martes, 18 de abril de 2023

USA: amenazan con desaparecer las bibliotecas públicas

Publicado en La Jornada
https://www.jornada.com.mx/2023/04/14/cultura/a04n1cul



Amenazan con desaparecer las bibliotecas públicas en EU

Esta semana, legisladores de Misuri aprobaron eliminar el presupuesto para ese rubro // Además de retirar títulos de estanterías, la ley estatal castiga a docentes y encargados de librerías con cárcel o multas por facilitar material con contenido prohibido


Reyes Martínez Torrijos
 
Periódico La Jornada
Viernes 14 de abril de 2023, p. 4


La Cámara de Representantes de Misuri aprobó el martes pasado eliminar del presupuesto del estado los recursos para las bibliotecas públicas en esa entidad, en un episodio más de la guerra cultural que sostienen grupos conservadores que en los recientes meses se han dedicado a prohibir libros en Estados Unidos.

Organizaciones civiles que se oponen a ese embate sostuvieron que la desaparición de 4.5 millones de dólares para las bibliotecas públicas es una represalia por la demanda contra una ley estatal aprobada en 2022 que ha resultado en el enjuiciamiento de bibliotecarios y otros educadores que dieron acceso a libros a los estudiantes.

Aunque el presupuesto todavía tiene que pasar por la aprobación del Senado estatal y la oficina del gobernador de Misuri, es un hecho el peligro en el que se halla el financiamiento gubernamental para las bibliotecas ubicadas principalmente en áreas rurales.

Además, la Unión Estadunidense de Libertades Civiles de Misuri (ACLU-MO, por sus siglas en inglés), la Asociación de Bibliotecarios Escolares de Misuri (AML, por sus siglas en inglés) y la Asociación de Bibliotecas de Misuri (MLA, por sus siglas en inglés) presentaron una demanda para anular una ley estatal aprobada en 2022 que prohíbe material sexualmente explícito en las escuelas.

Sostienen que los distritos escolares no sólo han estado retirando libros de sus estanterías, sino que se han fincado cargos a bibliotecarios y docentes, castigándolos hasta con un año de cárcel o una multa de 2 mil dólares por facilitar dicho material.

Según el diario británico The Independent, PEN America informó que esa norma recién aprobada orilló al retiro de forma preventiva por temor a que los activistas de derecha presenten demandas judiciales contra ellos, lo que supondría una pérdida de dinero. Entre agosto y noviembre, las autoridades estatales prohibieron más de 300 libros en al menos 11 distritos escolares.

Las amenazas a las bibliotecas de Misuri se han replicado en legislaturas estatales y los gobiernos locales de todo Estados Unidos, con campañas de activistas contra títulos vinculados a personas LGBT o materiales que hablan de sexualidad y representaciones honestas de racismo y discriminación, reportó el rotativo.

Con base en información del portal EveryLibrary, se detalla que este año hay más de 100 proyectos de ley en las asambleas legislativas de al menos 31 estados de ese país que amenazan con recortar los presupuestos de muchas bibliotecas, para “implantar sistemas de clasificación de libros, regular el tipo de libros y materiales de sus colecciones y modificar las definiciones de obscenidad que prevalecen sobre las protecciones de la Primera Enmienda”.

Hace unos días, la MLA difundió un comunicado en el que rechaza el recorte propuesto por el presidente del comité de presupuesto, el republicano Cody Smith, debido a que, según su opinión, la ayuda estatal enviada a los 160 distritos de bibliotecas en Misuri se estaba gastando para financiar el litigio contra el estado.

La organización aclaró que la ayuda estatal a las bibliotecas se dirige a proporcionar colecciones relevantes, programas basados en la alfabetización y recursos tecnológicos a sus comunidades. Nuestras bibliotecas rurales son las que más dependen de este financiamiento para servir a sus comunidades, y se verán perjudicadas por este drástico recorte presupuestario.

Por su lado, la ACLU-MO declaró que tomar represalias contra dos organizaciones privadas, dirigidas por voluntarios, castigando a los usuarios de las bibliotecas públicas de Misuri es aborrecible, y pidieron que no se cargue a los gobiernos locales con un esfuerzo equivocado para silenciar a las organizaciones que se oponen a la extralimitación de la legislatura.

Vetan temas LGBT y de diversidad

La revista Vice reportó que además de Misuri, hay estados donde varias iniciativas contra la obscenidad “se convirtieron en leyes el año pasado, incluidos Oklahoma y Tenesi. Se ha vuelto más fácil para un adulto impugnar libros con representación de LGBT y diversidad.

La semana pasada, la Asociación Estadunidense de Bibliotecas (ALA, por sus siglas en inglés) publicó datos que muestran que en 2022, la cantidad de impugnaciones contra libros casi se duplicó, y 32 por ciento de todas ellas incluyeron múltiples títulos.

Otro ejemplo de la guerra que grupos conservadores han emprendido contra el libro es que en Texas, funcionarios del condado de Llano consideran planes para cesar las operaciones por completo en su sistema de bibliotecas, después de que un juez ordenara a uno de esos recintos que devolviera los libros que había retirado.

Entre los títulos eliminados de las estanterías de esa biblioteca por empleados del condado se encuentran They Called Themselves the KKK: The Birth of an American Terrorist Group, de Susan Campbell Bartoletti; tres libros de la serie I Need a New Butt!, de Dawn McMillan; títulos de Maurice Sendak, y un libro titulado It’s Perfectly Normal: Changing Bodies, Growing Up, Sex, and Sexual Health, así como libros infantiles ilustrados.

