Mostrando entradas con la etiqueta Revistas académicas. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Revistas académicas. Mostrar todas las entradas

domingo, 14 de abril de 2024

Se publicó la edición 2023 del Scimago Journal Rank... y CHINA rebasa de nueva a USA en artículos publicados

 ¡Ya está disponible la NUEVA EDICIÓN del SJR! Incluye indicadores científicos de revistas y países elaborados a partir de la información contenida en la base de datos Scopus. Ya está DISPONIBLE la NUEVA EDICIÓN del ranking de revistas y países SJR 2023 https://scimagojr.com


***********************************************************


The NEW EDITION of the SJR is now AVAILABLE! It includes scientific indicators from journals and countries developed from the information contained in the Scopus database. Ya está DISPONIBLE la NUEVA EDICIÓN del ranking de revistas y países SJR 2023 scimagojr.com






lunes, 12 de febrero de 2024

La relación transformativa entre "publishers" y editores: la autonomía académica académica en juego

 - La creciente comercialización de las revistas "de élite", impulsada ahora por el mercado de acceso abierto financiado por el cobro de APCs, está marginando la autonomía académica al interior de los comités editoriales


- Entérese sobre el conflicto entre la maximización de la rentabildad por parte de los "publishers" y el interés propiamente científico de los propietarios originales de las revistas

-  La cotización del valor de los APC apalancados en indicadores bibliométricos de WoS y Scopus ¿Esta creando revistas "depredadoras" de "cuello blanco"?

- ¿Cuál será el impacto de esta tendencia en las revistas latinoamericanas?



PREPRINT ] "The transformative relation between publishers and editors: academic autonomy at stake
por Fernanda Beigel
fernandabeigel@gmail.com
Instituto de Ciencias Humanas y Ambientales (INCIHUSA-CONICET)
Centro de Estudios de la Circulación del Conocimiento (CECIC-UNCuyo)


Resumen
La edición científica evidencia la persistente voluntad de la academia para dedicar parte de su tiempo a un esfuerzo que frecuentemente se convierte en una tarea ingrata y sujeta a intensas presiones. Alimentada por el desplazamiento del mercado hacia el acceso abierto, la vida diaria de las revistas y editores gira en torno de las demandas de los autores y revisores, la preocupación por la calidad editorial, los riesgos de las prácticas predatorias y la sostenibilidad financiera. Sin embargo, una bisagra importante divide la edición académica en el circuito comercial respecto de las revistas indexadas en otros circuitos de publicación. Para explorar esta bisagra, profundizamos primero en los criterios de evaluación que aplican los sistemas de indexación latinoamericanos, mostrando que la autonomía académica está asegurada por el anclaje del equipo editorial y las instituciones editoras. En segundo lugar, ofrecemos un examen empírico de los directores/editores y las instituciones que editan 1.971 revistas de la región. Destacamos las
diferencias entre revistas comerciales y universitarias, observando
especialmente las revistas de sociedades científicas y la incidencia de los cargos de APC. Se discute la disputa de clasificaciones que está detrás de las publicaciones predatorias, mostrando hasta qué punto replica la creencia en el atraso de las revistas publicadas fuera de Scopus y Web of Science, invisibilizando circuitos de acceso abierto, no comerciales, y de calidad. Mientras tanto, las prácticas comerciales de la industria editorial afectan cada vez más la legitimidad del circuito principal y ponen en peligro la autonomía académica de esas revistas.


Abstract
Academic edition features the persistent willpower of scholars to give part of their time to an endeavor that is frequently a thankless task and subject to intense pressures. Nurtured by the market shift to open access, the daily life of journals and editors revolves around the demands of authors and reviewers, editorial quality, the risks of predatory practices and financial sustainability. However, a major hinge divides academic edition in the commercial circuit from journals indexed in other publishing circuits. To explore this hinge, we first delve into the evaluation criteria applied by the Latin American indexing systems, showing that the academic quality is determined by the anchorage of the editorial team and the publishing institutions. Secondly, we offer an empirical examination of the editors, the publishers, and the structure of 1,971 journals, stressing the differences between diamond and commercial journals, observing editorial teams, publishing institutions, and the incidence of APC charges. Eventually, this paper revisits the dispute of classifications that is behind predatory publishing, showing to what extent it replicates the belief in the backwardness of the journals published outside Scopus and Web of Science, while commercial practices are increasingly affecting the legitimacy of the mainstream circuit.      

