domingo, 30 de noviembre de 2025

Agenda 2030/ODS: Nadie puede servir a dos señores. Dinero para alinearse con la moda o investigación crítica e independiente

Publicado en Univerdad. Una conversación pública sobre la universidad
https://www.universidadsi.es/nadie-puede-servir-a-dos-senores/




Nadie puede servir a dos señores


Tania Alonso Sainz


Profesora de la Facultad de Educación de la Universidad Complutense de Madrid

16/10/2025


La investigación educativa, como tantos otros campos, es especialmente vulnerable a las modas. En este caso, la sostenibilidad —aunque no es la única— se ha convertido en el mejor ejemplo de cómo universidades y centros de investigación pueden transformarse en fashion victims de las propuestas de los Organismos Internacionales y de las financiaciones que estos movilizan.

La Agenda 2030 y sus Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) no solo protagonizan informes y declaraciones supranacionales, sino que impregnan la vida universitaria cotidiana: concursos de vídeos sobre movilidad sostenible, gincanas “verdes”, congresos que combinan educación y sostenibilidad… El discurso está presente en todas partes.

Esta omnipresencia abre preguntas incómodas: si el desarrollo sostenible es un objetivo tan esencial para la humanidad, ¿cómo es posible que la investigación educativa apenas lo hubiera considerado antes de 2015? ¿Son realmente los ODS una brújula pedagógica o se han convertido en una agenda externa que la universidad asume sin discusión?

La investigación y los ODS: entusiasmo sin crítica

Desde su aprobación, la mayoría de publicaciones sobre educación en España han abrazado los ODS con entusiasmo. Casi todos los artículos se concentran en dos áreas: la formación de docentes en sostenibilidad y la implementación de experiencias ligadas a los ODS en escuelas y universidades. Obviamente, aquí no vamos a cuestionar la bondad evidente de tales objetivos. ¿Quién no querría erradicar el hambre, la pobreza o asegurar una educación de calidad? Pero a diferencia de los Derechos Humanos, los ODS no sólo no protegen a nadie, sino que además cierran el debate. Se hace casi imposible cuestionar el marco en sí. Al venir de organismos internacionales y estar ya cerrados en forma de objetivos, estándares e indicadores de logro, los ODS ofrecen poco espacio para el debate ciudadano.

La investigación se limita entonces a pensar cómo aplicarlos mejor, no si deberían aplicarse. En este escenario, abundan los estudios descriptivos y técnicos, mientras que escasean las perspectivas críticas.

El poder de la financiación

Para entender este fenómeno hay que seguir el rastro del dinero. La educación no es un campo especialmente dotado de recursos, y la financiación internacional se ha convertido en un factor decisivo. A diferencia de los antiguos Objetivos del Milenio, los ODS cuentan con partidas presupuestarias concretas que llegan directamente a las universidades. Así lo reconoce la propia Guía para el Desarrollo Sostenible en las Universidades: comprometerse con los ODS no solo mejora la imagen institucional, sino que abre puertas a nuevas fuentes de financiación.

Esto explica por qué proliferan proyectos con enfoque sostenible. Las convocatorias nacionales e internacionales están alineadas con la Agenda 2030 y, como ya ocurre con el programa europeo Horizon 2021-2027, se priorizan iniciativas que prometen un futuro “sostenible, fuerte y competitivo”. La consecuencia es clara: los proyectos con más posibilidades de financiación son los que mejor encajan en esta agenda global.

La metáfora de los dos señores

La investigación universitaria se parece, en muchos aspectos, a un barco en alta mar. Su timón debería estar guiado por la búsqueda del conocimiento y por el compromiso de aportar reflexión crítica a la sociedad. Sin embargo, cada vez con más frecuencia, ese timón parece moverse al ritmo de los vientos de la financiación.