En defensa de los bibliotecarios y las bibliotecas frente a una oleada de amenazas legislativas el mes pasado, Lessa Kanani’opua Pelayo-Lozada, presidenta de la ALA condenó a la minoría ruidosa que aviva “las llamas de la controversia en torno a los libros.

Muchos trabajadores de bibliotecas se enfrentan a amenazas a su empleo, a su seguridad personal y, en algunos casos, a amenazas de enjuiciamiento por proporcionar libros a los jóvenes que ellos y sus padres quieren leer.

Pelayo-Lozada concluyó: Nuestra nación no puede permitirse perder a los trabajadores de las bibliotecas que impulsan a sus comunidades y salvaguardan nuestra libertad de leer.


lunes, 17 de abril de 2023

ALyC: problemas por la alta rotación de ministros de ciencia

Publicado en SciDevNet
https://www.scidev.net/america-latina/news/alta-rotacion-de-ministros-de-ciencia-un-factor-que-afecta-al-sector/?utm_source=SciDev.Net&utm_medium=email&utm_campaign=13880866_2023-04-17%20Weekly%20Email%20Digest%20-%20Am%C3%A9rica%20Latina%20y%20el%20Caribe%20Template.%20For%20no%20topic%20preferences&dm_i=1SCG,89IJM,665LFG,XYC4M,1




17/04/23
Alta rotación de ministros de ciencia, un factor que afecta al sector
De un vistazo
  • En Chile, en poco más de 400 días, tres ministros de Ciencia y Tecnología han ocupado la cartera
  • Pero no es el único país latinoamericano con una alta rotación de ministros del sector
  • Constantes cambios son otra evidencia de poca importancia que el poder político da a la ciencia



[SANTIAGO DE CHILE] Los cambios constantes de ministros de Ciencia y
Tecnología son un factor adicional que contribuye a darle inestabilidad a las
políticas científicas y generan incertidumbre en los sectores involucrados,
según especialistas latinoamericanos en gestión pública de la ciencia
consultados por SciDev.Net.

Por ejemplo en Chile, en poco más de 400 días que lleva el régimen del 
presidente Gabriel Boric se han cambiado tres ministros de Ciencia, Tecnología,
Conocimiento e Innovación.

El último ocurrió el 10 de marzo pasado, cuando nombró a la abogada Aisén
Etcheverry, quien se desempeñaba hasta entonces como presidenta del Consejo
Nacional de Ciencia, Tecnología y Conocimiento e Innovación, cargo que ha sido
asumido por la removida ministra Silvia Díaz.

“Preocupa que cada persona que ocupa este cargo implementa nuevas medidas
lo que necesariamente conlleva una gran inestabilidad en el sistema. Más aún
considerando que con cada ministro o ministra se establece un diálogo, se llega a
acuerdos con la comunidad científica, pero todo queda en nada al cambiar la
 autoridad”, comenta a SciDev.Net Cecilia Hidalgo, presidenta de la Academia de
Ciencias de Chile
.

Pablo Astudillo, biólogo fundador del movimiento Más Ciencia Para Chile
y uno de los científicos que trabajó activamente para la creación del ministerio,
considera negativo que haya una rotación tan alta de ministros en una cartera
tan nueva (comenzó a operar en octubre de 2019).

“Los científicos seguimos viviendo una situación tan crítica como cuando todavía
no existía un ministerio y eso me parece que es grave porque si tu objetivo es
poner la ciencia al servicio del desarrollo me parece que es muy evidente que
en primer lugar necesitas una ciencia que movilizar para lograr tus objetivos”, opina.

Astudillo considera que el ministerio ha tenido un foco muy disperso en distintas
iniciativas: “aparece en distintas mesas liderando distintas políticas pero no se
preocupa de su ámbito sectorial y, por lo tanto, esto nos lleva a un segundo
problema: que se está depositando mucha expectativa en lo que puede hacer
el Ministerio de Ciencia y quizás no se está aprovechando que sean los ministerios
 sectoriales los que aprovechen los conocimientos científicos que pueda movilizar
el ministerio para sus propios objetivos”.

Por su parte Andrés Couve, quien fue el primer titular de la cartera en Chile durante
 el gobierno de Sebastián Piñera (2019-2022), opina que “promover la ciencia y la
 tecnología y su rol en el desarrollo del país realmente tienen que ser política de
 Estado porque es un desafío de largo plazo. La investigación científica y su
transferencia son transiciones que son lentas porque el conocimiento científico
demora en generarse”.

“No conozco las razones por las cuales los ministros recientes han durado poco.
Creo que siempre en los gobiernos, en los gabinetes hay razones para hacer
cambios que generalmente son complejas, son equilibrios políticos muchas veces”,
señala Couve a SciDev.Net en conversación telefónica.

Tras recordar que estos son cargos de exclusiva confianza del Presidente de
la República añade que estos cambios “afectan significativamente la continuidad
de una política científica. Lo que sí puedo decir es que no es lo que necesitamos”,
señala Couve, quien actualmente volvió a sus labores como docente en la facultad
de Medicina de la Universidad de Chile.

Más allá de los cambios de ministros

Y si bien el de Chile es un caso extremo, no es la excepción en Latinoamérica,
donde también se han presentado casos similares en Brasil y Costa Rica en
los últimos años.

Para Helena Nader, presidenta de la Academia Brasileña de Ciencias, la alta
rotación ministerial influye en el sector, pero es solo una parte del problema y
no solo de Brasil sino de toda la región.