martes, 19 de diciembre de 2023

[AUDIO] En los últimos años hemos asistido a una avalancha de estudios científicos y a la proliferación de revistas especializadas que cobran dinero público por esas publicaciones

AUDIO: https://www.rtve.es/play/audios/a-hombros-de-gigantes/proliferacion-publicaciones-cientificas-ciencia-pies-barro/7006765/


A hombros de gigantes   Ciencia con pies de barro 08/11/2023 08:36

En los últimos años hemos asistido a una avalancha de estudios científicos y a la proliferación de revistas especializadas que cobran dinero público por esas publicaciones. Un fenómeno que podría socavar la confianza en la ciencia, según un estudio internacional. En “Más cerca” (Radio 5) hemos entrevistado a Pablo Gómez Barreiro, investigador en el Real Jardín Botánico de Kew y uno de los autores del estudio.

lunes, 18 de diciembre de 2023

ALyC: Compraventa de autorías de investigaciones alerta a la región

Publicado en SciDevNet
https://www.scidev.net/america-latina/news/compraventa-de-autorias-de-investigaciones-alerta-a-la-region/?utm_source=SciDev.Net&utm_medium=email&utm_campaign=14270318_2023-12-18%20Weekly%20Email%20Digest%20-%20Am%C3%A9rica%20Latina%20y%20el%20Caribe%20Template.%20For%20no%20topic%20preferences&dm_i=1SCG,8HV1Q,665LFG,Z4FJX,1



11/12/23

Compraventa de autorías de investigaciones alerta a la región


De un vistazo
  • Investigación peruana revela mercado de firmas de papers
  • Redes ilícitas se extienden por Latinoamérica
  • Expertos coinciden en generar cambios drásticos en sistemas de publicación y evaluación

La revelación de casos de científicos que compran autorías de artículos publicados en revistas especializadas en los que no participaron genera escándalo en Perú y proyecta inquietud en la región, donde también existen varios casos de investigadores involucrados en estos fraudes.

Esta venta de firmas potencia además las críticas a un sistema de publicaciones, incentivos y evaluación que gran parte de la comunidad científica considera agotado, como reflejan los expertos consultados por SciDev.Net.

En Perú, una investigación del programa Punto Final reveló cómo centenares de académicos de universidades pequeñas y medianas firmaron hasta 50 investigaciones en apenas un año. El periodista José Miguel Hidalgo se infiltró en el grupo de WhatsApp “Publiscopus”, bautizado así por la base de datos científica SCOPUS, que ofrecía a diario “convocatorias de coautores”.

Después de pagar US$ 550, su firma apareció en un artículo sobre las capacidades lectoras de niños en Grecia. Mientras que el autor principal era de ese país, todos los demás eran peruanos. El programa también mostró el caso de una docente que firmó decenas de papers sobre medicina junto a investigadores de Nepal, Pakistán e Irak.

Luego de esas revelaciones, el grupo donde se vendían autorías se eliminó, pero se abrió otro con 360 miembros.

SciDev.Net intentó contactar a cinco de ellos, tres de los cuales no respondieron. Una académica colombiana dijo desconocer el tema. Un colega chileno que prefirió permanecer en el anonimato reconoció que fue agregado, pero asegura que “olía todo a estafa” y que no participó porque promovía “una mala práctica”.

En Perú, las universidades privadas otorgan bonos de hasta 8.000 soles (unos US$ 2.000) a quienes publican investigaciones en revistas científicas internacionales. Las entidades estatales pagan hasta medio sueldo extra.

Otros países de la región funcionan con políticas similares: a mayor cantidad de artículos, mayor rango y mayores ganancias.

Un fenómeno global

La investigación periodística se había originado en el trabajo del médico e investigador Percy Mayta-Tristán, que detectó cuentas de Twitter indias y pakistaníes con los ofrecimientos. “Nos incorporaron a un chat de venta y ahí nos infiltramos. El 70 por ciento eran peruanos; el resto, latinoamericanos”, explica en diálogo telefónico.

Nahuel Monteblanco, presidente del grupo cientificos.pe, asegura a SciDev.Net que hay más redes en la región. Los vínculos sospechosos entre investigadores ecuatorianos e iraquíes, por ejemplo, han aumentado de 13 colaboraciones en 2021 a 109 en 2023, precisa Mayta-Tristán.