De ahí la metáfora: no se puede servir a dos señores, al dinero y a la investigación. La investigación es un amo exigente: pide tiempo, paciencia, rigor, capacidad de cuestionar lo establecido. El dinero, en cambio, es un amo impaciente: exige resultados rápidos, indicadores medibles, impacto visible en rankings y memorias institucionales. Servir a ambos al mismo tiempo genera una tensión que acaba inclinando la balanza hacia el más poderoso: el dinero.

Cuando eso ocurre, la investigación pierde su independencia. Ya no se pregunta qué problemas merecen ser estudiados, sino qué temas tienen más posibilidades de conseguir financiación. La brújula deja de señalar el norte del pensamiento crítico y se convierte en un GPS programado por los organismos internacionales, que marcan de antemano la ruta con objetivos e indicadores cerrados.

La dignidad de la investigación

Así, el investigador se convierte en un equilibrista: con una mano trata de mantener la dignidad de la investigación y, con la otra, sostiene la presión de proyectos que deben “encajar” en las modas globales. Es como intentar remar en dos direcciones a la vez: hacia el puerto del conocimiento y hacia el muelle del financiamiento. El resultado suele ser un movimiento circular, que desgasta mucho y avanza poco.

El riesgo es claro: cuando la academia se habitúa a obedecer al señor del dinero, deja de tener voz propia. En vez de producir conocimiento transformador, se limita a confirmar lo que ya estaba decidido en las agendas internacionales. Y en lugar de ser un laboratorio de ideas nuevas, la universidad se convierte en un escaparate que expone, con obediencia, aquello que otros han diseñado.

Por eso la advertencia es tan contundente: no se puede servir a dos señores. O la investigación se pone al servicio del dinero, aceptando modas pasajeras y discursos preconfigurados, o se mantiene fiel a su vocación crítica, aunque eso signifique remar contra la corriente y avanzar más despacio. 

CUBA: Libertad académica: Carta abierta al presidente de la República de Cuba

Libertad académica: Carta abierta al presidente de la República de Cuba


Alexander Hall Lujardo
30/11/2025

Para solidarizarte con el caso de Alexander, puedes firmar esta petición.

La Habana, Cuba, 28 de noviembre de 2025

Carta abierta al presidente de la República de Cuba y primer secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba Miguel Mario Díaz-Canel Bermúdez:

Presidente del Tribunal Supremo Popular Rubén Remigio Ferro:

Presidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular Esteban Lazo Hernández:

Desde mi condición de ciudadano cubano, en uso de las garantías constitucionales y políticas recogidas en la carta magna de la República de Cuba, me dirijo a las autoridades anteriormente enunciadas, ante la gravedad en materia de vulneración de derechos, patrón de persecución política e impunidad en el actuar arbitrario del Departamento de la Seguridad del Estado (DSE) adscrito al Ministerio del Interior, debido a la permanencia de procedimientos al margen de la legalidad que resultan violatorios de derechos humanos, civiles y políticos.

Soy Licenciado en Historia por la Universidad de La Habana desde el año 2022; sin embargo, desde antes de graduarme, suelo publicar en medios de prensa alternativos, revistas académicas y blogs digitales de diverso espectro ideológico sobre la realidad nacional, regional y global, acorde a mis valores políticos, formación educacional e instrucción científico-disciplinaria en el campo de las ciencias sociales y humanísticas.

He realizado tales actividades en correspondencia con el artículo 54 de la Constitución de la República de Cuba, el cual expresa que: «El Estado reconoce, respeta y garantiza a las personas la libertad de pensamiento, conciencia y expresión». Además, el artículo 55 del documento rector de la nación, proclama que: «Se reconoce a las personas la libertad de prensa», para agregar más adelante que «este derecho se ejerce de conformidad con la ley y los fines de la sociedad», a cuyas normativas me he acogido en el uso de mis garantías constitucionales.

No obstante, desde mi etapa de estudiante universitario padezco el proceder discrecional, arbitrario y coercitivo de las autoridades policiales, debido al sostenimiento de posturas de izquierda críticas en tales ámbitos de socialización del pensamiento, afiliado a posicionamientos republicanos, socialista democráticos y nacionales. En consonancia con dicho imaginario, sostuve y aún mantengo en la praxis de mi cotidianidad, un corpus heterodoxo de ideales progresistas, cuyo contenido es preciso verter en espacios alternativos más allá de las fronteras institucionales, debido a la ausencia de pluralismo político e insuficiente apertura en los medios de comunicación estatales.

