jueves, 7 de octubre de 2021

ESPAÑA: ANECA penaliza a los investigadores españoles por publicar en revistas de prestigio Nature, Science o Cell

ESPAÑA: ANECA penaliza a los investigadores españoles por publicar en revistas de prestigio Nature, Science o Cell 

Publicado en ABC.es

https://www.abc.es/sociedad/abci-castells-penaliza-investigadores-espanoles-publicar-revistas-prestigio-202110062155_noticia.html?fbclid=IwAR3CGkWqJqGbMr7FIrGIHLPhWT-s3vPkFk9W8usjjonxU-K3jP2qAMhJ3rU



Castells penaliza a los investigadores españoles por publicar en revistas de prestigio

La Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad y Acreditación (Aneca) pone en una lista roja a Nature, Science o Cell a la hora de evaluar la carrera de los científicos

Madrid 
07/10/2021 

«Madrid, 2017. Carmen Vela, secretaria de Estado de Investigación, dice en un acto público: "Publicar en Nature es el sueño de todo investigador". Madrid, 2021, Aneca (agencia del Ministerio de Universidades): Ojo con publicar en Nature que es una revista sospechosa. ¡Cómo ha cambiado la ciencia en España en 4 años!».

Con este tuit, el alicantino Fernando Maestre, uno de los investigadores en cambio climático más influyentes del mundo, de acuerdo con clasificaciones como The Reuters Hot List o la reputada Web of Science, que recoge al 1% de los científicos más citados del mundo, lamentaba que la Aneca le penalice a él y a tantos otros investigadores reputados por publicar en revistas de prestigio.

 «Estamos haciendo el ridículo a nivel internacional: no solo no te premian sino que te penalizan por publicar en Nature», lamenta Maestre.

Detrás de esta medida está la Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad y Acreditación (Aneca), que depende del Ministerio de Universidades y tiene como objetivos evaluar, certificar y acreditar enseñanzas, profesores e instituciones. La pasada semana, la Aneca hizo públicos sus nuevos criterios de evaluación de la investigación y puso en el punto de mira a conocidas y prestigiosas revistas como Science, Nature, Cell o Proceedings of the National Academy of Sciences of The United States of America, más conocida como PNAS. «El resultado es gracioso si no fuera porque realmente es trágico; la Aneca está diciendo que las mejores revistas del mundo tienen comportamientos extraños, son sospechosas», critica Isidro F. Aguillo, especialista en bibliometría del Instituto de Políticas y Bienes Públicos del CSIC.

Donde publican los Nobel

En un documento sobre los nuevos criterios de evaluación de la investigación, la Aneca señala que «los trabajos publicados en revistas con un comportamiento editorial no estándar que no permitan garantizar a priori la calidad del trabajo publicado serán objeto de especial análisis que podrán llevar a una rebaja de su consideración o la no aceptación de las mismas». ¿Qué son revistas con un comportamiento editorial no estándar? Según la Aneca, aquellas que tienen un «elevado índice de autocitas o un elevado número de artículos anuales u otros...».

En función de esta definición, la Aneca ha elaborado un enorme listado con revistas clasificadas en función de si su comportamiento no estándar es moderado, alto o muy alto. En esta última categoría (y agrupadas en una lista roja) salen las mejores revistas del mundo. Son las mismas en las que ha publicado el recientemente galardonado Nobel de Medicina, Ardem Patapoutian. Sus artículos con más citas están en publicaciones que forman parte de esta lista roja de la Aneca como las ya mencionadas Cell, Science, PNAS o Neuron.

Capturar a las 'depredadoras'

La lista roja de revistas está publicada en un informe de la Aneca llamado Análisis Bibliométrico e impacto de las editoriales open-access en España. El objetivo es identificar revistas en las que no se debería publicar. Son las llamadas ‘depredadoras’, es decir, las revistas que intentan publicar un máximo número de artículos científicos, con una revisión laxa o sin apenas revisión para así publicar cuanto más artículos mejor y para obtener más dinero.

«El problema es que la Aneca, para intentar averiguar qué revistas son sospechosas o ‘depredadores’, ha usado el criterio de la autocita y no el que realmente importa, y es que la publicación tenga una buena revisión por pares, es decir, cuando un colega de tu categoría revisa tu artículo», explica Aguillo. ¿Por qué ha ocurrido esto? «Porque la Aneca ha decidido contratar a un equipo de investigación para que les haga el informe que no tiene experiencia en bibliometría. Estos señores han decidido que el criterio para evaluar las editoriales es el porcentaje de autocitas, pero este no es el criterio correcto», añade el experto en bibliometría.

Respecto a los criterios usados, Aguillo coincide con el experto mundial en cambio climático: «La Aneca mete a todas las revistas en el mismo saco. La autocita per se no es mala. Una cosa es cuando la propia revista fomenta las autocitas para elevar el índice de impacto (esto es lo que ha premiado la Aneca siempre), y otra situación es cuando una revista se autocita mucho porque publica muchos artículos de calidad que son referencia en sus respectivos campos», apunta Maestre, que añade que «lo más sorprendente es que un documento con tanta trascendencia que afecta al día al día de tantos profesores e investigadores tenga unos análisis tan laxos». «Se está dando a entender que los comités de evaluación usarán estas listas y hay algo muy grave: la Aneca ha aceptado este informe sin revisarlo», añade Aguillo.

