los precios.

Un reciente reporte sobre Covax del experto Harris Gleckman –antes funcionario de la ONU– publicado por Amigos de la Tierra Internacional, analiza con rigurosidad el mecanismo, revelando una perversa iniciativa comercial contra la salud pública, diseñado y promovido por la Fundación Bill y Melinda Gates (https://tinyurl.com/2swf356f).

Covax funciona como un banco comercial para hacer compras conjuntas a gran escala a las trasnacionales, lo que a éstas les otorga aún mayor seguridad a sus inversiones aunque ya han recibido cuantiosa financiación pública para desarrollarlas (https://tinyurl.com/ykabcmw9). No cuestiona sus precios ni condiciones leoninas. Al contrario, facilita a las empresas la entrada a nuevos mercados en países pobres, sin costo ni riesgo para ellas. Las miserables entregas gratuitas que realiza a esos países ya han sido pagadas por otros o por instituciones públicas multilaterales. Al entrar con vacunas patentadas, favorece los mecanismos de mercado en la atención de salud pública.

Que se produzcan y distribuyan equitativamente vacunas seguras en una pandemia global, es una responsabilidad de la OMS (Organización Mundial de la Salud de Naciones Unidas), no de una institución privada como Covax. Se ha apropiado de tal función para prevenir que se tomen medidas imprescindibles y necesarias, como la cancelación de patentes y el apoyo internacional al fortalecimiento de capacidades nacionales para prevenir próximas pandemias. Como asociación público-privada, Covax es una institución de partes interesadas ( stakeholders), sin transparencia ni rendición de cuentas, donde los grandes actores privados como la gran industria farmacéutica, que actúa por interés de lucro, decide tanto o más que gobiernos e instancias públicas de la comunidad internacional.

Fue fundada por la Alianza Mundial para las Vacunas e Inmunización y la Coalición para las Innovaciones en la Preparación para Epidemias (GAVI y CEPI, por sus siglas en inglés), esta última fundada en el Foro Económico Mundial de Davos, ambas diseñadas y financiadas por la Fundación Bill y Melinda Gates. Aunque la OMS figura también como fundador y participante, su papel es marginal y parece más bien una fachada. GAVI es la que administra el mecanismo y su máxima instancia de decisión está presidida por los presidentes de directorio de GAVI y CEPI. Se han enlistado en Covax 180 gobiernos, pero deciden poco o nada sobre sus formas de acción, contratos, etcétera.

Según la OMS, el porcentaje de vacunación para obtener inmunidad colectiva debería ser mayor a 60 por ciento en todos los países simultáneamente. Numerosos reportes de Naciones Unidas y prensa dan cuenta diariamente de cómo los países industrializados acaparan la mayoría de las vacunas, incluso algunos países como Canadá, más de tres veces las dosis necesarias para toda su población. Covax no ha hecho nada, salvo pedir amablemente a esos países que donen las vacunas que no van a usar (ya pagadas a las empresas, obviamente).

Para lograr ese nivel de vacunación global, la única vía sería que todos los países con capacidad de producir vacunas a nivel nacional lo hicieran y apoyaran directamente a los que no lo tienen. Un primer paso para ello es cancelar todas las patentes y otras restricciones de propiedad intelectual para acceso y transferencia de vacunas y tratamientos relacionados a Covid-19. Esto ya fue planteado por India y Sudáfrica, apoyado por más de 100 países, en la Organización Mundial de Comercio (OMC), pero Estados Unidos, Europa y otros países sede de trasnacionales farmacéuticas se han opuesto ferozmente (https://tinyurl.com/2mh79293).

Varios países del sur global, entre ellos India, Sudáfrica y Brasil tienen capacidad de producción y distribución de vacunas. En muchos más esa capacidad ha sido debilitada por las políticas neoliberales de las últimas décadas, pero podrían ser apoyados para reactivar la producción nacional. Esto es lo que Covax quiere impedir, siguiendo el modelo de acción que lleva también GAVI.

Covax funciona también como una forma de privilegiar las vacunas transgénicas, patentadas y altamente experimentales, llenas de incertidumbres y riesgos, como las basadas en ADN (entre ellas AstraZeneca, Johnson & Johnson) y las de ARN (como Pfizer y Moderna). El reporte de Gleckman señala que también ha funcionado para marginar las opciones más accesibles y públicas producidas en China y Rusia.

Lamentablemente, no sólo Covax, también la OMS y gobiernos promueven esas vacunas más caras y riesgosas, obviando que las empresas seguirán provocando escasez y que existen opciones con métodos convencionales probados, como virus atenuados, inactivados o de subunidades proteicas, que además son las que mejor se podrían producir a nivel nacional.

Investigadora del Grupo ETC


Plan 2.0 para el acceso abierto: ¿un plan o una nueva ambigüedad?

Publicado en THE Times Higher Education https://www.timeshighereducation.com/news/plan-s-20-open-access-plan-bold-may-prove-ineffective   El...