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jueves, 26 de diciembre de 2024

CHILE patenta tecnología en tratamiento del cáncer y revalida su liderazgo en el área

Publicado en BiobioChile
https://www.biobiochile.cl/noticias/salud-y-bienestar/cuerpo/2024/12/20/investigadores-chilenos-patentan-en-ee-uu-innovacion-que-reduce-tiempos-para-tratar-el-cancer.shtml 



Viernes 20 diciembre de 2024 | 

Investigadores chilenos patentan en EE.UU innovación que reduce tiempos para tratar el cáncer


La industria biotecnológica chilena sigue destacándose a nivel mundial con un desarrollo innovador en el área de la salud.

Investigadores de la Universidad de La Frontera (UFRO) lograron obtener una patente en Estados Unidos por los próximos 20 años para una tecnología revolucionaria destinada a la detección y tratamiento del cáncer mediante rayos X biomarcados con nanopartículas metálicas.

El sistema patentado, denominado COXIRIS (Sistema Confocal de Rayos-X de Ortovoltaje que Induce Radiación), permite identificar y tratar tumores de manera simultánea.

El proceso comienza con la inyección de nanopartículas metálicas o una solución de oro en el torrente sanguíneo, que se concentra selectivamente en las células cancerígenas. Esto permite visualizar y tratar las áreas afectadas mediante radiación focalizada, reduciendo significativamente el tiempo entre el diagnóstico y el tratamiento.

El director del Centro de Excelencia en Física e Ingeniería en Salud de la UFRO, Rodolfo Figueroa, destacó que la tecnología permite realizar tratamientos más precisos y con menor toxicidad radiológica.

“Incorporamos al organismo un preparado inocuo que se adhiere a los tumores a través de los anticuerpos cancerígenos, permitiendo aplicar radiación de manera efectiva en la zona marcada”, explicó.

Beneficios y próximos pasos

A diferencia de los tratamientos convencionales, que implican varias etapas entre el diagnóstico y la intervención, COXIRIS ofrece una solución inmediata gracias a su capacidad teranóstica (diagnóstico y tratamiento simultáneo).

Esto reduce los riesgos asociados al crecimiento y cambio de posición de los tumores durante los periodos de espera.

Actualmente, las pruebas realizadas en modelos experimentales han demostrado la capacidad del sistema para detectar anomalías a profundidades de entre cinco y siete centímetros. El equipo trabaja para ampliar este rango a diez centímetros y optimizar los tiempos de aplicación. Próximamente, iniciarán ensayos en animales pequeños, con miras a realizar pruebas clínicas en humanos en el futuro cercano.

La obtención de esta patente no solo representa un respaldo a la innovación tecnológica, sino que también abre la puerta a posibles transferencias tecnológicas en el mercado estadounidense.

Además, los investigadores esperan lograr patentes similares en Europa, particularmente en España, Francia y Alemania, consolidando a Chile como un referente en biotecnología aplicada a la salud. 



miércoles, 18 de diciembre de 2024

"El Estado de la Ciencia 2024": informe anual de la Red Iberoamericana de Indicadores de Ciencia y Tecnología (RICYT) coedición OEI-UNESCO

 



El Estado de la Ciencia 2024

Iberoamérica invierte apenas el 0,73% de sus recursos económicos en investigación y desarrollo.

Se publicó "El Estado de la Ciencia 2024", el informe anual de la Red Iberoamericana de Indicadores de Ciencia y Tecnología (RICYT), una publicación coeditada por la Organización de Estados Iberoamericanos (OEI) y la UNESCO. Este informe ofrece un análisis detallado del panorama científico y tecnológico en Iberoamérica, destacando avances, desafíos y oportunidades clave en la región.
  • En 2022, los países de Iberoamérica destinaron 166.000 millones de dólares a investigación y desarrollo, lo que implicó un crecimiento del 42% respecto a 2013.
  • Sin embargo, en términos relativos al PBI, el esfuerzo de inversión realizado en 2022 por Iberoamérica representó el 0,73% del producto bruto regional. Si solo se toma a América Latina, la cifra se reduce a 0,56%.
  • Estos y otros datos se desprenden del relevamiento disponible en El Estado de la Ciencia 2024, informe anual de la Red Iberoamericana de Indicadores de Ciencia y Tecnología (RICYT) que publican OEI y Unesco.
Iberoamérica invirtió en 2022 menos de 1% de sus recursos económicos en investigación y desarrollo (I+D). Este dato se desprende de la recopilación estadística disponible en El Estado de la Ciencia 2024, publicación anual de la Red Iberoamericana de Indicadores de Ciencia y Tecnología (RICYT) que coeditan la Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura (OEI) -a través de su Observatorio Iberoamericano de la Ciencia, la Tecnología y la Sociedad (OCTS)- y la Unesco.

