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viernes, 23 de diciembre de 2022

Las vacunas cubanas y la inequidad mundial

Publicado en La Jornada
https://www.jornada.com.mx/2022/12/23/opinion/012a2pol

- Dentro de las múltiples injusticias desenmascaradas por la pandemia está la desigualdad mundial que permitió a los países ricos adquirir y administrar vacunas de sobra para su población, mientras los países pobres fueron obligados a esperar. 

- Para febrero de 2022, a casi dos años de haber sido declarada la pandemia, sólo 9.5 por ciento de la población de países pobres había recibido una dosis de la vacuna. 

- Otra gran injusticia es la fortuna que adquirieron las industrias farmacéuticas. No obstante la inmensa inversión del sector público de la que fueron dotadas para desarrollar sus vacunas, las farmacéuticas junto con los gobiernos de EU, Gran Bretaña y Canadá, bloquearon intentos por liberar la fórmula para que éstas se pudieran producirse masivamente. 

- En noviembre de 2021, cuando estas industrias se preparaban para su convención anual, tan sólo Pfizer-BioNTech y Moderna estaban generando ganancias de 65 mil dólares cada minuto. Mientras, menos de uno por ciento de las vacunas de la primera y apenas .2 por ciento de las de la segunda, habían sido entregadas a países pobres.



Las vacunas cubanas y la inequidad mundial

Tanalís Padilla*

Viernes 23 de diciembre de 2022

A finales de noviembre llegó a México el primer embarque de la vacuna cubana contra el covid-19. Llamada Abdala, ésta es una de las tres vacunas cubanas –junto con Soberana 2 y Soberana Plus– autorizadas por la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris). Las vacunas cubanas se suman así a las otras nueve –incluyendo Pfizer-BioNtech, Moderna y Johnson & Johnson (EU), AstraZeneca (Inglaterra) y Sinovac (China)– también autorizadas por este organismo para uso de emergencia en México.

A primera vista parece sorprendente que Cuba, país pobre, asediado por el bloqueo estadunidense de seis décadas y que vive una aguda crisis económica, aparezca al lado de grandes potencias como Estados Unidos, Inglaterra y China, en la lista de países que desarrollaron su propia vacuna. Estudios recientes no sólo han destacado la gran efectividad de las vacunas cubanas –sobre 95 por ciento para prevenir casos severos y muerte por el covid-19–, sino que Cuba sobresale por su alto nivel de vacunación. A principios de este año, cerca de 86 por ciento de su población había recibido ya las tres dosis de su vacuna, un nivel sólo superado entonces por Emiratos Árabes Unidos. Cuba además fue el primer país en vacunar masivamente a niños de hasta dos años de edad, proceso que redujo la letalidad de la pandemia en la isla ya que si bien el covid-19 no los afecta con igual seriedad que a la gente mayor, los pequeños sí son fuente de transmisión.

Cuba lleva desde los años 80 desarrollando medicamentos y vacunas tanto para su propia población como para exportación y donación a otros países del mundo. El Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología y el Instituto Finlay de Vacunas gozan de una reconocida trayectoria en el desarrollo de vacunas eficaces y seguras. Entre ellas destacan la primera vacuna desarrollada a escala mundial en contra del meningitis meningocócica (MenB), aplicada en Cuba desde 1989; la vacuna contra Haemophilus influenzae tipo b (Hib), administrada en Cuba desde 2003; y la vacuna contra el hepatitis B, usada en Cuba desde 1992. Esta última fue la primera vacuna recombinante en el mundo autorizada por la Organización Mundial de Salud.

La infraestructura, experiencia, y avances en la creación de estas vacunas formaron la base para desarrollar las vacunas contra el covid-19. A diferencia de la nueva tecnología ARNm (ácido ribonucleico mensajero) utilizada por Pfizer y Moderna que está diseñada para enseñar a las células a producir una proteína que, si el cuerpo se infecta, provoca la respuesta inmunológica, las vacunas cubanas se basan en un método más tradicional. Contienen una parte de la proteína que el coronavirus usa para unirse a las células humanas lo cual, al ser administrada, genera anticuerpos que bloquean esta unión. El método cubano tiene tres grandes ventajas: es más económico, es más fácil de reproducir, y las vacunas no requieren el ultra-congelamiento necesitado por las de ARNm. Estas características hacen más factible vacunar a la población mundial, sobre todo en países pobres.