La firmeza de esas convicciones fungieron como inspiración para el lanzamiento del libro Cuba 11J. Perspectivas contra-hegemónicas de las protestas sociales, publicado por la editorial española Marx21, en cuyo proceso de coordinación estuve inmerso. Este trabajo que agrupó a una treintena de autoras/es, dedicados al análisis de las históricas jornadas como parte de la crisis estructural que padece la Isla, cobró un valor meritorio en disímiles sectores académicos e intelectuales, al enriquecer el debate científico sobre la crisis democrática, económica y política que enfrenta el modelo e ideal socialista en Cuba.

La respuesta de las instancias policiales ante dicha labor se manifestó en la criminalización del pensamiento, la persecución del disenso y la judicialización del periodismo no partidista, lo cual contraviene las garantías constitucionales, los valores democráticos y los derechos humanos. Si bien no pueden resultar ajenos a todo análisis politológico honesto las complejidades del escenario geopolítico mundial, marcado por las asimetrías que definen el orden de relaciones internacionales en el que Cuba se encuentra inmerso; asumo de manera convincente que la defensa de la soberanía nacional no puede realizarse en menoscabo de los derechos civiles, las libertades humanas y las garantías democráticas, menos aún en franco desconocimiento de la soberanía popular. Esa alternativa lejos de promover soluciones viables al sostenimiento de la independencia, contribuye a la ruptura del pacto social, al quebrantamiento del Estado de Derecho y a la ausencia realmente funcional de mecanismos de participación ciudadanas en la fiscalización de las instancias de gobierno, tal como establecen los mandamientos republicanos.

Debido al mantenimiento de mis posturas políticas y negativas de ceder a las imposiciones extorsivas de la oficialidad, en medio de un pretendido proceso penal caracterizado por la opacidad jurídica y la discrecionalidad de los agentes involucrados, actualmente enfrento el arbitrario dispositivo de regulación/control impuesto por los órganos de la Seguridad del Estado, que impiden mi viaje al exterior para la realización de estudios de posgrado como parte de mi superación profesional en la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso), específicamente ante su sede en Quito, Ecuador.

Esta decisión autoritaria al margen de la legalidad, contraviene los compromisos jurídicos internacionales del Estado cubano como garante del derecho a la educación de sus ciudadanos, plasmado en su legislación interna en los artículos 46 y 73 de la Constitución de la República de Cuba. La ley suprema es enfática además en su artículo 94, inciso e), al plantear que «toda persona, como garantía a su seguridad jurídica, disfruta de un debido proceso tanto en el ámbito judicial como en el administrativo y en consecuencia, no puede ser privada de sus derechos sino por resolución fundada de autoridad competente o sentencia firme del tribunal». Ante la ausencia de las formalidades requeridas en la implementación de tales procedimientos, es posible afirmar de manera inequívoca, que los derechos constitucionales concernientes a mi condición de ciudadano cubano (jurídicamente libre), resultan gravemente violentados por funcionarios revestidos de poder estatal. 

En el artículo 94 de la Constitución de la República de Cuba, correspondiente a su inciso f), se consagra «el derecho que le asiste a toda persona de interponer los recursos o procedimientos pertinentes contra las resoluciones judiciales o administrativas que correspondan». Por ende, la presente reclamación se encuentra amparada en el artículo 98 de la carta magna, cuyo acápite proclama que «toda persona que sufriere daño o perjuicio causado indebidamente por directivos, funcionarios y empleados del Estado con motivo del ejercicio de las funciones propias de sus cargos, tiene derecho a reclamar y obtener la correspondiente reparación o indemnización en la forma que establece la ley».

