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miércoles, 15 de enero de 2025

U.S.A. desaconseja aplicar para becas de estudio en RUSIA

Publicado en El Economista
https://www.eleconomista.com.mx/internacionales/eu-pide-ciudadanos-mexico-cuidado-oportunidades-estudio-trabajo-rusia-20250113-741810.html 


Geopolítica

EU pide a sus ciudadanos en México tener cuidado con oportunidades de estudio y de trabajo en Rusia

La embajada de Rusia en México le contestó a la representación estadounidense que, ante la transición hacia un mundo multipolar, nunca es tarde para ampliar horizontes.

Por: Perla Pineda

lunes 13 de enero de 2025

Ante la posibilidad de obtener becas para estudiar en Rusia o formar parte de programas de trabajo el Departamento de Estado de Estados Unidos, a través de la embajada en nuestro país, exhortó a los ciudadanos estadounidenses a corroborar y revisar los detalles de cada programa para evitar ser reclutados en actividades alternativas en la industria de defensa rusa.

El Departamento de Estado citó que de acuerdo con información de medios de comunicación ciudadanos de terceros países han llegado a Rusia con falsas promesas y han sido obligados a trabajar en la industria de defensa, y en algunos casos, a luchar en la guerra contra Ucrania.

“Invitamos a todos los futuros estudiantes a los que se les ofrezcan oportunidades estudio en Rusia que revisen detenidamente los detalles de la beca o programa de trabajo y estudio para el que han sido reclutados, a fin de asegurarse de que el programa es legítimo y de que el trabajo y/o estudio realizado coincide con la información anunciada”, emitió el Departamento de Estado.

La embajada de Estados Unidos en nuestro país hizo referencia a una convocatoria emitida desde las redes sociales de la embajada de Rusia en México donde se invita a los estudiantes a inscribirse, entre el 14 de octubre del 2024 al próximo 15 de enero, para recibir becas del gobierno ruso para el año 2025-2026.

“La beca incluye: los estudios gratuitos durante todo el período de estudios en una de las universidades rusas. La participación en la convocatoria se realiza completamente de forma virtual a través de registración en la plataforma electrónica http://education-in-russia.com hasta el 15 de enero”, dice la publicación actualizada el pasado 8 de enero.

Estados Unidos también reiteró que sigue vigente una alerta de viaje nivel 4 sobre viajes a ese país ya que existe un riesgo continuo de detención “injusta” de ciudadanos estadounidenses por parte de las autoridades rusas.

Rusia responde

En cuanto a la mención, la embajada de Rusia en México solo se limitó a recordar que el programa también está abierto para los estadounidenses.

“Agradecemos a la Embajada de los Estados Unidos en México por su interés en nuestro programa de becas. En esta era de transición hacia un mundo multipolar, nunca es tarde para ampliar horizontes y venir a estudiar a Rusia”, destacó la representación rusa en sus redes sociales.

lunes, 4 de noviembre de 2024

ALEMANIA: Academia en formato guerra mundial

Publicado en German-Foreign-Policy.com
https://www.german-foreign-policy.com/en/news/detail/9598 


  • El primer paso fue limitar toda cooperación académica con Rusia. Luego vinieron las medidas para restringir la cooperación científica con China, incluido el trabajo de científicos chinos en Alemania. Mientras el Gobierno alemán persigue su "Zeitenwende", Stark-Watzinger (ministra de educación) declara que este "punto de inflexión" de línea dura implica la "armonización" de la esfera académica "con nuestros intereses de política de seguridad".

  • El Ministerio de Educación alemán de Stark-Watzinger lleva mucho tiempo a la ofensiva contra la cooperación académica y de investigación con China. Ya en junio de 2022, el ministro hizo un llamamiento para "trazar límites claros... en áreas sensibles" de cooperación. Esto se aplicaba "en general allí donde pudiéramos estar ayudando a China a obtener una ventaja en la competencia entre diferentes sistemas"

  • El siguiente paso que dio el ministerio de Stark-Watzinger fue intervenir en el conflicto en torno a las protestas contra la matanza de Gaza

  • El intento de obligar a las universidades a plegarse a la línea política del Ministerio de Asuntos Exteriores alemán se ha topado inicialmente con una resistencia generalizada. 