De acuerdo con la publicación, en 2022 los países de Iberoamérica destinaron 116.000 millones de dólares a I+D. Si bien esto implicó un crecimiento respecto a lo invertido una década atrás, en términos relativos al PBI el esfuerzo de inversión de ese año representó solo el 0,73% del producto bruto regional.

Esta intensidad se mantiene relativamente estable desde 2013. Si tenemos en cuenta solo los países de América Latina, la relación se reduce a 0,56%.

Brasil es el único país latinoamericano cuya inversión representa más del 1% de su PBI. El conjunto de América Latina y el Caribe (ALC) se caracteriza, además, por un fenómeno de concentración en el cual Brasil, México y Argentina representan el 83% de su inversión total.

En comparación con la inversión en I+D que realizan otros bloques geográficos, el conjunto de países de América Latina representó en 2022 el 2,5% del monto invertido en el mundo, mientras que Iberoamérica representó el 4%. En ambos casos, su peso relativo en el total de recursos destinados a I+D se redujo respecto a los niveles de 2013, a raíz del crecimiento que tuvieron los países asiáticos. Asia constituye el bloque que realiza la mayor inversión en I+D, representando el 37,4% de lo invertido a nivel mundial en 2022.

A pesar del estancamiento en la inversión, el número de científicos ha crecido considerablemente en la región en la última década.

La cantidad de investigadores y becarios con jornada completa en investigación pasó de 442.835 en 2013 a 642.383 investigadores en 2022. 

Considerando la distribución de los recursos humanos de acuerdo con el sector donde desempeñan sus tareas, el sector de educación superior es el más significativo para la región, ya que en 2022 el 46% de los investigadores iberoamericanos realizó sus actividades en el ámbito universitario. El 33% de los investigadores, es decir, uno de cada tres, se desempeñó en empresas (tanto públicas como privadas) y el 19% lo hizo en instituciones de I+D pertenecientes al ámbito público.

La calidad de la producción científica de los investigadores iberoamericanos también se ha incrementado en estos años. Las publicaciones científicas de los investigadores latinoamericanos en la base de datos Scopus superó los 198.000 artículos en 2022, creciendo a un ritmo superior al del total de publicaciones (+64%). Además, el 35% de esa producción fue realizado de manera colaborativa entre autores de diferentes países. Las ciencias físicas fueron, a su vez, las disciplinas con mayor colaboración internacional.

El nivel de patentamiento de la región continúa siendo bajo. En 2022 el número de patentes internacionales solicitadas mediante el Tratado de Cooperación en Patentes (PCT, por sus siglas en inglés) para América Latina y el Caribe fue de 1395, mientras que para el conjunto de países iberoamericanos fue 3024.

Además, en términos de patentes solicitadas en las oficinas de propiedad intelectual de los países de la región, en 2022 el 83% de las solicitudes de patentes en países de la región corresponde a no residentes, principalmente a empresas extranjeras que buscan proteger sus productos en los mercados de la región.

México es el país donde este fenómeno fue más marcado, con un 94% del total de las solicitudes en manos de no residentes. En Chile y Argentina ese valor fue de 88%, mientras que uno de los valores más bajos lo obtuvo Brasil, donde el 75% de las solicitudes corresponde a no residentes.

Sobre El Estado de la Ciencia 2024

El Estado de la Ciencia 2024 incluye una serie de indicadores seleccionados de la base de datos de RICYT.