Publicaciones señaladas

Por si esto fuera poco, las revistas que han sido señaladas por la Aneca han pasado todos los filtros que establece el Journal Citation Reports (JCR). El JCR es una base de datos muy utilizada que determina la importancia de las revistas dentro de sus respectivas categorías. «Para ser incluidas en el JCR este índice elimina aquellas revistas que no cumplen los mínimos requisitos como, por ejemplo, violar los criterios establecidos de la calidad en la selección de artículos por pares anónimos e independientes», señalan fuentes académicas.

9.000 euros por publicar

La idea de la Aneca, también reflejada en el anteproyecto de ley de Universidades adelantado por ABC, es promover la ciencia abierta o el llamado ‘open access’, es decir, el acceso gratuito a la información científica publicada. «Estamos en una economía de mercado; si todo el mundo quiere publicar en Nature, pues Nature va a cobrar más que otras porque siempre habrá alguien dispuesto a pagar. Pero en este debate se olvida una vía muy importante: el ‘green open access’. Es un modelo en el que publicas el artículo tal y como está aceptado y publicado en una revista, pero sin formatear. El contenido es el mismo y es gratuito. Tenemos que discutir cómo implementarlo y ahí hay que poner el acento, más que si Nature cobra 9.000 euros por publicar. Si cobrara 15.000 habría mucha gente dispuesto a pagarlo. Es la ley de oferta y demanda», concluye Maestre. Fuentes académicas advierten de que lo que ha hecho la Aneca es muy grave y su directora, Mercedes Siles Molina debería dimitir.

La inseguridad jurídica de Castells

La decisión de la Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad y Acreditación (Aneca) de penalizar la publicación en las mejores revistas es un problema en sí mismo, pero trae otro aparejado. El anteproyecto de ley de Universiades (LOSU), adelantado por ABC, modifica puntos esenciales de la carrera docente que también son ahora abordados por la Aneca. Como publicó ABC, el Consejo de Estado ya advirtió a Castells de que es inseguro jurídicamente cambiar normas reglamentarias con carácter previo a la modificación de leyes orgánicas. «Y esto mismo es de aplicación a las normas que la Aneca establece para la evaluación del personal docente. Es irracional modificar los criterios de evaluación y dentro de un año volver a cambiarlos cuando se apruebe la LOSU. Los docentes planifican su investigación a seis años vista y no se les puede modificar los criterios cada año y medio, es cambiar las reglas de juego a mitad del partido», opinan fuentes universitarias. 








SciELO-Brasil impulsa a las revistas para ingresar a SCOPUS [ proyecto "Presencia en Mega Índices" ]

Publicado en blog SciELO en Perspectiva
https://blog.scielo.org/blog/2021/10/07/projeto-presenca-em-mega-indices/#.YV9xDn1PuUk



El proyecto Presencia en Mega Índices propone crear una mayor visibilidad para las revistas de la Colección SciELO Brasil

7 de octubre de 2021

Por Barbara Barretta, pasante de la Unidad de Medios Sociales, SciELO Brasil, São Paulo, SP, Brasil

El proyecto titulado Presencia en Mega Índices, que cuenta con el apoyo de representantes del índice Scopus en Brasil, tiene como objetivo aumentar la presencia internacional, además de dar visibilidad y credibilidad a las revistas SciELO y facilitar así el acceso a la información y la generación de indicadores de calidad. El proyecto cuenta con el apoyo de bases de datos internacionales.

Scopus es una base de datos bibliométrica de resúmenes y citas de artículos de revistas académicas. Es propiedad de Elsevier. Actualmente, hay más de 22 mil revistas activas y más de cinco mil editoriales en las áreas de ciencia, tecnología, medicina, ciencias sociales, artes y humanidades. Aproximadamente el 22% de las revistas presentes en Scopus se publican en idiomas distintos del inglés y, además de los documentos de América Latina, la base de datos también indexa contenidos de diversas zonas del planeta, como Europa Occidental y Oriental, América del Norte, Asia Pacífico, Oriente Medio y África, y Australia/Nueva Zelanda. En América Latina hay unos 790 títulos activos. En total, hay más de 1.700 millones de citas referenciadas. Esto hace que cada artículo tenga, de media, entre un 10-15% más de citas.

Según Denise Peres Sales, bibliotecaria y coordinadora de la Unidad de Indexación de la Colección SciELO Brasil, el inicio de este proceso fue motivado precisamente por la necesidad de dar un canal adicional de exposición a las revistas operadas por SciELO que aún no están indexadas en Scopus. La indexación también aumenta las condiciones de sostenibilidad operativa y financiera de las revistas.

Aproximadamente 75 revistas de la colección SciELO no están indexadas en Scopus y los criterios de SciELO Brasil son equivalentes o más exigentes que los de la mayoría de los índices internacionales. A partir de ahí, el equipo de indexación de SciELO se puso en contacto con los editores de las revistas para evaluar previamente si cumplían el 100% de los criterios iniciales exigidos por Scopus. Para ello, se rellenó un formulario de preanálisis disponible en el sitio de Scopus. Algunos de los criterios de selección son: tener al menos dos años de existencia, tener un sitio en inglés, publicar aspectos sobre negligencia y ética, entre otros, algunos de los cuales se superponen con los criterios de indexación de SciELO Brasil (critérios de indexação SciELO Brasil).1 La lista completa puede consultarse en el sitio de Scopus (site do Scopus).2

Además del preanálisis, la justificación a favor de la indexación reúne los indicadores de citación e impacto de las revistas SciELO, el total de artículos publicados y el índice h5 de Google. También se realizó un webinar para los editores de las colecciones SciELO y se actualizaron las páginas de información de las revistas en el sitio SciELO con los datos exigidos por los criterios de Scopus.