El artículo 99 del documento constitucional reafirma igualmente la autoridad que le asiste a todo ciudadano de reclamar «ante los tribunales la restitución de los derechos y obtener, de conformidad con la ley, la correspondiente reparación o indemnización». De igual modo, vale señalar que el procedimiento arbitrario perpetrado por los funcionarios del Ministerio del Interior, vulnera la libre movilidad de las personas, refrendado en el artículo 12.2 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, el cual reconoce que todo sujeto tiene derecho «a salir libremente de cualquier país, incluso del propio»; recogido además en el artículo 13.2 de la Declaración Universal de Derechos Humanos.

Hago un llamado a la justicia que debe caracterizar el funcionamiento de la institucionalidad, debido al estado de indefensión civil en que me encuentro, junto a decenas de escritores, activistas y colaboradores de medios no oficiales, negados al silencio ante la dramática situación humanitaria que enfrenta la Isla, sin que se avizoren soluciones eficaces desde la administración pública.

La condena ante cualquier escenario de autoritarismo político y colonialismo interno, no implica estar alineado a las posiciones de fuerza imperiales que amenazan la soberanía de los pueblos del Sur, condenan nuestros territorios al subdesarrollo e imponen su voluntad mediante el uso coercitivo y unilateral de la fuerza. Significa estar junto a quienes sufren los efectos abominables de la relegación social, los abusos de poder y la condición privativa de sus derechos humanos.

La justicia y el respeto a las garantías jurídicas deben prevalecer como ideales de emancipación en todo proyecto social histórico que se reivindique revolucionario. De lo contrario, transita por senderos insalvables de disrupción social, que pueden comprometer incluso la propia condición autonómica, soberana e independiente de la nación.

historiador, activista antirracista y militante por el socialismo democrático

Fuente: 
www.sinpermiso.info, 30-11-2025  


viernes, 28 de noviembre de 2025

Sobre la no-inevitabilidad del cambio global al Acceso Abierto: los muros de pago repuntan, los APC se ralentizan pero se afianza, la vía verde cae

Publicado en The Scholarly Kitchen
https://scholarlykitchen.sspnet.org/2025/11/17/the-global-transition-has-already-happened-its-just-not-the-one-you-expected-part-1-of-2/ 



La transición global ya se ha producido, pero no es la que esperabas (Parte 1 de 2)        

                               

Por Rick Anderson

17 de noviembre de 2025


Durante muchos años, el discurso dominante sobre el futuro de la comunicación académica se ha centrado en dos supuestos:


En primer lugar, que cobrar a las personas por el acceso a los productos académicos es moralmente inaceptable y debe erradicarse mediante una transición global hacia el acceso abierto (OA).


En segundo lugar, que esta transición global del acceso de pago al OA es inevitable (aunque no se esté produciendo tan rápidamente como debería). 


Voy a rebatir ambas suposiciones. En la primera parte de este ensayo dividido en dos partes, abordaré la segunda; mañana abordaré la primera, ofreciendo (en forma de «modesto manifiesto») una visión muy diferente del futuro de nuestro ecosistema global de comunicación académica.


En cuanto a la transición global hacia el acceso abierto, parece haberse estancado. En cuanto a su inevitabilidad última, no veo ninguna prueba de ello. Por el contrario, lo que parece que estamos viendo son pruebas continuas y sólidas de una transición muy diferente, que ya ha tenido lugar y que sospecho que se mantendrá en el futuro previsible: una transición de un ecosistema de comunicación académica dominado de forma abrumadora por el acceso de pago a un ecosistema híbrido mucho más diverso en el que coexisten cómodamente una variedad de modelos de acceso abierto y de pago, cada uno de los cuales aporta al sistema un conjunto diferente de fortalezas y debilidades, ninguno de ellos perfectamente equitativo, cada uno de los cuales resuelve algunos problemas mientras crea o perpetúa otros.