El conjunto total, que abarca 135 series estadísticas, puede ser visitado en www.ricyt.org y es producto del esfuerzo colaborativo de los organismos de ciencia y tecnología de los veinte países participantes de la red, que proveen la información desplegada en el volumen, así como de una extensa comunidad de expertos y organizaciones internacionales.
Contenidos de la publicación aquí

Dossier sobre bioeconomía

La edición 2024 incluye un dossier sobre bioeconomía que explora un ámbito crucial para el desarrollo de los países iberoamericanos.

Los textos indagan distintos aspectos de la bioeconomía -modelo tecnoproductivo basado en el uso sostenible de recursos biológicos renovables para la producción de bienes, servicios y formas “limpias” de energía- y la producción científica que Iberoamérica le ha dedicado en materia de artículos académicos y patentes, entre otras aristas.

El dossier se cierra con casos testigos que sintetizan las oportunidades y los desafíos de la bioeconomía en Iberoamérica, con especial atención a la sostenibilidad de la selva amazónica, el desarrollo de biocombustibles, la innovación agrícola, el trabajo con semillas, la vinculación tecnológica, la promoción gubernamental a nivel nacional e internacional, etc.
© 2024 UNESCO.
Usted recibe este correo por formar parte de la lista de difusión de la Oficina de UNESCO en Montevideo.

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jueves, 5 de diciembre de 2024

MÉXICO: Registro de patentes solo 6% pertenecen a mexicanos; 94% a extranjeros: Sheinbaum

Publicado en La Jornada
https://www.jornada.com.mx/noticia/2024/10/15/economia/registro-de-patentes-solo-6-pertenecen-a-mexicanos-94-a-extranjeros-sheinbaum-4977



Registro de patentes solo 6% pertenecen a mexicanos; 94% a extranjeros: Sheinbaum

Arturo Sánchez Jiménez y Alonso Urrutia
15 de octubre de 2024 09:13

Entre enero y septiembre de 2024 se han registrado 12 mil 160 solicitudes de patentes en México, el 94 por ciento de las cuales son de extranjeros y solo el seis por ciento de mexicanos, dio a conocer este martes la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo.

“Hay muy poco registro de patentes nacional, entonces justamente lo que queremos es potenciar el desarrollo de la investigación científica y tecnológica que permita que haya más registro de patentes y no solo el registro, sino el propio desarrollo del tecnológico, que es una parte fundamental del desarrollo del país ”, afirmó la jefa del Ejecutivo en su conferencia de prensa diaria en Palacio Nacional.

Y es que, señaló que según cifras del Instituto Mexicano de la Propiedad Intelectual, del total de solicitudes de patente registradas, solo se han otorgado en este año 502 a mexicanos.

Científica de formación y doctora en Ingeniería Energética por la UNAM, la mandataria agregó que “cualquier país que presuma de su desarrollo, no solamente tiene que ver con bienestar, con disminución de la pobreza, disminución de las desigualdades, el Producto Interno Bruto, la inversión extranjera directa y todos los indicadores macroeconómicos, sino también tiene que ver con el desarrollo científico y tecnológico”.

Dijo que en este sentido, la secretaria de Ciencia, Rosaura Ruiz, y el de Economía, Marcelo Ebrard, desarrollan políticas para impulsar el desarrollo científico y tecnológico mexicano.

miércoles, 4 de enero de 2023

Publicar o perecer: el conocimiento científico se expande, pero la innovación disruptiva se estanca

Publicado en El País
https://elpais.com/ciencia/2023-01-04/publicar-o-perecer-el-conocimiento-cientifico-se-expande-pero-la-innovacion-disruptiva-se-estanca.html


Publicar o perecer: el conocimiento científico se expande, pero la innovación disruptiva se estanca


Un estudio asegura que los descubrimientos más rompedores en ciencia se han mantenido constantes en los últimos 60 años y los investigadores lo achacan al diseño del mundo académico

La innovación científica se está estancando. Pese al aumento exponencial del conocimiento científico durante el siglo XX respecto al resto de la historia registrada, un análisis de millones de publicaciones académicas y patentes tecnológicas de los últimos 60 años infiere un descenso paulatino en la disrupción. Los propios incentivos perversos que genera el ámbito investigador han podido ser los culpables: la necesidad de publicar constantemente para ser relevante en el mundo académico o la vasta dimensión del conocimiento, que vuelve prácticamente imposible seguir lo que ocurre más allá del nicho de estudio de un científico. Es la conclusión de una revisión bibliográfica que publica hoy la revista científica Nature, tras revisar 45 millones de artículos científicos y cerca de cuatro millones de patentes.

