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martes, 20 de febrero de 2024

cOAlition S propone un "cambio radical" en la comunicación científica

Publicado en blog Universo abierto
https://universoabierto.org/2024/02/20/cambio-radical-en-la-comunicacion-cientifica-coalition-s-propone-un-nuevo-modelo-de-publicacion-de-articulos-y-resultados-de-investigacion/



Cambio radical en la comunicación científica: cOAlition S propone un nuevo modelo de publicación de artículos y resultados de investigación




“Towards Responsible Publishing” proposal. cOAlition S, 2024


Texto completo

El consorcio internacional cOAlition S está proponiendo un nuevo modelo de publicación de artículos e resultados de investigación que representa un cambio radical en la comunicación científica.

Una visión para un sistema de comunicación académica basado en la comunidad Impulsados por el mismo «deber de cuidado por el buen funcionamiento del sistema científico» que inspiró el Plan S, los financiadores que forman cOAlition S están explorando una nueva visión para la comunicación académica; una visión que promete ser más efectiva, accesible y equitativa, beneficiando en última instancia a la sociedad en su conjunto.

Este modelo, orientado hacia la ciencia abierta en el siglo XXI, busca que los resultados de investigación sean divulgados de forma abierta y gratuita, evaluados de manera cooperativa por científicos de la misma área y publicados en revistas elegidas por los autores, sin estar limitados por plazos o exigencias de revistas académicas tradicionales.

Esta propuesta, titulada «Hacia una edición responsable», está abierta a sugerencias hasta abril y busca transformar el sistema de comunicación académica en una comunidad colaborativa, combinando ideas como los repositorios de preprints y las iniciativas de revisión por pares abierta. Sin embargo, esta propuesta ha enfrentado resistencia de editoriales, sociedades científicas y algunos gobiernos, lo que ha llevado a un proceso de flexibilización para ganar aceptación. A pesar de los desafíos, este cambio en el modelo de publicación científica tiene el potencial de mejorar el acceso abierto y la difusión del conocimiento científico en todo el mundo.

La propuesta busca obtener aportes de la comunidad investigadora para establecer un sistema de comunicación académica basado en la comunidad. En los últimos cinco años, el avance hacia el Acceso Abierto (OA, por sus siglas en inglés) completo e inmediato se ha vuelto global e irreversible. Sin embargo, las prácticas de publicación académica no están al ritmo de los rápidos avances en la manera en que se realiza, se disemina y se utiliza la ciencia. Esta desconexión amenaza cada vez más el objetivo de lograr un OA universal para los resultados de investigación.

La pandemia de COVID ha ilustrado la necesidad de modelos de publicación más rápidos y eficientes. El sistema de publicación tradicional fue demasiado lento para diseminar información científica crítica y urgentemente necesaria sobre el SARS-CoV2. En respuesta, los académicos de todo el mundo están adoptando nuevas prácticas de publicación para mejorar la diseminación y revisión por pares de nuevos hallazgos de investigación. Los investigadores están compartiendo cada vez más artículos antes de la revisión por pares y están comenzando a participar en la revisión por pares abierta de estos artículos compartidos por los autores. Además, instituciones de investigación e investigadores, por ejemplo en América Latina, han impulsado modelos innovadores, denominados publicación ‘diamante’, que ofrecen servicios de publicación liderados por académicos que son gratuitos para autores y lectores.

Estos desarrollos están obligando a los financiadores y otros interesados, especialmente a las bibliotecas universitarias que adquieren servicios de publicación en nombre de sus investigadores, a repensar cómo apoyar mejor la diseminación de la investigación de manera responsable, equitativa y sostenible.

¿Qué incluye la propuesta?

En la propuesta preliminar, se plantea una visión y un conjunto de principios a los que un futuro sistema de comunicación académica debería aspirar, junto con una misión que permita a los financiadores de la investigación, en colaboración con otros actores clave, entregar esto.

La propuesta llamada «Hacia una publicación responsable» busca abordar las deficiencias actuales en el proceso de publicación académica. Reconoce que el enfoque en el artículo aceptado por la revista es problemático debido a su impacto en la diseminación oportuna y el control de calidad de los hallazgos de investigación.

Para abordar estas deficiencias, la nueva propuesta propone dos conceptos clave: primero, que los autores decidan cuándo y qué publicar; y segundo, que el registro académico incluya la gama completa de resultados creados durante el ciclo de investigación.

Se espera que estos cambios permitan mecanismos de curación más efectivos y promuevan la participación de la comunidad de investigación en la revisión y evaluación de los trabajos.

