lunes, 21 de julio de 2025

8 principios de la edición académica

Publicado en International Science Council
https://es.council.science/blog/research-publishers-eight-principles/?utm_source=ISC&utm_medium=email&utm_campaign=20250701-MU 



Para cumplir su papel vital en el ecosistema de investigación, los editores deben seguir estos ocho principios
 

Este artículo fue publicado originalmente por Katina. En él, Geoffrey Boulton analiza la importancia del acceso abierto, la revisión por pares y la rendición de cuentas en las publicaciones científicas.


En 1946, Jawaharlal Nehru, el primer ministro de la India independiente, escribió sobre la importancia de lo que él llamó el "temperamento científico": "la disposición a cambiar conclusiones previas ante nuevas evidencias, la confianza en hechos observados y no en teorías preconcebidas". Es un temperamento que ha sustentado muchos, probablemente la mayoría, posiblemente todos los avances creativos humanos. Es esencial para la capacidad de la humanidad de afrontar los desafíos globales contemporáneos del colapso ecológico, el cambio climático antropogénico, el potencial y la amenaza de la IA, la necesidad de un acuerdo multinacional sobre armas nucleares y el imperativo del desarrollo sostenible. Estos son desafíos que, más que nunca, requieren el temperamento aventurero y, a la vez, crítico de la ciencia. (El término "ciencia" se utiliza aquí para referirse no solo a las ciencias naturales, sino también a la investigación en ciencias sociales, muchas áreas de las humanidades, la medicina y la ingeniería; en otras palabras, a todas las disciplinas que se promueven en una universidad).

La ciencia se ocupa de los mismos fenómenos que han desafiado la imaginación humana desde tiempos remotos, pero expresados ​​y evaluados de maneras que la convierten en una forma especial de conocimiento. Las vías que conducen a afirmaciones de nuevo conocimiento científico son muchas y diversas, racionales o empíricas, experimentales u observacionales. Sin embargo, en última instancia, todas deben cumplir la misma prueba: que Las afirmaciones de conocimiento y la evidencia en la que pueden basarse se ponen ampliamente disponibles y se prueban formalmente frente a la realidad y la lógica a través de procesos de escrutinio sostenido y organizado..

Para que una actividad se considere ciencia, debe cumplir estos requisitos. La ciencia es una forma de trabajar, un proceso, no un resultado; es más un verbo que un sustantivo. Es una vía por la cual se identifica y rechaza el error, en lugar de establecer la verdad. La apertura al escrutinio escéptico es la base de la llamada «autocorrección científica», expresada elocuentemente, con palabras que a menudo... atribuido a Albert Einstein que “mil experimentos no pueden demostrar que tengo razón, pero un solo experimento puede demostrar que estoy equivocado”.

Las ideas que no superan este escrutinio, ya sea antes o después de su publicación, no logran perdurar en el registro científico. Son simplemente hipótesis fallidas, que pueden o no ser modificadas y resucitadas posteriormente para superar la prueba. La lógica inflexible de la ciencia es que sus conclusiones son provisionales, ya sea que afirmen reflejar fenómenos dependientes o independientes del tiempo. Es una perspectiva evocada por Arthur Koestler (1967), quien escribió: «El progreso de la ciencia está sembrado, como un antiguo sendero en el desierto, con los esqueletos blanqueados de teorías descartadas que alguna vez parecieron poseer vida eterna». La ciencia admite sus incertidumbres, a diferencia de muchos en la vida política y en el clamor del debate público, que afirman tener certeza. Voltaire (1770/2017) reconoció el dilema cuando escribió que, si bien la incertidumbre es incómoda, la certeza es absurda. En palabras que Berthold Brecht (1952/1994) puso en boca de Galileo, “el objetivo de la ciencia no es abrir la puerta a la sabiduría infinita, sino poner un límite al error infinito”.

La rápida circulación global de ideas a través de la publicación ha desempeñado y seguirá desempeñando un papel central e indispensable en el proceso científico. En reconocimiento de ello, el Consejo Científico Internacional Estableció ocho principios para publicaciones que son esenciales para servir bien a la ciencia (2023).

Ocho principios para la publicación científica
  1. Debería haber un acceso universal, rápido y abierto al registro científico (Consejo Internacional de Ciencia, 2021), tanto para autores como para lectores, sin barreras a la participación, en particular aquellas basadas en la capacidad de pago, el privilegio institucional, el idioma o la geografía.