El reciente informe de STM sobre la adopción global del acceso abierto ofrece pruebas convincentes que contradicen el discurso generalizado sobre su «inevitabilidad». El elemento central de ese informe es este gráfico:





Hay varios datos interesantes y reveladores aquí. Uno es la buena salud que sigue gozando la publicación de acceso de pago, que, tras un ligero descenso en la cuota de mercado de artículos, reseñas y ponencias de conferencias entre 2014 y 2015, ha ido aumentando lentamente su cuota de mercado durante la década siguiente, creciendo mucho más rápidamente entre 2023 y 2024. En 2024, dos décadas después de la Declaración de Berlín sobre el acceso abierto, los artículos, reseñas y ponencias de conferencias de acceso de pago seguían representando la mayor parte de la producción en estos formatos.


Otro dato interesante es el creciente (¿aunque quizás ralentizado?) dominio de los gastos de procesamiento de artículos (APC) como modelo de negocio que sustenta la producción de artículos, reseñas y ponencias de conferencias de acceso abierto durante el mismo periodo. Mientras que las publicaciones de acceso abierto verde y bronce se mantuvieron durante la mayor parte de la década a un nivel bajo pero constante y en los últimos años han comenzado a descender, las publicaciones de oro han aumentado considerablemente y ahora se acercan a rivalizar con la cuota de mercado de las publicaciones de acceso de pago, aunque, una vez más, los datos recientes sugieren que el acceso de pago puede estar alejándose. Dada la naturaleza cada vez más controvertida del modelo de financiación APC (que, seamos sinceros, no es más que otra manifestación de la publicación de acceso de pago), esta tendencia ha causado una verdadera consternación en la comunidad defensora del acceso abierto. 


Ahora bien, obviamente, este es solo un informe basado en un único conjunto de datos que se centra específicamente en artículos, reseñas y ponencias de conferencias. Pero no conozco ningún dato que sugiera que se esté produciendo un cambio global hacia el acceso abierto en ningún otro sector del mercado editorial (si existe algún dato de este tipo, por favor, compártalo en los comentarios). Tampoco las tendencias globales en materia de políticas y prácticas editoriales ofrecen muchos indicios de un cambio inminente hacia el acceso abierto universal. En Estados Unidos, el único impulso político va en la dirección del acceso público, más que del acceso abierto, y a pesar de la proliferación de declaraciones y políticas institucionales sobre el acceso abierto, prácticamente ninguna institución académica estadounidense exige realmente a su profesorado que publique de forma abierta. En Europa, la cOAlition S sigue alejándose de sus objetivos originales y revolucionarios. China, por el momento, ha mostrado poca inclinación a convertir la publicación abierta en un requisito para sus investigadores, y el programa One Nation One Subscription, recientemente instituido en la India, representa la institucionalización nacional no del acceso abierto, sino de la hibridación, ya que el gobierno nacional paga las cuotas de suscripción y suscribe los APC en revistas seleccionadas.


¿Significa todo esto que el movimiento por el acceso abierto ha fracasado? No, si el objetivo del movimiento es el crecimiento y la proliferación del acceso abierto, ya que en ese sentido ha sido un gran éxito. Si, por el contrario, el objetivo del movimiento es el acceso abierto obligatorio y universal, entonces es difícil vislumbrar el éxito en el horizonte.


Pero, ¿es el acceso abierto obligatorio y universal un objetivo que debemos adoptar?


Mañana ofreceré algunas reflexiones al respecto en mi publicación.

MÉXICO: revistas depredadoras nativas

Publicado en Educación Futura
https://www.educacionfutura.org/culto-al-paper/?fbclid=IwY2xjawOHFPlleHRuA2FlbQIxMABicmlkETE3Y1lkdEZFQmZTNU9tWkF1c3J0YwZhcHBfaWQQMjIyMDM5MTc4ODIwMDg5MghjYWxsc2l0ZQEyAAEeAyjMXt-fmQf6tptSbwgH0OiG-biqZTuaHRCUqBWAzQ8KTi7Uppn1sXyW4gQ_aem_VpoCDN0oFLsOkOQiMzPvEQ 





Del culto al paper al mercado de las revistas depredadoras

Juan Carlos Castellanos Ramírez


por Pluma invitada  7 noviembre, 2025


Producir papers se ha convertido en una obsesión en la vida académica de las universidades. No importa qué ni cómo; el fin justifica los medios. Tal parece que pertenecer al Sistema Nacional de Investigadoras e Investigadores (SNII) se ha convertido en el santo grial del reconocimiento académico, y las publicaciones son los pases de acceso para formar parte de este grupo selecto.