En su país, desde la creación del ministerio, en 1985, han pasado por el cargo
24 ministros, un promedio de un ministro cada 1,5 años. Muy pocos titulares se
mantuvieron en esa cartera por más de tres años, mientras que 18 no alcanzaron
a permanecer un año. En el caso de Costa Rica, el ministerio se creó en 1990
y desde entonces han pasado por el cargo 16 ministros. El promedio en el cargo
es de 2 años.

Para Nader, el verdadero problema es que más allá de la alta rotación, los
científicos “todavía no estamos siendo considerados por los que están en el poder.
Ellos no ven a la ciencia como algo relevante”.

“Muy a menudo el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación es uno de
los últimos en elegir a su ministro. No se considera importante”, afirma Renato
Janine Ribeiro, quien fue ministro de Educación de Brasil en 2015 y actualmente
preside la Sociedad Brasileña para el Progreso de la Ciencia (SBPC).

Admite que el ser o no científico no necesariamente define si un ministro será
bueno o malo, ya que ha habido políticos que han sido muy buenos ministros de
ciencia.

Nader insiste en que más allá del desempeño de un ministerio lo que importa es
que los representantes de la ciencia sean bien considerados y comenta que
Estados Unidos no tiene un ministro de Ciencia, pero sí un asesor de alto nivel
el presidente, e instituciones sólidas como la National Academy of Science o
la National Academy of Engineering, con más de 1.000 empleados cada
una prestando apoyo tanto al Congreso como a la Presidencia.

“Nadie piensa allá que la ciencia no es relevante, lo mismo en el Reino Unido
o en la Unión Europea. Acá tenemos ministros, pero no cuentan con el apoyo
necesario”, sentencia.

Este artículo fue producido por la edición de América Latina y
el Caribe de 
SciDev.Net

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USA: agitación por la oleada de huelgas universitarias : univ. de Rutgers, Michigan e Illinois

Publicado en World Socialist Web Site
https://www.wsws.org/en/articles/2023/04/14/univ-a14.html?pk_campaign=newsletter&pk_kwd=wsws 


Continúa la oleada de huelgas universitarias multiestatales en Estados Unidos


Nuestros periodistas


El jueves continuó una fuerte oleada de huelgas universitarias en Nueva Jersey, Illinois y Michigan. Las huelgas en los campus afectan ya a más de 11.000 trabajadores académicos de cinco universidades diferentes, entre ellas: 9.000 profesores y estudiantes de posgrado de la Universidad Rutgers de Nueva Jersey, 260 profesores y empleados de la Governor's State University de Illinois, 1.300 estudiantes de posgrado de la Universidad de Michigan, 450 profesores y empleados de la Eastern Illinois University y 100 profesores y empleados de la Chicago State University.


En cada universidad, los trabajadores académicos y los estudiantes participan en una lucha por reivindicaciones críticas que incluyen aumentos salariales, mejor atención sanitaria, mejores condiciones laborales y seguridad en el empleo. Las huelgas se suman a luchas similares de decenas de miles de trabajadores académicos en la Universidad de California y la Universidad de Temple, así como a una oleada de huelgas y manifestaciones masivas de la clase trabajadora en muchos países del mundo.


Uno de los retos críticos de las huelgas académicas en EEUU es que el talante combativo y el coraje de los trabajadores académicos en huelga van en contra de las maniobras de sus burocracias sindicales y del Partido Demócrata, que intentan limitar y aislar cada huelga.


Seis de las siete huelgas en curso están organizadas por la Federación Americana de Profesores (AFT). Ni una sola vez la dirección de la AFT ha sugerido, por ejemplo, que estas huelgas combinen o movilicen a sectores más amplios de trabajadores y estudiantes. En cada situación, la cuestión de la formación de comités de huelga y de base independientes es fundamental para determinar el curso futuro de la huelga.



Universidad de Rutgers: Los burócratas sindicales y los demócratas de "izquierda" se movilizan para acabar rápidamente con la huelga


En Rutgers, donde tres sindicatos distintos están llevando a cabo la primera huelga en todo el campus en la historia de la escuela, las direcciones sindicales y la administración estatal demócrata del gobernador Phil Murphy están trabajando febrilmente para poner fin a la huelga tan pronto como sea posible. Al mismo tiempo, estos líderes son muy conscientes de que pueden tener dificultades para hacer aprobar cualquier acuerdo de claudicación.


Las direcciones sindicales y la administración universitaria siguen negociando a diario en la oficina del gobernador. El jueves, Catherine Monteleone, presidenta de AAUP-BHSNJ, el sindicato que representa a los profesores que imparten clases en los servicios de salud y a los estudiantes de medicina, expresó la deferencia de los sindicatos hacia la universidad y el estado, declarando a un medio local: "Tenemos que ser respetuosos con las posiciones y el tiempo de cada uno y con el grupo con el que tenemos que hablar. Así que lleva mucho tiempo conseguir que se escuche a todo el mundo y que se planteen los problemas de todo el mundo. Pero no vamos a pisarnos los unos a los otros. Estamos unidos para hacer esto juntos. Así que llevará un tiempo".


En una larga historia de servilismo entre las burocracias sindicales y la dirección, este tipo de comentario es quizá un nuevo mínimo.


El miércoles, el senador demócrata Bernie Sanders publicó un vídeo en Twitter declarando su "apoyo" a la huelga de Rutgers y respaldando la intervención del gobernador Murphy. Aunque Sanders se presenta como un aliado de los huelguistas, su "apoyo" a la huelga y a Murphy es, de hecho, una clara advertencia de que los preparativos para la rendición están muy avanzados.