  2. Las publicaciones científicas deberían tener como característica predeterminada contar con licencias abiertas que permitan la reutilización y la minería de textos y datos.

  3. La revisión por pares rigurosa, oportuna y continua debe seguir desempeñando un papel clave en la creación y mantenimiento del registro público de la ciencia.

  4. Los datos y observaciones en los que se basa una afirmación de verdad publicada deben ser simultáneamente accesibles al escrutinio y respaldados por los metadatos necesarios.

  5. El registro de la ciencia debe mantenerse de tal manera que se garantice el acceso abierto a las generaciones futuras.

  6. Se deben respetar las tradiciones de publicación y la bibliodiversidad en diferentes disciplinas y regiones.

  7. Los sistemas de publicación deben diseñarse para adaptarse continuamente a nuevas oportunidades de cambio beneficioso en lugar de incorporar sistemas inflexibles que inhiban el cambio.

  8. La gobernanza de los procesos de difusión del conocimiento científico debería rendir cuentas a la comunidad científica o estar en manos de ella.


Principios clave para la publicación científica


Principios clave para la publicación científica

Estos principios han sido desarrollados por miembros del Consejo Científico Internacional como parte del proyecto Futuro de las Publicaciones del Consejo y son un complemento del artículo “El caso de la reforma de las publicaciones científicas”.

Descargar el informe

https://council.science/wp-content/uploads/2023/11/Key-Principles-for-Scientific-Publishing.pdf

El Consejo (2023) examinó el funcionamiento actual de la publicación científica para evaluar hasta qué punto estos principios se reflejan en la práctica. Concluyó que el sector comercial dominante de la publicación científica no cumple adecuadamente con estos principios:

  1. Los precios excesivos ponen gran parte del registro científico fuera del alcance de muchas personas en instituciones o administraciones con fondos insuficientes, ya sea como lectores o autores.

  2. La apropiación de derechos de autor por parte de las empresas niega la reutilización gratuita de publicaciones científicas en muchas aplicaciones científicas, al tiempo que permite a las empresas vender el acceso a sus fondos de artículos sin hacer referencia a los autores.

  3. La revisión por pares se está desmoronando a medida que las empresas inflan la producción de papel y subutilizan los sistemas automatizados y de inteligencia artificial que podrían identificar errores.

  4. Existe un fracaso generalizado a la hora de exigir que se hagan accesibles los datos probatorios o de verificar que realmente respalden una afirmación de verdad.

  5. Las tecnologías modernas permitirían un sistema independiente de la fuente que permitiría a los científicos conocer y acceder eficientemente a todo el material publicado en su área de interés. El modelo de negocio fundamental de las empresas comerciales lo impide.

  6. La bibliodiversidad (y la diversidad lingüística) entre disciplinas se adapta cada vez más para permitir la interoperabilidad. Los sistemas actuales tienden a ser propietarios e inflexibles.

  7. El software debe ser de código abierto y los sistemas deben ser accesibles para nuevos participantes y para aquellos con un bajo nivel de infraestructura. La revista, aunque fundamental para el modelo de negocio comercial, es un anacronismo para la mayoría de los fines científicos. Debería prescindirse de ella, excepto cuando se mantenga la función discursiva de la revista.

  8. El acceso al conocimiento y las evaluaciones científicas está cada vez más monopolizado por los principales proveedores comerciales y se monetiza en beneficio de sus accionistas. La gobernanza de los estándares editoriales y el cumplimiento de los principios mencionados deben ser ejercidos por la comunidad científica, las universidades y los financiadores en particular, y no por entidades comerciales. Solo las publicaciones que cumplen con estos estándares deben ser aceptables en las evaluaciones del trabajo de los investigadores.

Sin una reforma, el proceso de publicación seguirá siendo ineficiente y no se materializará una nueva era de ciencia abierta. El quid de la cuestión reside en la interacción entre investigadores y editores. Las universidades utilizan índices bibliométricos, como las citas, para evaluar la contribución científica de los individuos y de la propia universidad en los llamados rankings, y los editores están deseosos de ofrecer oportunidades de publicación que faciliten estos resultados. La consecuencia ha sido un aumento explosivo en el número de medios de publicación y artículos publicados (Hanson et al., 2024) en un momento en el que no parece haberse producido un aumento de la creatividad científica (Park et al., 2023). En consecuencia, si bien la productividad de los artículos ha aumentado, la productividad científica ha disminuido, con una transferencia de esfuerzos desde la docencia y otras tareas académicas hacia la redacción de artículos. Además, el incentivo para producir artículos ha sido tan poderoso que los proveedores de revistas ofrecen masivamente resultados científicos fraudulentos a los académicos (Sabel y Seifert, 2021).