Academia en formato guerra mundial


Continúan las protestas contra los intentos del Ministerio de Educación alemán de disciplinar a los académicos políticamente insumisos. Desde hace dos años aumenta la presión sobre las universidades para que sigan la línea de la política exterior.


24 Jun 2024


BERLÍN (información propia) - Continúan las protestas contra los esfuerzos del Ministerio Federal de Educación por disciplinar al personal universitario que considera políticamente indeseable. Altos funcionarios a las órdenes de la ministra de Educación, Bettina Stark-Watzinger (FDP), intentaron que las universidades berlinesas cancelaran la financiación disponible para determinados académicos. El motivo: firmaron una carta abierta en la que se oponían al desalojo violento de un campamento de protesta de Gaza en la FU de Berlín. Los firmantes insistían en la libertad de reunión y opinión garantizada por la Constitución. El ataque del Ministerio a los profesores berlineses ha desencadenado ahora una solidaridad generalizada, junto con llamamientos a la dimisión de Bettina Stark-Watzinger. Desde el principio de su mandato, Stark-Watzinger ha intentado de forma cada vez más agresiva alinear el panorama universitario alemán con la política del Ministerio Federal de Asuntos Exteriores. El primer paso fue limitar toda cooperación académica con Rusia. Luego vinieron las medidas para restringir la cooperación científica con China, incluido el trabajo de científicos chinos en Alemania. Mientras el Gobierno alemán persigue su "Zeitenwende", Stark-Watzinger declara que este "punto de inflexión" de línea dura implica la "armonización" de la esfera académica "con nuestros intereses de política de seguridad".


"Aislar al gobierno ruso"


La ministra federal de Educación, Bettina Stark-Watzinger, tomó la primera medida drástica para remodelar el panorama académico alemán inmediatamente después del ataque ruso a Ucrania. "Anunció el 25 de febrero de 2022 que se pondría fin de inmediato a la cooperación que existía desde hacía tiempo en el ámbito de la ciencia y la investigación, así como en el de la formación profesional. No importaba, insistió, que la cooperación en investigación con Rusia hubiera estado ayudando a "resolver retos globales como el cambio climático"[1] El objetivo, explicó un portavoz del ministerio, era "aislar al gobierno ruso en la medida de lo posible". La nueva "Zeitenwende" alemana se aplicaría también a las relaciones con Bielorrusia[2]. La postura oficial del Ministerio de Educación es ahora que cualquier "diálogo sobre política de investigación" permanece "suspendido". "Los proyectos de investigación en colaboración... respetando los marcos legales... se han terminado" o "continuarán sin la participación de los socios rusos o bielorrusos"[3]. Esta medida, añadió, había sido "respaldada por las organizaciones científicas y de investigación de Alemania y por la Conferencia Permanente de Ministros de Educación y Asuntos Culturales de los Estados federados".  


Consideraciones geoestratégicas


El ministerio de Stark-Watzinger justifica formalmente las medidas con la afirmación de que "un país que libra una guerra de agresión... no puede ser un socio para Berlín"[4] Esto difícilmente puede ser cierto: ni se interrumpió la cooperación científica y de investigación con Estados Unidos tras su ataque a Irak en 2003, ni el Ministerio Federal de Educación consideró que la violación del derecho internacional tuviera consecuencias cuando la OTAN emprendió una guerra de agresión contra Yugoslavia en 1999 con participación alemana. Aparte de la cuestión de la hipocresía, Alemania está bastante aislada internacionalmente al imponer un boicot científico y de investigación a Rusia. El apoyo se limita a los gobiernos occidentales, mientras que los Estados BRICS, incluidos Brasil, India y Sudáfrica, mantienen su cooperación académica y científica con Moscú[5], al igual que Estados de Oriente Medio como Arabia Saudí[6] y numerosos países africanos[7]. La decisión de poner fin a toda cooperación con Moscú no se basa en ningún imperativo, sino que obedece únicamente a una calculada estrategia geoestratégica. 


¿Impedir que China tenga ventaja?