Uno de los posibles cerebros de esta clase de esquemas es el investigador indio Gunasekaran Manogaran, que —según otra investigación del diario español El País— montó una megafábrica de estudios que vendía autorías a investigadores asiáticos, ávidos por publicar en revistas importantes para lograr plazas o ascensos.

El ingeniero británico Nick Wise, que investiga fraudes científicos, calcula que ese grupo logró colar 1.250 estudios en medio centenar de revistas.

En respuesta a una consulta para esta nota, sugiere que el número de artículos fraudulentos “probablemente ronde los millares” y confirma que la mayoría de las afiliaciones cuestionadas en Latinoamérica provienen de Perú y Ecuador.

Otros casos en la región

En medio de su investigación, Mayta-Tristán también pudo confirmar la existencia de una organización asentada en Costa Rica, manejada por personas de Venezuela, dedicada a la “asesoría” de tesis y artículos, que garantiza su publicación más allá de su autoría real.

En Brasil, una empresa similar ofrece servicios de profesionales para la confección de trabajos académicos, disertaciones, proyectos de investigación y hasta tesis de doctorado.

Ante la consulta que realizó SciDev.Net para la redacción de un artículo científico sobre la incidencia del Alzheimer en América Latina, su plataforma web desplegó una oferta de 13 organizaciones y presuntos expertos (algunos con nombre y foto reales) dispuestos a hacerlo.

Entre los 1.806 “proyectos concluidos” (es decir, investigaciones vendidas) de un “equipo especializado en elaboración de trabajos”, por ejemplo, había escritos sobre “El imperialismo como etapa superior del capitalismo”, “El rol histórico de la universidad pública en Brasil” e —irónicamente— la elaboración de un código de ética para el sector público.

Un sistema agotado

Junto al aumento de la frecuencia y números especiales de las revistas internacionales, la consolidación de un sistema de evaluaciones cada vez más opaco contribuye a la complejidad del escenario.

“El citation index, creado a comienzos de los 60, era un reconocimento honorífico a los autores que habían alcanzado un mínimo de citas”, recuerda el biólogo peruano Rodomiro Ortiz. “Pero después se fue sofisticando con inventos como el indice h, que se centra en el mínimo de veces que fue citado un artículo”, en base a un algoritmo difícil de comprender para la mayoría de las partes.

“Publicar lleva tiempo, por eso los investigadores están siempre corriendo desde atrás”. Como consecuencia, algunos eligen “hacer cosas no del todo santas, como acompañar como autor en publicaciones en las que no trabajaron”. Guillermo Simari, experto en inteligencia artificial

Ortiz, que reside en Suecia, también recibió ofertas irregulares, según cuenta a SciDev.Net. “Alguien que no conocía me escribió por mail para ser coautor de un tema de investigación agrícola en el que no trabajaba”, relata. En otra oportunidad le ofrecieron “fondos para investigación” a cambio de firmar trabajos en los que no había participado. Siempre se negó.

“Publicar lleva tiempo, por eso los investigadores están siempre corriendo desde atrás”, grafica el argentino Guillermo Simari, experto en inteligencia artificial. Como consecuencia, algunos eligen “hacer cosas no del todo santas, como acompañar como autor en publicaciones en las que no trabajaron (‘tú me pones de autor en las tuyas y yo te pongo en las mías’). Aunque nunca acepté esta estrategia, conozco casos que lo hacen”, asegura.

La solución, advierte, es cambiar la forma de medir la productividad científica, financiando las mejores ideas.

Así, iniciativas como el Manifiesto de Leiden proponen complementar aquellos índices con juicios valorativos de expertos, considerar la relevancia local de las investigaciones y generar procesos de evaluación más transparentes.

Las modalidades de acceso abierto a revistas y repositorios también contribuyen a democratizar la circulación del conocimiento científico.

Colocar todo el peso en la cuantificación de publicaciones y citas es una estrategia que se está agotando, recordaba en 2015 este sitio, que proponía enriquecer la ecuación considerando los beneficios concretos de la investigación para la vida de las personas.

Solo así podrá construirse una ciencia más de frente, y menos de espaldas, a toda la sociedad.