Podría argumentarse que las editoriales son simplemente canales pasivos para la ciencia fraudulenta, o que la explosión de la sobrepublicación está impulsada por los investigadores. Pero son los intereses comerciales los que crean gran parte del material fraudulento, y las empresas las que promueven números especiales y otros vehículos para la sobrepublicación. Como se reconoció ya en 1988, «estas editoriales no se dedican realmente a la educación; su negocio es ganar dinero». «Están en el canal de la información por razones históricas y anacrónicas; no hay ninguna razón técnica ni económica por la que deban seguir formando parte de él» (Thompson, 1988). Al buscar causas en el ámbito legal, el axioma latino... cui bono?¿Quién se beneficia? es una valiosa guía sobre la motivación. En términos financieros, las editoriales comerciales se benefician enormemente. Los investigadores, ya sean productores, revisores o editores, no ganan nada. Como se indicó anteriormente, las editoriales comerciales no logran satisfacer las necesidades científicas, lo que subraya por qué la gobernanza (Principio 8) es vital para el futuro del sector editorial.

Sin embargo, existen otros dos grandes desafíos contemporáneos para la ciencia que son profundamente relevantes para la publicación, en el sentido de convertir la ciencia en un asunto público, algo que ni siquiera las reformas mencionadas anteriormente, aunque necesarias, abordan. En primer lugar, el panorama de la comunicación ha cambiado. Las tecnologías digitales han propiciado desarrollos revolucionarios que han transformado la dinámica del discurso público. En sus inicios, se esperaba que internet propiciara una "plaza de pueblo global" (Berners-Lee, 2000) que dinamizara una comunidad global interconectada en un espacio público interactivo facilitado por la tecnología. En cambio, el resultado ha sido el tribalismo. Los algoritmos utilizados por las plataformas de redes sociales han reforzado las preocupaciones existentes de maneras que desalientan la moderación y crean burbujas autoaislantes de certeza que socavan el diálogo social (Watson et al., 2024). El panorama abierto y democrático de la comunicación se ha desmoronado ante nuestros ojos debido a las teorías conspirativas y a la desinformación y la información errónea (Hayes, 2025). Lo último Informe de riesgo global El informe del Foro Económico Mundial (2025) identifica el debilitamiento de la cohesión social y la profundización de las divisiones políticas entre los riesgos contemporáneos más graves.

En segundo lugar, el resurgimiento de proyectos políticos nacionalistas y populistas ha socavado progresivamente el sistema internacional basado en normas, en el marco de las Naciones Unidas, que reconoce la vital necesidad de la colaboración internacional para afrontar los desafíos globales. Las «democracias iliberales» priorizan una definición exclusiva de los valores del Estado, conservando las formas democráticas, como las elecciones, pero prescindiendo de los valores liberales que sustentan las instituciones y el pensamiento independientes. Reemplazan las poderosas incertidumbres de la ciencia con las perversas certezas de las autocracias. Son intolerantes a la diversidad de pensamiento. Les incomoda la afirmación de Jefferson (1789-XNUMX): «siempre que el pueblo esté bien informado, se le puede confiar su propio gobierno».

Cada uno de estos resultados refuerza al otro, ya que las autocracias se aprovechan de la desinformación y las burbujas de desinformación se benefician del apoyo autocrático. La ciencia no es adecuada para ninguno de los dos. Como dijo Selwyn Duke. ha comentado, “cuanto más se aleja una sociedad de la verdad, más odiará a quienes la dicen”. El gobierno de Estados Unidos ha amenazado recientemente con que los científicos biomédicos que financia deben publicar en revistas patrocinadas por el gobierno en lugar de en revistas independientes que tienen procesos de revisión científica como los establecidos en el segundo párrafo anterior, presumiblemente debido al temor de que estos Podría rechazar las hipótesis preferidas por el gobierno..