El Ministerio de Educación alemán de Stark-Watzinger lleva mucho tiempo a la ofensiva contra la cooperación académica y de investigación con China. Ya en junio de 2022, el ministro hizo un llamamiento para "trazar límites claros... en áreas sensibles" de cooperación. Esto se aplicaba "en general allí donde pudiéramos estar ayudando a China a obtener una ventaja en la competencia entre diferentes sistemas"[8] El Ministerio Federal de Educación seguirá en el futuro "asesorando a universidades e instituciones de investigación" sobre la cuestión de "lo que es aceptable y lo que no lo es". Cuando se le preguntó en una entrevista sobre "los campos... en los que nuestros investigadores no deberían o no podrían cooperar", Stark-Watzinger respondió: "Si yo fuera rector de una universidad, no soportaría un Instituto Confucio". Los Institutos Confucio son institutos culturales oficiales de la República Popular, equivalentes a los Institutos Goethe de Alemania en el extranjero. En agosto de 2023, el ministro redobló la apuesta, exigiendo en un artículo de opinión para el Frankfurter Allgemeine Zeitung que "la investigación alemana debe protegerse de China"[9]. 

La "Zeitenwende" llega a las universidades

Stark-Watzinger ha racionalizado esta postura afirmando que "la Zeitenwende exige un enfoque más estratégico", que en la práctica "haga compatible el preciado bien de la libertad académica con nuestros intereses de política de seguridad"[10]. Para lograrlo, "primero hay que hacer más por la seguridad de nuestra investigación". En particular, habría que frenar "la salida no deseada de conocimientos y tecnología hacia otros países". "Especialmente con respecto a China", era necesario, según el ministro, hacer "una evaluación aún más crítica de los riesgos y beneficios de la cooperación". Esto también se aplica a las actividades de los científicos chinos en las universidades alemanas. Las intervenciones eran sobre todo necesarias "en el caso de investigaciones relevantes para la seguridad y riesgos identificables de doble uso". "Si es necesario, desarrollaremos nuevos instrumentos en nuestro diálogo con la comunidad académica", escribió Stark-Watzinger. Por último, ha cuestionado la tradicional aversión a la investigación militar en muchas universidades alemanas, afirmando que "también debe reconsiderarse la estricta separación entre investigación civil y militar". Esto se aplica sobre todo a las "Zivilklauseln": las cláusulas civiles, que existen hoy en unas setenta universidades, se comprometen con la investigación pacífica. 

Derechos democráticos fundamentales

El siguiente paso que dio el ministerio de Stark-Watzinger fue intervenir en el conflicto en torno a las protestas contra la matanza de Gaza. El desencadenante fue una carta abierta de profesores de universidades berlinesas que se oponían al desalojo policial de un campamento de protesta en la Universidad Libre de Berlín. La política propalestina del campamento iba en contra de la política berlinesa en Oriente Medio, decididamente proisraelí. La orden de desalojo fue claramente una decisión política influida por la política del gobierno. "La libertad de reunión y la libertad de expresión", afirmaba la carta abierta de académicos y administradores, "son derechos democráticos fundamentales que deben protegerse, especialmente en las universidades"[11], "independientemente de que se esté de acuerdo o no con las reivindicaciones concretas del campamento de protesta". La carta abierta ha sido firmada ya por casi cuatrocientos académicos berlineses y más de mil miembros del personal de otras universidades. Stark-Watzinger arremetió desde el principio contra los firmantes: "Estamos consternados por esta declaración de los profesores de las universidades berlinesas", declaró en el diario Bild, propiedad de Springer[12]. 

Primeras protestas

Como se ha revelado recientemente, los altos funcionarios del Ministerio Federal de Educación no sólo exigieron que la carta abierta fuera objeto de un "examen jurídico interno sobre su posible relevancia penal", sino que empezaron a buscar la manera de imponer "consecuencias en virtud de la normativa sobre financiación". La idea, en otras palabras, es privar a los firmantes de la carta de los recursos necesarios para su trabajo. La insinuación de que cualquiera que pida libertad de reunión y libertad de opinión para los opositores a la guerra de Israel en Gaza está actuando ilegalmente en virtud de la Ley Fundamental representa un giro autoritario que ahora ha llevado a pedir la dimisión de Stark-Watzinger. Se la acusa de injerencia injustificada en la libertad académica. En otra carta abierta, firmada ya por más de tres mil académicos, se afirma que "retirar la financiación ad personam sobre la base de declaraciones políticas" constituye en sí mismo una violación de la Ley Fundamental[14] Esta evolución demuestra que el intento de obligar a las universidades a plegarse a la línea política del Ministerio de Asuntos Exteriores alemán se ha topado inicialmente con una resistencia generalizada.  