"La innovación disruptiva en ciencia es lo que rompe con la forma de pensar hasta ese momento, un conocimiento o una tecnología que abre nuevas áreas de investigación"
Rusell Funk, Universidad de Minnesota

Los investigadores Russell Funk y Michael Park, de la Universidad de Minnesota, señalan en este estudio un descenso pronunciado en la innovación disruptiva que cambia el statu quo del momento, en áreas académicas como la ingeniería y la física, pero también en el registro de patentes para nuevas tecnologías o fármacos. La revisión de Funk y Park desarrolla un índice propio donde jerarquiza millones de investigaciones científicas y patentes registradas entre 1945 y 2010, y los categoriza en un baremo entre lo disruptor —como puede ser el descubrimiento de la doble hélice de ADN por parte de Francis Crick, James Watson y Rosalind Franklin— o que asienta y amplía el conocimiento científico previo. La innovación disruptiva en ciencia es “algo que rompe con la forma de pensar o hacer las cosas hasta ese momento y resulta en un conocimiento científico o una tecnología que abre nuevas áreas de investigación”, según define Funk, el investigador principal de este estudio.

Entre las cifras de la evaluación de los trabajos destaca un descenso de más del 90% en innovación en ciencias sociales o física y del 80% en el registro de tecnología como, por ejemplo, microprocesadores o telecomunicaciones, o un 91,5% en el caso de los fármacos en medicina. Además de las citas de otros trabajos, los investigadores evalúan el lenguaje utilizado en los estudios durante más de medio siglo y lo correlacionan con las investigaciones que han sido galardonadas con el Nobel, que se tratan de 635 premiados.

Funk reconoce las limitaciones de su modelo y entiende que todos estos análisis son “formas aproximadas acercarse al conocimiento” y los realizan para ir más allá de las simples referencias en los trabajos. “Al final no sabes por qué se cita algo. Asumimos que las referencias a trabajos científicos previos representan bloques de conocimiento en construcción, pero pueden significar cualquier cosa, como que los autores citen a los que creen que serán sus supervisores o menciones favorables a los editores”, reflexiona el autor.

Los investigadores de la Universidad de Minnesota consideran que los resultados de su revisión no suponen que “nos encontremos ante el fin del conocimiento”, matizan en sus conclusiones, sino que el estancamiento en la innovación puede ser una consecuencia del modelo de producción científica actual. Para Funk esto se debe a que “una forma en las que las instituciones evalúan la calidad académica de los investigadores es, en gran medida, basándose en su productividad en la publicación de artículos, y por eso los científicos están muy centrados en producir cosas, porque es una métrica del éxito”. En las conclusiones de su investigación, los autores critican que ese modelo puede ser bueno para el investigador, pero malo para el conocimiento en su conjunto.

Publicar o perecer

Lo que se conoce coloquialmente como “publicar o perecer” es uno de los problemas derivados del sistema académico. Un modelo que fomenta dinámicas perjudiciales porque obliga a los investigadores a publicar estudios de forma constante con el fin de mantener su relevancia académica, optar a financiación o, incluso, de mantener su trabajo. Funk apunta a este problema como uno de los culpables del continuismo investigador, ya que no permite experimentar ni adentrarse en otros campos del conocimiento.

Un ejemplo de esta situación se da en los trabajos que referencian estudios muy antiguos, lo que quiere decir que el autor no se ha actualizado, o cuando los académicos se autocitan en exceso. El autor principal señala que “es una práctica común que un investigador cite su propio trabajo, ya que no quiere romper con su línea de investigación, pero eso impide la disrupción”.