Como consecuencia de estos avances, no solo el proceso editorial actual necesita una reforma, sino que los científicos también deben reevaluar sus objetivos de publicación y la naturaleza de esta. Hasta ahora, los científicos han escrito para otros científicos y han sido recompensados ​​por su éxito mediante citas. Una nueva era de ciencia abierta. deben Hacer de la apertura a la sociedad, a la ciudadanía, una parte importante de su misión (Boulton, 2021). En la práctica, esto requerirá que los científicos expresen al menos algunos de sus argumentos en prosa accesible, en lugar de la jerga arcana que es la norma en muchas disciplinas. También requerirá que las universidades proporcionen las estructuras, iniciativas e incentivos para la participación pública necesaria para convertir la ciencia en una empresa pública como la concebida por Nehru.

Cada uno de estos resultados refuerza al otro, ya que las autocracias se aprovechan de la desinformación y las burbujas de desinformación se benefician del apoyo autocrático. La ciencia no es adecuada para ninguno de los dos. Como dijo Selwyn Duke. ha comentado, “cuanto más se aleja una sociedad de la verdad, más odiará a quienes la dicen”. El gobierno de Estados Unidos ha amenazado recientemente con que los científicos biomédicos que financia deben publicar en revistas patrocinadas por el gobierno en lugar de en revistas independientes que tienen procesos de revisión científica como los establecidos en el segundo párrafo anterior, presumiblemente debido al temor de que estos Podría rechazar las hipótesis preferidas por el gobierno..


Autor
geoffrey boulton

Miembro de la Junta Directiva del ISC, Profesor Regius Emérito de la Universidad de Edimburgo

geoffrey boulton

Aceptación de debates creativos con miembros del Grupo Directivo del ISC sobre Publicaciones Científicas: Abrizah Abdalá (Malasia), Subbiah Arunachalam, Moumita Koley y megha sud (India), dominique babini (Argentina), Michael Barber (Australia) Ahmed Bawa (Sudáfrica), amy marca y Brezo jose (EE.UU.), Lucas Drury (Irlanda), Robert Gatti y Lizzie Sayer (Reino Unido), Alegría Owango (Kenia), Wang Qi y Wang Qinglin (China).

Referencias

Berners-Lee, T. (2000). Tejiendo la red. HarperCollins.

Boulton, GS (2021). La ciencia como bien público global. Consejo Científico Internacional. https://council.science/wp-content/uploads/2020/06/ScienceAsAPublicGood-FINAL.pdf

Brecht, B. (1994). Galileo. (C. Laughton, Trad.) (E. Bentley, Ed.) Grove Press. (Obra original publicada en 1952).

Hayes, C. (28 de enero de 2025). El megáfono más potente: cómo Trump dominó nuestra nueva era de atención.. The Guardian. https://www.theguardian.com/news/2025/jan/28/the-loudest-megaphone-how-trump-mastered-our-new-attention-age

Hanson, MA, Gómez Barreiro, P., Crosetto, P. y Bockington, D. (2024). La presión sobre la publicación científica. Estudios de Ciencias Cuantitativas, 5 (4), 1-29. https://arxiv.org/abs/2309.15884

Consejo Científico Internacional. (2021). Abriendo el registro de la ciencia. http://doi.org/10.24948/2021.01

Consejo Científico Internacional. (2023). Principios clave para la publicación científica y grado en que se observan. http://doi.org/10.24948/2023.13

Jefferson, T. (1789). Carta a Richard Price. En Citas seleccionadas de los Documentos de Thomas Jefferson. (nd). Biblioteca del Congreso. https://www.loc.gov/collections/thomas-jefferson-papers/articles-and-essays/selected-quotations-from-the-thomas-jefferson-papers/

Koestler, A. (1967). El fantasma en la máquina. Hutchinson.

Nehru, J. (1946). El descubrimiento de la IndiaLibros Meridian. https://library.bjp.org/jspui/bitstream/123456789/277/1/The-Discovery-Of-India-Jawaharlal-Nehru.pdf

Park, M., Leahey, E., y Funk, RJ (2023). Los artículos y las patentes se están volviendo menos disruptivos con el tiempo. Natura, 613, 138-144. https://doi.org/10.1038/s41586-022-05543-x

Sabel, BA y Seifert, R. (2021). Cómo las bandas de publicación de ciencias criminales dañan la génesis del conocimiento y la tecnología: un llamado a la acción para restaurar la confianza. Archivos de farmacología de Naunyn-Schmiedeberg, 394, 2147-2151. https://doi.org/10.1007/s00210-021-02158-3

Thompson, JC (1988). Costos de revista: percepción y realidad en el diálogo. Bibliotecas universitarias y de investigación, 49: 6. https://doi.org/10.5860/crl_49_06_481

Voltaire. (2017). Carta a Federico Guillermo, príncipe de Prusia. En Obras completas de Voltaire: Vol. 12, Parte 1. Fundación Voltaire. (Obra original, 1770).