Peticiones de dimisión

Se ha sabido que se pidió al personal del Ministerio que elaborara listas de personas que podrían ser sancionadas económicamente. La semana pasada, Stark-Watzinger culpó a su Secretaria de Estado, Sabine Döring, de iniciar planes para imponer "consecuencias en virtud de la normativa de financiación" y la destituyó. Sin embargo, las protestas contra su conducta en el cargo continúan y las peticiones de dimisión son cada vez más fuertes.


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Academia in world war format

Protests continue against attempts by Germany’s education ministry to discipline politically non-compliant academics. For two years pressure has grown on universities to toe the line on foreign policy.

24 Jun 2024

BERLIN (own report) - Protests are ongoing against the Federal Ministry of Education’s efforts to discipline university staff it considers politically undesirable. Senior civil servants under Education Minister Bettina Stark-Watzinger (FDP) attempted to have Berlin universities cancel the funding available for specified academics. The reason: they signed an open letter objecting to the violent eviction of a Gaza protest camp at the FU Berlin. The signatories were insisting on the constitutionally guaranteed freedom of assembly and opinion. The ministry’s attack on Berlin lecturers has now triggered widespread solidarity, along with calls for Bettina Stark-Watzinger to resign. From the very beginning of her time in office, Stark-Watzinger has sought ever more aggressively to align the German university landscape to the politics of the Federal Foreign Office. The first step was to cap all academic cooperation with Russia. Then came measures to restrict scientific cooperation with China, including the work of Chinese scientists in Germany. As the German government pursues its “Zeitenwende”, Stark-Watzinger declares this hawkish “turning point” to entail the “harmonisation” of the academic sphere “with our security policy interests”.   

“Isolate the Russian government”

Federal Education Minister Bettina Stark-Watzinger took the first drastic measure to reshape the German academic landscape immediately after the Russian attack on Ukraine. “The previous long-standing cooperation in science and research as well as in vocational training” would, she announced on 25 February 2022, be terminated straightaway. It mattered not, she insisted, that research cooperation with Russia had been helping to “solve global challenges such as climate change”.[1] The aim, a ministry spokesperson explained, was to “isolate the Russian government as far as possible”. Germany’s new “Zeitenwende” would also apply to relations with Belarus.[2] The official position of the education ministry is now that any “dialogue on research policy” remains “suspended”. “Collaborative research projects have ... while respecting legal frameworks ... now been terminated” or would "be continued without the participation of the Russian or Belarusian partners”.[3] This move had, she added, been “endorsed by Germany’s science and research organisations and by the Standing Conference of the Ministers of Education and Cultural Affairs of the Länder”. 

Geostrategic considerations

Stark-Watzinger’s ministry formally justifies the measures with the assertion that “a country that wages a war of aggression ... cannot be a partner for Berlin”.[4] This can hardly be true: neither was science and research cooperation with the United States discontinued after its attack on Iraq in 2003, nor did the Federal Ministry of Education consider any consequences from the violation of international law when NATO prosecuted a war of aggression against Yugoslavia in 1999 with German participation. Apart from the question of hypocrisy, Germany is quite isolated internationally in imposing a science and research boycott on Russia. Support is limited to Western governments while the BRICS states, including Brazil, India and South Africa, are continuing their academic and scientific cooperation with Moscow,[5] as are Middle Eastern states such as Saudi Arabia [6] and numerous African countries.[7] The decision to cease all cooperation with Moscow is not based on any imperative but flows solely from a calculated geostrategic strategy. 

Preventing China from having an advantage?

Germany’s education ministry under Stark-Watzinger has long been on the offensive against academic and research cooperation with China. As early as June 2022, the minister called for “drawing clear boundaries ... in sensitive areas” of cooperation. This applied “in general wherever we might be helping China to gain an advantage in the competition between different systems.”[8] The Federal Ministry of Education will in future continue to “advise universities and research institutions” on the question of “what is acceptable and what is not”. When asked in an interview about “the fields ... in which our researchers should not or may not cooperate”, Stark-Watzinger replied, “If I were a university president, I would not put up with a Confucius Institute.” The Confucius Institutes are official cultural institutes of the People’s Republic, equivalent to Germany’s Goethe Institutes abroad. In August 2023, the minister doubled down, demanding in an opinion piece for the Frankfurter Allgemeine Zeitung that German “research must be protected from China”.[9]

