Mostrando entradas con la etiqueta Tecnología. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Tecnología. Mostrar todas las entradas

martes, 18 de noviembre de 2025

Geopolítica y Ciencia: el riesgo de la fragmentación global en ciencia, tecnología e innovación

Publicado en dpl news
https://dplnews.com/geopolitica-y-ciencia-el-riesgo-de-la-fragmentacion-global-en-sti/


Geopolítica y Ciencia: el riesgo de la fragmentación global en STI



El entorno geopolítico en constante cambio está redefiniendo las políticas de ciencia, tecnología e innovación (STI, por sus siglas en inglés), según el más reciente informe de la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos). Los gobiernos están alineando sus políticas de STI con objetivos económicos y de seguridad nacional, con un aumento en las medidas de seguridad en la investigación, que a su vez podría limitar la cooperación internacional. La organización multilateral hace un llamado a sus países miembros a adoptar medidas que busquen equilibrar la seguridad, apertura y la sostenibilidad de sus políticas STI para proteger la calidad de la investigación y el progreso conjunto.

Guerras en Europa del Este y el Medio Oriente, desacuerdos comerciales entre socios, una mayor competencia por liderar tecnologías de vanguardia como la Inteligencia Artificial (IA), así como la creciente desconfianza entre países han llevado a la introducción de nuevas políticas de ciencia e innovación que anteponen factores como la seguridad nacional sobre la colaboración internacional. Este cambio en las políticas de colaboración internacional implica también riesgos importantes para el avance de la ciencia y la innovación a nivel mundial.

La Organización identifica que existe un marcado aumento en las medidas de seguridad para la investigación, en específico, políticas diseñadas para proteger la investigación sensible y prevenir la injerencia extranjera. En 2025, los países informaron sobre 250 de estas políticas, casi 10 veces más que en 2018. Durante el mismo periodo, el número de países con políticas de seguridad para la investigación aumentó de 12 a 41.

Este fenómeno es identificado por la OCDE como la “securitización” de la STI, es decir, un proceso que lleva al reenfoque o la reformulación de las políticas de intervención gubernamental en la ciencia, desde razones de competitividad, ahora combinado bajo razones que “enfatizan la seguridad nacional, la transición sostenible y, en menor medida, la inclusión”. La Organización había detectado esta tendencia desde 2023, a partir de los efectos de la pandemia que rompió con algunos canales y políticas de colaboración internacional.

En general, el informe categoriza las medidas impulsadas por los gobiernos en tres categorías: Políticas de promoción, Políticas de protección y Políticas de proyección.

Las Políticas de Promoción implican orientar la financiación de la investigación y el desarrollo (I+D) hacia la mejora de la seguridad nacional y económica. Esto incluye iniciativas de doble uso (dual-use) para fomentar vínculos mutuamente beneficiosos entre la investigación civil y la de defensa.

Las Políticas de Protección introducen restricciones en el intercambio de hallazgos de investigación con potencial de doble uso y fortalecen las medidas de seguridad de la investigación de manera más amplia. El objetivo es proteger los conocimientos sensibles contra la fuga no autorizada y la interferencia externa, mitigando riesgos que podrían erosionar la seguridad y la confianza.

Mientras que las Políticas de Proyección proveen una dirección estratégica a las relaciones internacionales de STI, incluyendo iniciativas de diplomacia científica que apoyan la cooperación investigadora con países afines y competidores estratégicos. Esto busca proyectar los intereses nacionales mediante alianzas selectivas.

Estas políticas implican cierta reconfiguración de las relaciones internacionales de investigación. Por ejemplo, explica el informe, las políticas que buscan promover la seguridad económica y nacional podrían implicar la puesta en común de recursos de investigación con países afines, mientras que las medidas de seguridad de la investigación podrían excluir o desalentar la colaboración con países que no se consideran socios seguros para la cooperación internacional.

Riesgos de desacoplamiento y autocensura


En general, la OCDE advierte que la consecuencia más significativa de la securitización es la potencial fragmentación del sistema global de STI.

Uno de los principales riesgos es el “desacoplamiento” de las actividades de ciencia e innovación, lo que podría llevar a la interrupción de las cadenas de valor globales y vínculos científicos internacionales, un impacto a la calidad de la investigación y el rendimiento de la innovación y, en última instancia, a la posible división de la economía global en bloques rivales.