Watson, J., van der Linden, S., Watson, M. y Stillwell, D. (2024). Las noticias negativas en línea se comparten con mayor frecuencia en redes sociales. Informes científicos, 14, 21592. https://doi.org/10.1038/s41598-024-71263-z

Foro Economico Mundial. (2025). El Informe de Riesgos Globales. https://reports.weforum.org/docs/WEF_Global_Risks_Report_2025.pdf

Los intereses de la comunicación académica y la publicación no siempre son compatibles. Lo que beneficia a la publicación no necesariamente beneficia a la ciencia, y las estrategias de publicación exitosas pueden ser directamente perjudiciales para el registro académico.

domingo, 20 de julio de 2025

SciELO-Argentina festeja su 20° aniversario

 



20º aniversario de SciELO Argentina

Durante este mes SciELO Argentina se encuentra cumpliendo el 20º aniversario de su puesta en línea y desde la actual coordinación nacional queremos agradecer el trabajo de todas las personas que hicieron posible llegar a este momento: los directivos del CAICYT y coordinadores que nos precedieron, las y los colegas que formaron parte del equipo y a todos los equipos editoriales de las revistas que forman parte de nuestra colección.

Un poco de historia

En julio de 2005, SciELO Argentina fue puesta en línea como una biblioteca electrónica que abarca una colección de revistas científicas seleccionadas coordinada por el Centro Argentino de Información Científica y Tecnológica CAICYT-CONICET. Su recorrido para lograr esa puesta en línea se remonta a 1999. Fue durante la gestión del Dr. Tito Suter que se dio el puntapié inicial a la presencia de SciELO en Argentina, en el marco del Primer Seminario Nacional de Edición Científica organizado por el CAICYT[1].

El proyecto SciELO fue expuesto a los asistentes por Abel Packer y Mariana Rocha Biojone, representantes de SciELO Brasil y BIREME. Al respecto, en la minuta del seminario se lee:

“En el debate que siguió a esta presentación se reconocieron por una parte las virtudes de SCIELO y se admitió que inexorablemente las revistas científicas tenían que considerar en los próximos años la opción electrónica. Si en toda América Latina se adoptara esta metodología, se contaría con un importante repertorio de revistas con una forma de acceso homogéneo y posibilidades de estudios estadísticos globales para la región”. (CAICYT, 1999: 112)

El impulso dado en esa primera presentación fue tomando forma durante el periodo dirigido por la Licenciada Cecilia Mabragaña[2], en el que se llevaron a cabo muchas de las acciones que posibilitaron la concreción del proyecto durante la siguiente gestión, dirigida por el Prof. Mario Albornoz[3].

Entre las actividades más destacadas de esa época, se pueden mencionar la compra e instalación de un servidor (que fue compartido con otros institutos del edificio) y la conectividad por fibra óptica, la selección y evaluación de las primeras revistas que integrarían la colección y, fundamentalmente, la presentación en mayo de 2001 del proyecto integral al CONICET.

También en 2001, se aprobó por resolución del Directorio de CONICET[4], la creación del portal de revistas electrónicas SciELO Argentina como sistema de revistas científicas electrónicas a texto completo y con acceso abierto, libre y gratuito encargando al CAICYT la coordinación del proyecto.

Sin embargo, el hecho que se considera formalmente iniciador del proyecto es la realización del Primer Taller de Metodología SciELO, entre el 2 y el 6 de diciembre del año 2002, que contó con dos capacitadores de BIREME y el apoyo de CONICET y la Organización Panamericana de la Salud OPS-OMS. Participaron del mismo, personal profesional y técnico del CAICYT y un representante por cada revista seleccionada para iniciar la colección.

La selección de revistas fue solucionada gracias a la previa creación del Núcleo Básico de Revistas Científicas de CONICET en 1999 con el fin de agrupar al conjunto de publicaciones científicas y tecnológicas argentinas de excelencia, en los distintos campos del conocimiento.

El portal SciELO Argentina comenzó a operar a mediados de julio del año 2005[5], dentro de las colecciones en desarrollo de la Red SciELO. Dicha colección contaba al momento de su inauguración con 5 títulos de revistas[6], con un total de 18 números y 226 artículos.