La propuesta ‘Hacia una publicación responsable’ argumenta que la publicación de acceso abierto debería extenderse más allá de hacer que el producto final esté disponible abiertamente. Debería esforzarse por diseminar el progreso acumulativo en un proyecto de investigación a lo largo del tiempo. Esto se puede lograr cuando los investigadores asumen la responsabilidad de compartir el conjunto completo de resultados relacionados con su trabajo y retienen el derecho de hacerlo de manera libre y abierta.

Para que un sistema liderado por académicos sea exitoso, necesitará un amplio apoyo de la comunidad investigadora. Para entender si la propuesta resuena con la comunidad de investigadores, se inicia un proceso consultivo, con el apoyo de Research Consulting Limited en asociación con el Centro de Estudios de Ciencia y Tecnología (CWTS). Este proceso ofrece a los investigadores la oportunidad de expresar sus opiniones y contribuir al desarrollo de una propuesta que satisfaga sus necesidades. La consulta se llevará a cabo desde noviembre de 2023 hasta abril de 2024. Basándose en los comentarios recibidos a través de esta consulta, se desarrollará una propuesta revisada para que los financiadores de cOAlition S la consideren en junio de 2024.

martes, 30 de enero de 2024

PERÚ toma medidas contra los defraudadores científicos

Publicado en ScienceInsider
https://www.science.org/content/article/peru-moves-crack-down-scientific-fraudsters 


Perú toma medidas contra los defraudadores científicos

Legislación establece penas por compra de autoría y otras fechorías


21 DE DICIEMBRE DE 2023


POR MARÍA DE LOS ÁNGELES ORFILA



Una versión de este artículo apareció en Science, Vol 383, número 6678.


Los legisladores peruanos están a punto de aprobar una ley que facilitaría la investigación y el castigo de los investigadores que incurran en prácticas editoriales fraudulentas, como pagar para que se añada su nombre a un artículo científico.


La medida se produce en un momento en que la Agencia Nacional de Ciencia de Perú trata de tomar medidas enérgicas contra la compra de autorías y otras prácticas contrarias a la ética. Recientemente ha retirado a dos científicos acusados de infracciones de un registro nacional que es clave para recibir subvenciones del gobierno, ascensos laborales y bonificaciones salariales. Además, las autoridades están investigando a muchos más investigadores a raíz de un informe publicado en octubre en los medios de comunicación en el que se identificaba a 180 personas presuntamente implicadas en fraudes editoriales, entre ellas 72 inscritas en el registro nacional que trabajan en 14 universidades de Perú.


La nueva legislación facultará a las universidades y a los funcionarios del gobierno para disuadir y castigar este tipo de conductas, y dotará a Perú de algunas de las medidas más enérgicas contra el fraude editorial en América Latina. Las prácticas dudosas de publicación "trascienden las meras violaciones éticas" porque permiten a los investigadores obtener financiación pública y privada bajo falsos pretextos, afirma Edward Málaga Trillo, neurobiólogo y congresista, impulsor de los proyectos de ley, que se espera que los legisladores finalicen a principios del próximo año. "Estos individuos están perpetrando un fraude".


Como en muchas otras naciones, la comunidad académica peruana ha estado luchando con una creciente ola de falsos autores y problemas relacionados. Una de las causas, según algunos investigadores, es una ley de 2014 que pretendía estimular la investigación recompensando a los investigadores que aumentaran su producción editorial. Por ejemplo, según un sistema de puntuación utilizado por las universidades, los investigadores pueden ganar cinco puntos por la autoría en una revista de alto impacto, y dos puntos cuando la revista es de menor impacto. Acumular puntos puede reportar primas y ascensos profesionales.


Según los investigadores, la ley crea incentivos perversos. En su reportaje de octubre, los periodistas del programa de televisión Punto Final informaron de que investigadores peruanos pagaban a intermediarios de autoría hasta 500 dólares por añadir sus nombres a artículos que no habían contribuido a escribir. La recompensa puede ser considerable: Algunas universidades privadas con fines de lucro en Perú pagan bonos de publicación de 2,500 dólares, dice la bióloga Gisella Orjeda Fernández, de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, quien dirigió la principal agencia científica de Perú, el Consejo Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación Tecnológica (Concytec), de 2017 a 2020. "Hay todo un ambiente que incuba esta [mala conducta]", dice Orjeda Fernández.


Según el presidente del Concytec, Benjamín Marticorena Castillo, los 72 investigadores presuntamente implicados en el fraude editorial constituyen un "alarmante" 1% de todos los científicos inscritos en el registro nacional de Perú, conocido como Renacyt.


