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miércoles, 4 de diciembre de 2024

MÉXICO-ISRAEL-PALESTINA: Docentes de UPN, Colmex, UNAM y UAM exhortan a un "boicot académico"

Publicado en La Jornada
https://www.jornada.com.mx/noticia/2024/12/03/politica/docentes-de-upn-colmex-unam-y-uam-exhortan-a-un-boicot-academico-9347





Docentes de UPN, Colmex, UNAM y UAM exhortan a un "boicot académico"


Alexia Villaseñor
3 de diciembre de 2024 

Poco más de mil 500 académicos pertenecientes a diversas universidades del país, entre ellas El Colegio de México (Colmex), la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) y la Universidad Pedagógica Nacional (UPN), hicieron un llamado a un boicot académico contra el genocidio en Gaza, pues la academia no es neutral, ni las universidades ni ningún otro espacio educativo pueden ni deben permanecer neutrales ante la injusticia.

En un desplegado, tras los más de 400 días del conflicto armado entre Israel y Hamas, cuya consecuencia principal es el genocidio en la franja de Gaza, destacaron que es la gente de a pie a nivel mundial la que ha pedido la liberación del pueblo palestino, que es sin duda, el movimiento de solidaridad en contra del genocidio más importante del siglo XXI.

Denunciaron que las universidades en Israel han respaldado de múltiples maneras los crímenes de lesa humanidad del gobierno israelí, entre ellas la Universidad Hebrea de Jerusalén (UHJ), que participa en programas de formación de élite en las Fuerzas de Defensa Israelí y en servicios de inteligencia y policía.

Señalaron que muchas instituciones académicas mundiales han roto relaciones con dichas universidades, entre ellas El Colegio de México, el Centro de Investigación y Docencia Económicas, la Universidad de Barcelona y la Université Libre de Bruxelles.

Como agrupación académica refrendaron su apoyo al Colmex y nos tomamos la libertad de difundir su argumentación, que es una ruta ejemplar para el resto de los espacios de investigación del país. El Colegio de México recibió críticas por la suspensión de sus relaciones académicas con la UHJ.

Reiteraron el llamado al sector universitario y educativo en México y en el mundo a estar organizados para impulsar el boicot, fomentar el genuino debate y sumar esfuerzos para expulsar a Israel de la ONU y ayudar en el proceso de verdad, justicia y reparación de daños.

El 5 de noviembre, la Comisión revisora del Acuerdo del Colmex, que nació de la petición estudiantil para que el colegio se posicionara respecto a la violencia de Israel a la comunidad Palestina, pidió la suspensión o cancelación del acuerdo académico entre la Universidad Hebrea de Jerusalén y el Colmex.

Después de seis sesiones, que iniciaron en septiembre, la comisión determinó: en las circunstancias actuales, las colaboraciones de la UHJ con el ejército israelí perfilan una situación incompatible con propósitos éticos de nuestra institución.

La presidencia del Colmex emitió dos días después de la recomendación un anuncio a sus estudiantes donde confirma la suspensión del convenio de manera indefinida con la UHJ.



miércoles, 27 de noviembre de 2024

El Colegio de México suspende convenio con Universidad Hebrea de Jerusalén; decisión genera división entre estudiantes y académicos

Publicado en El Universal
https://www.eluniversal.com.mx/nacion/acusan-al-colmex-de-antisemitismo-por-ruptura-con-universidad-hebrea-de-jerusalen-desata-reacciones-en-redes/?utm_source=web



Colmex suspende convenio con Universidad Hebrea de Jerusalén; decisión genera división entre estudiantes y académicos

El Colegio informó que la decisión se tomó por recomendación de la Comisión de Revisión del Acuerdo de Vinculación Académica y Colaboración, formada por estudiantes y académicos de la institución

26/11/2024 

Marco Hernández Cazares

El pasado 7 de noviembre del 2024 el Colegio de México (Colmex) anunció la suspensión de manera indefinida su convenio de colaboración académica con la Universidad Hebrea de Jerusalén (UHJ).

En un comunicado dirigido a la comunidad estudiantil del Colegio informó que la decisión se tomó por recomendación de la Comisión de Revisión del Acuerdo de Vinculación Académica y Colaboración, -formada por estudiantes y académicos de la institución-.