El fetiche por publicar se ha superpuesto al deseo por investigar, aprender y generar conocimiento. En muchos casos, esta fiebre se alimenta de los programas de estímulos económicos, que resultan atractivos ante las condiciones laborales precarias de buena parte del profesorado universitario (Galaz, 2019). En otros, el impulso proviene del afán de obtener renombre dentro de la institución y poder pronunciar la gran frase: “Soy SNII”, expresión que denota una distinción dentro del gremio académico y que, como hace notar Gil Antón (2013), funciona como un marcador de selectividad o, incluso, como señala Flores (2022) parece alardear una especie de superioridad genética entre académicos.

Por precariedad salarial o por vanidad, lo cierto es que hoy en día muchos/as académicos/as aspiran a llegar bien vestidos a la fiesta, luciendo sus publicaciones como accesorios de distinción ante el anfitrión. Poco importa si las prendas son robadas, prestadas, rentadas o compradas: a fin de cuentas, lo que se juzga desde el punto de vista del anfitrión es la apariencia representada en métricas, índices y puntajes dentro de un sistema mercantil de la ciencia.

Aunque podría pensarse que un aumento en la cantidad de artículos publicados implica mayor progreso científico, la evidencia sugiere lo contrario. La avalancha de papers en distintos campos no necesariamente acelera el avance del conocimiento; incluso puede ralentizarlo cuando las ideas se repiten, carecen de originalidad y presentan inconsistencias metodológicas. Un estudio de Chu y Evans (2021) demostró que el incremento de publicaciones no conduce a una renovación de las ideas, especialmente cuando proliferan editoriales dudosas que operan más bajo la lógica del mercado que bajo la lógica del avance del conocimiento. En medio de esa avalancha, identificar trabajos verdaderamente consistentes se vuelve tan difícil como buscar una aguja en el pajar.

Las políticas científicas vigentes privilegian la cantidad sobre la profundidad. Ya no hay espacio para investigaciones de largo aliento; ahora todo debe producirse rápido, porque en las métricas institucionales cuenta más la cantidad de artículos publicados que la solidez de los hallazgos. Publicar mucho y pronto es la vía más segura hacia el ascenso, el dinero extra y el reconocimiento disfrazado de mérito.

Hace unos meses, Romero (2025) apuntaba en este mismo portal de Educación Futura el crecimiento desmesurado que ha tenido el SNII. También, los datos de Contreras, Antón y Altonar (2022) muestran que de 2002 a 2018 el sistema pasó de 9,198 a 28,133 miembros, lo que representa un aumento de 211.3%. De acuerdo con cifras de la extinta CONAHCYT, entre 2018 y 2024 se alcanzó un récord histórico: un crecimiento de 240%. En tan solo seis años, el sistema creció más que en los 16 anteriores. Aunque estas cifras parecieran reflejar el compromiso de la 4T con una visión humanística de la ciencia, también pueden ser síntoma de una falta de claridad en los criterios de evaluación, donde todo se vuelve una moneda al aire.

En los últimos años hemos visto salir del SNII a académicos/as con trabajos robustos y, en contraparte, también hemos visto ascender a otros/as con investigaciones dudosas, amparadas por publicaciones en editoriales depredadoras; ¿cómo están incidiendo estas editoriales en las cifras del SNII?.

La necesidad por publicar ha generado un mercado cautivo. Las revistas depredadoras proliferan porque hay una demanda ansiosa de visibilidad académica. Así se acumulan papers sin debates de fondo ni aportaciones originales. Por eso, aunque el número de investigadores/as reconocidos/as crece, el avance científico no necesariamente acompaña el aumento. En esta lógica de “publicar o morir”, lo que cuenta no es la originalidad o la rigurosidad, sino la velocidad y la cantidad.