Se descubrió que uno de los dos investigadores que el Concytec ya ha expulsado del registro se había apropiado del currículum vitae de un investigador español y había vuelto a publicar artículos de ese investigador con su propio nombre. El otro investigador expulsado había asumido la identidad de un científico venezolano.


Los responsables del Concytec han pedido a las universidades que aclaren sus relaciones con los 70 investigadores registrados restantes, muchos de los cuales parecen ser profesores no titulares o antiguos alumnos de otras naciones. Si se prueban las acusaciones, dice Marticorena Castillo, "estos individuos están orquestando esquemas criminales; son organizaciones criminales."


Las señales de alarma pueden ser obvias, señala Nahuel Monteblanco, presidente de Cientificos.pe, una asociación de científicos peruanos que investiga la mala conducta científica. Muchos de los trabajos citados por Punto Final tienen numerosos coautores afincados en distintos países y con pocas publicaciones previas sobre el mismo tema. "Si tu colega publica sistemáticamente 20 artículos al año con colaboradores de Nepal, Afganistán, Kuwait o Indonesia, eso es muy sospechoso", dice Monteblanco. "Para un investigador de carrera legítima eso es imposible".


Sin embargo, la legislación vigente otorga al Concytec y a las 93 universidades públicas y privadas de Perú una autoridad limitada para investigar y sancionar estas faltas. Los dos proyectos de ley presentados ahora al Congreso pretenden cambiar esta situación. Uno modificaría una ley que regula las universidades, mientras que el otro otorga nuevas competencias al Concytec. La legislación define el fraude como "plagio, fabricación o falsificación de información en publicaciones, proyectos, informes y cualquier otro producto académico relacionado con la investigación científica". Los investigadores que cometan infracciones menores podrían ser suspendidos del registro nacional de 2 a 5 años, y los que cometan infracciones más graves podrían ser suspendidos permanentemente y potencialmente enfrentarse a cargos penales que conlleven penas de prisión.


Málaga Trillo declaró a ScienceInsider que él mismo fue víctima de un fraude editorial cuando un antiguo colega universitario afirmó falsamente que él y Málaga Trillo habían colaborado en proyectos de investigación y eran coautores de artículos. El colega no fue sancionado formalmente, afirma Málaga Trillo, pero abandonó la universidad tras ser denunciado.


Alberto Gago, presidente de la Academia Nacional de Ciencias de Perú, espera que la nueva legislación anime a los investigadores a "sancionar socialmente" y denunciar a los colegas que se desvíen de las normas éticas. "Necesitamos una comunidad científica mucho más fuerte para aislar" a los defraudadores, afirma.


Orjeda Fernández está de acuerdo. "No deberíamos dudar", dice, "en expulsar a los culpables".


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Peru moves to crack down on scientific fraudsters

Legislation sets penalties for buying authorship and other misdeeds



A version of this story appeared in Science, Vol 383, Issue 6678.

Download PDF

Lawmakers in Peru are poised to approve legislation that would make it easier to investigate and punish researchers who engage in fraudulent publishing practices, including paying to have their names added to a scientific paper.

The move comes as Peru’s national science agency seeks to crack down on authorship buying and other unethical practices. It recently removed two scientists accused of violations from a national registry that is key to receiving government grants, job promotions, and salary bonuses. And officials are investigating many more researchers in the wake of an October media report that identified 180 individuals allegedly involved in publishing fraud, including 72 listed on the national registry who work at 14 universities in Peru.

The new legislation will empower universities and government officials to deter and punish such behavior, and would give Peru some of the strongest measures against publishing fraud in Latin America. Shady publishing practices “transcend mere ethical violations” because they enable researchers to obtain government and private funding under false pretenses, says Edward Málaga Trillo, a neurobiologist and member of Congress who is the driving force behind the bills, which lawmakers are expected to finalize early next year. “These individuals are perpetrating fraud.” 

As in many other nations, Peru’s academic community has been struggling with a rising tide of fake authorship and related problems. One cause, some researchers say, is a 2014 law that aimed to stimulate research by rewarding researchers who boost their publishing output. For example, under a scoring system used by universities, researchers can earn five points for authorship in a high-impact journal, and two points when the journal is lower impact. Amassing points can bring bonus payments and career advancement.