El colectivo de Estudiantes contra el Genocidio en Palestina celebró la decisión y agradeció a la comunidad por el “boicot” contra el genocidio, sin embargo, a diferencia de los estudiantes, académicos y figuras públicas se pronunciaron de manera contraria.





¿Por qué académicos criticaron decisión del Colmex?

Por medio de un comunicado publicado en la prensa nacional, intelectuales del mundo se pronunciaron en contra de la resolución del Colegio de México.

Los múltiples académicos lamentaron la ruptura del convenio con la UHJ, pues señalaron que la relación -generada durante años- era un intercambio provechoso para ambas instituciones.

“Nos sumamos a la declaración de más de ocho mil intelectuales del mundo que, independientemente de sus opiniones en torno a las acciones del gobierno israelí, se han opuesto a toda forma de boicot, acoso y exclusión en contra de autores, entidades literarias y sectores académicos judíos o israelíes", sentencian en el escrito.

Explican que un “boicot académico” dicotomiza la realidad y se vuelve parte de una narrativa unilateral que atenta contra la libertad de pensar, disentir y cuestionar.

“La Academia, cuyo objetivo es explicar e interpretar las problemáticas mundiales, nacionales, culturales y religiosas desde una diversidad teórica, metodológica y política, está obligada a escuchar y analizar distintos puntos de vista a fin de fomentar el pensamiento crítico”.

El desplegado acusó a la institución de excluir un debate necesario de ideas y “enmudecer de manera contradictoria el diálogo israelí-palestino que se lleva a cabo en las aulas.

“Por ello hoy, cuando priva una creciente y preocupante polarización, el intercambio resulta esencial para mantener una comunidad académica abierta, propositiva y global", concluyó el escrito.

Por otra parte en redes sociales han acusado al Colmex incluso de ser antisemita por la decisión.



Reaccionan en redes por desplegado contra el Colmex

Tras la publicación donde intelectuales critican la ruptura entre el Colmex y la UHJ, algunos académicos se han pronunciado en contra calificando la crítica de “frívola”.

En redes señalaron que el comunicado solo rasca lo superficial acusando de “exclusión" a la institución, cuando son los firmantes quienes “callan, omiten, niegan a Gaza”.



Por otro lado también fue señalado como una forma de “callar frente al genocidio palestino”.



Lee también Estudiantes de El Colmex se suman a plantón contra el genocidio en Gaza





lunes, 4 de noviembre de 2024

ALEMANIA: Academia en formato guerra mundial

Publicado en German-Foreign-Policy.com
https://www.german-foreign-policy.com/en/news/detail/9598 


  • El primer paso fue limitar toda cooperación académica con Rusia. Luego vinieron las medidas para restringir la cooperación científica con China, incluido el trabajo de científicos chinos en Alemania. Mientras el Gobierno alemán persigue su "Zeitenwende", Stark-Watzinger (ministra de educación) declara que este "punto de inflexión" de línea dura implica la "armonización" de la esfera académica "con nuestros intereses de política de seguridad".

  • El Ministerio de Educación alemán de Stark-Watzinger lleva mucho tiempo a la ofensiva contra la cooperación académica y de investigación con China. Ya en junio de 2022, el ministro hizo un llamamiento para "trazar límites claros... en áreas sensibles" de cooperación. Esto se aplicaba "en general allí donde pudiéramos estar ayudando a China a obtener una ventaja en la competencia entre diferentes sistemas"

  • El siguiente paso que dio el ministerio de Stark-Watzinger fue intervenir en el conflicto en torno a las protestas contra la matanza de Gaza

  • El intento de obligar a las universidades a plegarse a la línea política del Ministerio de Asuntos Exteriores alemán se ha topado inicialmente con una resistencia generalizada. 


Academia en formato guerra mundial


Continúan las protestas contra los intentos del Ministerio de Educación alemán de disciplinar a los académicos políticamente insumisos. Desde hace dos años aumenta la presión sobre las universidades para que sigan la línea de la política exterior.