Este fenómeno se ha llegado a discutir en los grupos y procesos de estandarización de redes móviles, en los que Estados Unidos llegó a considerar reducir su participación para evitar que China pudiera beneficiarse de sus tecnologías. Hasta el momento, el gobierno estadounidense se ha limitado a emitir una serie de reglas que permitan a sus empresas continuar participando en grupos de estandarización internacional, y aún compartir información con compañías chinas para mantener su influencia en la formación de estándares globales.

Sin embargo, datos de la OCDE advierten que, en particular, la colaboración de esfuerzos de investigación entre Estados Unidos y China registra una tendencia a la baja, especialmente en áreas como las ciencias naturales y la ingeniería, pese a que ambos países mantienen lazos de colaboración global y bilateral como China con Europa y el Reino Unido.

Por otro lado, la OCDE identifica que la securitización crea obstáculos para la solución de problemas globales. Al socavar el multilateralismo, se reduce la cooperación en la lucha contra desafíos como el cambio climático, que requieren de la colaboración internacional.

Otros riesgos identificados por la organización multilateral incluyen una reducción en la movilidad de talento, a partir de un mayor control sobre proyectos de colaboración intencional, lo que podría resultar en la escasez de personal STEM en la ciencia pública; un mayor costo de acceso y adquisición de conocimiento o tecnología si está sujeta a medidas de control de exportación más estrictas; y un “efecto paralizador”, en el que los investigadores se autocensuran o son más cautelosos de compartir sus investigaciones.

Para atender este nuevo ambiente de securitización de la ciencia, y mantener un equilibrio entre aspectos como la seguridad nacional con la colaboración internacional en innovación, el informe de la OCDE presenta tres principios de gobernanza relacionados con las tres categorías de políticas previamente identificadas: proporcionalidad, asociación y precisión.

Principios de gobernanza para lograr el equilibrio


En el caso de la proporcionalidad, la OCDE señala que se debe buscar equilibrar los diferentes valores, metas e intereses de las políticas de securitización, frente a la apertura internacional y la autonomía de la investigación. Por ejemplo, adoptar un enfoque de “Pequeño Patio, Barda Alta” (Small Yard, High Fence), que mantiene controles estrictos y robustos para proteger áreas estrechas y específicas de la ciencia.

El informe destaca la importancia de la asociación (partnerships), que incluye a científicos y entidades privadas de investigación en la discusión de políticas de securitización. “Una política integral de securitización de STI debe encontrar la manera de incorporar a una amplia gama de partes interesadas, incluidos gobiernos, empresas y el mundo académico, al tiempo que construye mecanismos de gobernanza sólidos, esenciales para integrar una variedad de prioridades y valores”, explica.

Finalmente, la OCDE introduce el principio de precisión, que implica que las medidas de securitización deben ser selectivas, ágiles y estar informadas por un sólido conocimiento y evidencia, en lugar de ser amplias o excesivamente restrictivas.


viernes, 5 de septiembre de 2025

Sólo el 17 % de los graduados universitarios en ALyC obtiene un título en un campo relacionado con la ciencia, la tecnología, la ingeniería y las matemáticas (CTIM): Banco Mundial

Solo el 17 % de los graduados universarios en América Latina y el Caribe obtiene un título en un campo relacionado con la ciencia, la tecnología, la ingeniería y las matemáticas (CTIM).
¿Por qué este dato es importante para el futuro de la región? Conoce más en nuestra nueva publicación: http://wrld.bg/CHXV50WHbS4


Accede al panorama general del reporte
 
Hacia economías de aprendizaje en América Latina y el Caribe

América Latina y el Caribe no solo ha perdido décadas, sino un siglo entero de crecimiento debido a los retrasos en “aprender a aprender” y en descubrir cómo aprovechar de la mejor manera las nuevas oportunidades tecnológicas. El desarrollo es, en esencia, un proceso de realizar apuestas informadas sobre nuevos procesos, productos o industrias. La región ha sido menos eficaz en este proceso de experimentación (identificar, adaptar, implementar y, a menudo, fracasar) ya sea en tecnologías que van desde los barcos de vapor hasta las innovaciones digitales. Como consecuencia, se ha producido una divergencia prolongada con respecto a países que tenían niveles de ingreso similares, o incluso menores, hace un siglo, dejando a América Latina y el Caribe atrapados en un patrón persistente de bajo crecimiento de la productividad y limitada diversificación.