Hace dos años, la intervención de Sanders en la huelga de estudiantes de posgrado de la Universidad de Nueva York prefiguró de manera similar la venta de la huelga por parte de la dirección del sindicato, en gran parte afiliada a los Socialistas Democráticos de América, un grupo del imperialista Partido Demócrata. También en la huelga de Rutgers, figuras destacadas del DSA, como Eric Blanc, están desempeñando un papel central en el apoyo a los sindicatos.


Universidad de Michigan: Las señales de una AFT vendida contrastan con la militancia de trabajadores y estudiantes


A principios de esta semana (circuit court decision ), una decisión de un tribunal de circuito rechazó de forma concluyente el intento de la Universidad de Michigan de imponer una medida cautelar a los 1.300 estudiantes graduados en huelga. Sin embargo, cada vez hay más indicios de que la dirección del sindicato Graduate Employees' Organization (GEO) está buscando un acuerdo de negociación con la universidad para poner fin a la huelga.


En la asamblea general de afiliados celebrada el miércoles, la mayor parte de la reunión se dedicó a celebrar el fracaso del intento de la universidad de poner fin a la huelga, pero no se planteó ni debatió casi nada sobre la exigencia fundamental de un salario digno y otras reivindicaciones. El GEO exigió inicialmente que la universidad instituyera un aumento del 60% en el primer año académico de un nuevo contrato, con el fin de elevar los salarios de miseria de los estudiantes graduados hasta un "salario digno". Sin embargo, la semana pasada plantearon de repente una segunda oferta "supuesta", mucho más abierta y poco clara, que vinculaba los salarios a aumentos mensuales y a una "prima de verano".


Aunque inicialmente prometieron discutir la naturaleza de esta nueva "suposición" el miércoles, la dirección sólo mencionó brevemente que habrá una votación sobre los planes de compensación en la próxima sesión de negociación del viernes, sin más aclaraciones sobre lo que eso significa concretamente. En la reunión no se reservó ningún tiempo de debate para que los afiliados pudieran discutir lo más ampliamente posible sus planes y estrategias de negociación.


A la mañana siguiente, el GEO envió un correo electrónico en el que informaba de que "el equipo de negociación votará mañana sobre una nueva dirección". Esta "nueva dirección" no se debatió con seriedad en la reunión del miércoles, a pesar de que los afiliados votaron abrumadoramente a favor de mantener la huelga durante la semana siguiente.


La dirección del GEO, bajo la dirección de su sindicato matriz, la AFT, que tiene vínculos institucionales con el Partido Demócrata, ha intentado limitar el alcance y la ampliación de la huelga en todo momento. Ni una sola vez se ha propuesto que el GEO se una a los otros tres sindicatos de la AFT en el campus (los profesores de LEO, los asistentes médicos de UPAMM y los técnicos de diagnóstico de UMAPP) o que movilice a los estudiantes universitarios y a la clase trabajadora en su defensa.


El continuo aislamiento y la supresión de un debate serio sobre la huelga entre las bases están empezando a tener un impacto visible. La reunión de afiliados del miércoles tuvo un notable descenso en la asistencia general con respecto a las reuniones anteriores, y los dirigentes del GEO dijeron que al menos 10 departamentos del campus tenían aproximadamente el 50 por ciento o menos de sus estudiantes graduados en huelga.


Las acciones de la dirección estatal de la AFT de Michigan también indican que se está preparando un posible acuerdo de venta y que se intentará apresurar su aprobación por parte de los afiliados. A principios de esta semana, la AFT envió un breve correo electrónico a sus afiliados docentes de K-12, con muy pocas explicaciones, sobre la convocatoria de una concentración en Ann Arbor el domingo para apoyar la huelga de GEO. Sin embargo, el jueves se envió el mismo correo electrónico, ahora con un logotipo de "cancelado" en el anuncio, sin explicación alguna del motivo.


En una reunión de miembros de la Federación de Profesores de Detroit (DFT) celebrada el jueves, la presidenta de la DFT, Lakia Lumpkins-Wilson, anunció repentinamente que "la huelga de la Universidad de Michigan ha terminado". Afirmó que los estudiantes graduados habían "ganado" un aumento salarial del 60%, con lo que llegarían a 34.000 dólares, lo que de hecho no sería un aumento salarial del 60%. Cuando los afiliados le preguntaron de dónde había sacado esa información, Lumpkins-Wilson se negó a contestar.


Todas las maniobras de los dirigentes de la AFT y del GEO para limitar y reprimir la huelga van en contra del coraje y el ánimo de militancia de los miembros de base. El miércoles y el jueves, el WSWS y varios miembros del IYSSE visitaron los piquetes y hablaron con estudiantes graduados y no graduados sobre la huelga y las cuestiones políticas subyacentes que impulsan la oleada de luchas académicas, incluido el interminable y temerario impulso bélico imperialista del imperialismo estadounidense hacia la confrontación directa con Rusia y China. Se informará más sobre estas discusiones en un próximo artículo del WSWS.


Illinois: Las huelgas amenazan con extenderse


El profesorado y el personal de la Universidad del Noreste de Illinois (NEIU), situada en Chicago, votaron a favor de autorizar una huelga el jueves por un margen del 95 por ciento. El profesorado y el personal de NEIU son miembros de University Professionals of Illinois (UPI) Local 4100, cuyas secciones en Chicago State University (CSU), Governors State University (GSU) y Eastern Illinois University (EIU) están actualmente en huelga contra los bajos salarios y la elevada carga de trabajo.