Dentro de las múltiples injusticias desenmascaradas por la pandemia está la desigualdad mundial que permitió a los países ricos adquirir y administrar vacunas de sobra para su población, mientras los países pobres fueron obligados a esperar. Para febrero de 2022, a casi dos años de haber sido declarada la pandemia, sólo 9.5 por ciento de la población de países pobres había recibido una dosis de la vacuna. Otra gran injusticia es la fortuna que adquirieron las industrias farmacéuticas. No obstante la inmensa inversión del sector público de la que fueron dotadas para desarrollar sus vacunas, las farmacéuticas junto con los gobiernos de EU, Gran Bretaña y Canadá, bloquearon intentos por liberar la fórmula para que éstas se pudieran producirse masivamente. En noviembre de 2021, cuando estas industrias se preparaban para su convención anual, tan sólo Pfizer-BioNTech y Moderna estaban generando ganancias de 65 mil dólares cada minuto. Mientras, menos de uno por ciento de las vacunas de la primera y apenas .2 por ciento de las de la segunda, habían sido entregadas a países pobres.

Entre las razones que citan los científicos y funcionarios cubanos por haber tomado la decisión de orientar toda su capacidad hacia la producción de sus propias vacunas es que no confiaban en que las pudieran adquirir de la comunidad internacional. Su experiencia con el bloqueo estadunidense –que también sanciona a terceras partes si hacen negocios con Cuba– les daba más que buenos motivos para dudar. El imperio no se quedó cortó negándose a relajar aunque fuera mínimamente, sus inhumanas sanciones en un momento de emergencia sanitaria sin precedente.

La apuesta de Cuba ha dado resultados, no sólo para su propia población, sino para la de otros países, cuyos pueblos Estados Unidos también insiste en castigar. Cuba ha enviado sus vacunas a Venezuela, Siria, Nicaragua y Vietnam; Soberana 2 se está produciendo en Irán. Además, desarrolló acuerdos con otros países para transferir su tecnología y proveer las vacunas a bajo costo.

En condiciones sumamente adversas Cuba sigue sorprendiendo al mundo: con sus brigadas médicas internacionales, con sus innovaciones de medicina, con los altos índices de salud de su población. Sus vacunas contra el covid son otro recordatorio de lo que se puede lograr, si no se opera bajo la lógica capitalista.

Profesora-investigadora del Instituto Tecnológico de Massachusetts. Autora del libro Unintended Lessons of Revolution, una historia de las normales rurales


miércoles, 30 de marzo de 2022

De 10 mil millones de vacunas en el mundo, sólo 1% llegó a países pobres

Publicado en La Jornada
https://www.jornada.com.mx/notas/2022/03/30/politica/de-10-mil-millones-de-vacunas-en-el-mundo-solo-1-llego-a-paises-pobres/



De 10 mil millones de vacunas en el mundo, sólo 1% llegó a países pobres

Periódico La Jornada
miércoles 30 de marzo de 2022 , p. 10

Ginebra. Dos años después del brote de covid-19, la respuesta mundial no ha hecho más que evidenciar las diferencias entre países ricos y pobres, y en los propios países entre los más vulnerables, según muestra un estudio del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).

La falta de equidad en las vacunas, además de prolongar la pandemia, ralentiza la recuperación económica de países enteros, pone en peligro los mercados laborales mundiales, los pagos de la deuda pública y la capacidad de invertir en otras prioridades.

En septiembre de 2021, la Organización Mundial de la Salud (OMS) estableció el ambicioso objetivo mundial de vacunar a 70 por ciento de la población global para mediados de 2022.

En ese momento, poco más de 3 por ciento de las personas de los países de bajos ingresos se habían inoculado con al menos una dosis, frente a 60.18 por ciento de las naciones de altos ingresos.

Seis meses después, el mundo no está cerca de alcanzar el objetivo fijado. El número total de dosis administradas ha aumentado enormemente, pero también lo ha hecho la desigualdad en su distribución: de 10 mil 700 millones de dosis suministradas en todo el mundo, sólo uno por ciento ha llegado a los países de bajos ingresos.

Esto significa que 2 mil 800 millones de personas en el orbe siguen esperando su primera inyección. Esto pone en peligro la seguridad de todos y es, en gran medida, responsable de las crecientes desigualdades tanto entre los países como dentro de ellos, indicó la OMS.

En África subsahariana, como Burundi, República Democrática del Congo y Chad, menos de uno por ciento de la población ha recibido el esquema completo de vacunas. Fuera de África, Haití y Yemen aún no han alcanzado 2 por ciento de cobertura.