Uno de los principales desafíos es la baja inversión en innovación. El gasto en investigación y desarrollo en la región representa solo una fracción del promedio mundial, y este escaso compromiso con el progreso tecnológico explica buena parte de la brecha de productividad con países como Japón, España o Suecia. Si bien los retornos potenciales de la innovación pueden ser excepcionalmente altos (sobre todo para países alejados de la frontera tecnológica mundial), la región enfrenta obstáculos como el limitado acceso al crédito, la escasez de mano de obra calificada y un entorno poco propicio, factores que reducen los rendimientos esperados de la innovación y limitan los incentivos para invertir.

¿Por qué es importante fortalecer la “capacidad de aprendizaje” para el futuro de América Latina y el Caribe?
Para romper con esta trampa histórica, la región debe concentrarse en desarrollar su “capacidad de aprendizaje”. Esto es esencial no solo para la transformación industrial, sino también para navegar el cambiante escenario del comercio mundial y aprovechar las oportunidades de la transición energética. América Latina y el Caribe puede recuperar el siglo perdido construyendo economías de aprendizaje: generando el capital humano, las instituciones y los incentivos necesarios para aumentar la demanda de conocimiento, facilitar el flujo de nuevas ideas y fomentar el proceso de experimentación.
Ideas centrales
El siglo perdido de América Latina y el Caribe: El fracaso del aprendizaje a nivel nacional

El decepcionante nivel de crecimiento de América Latina tiene sus raíces en el pasado lejano. En 1900, Argentina, Chile y Uruguay, los países superestrella, eran tan ricos como Francia y Alemania, mientras que gran parte de la región era relativamente pobre. Durante el siglo siguiente, los niveles de ingreso de estas superestrellas pasaron de representar casi el 60 % del de Estados Unidos a menos del 40 %, mientras que el grupo más pobre (si bien a menudo creció a buen ritmo) se expandió menos que países como Corea, España, Japón o Suecia, que comenzaron con niveles similares a los promedios de América Latina y el Caribe o por debajo de ellos y convergieron luego con las tasas de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).

América Latina y el Caribe ha mostrado un desempeño insatisfactorio durante más de un siglo

Comparación de los ingresos de la región de América Latina y el Caribe con los países asimilables de Europa y Asia, en relación con los de Estados Unidos, 1850-2020



Las empresas, la difusión de los conocimientos y su uso productivo

Los datos empíricos recogidos recientemente con la encuesta del Banco Mundial sobre la adopción de tecnologías en las empresas revelan las dificultades que la región sigue enfrentando en esta área. En Brasil y Chile, las empresas adoptan y difunden tecnologías digitales relativamente baratas y fáciles de implementar referidas a la administración o la planificación de la producción, por ejemplo, casi al mismo ritmo que las de Corea y Polonia, aunque se observan diferencias significativas en su uso. No obstante, en las industrias que se basan en mayor medida en establecimientos físicos, como la de indumentaria en Brasil o la farmacéutica en Chile, los retrasos en la adopción y difusión en los distintos sectores son mucho más prolongados.

Los datos permiten, además, desagregar la “brecha de difusión” de una empresa en tres componentes: las dificultades en el acceso a la conectividad digital (la brecha en el acceso), la heterogeneidad de la adopción de tecnologías digitales avanzadas en las empresas de un sector (la brecha en la adopción) y, una vez adoptadas, el uso real e intensivo de estas nuevas tecnologías (la brecha en el uso)

En un paralelo con las enseñanzas extraídas de la historia, los principales obstáculos que impiden identificar estas tecnologías, acceder a ellas, adoptarlas y utilizarlas plenamente surgen de las limitaciones de capacidad, que se manifiestan, entre otras formas, en la falta de aptitudes, la baja calidad de la gestión y la falta de capital organizacional.

La función de las universidades y los institutos de investigación en las economías de aprendizaje

Las universidades desarrollan habilidades avanzadas en la población a través de la educación y generan nuevos conocimientos a través de la investigación. Pero también tienen una tercera misión, al igual que los institutos de investigación financiados con fondos públicos: proporcionar bienes públicos de conocimientos con respecto a la innovación, la tecnología y las capacidades de las empresas. Las universidades de América Latina y el Caribe no cumplen adecuadamente ninguna de sus tres misiones.