Desde el comienzo se buscó mantener el contacto permanente entre la Coordinación nacional y los editores y equipos de las revistas que ya formaban parte o buscaban poder ingresar a SciELO, es así que a medida que la colección progresaba se realizaron numerosos talleres para la adopción de la metodología por parte de las publicaciones al igual que presentaciones y exposiciones en jornadas y encuentros dentro del ámbito de la bibliotecología y la edición científica.

En octubre de 2006, luego de ajustes de criterios y evaluaciones, la Coordinación de la Red consideró que el portal SciELO Argentina estaba listo para dejar de ser una iniciativa en desarrollo y obtuvo la certificación para operar regularmente como sitio oficial. En ese momento la colección contaba con 18 títulos de revistas.

2006 – Coord. Lautaro Matas, Rosario Sagasti Carina Gordillo y Alberto Apollaro

La implantación de este modelo de publicación logró en su momento que muchas revistas accedieran por primera vez no solo a su versión electrónica, sino a un sistema en red que le brindaba visibilidad y medios para la evaluación a través de indicadores.

2013 – Coord. Ana María Álvarez Laje, Mariana Vallejos, Emiliano Martini y Danisa Dos Santos

SciELO Argentina cuenta desde el principio con la excelencia en calidad que le otorga el respaldo del Núcleo Básico de Revistas Científicas del CONICET, tanto en su evaluación de criterios formales de calidad editorial como de calidad académica y científica. Asimismo, las revistas integrantes de la colección SciELO Argentina son consideradas de nivel 1 según la Resolución 2249/14 de CONICET.

SciELO hoy

Actualmente el equipo SciELO Argentina está conformado por tres integrantes en total y la colección de revistas asciende a 131 títulos vigentes.


Emiliano Martini, Romina De Bernardi y Carina Gordillo

SciELO ha jugado un rol muy importante en la difusión del movimiento de acceso abierto que se manifiesta en la adhesión por parte de las revistas al mismo. Asimismo, a pesar del surgimiento de otros sistemas y portales con el transcurrir de los años, se sigue valorando muy positivamente la importancia de pertenecer a la red.

En el sitio SciELO Argentina se pueden ver los Requisitos de Ingreso y Permanencia en SciELO Argentina accediendo desde el enlace Evaluación de revistas en la pantalla principal vigentes a la fecha.

Distribución de cantidad de revistas SciELO por áreas temáticas

En los últimos años SciELO Argentina viene trabajando en pos de lograr la adopción de las prácticas de la ciencia abierta por parte de las revistas que forman parte de su colección, en especial el alineamiento de la Ciencia Abierta con IDEIA, Impacto, Diversidad, Equidad, Inclusión y Accesibilidad.

Por último, queremos compartir con nuestra comunidad que formamos parte del Comité Consultivo de la Red SciELO (desde el 1 de julio del corriente año y hasta el 30 de junio de 2026) junto a las coordinaciones de Brasil, España, México y Sudáfrica.

Notas:

[1] Buenos Aires, 26 y 27 de julio de 1999.
[2] Directora del CAICYT durante el periodo 1999-2004.
[3] Director del CAICYT durante el periodo 2004-2008.
[4] Res. CONICET Nro. 1486 del 22 de mayo de 2001.
[5] Técnicamente las primeras revistas fueron accesibles desde el 25 de agosto del 2004 en el Portal SciELO (http://scielo-ar.bvs.br, enlace que ya no existe), operando el sitio en fase experimental.
[6] Biocell, Medicina (Buenos Aires), Revista de la Asociación Geológica Argentina, Latin American Applied Research y Ameghiniana – revista de la Asociación Paleontológica Argentina.

Autora: Carina Gordillo
Revisión: Carolina De Volder

jueves, 10 de julio de 2025

COAR lanza el Directorio Internacional de Repositorios (IRD)

Publicado en blog Universo abierto
https://universoabierto.org/2025/07/10/coar-lanza-el-directorio-internacional-de-repositorios-ird/ 





International Repository Directory, IRD

https://ird.coar-repositories.org/browser?lang=en

La Confederación de Repositorios de Acceso Abierto (COAR) ha lanzado el Directorio Internacional de Repositorios (International Repository Directory, IRD), una herramienta global que proporciona información actualizada y fiable sobre los repositorios académicos de acceso abierto de todo el mundo. El objetivo del IRD es ofrecer una fuente autorizada que permita conocer de forma estandarizada las características de cada repositorio, tales como su plataforma tecnológica, alcance temático, ubicación geográfica, institución afiliada y funcionalidades disponibles.