Sabemos que la innovación surge de probar cosas nuevas y tomar ideas de distintos campos, si solo tienes tiempo para publicar, eso no te permite pensar ni leer de otras áreas
Michael Park, Universidad de Minnesota

La profundidad del conocimiento, la ingente cantidad de horas de especialización que requiere dominar un campo científico, también deviene en problema. En el estudio apuntan a que los científicos se basan en cada vez menos variedad de fuentes y esto apunta a que su ventana de conocimiento se ha reducido, por lo que la complejidad de la ciencia acaba generando silos aislados unos de otros. “Sabemos que la innovación surge de probar cosas nuevas y tomar ideas de distintos campos”, detalla Park. “Si solo tienes tiempo para publicar, eso no te deja tiempo para pensar ni leer de otras áreas”, añade. Para el coinvestigador del estudio, un modelo que incentive la innovación debería potenciar el citar trabajos de otros ámbitos diferentes: “En estudios estadísticos previos se ve que la disrupción está relacionada con un conocimiento amplio, una mezcla variada de estudios”.

Lejos de pretender sonar pesimistas o alarmistas, los investigadores afirman que la disrupción “se mantiene constante” a lo largo de las décadas, por lo que no es culpa de la calidad de los estudios. “No es que todo sea malo, pero debería haber un mayor equilibrio entre la innovación y el conocimiento asentado”, apunta Funk, quien anima a que es necesario repensar las estrategias de producción científico-tecnológicas en el futuro. “Al final, nos interesan las ideas y el conocimiento científico, no nos deberíamos de preocupar por las citas”, sentencia el autor.

viernes, 23 de diciembre de 2022

Las vacunas cubanas y la inequidad mundial

Publicado en La Jornada
https://www.jornada.com.mx/2022/12/23/opinion/012a2pol

- Dentro de las múltiples injusticias desenmascaradas por la pandemia está la desigualdad mundial que permitió a los países ricos adquirir y administrar vacunas de sobra para su población, mientras los países pobres fueron obligados a esperar. 

- Para febrero de 2022, a casi dos años de haber sido declarada la pandemia, sólo 9.5 por ciento de la población de países pobres había recibido una dosis de la vacuna. 

- Otra gran injusticia es la fortuna que adquirieron las industrias farmacéuticas. No obstante la inmensa inversión del sector público de la que fueron dotadas para desarrollar sus vacunas, las farmacéuticas junto con los gobiernos de EU, Gran Bretaña y Canadá, bloquearon intentos por liberar la fórmula para que éstas se pudieran producirse masivamente. 

- En noviembre de 2021, cuando estas industrias se preparaban para su convención anual, tan sólo Pfizer-BioNTech y Moderna estaban generando ganancias de 65 mil dólares cada minuto. Mientras, menos de uno por ciento de las vacunas de la primera y apenas .2 por ciento de las de la segunda, habían sido entregadas a países pobres.



Las vacunas cubanas y la inequidad mundial

Tanalís Padilla*

Viernes 23 de diciembre de 2022

A finales de noviembre llegó a México el primer embarque de la vacuna cubana contra el covid-19. Llamada Abdala, ésta es una de las tres vacunas cubanas –junto con Soberana 2 y Soberana Plus– autorizadas por la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris). Las vacunas cubanas se suman así a las otras nueve –incluyendo Pfizer-BioNtech, Moderna y Johnson & Johnson (EU), AstraZeneca (Inglaterra) y Sinovac (China)– también autorizadas por este organismo para uso de emergencia en México.

A primera vista parece sorprendente que Cuba, país pobre, asediado por el bloqueo estadunidense de seis décadas y que vive una aguda crisis económica, aparezca al lado de grandes potencias como Estados Unidos, Inglaterra y China, en la lista de países que desarrollaron su propia vacuna. Estudios recientes no sólo han destacado la gran efectividad de las vacunas cubanas –sobre 95 por ciento para prevenir casos severos y muerte por el covid-19–, sino que Cuba sobresale por su alto nivel de vacunación. A principios de este año, cerca de 86 por ciento de su población había recibido ya las tres dosis de su vacuna, un nivel sólo superado entonces por Emiratos Árabes Unidos. Cuba además fue el primer país en vacunar masivamente a niños de hasta dos años de edad, proceso que redujo la letalidad de la pandemia en la isla ya que si bien el covid-19 no los afecta con igual seriedad que a la gente mayor, los pequeños sí son fuente de transmisión.