Cualquiera sea el factor que la impulsa, la colaboración entre las universidades y el sector privado no solo es un motor clave en ecosistemas de innovación célebres como el de Silicon Valley en Estados Unidos, sino que también ha sido fundamental para los logros de Asia y los países nórdicos en todos los sectores, desde la silvicultura hasta los microchips. Las mismas conclusiones pueden aplicarse a lo que sucede con los institutos públicos de investigación de América Latina y el Caribe, muchos de los cuales tienen mandatos y sistemas de incentivos mal definidos y, por lo tanto, son ineficaces para brindar bienes públicos de conocimientos a la sociedad y la economía.




Nuevas empresas, nuevos sectores: Desarrollo de economías experimentales y emprendimientos de alta calidad

Otra dimensión persistente de la paradoja de la innovación es por qué, a pesar del vasto potencial para utilizar la brecha tecnológica en su favor, hay relativamente pocos emprendedores de alta calidad que lo hagan en la región. Esta baja tasa general de emprendimientos de alta calidad es clave, porque el ingreso de nuevas empresas aporta la mayor parte del crecimiento del empleo en Estados Unidos, y se calcula que representa entre el 50 % y el 65 % del aumento de la productividad nacional en países como Chile y Colombia.

Si bien es cierto que una proporción muy elevada de los trabajadores de la región está ubicada en microemprendimientos, el porcentaje de empresas que podrían servir como vehículos para la transferencia y asimilación de tecnología es inferior al de las economías avanzadas. La cantidad de empresas nuevas registradas (formales) por cada 1000 personas de 15 a 64 años es de 3,2 en América Latina y el Caribe, un resultado considerablemente más bajo que el de Europa y Asia central (4,5) y el de Asia oriental y el Pacífico (6,5).

ENLACES RELACIONADOS

Visita el portal OKR y descarga el reporte completo (en inglés)


domingo, 10 de agosto de 2025

U.S.A.: altos ejecutivos de Meta, OpenAI y Palantir reclutados en complejo militar-industrial / Microsoft trabaja para ISRAEL

Publicado en La Jornada
https://www.jornada.com.mx/2025/08/09/opinion/015a1eco



El negocio de la guerra tecnológica

      Silvia Ribeiro

Cuatro altos ejecutivos de empresas tecnológicas –Meta (dueña de Facebook, Instagram, Whatsapp), OpenAI (dueña de ChatGPT) y Palantir– se unieron al ejército estadunidense en junio de 2025, ya no como contratistas o colaboradores, sino como miembros de reserva del propio cuerpo militar. A todos se les dio el grado de teniente coronel. Son los primeros integrantes del llamado Destacamento 201, nuevo Cuerpo Ejecutivo de Innovación del Ejército de Estados Unidos. Según comunicación oficial, se trata de un cuerpo para guiar soluciones tecnológicas rápidas y escalables en problemas complejos, en cumplimiento del objetivo de transformación del ejército en una fuerza más efectiva, inteligente y letal (https://tinyurl.com/nywph79f).

Los ejecutivos que se integraron al Ejército estadunidense son Shyam Sankar, director de tecnología de Palantir –que es quien tomó la iniciativa–; Adam Bosworth, director de tecnología de Meta; Kevin Weil, director de productos de OpenAI, y Bob McGrew, ex directivo de OpenAI.

Palantir es una empresa que desarrolla programas y análisis de datos, cuyo nicho son las aplicaciones militares y de vigilancia. El mayor cliente de Palantir es el Departamento de Defensa de Estados Unidos. Según informa el portal Investigate, entre 2008 y 2024, Palantir recibió contratos de ese departamento por mil 200 millones de dólares. Palantir provee servicios y equipamiento usados para el genocidio en Gaza y para la vigilancia de migrantes en Estados Unidos (https://investigate.info/company/palantir-technologies).

La colaboración activa de las grandes tecnológicas en el complejo militar industrial no es nueva, pero a partir de las guerras en Ucrania y el genocidio de Israel en Palestina, se ha intensificado, ensanchado y profundizado. La integración directa de altos directores como miembros del ejército estadounidense tiene un contenido tanto simbólico como práctico. Expone el vínculo cada vez más estrecho entre la gran industria tecnológica y el complejo militar industrial, su rol crucial en las guerras y ataques con nuevas armas digitales, como programas, drones y robots autónomos letales; el desarrollo de amplios sistemas de vigilancia, y control tanto en situaciones bélicas como en población civil.