24 Jun 2024


BERLÍN (información propia) - Continúan las protestas contra los esfuerzos del Ministerio Federal de Educación por disciplinar al personal universitario que considera políticamente indeseable. Altos funcionarios a las órdenes de la ministra de Educación, Bettina Stark-Watzinger (FDP), intentaron que las universidades berlinesas cancelaran la financiación disponible para determinados académicos. El motivo: firmaron una carta abierta en la que se oponían al desalojo violento de un campamento de protesta de Gaza en la FU de Berlín. Los firmantes insistían en la libertad de reunión y opinión garantizada por la Constitución. El ataque del Ministerio a los profesores berlineses ha desencadenado ahora una solidaridad generalizada, junto con llamamientos a la dimisión de Bettina Stark-Watzinger. Desde el principio de su mandato, Stark-Watzinger ha intentado de forma cada vez más agresiva alinear el panorama universitario alemán con la política del Ministerio Federal de Asuntos Exteriores. El primer paso fue limitar toda cooperación académica con Rusia. Luego vinieron las medidas para restringir la cooperación científica con China, incluido el trabajo de científicos chinos en Alemania. Mientras el Gobierno alemán persigue su "Zeitenwende", Stark-Watzinger declara que este "punto de inflexión" de línea dura implica la "armonización" de la esfera académica "con nuestros intereses de política de seguridad".


"Aislar al gobierno ruso"


La ministra federal de Educación, Bettina Stark-Watzinger, tomó la primera medida drástica para remodelar el panorama académico alemán inmediatamente después del ataque ruso a Ucrania. "Anunció el 25 de febrero de 2022 que se pondría fin de inmediato a la cooperación que existía desde hacía tiempo en el ámbito de la ciencia y la investigación, así como en el de la formación profesional. No importaba, insistió, que la cooperación en investigación con Rusia hubiera estado ayudando a "resolver retos globales como el cambio climático"[1] El objetivo, explicó un portavoz del ministerio, era "aislar al gobierno ruso en la medida de lo posible". La nueva "Zeitenwende" alemana se aplicaría también a las relaciones con Bielorrusia[2]. La postura oficial del Ministerio de Educación es ahora que cualquier "diálogo sobre política de investigación" permanece "suspendido". "Los proyectos de investigación en colaboración... respetando los marcos legales... se han terminado" o "continuarán sin la participación de los socios rusos o bielorrusos"[3]. Esta medida, añadió, había sido "respaldada por las organizaciones científicas y de investigación de Alemania y por la Conferencia Permanente de Ministros de Educación y Asuntos Culturales de los Estados federados".  


Consideraciones geoestratégicas


El ministerio de Stark-Watzinger justifica formalmente las medidas con la afirmación de que "un país que libra una guerra de agresión... no puede ser un socio para Berlín"[4] Esto difícilmente puede ser cierto: ni se interrumpió la cooperación científica y de investigación con Estados Unidos tras su ataque a Irak en 2003, ni el Ministerio Federal de Educación consideró que la violación del derecho internacional tuviera consecuencias cuando la OTAN emprendió una guerra de agresión contra Yugoslavia en 1999 con participación alemana. Aparte de la cuestión de la hipocresía, Alemania está bastante aislada internacionalmente al imponer un boicot científico y de investigación a Rusia. El apoyo se limita a los gobiernos occidentales, mientras que los Estados BRICS, incluidos Brasil, India y Sudáfrica, mantienen su cooperación académica y científica con Moscú[5], al igual que Estados de Oriente Medio como Arabia Saudí[6] y numerosos países africanos[7]. La decisión de poner fin a toda cooperación con Moscú no se basa en ningún imperativo, sino que obedece únicamente a una calculada estrategia geoestratégica. 


¿Impedir que China tenga ventaja?


El Ministerio de Educación alemán de Stark-Watzinger lleva mucho tiempo a la ofensiva contra la cooperación académica y de investigación con China. Ya en junio de 2022, el ministro hizo un llamamiento para "trazar límites claros... en áreas sensibles" de cooperación. Esto se aplicaba "en general allí donde pudiéramos estar ayudando a China a obtener una ventaja en la competencia entre diferentes sistemas"[8] El Ministerio Federal de Educación seguirá en el futuro "asesorando a universidades e instituciones de investigación" sobre la cuestión de "lo que es aceptable y lo que no lo es". Cuando se le preguntó en una entrevista sobre "los campos... en los que nuestros investigadores no deberían o no podrían cooperar", Stark-Watzinger respondió: "Si yo fuera rector de una universidad, no soportaría un Instituto Confucio". Los Institutos Confucio son institutos culturales oficiales de la República Popular, equivalentes a los Institutos Goethe de Alemania en el extranjero. En agosto de 2023, el ministro redobló la apuesta, exigiendo en un artículo de opinión para el Frankfurter Allgemeine Zeitung que "la investigación alemana debe protegerse de China"[9]. 

