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lunes, 22 de enero de 2024

La encrucijada digital de la UE: ¿por qué es tan difícil alcanzar la soberanía tecnológica?

Publicado en El Confidencial
https://www.elconfidencial.com/mundo/2023-12-31/encrucijada-digital-ue-soberania-tecnologica_3802847/



LA EUROPA DIGITAL DE 2030
La encrucijada digital de la UE: ¿por qué es tan difícil alcanzar la soberanía tecnológica?

La UE se fija para finales de la década que todo el mundo rural cuente con una red de 5G y los ciudadanos tengan acceso a golpe de clic a servicios públicos como el historial médico



31/12/2023 

La Unión Europea no quiere perderse el tren digital. Hace años que Estados Unidos y China la adelantaron en la competición tecnológica, pero el bloque quiere equilibrar la balanza con sus objetivos digitales para 2030. Una de las medidas más ambiciosas es una inversión de 43.000 millones de euros para fomentar la producción de microchips y que el 75% de las empresas cuenten con servicios de nube y macrodatos. Por otro lado, apostará por que el 80% de los adultos europeos tengan competencias digitales básicas.

El propósito de la UE es convertir los desafíos de la adaptación al mundo digital en una oportunidad. Pero no será una tarea fácil. Esta es la encrucijada digital de la UE, explicada en cinco datos.

1. Microchips: un billón en tiempos de escasez

En 2020, se fabricó en todo el mundo un billón de microchips. La demanda se duplicará de aquí a 2030. Con la pandemia del coronavirus, los europeos se dieron cuenta de que eran incapaces de producir por sí mismos un solo gramo de ibuprofeno. Al igual que por entonces, en medio de la revolución tecnológica actual, la dependencia de —especialmente— China para producir estos materiales es una de las grandes preocupaciones y retos de los europeos para el futuro próximo.

La crisis de microchips, material que se encuentra en dispositivos móviles o patinetes eléctricos, ha obligado a cerrar fábricas en distintos sectores, como el sanitario o el automovilístico. Estos microprocesadores se encuentran en todos los ámbitos del día a día: desde el transporte hasta la energía o la computación. Un teléfono móvil contiene alrededor de 160 chips diferentes y un coche híbrido puede tener hasta 3.500.

Según datos del Parlamento Europeo, una gran empresa de semiconductores puede depender de hasta 16.000 proveedores diferentes, lo que hace que la cadena de suministro sea altamente volátil, difícil y vulnerable. A esta complejidad se une el débil posicionamiento de la UE en el tablero global. El bloque comunitario produce menos del 10% de microchips del mundo. El objetivo pasa por que Europa represente el 20% de la producción mundial en 2030.

"Permítanme centrar su atención sobre los semiconductores, esos chips minúsculos que hacen que todo funcione, desde los teléfonos inteligentes y los patinetes eléctricos a los trenes o las fábricas inteligentes. Dependemos de los chips de vanguardia fabricados en Asia. No es, por lo tanto, solo una cuestión de nuestra competitividad, sino que se trata también de una cuestión de soberanía tecnológica. Así que prestémosle toda la atención que merece", aseguraba Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, en su discurso sobre el estado de la Unión de 2021.

Un año después, desde el mismo atrio de Estrasburgo, la alemana recordó que la producción de automóviles se redujo en tres cuartas partes ese año, que la falta de piezas de recambio estaba obligando a Aeroflot a aparcar sus aviones y que, ante la falta de semiconductores, el Ejército ruso estaba extrayendo chips de los lavavajillas y los refrigeradores para reparar el material militar.

La UE es consciente de que abordar esta falla en la cadena de suministros es una cuestión de supervivencia para su competitividad y para abordar la transición climática y digital. La Ley Europea de Chips entró en vigor el 21 de septiembre de 2023 con el objetivo de movilizar más de 43.000 millones de euros de inversiones públicas y privadas con la misión de "reforzar el liderazgo tecnológico de Europa".

2. Inteligencia Artificial: 11 billones en la economía mundial

El que dejamos atrás es el año de la Inteligencia Artificial. Se espera que esta tecnología avanzada contribuya en 2030 a generar más de 11 billones de euros en la economía mundial. Y China, uno de los grandes gigantes tecnológicos del mundo, parte con ventaja. Ya en 2013, el presidente Xi Jinping reconoció el papel que el mundo digital jugaba en la geopolítica, desde el músculo económico hasta el avance de los ejércitos. En los últimos años, ha presentado el plan Made in China y el Plan de Desarrollo de Inteligencia Artificial para convertir a su país en el líder mundial de la IA de aquí a 2030.

En paralelo, la Unión Europea aprobó hace unos días la primera ley de Inteligencia Artificial del mundo. El que es ya uno de los grandes triunfos de la presidencia española del Consejo tiene por objetivo regular la IA para que sea una tecnología centrada en el ser humano, integradora, fiable y en línea con los "derechos fundamentales y los valores europeos". La legislación, pionera en el mundo, entrará en vigor a finales de 2026 con la misión de poner coto a los sistemas de vigilancia biométrica y exigir transparencia a herramientas como ChatGPT.