El mismo proceso se llevará a cabo para el envío al índice bibliométrico Web of Science (WoS), propiedad de Clarivate Analytics, con el objetivo de maximizar la indexación de las revistas SciELO en la WoS Core Collection.

"Caminar con la ciencia abierta permite a las revistas de calidad de Brasil ponerse al nivel de las mejores revistas internacionales y aumentar el valor de la investigación que comunican", concluyó Denise.


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Projeto Presença em Mega Índices propõe criar maior visibilidade para os periódicos da Coleção SciELO Brasil

Por Barbara Barretta, estagiária da unidade de Mídias Socais, SciELO Brasil, São Paulo, SP, Brasil

O projeto intitulado Presença em Mega Índices, que tem apoio de representantes do índice Scopus no Brasil, tem como objetivo ampliar a presença internacional, além de dar visibilidade e credibilidade dos periódicos SciELO e assim facilitar o acesso à informação e geração de indicadores de qualidade. O projeto conta com o apoio de bases de dados internacionais.

Scopus é uma base de dados bibliométrica de resumos e citações de artigos para periódicos acadêmicos. É de propriedade da Elsevier. Atualmente, já são mais de 22 mil periódicos ativos e mais de cinco mil editoras das áreas de ciência, tecnologia, medicina, ciências sociais, artes e humanidades. Aproximadamente 22% dos periódicos presentes no Scopus são publicados em outros idiomas que não o inglês e, além de documentos provenientes da América Latina, a base de dados também indexa conteúdo de diversas áreas do globo, como as Europas Ocidental e Oriental, América do Norte, Ásia Pacífico, Oriente Médio e África, Austrália/Nova Zelândia. Na América Latina são cerca de 790 títulos ativos. Ao todo, são mais de 1,7 bilhões de citações referenciadas. Isso faz com que cada artigo tenha, em média, entre 10-15% mais citações.

De acordo com Denise Peres Sales, bibliotecária e Coordenadora da Unidade de Indexação da Coleção SciELO Brasil, o início desse processo foi motivado justamente pela necessidade de dar um canal a mais de exposição para os periódicos operados pelo SciELO que ainda não estão indexados no Scopus. A indexação também aumenta as condições de sustentabilidade operacional e financeira dos periódicos.

Cerca de 75 periódicos da Coleção SciELO não estão indexados no Scopus sendo que os critérios SciELO Brasil são equivalentes ou mais exigentes que os da maioria dos índices internacionais. A partir disso, a equipe de Indexação do SciELO entrou em contato com os editores dos periódicos para avaliar previamente se estavam atendendo 100% dos critérios iniciais requeridos pelo Scopus. Para isso, foi preenchido um formulário de pré-análise presente no site do Scopus. Alguns dos critérios de seleção incluem: ter ao menos dois anos de existência, possuir um site em inglês, publicar aspectos sobre negligência e ética entre outros, alguns dos quais se sobrepõem aos critérios de indexação SciELO Brasil.1 A lista completa pode ser acessada no site do Scopus.2

Além da pré-análise, a justificativa a favor da indexação reúne indicadores de citação e impacto dos periódicos SciELO, total de artigos publicados e índice h5 do Google. Também foi feito um webinário para editores da coleção SciELO e a atualização das páginas informativas dos periódicos no site SciELO com os dados exigidos pelos critérios do Scopus.

O mesmo processo será realizado para submissão ao índice bibliométrico Web of Science (WoS) de propriedade da Clarivate Analytics com o objetivo de que maximizar a indexação dos periódicos SciELO na Core Collection do WoS.

“O caminhar com a ciência aberta possibilita que os periódicos de qualidade do Brasil se nivelem com os melhores periódicos internacionais e aumentem o valor da pesquisa que comunicam”, finalizou Denise.

Notas

1. Critérios SciELO Brasil: https://www.scielo.br/about/criterios-scielo-brasil

2. Aplicação de pré-avaliação da base Scopus: https://www.readyforscopus.com/pt

Links externos

Aplicação de pré-avaliação da base Scopus: https://www.readyforscopus.com/pt

Critérios SciELO Brasil: https://www.scielo.br/about/criterios-scielo-brasil

Las bibliotecas públicas son mejores que Google... que está sesgado por intereses comerciales y es guardián del "capitalismo de vigilancia"

Publicado en Creative Good
https://creativegood.com/blog/21/public-libraries-vs-google.html


Las bibliotecas públicas son mejores que Google

Por Mark Hurst - 27 de agosto de 2021

La búsqueda de Google es ahora un páramo de pago. Y eso es exactamente lo que predijeron Larry Page y Sergey Brin, los fundadores de Google, en su documento académico de 1998 (academic paper) sobre el diseño de los motores de búsqueda. Del Apéndice A:

  • Los motores de búsqueda financiados por la publicidad estarán inherentemente sesgados hacia los anunciantes y alejados de las necesidades de los consumidores. Los ingresos por publicidad suelen ser un incentivo para ofrecer resultados de búsqueda de baja calidad.

Google, que hoy en día ingresa más dólares por publicidad que nunca, es pésimo con los "resultados de búsqueda de baja calidad" de los que Larry y Sergey escribieron. El descenso de la otrora gran UX de Google lo describe muy bien (described well) Elaine Scattermoon: "Ha sido un viaje ver a Google pasar de adivinar lo que podrías querer decir, a mostrarte lo que querías decir, a mostrarte lo que los vendedores desearían que hubieras querido decir en su lugar".