La "Zeitenwende" llega a las universidades

Stark-Watzinger ha racionalizado esta postura afirmando que "la Zeitenwende exige un enfoque más estratégico", que en la práctica "haga compatible el preciado bien de la libertad académica con nuestros intereses de política de seguridad"[10]. Para lograrlo, "primero hay que hacer más por la seguridad de nuestra investigación". En particular, habría que frenar "la salida no deseada de conocimientos y tecnología hacia otros países". "Especialmente con respecto a China", era necesario, según el ministro, hacer "una evaluación aún más crítica de los riesgos y beneficios de la cooperación". Esto también se aplica a las actividades de los científicos chinos en las universidades alemanas. Las intervenciones eran sobre todo necesarias "en el caso de investigaciones relevantes para la seguridad y riesgos identificables de doble uso". "Si es necesario, desarrollaremos nuevos instrumentos en nuestro diálogo con la comunidad académica", escribió Stark-Watzinger. Por último, ha cuestionado la tradicional aversión a la investigación militar en muchas universidades alemanas, afirmando que "también debe reconsiderarse la estricta separación entre investigación civil y militar". Esto se aplica sobre todo a las "Zivilklauseln": las cláusulas civiles, que existen hoy en unas setenta universidades, se comprometen con la investigación pacífica. 

Derechos democráticos fundamentales

El siguiente paso que dio el ministerio de Stark-Watzinger fue intervenir en el conflicto en torno a las protestas contra la matanza de Gaza. El desencadenante fue una carta abierta de profesores de universidades berlinesas que se oponían al desalojo policial de un campamento de protesta en la Universidad Libre de Berlín. La política propalestina del campamento iba en contra de la política berlinesa en Oriente Medio, decididamente proisraelí. La orden de desalojo fue claramente una decisión política influida por la política del gobierno. "La libertad de reunión y la libertad de expresión", afirmaba la carta abierta de académicos y administradores, "son derechos democráticos fundamentales que deben protegerse, especialmente en las universidades"[11], "independientemente de que se esté de acuerdo o no con las reivindicaciones concretas del campamento de protesta". La carta abierta ha sido firmada ya por casi cuatrocientos académicos berlineses y más de mil miembros del personal de otras universidades. Stark-Watzinger arremetió desde el principio contra los firmantes: "Estamos consternados por esta declaración de los profesores de las universidades berlinesas", declaró en el diario Bild, propiedad de Springer[12]. 

Primeras protestas

Como se ha revelado recientemente, los altos funcionarios del Ministerio Federal de Educación no sólo exigieron que la carta abierta fuera objeto de un "examen jurídico interno sobre su posible relevancia penal", sino que empezaron a buscar la manera de imponer "consecuencias en virtud de la normativa sobre financiación". La idea, en otras palabras, es privar a los firmantes de la carta de los recursos necesarios para su trabajo. La insinuación de que cualquiera que pida libertad de reunión y libertad de opinión para los opositores a la guerra de Israel en Gaza está actuando ilegalmente en virtud de la Ley Fundamental representa un giro autoritario que ahora ha llevado a pedir la dimisión de Stark-Watzinger. Se la acusa de injerencia injustificada en la libertad académica. En otra carta abierta, firmada ya por más de tres mil académicos, se afirma que "retirar la financiación ad personam sobre la base de declaraciones políticas" constituye en sí mismo una violación de la Ley Fundamental[14] Esta evolución demuestra que el intento de obligar a las universidades a plegarse a la línea política del Ministerio de Asuntos Exteriores alemán se ha topado inicialmente con una resistencia generalizada.  

Peticiones de dimisión

Se ha sabido que se pidió al personal del Ministerio que elaborara listas de personas que podrían ser sancionadas económicamente. La semana pasada, Stark-Watzinger culpó a su Secretaria de Estado, Sabine Döring, de iniciar planes para imponer "consecuencias en virtud de la normativa de financiación" y la destituyó. Sin embargo, las protestas contra su conducta en el cargo continúan y las peticiones de dimisión son cada vez más fuertes.