La transición digital es, junto a la verde, la gran prioridad de la legislatura europea actual. Buena parte de las partidas del Fondo de Recuperación Europeo van destinadas a esta doble misión. Next Generation exige que los Estados miembros destinen a la transformación digital al menos un 20% de los 672.500 millones de euros canalizados en el Mecanismo de Recuperación y Resiliencia. La tecnología y el clima se dan la mano para el futuro. Según los datos que maneja Bruselas, la Inteligencia Artificial tiene el potencial de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en todo el mundo un 4% para 2030.

3. La década digital: historial médico online en toda la UE

La Comisión Europea presentó en 2021 su "brújula hacia la década digital". La pandemia del coronavirus dejó muchas lecciones en Europa, y una de ellas fue el reconocimiento de que la brecha digital estaba dejando a muchos ciudadanos atrás.

La estrategia presentada en Bruselas es una suerte de biblia con los desafíos y metas concretas que la transformación digital representa para la Europa de 2030. Algunos de ellos pasan por conseguir que, a finales de década, el 80% de los adultos europeos tengan competencias digitales básicas y que al menos 20 millones de ellos sean especialistas en el sector de las TIC.

Para 2030, la UE debería tener también su primer ordenador cuántico. El 75% de las empresas deberán utilizar servicios de macrodatos, nubes e inteligencia artificial. Y todos los servicios públicos, como el historial médico, tendrán que estar disponibles de forma electrónica a golpe de clic.

La tecnología está avanzando a pasos agigantados, alterando todos los aspectos del día a día, desde cómo trabajamos hasta cómo nos relacionamos. Y Europa quiere estar a la vanguardia de esta transformación, ante la que busca el difícil equilibrio de proteger los derechos fundamentales y adaptarse al nuevo entorno. "Estamos llegando al límite de lo que podemos hacer de forma analógica. Y esta gran aceleración acaba de empezar (...) Ahora Europa debe liderar el camino digital, o tendrá que seguir el camino de otros, que están fijando estas normas para nosotros", afirmó Von der Leyen en su primer discurso sobre el estado de la Unión.

4. El 5G en la década digital: en todas las zonas rurales de Europa

Uno de los puntos cardinales de la brújula digital europea para la próxima década pasa por redoblar las infraestructuras sostenibles en el ámbito de la conectividad. La pandemia del coronavirus supuso una llamada urgente al despertar tecnológico. Las empresas o los centros educativos se tuvieron que adaptar a la fuerza y en tiempo récord a la nueva práctica del teletrabajo. Y, en paralelo, la crisis sanitaria puso de relieve la existencia de una Europa a varias velocidades en términos tecnológicos, que dejaba a dos grupos en situación de vulnerabilidad: el mundo rural y los más mayores.

"Las redes 5G están actualmente desplegadas en las principales regiones del mundo. Si bien la mayoría de los países de la UE han lanzado servicios 5G comerciales, la asignación de espectro y el despliegue de redes no son tan rápidos como en los principales países, como Corea del Sur y Estados Unidos", reconoce la Comisión Europea. Por ello, la meta de la capital comunitaria es que para 2030 todas las zonas rurales de Europa deberán contar con redes de 5G. Para esta fecha, el bloque comunitario se marca como objetivo desplegar un mínimo de 10.000 nodos de borde, climáticamente neutros y altamente seguros.

5. Qué piensan los ciudadanos: el 50% quiere más protección de derechos online

Cuatro de cada cinco europeos creen que la tecnología tiene un impacto creciente en su vida cotidiana y que este será todavía mayor en 2030. Según el último Eurobarómetro, el 66% de ellos estima que las herramientas digitales jugarán un papel muy importante en la lucha contra el cambio climático en los años venideros. Por prioridades, los ciudadanos comunitarios estiman que el principal foco de los gobiernos nacionales debe ser la protección contra los ciberataques, el incremento de la fibra óptica y la lucha contra la desinformación y el contenido ilegal.

En concreto, los españoles se encuentran entre los europeos que piden más medidas para tener acceso a internet a precios asequibles (54%) y que más apuestan por la cooperación con otros países para desarrollar proyectos conjuntos (89%). También son de los que exigen que los derechos protegidos en el mundo físico se apliquen y respeten en el virtual. Grosso modo, la mitad de los europeos creen que sus derechos digitales no están bien protegidos.

En Bruselas, todo plan, comunicación o iniciativa cuenta con un acrónimo. La Declaración Europea sobre los Derechos y los Principios Digitales que vio la luz hace un año se bautizó como ADN digital. Su base es trasladar los valores protegidos por los Tratados y la Carta de Derechos Fundamentales al mundo online y consta de seis principios. El primero, promover una transformación digital centrada en las personas; el segundo, respaldar la solidaridad, y la integración mediante una mayor conectividad e igualdad. Además, apuesta por reafirmar la importancia de la libertad de elección y de un entorno digital justo y por favorecer la participación en el espacio público digital. Por último, subraya la necesidad de aumentar la seguridad, la protección y el empoderamiento en el entorno digital e impulsar la sostenibilidad.


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Publicado en THE Times Higher Education https://www.timeshighereducation.com/news/plan-s-20-open-access-plan-bold-may-prove-ineffective   El...