Cuba lleva desde los años 80 desarrollando medicamentos y vacunas tanto para su propia población como para exportación y donación a otros países del mundo. El Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología y el Instituto Finlay de Vacunas gozan de una reconocida trayectoria en el desarrollo de vacunas eficaces y seguras. Entre ellas destacan la primera vacuna desarrollada a escala mundial en contra del meningitis meningocócica (MenB), aplicada en Cuba desde 1989; la vacuna contra Haemophilus influenzae tipo b (Hib), administrada en Cuba desde 2003; y la vacuna contra el hepatitis B, usada en Cuba desde 1992. Esta última fue la primera vacuna recombinante en el mundo autorizada por la Organización Mundial de Salud.

La infraestructura, experiencia, y avances en la creación de estas vacunas formaron la base para desarrollar las vacunas contra el covid-19. A diferencia de la nueva tecnología ARNm (ácido ribonucleico mensajero) utilizada por Pfizer y Moderna que está diseñada para enseñar a las células a producir una proteína que, si el cuerpo se infecta, provoca la respuesta inmunológica, las vacunas cubanas se basan en un método más tradicional. Contienen una parte de la proteína que el coronavirus usa para unirse a las células humanas lo cual, al ser administrada, genera anticuerpos que bloquean esta unión. El método cubano tiene tres grandes ventajas: es más económico, es más fácil de reproducir, y las vacunas no requieren el ultra-congelamiento necesitado por las de ARNm. Estas características hacen más factible vacunar a la población mundial, sobre todo en países pobres.

Dentro de las múltiples injusticias desenmascaradas por la pandemia está la desigualdad mundial que permitió a los países ricos adquirir y administrar vacunas de sobra para su población, mientras los países pobres fueron obligados a esperar. Para febrero de 2022, a casi dos años de haber sido declarada la pandemia, sólo 9.5 por ciento de la población de países pobres había recibido una dosis de la vacuna. Otra gran injusticia es la fortuna que adquirieron las industrias farmacéuticas. No obstante la inmensa inversión del sector público de la que fueron dotadas para desarrollar sus vacunas, las farmacéuticas junto con los gobiernos de EU, Gran Bretaña y Canadá, bloquearon intentos por liberar la fórmula para que éstas se pudieran producirse masivamente. En noviembre de 2021, cuando estas industrias se preparaban para su convención anual, tan sólo Pfizer-BioNTech y Moderna estaban generando ganancias de 65 mil dólares cada minuto. Mientras, menos de uno por ciento de las vacunas de la primera y apenas .2 por ciento de las de la segunda, habían sido entregadas a países pobres.

Entre las razones que citan los científicos y funcionarios cubanos por haber tomado la decisión de orientar toda su capacidad hacia la producción de sus propias vacunas es que no confiaban en que las pudieran adquirir de la comunidad internacional. Su experiencia con el bloqueo estadunidense –que también sanciona a terceras partes si hacen negocios con Cuba– les daba más que buenos motivos para dudar. El imperio no se quedó cortó negándose a relajar aunque fuera mínimamente, sus inhumanas sanciones en un momento de emergencia sanitaria sin precedente.

La apuesta de Cuba ha dado resultados, no sólo para su propia población, sino para la de otros países, cuyos pueblos Estados Unidos también insiste en castigar. Cuba ha enviado sus vacunas a Venezuela, Siria, Nicaragua y Vietnam; Soberana 2 se está produciendo en Irán. Además, desarrolló acuerdos con otros países para transferir su tecnología y proveer las vacunas a bajo costo.

En condiciones sumamente adversas Cuba sigue sorprendiendo al mundo: con sus brigadas médicas internacionales, con sus innovaciones de medicina, con los altos índices de salud de su población. Sus vacunas contra el covid son otro recordatorio de lo que se puede lograr, si no se opera bajo la lógica capitalista.

Profesora-investigadora del Instituto Tecnológico de Massachusetts. Autora del libro Unintended Lessons of Revolution, una historia de las normales rurales


miércoles, 12 de enero de 2022

Corbevax: vacuna sin patente y desarrollada por científica hondureña

Publicado en BBC News
https://www.bbc.com/mundo/noticias-59958832


Cómo es Corbevax, la primera vacuna sin patentes contra la covid-19 desarrollada por una científica hondureña
  • Carlos Serrano (@carliserrano)
  • BBC News Mundo

Desde que se aprobaron las primeras vacunas contra la covid-19 surgió un intenso debate que dividió al mundo.