El profesorado de los cuatro campus ha sufrido años de estancamiento salarial, especialmente a raíz del estancamiento presupuestario del estado entre 2015 y 17 bajo el entonces gobernador Bruce Rauner. Con las universidades operando sin el apoyo del estado, la facultad se vio presionada a aceptar aumentos salariales en o por debajo de la tasa de inflación. El profesorado y el personal de GSU solo recibieron un aumento del 0,7% en 2016, el primer año de su contrato de tres años, y no recibieron aumentos en los dos años siguientes.


Ahora, con una inflación que continúa en niveles altos, los administradores de la universidad están tratando de impulsar aumentos salariales insultantemente bajos que equivaldrían a recortes masivos en los salarios reales de los profesores y consagrarían una reducción a largo plazo de su nivel de vida.

Los administradores de la EIU emitieron un comunicado después de la medianoche del miércoles diciendo que habían hecho su "última, mejor y final" oferta al profesorado y al personal de ese campus y afirmaron que los negociadores sindicales se habían marchado abruptamente. El Presidente de la EIU, David Glassman, había emitido previamente un comunicado en el que afirmaba que el sindicato pedía aumentos salariales del 7% el primer año, del 5% el segundo y tercer año, y del 4% el cuarto, mientras que la universidad ofrecía sólo el 3,75%, el 3% para los años 2 y 3 y el 2,25% para el cuarto año.


Las cuatro universidades han sufrido los devastadores niveles de desinversión en educación superior por parte del Estado de Illinois durante más de dos décadas. El Center for Tax and Budget Accountability publicó recientemente un informe en el que demostraba que, ajustado a la inflación, el gasto estatal en educación superior se redujo casi a la mitad, en 1.800 millones de dólares, con respecto a la cantidad presupuestada en 2020. En 2003, las ayudas estatales representaban el 72% de los ingresos universitarios, mientras que las matrículas y tasas aportaban el 28% restante. Ahora, las matrículas y las tasas representan el 65% de los ingresos universitarios.


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Multi-state university strike wave in the US continues

Our reporters

A powerful wave of university strikes in New Jersey, Illinois and Michigan continued Thursday. The campus strikes now involve over 11,000 academic workers at five different universities, including: 9,000 faculty and graduate students at Rutgers University in New Jersey, 260 faculty and staff at Governor’s State University in Illinois, 1,300 grad students at the University of Michigan, 450 faculty and staff at Eastern Illinois University, and 100 faculty and staff at Chicago State University.


At each university, the academic workers and students are involved in a struggle for critical demands involving wage increases, better health care, improved working conditions and job security. The strikes come on the heels of similar struggles of tens of thousands of academic workers at the University of California and Temple University, as well as a wave of mass strikes and demonstrations of the working class in many countries around the world.

One of the critical challenges in the US academic strikes is that the militant mood and courage of the striking academic workers runs counter to the maneuvers of their union bureaucracies and the Democratic Party, which are seeking to limit and isolate each strike.

Six of the seven strikes taking place are organized by the American Federation of Teachers (AFT). Not once has the AFT leadership suggested, for instance, that these strikes combine or mobilize broader sections of workers and students. In each situation, the issue of the formation of independent rank-and-file and strike committees is most critical in determining the future course of the strike. 

Rutgers University: Union bureaucrats and “left” Democrats move to quickly shut down strike

At Rutgers, where three separate unions are waging the first campus-wide strike in school history, the union leaderships and the Democratic state administration of Governor Phil Murphy are working feverishly to shut down the strike as soon as possible. At the same time, these leaders are keenly aware that they may have a hard time ramming through any sellout agreement.

Union leaderships and the university administration continue to negotiate at the governor’s office every day. On Thursday, Catherine Monteleone, president of AAUP-BHSNJ, the union representing professors who teach health services and medical students, expressed the deference of the unions to the university and state, telling a local outlet, “We have to be respectful of each other’s positions and time and with the group that we have to speak with. So it takes a lot of time to get everybody heard and everybody’s issues there. But we’re not gonna step on each other’s toes. We’re united to do this together. So it will take a while.”

In a long history of obsequiousness between union bureaucracies and management, this type of comment is perhaps a new low. 

On Wednesday, Democratic Senator Bernie Sanders posted a Twitter video declaring his “support” for the Rutgers strike and endorsing Governor Murphy’s intervention. While Sanders presents himself as an ally of the strikers, his “endorsement” of their strike and Murphy is, in fact, a clear warning that the preparations for a sellout are well advanced.

Two years ago, Sanders’ intervention in the NYU graduate student strike similarly prefaced the sellout of the strike by the union leadership, largely affiliated with the Democratic Socialists of America, a caucus of the imperialist Democratic Party. In the Rutgers strike too, leading figures of the DSA such as Eric Blanc are now playing a central role in propping up the unions. 

University of Michigan: Signs of an AFT sellout contrast with militancy of workers and students

Earlier this week, a circuit court decision conclusively rejected the University of Michigan’s attempt to impose an injunction on the 1,300 striking graduate students. Yet there are growing signs that the union leadership of the Graduate Employees’ Organization (GEO) is seeking a sellout accommodation with the university to end the strike.

At a Wednesday general membership meeting, while the bulk of the meeting was devoted to celebrating the failure of the university’s injunction attempt, almost nothing was raised or discussed regarding the critical demand for a living wage, as well as other demands. The GEO initially demanded that the university institute a 60 percent raise in the first academic year of a new contract, in order to bring the poverty-level wages of graduate student workers up to a “living wage.” However, last week they suddenly raised a second, much more open-ended and unclear, “supposal” offer that tied wages to monthly increases and a “summer bonus.”