El análisis del PNUD muestra que si las naciones de bajos ingresos hubieran alcanzado la misma tasa de inmunización que las de altos ingresos en septiembre del año pasado (alrededor de 54 por ciento), habrían aumentado su PIB en 16 mil 270 millones de dólares en 2021. Estas “ganancias perdidas” podrían haber servido para abordar otros problemas de desarrollo urgentes, como la educación.  

El brote más letal de SARS-CoV-2 en Hong Kong ha cobrado unas 6 mil vidas en lo que va del año, por lo que los ataúdes comienzan a escasear en la ciudad.

Estados Unidos autorizó una cuarta dosis de las vacunas de Pfizer-BioNTech o Moderna para personas mayores de 50 años.

La pandemia ha dejado 484 millones 310 mil 729 contagios y 6 millones 131 mil 336 muertes, según la Universidad Johns Hopkins.

viernes, 25 de marzo de 2022

COVID-19: vacunas hechas para países pobres... se van a países ricos (?!?!)

Publicado en La Jornada
https://www.jornada.com.mx/notas/2022/03/25/politica/enviadas-a-naciones-ricas-millones-de-vacunas-fabricadas-para-paises-pobres/


Enviadas a naciones ricas, millones de vacunas fabricadas para países pobres

Nueva Delhi. La compañía que está detrás de la vacuna contra el covid-19, presentada como herramienta clave para el mundo en desarrollo, ha enviado decenas de millones de dosis a los países adinerados, pero todavía no ha aportado ninguna al programa respaldado por la Organización de Naciones Unidas (ONU) para abastecer a los más pobres, un indicio de la desigualdad que persiste en la respuesta global a la pandemia.

Covax planteó distribuir 250 millones de dosis de la fórmula de Novavax para marzo, pero la agencia de la ONU a cargo de las entregas anunció que los primeros envíos podrían realizarse en abril o mayo.

Esto no debería ser así. Cuando estalló la pandemia hace dos años, CEPI, una de las organizaciones que dirige el programa Covax, dio a Novavax 388 millones de dólares para acelerar el desarrollo de su fórmula, con el objetivo de que estuviese disponible en los países pobres.

La inversión garantizó a Covax el “derecho de tanteo” sobre las primeras dosis de la farmacéutica, pero el acuerdo se aplicaba sólo a las plantas de República Checa, Corea del Sur y España, señaló el vocero de CEPI, Bjorg Dystvold Nilsson. Hay otras fábricas que no forman parte del pacto, y sus biológicos se mandan a otras partes.

El Serum Institute of India, el mayor fabricante de vacunas del mundo, ha elaborado millones de dosis de Novavax. Según la cancillería india y el centro, más de 28.9 millones se enviaron a Holanda en enero y febrero, mientras Australia recibió alrededor de 6 millones. A Indonesia llegaron también unos 9 millones en diciembre.

Miles de inmunizantes más se enviaron desde una planta holandesa a otros países de la Unión Europea.

Según datos de la Universidad de Oxford, sólo alrededor de 14 por ciento de la población de naciones de bajos ingresos tienen al menos una dosis. Más de 680 millones de las distribuidas por Covax siguen sin administrarse o han caducado, según información de los gobiernos.

A los funcionarios de salud les preocupa también que haya desaparecido la urgencia de vacunar a la población contra el covid-19, en especial cuando muchos países retiran sus medidas de salud pública y la atención mundial se centra en otros asuntos. “Las naciones ricas han dejado a un lado el coronavirus y todo el mundo está obsesionado con la guerra en Ucrania, pero el covid-19 sigue suponiendo una grave crisis para la mayoría de la población mundial”, aseveró Ritu Sharma, vicepresidenta de la organización benéfica CARE.

Covax sigue sufriendo desesperante escasez de vacunas y con el ritmo actual de inoculación, el mundo está aún a “años y años” de inmunizar a un porcentaje de población suficiente para frenar nuevas olas, agregó. El saldo por la pandemia es de 476 millones 659 mil 238 contagios y 6 millones 107 mil 834 muertes, reportó ayer la Universidad Johns Hopkins.

“Por el motivo que sea, una vacuna que se creía que era muy adecuada para los países pobres está yendo ahora en gran parte a los ricos”, lamentó Zain Rizvi, experto en política farmacéutica en el grupo activista estadunidense Public Citizen.

La demora es el más reciente revés para el Covax, que se ha visto afectado repetidamente por problemas de suministro y ha incumplido varios objetivos de reparto de dosis.

Plan 2.0 para el acceso abierto: ¿un plan o una nueva ambigüedad?

Publicado en THE Times Higher Education https://www.timeshighereducation.com/news/plan-s-20-open-access-plan-bold-may-prove-ineffective   El...