The law creates perverse incentives, researchers say. In their October report, journalists with the TV program Punto Final reported that Peruvian researchers were paying authorship brokers up to $500 to add their names to papers that they did not help write. The reward can be substantial: Some private, for-profit universities in Peru pay publishing bonuses of $2500, says biologist Gisella Orjeda Fernandez of the National University of San Marcos, who led Peru’s lead science agency, the National Council of Science, Technology and Technological Innovation (Concytec), from 2017 to 2020. “There is a whole environment that incubates this [misconduct],” Orjeda Fernandez says.

The 72 researchers that Punto Final alleged were involved in publishing fraud comprise an “alarming” 1% of all scientists on Peru’s national registry, known as Renacyt, says Concytec President Benjamín Marticorena Castillo. 

One of the two researchers that Concytec has already removed from the registry was found to have appropriated the curriculum vitae of a Spanish researcher and republished articles by that researcher under their own name. The other expelled researcher had assumed the identity of a Venezuelan scientist.

Concytec officials have asked universities to clarify their relationships with the remaining 70 registered researchers, many of whom appear to be nontenured lecturers or former students from other nations. If the allegations are proved, Marticorena Castillo says, “These individuals are orchestrating criminal schemes; they are criminal organizations.”

The warning signs can be obvious, notes Nahuel Monteblanco, president of Cientificos.pe, an association of Peruvian scientists that investigates scientific misconduct. Many of the papers cited by Punto Final have numerous co-authors who are based in many different nations and have few prior publications on the same subject. “If your colleague consistently publishes 20 articles a year with collaborators from Nepal, Afghanistan, Kuwait, or Indonesia, that’s highly suspect,” Monteblanco says. “For a legitimate career researcher that is impossible.”  

Existing law, however, gives Concytec and Peru’s 93 public and private universities limited authority to investigate and punish such misconduct. The two bills now before Congress aim to change that. One would amend a law covering universities, whereas the other gives new powers to Concytec. The legislation defines fraud to include “plagiarism, fabrication or falsification of information in publications, projects, reports and any other academic product related to scientific research.” Researchers who commit lesser violations could be suspended from the national registry for 2 to 5 years, and those committing more serious infractions could be permanently suspended and potentially face criminal charges that carry prison sentences.

Málaga Trillo told ScienceInsider that he himself was a victim of publishing fraud when a former university colleague falsely claimed he and Málaga Trillo had collaborated on research projects and co-authored papers. The colleague was not formally sanctioned, Málaga Trillo says, but left the university after being reported.

Alberto Gago, president of the National Academy of Sciences of Peru, hopes the new legislation will embolden researchers to “socially sanction” and report colleagues who deviate from ethical norms. “We need a much stronger scientific community to isolate” fraudsters, he says.

Orjeda Fernandez agrees. “We should not hesitate,” she says, “to expel the guilty.”


domingo, 21 de enero de 2024

Hay una sobreproducción de artículos científicos, la comunidad dice que no son buenas noticias

Publicado en WIRED
https://es.wired.com/articulos/hay-una-sobreproduccion-de-articulos-cientificos-la-comunidad-dice-que-no-son-buenas-noticias


Hay una sobreproducción de artículos científicos, la comunidad dice que no son buenas noticias
El aumento de “autores extremadamente productivos” no refleja una era dorada de la ciencia, sino una tendencia a sobreestimar el volumen de publicación.

16 de diciembre de 2023

En una década, el número de investigadores que publican más de 60 artículos en un año se cuadriplicó. La proliferación de estudios en campos como la medicina clínica y la aplicación de tecnologías podría no ser una señal positiva, sino el reflejo de un sesgo económico incentivado por naciones y universidades.

Una investigación liderada por John P.A. Ioannidis, profesor de la Universidad de Stanford, Estados Unidos, expuso los patrones del comportamiento editorial científico de los últimos 20 años. Los resultados almacenados en el servidor de prepublicaciones bioRxiv mostraron los países con mayor número de autores extremadamente productivos.

Tailandia, Arabia Saudita, España, India, Italia, Rusia, Pakistán y Corea del Sur fueron los países que tuvieron un mayor aumento de autores prolíficos en menos de seis años. Mientras tanto, la agricultura, pesca y silvicultura fueron los campos que robustecieron su cartera de investigaciones. La aparición de "superescritores" es notable, señala Ioannidis. Solo en 2022, 1,266 autores publicaron el equivalente a un artículo cada cinco días, considerando los fines de semana. En 2016, solo hubo 387 personas igual de prolíficas.

Escribir a destajo sobre ciencia

El caso de Tailandia y Arabia Saudita intriga a la comunidad científica. El reporte señala que el país asiático pasó de tener un autor extremadamente productivo a 19, mientras que la nación del Medio Oriente actualmente cuenta con 69 escritores, cuando partió de seis. Algunos científicos ya tienen a sus principales sospechosos para explicar la ola de artículos de ciencia.