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Academia in world war format

Protests continue against attempts by Germany’s education ministry to discipline politically non-compliant academics. For two years pressure has grown on universities to toe the line on foreign policy.

24 Jun 2024

BERLIN (own report) - Protests are ongoing against the Federal Ministry of Education’s efforts to discipline university staff it considers politically undesirable. Senior civil servants under Education Minister Bettina Stark-Watzinger (FDP) attempted to have Berlin universities cancel the funding available for specified academics. The reason: they signed an open letter objecting to the violent eviction of a Gaza protest camp at the FU Berlin. The signatories were insisting on the constitutionally guaranteed freedom of assembly and opinion. The ministry’s attack on Berlin lecturers has now triggered widespread solidarity, along with calls for Bettina Stark-Watzinger to resign. From the very beginning of her time in office, Stark-Watzinger has sought ever more aggressively to align the German university landscape to the politics of the Federal Foreign Office. The first step was to cap all academic cooperation with Russia. Then came measures to restrict scientific cooperation with China, including the work of Chinese scientists in Germany. As the German government pursues its “Zeitenwende”, Stark-Watzinger declares this hawkish “turning point” to entail the “harmonisation” of the academic sphere “with our security policy interests”.   

“Isolate the Russian government”

Federal Education Minister Bettina Stark-Watzinger took the first drastic measure to reshape the German academic landscape immediately after the Russian attack on Ukraine. “The previous long-standing cooperation in science and research as well as in vocational training” would, she announced on 25 February 2022, be terminated straightaway. It mattered not, she insisted, that research cooperation with Russia had been helping to “solve global challenges such as climate change”.[1] The aim, a ministry spokesperson explained, was to “isolate the Russian government as far as possible”. Germany’s new “Zeitenwende” would also apply to relations with Belarus.[2] The official position of the education ministry is now that any “dialogue on research policy” remains “suspended”. “Collaborative research projects have ... while respecting legal frameworks ... now been terminated” or would "be continued without the participation of the Russian or Belarusian partners”.[3] This move had, she added, been “endorsed by Germany’s science and research organisations and by the Standing Conference of the Ministers of Education and Cultural Affairs of the Länder”. 

Geostrategic considerations

Stark-Watzinger’s ministry formally justifies the measures with the assertion that “a country that wages a war of aggression ... cannot be a partner for Berlin”.[4] This can hardly be true: neither was science and research cooperation with the United States discontinued after its attack on Iraq in 2003, nor did the Federal Ministry of Education consider any consequences from the violation of international law when NATO prosecuted a war of aggression against Yugoslavia in 1999 with German participation. Apart from the question of hypocrisy, Germany is quite isolated internationally in imposing a science and research boycott on Russia. Support is limited to Western governments while the BRICS states, including Brazil, India and South Africa, are continuing their academic and scientific cooperation with Moscow,[5] as are Middle Eastern states such as Saudi Arabia [6] and numerous African countries.[7] The decision to cease all cooperation with Moscow is not based on any imperative but flows solely from a calculated geostrategic strategy. 

Preventing China from having an advantage?

Germany’s education ministry under Stark-Watzinger has long been on the offensive against academic and research cooperation with China. As early as June 2022, the minister called for “drawing clear boundaries ... in sensitive areas” of cooperation. This applied “in general wherever we might be helping China to gain an advantage in the competition between different systems.”[8] The Federal Ministry of Education will in future continue to “advise universities and research institutions” on the question of “what is acceptable and what is not”. When asked in an interview about “the fields ... in which our researchers should not or may not cooperate”, Stark-Watzinger replied, “If I were a university president, I would not put up with a Confucius Institute.” The Confucius Institutes are official cultural institutes of the People’s Republic, equivalent to Germany’s Goethe Institutes abroad. In August 2023, the minister doubled down, demanding in an opinion piece for the Frankfurter Allgemeine Zeitung that German “research must be protected from China”.[9]