Por una parte, estaban las farmacéuticas de países poderosos que protegían la propiedad intelectual de las vacunas que desarrollaron.

Y por otro, quienes pedían la liberación de las patentes para que las vacunas se pudieran producir en mayores cantidades y llegaran a los países más pobres.

Ahora, una científica hondureña espera terminar con ese enfrentamiento, gracias al desarrollo de una vacuna libre de patentes.

 Se trata de la doctora María Elena Bottazzi, codirectora del Centro para el Desarrollo de Vacunas del Hospital Infantil de Texas, en Houston, Estados Unidos.

 Bottazzi y el doctor Peter Hotez diseñaron una vacuna contra la covid-19 que a finales de diciembre recibió la autorización para uso de emergencia en India.

El nombre de la vacuna es Corbevax y, según Bottazzi, toda la información necesaria para fabricarla está disponible sin ánimo de lucro.

"Cualquiera la puede replicar", le dice Bottazzi a BBC Mundo. "Cualquiera puede trabajar con nosotros".

Actualmente, Bottazzi y su equipo están en conversaciones para producir la vacuna en países como Indonesia, Bangladesh y Botsuana.

Y, por ser hondureña, tiene especial interés en que se pueda producir en Centroamérica y distribuirse por toda la región.

En conversación con BBC Mundo, Bottazzi explica por qué considera a Corbevax "la primera vacuna contra la covid diseñada para la salud global" y cómo espera que cambie los paradigmas de producción y distribución de las vacunas.

Tecnología probada

La vacuna desarrollada por Bottazzi y Hotez está basada en una tecnología tradicional, llamada proteína recombinante.

Esta tecnología ya ha probado ser efectiva desde hace décadas, en vacunas como la de la hepatitis B, por ejemplo.

Su funcionamiento se basa en utilizar proteínas de un virus suficientes para despertar una respuesta inmune, pero no la enfermedad.

Además, requiere un proceso de producción más sencillo y barato que otro tipo de vacunas, como las de ARN mensajero que producen Pfizer o Moderna.

Bottazzi y Hotez venían trabajando en una vacuna desde principios de los años 2000, cuando surgieron las epidemias de MERS y SARS, que también son coronavirus.

 Como estos virus no derivaron en una pandemia, se perdió interés en esas vacunas, pero ante la llegada del SARS-CoV-2, Bottazzi y Hotez retomaron sus trabajos aprovechando el camino que ya habían avanzado.

Falta de interés

Así, cuando llegó la pandemia, Bottazzi y Hotez estaban listos para desarrollar las pruebas necesarias para perfeccionar su vacuna.

"Pero no hubo ningún interés", dice Bottazzi, refiriéndose a que no obtuvieron el apoyo de las agencias del gobierno de Estados Unidos.

"Estaban enfocados en que tenía que ser una vacuna de ARNm", explica.

"Fue un fallo no apoyar tecnologías como las proteínas recombinantes, o las vacunas convencionales, porque es cierto, tal vez nos tardamos más en la producción, pero una vez lo logramos, podemos producir miles de millones de dosis. Mientras que con las de ARNm, se pueden producir rápido pero no a escala suficiente".

La eficacia de la vacuna

Pero cuando ya comienza el tercer año de la pandemia, la vacuna de Bottazzi parece que por fin tiene su oportunidad.

Para la científica, el gobierno de India fue "más ingenioso".

"Dijeron 'si nadie quiere estas vacunas, yo las voy a revisar y a producir mis propias vacunas, sin tener que esperar a que alguien nos las venga a regalar'".

El Hospital Baylor College en el que trabajan Bottazzi y Hotez, se alió con el laboratorio indio Biological E. para compartirles información y que hicieran los estudios necesarios para comprobar la seguridad y la eficacia de la vacuna.

Según un estudio de Fase III entre 3.000 voluntarios, Corbevax tuvo una eficacia del 90% para prevenir la enfermedad causada por la versión original del SARS-CoV-2, y del 80% para la variante delta.

Los datos de estos estudios aún no han sido publicados, por lo que algunos especialistas prefieren ser cautelosos.