Este artículo fue producido por la edición de América Latina y el Caribe de SciDev.Net



martes, 28 de noviembre de 2023

El fraude continuado en el sistema de publicaciones científicas

Publicado en El País
https://elpais.com/ciencia/2023-11-28/el-fraude-continuado-en-el-sistema-de-publicaciones-cientificas.html?outputType=amp    




El fraude continuado en el sistema de publicaciones científicas

Las reglas de la Administración pública no permiten aplicar medidas disciplinarias para combatir la picaresca lamentable en la ciencia


La ciencia es una actividad que tiene un gran impacto sobre la manera como pensamos y como vivimos. Es un universo muy diverso, ya que no es igual la manera como se trabaja en Matemáticas o Física que en Biomedicina, sin hablar de disciplinas que alguien denomina Ciencias Sociales, Económicas o Jurídicas. Pero, en su conjunto, aquellos que se identifican a sí mismos como científicos se adhieren a un método y a unas reglas que son la base de la credibilidad de sus resultados. Es lo que denominamos Buenas Prácticas Científicas que deberían ser válidas en cualquier tiempo y lugar. El crecimiento de la ciencia en España pone de relieve la importancia de tenerlas en cuenta.

 Ya sabemos qué cuestiones de este tipo aparecen en las noticias cuando algo no va bien. Por ejemplo, cuando hay algún caso de fraude científico o de conflictos entre investigadores. Recientemente, se ha hablado de problemas en las publicaciones científicas, un tema crucial en ciencia, ya que una investigación no existe hasta que se publica. En términos generales, podemos decir que los seis millones de científicos que la UNESCO ha contado existen en el mundo, publican anualmente unos dos millones de artículos en como mínimo unas 30.000 o 40.000 revistas internacionales, en inglés en su gran mayoría. Se ha calculado que estas revistas representan una industria editorial que maneja unos 19.000 millones de dólares anuales, lo que la sitúa entre las industrias del cine y de la música. No es un negocio trivial.

 Las publicaciones científicas han sufrido una revolución enorme con su digitalización y puesta en línea. Desde el ordenador de un investigador se puede acceder al contenido de cualquier revista científica sin necesidad de desplazarse a una biblioteca. Sin embargo, esta facilidad tiene un precio. Hay revistas a las que hay que suscribirse para tener acceso a ellas y las hay que son de acceso abierto, lo que muchos fondos públicos favorecen. Sin embargo, hay que pagar para publicar en ellas. Una revista de gran difusión puede exigir el pago de 3.000 o 5.000 euros para publicar un artículo, algo que algunos grupos de investigación no pueden permitirse. Este hecho no ha escapado a inversores que han visto una oportunidad de negocio en las revistas científicas y el número de estas ha ido creciendo, pero en algunos casos la exigencia de calidad es menor. Para aceptar un artículo para su publicación, las revistas usan el sistema de revisión por pares, que en algunos casos se simplifica significativamente.

Al mismo tiempo, desde hace unos años se ha desarrollado toda una industria que mide el impacto de las revistas basado en las veces que los artículos que publican son citados por otros investigadores. Ello ha dado lugar a la aparición de unos indicadores que se supone miden el impacto de investigadores, grupos de trabajo, centros de investigación y universidades. Indicadores y clasificaciones han dado lugar a una carrera hacia la publicación en revistas con los mayores índices posibles en la que todo parece que valga. Esto va desde un mercado de artículos que se compran y venden a autorías ficticias y, recientemente, se han visto universidades de algunos países que pagan a autores para que afirmen pertenecer a ellas. Todo ello pervierte el sistema de publicaciones y constituye un fraude continuado. Para remediarlo, ha habido declaraciones en las que se exige abandonar la evaluación a base de indicadores numéricos y llevar a cabo evaluaciones de forma cualitativa que permita examinar la validez y la calidad de los trabajos que se realizan. Esto implica más trabajo de revisión y una mayor confianza en quienes participan en ello.

En España esta situación conflictiva se produce en los momentos en que la investigación que se lleva a cabo en nuestro país va aumentando tanto en cantidad como en calidad. A ello ha contribuido el aumento de fondos que en su mayoría son competitivos y, por tanto, necesitan una evaluación. Esta también es necesaria para atribuir los llamados complementos de productividad a los salarios de docentes e investigadores. Para quienes gestionan el sistema de Ciencia y de Universidades lo más sencillo es utilizar indicadores y rankings basados en los índices de impacto de publicaciones. Si el dinero para trabajar o el que se recibe a fin de mes dependen de estos indicadores, no es de extrañar que se haya creado una idolatría hacia el impacto de las publicaciones y aparezca una picaresca lamentable.