“Zeitenwende” comes to the universities

Stark-Watzinger has rationalised this position by stating that “the Zeitenwende demands a more strategic approach”, which in practice “makes the precious good of academic freedom compatible with our security policy interests”.[10] To achieve this, “more must first be done for the security of our research.” In particular, “the unwanted outflow of expertise and technology to other countries” would have to be stemmed. “Especially with regard to China,” it was, claimed the minister, necessary to make “an even more critical assessment of the risks and benefits of cooperation”. This also applied to the activities of Chinese scientists at German universities. Interventions were above all needed “in the case of security-relevant research and identifiable dual-use risks”. “If necessary, we will develop new instruments in our dialogue with the academic community,” wrote Stark-Watzinger. Finally, she has questioned the traditional aversion to military research at many German universities, saying, “the strict separation between civil and military research must also be reconsidered.” This applied above all to the “Zivilklauseln”: the civil clauses, which exists in some seventy universities today, commits to peaceful research.  

Fundamental democratic rights

The next step taken by Stark-Watzinger’s ministry was to intervene in the conflict surrounding protests against the slaughter in Gaza. It was triggered by an open letter from lecturers at Berlin universities which opposed the police eviction of a protest camp at the Free University of Berlin. The pro-Palestinian politics of the camp ran counter to Berlin’s determinedly pro-Israel Middle East policy. The order to evict was clearly a political decision influenced by government policy. “Freedom of assembly and freedom of expression,” affirmed the open letter from academics and administrators, “are fundamental democratic rights that must be protected, especially at universities.”[11] This applies “regardless of whether you agree with the specific demands of the protest camp.” The open letter has now been signed by almost four hundred Berlin academics and more than a thousand staff from other universities. Stark-Watzinger went on the attack against the signatories from the outset: “We are appalled by this statement from lecturers at Berlin universities,” she was quoted as saying in the Springer-owned Bild daily.[12] 

First protests

As has recently been revealed, the top civil servants at the Federal Ministry of Education not only demanded that the open letter be subject to an internal “legal examination into possible criminal relevance”, but also began looking for ways to impose “consequences under the regulations on funding”. The idea, in other words, is to deprive the letter’s signatories of the resources needed for their work. And ministry officials even doubted whether “the university lecturers are acting constitutionally within the scope of the Basic Law”.[13] The insinuation that anyone who calls for freedom of assembly and freedom of opinion for opponents of Israel’s Gaza war is acting unlawfully under the Basic Law represents an authoritarian turn that has now led to demands for Stark-Watzinger’s resignation. She is accused of unwarranted interference in academic freedom. A further open letter, now signed by over three thousand academics, states that “withdrawing funding ad personam on the basis of political statements” is itself a violation of the Basic Law.[14] This development shows that the attempt to force universities to toe the political line of the German Foreign Office has initially met with widespread resistance. 

Calls for resignation

It has emerged that ministry staff were asked to compile lists of individuals who could be financially sanctioned. Last week, Stark-Watzinger blamed her State Secretary, Sabine Döring, for initiating plans to impose “consequences under funding regulations” and sacked her. However, the protests against her conduct in office continue and calls for her resignation are getting louder.

 

[1] Klare Konsequenzen für den russischen Angriff. stark-watzinger.de 25.02.2022.

[2] BMBF friert Kooperation mit Russland und Belarus ein. bmbf.de 30.03.2022.

[3], [4] Russische Föderation und Belarus. bmbf.de.

[5] Kudzai Mashininga: Agreement boosts academic mobility across BRICS borders. universityworldnews.com 31.08.2023.

[6] Russia, Saudi Arabia agree to develop cooperation across various fields. tass.com 07.12.2023.

[7] Wagdy Sawahel: Africa-Russia HE cooperation plan reflects geopolitical tussles. universityworldnews.com 10.08.2023.

[8] Barbara Gillmann: „Man darf nicht naiv sein“ – Forschungsministerin rät Hochschulen zu radikalem Schritt gegen China. handelsblatt.com 16.06.2024.

[9], [10] Bettina Stark-Watzinger: Unsere Forschung vor China schützen. Frankfurter Allgemeine Zeitung 21.08.2024.

[11] Statement von Lehrenden an Berliner Universitäten. Berlin, Mai 2024.

[12] Heike Schmoll: Ein versuchter Befreiungsschlag. Frankfurter Allgemeine Zeitung 18.06.2024.