Las empresas tecnológicas tenían cierto pudor en aceptar públicamente que están en el negocio y al servicio de la guerra –aunque colaboran por medio de contratos desde hace años–, pero pese a las protestas de sus trabajadores y de organizaciones, desde 2024 una tras otra han ido cambiando sus propias normas éticas para entrar en contratos de cientos de millones de dólares con gobiernos y sus dependencias militares, especialmente con Estados Unidos e Israel (https://tinyurl.com/yxu7w2pn). Ahora han conseguido estar dentro del ejército, lo cual, además, es un claro conflicto de interés en la disputa por obtener fondos públicos.

El 6 de agosto de 2025, el periódico The Guardian publicó un nuevo reportaje de investigación en conjunto con la publicación israelí-palestina Magazine +972 y la agencia en hebreo Local Call, en el que revelan que Microsoft colabora desde 2021 con la Unidad 8200 del sistema de defensa israelí, para intervenir todas las llamadas telefónicas y mensajería en Gaza y Cisjordania, cerca de un millón por hora. Microsoft aceptó que el gobierno de Israel usara servicios ilimitados de la nube Azure para alojar miles de millones de audios y mensajes, que debían colocarse en un espacio de acceso codificado y restringido. (https://tinyurl.com/mw5fevw9)

Microsoft declaró desconocer el uso que Israel daba a esta información, como ha hecho anteriormente. Sin embargo, el manejo de tales cantidades de información sólo es posible con programas y algoritmos de alta tecnología que proporcionan a la Unidad 8200 varias de las grandes tecnológicas, como revelaron los mismos reporteros en 2024 (https://tinyurl.com/y5ukmved). Según tres fuentes de la Unidad 8200, la plataforma de almacenamiento basada en la nube facilitó la preparación de ataques aéreos mortíferos y ha sido clave en dar forma a las operaciones militares en Gaza y Cisjordania.

No son temas menores. Las megaempresas tecnológicas –varias de las arriba nombradas y otras como Amazon, Microsoft, Google, Amazon, Apple, Nvidia, Tesla– están entre las firmas mayores del mundo en ingresos, y el valor de mercado de cada una de las 10 más grandes supera el PIB de la vasta mayoría de los países del mundo, lo cual les da enorme poder de acción e influencia. Controlan no sólo los programas y equipos digitales, también la mayoría de los cables submarinos que habilitan la comunicación de Internet, así como la mayoría de comunicaciones satelitales, satélites y transportes en la órbita terrestre baja.

Por si fuera poco, controlan gran porción de las redes sociales y de medios de comunicación mediante éstas, lo que abona a la guerra mediática y la emisión de noticias falsas y sesgadas sobre guerras, conflictos sociales y en general todo tipo de actividades y situaciones, incluso salud, educación y gestión gubernamental. El experimento de intervenir todas las llamadas y mensajes de poblaciones enteras, así como los programas para usar esa información, nos afecta potencialmente a todas y todos, y es sin duda codiciado por otros gobiernos y actores.



domingo, 4 de mayo de 2025

"EU ya no es la potencia tecnológica dominante", afirma Web Summit

Publicado en La Jornada
https://www.jornada.com.mx/noticia/2025/04/30/economia/eu-ya-no-es-la-potencia-tecnologica-dominante-afirma-web-summit




"EU ya no es la potencia tecnológica dominante", afirma Web Summit

30 de abril de 2025 

Río de Janeiro. Estados Unidos "ya no es la potencia dominante" en el mundo tecnológico, aunque se comporta como tal, dijo Paddy Cosgrave, director ejecutivo de la conferencia tecnológica Web Summit Río, que se celebra esta semana en la ciudad brasileña.

El evento, considerado uno de los mayores de su tipo en Latinoamérica, ocurre en un momento complejo para el sector tecnológico global, marcado por la guerra arancelaria lanzada por Donald Trump, que golpea con fuerza a China y Europa.

"En el mundo tecnológico, el mundo ha avanzado. Estados Unidos ya no es la potencia dominante, ya no es hegemónica. Actúa como tal, pero ya no tiene el poder que solía tener", afirmó en una entrevista a la Afp Cosgrave, de 42 años.

Para ilustrar este cambio geopolítico, el ejecutivo irlandés evocó una anécdota ocurrida en la Web Summit Qatar hace pocas semanas.

Durante una charla sobre la carrera de IA entre China y Estados Unidos, cuando el moderador preguntó a los miles de asistentes quién creía que ganaría Estados Unidos, apenas dos personas levantaron la mano, relató.