David Harding, químico de la Universidad de Suranaree, Tailandia, opina en entrevista para Nature que el repunte se debe al actual sistema de financiación del país. La nación favorece a grandes equipos multidisciplinarios en lugar de becar a científicos de manera individual. Tailandia incentiva las investigaciones colectivas en un intento para mejorar su productividad, afirma Harding.

Por otro lado, el país clasifica y establece niveles de prestigio en sus universidades en función del número de publicaciones que tienen en revistas especializadas. Las escuelas también incentivan a su estudiantes con premios en efectivo si logran posicionar sus avances en los ojos de la comunidad científica internacional. El artículo de Nature especifica que un autor de ciencia podría ganar hasta un millón de baht, o 28,000 dólares anuales, si se convierte en un escritor extremadamente productivo.

No se tiene que ir tan lejos para palpar el peso de la sobrepublicación. Cuatro científicos de distintas partes del mundo, entre ellos el español Pablo Gómez Barreiro, realizaron una evaluación de artículos indexados en Scopus y Web of Science. En su trabajo The strain on scientific publishing, concluyeron que en 2022 hubo un incremento de documentación oficial de hasta 47% más en comparación al 2016.

“Observamos una inflación generalizada año tras año de los factores de impacto de las revistas que coincide con esta tensión, lo que corre el riesgo de confundir las señales de calidad. Un crecimiento tan exponencial no puede sostenerse”, concluye el trabajo de Gómez Barreiro.

El volumen, una métrica que debe ser irrelevante

El reporte de Stanford sobre comportamiento de la agenda editorial científica no infiere malas prácticas o intenciones deshonestas por parte de los autores analizados. No obstante, los responsables sugieren que es buen momento para cuestionar la importancia del parámetro de número de publicaciones por persona, por nación o por universidad. El volumen de publicación debería ignorarse para los futuros incentivos monetarios, afirma John P.A. Ioannidis.

La inteligencia artificial generativa se ha puesto al servicio de la ciencia. Modelos de Lenguaje Extenso como GPT-4 permiten el análisis de bases de datos con un clic y ahorran trabajo a los científicos. La IA demostró que puede ahorrar tiempo cuando se trata de la publicación de resultados. También se comprobó que puede ser usada para falsear datos, si el escritor así se lo solicita. Un reciente experimento confirmó que se pueden simular bases de datos de salud con el fin de sesgar un resultado falso o hacerlo pasar como verdadero.


lunes, 8 de enero de 2024

CHINA prohibe la citación de contenido generado por IA

Publicado en Forbes
https://www.forbes.com.mx/china-prohibe-uso-de-ia-generativa-en-declaraciones-de-investigaciones-cientificas/



China prohibe uso de IA generativa en declaraciones de investigaciones científicasLa prohibición también se extiende a la coautoría de la IA generativa en logros científicos, informó el diario oficialista Global TimesEl Ministerio de Ciencia y Tecnología de China emitió unas directrices que prohíben el uso de inteligencia artificial (IA) generativa para la creación directa de declaraciones en documentos de investigaciones científicas.
La prohibición también se extiende a la coautoría de la IA generativa en logros científicos, informó el diario oficialista Global Times.

Las directrices, emitidas en diciembre de 2023 y difundidas ahora, se aplican a investigadores, instituciones de investigación científica, universidades, organizaciones médicas y de salud, y otras entidades relacionadas con este ámbito.

El Ministerio señaló que la prohibición se basa en el rápido desarrollo de las tecnologías emergentes, incluyendo la IA, sobre la cual afirmó que tiene el potencial de revolucionar la investigación científica, pero también plantea desafíos, como la precisión del contenido y la atribución de la autoría.

Las directrices, según las autoridades chinas, tienen como objetivo fomentar el desarrollo saludable de la IA generativa y prevenir riesgos potenciales.

Esta nueva regulación requiere que los investigadores marquen y expliquen el proceso de elaboración de contenidos al usar herramientas generadas por IA, además de asegurar la precisión de los datos y respetar la propiedad intelectual.

A su vez, el organismo subrayó que no es apropiado citar contenido generado por IA como literatura principal, por lo que, de ser necesario, se debe indicar claramente su procedencia.

Las directrices, según las autoridades chinas, tienen como objetivo fomentar el desarrollo saludable de la IA generativa y prevenir riesgos potenciales.

Esta nueva regulación requiere que los investigadores marquen y expliquen el proceso de elaboración de contenidos al usar herramientas generadas por IA, además de asegurar la precisión de los datos y respetar la propiedad intelectual.