While initially promising to discuss the nature of this new “supposal” on Wednesday, leadership instead only briefly mentioned that there will be a vote on compensation plans at the next bargaining session on Friday, without any further clarification on what that concretely means. No discussion time was set aside at the meeting for members to have the broadest possible discussion about their bargaining plans and strategies.

An email update was sent out by the GEO the next morning that stated the “bargaining team [will] be voting on whether to go in a new direction tomorrow” [emphasis added]. This “new direction” was not discussed with any seriousness at the Wednesday meeting, despite an overwhelming vote by the membership to continue the strike into the next week. 

The GEO leadership, under the guidance of its parent union the AFT, which has institutional ties to the Democratic Party, has sought to limit the scope and broadening of the strike at every turn. Not once has it even been proposed that the GEO link up with the other three AFT unions on campus (LEO lecturers, UPAMM physician assistants, and the UMAPP diagnostic technicians) or mobilize undergraduates and the working class in its defense.

The continual isolation and suppression of serious discussion about the strike among the rank and file are beginning to have a visible impact. Wednesday’s membership meeting had a noticeable drop in overall attendance from the previous meetings, and the GEO leaders said that at least 10 departments on campus had approximately 50 percent or less of their graduate students on strike.

The actions of the Michigan AFT state leadership also indicate that a possible sellout agreement is being arranged and there will be an attempt to rush it past the membership. Earlier in the week, the AFT sent a brief email out to its K-12 school teacher membership, with very little explanation, of a call for a rally in Ann Arbor on Sunday to support the GEO strike. However, on Thursday the same email was sent around now with a “cancelled” logo through the advertisement, with no explanation as to why.

At a Detroit Federation of Teachers (DFT) membership meeting on Thursday, DFT President Lakia Lumpkins-Wilson suddenly announced that “the university of Michigan strike is over.” She claimed the graduate students had “won” a 60 percent pay raise, getting them to $34,000, which would in fact not be a 60 percent pay raise. When pressed by membership as to where she had received this information, Lumpkins-Wilson refused to answer. 

All of the maneuverings of the AFT and GEO leaders to limit and suppress the strike run counter to the courage and mood of militancy of the rank-and-file membership. On Wednesday and Thursday, the WSWS and several members of the IYSSE visited the pickets and spoke with graduate and undergraduate students about the strike and the underlying political issues driving the wave of academic struggles, including the endless and reckless imperialist war drive by American imperialism towards direct confrontation with Russia and China. More on these discussions will be reported in a forthcoming WSWS article.

Illinois: Strikes threaten to expand

Faculty and staff at Northeastern Illinois University (NEIU), located in Chicago, voted to authorize a strike on Thursday by a 95 percent margin. NEIU faculty and staff are members of University Professionals of Illinois (UPI) Local 4100, whose chapters at Chicago State University (CSU), Governors State University (GSU) and Eastern Illinois University (EIU) are currently on strike against low pay and high workloads.

Faculty at all four campuses have suffered years of stagnating wages, especially in the wake of the state’s budget impasse from 2015-17 under then governor Bruce Rauner. With universities operating without support from the state, faculty were pressured into accepting pay raises at or below the rate of inflation. Faculty and staff at GSU were given only a 0.7 percent raise in 2016, the first year of their three-year contract, and received no raises in the two subsequent years.

Now, with inflation continuing at high levels, university administrators are attempting to push through insultingly low pay raises that would amount to massive cuts in real wages for faculty and enshrine a long-term lowering in their standard of living.

Administrators at EIU issued a statement after midnight on Wednesday saying they had made their “last, best and final” offer to faculty and staff on that campus and claimed that union negotiators then abruptly walked out. EIU President David Glassman had previously issued a statement saying the union was calling for salary increases of 7 percent in the first year, 5 percent in the second and third years, and 4 percent in the fourth, while the university was offering just 3.75 percent, 3 percent for years 2 and 3 and 2.25 percent for the fourth year.

All four universities have suffered from the devastating levels of disinvestment in higher education by the State of Illinois for more than two decades. The Center for Tax and Budget Accountability issued a report recently demonstrating that when adjusted for inflation, state spending on higher education fell almost in half, by $1.8 billion, from its budgeted amount in 2020. In 2003, state support amounted to 72 percent of university revenue, with tuition and fees providing the remaining 28 percent. Now, tuition and fees account for 65 percent of university revenue.


viernes, 14 de abril de 2023

La caída de revistas fraudulentas destapa las vergüenzas de la ciencia ¿española... o mundial?

Publicado en El Confidencial
https://www.elconfidencial.com/tecnologia/ciencia/2023-04-10/caida-revistas-fraudulentas-ciencia-espanola_3606764/


¿CÓMO LO ARREGLAMOS?

La caída de revistas fraudulentas destapa las vergüenzas de la ciencia española

Muchos investigadores, sobre todo de pequeñas universidades privadas, publican trabajos de escasa calidad en revistas que ahora son señaladas por sus malas prácticas

Por José Pichel
10/04/2023 

  Los científicos obtienen financiación, tanto pública como privada, para realizar investigaciones que amplían nuestros conocimientos y contribuyen a solucionar problemas. Los resultados, examinados por otros expertos, se comparten en revistas especializadas. Estas publicaciones sirven, a su vez, para evaluar la calidad del trabajo realizado por los investigadores y concederles nuevos proyectos que les permitan continuar con su carrera científica y aumentar sus contribuciones a la sociedad. Sobre el papel, no parece un mal procedimiento, pero como cualquier sistema, es susceptible de llegar a pervertirse y corromperse. Los ejemplos abundan.