En este mercado del conocimiento, las editoriales depredadoras se presentan como salvadoras de la urgencia académica. Pero la pregunta que persiste es incómoda, ¿al publicar en estas revistas se gana prestigio o desprestigio?; la respuesta se diluye entre la necesidad y la ingenuidad. Lo cierto es que, mientras los investigadores buscan reconocimiento, las empresas que operan bajo la máscara de la ciencia están listas para ofrecer una mano amiga… a cambio de una cuota.

Así operan las revistas depredadoras en México”

El ecosistema de comunicación científica ha experimentado cambios importantes en los últimos años, pasando de un modelo de suscripción (pagar por leer) a un modelo de acceso abierto. Si bien este cambio ha permitido democratizar el conocimiento y ampliar la visibilidad de la producción académica, también ha propiciado el surgimiento de editoriales depredadoras, cuyo propósito principal no es exactamente la difusión del conocimiento científico, sino obtener beneficios económicos a costa de las necesidades de los/as investigadores/as y vacíos del sistema de evaluación científica en México.

El avance de las revistas depredadoras en México no solo pone en evidencia las debilidades del sistema editorial y de evaluación científica, sino también una forma de crisis cultural en la producción del conocimiento. Lo preocupante no es únicamente que existan estas editoriales, sino que hayan encontrado un terreno fértil donde prosperar: un entorno académico donde publicar se ha vuelto sinónimo de existir y donde el reconocimiento se mide más por el número de artículos que por la solidez de las ideas.

En los últimos meses he reunido evidencia sobre algunas editoriales depredadoras que actualmente operan en el país. De ellas retomaré un caso que ilustra la forma en que este tipo de negocios se ha infiltrado en el ámbito académico nacional. Por razones éticas y de confidencialidad me reservaré el nombre de la editorial, aunque probablemente quienes se desenvuelven en el mundo universitario reconocerán algunos de estos rasgos.

Se trata de una editorial particularmente influyente en el campo de la educación, que en su momento logró engañar incluso al extinto CONACYT, llegando a formar parte del antiguo padrón de revistas de calidad. Esa inclusión, aunque temporal, le otorgó una apariencia de prestigio que impulsó su crecimiento desde 2017. Hoy, pese a que dicho padrón ya no existe, la editorial sigue promocionándose como integrante de aquel registro, lo que le permite mantener un flujo constante de autores/as que buscan visibilidad académica.

Esta editorial, auspiciada bajo la figura de una asociación civil, actualmente opera 11 revistas. En todas ellas, la cuota de publicación está vinculada con el número de autorías: un autor paga 6,000.00 pesos, dos autores 10,500.00 pesos, tres autores 13,500.00 pesos, cuatro autores 17,500.00 pesos y cinco autores 20,500.00 pesos.

El problema, desde luego, no radica en el costo, pues algunas revistas legítimas también cobran cuotas de publicación, sino en la ausencia de procesos editoriales reales. La revisión por pares, núcleo del rigor científico, es meramente formal: los dictámenes se emiten en lapsos improbables, no hay trazabilidad de los evaluadores y, en muchos casos, ni siquiera se conservan los reportes de revisión. El resultado es una ganancia anual de aproximadamente 2,500,000 pesos, así como una avalancha de artículos publicados sin control de calidad ni rigor metodológico.

La comparación con una revista académica consolidada permite dimensionar la magnitud del problema. Por ejemplo, la Revista Electrónica de Investigación Educativa (REDIE), publica entre 25 y 30 artículos al año, luego de exhaustivos procesos de revisión que pueden extenderse durante varios meses. En contraste, la editorial depredadora produce entre 200 y 250 artículos anuales, aproximadamente siete veces más que una revista académica legítima, pero sin garantizar ningún criterio de rigor científico. La diferencia en los tiempos de publicación y en la cantidad de artículos publicados deja entrever que detrás del supuesto dinamismo editorial se oculta un negocio basado en la rapidez y la complacencia.