Esto ocurre cuando sin que tengamos en España una cultura de la investigación científica en la que las Buenas Prácticas Científicas estén bien enraizadas, ni procedimientos de análisis de las desviaciones que se producen inevitablemente cuando hay una presión sobre el personal investigador y docente. Justo este año se ha constituido el primer Comité de Ética de la Investigación del Estado que ya estaba previsto en la Ley de la Ciencia de 2011. Es cierto que instituciones como el CSIC ya tienen un Comité de Ética desde el año 2009 que ha tratado docenas de casos. En Cataluña se creó hace cuatro años el Comité para la Integridad de la Investigación y poco a poco centros de investigación y universidades se dotan de instancias similares. Pero a las instituciones les cuesta analizar posibles casos de malas prácticas y llegar a medidas disciplinarias, en parte por tradición corporativista, pero también porque las reglas de la Función Pública impiden aplicarlas. Los procedimientos de la Administración pública en nuestro país no están adaptados para una gestión eficiente de la ciencia y contribuyen a pervertir el sistema. Sería necesario llegar a cabo acciones para asegurarse que los investigadores conocen y se adhieren a las normas que dotan a su trabajo de credibilidad, ya que todos debemos estar convencidos de que solo tiene sentido una ciencia honesta y de calidad. Y debemos estar vigilantes para que cuando algo ocurre tenemos procedimientos para analizar los casos y se toman las medidas apropiadas de forma transparente y diligente.


Pere Puigdomènech es profesor de investigación ad honorem en el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) en el Centro de Investigación en Agrigenómica (CRAG) y expresidente del Comité de ética del CSIC

martes, 14 de noviembre de 2023

PERÚ: “El problema de fondo son los incentivos creados para la proliferación de publicaciones científicas”

Publicado en El Comercio
https://elcomercio.pe/opinion/columnistas/articulos-cientificos-universidades-peruanas-concytec-cientificos-al-peso-por-carlos-contreras-carranza-columna-noticia/



COLUMNISTAS / Opinión
Carlos Contreras Carranza

Científicos al peso
“El problema de fondo son los incentivos creados para la proliferación de publicaciones científicas”


Reportajes en la televisión y artículos en la prensa han puesto sobre el tapete el problema de las falsas autorías en los artículos científicos y la aparición de un mercado negro alrededor de las publicaciones en revistas indizadas y las tesis universitarias. Pagando algunos cientos o miles de dólares, uno puede figurar como coautor de un artículo publicado en una revista científica u obtener el grado académico que permita ascender en la carrera hasta las posiciones más altas.

Esta anomalía ha proliferado a escala mundial y ha concitado voces de alarma en diversos países. Son varios los problemas que conlleva: genera reconocimientos indebidos en las carreras de los docentes universitarios que desalientan a quienes verdaderamente hacen investigación y ayudan al avance del conocimiento; conduce al desvío o la pérdida de recursos públicos cuando falsos autores reciben subvenciones o bonos por artículos publicados; y llevan a una inflación descontrolada de una producción supuestamente científica, en la medida en que formalmente cumple con una serie de pautas metodológicas, pero que resulta finalmente repetitiva o insustancial.

Por ejemplo, entre los años 2011 y 2021, el Concytec, que es la institución del Estado Peruano encargada de la promoción científica, registró un impresionante crecimiento en el número de artículos publicados por los científicos peruanos en las revistas indexadas en Scopus: de 1.313 a 7.420; es decir, se multiplicó más de cinco veces. El aumento ocurrió sobre todo en las ramas de la medicina y las ciencias de la salud, seguido de las ciencias sociales y las disciplinas agrícolas y biológicas. ¿Reflejó este crecimiento un aumento real de la investigación científica en el país o se trata, más bien, de un efecto creado por la selección de una forma de medición? Parecería más bien lo segundo.

En los reportajes mencionados, así como en el comunicado que recientemente emitió el Concytec, se critica a los profesionales que incurren en la práctica de comprar autorías y se condena a las redes de personas que las venden, pero esperan que el problema se resuelva apelando a la ética de los investigadores y a un mejor control de las propias universidades, cuando son estas las que han creado el problema al seleccionar, calificar y remunerar a sus profesores según el número de sus Scopus. Una conducta a la que son empujadas, a su vez, por un sistema mundial de medición de su calidad basada en el mismo indicador.