El directorio cuenta actualmente con más de 7.500 registros, de los cuales aproximadamente 700 han sido verificados. La información se obtiene y actualiza mediante un modelo de curaduría distribuida, en el que organizaciones nacionales o regionales —denominadas “Responsables”— se encargan de supervisar y mantener la calidad de los datos de los repositorios de sus respectivos países o regiones. Estas organizaciones pueden designar curadores que actualicen la información manualmente o de manera automatizada.

La plataforma tecnológica del IRD ha sido desarrollada por Antleaf y funciona como una infraestructura centralizada, pero gestionada colaborativamente. Todo el software es de código abierto con licencia MIT, y los datos están disponibles bajo la licencia CC0, lo que permite su reutilización sin restricciones. Esta iniciativa refuerza el compromiso de COAR con el desarrollo de una red global de repositorios más interconectada, transparente y sostenible.


miércoles, 9 de julio de 2025

U.S.A.: Los Institutos Nacionales de Salud impondrán límites al cobro de APCs

Publicado en National Institutes of Health
https://www.nih.gov/news-events/news-releases/nih-crack-down-excessive-publisher-fees-publicly-funded-research 




martes, 8 de julio de 2025


Los NIH tomarán medidas enérgicas contra las tarifas excesivas que cobran los editores por la investigación financiada con fondos públicos


Como parte de su compromiso permanente con la transparencia científica y la administración responsable del dinero de los contribuyentes, los Institutos Nacionales de la Salud (NIH) han anunciado hoy sus planes para aplicar una nueva política que limitará el importe que los editores pueden cobrar a los científicos financiados por los NIH por hacer públicos los resultados de sus investigaciones. Esta iniciativa refleja un esfuerzo más amplio por restablecer la confianza de los ciudadanos en la salud pública promoviendo una comunicación científica abierta, honesta y transparente.


«La creación de un entorno de investigación abierto, honesto y transparente es un elemento clave para restablecer la confianza del público en la salud pública», declaró el Dr. Jay Bhattacharya, Director de los NIH.


«Esta reforma hará que la ciencia sea accesible no sólo al público, sino también a la comunidad científica en general, al tiempo que pondrá fin a los incentivos perversos que no benefician a los contribuyentes.»


El panorama actual de la publicación académica presenta retos cada vez mayores. Algunas de las principales editoriales cobran hasta 13.000 dólares por artículo para el acceso abierto inmediato, al tiempo que perciben sustanciosas cuotas de suscripción de organismos gubernamentales. Por ejemplo, un grupo editorial recibe al parecer más de 2 millones de dólares anuales en concepto de cuotas de suscripción de los NIH, además de decenas de millones más en concepto de gastos exclusivos de procesamiento de artículos (APC). En última instancia, estos costes gravan a los contribuyentes que ya han financiado la investigación subyacente.


Para hacer frente a este desequilibrio, los NIH introducirán un límite en los costes de publicación permitidos a partir del Año Fiscal (FY) 2026, garantizando que las tasas de publicación sigan siendo razonables en todo el ecosistema de investigación. El objetivo de esta política es frenar los APC excesivos y garantizar la amplia difusión de los resultados de la investigación sin barreras financieras innecesarias.


El panorama actual de la publicación académica presenta retos cada vez mayores. Algunas de las principales editoriales cobran hasta 13.000 dólares por artículo para el acceso abierto inmediato, al tiempo que perciben sustanciosas cuotas de suscripción de organismos gubernamentales. Por ejemplo, un grupo editorial recibe al parecer más de 2 millones de dólares anuales en concepto de cuotas de suscripción de los NIH, además de decenas de millones más en concepto de gastos exclusivos de procesamiento de artículos (APC). En última instancia, estos costes gravan a los contribuyentes que ya han financiado la investigación subyacente.


Para hacer frente a este desequilibrio, los NIH introducirán un límite en los costes de publicación permitidos a partir del Año Fiscal (FY) 2026, garantizando que las tasas de publicación sigan siendo razonables en todo el ecosistema de investigación. El objetivo de esta política es frenar los APC excesivos y garantizar la amplia difusión de los resultados de la investigación sin barreras financieras innecesarias.