Las revistas cobran barbaridades por la publicación de artículos y por las suscripciones de las universidades y los centros de investigación que los producen, lucrándose con dinero público y alimentándose del trabajo gratis de los científicos que revisan los artículos. Al mismo tiempo, los investigadores se ven presionados para publicar a toda costa, especialmente al inicio de sus carreras, ahogados por sistemas burocráticos tan absurdos como inflexibles que exigen resultados inmediatos en medio de una competencia feroz; y no falta quienes se aprovechan de su situación para vender servicios fraudulentos, como la publicación de estudios falsos que engordan los currículos. El lío es monumental y parece poner en cuestión la forma de crear y compartir conocimiento más sólida y fiable que ha inventado el ser humano. Un caso reciente ilustra muy bien la situación y, además, pone el foco en la ciencia española. 

El pasado 20 de marzo, la Web of Science expulsó a un gran número de revistas de sus listados. Este servicio online de información científica, que pertenece a la empresa Clarivate Analytics, es una colección de bases de datos de referencias bibliográficas y citas de publicaciones periódicas. Además, incluye herramientas destinadas a analizar la relevancia de las revistas científicas, como el Journal Citation Report (JCR). A día de hoy, en la mayor parte de los procesos de evaluación científica en todo el mundo se utiliza otro de sus indicadores más destacados, el factor de impacto, que es el patrón oro para la evaluación de la investigación y los investigadores. No es una novedad que alguna publicación se caiga cada año por distintos motivos, pero esta vez llama la atención que hayan sido 82. Por eso, dos expertos han querido analizar cómo afecta este fenómeno a la ciencia producida en España y han sacado conclusiones realmente jugosas que ya han colgado en internet. 

Los expertos en documentación científica Ángel Delgado Vázquez, investigador de la Universidad Pablo de Olavide de Sevilla, y Rafael Repiso, de la Universidad de Málaga, destacan en su análisis que una de las revistas expulsadas es International Journal of Environmental Research and Public Health (IJERPH), que aglutina el mayor número de trabajos españoles de los dos últimos años y que, además, es la segunda revista del mundo en producción total en el año 2022. Es probable que su amplia temática, que abarca casi cualquier aspecto relacionado con la salud y el medio ambiente, ayude mucho a tener esos resultados. Esta publicación pertenece a la editorial MDPI (Multidisciplinary Digital Publishing Institute), que ya ha sido cuestionada por la calidad de la revisión por pares y criticada por impulsar la cantidad frente a la calidad como una forma de hacer dinero. Un dato llama especialmente la atención y deja en mal lugar a la ciencia española: mientras que en el conjunto de las revistas científicas los artículos firmados por autores españoles no llegan al 3,5%, en el caso de la cuestionada editorial MDPI casi llegan al 11%. 

El coste de publicar un artículo ronda los 1.800 euros, según calculan estos autores, ya que esa información no es pública. De esta manera, el presupuesto que ha destinado España a difundir resultados científicos en las revistas que han sido expulsadas ahora de la Web of Science supera ampliamente los 12 millones de euros en los últimos cinco años, ya que suman más de 7.000 artículos (la inmensa mayoría, en una sola publicación, IJERPH, con 5.437). Todo ese dinero sale de los fondos destinados a proyectos de investigación españoles, tanto de planes nacionales como europeos.

Los responsables de Clarivate han explicado que están usando un sistema de inteligencia artificial para detectar conductas fraudulentas y que han identificado en torno a 500 posibles casos. Por el momento, no han aclarado los motivos por los que han sido expulsadas las 82 revistas de este año, pero el intercambio de citas y el exceso de autocitas, conductas que inflan de manera artificial los indicadores, han sido los más importantes en otras ocasiones. Con el sistema creado para las revistas tradicionales, a más citas promedio, los autores mejoran su reputación. "Por eso, algunas revistas, editoriales y a veces los propios autores deciden tirar por la calle de en medio y generar citas artificiales para posicionarse mejor, principalmente autocitas", explican Delgado y Repiso en declaraciones a El Confidencial

En el documento que han compartido en internet, Delgado y Repiso recuerdan que las malas prácticas, en algunos casos, son bien conocidas y denunciadas, pero van a más en los últimos años. Uno de los párrafos de su análisis resulta especialmente demoledor, cuando resumen la situación asegurando que las revistas fraudulentas como IJERPH "atraen a una legión de investigadores, oportunistas, que bajo la promesa de una revisión fácil y rápida, no dudan en gastar dinero, casi siempre ajeno y público, en blanquear como artículos de impacto trabajos que difícilmente tendrían cabida en las tradicionales revistas de prestigio". 

¿Qué pasa con las pequeñas universidades privadas? 

Pero ¿quiénes recurren a esta vía? Probablemente, esta es la parte que más va a dar que hablar de todo el trabajo. Los autores elaboran una clasificación con las universidades que tienen un mayor porcentaje de producción científica en las revistas expulsadas y todas siguen un patrón: las cinco primeras son pequeñas y privadas, "con poco músculo científico", aclaran, "las que suelen ocupar las últimas posiciones en los rankings", si es que aparecen: la Universidad Pontificia de Salamanca, la Universidad Internacional de Valencia, la Universidad Europea del Atlántico, la Loyola de Andalucía y la Europea de Madrid.