El problema de fondo son, pues, los incentivos creados para la proliferación de publicaciones científicas, cuya utilidad y posibilidad de difusión entre la población son casi inexistentes, y los defectos de su reglamentación. Por ejemplo, so pretexto de favorecer el trabajo en equipo, si un artículo es suscrito por seis autores, cada uno reciba el puntaje completo; es decir, el mismo que si lo hubiera escrito en solitario. Si tengo un artículo por publicar, es un desperdicio aparecer como autor yo solo. ¿Por qué no invitar a algún colega amigo para que lo suscriba conmigo?

Desde hace algún tiempo, las universidades e instituciones rectoras de la investigación científica decidieron trasladar a las revistas indizadas la tarea de la evaluación de la calidad de la producción científica de sus profesores y graduandos. En principio, no parecía una mala idea. En el pasado, los científicos eran escasos y su valía, si la tenían, era pública y notoria. Los docentes universitarios eran escogidos y promovidos siguiendo las reglas feudales del parentesco, el compadrazgo y el vasallaje. El conocimiento se difundía mediante libros, cuya publicación no siempre descansaba en la originalidad y rigurosidad de la investigación, sino en la afinidad ideológica o la amistad con las personas que manejaban la editorial. En un nuevo contexto, en el que el número de científicos se multiplicó, reemplazar este régimen por uno en el que la selección y medición de los capaces fuese impersonal y automática pareció un paso adelante.

Las revistas se abrían a recibir colaboraciones de todo el mundo, desplegando un sistema de evaluación anónimo a cargo de personal calificado, seleccionando las de mejor calidad. Parecían garantizar un arbitraje riguroso y sin la parcialidad que supone que la producción de un investigador sea examinada por colegas con los que convive y ha pasado por alianzas y contiendas. La suposición de fondo era que las revistas de los lugares más prestigiosos, por reunir a expertos cosmopolitas, carecían de sesgos nacionales, ideológicos, metodológicos o culturales. Actuaban como guardianes de un modelo científico universal, de modo que lo que les parecía malo o bueno, útil o estéril, debía serlo en cualquier lugar del mundo. Pero esta concepción de la ciencia parece hoy discutible.

En las ciencias sociales es conocida la regla de que la elección de una forma de medición cambia la conducta de las personas a ser examinadas, puesto que estas convierten en objetivo el instrumento de la medición, invalidándolo para ello después de un tiempo. Tal vez ha llegado la hora de que las universidades y los organismos de fomento de la investigación busquen una mejor manera de apreciar la calidad de la investigación científica; probablemente, una en la que el juicio cualitativo recupere un sitial protagónico.


*El Comercio abre sus páginas al intercambio de ideas y reflexiones. En este marco plural, el Diario no necesariamente coincide con las opiniones de los articulistas que las firman, aunque siempre las respeta.

Carlos Contreras Carranza es historiador y profesor de la PUCP

martes, 7 de noviembre de 2023

Los editores de revistas publican unas orientaciones sobre el uso de la IA en la publicación científica

Publicado en blog Universo abierto
https://universoabierto.org/2023/11/02/los-editores-de-revistas-publican-orientaciones-sobre-el-uso-de-la-ia-en-la-publicacion-cientifica/



Los editores de revistas publican unas orientaciones sobre el uso de la IA en la publicación científica

Kaebnick, Gregory E., David Christopher Magnus, Audiey Kao, Mohammad Hosseini, David Resnik, Veljko Dubljević, Christy Rentmeester, Bert Gordijn, y Mark J. Cherry. «Editors’ Statement on the Responsible Use of Generative AI Technologies in Scholarly Journal Publishing». Hastings Center Report n/a, n.o n/a. Accedido 2 de noviembre de 2023. https://doi.org/10.1002/hast.1507.

Los editores de siete revistas académicas publicaron recomendaciones sobre el uso responsable de herramientas de inteligencia artificial generativa por parte de autores, revisores y editores. Las recomendaciones prohíben que las herramientas de IA generativa sean consideradas como autores, pero permiten su uso para generar texto e ilustraciones.