Esta misma editorial ha desarrollado una estructura comercial diversificada que amplía sus fuentes de ingreso. A lo largo de 2025, por ejemplo, en un solo mes organizó seis congresos en los que se ofrecían diferentes planes de participación. El “plan platino”, con un costo de 3,500.00 pesos, incluía una ponencia y la publicación del artículo; el “plan oro”, de 7,500.00 pesos, garantizaba dos publicaciones.

También, dentro de su mercado operan seminarios de producción académica en donde se garantiza la publicación de artículos en sus propias revistas. De acuerdo con los datos que se exhiben en el sitio web de la revista, el costo del seminario es de 6,000.00 pesos y cuentan con una cartera de 290 clientes, lo que permite calcular un ingreso cercano a 1,700,000 pesos. A ello se suma la oferta de “posdoctorados en educación”, que también están asociados a la publicación de artículos, en el mismo sitio de la revista se declaran los costos y cantidad de participantes, sobre el cual podemos estimar una ganancia aproximada de 5,000,000 pesos.

Este conjunto de actividades revela claramente una estructura comercial, capaz de sostenerse económicamente gracias a la venta de visibilidad académica y los vacíos del sistema de evaluación científica en México.

Las razones de los/as académicos/as por publicar en revistas depredadoras pueden ser muy diversas: en algunos casos predomina el desconocimiento sobre los riesgos de publicar en revistas falsas; en otros, la presión institucional por cumplir indicadores de productividad o la búsqueda de ascensos rápidos. No obstante, también existe un sector que participa de manera deliberada, priorizando el ensanchamiento de su currículum y cuya carrera académica se ha forjado a través de su participación en tales revistas. En todos los casos, la demanda sostenida alimenta el crecimiento del negocio editorial depredador.

Las consecuencias de esta maquinaria son profundas, ya que cada artículo publicado sin revisión rigurosa debilita la credibilidad del sistema científico nacional y erosiona la confianza social en la investigación. Además, distorsiona los indicadores de productividad, genera una falsa percepción del desempeño institucional y dificulta la evaluación justa de los investigadores e investigadoras. Lo que estas editoriales venden no es más que un atajo para obtener los indicadores y el reconocimiento como miembro del SNII, poniendo en desventaja a quienes eligen difundir los hallazgos de sus investigaciones en revistas confiables y comprometidas con la integridad científica.

Referencias:

Contreras, L., Gil, M., y Altonar, X. (2022). Las investigadoras en el Sistema Nacional de Investigadores: Tan iguales y tan diferentes. Revista de la Educación Superior, 51(201), 51-72. https://resu.anuies.mx/ojs/index.php/resu/article/view/2020

Chu, J. y Evans, J. (2021). Slowed canonical progress in large fields of science. Proceedings of the National Academy of Sciences of the United States of America, 118(41), e2021636118. https://doi.org/10.1073/pnas.2021636118

Flores, P. (2022). Escolaridad, SNI y diezmo. Educación Futura. https://www.educacionfutura.org/escolaridad-sni-y-diezmo/

Galaz, F. (2019). El SNI y las instituciones públicas de educación superior. Educación Futura. https://www.educacionfutura.org/el-sni-y-las-instituciones-publicas-de-educacion-superior/

Gil, M. (2013). La monetarización de la profesión académica en México: Un cuarto de siglo de transferencias monetarias condicionadas. Espacios en Blanco, 23, 157-186. https://www.redalyc.org/pdf/3845/384539805008.pdf

Romero, J. (2025). Academia mexicana: entre endogamia y colonización. Educación Futura. https://www.educacionfutura.org/academia-mexicana-endogamia/


FRANCIA: CNRS cancela Web of Science y desiste de sus indicadores de impacto. Apuesta por OpenAlex

Publicado en National Centre for Scientific Research (CNRS) https://www.cnrs.fr/en/update/cnrs-breaking-free-web-science   El CNRS se libera...