El desprecio de Google por sus usuarios, y su correspondiente devoción por cualquiera que les pague, revelan el vacío en el corazón de la empresa. Esto ayuda a explicar el largo historial de incompetencia de Google en las aplicaciones de mensajería (incompetence in messaging apps), tal y como ha cubierto Ars Technica esta semana. Más de 20 lanzamientos de servicios de mensajería en Google dieron como resultado exactamente cero éxitos. Estoy algo familiarizado con esto, ya que en Customers Included conté la historia del lanzamiento en 2009 de Google Wave, la plataforma condenada que hizo... algo... que nadie llegó a entender.

Ya sea por el decrépito motor de búsqueda de Google, por el vasto cementerio de lanzamientos anteriores o por el modelo de negocio subyacente de vigilancia y manipulación, el olor a podrido es tan intenso que es un milagro que Google siga siendo considerado un líder tecnológico. Por supuesto, la máquina de hacer dinero sigue funcionando en la búsqueda, así como en YouTube (cuyo algoritmo, profundamente poco ético, ya he comentado written about), pero no hay ninguna razón para que los usuarios tengan un respeto especial por Google. En todo caso, dado su constante historial de comportamiento poco fiable (consistent track record of untrustworthy behavior), la gente debería evitar activamente a Google. 

Google’s contempt for its users, and its corresponding devotion to anyone who will pay them, reveal the emptiness at the heart of the enterprise. This helps explain Google’s long history of incompetence in messaging apps, as covered by Ars Technica this week. Over 20 launches of messaging services at Google resulted in exactly zero successes. I’m somewhat familiar with these, as in Customers Included I told the story of the 2009 launch of Google Wave, the doomed platform that did... something... that no one ever figured out.

Whether you consider Google’s decrepit search engine, the vast graveyard of past launches, or the underlying business model of surveillance and manipulation, the smell of rot is so intense that it’s a wonder Google is still considered a tech leader. Sure, the money machine is still churning within Search, as well as in YouTube (whose deeply unethical algorithm I’ve written about), but there’s no reason users should afford Google any particular respect. If anything, given its consistent track record of untrustworthy behavior, people should actively avoid Google. 

Desgraciadamente, está ocurriendo justo lo contrario, ya que Google parece estar emergiendo como la fuente por defecto para cualquier pregunta, grande o pequeña. El uso común de Google como verbo - "simplemente búscalo en Google"- muestra hasta qué punto la gente ha confundido a Google con una autoridad real. Pero Google no es una autoridad. Es un esquema publicitario de pago.


Una alternativa mejor

La buena noticia es que se está empezando a hablar de alternativas a Google que no son de pago.

Esta semana hablé (spoke) en Techtonic con Shannon Mattern, profesora de la New School y autora del nuevo libroA City Is Not a Computerr. Entre otras cosas, hablamos de la biblioteca pública como alternativa superior a Google. En su libro, Mattern cita a Safiya Noble (otra invitada de Techtonic en el pasado past Techtonic guest), que escribe:

Lo que necesitamos es una mayor inversión por parte de los contribuyentes en alternativas cívicas, que nos ayuden a entender las plataformas de publicidad digital como Google, Facebook y otras por lo que son, en lugar de pensar en ellas como la biblioteca pública, que no lo son.

Noble tiene toda la razón. Google, como plataforma que prácticamente inventó el capitalismo de la vigilancia, no es una biblioteca. Podríamos describirla más exactamente como la antítesis de una institución cívica, en el sentido de que su objetivo final es la explotación, más que el servicio, de la comunidad. Independientemente de la cantidad de páginas que se capturen en su índice de búsqueda, o de los sectores tecnológicos que monopolice, Google no merece ninguna confianza, ni autoridad, en la esfera pública.

Es importante entender el desajuste entre la forma en que Google se presenta a la sociedad y lo que realmente pretende hacer. Tomemos, por ejemplo, las torres de vigilancia LinkNYC de Google que asolan el paisaje urbano de la ciudad de Nueva York. Google afirma que son puramente para la comodidad de los neoyorquinos que buscan wifi gratuito. La realidad se aclara cuando se protege la vista contra el llamativo brillo de la pantalla plana y se mira hacia arriba, donde están colocadas las cámaras ocultas. 

Google está cambiando la ciudad. LinkNYC está diseñado y gestionado por una filial de Google, Sidewalk Labs, que tiene su sede en Hudson Yards, el nuevo megadesarrollo de Nueva York que podría describirse mejor como un barrio sin alma y de vigilancia corporativa. Mattern habla extensamente de Hudson Yards en su libro (book). También lo tratamos en nuestra entrevista (interview) de Techtonic.

Mattern lo repite una y otra vez: lo que realmente crea una ciudad, y por extensión una sociedad, no son las plataformas informáticas que cuantifican una porción de la realidad estrechamente definida. (El libro incluye un entretenido ensayo sobre los cuadros de mando de las ciudades, esas lecturas digitales en las salas de control que parecen impresionantes pero que nunca parecen lograr mucho). Algunos sistemas informáticos pueden ser útiles, cuando apoyan la gestión legítima de los servicios de la ciudad, pero las plataformas digitales nunca deben considerarse la razón de ser de una ciudad, y mucho menos -como ocurre a veces en Silicon Valley- venerarse como la máxima expresión de la humanidad. 