«Estas restricciones son necesarias en parte para proteger la calidad académica, como han señalado otras declaraciones, pero también son vitales por razones sociales más amplias», afirmó Gregory E. Kaebnick, autor principal de las recomendaciones y editor del Informe del Hastings Center.

Estas herramientas «tienen el potencial de transformar la publicación académica de maneras que pueden ser perjudiciales pero también valiosas», dice la declaración, que fue publicada en varias de las revistas de bioética y humanidades editadas por los autores y firmantes. Entre los firmantes se encuentran Karen J. Maschke, editora de la revista Ética e Investigación Humana del Hastings Center, y Laura Haupt, editora jefe del Informe del Hastings Center y Ética e Investigación Humana. Seis editores adicionales también son firmantes.

Las cinco recomendaciones son las siguientes:

  1. Las LLMs [modelos de lenguaje grandes] u otras herramientas de IA generativa no deben figurar como autores en los artículos.
  2. Los autores deben ser transparentes sobre su uso de la IA generativa, y los editores deben tener acceso a herramientas y estrategias para garantizar la transparencia de los autores.
  3. Los editores y revisores no deben depender únicamente de la IA generativa para revisar los artículos enviados.
  4. Los editores tienen la responsabilidad final de seleccionar revisores y deben ejercer una supervisión activa de esa tarea.
  5. La responsabilidad final de la edición de un artículo recae en los autores y editores humanos.

Si bien estas recomendaciones son coherentes con las tomadas por el Comité de Ética en Publicación y muchos editores de revistas, difieren en algunos aspectos. Por un lado, abordan las responsabilidades de los revisores hacia los autores. Además, la nueva declaración toma una posición diferente a la de la revista Science, que sostiene que no solo una herramienta de IA generativa no puede ser considerada autora, sino que «el texto generado por ChatGPT (u otras herramientas de IA) no puede ser utilizado en el trabajo, ni pueden los gráficos, imágenes o ilustraciones ser producto de tales herramientas».

«Una prohibición así es demasiado amplia y puede ser imposible de hacer cumplir, en nuestra opinión», afirma la nueva declaración.

Las recomendaciones son preliminares. «No pretendemos haber resuelto las numerosas cuestiones sociales que creemos que la IA generativa plantea para la publicación académica, pero en aras de fomentar una conversación más amplia sobre estas cuestiones, hemos desarrollado un conjunto preliminar de recomendaciones sobre la IA generativa en la publicación académica», señala la declaración. «Esperamos que las recomendaciones y argumentos aquí establecidos ayuden a la comunidad académica a avanzar hacia una comprensión más profunda de las fortalezas, limitaciones y desafíos de la IA para el trabajo académico responsable».



Comité de Ética en Investigación pone orden: los autores deben poner primero la principal Universidad en la que trabajan

Publicado en europapress
https://www.europapress.es/sociedad/noticia-comite-etica-investigacion-pone-orden-autores-deben-poner-primero-principal-universidad-trabajan-20231103143557.html



Comité de Ética en Investigación pone orden: los autores deben poner primero la principal Universidad en la que trabajan

El Comité Español de Ética de la Investigación ha señalado que, cuando los autores declaran más de una afiliación, "es importante el orden o prioridad con el que se declaran dichas afiliaciones, que debe corresponderse con la relación contractual del autor".



TIPS: Orientaciones sobre el uso de IA en publicaciones científicas

Publicado por ARCA Tips
https://x.com/ArcaFFYL/status/1721931844424225109?s=20




lunes, 30 de octubre de 2023

LIBRO: Metodología para la evaluación de la ciencia en acceso abierto digital diamante

Publicado en CLACSO
https://libreria.clacso.org/publicacion.php?p=2979&c=58



Metodología para la evaluación de la ciencia en acceso abierto digital diamante
Eduardo Aguado-López. Arianna Becerril-García. Alejandro Macedo García. Sheila Godínez Larios. Liliana González Morales. [Autores/as]
El futuro del Acceso Abierto no comercial requiere de otras formas de evaluación: distintas, posibles y situadas. En este sentido, el presente trabajo plantea un marco conceptual y metodológico para caracterizar el conocimiento publicado en Acceso Abierto Digital Diamante










Plan 2.0 para el acceso abierto: ¿un plan o una nueva ambigüedad?

Publicado en THE Times Higher Education https://www.timeshighereducation.com/news/plan-s-20-open-access-plan-bold-may-prove-ineffective   El...