“Zeitenwende” comes to the universities

Stark-Watzinger has rationalised this position by stating that “the Zeitenwende demands a more strategic approach”, which in practice “makes the precious good of academic freedom compatible with our security policy interests”.[10] To achieve this, “more must first be done for the security of our research.” In particular, “the unwanted outflow of expertise and technology to other countries” would have to be stemmed. “Especially with regard to China,” it was, claimed the minister, necessary to make “an even more critical assessment of the risks and benefits of cooperation”. This also applied to the activities of Chinese scientists at German universities. Interventions were above all needed “in the case of security-relevant research and identifiable dual-use risks”. “If necessary, we will develop new instruments in our dialogue with the academic community,” wrote Stark-Watzinger. Finally, she has questioned the traditional aversion to military research at many German universities, saying, “the strict separation between civil and military research must also be reconsidered.” This applied above all to the “Zivilklauseln”: the civil clauses, which exists in some seventy universities today, commits to peaceful research.  

Fundamental democratic rights

The next step taken by Stark-Watzinger’s ministry was to intervene in the conflict surrounding protests against the slaughter in Gaza. It was triggered by an open letter from lecturers at Berlin universities which opposed the police eviction of a protest camp at the Free University of Berlin. The pro-Palestinian politics of the camp ran counter to Berlin’s determinedly pro-Israel Middle East policy. The order to evict was clearly a political decision influenced by government policy. “Freedom of assembly and freedom of expression,” affirmed the open letter from academics and administrators, “are fundamental democratic rights that must be protected, especially at universities.”[11] This applies “regardless of whether you agree with the specific demands of the protest camp.” The open letter has now been signed by almost four hundred Berlin academics and more than a thousand staff from other universities. Stark-Watzinger went on the attack against the signatories from the outset: “We are appalled by this statement from lecturers at Berlin universities,” she was quoted as saying in the Springer-owned Bild daily.[12] 

First protests

As has recently been revealed, the top civil servants at the Federal Ministry of Education not only demanded that the open letter be subject to an internal “legal examination into possible criminal relevance”, but also began looking for ways to impose “consequences under the regulations on funding”. The idea, in other words, is to deprive the letter’s signatories of the resources needed for their work. And ministry officials even doubted whether “the university lecturers are acting constitutionally within the scope of the Basic Law”.[13] The insinuation that anyone who calls for freedom of assembly and freedom of opinion for opponents of Israel’s Gaza war is acting unlawfully under the Basic Law represents an authoritarian turn that has now led to demands for Stark-Watzinger’s resignation. She is accused of unwarranted interference in academic freedom. A further open letter, now signed by over three thousand academics, states that “withdrawing funding ad personam on the basis of political statements” is itself a violation of the Basic Law.[14] This development shows that the attempt to force universities to toe the political line of the German Foreign Office has initially met with widespread resistance. 

Calls for resignation

It has emerged that ministry staff were asked to compile lists of individuals who could be financially sanctioned. Last week, Stark-Watzinger blamed her State Secretary, Sabine Döring, for initiating plans to impose “consequences under funding regulations” and sacked her. However, the protests against her conduct in office continue and calls for her resignation are getting louder.

 

[1] Klare Konsequenzen für den russischen Angriff. stark-watzinger.de 25.02.2022.

[2] BMBF friert Kooperation mit Russland und Belarus ein. bmbf.de 30.03.2022.

[3], [4] Russische Föderation und Belarus. bmbf.de.

[5] Kudzai Mashininga: Agreement boosts academic mobility across BRICS borders. universityworldnews.com 31.08.2023.

[6] Russia, Saudi Arabia agree to develop cooperation across various fields. tass.com 07.12.2023.

[7] Wagdy Sawahel: Africa-Russia HE cooperation plan reflects geopolitical tussles. universityworldnews.com 10.08.2023.

[8] Barbara Gillmann: „Man darf nicht naiv sein“ – Forschungsministerin rät Hochschulen zu radikalem Schritt gegen China. handelsblatt.com 16.06.2024.

[9], [10] Bettina Stark-Watzinger: Unsere Forschung vor China schützen. Frankfurter Allgemeine Zeitung 21.08.2024.

[11] Statement von Lehrenden an Berliner Universitäten. Berlin, Mai 2024.

[12] Heike Schmoll: Ein versuchter Befreiungsschlag. Frankfurter Allgemeine Zeitung 18.06.2024.

[13] John Goetz, Manuel Biallas: Als Reaktion auf Kritik: Bildungsministerium wollte Fördermittel streichen. daserste.ndr.de 11.06.2024.