[13] John Goetz, Manuel Biallas: Als Reaktion auf Kritik: Bildungsministerium wollte Fördermittel streichen. daserste.ndr.de 11.06.2024.

[14] Heike Schmoll: Ein versuchter Befreiungsschlag. Frankfurter Allgemeine Zeitung 18.06.2024.

viernes, 1 de noviembre de 2024

RUSIA: ¿ciencia aislada y/o orientalizada?

Publicado en THE Times Higher Education
https://www.timeshighereducation.com/news/russian-research-increasingly-isolated-amid-ukraine-war?utm_source=newsletter&utm_medium=email&utm_campaign=editorial-daily&spMailingID=29524988&spUserID=MTAyMjQ5OTc4OTA5MAS2&spJobID=2512100871&spReportId=MjUxMjEwMDg3MQS2 




La investigación rusa, «cada vez más aislada» en medio de la guerra de Ucrania

Tras el colapso de las colaboraciones con EE.UU. y Europa y el estancamiento de los vínculos con China, cada vez más científicos se dedican exclusivamente a la investigación nacional.

31 de julio de 2024

Patrick Jack

Twitter: @paddywjack

La guerra de Rusia en Ucrania ha provocado un colapso en sus colaboraciones internacionales de investigación, ya que los datos muestran que China se ha convertido en el principal socio de la cada vez más aislada comunidad científica del país.

En 2021, el 10,1% de la producción investigadora total de Rusia se realizó en colaboración con Estados Unidos y el 10% con Alemania, sus dos mayores socios en aquel momento.  

Sin embargo, esta cifra se redujo a tan solo el 6,7% y el 5,4%, respectivamente, en 2023, al tiempo que también disminuyó la producción junto con el Reino Unido, Italia, Francia y muchos otros países, según muestran las cifras del cuadro de mando anual del G20 de Clarivate.

Por el contrario, las cifras, recopiladas por analistas y científicos de datos del Instituto de Información Científica (ISI), muestran que las colaboraciones rusas con China aumentaron del 7,1% en 2021 al 7,7% en 2022.

Aunque esta cifra descendió hasta el 7,4% en 2023, significa que China ha superado a Estados Unidos y Alemania y se ha convertido en el principal socio de investigación de Rusia.

A pesar de la presión diplomática de Occidente, China se ha mostrado «perfectamente dispuesta a colaborar con Rusia», y las colaboraciones de la India se han mantenido relativamente estables, según Gordon Rogers, director de ciencia de datos de Clarivate.

Rogers explicó a Times Higher Education que los datos muestran un descenso entre todos los demás principales colaboradores de Rusia desde la guerra, lo que significa que el país está produciendo mucha menos investigación internacional y refleja un «rendimiento generalmente pobre desde una perspectiva académica».

«Está aislando su base de investigación, por lo que interactúan menos con el resto del mundo», añadió.

«Ahora dos tercios de su producción es nacional, y esa tendencia está reduciendo el impacto global de su investigación con el tiempo, lo que está haciendo que su investigación sea menos accesible, que se le preste menos atención, por lo que obviamente se están volviendo más aislacionistas».

Andrey Kalinichev, director de investigación del IMT Atlantique, una universidad tecnológica francesa, afirmó que el «creciente aislamiento de la ciencia rusa» se ha intensificado mucho desde la invasión de Ucrania en 2022, pero las colaboraciones con todos los países occidentales han ido disminuyendo de forma constante desde al menos 2005.

El Dr. Kalinichev dijo que las cifras también se producen en un contexto de más investigadores detenidos injustamente y encarcelados por revelar secretos de Estado simplemente por sus colaboraciones con Occidente, una práctica que se ha venido utilizando en los últimos 25 años, pero que se ha acelerado desde la guerra.

Afirmó que el ecosistema investigador ruso tiene mucha experiencia en este tipo de aislamiento desde la época soviética, y que Vladimir Putin y muchos jefes académicos del país son «grandes creyentes en los beneficios del espionaje científico e industrial»

En cuanto a los conocimientos occidentales, creo que seguirán llegando a Rusia «de segunda mano» a través de colaboraciones con científicos chinos», añadió.