A su vez, el organismo subrayó que no es apropiado citar contenido generado por IA como literatura principal, por lo que, de ser necesario, se debe indicar claramente su procedencia.

Las directrices, según las autoridades chinas, tienen como objetivo fomentar el desarrollo saludable de la IA generativa y prevenir riesgos potenciales.

Esta nueva regulación requiere que los investigadores marquen y expliquen el proceso de elaboración de contenidos al usar herramientas generadas por IA, además de asegurar la precisión de los datos y respetar la propiedad intelectual.

A su vez, el organismo subrayó que no es apropiado citar contenido generado por IA como literatura principal, por lo que, de ser necesario, se debe indicar claramente su procedencia.


miércoles, 20 de diciembre de 2023

2023: récord en artículos retractados

Publicado en Nature
https://www.nature.com/articles/d41586-023-03974-8#Echobox=1702404105 



Más de 10.000 artículos de investigación fueron retractados en 2023, un nuevo récord


El número de artículos retractados aumentó considerablemente este año. Los expertos en integridad afirman que esto es sólo la punta del iceberg.


Por Richard Van Noorden


El número de retractaciones de artículos de investigación en 2023 ha superado las 10.000, batiendo récords anuales, en un momento en que los editores se esfuerzan por acabar con una serie de artículos falsos y fraudes en la revisión por pares. Según un análisis de Nature, entre los grandes países productores de artículos de investigación, Arabia Saudí, Pakistán, Rusia y China presentan las tasas de retractación más elevadas de las dos últimas décadas.


La mayor parte de las retractaciones de 2023 correspondieron a revistas propiedad de Hindawi, filial londinense de la editorial Wiley (véase "Un año récord de retractaciones"). En lo que va de año, las revistas de Hindawi han retirado más de 8.000 artículos, citando factores como "la preocupación de que el proceso de revisión por pares se haya visto comprometido" y "la manipulación sistemática del proceso de publicación y revisión por pares", tras investigaciones impulsadas por editores internos y por detectives de la integridad de la investigación que plantearon dudas sobre textos incoherentes y referencias irrelevantes en miles de artículos.





La mayoría de las retractaciones de Hindawi son de números especiales: colecciones de artículos que a menudo supervisan editores invitados y que se han hecho famosas por ser explotadas por estafadores para publicar rápidamente artículos de baja calidad o falsos.


El 6 de diciembre, Wiley anunció en una llamada de resultados que dejaría de utilizar la marca Hindawi por completo, tras haber cerrado previamente cuatro títulos de Hindawi y, a finales de 2022, haber interrumpido temporalmente la publicación de números especiales. Wiley reagrupará los títulos existentes en su propia marca. Matthew Kissner, director ejecutivo interino de Wiley, ha declarado que, como consecuencia de estos problemas, la editorial espera perder entre 35 y 40 millones de dólares en ingresos este año fiscal.


Las "frases trucadas" delatan la fabricación de artículos de investigación


Un portavoz de Wiley declaró que la editorial preveía nuevas retractaciones -no precisó cuántas-, pero que la empresa considera que "los números especiales siguen desempeñando un valioso papel al servicio de la comunidad investigadora". El portavoz añadió que Wiley ha puesto en marcha procesos más rigurosos para confirmar la identidad de los editores invitados y supervisar los manuscritos, ha eliminado de sus sistemas a "cientos" de malos actores, algunos de los cuales habían desempeñado funciones de editor invitado, y ha ampliado su equipo de integridad de la investigación. También está "buscando medios legales" para compartir datos sobre los malos agentes con otros editores y proveedores de herramientas y bases de datos.


Según Guillaume Cabanac, informático de la Universidad de Toulouse (Francia) que rastrea los problemas de los artículos, entre ellos las "frases trucadas" -extrañas opciones de redacción utilizadas para eludir los detectores de plagio- y los indicios de uso no declarado de inteligencia artificial. "Estos artículos problemáticos se citan", afirma.




Las retractaciones aumentan a un ritmo superior al de los artículos científicos (véase "Aumento de las tasas de retractación"), y el diluvio de este año significa que el número total de retractaciones publicadas hasta la fecha ha superado las 50.000. Aunque los análisis han demostrado anteriormente que la mayoría de las retractaciones se deben a mala conducta, no siempre es así: algunas son protagonizadas por autores que descubren errores honestos en su trabajo.