"El siglo XXI pertenece sin duda a China y a los BRICS (de los países emergentes). Están en ascenso", dijo el cofundador de la conferencia, de la que Afp es medio asociado.

Cosgrave abogó por "un mundo lo más abierto posible" en oposición a las barreras comerciales y condenó "la balcanización del planeta".

En la Web Summit "nos complace mucho unir empresas estadunidenses, chinas y europeas", afirmó.

La conferencia abordó también el auge de la inteligencia artificial generativa.

Cosgrave hizo una comparación con el riesgo de introducir el automóvil en sus inicios, pero que con el tiempo se fue moderando gracias a las regulaciones.

"Cada nueva tecnología puede ser tanto buena como mala. Y luego solemos tomar una decisión colectiva como sociedad de que si vamos a vivir con esta tecnología que podría tener consecuencias letales, (...) entonces tomamos para regularla", dijo confiado.

Sobre la moderación de contenidos y la lucha contra la desinformación, demostró fundamental que sea laboral "del ámbito público, principalmente de nuestros sistemas judiciales", en vez de que recaigan en las grandes tecnológicas.

"Delegar la responsabilidad de los límites de la libertad de expresión a las corporaciones es una pendiente resbaladiza y peligrosa", estimó.

La conferencia, que se realiza en Río desde hace tres años, permanecerá en esta ciudad por cinco ediciones más, hasta 2030.

La reunión anual, que se cierra este miércoles y este año recibió a 34 mil asistentes, cuenta con centenares de ponentes, desde start-ups a gigantes como Nvidia, TikTok, Meta y OpenAI.




jueves, 26 de diciembre de 2024

Adicción a redes sociales y contenido basura provoca ‘Podredumbre cerebral’ y reducción de la materia gris

Publicado en El País
https://elpais.com/tecnologia/2024-12-26/podredumbre-cerebral-o-lo-que-el-abuso-de-contenido-basura-en-internet-puede-hacerle-a-la-mente.html?utm_medium=social&utm_campaign=echobox&utm_source=Twitter&ssm=TW_CM#Echobox=1735198036-3



‘Podredumbre cerebral’ o lo que el abuso de contenido basura en internet puede hacerle a la mente

La adicción a las redes sociales reduce la materia gris, acorta la capacidad de atención, debilita la memoria y distorsiona procesos cognitivos


Podredumbre cerebral: “Deterioro del estado mental o intelectual de una persona como resultado del consumo excesivo de material (particularmente contenido en línea) considerado trivial o poco desafiante”. La definición la ha dado el diccionario de Oxford que, tras los votos de más de 37.000 personas, eligió este concepto como su palabra del año. Los expertos del diccionario observaron que el término ganó relevancia en el último tiempo “para expresar las preocupaciones sobre el impacto del consumo excesivo de contenido de baja calidad en redes sociales”, dice la publicación. La frecuencia de uso del término aumentó un 230% entre 2023 y 2024.

La podredumbre cerebral no es solo un capricho lingüístico. En los últimos 10 años, la ciencia ha sido capaz de demostrar que el consumo excesivo de contenidos basura en internet —sensacionalismo, conspiración, vacío— está modificando nuestros cerebros, hasta el punto de que la palabra “podrido” tal vez no sea tan exagerada. La evidencia muestra que las redes sociales están reduciendo la materia gris, acortando la capacidad de atención, debilitando la memoria y distorsionando procesos cognitivos fundamentales, según recoge el diario británico The Guardian con citas a un gran número de investigaciones académicas de instituciones como la facultad de medicina de Harvard, la Universidad de Oxford y el King’s College de Londres.

Una de esas investigaciones se publicó el año pasado y evidenció que la adicción a internet provoca cambios estructurales en el cerebro, lo que repercute de manera directa en el comportamiento y las capacidades de un individuo. Michoel Moshel, investigador de la Escuela de Ciencias Psicológicas de la Universidad de Macquarie (Australia) y coautor del estudio, explica que el consumo compulsivo de contenidos en redes sociales —el famoso doomscrolling “aprovecha la tendencia natural de nuestro cerebro a buscar novedades, especialmente cuando se trata de información potencialmente dañina o alarmante, un rasgo que en su momento nos ayudó a sobrevivir”.