En su brillante ensayo de 2017, titulado también  A City Is Not a Computer, Mattern cita al escritor tecnológico Paul McFedries: "La ciudad es un ordenador, el paisaje urbano es la interfaz, tú eres el cursor y tu smartphone es el dispositivo de entrada". Esta visión del mundo encaja perfectamente con los objetivos de Google: los seres humanos no son más que usuarios, o quizás personas usadas, que renuncian a toda capacidad de acción para ajustarse a un sistema algorítmico que beneficia a los oligarcas que tienen la máxima autoridad en la sociedad. Contrasta esto con las bibliotecas públicas, o los archivos, o los museos, que ofrecen una perspectiva muy diferente. Tal vez sería así: "La ciudad no es un ordenador, el paisaje urbano es un lugar para la comunidad, y tú eres un ciudadano con poder, y derechos, para construir una sociedad mejor".

Aparte de todo esto, las bibliotecas públicas son sencillamente la mejor oferta que existe: es como pedir libros en Amazon, excepto que es gratis. Muchas bibliotecas públicas ofrecen formularios de pedido en línea para el préstamo de libros. (El sitio WorldCat.org ayuda a buscar en muchas colecciones de las bibliotecas.) Y lo que es mejor, las bibliotecas tienen sucursales físicas donde puedes buscar en las estanterías y sacar todo lo que veas allí, en el momento.

Reconozco, como subrayó Mattern en nuestra entrevista, que no todo es perfecto en nuestras bibliotecas y otras instituciones cívicas. Ni mucho menos: a medida que la economía se ha inclinado a favor de los monopolios depredadores, empresas como Google han despojado nuestros recursos compartidos que podrían haberse destinado a instituciones más fiables. En lugar de trabajar por el bien común, nuestras finanzas han sido capturadas por estafadores que pagan por jugar en Silicon Valley y que no tienen ningún interés en la vida cívica. Sin recursos, las bibliotecas (y otras) piden a su personal niveles heroicos de respuesta para mantener las cosas en funcionamiento, mientras las crisis a largo plazo se hacen más profundas. Mientras tanto, los beneficios de Google crecen, y crecen, y crecen. No es una lucha justa.

Lo que sí es posible es que algún día veamos un cambio. Y quizás más pronto que tarde. En algún momento, las cosas cambiarán para mejor, cuando la gente decida convertirse en ciudadanos en lugar de consumidores; ser activistas y no sólo usuarios; y comprometerse con la acción colectiva, en lugar de intentar "cambiar el mundo" por su cuenta con un clic o un golpe. Dadas las crisis entrelazadas de la economía, el cambio climático, el tejido social y la confianza cívica, esta transformación puede parecer menos probable. Pero ya se sabe lo que dicen del momento más oscuro. El siguiente momento es el amanecer.

(Escuche mi entrevista/Listen to my interview con Shannon Mattern, o descargue el episodio del podcast/ podcast episode. Aquí están las notas del programa y los comentarios de los oyentes/show notes and listener comments).

Publica un comentario sobre esta columna/Post a comment on this column (para los miembros/members de Creative Good)

P.D. Además de las bibliotecas públicas que figuran en WorldCat.org, y mi favorita personal, la New York Public Library, recomiendo estas alternativas a Google: mejores motores de búsqueda/search engines, mejores servicios de correo electrónico/email services y mejores navegadores web/web browsers, todo ello en mi sitio GoodReports.com.

P.P.D. Para más información sobre las ciudades inteligentes, escucha mis entrevistas con Ben Green, autor de The Smart Enough City (July 6, 2020) y Jathan Sadowski, autor de Too Smart: How Digital Capitalism is Extracting DataControlling Our Lives, and Taking Over the World (May 11, 2020). Para saber más sobre la ciudad de Nueva York, escucha a Jeremiah Moss, autor de Vanishing New York (Aug 26, 2019) y a Craig Taylor, autor de New Yorkers (July 19, 2021).


miércoles, 6 de octubre de 2021

ELSEVIER & AMERICAN CHEMICAL SOCIETY vs ResearchGate: demandan retirar 200,000 artículos

Publicado en ChemistryWorld
https://www.chemistryworld.com/news/researchgate-pulls-200000-files-from-its-site-amid-publisher-pressure/4014493.article


ResearchGate retira 200.000 archivos de su sitio, en medio de la presión de los editores

Por Rebecca Trager
4 Octubre 2021

El sitio de redes sociales académicas ResearchGate ha eliminado unos 200.000 archivos de entre los artículos de investigación que comparte públicamente, motivado por una oleada de nuevas quejas por derechos de autor de Elsevier y la Sociedad Química Americana (American Chemical Society - ACS). ResearchGate, que tiene su sede en Alemania y cuenta con más de 20 millones de usuarios, afirma que la mayoría de estos archivos eran artículos de Elsevier.

Aunque las solicitudes de eliminación de material de ResearchGate no son nuevas, estas últimas son notables por el número de artículos implicados. En el contexto de una comunidad de más de 20 millones de investigadores, esto es desafortunado, más que existencial, pero ha provocado una reacción aguda de muchos de nuestros miembros que creen en la importancia de la ciencia abierta", declaró ResearchGate en un blog del 23 de septiembre.

La decisión de Elsevier y ACS de retirar simplemente el contenido es decepcionante para toda la comunidad investigadora, no sólo por la pérdida que supone para la ciencia y los investigadores, sino porque hay una forma mejor", continuó ResearchGate. El sitio señaló que editoriales como Springer Nature y Wiley han colocado su material en ResearchGate a través de un programa de sindicación de contenidos.