La mayor base de datos del mundo para hacer un seguimiento de las retractaciones, cotejada por la organización Retraction Watch, aún no incluye todos los artículos retirados en 2023. Para analizar las tendencias, Nature combinó las aproximadamente 45.000 retractaciones detalladas en ese conjunto de datos -que en septiembre fue adquirido para su distribución pública por Crossref, una organización sin ánimo de lucro que indexa datos editoriales- con otras 5.000 retractaciones de Hindawi y otras editoriales, con ayuda de la base de datos Dimensions.


Tasas crecientes


El análisis de Nature sugiere que la tasa de retractación -la proporción de artículos publicados en un año determinado que acaban siendo retractados- se ha triplicado con creces en la última década. En 2022, superó el 0,2%.


Entre los países que han publicado más de 100.000 artículos en las últimas dos décadas, el análisis de Nature sugiere que Arabia Saudí tiene la tasa de retractación más alta, de 30 por cada 10.000 artículos, excluyendo las retractaciones basadas en ponencias de conferencias. (Este análisis cuenta un artículo para un país si al menos un coautor tiene una afiliación en ese país). Si se incluyen las ponencias de conferencias, las retiradas del Instituto de Ingenieros Eléctricos y Electrónicos (IEEE) de Nueva York sitúan a China a la cabeza, con una tasa de retractaciones superior a 30 por cada 10.000 artículos.






El análisis muestra que alrededor de una cuarta parte del número total de retractaciones corresponde a artículos de conferencias, y la mayor parte de ellos son retiradas por el IEEE, que ha retirado más de 10.000 artículos de este tipo en las dos últimas décadas. El IEEE fue la editorial con el mayor número de retractaciones. No registra cuándo retira artículos, pero la mayoría de los retirados se publicaron entre 2010 y 2011.


Medidas preventivas


Monika Stickel, directora de comunicaciones corporativas del IEEE, afirma que el instituto cree que sus medidas y esfuerzos preventivos identifican casi todos los artículos enviados que no cumplen las normas de la organización.


La IA intensifica la lucha contra las "fábricas de artículos" que producen investigaciones falsas


Sin embargo, Cabanac y Kendra Albert, abogada especializada en tecnología de la Facultad de Derecho de Harvard, en Cambridge (Massachusetts), han detectado problemas, como frases rebuscadas, fraude en las citas y plagio, en cientos de artículos del IEEE publicados en los últimos años, según informó Retraction Watch a principios de este año. Stickel afirma que el IEEE ha evaluado esos artículos y ha encontrado menos de 60 que no se ajustaban a sus normas de publicación, de los que 39 han sido retractados hasta la fecha.


Las cerca de 50.000 retractaciones registradas hasta ahora en todo el mundo son sólo la punta del iceberg de trabajos que deberían ser retirados, afirman los detectives de la integridad. Se calcula que el número de artículos producidos por "fábricas de artículos" (empresas que venden trabajos y autorías falsas a los científicos) asciende a cientos de miles, aparte de los trabajos auténticos que pueden tener defectos científicos. "Los productos de las fábricas de artículos son un problema aunque nadie los lea, porque se acumulan con otros en artículos de revisión y se blanquean en la literatura general", afirma David Bimler, un detective de la integridad de la investigación afincado en Nueva Zelanda también conocido por el seudónimo de Smut Clyde.



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  • 12 December 2023

More than 10,000 research papers were retracted in 2023 — a new record

The number of articles being retracted rose sharply this year. Integrity experts say that this is only the tip of the iceberg.

The number of retractions issued for research articles in 2023 has passed 10,000 — smashing annual records — as publishers struggle to clean up a slew of sham papers and peer-review fraud. Among large research-producing nations, Saudi Arabia, Pakistan, Russia and China have the highest retraction rates over the past two decades, a Nature analysis has found.

The bulk of 2023’s retractions were from journals owned by Hindawi, a London-based subsidiary of the publisher Wiley (see ‘A bumper year for retractions’). So far this year, Hindawi journals have pulled more than 8,000 articles, citing factors such as “concerns that the peer review process has been compromised” and “systematic manipulation of the publication and peer-review process”, after investigations prompted by internal editors and by research-integrity sleuths who raised questions about incoherent text and irrelevant references in thousands of papers.

A BUMPER YEAR FOR RETRACTIONS. Chart shows retraction notices in 2023 have passed 10,000.

Most of the Hindawi retractions are from special issues: collections of articles that are often overseen by guest editors and that have become notorious for being exploited by scammers to rapidly publish low-quality or sham papers.