Kalinichev dijo que no esperaba que el «aislamiento autoimpuesto de Rusia» perjudicara mucho a la investigación mundial en general. «Sin embargo, las pérdidas y los perjuicios para algunos investigadores pueden ser irreparables, tanto para algunos científicos rusos como para sus colaboradores occidentales», añadió.

Daniel Hook, director ejecutivo de Digital Science, señaló que el análisis de su empresa también muestra que Estados Unidos, Reino Unido, Francia y Alemania colaboran menos con Rusia, y aunque China es ahora su mayor socio, el número de proyectos se ha mantenido estático.

Estas cifras muestran que la producción china con Rusia pasó del 0,2% en 2010 al 0,5% en 2020, pero desde entonces se ha reducido al 0,4%.

«Por lo tanto, no son solo los investigadores de Europa y Estados Unidos los que se están desvinculando de Rusia, sino también la colaboración china, aunque en menor medida.»

patrick.jack@timeshighereducation.com


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Russian research ‘increasingly isolated’ amid Ukraine war

More scientists only producing domestic work after collapse in collaborations with US and Europe and Chinese links remaining static

July 31, 2024

Patrick Jack

Twitter: @paddywjack

Russia’s war in Ukraine has triggered a collapse in its international research collaborations, as data shows that China has become the main partner of the country’s increasingly isolated scientific community.

In 2021, 10.1 per cent of Russia’s total research output was conducted in collaboration with the US, and 10 per cent with Germany – its two largest partners at the time. 

But this had fallen to just 6.7 per cent and 5.4 per cent, respectively, by 2023, while it also saw a decrease in output produced alongside the UK, Italy, France and many others, figures from Clarivate’s annual G20 scorecard show.

In contrast, the figures, compiled by analysts and data scientists at the Institute for Scientific Information (ISI), show that Russian collaborations with China rose from 7.1 per cent in 2021 to 7.7 per cent in 2022.

Although this dipped to 7.4 per cent in 2023, it means that China has overtaken the US and Germany to become Russia’s leading research partner.

Despite diplomatic pressure in the West, China has been “perfectly happy to collaborate with Russia”, and India’s collaborations have remained relatively flat, said Gordon Rogers, senior manager of data science at Clarivate.

He told Times Higher Education that the data shows a decline among all of Russia’s other biggest collaborators since the war, meaning the country is producing much less international research and reflecting a “generally poor performance from an academic perspective”.  

“It’s isolating their research base, so they are interacting less with the rest of the world,” he added.

“Two-thirds of their output now is domestic, and that trend is pulling down the overall impact of their research over time, that’s making their research less accessible, less attention is being made to it, so obviously they’re going more isolationist.”

Andrey Kalinichev, research director at IMT Atlantique, a French technological university, said the “growing isolation of Russian science” has greatly intensified since the invasion of Ukraine in 2022, but collaborations with all Western countries have been steadily declining since at least 2005.   

Dr Kalinichev said the figures also come against a background of more researchers being wrongfully detained and imprisoned for disclosing state secrets simply for their collaborations with the West – a practice that has been in use for the past 25 years but has accelerated since the war.

He said that the Russian research ecosystem has a lot of experience dealing with this kind of isolation from the Soviet era, and that Vladimir Putin and many academic bosses in the country are “great believers in the benefits of scientific and industrial espionage”.  

“As for Western know-how, I believe it will continue to trickle down into Russia in ‘second-hand’ [form] via collaborations with Chinese scientists,” he added.

Dr Kalinichev said he did not expect to see much damage to global research overall as a result of “self-imposed Russian isolation”. “However, the losses and harm to some individual researchers can be, indeed, irreparable, both for some Russian scientists and for their collaborating Western partners,” he added.

Daniel Hook, chief executive of Digital Science, said his firm’s analysis also shows that the US, the UK, France and Germany are collaborating less with Russia, and although China is now its biggest partner, the number of projects has remained static.

These figures show that Chinese output with Russia rose from 0.2 per cent in 2010 to 0.5 per cent in 2020, but this has since fallen to 0.4 per cent.

“Thus, it is not only researchers in Europe and the US that are decoupling from Russia, it is Chinese collaboration also, although to a lesser extent.”

patrick.jack@timeshighereducation.com


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"¡Quemadlo con fuego!" - El uso de ChatGPT «polariza» a los revisores

Publicado en THE Times Higher Education https://www.timeshighereducation.com/news/corrupting-chatgpt-use-polarises-peer-reviewers   Quemadlo...