Si vamos al número total de artículos publicados, ya aparecen universidades públicas (Granada, Valencia, Extremadura, Sevilla y Almería), aunque en alguno de estos casos el dato es poco significativo, debido a que se trata de instituciones que publican mucho y el porcentaje de su producción en IJERPH es realmente pequeño con respecto al total. En cualquier caso, las que salen mejor paradas porque casi no publican en esta revista son las tres grandes universidades de Cataluña (Politécnica, Autónoma y Barcelona) junto con la Universidad de La Laguna y la Universidad de Navarra. 

¿Qué nos revelan estos datos? Según los autores, ha habido universidades privadas que han comenzado a investigar y publicar masivamente de manera muy reciente. El motivo es que están presionadas por la legislación más nueva (sobre todo, por el Real Decreto 640/2021, de 27 de julio, de creación, reconocimiento y autorización de universidades y centros universitarios). "Establece condiciones muy estrictas en cuanto a resultados de investigación para poder conceder o retirar autorizaciones para poder expedir títulos universitarios", comentan. Por eso, no investigar y no demostrar que lo están haciendo amenaza su negocio. El problema es que "una estructura científica productiva no se crea de la noche a la mañana, por lo que hay una gran tentación de utilizar atajos para tener resultados rápidos", opinan Delgado y Repiso. En todo caso, tanto estas como algunas de las públicas que señala su estudio "son centros pequeños donde quizá la producción en determinadas revistas se diluye menos entre el total de la producción", recuerdan. 

La clave del problema y las soluciones 

Al margen de este caso puntual que afecta a ciertas instituciones, lo cierto es que se ha establecido un círculo perverso: los investigadores consiguen fondos públicos, invierten gran parte de ellos en publicar trabajos de escasa calidad con los que financian revistas fraudulentas, lo que a su vez les permite avanzar en su carrera. Sin embargo, no realizan aportaciones relevantes a la ciencia. ¿Dónde está el punto clave? Los expertos creen que en la evaluación. Los investigadores sufren una gran presión por publicar y una alta competitividad para conseguir puestos estables. A partir de ahí, "algunos buscan su particular dieta milagro en ciertas revistas". Para ello usan tanto fondos públicos como fondos propios (no todos los investigadores tienen financiación adicional, sobre todo aquellos que están comenzando). Siguiendo con la metáfora, "algunas publicaciones prometen perder peso sin pasar por el gimnasio", es decir, que tienen "una baja tasa de rechazo, tiempos de revisión y publicación muy por debajo de la media, entre otros factores". Para alguien que tiene prisa "es una oferta excelente", aseguran. Por otra parte, "en España apenas se persiguen los deméritos científicos, y al no tipificarse y penalizarse se están incentivando". Publicar es parte esencial del trabajo científico. (Reuters) 

El llamado publish or perish (publicar o perecer) es un problema mundial, "aunque en España la presión es más por publicar en determinadas revistas que por publicar mucho", destacan los autores del análisis. En ese sentido, tanto IJERPH como otras revistas abren una puerta a publicar en el grupo de revistas "escogidas", con "tiempos de revisión más rápidos y con una tasa de aceptación más alta, lo que las hace muy atractivas". 

¿Qué pasará con los artículos expulsados de la base de datos de la Web of Science? "Con la normativa actual española, seguirán siendo valorados, puesto que esta revista permanece en posiciones destacadas de Scopus", otro producto análogo que también se usa como referente en la evaluación. En cualquier caso, los autores del análisis se felicitan de que hace pocos días la Aneca (Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad y Acreditación) se ha adherido a las declaraciones de DORA y CoARA, que "priorizan evaluaciones más profundas, relativizadas a los trabajos científicos". ¿Será esta la solución? En realidad, aún no se sabe qué cambios prácticos va a tener esto en las actuales evaluaciones. 

Más allá del problema de la evaluación de los investigadores, Delgado y Repiso hacen otra propuesta: recuperar las riendas en los canales de publicación de resultados, esto es, "dotarse de plataformas que permitan comunicar la ciencia con un menor coste para todo". En ese sentido, "tenemos que ser proactivos e invertir en nuestras revistas, y no solo en la edición, sino también en el control de la calidad de las mismas". Las revistas españolas "deben ser una alternativa a los grandes monopolios editoriales", aseguran, una tarea para la que "tenemos los equipos humanos, pero nos faltan los recursos". 

En cualquier caso, a pesar de todos los problemas, el sistema de publicaciones que sustenta la actividad científica sigue más vivo que nunca. "Vivimos, si acaso, tiempos de ajuste", admiten. "Se están produciendo y se van a producir cambios significativos, pero tienen más que ver con adaptar el sistema para que siga cumpliendo su verdadero fin, el de diseminar el conocimiento científico y permitir la conversación entre investigadores y el avance de la ciencia". De hecho, las revistas científicas tradicionales salen reforzadas de ciertas polémicas. "La inmensa mayoría de editoriales y publicaciones aplican procesos editoriales exquisitos y no hay que olvidar que son los propios científicos, mediante la evaluación por partes, los verdaderos garantes de la calidad de lo publicado. El prestigio es un intangible muy preciado para las revistas científicas, en algunos casos han tardado décadas en adquirirlo, por eso es mucho más difícil que lo pierdan", añaden.  

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Publicado en THE Times Higher Education https://www.timeshighereducation.com/news/corrupting-chatgpt-use-polarises-peer-reviewers   Quemadlo...