[14] Heike Schmoll: Ein versuchter Befreiungsschlag. Frankfurter Allgemeine Zeitung 18.06.2024.

lunes, 16 de septiembre de 2024

U.S.A.: Las universidades «declaran la guerra» al movimiento de protesta en Gaza antes del nuevo curso

Publicado en THE Times Higher Education
https://www.timeshighereducation.com/news/colleges-declare-war-gaza-protest-movement-ahead-new-term?utm_source=newsletter&utm_medium=email&utm_campaign=editorial-daily&spMailingID=29749773&spUserID=MTMxNDI2NDE5NzI2MwS2&spJobID=2550424483&spReportId=MjU1MDQyNDQ4MwS2 


Las universidades «declaran la guerra» al movimiento de protesta en Gaza antes del nuevo curso


La nueva normativa impone límites estrictos a las manifestaciones, pero es poco probable que los estudiantes se dejen disuadir


9 de septiembre de 2024

Patrick Jack

Twitter: @paddywjack


Las universidades estadounidenses han sido acusadas de «declarar la guerra» al profesorado y a los estudiantes propalestinos, al renovarse la represión de las protestas contra la guerra en Gaza al comienzo del curso académico.


Más de 2.500 personas fueron detenidas en la oleada de manifestaciones, acampadas y ocupaciones que arrasó las universidades el curso pasado, muchas de las cuales sólo terminaron con violentas intervenciones policiales.


Para evitar que se repitan los disturbios, muchas universidades han aprovechado las vacaciones de verano para introducir nuevas normas sobre las manifestaciones en los campus, como la prohibición de tiendas de campaña, la limitación del número de asistentes, la restricción del tiempo y los controles de identidad.


«Muchas instituciones han pasado el verano tratando de determinar qué políticas aplicar, cómo aplicarlas y cómo ser extremadamente claros con los estudiantes sobre lo que está bien, lo que no está bien y qué consecuencias habrá», dijo Steven Brint, distinguido profesor de sociología y política pública en la Universidad de California, Riverside.


Pero Raz Segal, profesor asociado de estudios sobre el Holocausto y el genocidio en la Universidad Stockton de Nueva Jersey, dijo que las restricciones a menudo iban demasiado lejos.


«Está muy claro que muchas universidades de EE.UU. que fueron focos de protestas en primavera han declarado la guerra al profesorado, a los estudiantes y, de hecho, a la verdad», afirmó.


El Dr. Segal afirmó que las universidades deben estar preparadas para una «reacción muy legítima» contra la normativa, y añadió que las universidades han «creado las condiciones» para expulsar a un gran número de estudiantes.


«La gente entiende que este ataque contra la libertad académica, este ataque contra el derecho a protestar y este ataque contra la investigación significan el fin del mundo académico, y mantener el mundo académico es algo por lo que merece la pena luchar», afirmó. 


Al igual que los administradores, los manifestantes también han desarrollado nuevas tácticas, con un gobierno estudiantil elegido pro-Gaza en la Universidad de Michigan que retiene la financiación de todas las actividades hasta que la institución acceda a desinvertir de Israel. Una coalición de estudiantes de la Universidad de Columbia, epicentro de las protestas de primavera, afirmó que los manifestantes seguirían luchando por la desinversión «sin importar el coste individual».


«Las universidades están reprimiendo claramente lo que quedaba de libertad de expresión», afirmó Norman Finkelstein, politólogo independiente y experto en el Holocausto y el conflicto palestino-israelí.


«Este ha sido el mayor asalto a la libertad académica de la historia de Estados Unidos con diferencia. Nunca ha habido nada ni remotamente parecido».  


Los estudiantes parecen estar de acuerdo. Un nuevo informe de la Fundación para los Derechos Individuales y la Expresión (Fire) revela que un gran número de estudiantes ha perdido la confianza en la capacidad de su institución para proteger la libertad de expresión en el campus.


La organización advirtió que las protestas «inevitables» de este año, combinadas con las próximas elecciones presidenciales, han creado una «situación combustible» y que muchos administradores se enfrentan ahora a una «ardua batalla para ganarse de nuevo la confianza de sus estudiantes».