La retirada de artículos generó indignación en Internet. "Gracias por su mensaje y por la amenaza de suspender mi cuenta", tuiteó en ResearchGate Wim Thiery, un científico del clima de la Vrije Universiteit Brussel (Bélgica). 'Para evitar que esto ocurra en el futuro, mi grupo no volverá a enviar un artículo a una revista de #Elsevier'. Thiery publicó la carta que recibió del sitio diciendo que Elsevier había pedido que se eliminara su investigación, y advirtiendo que su cuenta podría ser bloqueada permanentemente si su contenido es denunciado de nuevo. Muchos otros investigadores contaron experiencias similares y expresaron su frustración.

ResearchGate afirma que respeta los derechos de los editores y que siempre ha cumplido con la legislación vigente. Desde su lanzamiento en 2008, ha ofrecido un proceso de "notificación y retirada" para abordar las alegaciones de que el contenido publicado en el sitio infringe los derechos de autor de los editores. Un pequeño número de editores ha aprovechado estas herramientas.

ResearchGate dice que está al tanto de los cambios recientes en la legislación europea sobre derechos de autor en algunos países, en particular en relación con el artículo 17 de la Directiva sobre derechos de autor, pero afirma que no está sujeta a esas normas debido a la naturaleza de su negocio. Subraya que el artículo 17 -que exige que los servicios de intercambio de contenidos en línea obtengan la autorización de los titulares de los derechos antes de poner el material a disposición del público- es una directiva y no una ley. No es directamente aplicable, y sólo un pequeño número de países lo ha incorporado a su legislación nacional, añade ResearchGate.

No obstante, la plataforma en línea ha empezado a aplicar un nuevo sistema denominado Jarvis, que coteja la información sobre los derechos del editor con el contenido del usuario cuando se suben los artículos. Jarvis puede impedir que un investigador suba a ResearchGate contenidos que no puedan compartirse libremente. El sitio insta a los autores a cumplir con los términos de la licencia o las restricciones al subir sus contenidos.

La Coalición para el Intercambio Responsable (CfRS) -un grupo de cinco editores científicos, incluyendo Elsevier y ACS, y formado en 2017- ha enviado cientos de miles de "avisos de retirada" a ResearchGate exigiendo que los artículos de revistas sean retirados del sitio. "ResearchGate continúa alojando y distribuyendo un gran número de artículos de revistas sin permiso", dijo CfRS en una declaración del 27 de septiembre. Su modelo de negocio depende de la toma de este contenido de alta calidad, que está escrito y publicado por otros, y de ponerlo a disposición en su sitio para su propio beneficio comercial sin una licencia". La coalición sugiere que la reciente purga masiva del sitio podría ser para cumplir con el artículo 17, pero también podría estar relacionado con la acción legal en curso.

ResearchGate se enfrenta a desafíos legales en Estados Unidos y Alemania. Hace tres años, Elsevier y ACS demandaron a ResearchGate por infracción de los derechos de autor en Estados Unidos. Ese caso, que siguió a una demanda similar el año anterior en Alemania, está en curso pero lleva más de un año en suspenso.

LIBRO: Desarrollo de un conjunto de herramientas para fomentar las prácticas de la ciencia abierta

Publicado en blog Universo abierto
https://universoabierto.org/2021/10/04/desarrollo-de-un-conjunto-de-herramientas-para-fomentar-las-practicas-de-la-ciencia-abierta/


Descargar libro en: https://bit.ly/3uZSwRX

Desarrollo de un conjunto de herramientas para fomentar las prácticas de la ciencia abierta

National Academies of Sciences, Engineering, and Medicine.
Developing a Toolkit for Fostering Open Science Practices: Proceedings of a Workshop. Washington, DC: The National Academies Press, 2021.



Texto completo

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Contiene elementos modulares que pueden ser adaptados y adoptados para una serie de casos de uso, incluyendo el lenguaje para la contratación, la tenencia y la promoción, y la concesión de subvenciones; huías sobre las buenas prácticas para compartir abiertamente los artículos, los datos, y una serie de otros tipos de recursos, y una Base de Open Science Success Stories Database, que recopila artículos de investigación, perspectivas, estudios de casos, historias de noticias, y otros materiales que demuestran las innumerables formas en que la Ciencia Abierta beneficia a los investigadores y la sociedad por igual. National Academies of Sciences, Engineering publica el conjunto de herramientas bajo una licencia CC-BY.



Cómo sufren l@s investigadora/es latinoamericanos en la ciencia

Publicado en Nature
https://www.nature.com/articles/d41586-021-02601-8

Cómo sufren los investigadores latinoamericanos en la ciencia

Es hora de abordar el cúmulo de barreras y prejuicios a los que se enfrentan los científicos que no proceden de países ricos.

Ana M. Valenzuela-Toro y Mariana Viglino

Como investigadoras de países latinoamericanos (una de nosotras trabaja ahora en Estados Unidos, la otra en Argentina), estamos acostumbradas a los obstáculos en nuestra carrera. Éstos van desde la financiación limitada hasta las barreras lingüísticas y el "impuesto", en términos de tiempo y energía emocional, en el que se incurre cuando los grupos infrarrepresentados en la ciencia participan en iniciativas de diversidad. Estas barreras se entrelazan para crear problemas más allá de lo obvio.

La atención actual a la diversidad, la equidad y la inclusión en la ciencia es bienvenida, pero los esfuerzos para combatir los prejuicios pueden carecer de matices. Los investigadores de las comunidades infrarrepresentadas suelen experimentar la intersección del sexismo, el racismo y el colonialismo. En otras palabras, las barreras profesionales a las que nos enfrentamos tienen un efecto acumulativo.