On 6 December, Wiley announced on an earnings call that it would stop using the Hindawi brand name altogether, having previously shuttered four Hindawi titles and, towards the end of 2022, temporarily paused special-issue publication. Wiley will fold existing titles back into its own brand. As a result of the problems, Wiley’s interim chief executive Matthew Kissner said, the publisher expects to lose out on $35–40 million in revenue this fiscal year.  

‘Tortured phrases’ give away fabricated research papers

A Wiley spokesperson said that the publisher anticipated further retractions — they did not say how many — but that the company takes the view that “special issues continue to play a valuable role in serving the research community”. The spokesperson added that Wiley had put in place more rigorous processes to confirm the identity of guest editors and oversee manuscripts, removed ‘hundreds’ of bad actors — some of whom had held guest editor roles — from its systems, and scaled up its research-integrity team. It is also “pursuing legal means” to share data about the bad actors with other publishers and providers of tools and databases.

Hindawi’s retracted papers might have been mostly sham articles, but they were still collectively cited more than 35,000 times, says Guillaume Cabanac, a computer scientist at the University of Toulouse in France who tracks problems in papers, including ‘tortured phrases’ — strange wording choices used in efforts to evade plagiarism detectors — and signs of undisclosed use of artificial intelligence. “These problematic papers get cited,” he says. 

RISING RETRACTION RATES. Graphic shows the ratio of retracted papers to articles published has risen to above 0.2%

Retractions are rising at a rate that outstrips the growth of scientific papers (see ‘Rising retraction rates’), and this year’s deluge means that the total number of retractions issued so far has passed 50,000. Although analyses have previously shown that the majority of retractions are due to misconduct, this is not always the case: some are led by authors who discover honest errors in their work.


The world’s largest database to track retractions, collated by the media organization Retraction Watch, does not yet include all of 2023’s withdrawn papers. To analyse trends, Nature combined the roughly 45,000 retractions detailed in that data set — which in September was acquired for public distribution by Crossref, a nonprofit organization that indexes publishing data — with another 5,000 retractions from Hindawi and other publishers, with the aid of the Dimensions database. 

Rising rates

Nature’s analysis suggests that the retraction rate — the proportion of papers published in any given year that go on to be retracted — has more than trebled in the past decade. In 2022, it exceeded 0.2%.

Among countries that have published more than 100,000 articles in the past two decades, Nature’s analysis suggests that Saudi Arabia has the highest retraction rate, of 30 per 10,000 articles, excluding retractions based on conference papers. (This analysis counts an article for a country if at least one co-author has an affiliation in that country.) If conference papers are included, withdrawals from the Institute of Electrical and Electronics Engineers (IEEE) in New York City put China in the lead, with a retraction rate above 30 per 10,000 articles. 

COUNTRIES WITH HIGHEST RETRACTION RATES. Chart shows the top 8 countries with the highest retraction rates over the past two decades.

The analysis shows that around one-quarter of the total number of retractions are conference papers — and the bulk of those comprise withdrawals by the IEEE, which has pulled more than 10,000 such papers in the past two decades. The IEEE was the publisher with the highest number of retractions. It does not record when it retracts papers, but most of those removed were published between 2010 and 2011.

Preventive measures

Monika Stickel, director of corporate communications at the IEEE, says that the institute thinks its preventive measures and efforts identify almost all submitted papers that do not meet the organization’s standards. 


AI intensifies fight against ‘paper mills’ that churn out fake research

However, Cabanac and Kendra Albert, a technology lawyer at Harvard Law School in Cambridge, Massachusetts, have found issues, including tortured phrases, citation fraud and plagiarism, in hundreds of IEEE papers published in the past few years, Retraction Watch reported earlier this year. Stickel says that the IEEE has evaluated those papers and found fewer than 60 that didn’t conform to its publication standards, with 39 retracted so far.

The 50,000 or so retractions recorded around the world thus far are only the tip of the iceberg of work that should be retracted, integrity sleuths say. The number of articles produced by ‘paper mills’ — businesses that sell bogus work and authorships to scientists — is estimated to be in the hundreds of thousands alone, quite apart from genuine papers that may be scientifically flawed. “Paper-mill products are a problem even if no-one reads them, because they get aggregated with others into review articles and laundered into the mainstream literature,” says David Bimler, a New Zealand-based research-integrity sleuth also known by the pseudonym Smut Clyde.

doi: https://doi.org/10.1038/d41586-023-03974-8

Plan 2.0 para el acceso abierto: ¿un plan o una nueva ambigüedad?

Publicado en THE Times Higher Education https://www.timeshighereducation.com/news/plan-s-20-open-access-plan-bold-may-prove-ineffective   El...