"La ciencia, especialmente cuando se trata de la salud pública, se basa en el análisis objetivo de datos abiertos, sin confiar en la palabra de un fabricante de vacunas con un interés personal en el producto", le dijo a The Washington Post James Krellenstein, cofundador de PrEP4All, una organización que vela por la equidad en los servicios de salud.

Y respecto a la variante ómicron, Bottazzi dice que están haciendo pruebas y esperando la validación de los resultados.

La investigadora sostiene que los datos de los estudios aún no se han publicado porque toma tiempo procesarlos y hacerlos disponibles al público, y tanto ellos como Biological E. son equipos pequeños en comparación con las grandes multinacionales.

Al mismo tiempo, Bottazzi asegura que "no habrá sorpresas".

Lo cierto es que el gobierno de India ya le encargó 300 millones de vacunas a Biological E.

Además, Bottazzi sostiene que la idea es que en marzo la Corbevax ingrese al mecanismo Covax, con el que la OMS busca una distribución equitativa de las vacunas entre los países menos desarrollados.

Altruismo

Bottazzi confía en que su trabajo ayude a cambiar el modelo de producción y distribución de las vacunas a nivel mundial.

"Los manufacturadores tienen que tener algo de altruismo", dice.

"La desgracia fue que no se dio ese altruismo en esa situación de emergencia y no logramos ofrecer al mundo lo que necesitaba, y por eso estamos todavía en esta situación tan grave", indica la experta.

"Acceso global no es solo mandar la vacuna a otra parte del mundo, acceso global es que haya acceso equitativo, que cualquier manufacturador pueda replicar la fórmula, que cualquier persona tenga acceso a la vacuna".

Según ella, con este modelo libre de patentes se resalta el papel de las entidades académicas y sirve para llamar la atención para que los gobiernos apoyen más las áreas de investigación.

"Hay que cambiar los incentivos, no puede ser solamente económico", dice Bottazzi.

"La vacuna no es un producto para hacer dinero". 


domingo, 3 de octubre de 2021

Indicadores de Ciencia y Tecnología RICYT actualizados


Ya están disponibles los indicadores actualizados de RICYT

Ya se encuentran disponibles los indicadores actualizados de la Red Iberoamericana de Indicadores de Ciencia y Tecnología (RICYT). Se trata del resultado del relevamiento anual de información estadística a los países que la integran.

Acceda aquí a la batería completa de indicadores actualizados.

Inversión en I+D de América Latina

Algunos datos destacados

  • Los recursos económicos destinados a I+D se mantuvieron estables en 2019 en relación con el año anterior, tanto en América Latina como en Iberoamérica. Sin embargo, en América Latina,  a pesar de esta estabilización luego de la caída de los años 2016 y 2017, los valores de 2019 fueron aún inferiores a los de 2013.
  • El estancamiento de la inversión latinoamericana en I+D contrasta con una leve evolución positiva del PBI hasta 2019. Como consecuencia, la inversión en I+D en relación con el PBI pasó del 0,58% al 0,56%.
  • A diferencia de lo que ocurre en los países más desarrollados, el 56% de la inversión en I+D de América Latina es financiada por el gobierno, mientras que la participación empresarial se reduce al 37%.
  • La cantidad de investigadores en América Latina continúa expandiéndose a pesar de las restricciones económicas, superando en 2019 el millón de personas. El 74% de ellos están radicados en universidades, dando cuenta de la importancia de la educación superior en la I+D regional.
  • La producción científica de los países latinoamericanos sigue creciendo en la base de datos SCOPUS, alcanzando los 170.000 artículos en 2019. El crecimiento está impulsado por varios países de la región y se destaca el caso de Chile, que desplazó a Argentina del tercer puesto, detrás de Brasil y México.

Visite también nuestro explorador de indicadores y nuestras infografías actualizadas


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http://www.ricyt.org/category/indicadores/

Indicadores de contexto

Indicadores de Educación Superior
Indicadores bibliométricos
Indicadores de innovación
Indicadores de percepción pública

 

"¡Quemadlo con fuego!" - El uso de ChatGPT «polariza» a los revisores

Publicado en THE Times Higher Education https://www.timeshighereducation.com/news/corrupting-chatgpt-use-polarises-peer-reviewers   Quemadlo...