Nuestras trayectorias académicas ilustran estos obstáculos. Muchas de estas barreras multidimensionales e interseccionales también son encontradas por otros investigadores de América Latina que inician su carrera, especialmente mujeres y científicos que son LGBTQIA+, personas de orientaciones sexuales e identidades de género marginadas.


Barreras de financiación

Los países latinoamericanos invierten mucho menos en ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas (STEM) que los países de altos ingresos, por lo que los investigadores del continente tienen menos acceso a oportunidades de subvención y presupuestos más reducidos que en otros lugares1.

Esto repercute en el rendimiento en el laboratorio y sobre el terreno, afectando no sólo al alcance de la investigación que podemos realizar, sino también limitando nuestra asistencia a conferencias internacionales, que son importantes oportunidades para establecer redes y crear colaboraciones. Para ambos, las primeras reuniones internacionales a las que asistimos, tras conseguir la financiación de la conferencia, se convirtieron en un paso fundamental en nuestra trayectoria académica, ya que nos permitieron conocer a personas que se convirtieron en mentores y colaboradores a largo plazo. 

Además, hay que lidiar con la carga invisible de la solicitud de visado. Para los investigadores de países sin "privilegios de pasaporte", asistir a conferencias internacionales en el norte global significa enfrentarse a un interminable papeleo que puede ser más lento y emocionalmente abrumador que superar las limitaciones financieras.

Las solicitudes de visado pueden ser especialmente difíciles si se tiene en cuenta que la aceptación de un resumen para una ponencia o póster puede ser lenta. Y no hay garantía de que la solicitud sea aprobada, o de que al titular del visado se le conceda la entrada cuando llegue a su destino.

Ambas hemos tenido experiencias similares con las solicitudes de visado. Nos han hecho preguntas incómodas, como si tenemos intención de llevar a cabo actividades ilícitas, y nos han pedido que revelemos información privada sobre nuestros familiares, nuestra salud personal, nuestras cuentas en las redes sociales y nuestra situación financiera, en última instancia para demostrar que no estamos intentando emigrar de nuestros países. 


Reglas no escritas

Incluso cuando se superan estos problemas, la reducida exposición a las reuniones fuera de América Latina puede dar lugar a una sensación de desconocimiento e incomodidad cuando se materializan las oportunidades de networking y mentoring internacionales.

Estos eventos están llenos de normas ocultas o no escritas, que van desde los códigos de vestimenta (¿qué significa "informal de negocios"?) hasta cómo navegar por los eventos sociales y presentarse a sí mismo y a su trabajo a sus colegas o mentores potenciales. Estas dificultades se ven agravadas por las diferencias lingüísticas, que pueden convertir las conferencias internacionales en experiencias estresantes en lugar de enriquecedoras. Crean la sensación de que no pertenecemos, a pesar de la expectativa de que los investigadores latinoamericanos tienen que "rendir" al mismo nivel que los demás. 

El cambio a las conferencias virtuales durante la pandemia de COVID-19 ha aliviado algunos de estos problemas. Un mayor número de investigadores latinoamericanos, incluidos nosotros mismos, han podido asistir y presentar sus trabajos en conferencias internacionales, e incluso organizarlas. De hecho, coorganizamos una mesa redonda sobre diversidad, equidad e inclusión en la ciencia como parte de una reunión sobre tetrápodos marinos (vertebrados de cuatro patas), a principios de este año.

Sin embargo, muchas conferencias internacionales siguen siendo caras (el tipo de cambio de dólares o euros a monedas latinoamericanas suele ser desfavorable). La combinación del coste y todos los obstáculos mencionados anteriormente alimenta la idea en la comunidad académica de que nosotros, los investigadores latinoamericanos, somos espectadores pasivos más que contribuyentes activos en la ciencia.


Barreras de acceso

El acceso a la literatura suele darse por sentado, pero la mayoría de las instituciones académicas y de investigación latinoamericanas no pueden cubrir los exorbitantes costes de los acuerdos de acceso abierto con las mayores editoriales académicas.

Los muros de pago de las revistas agravan las disparidades entre los investigadores latinoamericanos y sus colegas del norte. Los vínculos entre el norte y el sur ya son débiles debido a los problemas de financiación señalados anteriormente, y se debilitan aún más cuando los investigadores no pueden leer los artículos de los demás.

A menudo, la única manera de acceder a la literatura publicada es con la ayuda de colaboradores en instituciones académicas extranjeras, o a través de plataformas de medios sociales. Por ejemplo, ambos somos miembros de grupos de Facebook dedicados a compartir artículos entre colegas latinoamericanos. Sin esta comunidad internacional de medios sociales, no habríamos podido completar nuestra investigación. 


Barreras lingüísticas

Se espera que los investigadores latinoamericanos y de otros países no angloparlantes publiquen en inglés, el idioma estándar de la ciencia (incluso en esta pieza). Sin embargo, no suele enseñarse en muchas escuelas de nuestra región. Muchos investigadores latinoamericanos no pueden acceder a cursos de inglés hasta que tienen puestos remunerados, los cuales, a su vez, son difíciles de conseguir sin un sólido historial de publicaciones científicas en inglés, lo que crea una situación de huevo y gallina.

Durante el proceso de revisión por pares, los editores y revisores suelen hacer comentarios negativos sobre el idioma y solicitar revisiones por parte de personas cuya primera lengua es el inglés. Pero estas peticiones no suelen tener en cuenta las correcciones ya realizadas por los coautores de países de habla inglesa antes de su presentación. Esto agrava la impresión de que los manuscritos con autores principales de países no anglófonos son de alguna manera menos profesionales. Además, el pago de servicios profesionales de traducción y edición impone una carga financiera adicional a los autores latinoamericanos2.