Moshel destaca que con algunas funciones, como el ‘desplazamiento infinito’, diseñadas para mantenerte enganchado al móvil, las personas, más que nada jóvenes, pueden quedar atrapadas en un ciclo de consumo de contenido durante horas. “Esto puede afectar gravemente la atención y las funciones ejecutivas al saturar nuestro enfoque y alterar la forma en que percibimos y reaccionamos ante el mundo”, sentencia el investigador.

Eduardo Fernández Jiménez, psicólogo clínico en el Hospital la Paz de Madrid, explica que el cerebro activa diferentes redes neuronales para configurar distintos tipos de atención. Y que el uso problemático de los móviles e internet está generando problemas en la llamada atención sostenida: “Te permite concentrarte en una misma tarea durante un período de tiempo más o menos largo. Es la que está vinculada a los procesos de aprendizaje académico”, dice. El problema, señala, está en que los usuarios de redes sociales suelen estar expuestos a estímulos muy cambiantes, variables (una notificación de Instagram, un mensaje de WhatsApp, una alerta de noticias) y con potencial adictivo. Eso hace que el foco de atención esté todo el tiempo saltando de un sitio al otro, afectando su propia capacidad.

La primera alerta fue el correo electrónico

Algunos expertos vienen alertando sobre este tema prácticamente desde comienzos de siglo, cuando el correo electrónico pasó a ser una herramienta de uso frecuente. En 2005, The Guardian tituló: “Los correos electrónicos ‘son una amenaza para el coeficiente intelectual’”. La historia contaba que un equipo de científicos de la Universidad de Londres se preguntó qué impacto podría tener sobre el cerebro el bombardeo incesante de información. Luego de 80 ensayos clínicos, encontraron que el coeficiente intelectual de los participantes que utilizaban el correo y el teléfono móvil a diario caía una media de 10 puntos. Los investigadores midieron que esta demanda constante de atención tenía efectos más negativos que el consumo de cannabis.

Esto fue antes de la llegada de los tuits, los reels de Instagram, los desafíos de TikTok y las notificaciones instantáneas. El panorama actual es aún menos alentador. Investigaciones recientes encontraron que el uso y abuso de internet está asociado con una disminución de la materia gris en las regiones prefrontales del cerebro. Es la zona que interviene en la resolución de problemas, la regulación emocional, la memoria y el control de los impulsos.

El trabajo de Moshel y sus colegas va en esa línea. Su último estudio revisó 27 investigaciones de neuroimagen y encontró que el consumo desmedido de internet está relacionado con una reducción en el volumen de materia gris en regiones del cerebro involucradas en el procesamiento de recompensas, el control de impulsos y la toma de decisiones. “Estos cambios reflejan patrones observados en las adicciones a sustancias”, asegura el científico, como las metanfetaminas y el alcohol.

Eso no es todo. La investigación también encontró que “estos cambios neuroanatómicos en adolescentes coinciden con la interrupción de procesos como la formación de identidad y la cognición social, aspectos críticos durante esta etapa del desarrollo”. Funciona casi como un bucle, donde los más vulnerables pueden ser los más afectados. Según los resultados de una investigación publicada en Nature en noviembre, las personas con peor salud mental son más propensas a navegar por contenidos basura, lo que agrava aún más sus síntomas.

En diciembre, el psicólogo Carlos Losada le sugirió a EL PAÍS algunas recomendaciones para evitar caer en el doomscrolling o, dicho de otra manera, evitar ser absorbido por el agujero negro del contenido chatarra que refuerzan los algoritmos: reconocer el problema, esforzarse por desconectar y hacer actividades que requieran una presencia física, como quedar con amigos o hacer deportes, son algunas de sus sugerencias.

Moshel dice: “Estas actividades son fundamentales para la salud cerebral y el bienestar general, ayudando a equilibrar los efectos potencialmente dañinos del uso prolongado de pantallas”. Enfatiza que el tipo de contenidos que se consumen es un factor clave para modular los cambios anatómicos en el cerebro. “Concéntrese tanto en la calidad como en la cantidad del tiempo frente a la pantalla. Priorice el contenido educativo que evite características adictivas. Establezca límites claros y apropiados para la edad sobre el uso diario de pantallas y fomente pausas regulares”, añade.


AUSTRALIA y NUEVA ZELANDA rompen negociaciones con ELSEVIER

Publicado en THE Times Higher Education https://www.timeshighereducation.com/news/elsevier-boycott-looms-down-under   El cierre de Elsevier ...