El Dr. Finkelstein advirtió de que sería «muy duro» para los estudiantes participar en protestas en el próximo curso, ya que corrían el riesgo de ser suspendidos, expulsados, detenidos, privados de oportunidades laborales o de recibir recortes económicos por parte de unos padres desaprobadores.   


El profesor Brint estuvo de acuerdo en que las universidades se enfrentaban a un año «muy difícil», pero afirmó que era poco probable que muchas facultades cedieran a las peticiones de desinversión porque muchos estados tienen leyes en vigor contra los boicots antiisraelíes.


No obstante, prosiguió, la decisión de la Asociación Estadounidense de Profesores Universitarios de dar marcha atrás en su oposición al boicot académico podría «animar» a más profesores a unirse al movimiento.


«No cabe duda de que proporcionará una justificación para seguir abogando en ese sentido y también puede convencer a algunos otros de que se trata de una táctica aceptable», afirmó el profesor Brint.


patrick.jack@timeshighereducation.com


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Colleges ‘declare war’ on Gaza protest movement ahead of new term

New regulations place strict limits on demonstrations, but students are unlikely to be deterred

September 9, 2024

Patrick Jack

Twitter: @paddywjack


US universities have been accused of “declaring war” on pro-Palestinian faculty and students, with a clampdown on protests against the war in Gaza set to be renewed at the start of the academic year.

More than 2,500 people were arrested in the wave of demonstrations, encampments and occupations that swept colleges last term, many of which were ended only by violent police interventions.  

Seeking to avoid a repeat of the disruption, many colleges have used the summer break to introduce new regulations on campus demonstrations, including bans on tents, limits on numbers, time constraints and identity checks.

“Many institutions have spent the summer trying to determine what policies to enforce, how to enforce them and how to be extremely clear with students about what’s OK, what’s not OK and what consequences will exist,” said Steven Brint, distinguished professor of sociology and public policy at the University of California, Riverside.

But Raz Segal, associate professor of Holocaust and genocide studies at New Jersey’s Stockton University, said the restrictions often went too far.  

“It’s very clear that a lot of colleges in the US that were hotspots of protests in the spring have basically declared war on faculty members, on students and, actually, on truth,” he said.

Dr Segal said universities should be prepared for “very legitimate pushback against” the regulations, adding that colleges had “created the conditions” to expel large numbers of students.

“People understand that this attack against academic freedom, this attack against the right to protest and this attack against research spells the end of the academic world, and maintaining the academic world is something worth fighting for,” he said.    

Just like administrators, protesters have also developed new tactics, with an elected pro-Gaza student government at the University of Michigan withholding funding for all activities until the institution agrees to divest from Israel. A coalition of students at Columbia University, the epicentre of the spring protests, said protesters would continue fighting for divestment “no matter the individual cost”.

“Universities are clearly clamping down on what remained of freedom of speech,” said Norman Finkelstein, an independent political scientist and expert on the Holocaust and the Israeli-Palestinian conflict.

“This has been the biggest assault on academic freedom in American history by far. There’s never been anything remotely like it.” 

Students appear to agree. A new report from the Foundation for Individual Rights and Expression (Fire) found that large numbers of students have lost confidence in the ability of their institution to protect free speech on campus.

The organisation warned that “inevitable” protests this year, combined with the upcoming presidential election, have created a “combustible situation” and that many administrators now face an “uphill battle to earn their students’ trust back”.

Dr Finkelstein warned that it would be “very tough” for students to take part in protests in the coming term because they risked being suspended, expelled, arrested, denied job opportunities or cut off financially by disapproving parents.  

Professor Brint agreed that universities faced a “very difficult” year, but said it was unlikely that many colleges would yield to calls for divestment because many states have laws in place against anti-Israel boycotts.

Nevertheless, he continued, the American Association of University Professors’ decision to reverse its opposition to academic boycotts could “empower” more faculty to join the movement.

“It will certainly provide a rationale for continued advocacy on those lines and may also convince some others that this is an acceptable tactic,” Professor Brint said.

patrick.jack@timeshighereducation.com


"¡Quemadlo con fuego!" - El uso de ChatGPT «polariza» a los revisores

Publicado en THE Times Higher Education https://www.timeshighereducation.com/news/corrupting-chatgpt-use-polarises-peer-reviewers   Quemadlo...