En nuestros países, estos servicios pueden costar el equivalente a un mes de alquiler, lo que los hace inaccesibles. Por ello, las herramientas gratuitas de traducción en línea, combinadas con la generosa ayuda de amigos no académicos, así como de colegas, e innumerables horas de auto-lectura y edición son la clave para superar esta barrera y publicar nuestro trabajo en inglés.


Prejuicios de género

Los estudios demuestran que los prejuicios de género, tanto conscientes como inconscientes, siguen prevaleciendo en la revisión por pares3. Los manuscritos escritos por mujeres son rechazados con mayor frecuencia y tienen menos probabilidades de ser publicados en comparación con los de los hombres4, lo que perpetúa un ciclo de invisibilidad: un ciclo en el que los trabajos son rechazados, lo que se traduce en menos oportunidades científicas en el futuro y, por tanto, en menos trabajos y quizás más rechazos a largo plazo.

Incluso cuando las investigadoras superan estos obstáculos y finalmente publican en revistas con revisión por pares, existe una barrera adicional: la falta de reconocimiento por parte de los pares, incluidas las tasas de citación más bajas.

Un mayor número de citas significa ser considerado más a menudo para presentar trabajos en conferencias y tener más oportunidades de establecer redes, lo que consolida el camino hacia el éxito académico. Las contribuciones de las mujeres se consideran menos relevantes que las de los científicos varones, lo que se traduce en menos citas en general, reforzando la "invisibilización" de las investigadoras.

Cuando pensamos en los autores más citados o publicados, en los conferenciantes más frecuentes o en los científicos más distinguidos internacionalmente en nuestros propios campos de investigación, ¿cuántas investigadoras latinoamericanas nos vienen a la mente? (Des)sorprendentemente, casi ninguna. Si le pedimos que haga el mismo ejercicio, probablemente obtendrá el mismo resultado. Esto no se explica por la falta de investigadoras latinoamericanas, sino más bien por las consecuencias de las barreras que se entrecruzan y que hemos comentado anteriormente.


Medidas que se pueden tomar

No hay una solución directa para estos problemas interseccionales; sin embargo, sugerimos algunos puntos de partida:

- En primer lugar, escuche con empatía cada vez que los investigadores latinoamericanos -en particular las mujeres y otros científicos subatendidos- hablen de los desafíos que experimentan.

- Utilice cualquier plataforma que tenga para amplificar y reconocer su investigación.

- Los editores y revisores de las revistas deberían ser más conscientes de las barreras de accesibilidad y de que el inglés puede no ser la primera lengua de los autores.

- Cuando escriba un artículo, reflexione sobre la representatividad de los artículos que cita. Incluya artículos dirigidos por colegas de diferentes identidades de género y zonas geográficas, aumentando así la diversidad de las investigaciones citadas y debatidas. Una estrategia similar puede aplicarse al sugerir revisores.

- Haga que las conferencias sean más accesibles. Promueva la asistencia virtual y las fuentes de financiación para las personas que tienen dificultades para viajar, y fomente oportunidades equitativas de creación de redes entre personas de diversos orígenes y etapas académicas.

- En última instancia, no olvide que muchos investigadores latinoamericanos están comenzando sus carreras académicas desde una posición desigual; la única manera de nivelar el campo de juego es si todos, como comunidad, tomamos acciones para desmantelar estas barreras.

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martes, 5 de octubre de 2021

Nueva edición de Dialnet Métricas

Nueva edición de Dialnet Métricas https://dialnet.unirioja.es/metricas 

Se trata de un sistema de información bibliométrica disponible en abierto, donde se incluyen indicadores sólidos, diversos y transparentes.

Por una parte, presentamos la edición de 2020 correspondiente al Índice Dialnet de Revistas (IDR)

Pero sobre todo destacamos el potencial que está desarrollándose en el apartado de Indicadores Dialnet, orientado a disponer de información de investigadores y publicaciones https://dialnet.unirioja.es/metricas/indicadores

Y hemos añadido algunas novedades en la página de los investigadores: hasta ahora los indicadores se referían solo a publicaciones en las que el investigador tiene el rol de autor o coautor de la publicación https://dialnet.unirioja.es/metricas/investigadores/139873 , pero como pueden jugar otros papeles en relación a una publicación, hemos añadido un enlace a “Más indicadores”,  https://dialnet.unirioja.es/metricas/investigadores/139873/masindicadores una nueva página en la que además de poder ver gráficos con el impacto de su obra, hemos añadido indicadores que tienen en cuenta roles distintos al de autor, indicando las citas que han recibido los libros colectivos en los que ha sido coordinador, los libros en los que ha sido editor literario o las tesis doctorales que ha dirigido. Además, se presentan las reseñas bibliográficas que han hecho otros autores de libros suyos.

Consulte: https://dialnet.unirioja.es/metricas, y haga llegar comentarios y sugerencias, de cara a introducir mejoras en las futuras versiones que se vayan elaborando. 

Si vuestra biblioteca no está participando en Dialnet, os animamos a hacerlo, pasando a formar parte de un entorno de cooperación bibliotecaria en el que, entre todas, estamos elaborando un robusto sistema de información científica.

Un cordial saludo

Joaquín León Marín

Director Fundación Dialnet
Universidad de La Rioja
C/ Barriocepo, 10
26001 Logroño (España)

Tfno: 941 209 549 -  696 829 391

joaqui...@unirioja.es

Una herramienta de Google permite detectar fácilmente la escritura generada por IA

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