Esta reforma se basa en el compromiso de larga data de los NIH con la ciencia abierta y el acceso público, como demuestran iniciativas como:


La Política de Acceso Público de los NIH, que garantiza que las publicaciones revisadas por pares resultantes de la financiación de los NIH se pongan a disposición del público de forma gratuita y sin embargo.

La Política de Gestión e Intercambio de Datos de los NIH, que promueve el intercambio oportuno de datos científicos independientemente de su estado de publicación.

Las Herramientas de Información en Línea de la Cartera de Investigación de los NIH (RePORT), que proporcionan información pública sobre las actividades, gastos y resultados de la investigación financiada por los NIH.

La Política de Acceso Intramuros de los NIH, que fomenta un uso más amplio de las tecnologías desarrolladas por los NIH mediante estrategias de concesión de licencias que mejoran el acceso público y de los pacientes.



«Esta política supone un paso decisivo para proteger la integridad del sistema de publicaciones científicas y garantizar al mismo tiempo que las inversiones públicas en investigación aporten el máximo beneficio público», declaró el Dr. Bhattacharya.


Acerca de los Institutos Nacionales de Salud (NIH): Los NIH, la agencia de investigación médica del país, incluyen 27 institutos y centros y forman parte del Departamento de Salud y Servicios Humanos de los Estados Unidos. Los NIH son la principal agencia federal que lleva a cabo y apoya la investigación médica básica, clínica y traslacional, e investigan las causas, los tratamientos y las curas de enfermedades comunes y raras. Para más información sobre los NIH y sus programas, visite www.nih.gov 


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Tuesday, July 8, 2025

NIH to crack down on excessive publisher fees for publicly funded research

As part of its ongoing commitment to scientific transparency and responsible stewardship of taxpayer dollars, the National Institutes of Health (NIH) today announced plans to implement a new policy that will cap how much publishers can charge NIH-supported scientists to make their research findings publicly accessible. This initiative reflects a broader effort to restore public trust in public health by promoting open, honest, and transparent scientific communication.

“Creating an open, honest, and transparent research atmosphere is a key part of restoring public trust in public health,” said NIH Director Dr. Jay Bhattacharya. “This reform will make science accessible not only to the public but also to the broader scientific community, while ending perverse incentives that don’t benefit taxpayers.”  

The current landscape of scholarly publishing presents growing challenges. Some major publishers charge as much as $13,000 per article for immediate open access, while also collecting substantial subscription fees from government agencies. For example, one publishing group reportedly receives more than $2 million annually in subscription fees from NIH, in addition to tens of millions more through exclusive article processing charges (APCs). These costs ultimately burden taxpayers who have already funded the underlying research.

To address this imbalance, NIH will introduce a cap on allowable publication costs starting in Fiscal Year (FY) 2026, ensuring that publication fees remain reasonable across the research ecosystem. The policy aims to curb excessive APCs and ensure the broad dissemination of research findings without unnecessary financial barriers.  

This reform builds on NIH’s long-standing commitment to open science and public access, as demonstrated by initiatives such as:

  • The NIH Public Access Policy, which ensures that peer-reviewed publications resulting from NIH funding are made freely available to the public without embargo.

  • The NIH Data Management and Sharing Policy, which promotes the timely sharing of scientific data regardless of publication status.

  • The NIH Research Portfolio Online Reporting Tools (RePORT), which provide public insight into NIH-funded research activities, expenditures, and results.

  • The NIH Intramural Access Policy, which encourages broader use of NIH-developed technologies through licensing strategies that enhance patient and public access.

“This policy marks a critical step in protecting the integrity of the scientific publishing system while ensuring that public investments in research deliver maximum public benefit,” Dr. Bhattacharya said.

About the National Institutes of Health (NIH): NIH, the nation's medical research agency, includes 27 Institutes and Centers and is a component of the U.S. Department of Health and Human Services. NIH is the primary federal agency conducting and supporting basic, clinical, and translational medical research, and is investigating the causes, treatments, and cures for both common and rare diseases. For more information about NIH and its programs, visit www.nih.gov.

Proyecto OLIVA se actualiza con los resultados de su 2a etapa: inclusión de Latindex y Biblat

Publicado en Centro de Estudios de la Circulación del Conocimiento https://cecic.fcp.uncuyo.edu.ar/2025/10/01/el-cecic-actualizo-el-sitio-we...