martes, 18 de octubre de 2022

AMÉRICA LATINA: la inflación está desinflando a la ciencia

Publicado en SciDevNet
https://www.scidev.net/america-latina/scidev-net-reportaje/america-latina-la-inflacion-esta-desinflando-a-la-ciencia/?utm_source=SciDev.Net&utm_medium=email&utm_campaign=13540354_2022-10-17%20Weekly%20Email%20Digest%20-%20Am%C3%A9rica%20Latina%20y%20el%20Caribe%20Template.%20For%20no%20topic%20preferences&dm_i=1SCG,827SY,665LFG,WZNLB,1


América Latina: la inflación está desinflando a la ciencia

10/10/22

De un vistazo
  • Proceso inflacionario mundial y alza de precios son un duro golpe a la ciencia en la región
  • Coyuntura requiere que gobiernos promocionen ciencia y tecnología como política de estado
  • Impulsar colaboración regional también ayudará a paliar impactos inflacionarios negativos en la ciencia

Los avances en investigación científica e innovación tecnológica alcanzados por algunos países de América Latina se verán frenados debido al proceso inflacionario mundial y la consiguiente alza de precios que ya padece la región cuando aún no termina de recuperarse de los estragos de la pandemia de COVID-19.

Más aún, esa desaceleración de la ciencia, tecnología e innovación ya se está sintiendo, advierten especialistas consultados por SciDev.Net quienes, sin embargo, no se atreven a pronosticar el exacto alcance que tendrá no solo sobre sus programas y proyectos sino sobre el mejoramiento de las condiciones de vida de los ciudadanos, objetivo final al que toda buena ciencia aspira.

Analistas del Fondo Monetario Internacional estiman que los precios continuarán aumentando en Latinoamérica y prevén que 2022 terminará con una inflación regional de 12,1 y 8,7 por ciento en 2023, las tasas más elevadas del último cuarto de siglo, subrayan.

“La inflación, sin duda, complica y disminuye la eficiencia del proceso de desarrollo tecnológico y científico”, señala desde Buenos Aires (Argentina) María Julieta Comin, gerente de Desarrollo Tecnológico e Innovación del Instituto Nacional de Tecnología Industrial.

“Se vuelve muy difícil la planificación y los proyectos no pueden ejecutarse según han sido pensados porque al momento de presentación el monto en moneda extranjera es uno y al momento de ejecución, es otro, más bajo, y en general ya no se puede hacer lo que se planificó”, explica.

Su compatriota Pablo Kreimer, director del Centro de Ciencia, Tecnología y Sociedad de la Universidad Maimónides de Buenos Aires, detalla que la alta inflación que vive Argentina afecta a todas las áreas de la sociedad, “aunque su impacto es diferente según el sector social implicado”.

Según datos del Banco Central de Argentina, la inflación en agosto (último dato disponible) fue 7 por ciento y la inflación interanual (de agosto 2021 a agosto 2022), 78,5 por ciento, la segunda más alta de la región después de Venezuela. Algunos economistas vaticinan que el país cerraría 2022 con una inflación interanual de tres dígitos.

Kreimer, quien también es profesor titular de la Universidad Nacional de Quilmes, en Buenos Aires, señala que en el desarrollo científico, el impacto inflacionario se observa en la pérdida del valor de compra de los subsidios otorgados por las instituciones locales y en los salarios de investigadores y becarios. “Si la compra de insumos y equipamiento básicos para la investigación disminuye drásticamente, la capacidad de llevar adelante determinadas investigaciones se ve afectada”, subraya.

Frente a esa realidad, María Julieta Comin cree que las políticas de los gobiernos pueden ayudar a contrarrestar, al menos parcialmente, el efecto inflacionario “en función de la promoción de la ciencia y la tecnología como políticas de Estado”.

Indetenible subida de precios

Pero, ¿Qué pasa cuando el Estado en lugar de prestar apoyo disminuye severamente la asignación de recursos? “Se sufre el triple”, responde Aldo Zarbin, profesor del Departamento de Química de la Universidad Federal de Paraná (Brasil) y miembro de la Academia Brasileña de Ciencias.

“La cantidad de recursos que recibimos en ciencia ha disminuido drásticamente, y este valor frente al dólar actual es insuficiente. Hay un aumento de los precios de todo —ya que la ciencia depende de insumos y equipos importados— [a lo que se añade] la devaluación del real y, en tercer lugar, hay falta de inversiones a través del gobierno federal. Como los precios en todo el mundo están aumentando, es catastrófico”, resume.

Inflación 2022.png
Argentina, Brasil y México ocupan los primeros lugares entre los países del G20 con mayor inflación en agosto. Fuente: Folha de Sao Paulo con datos de Bloomberg.

La variación en el tipo de cambio es un dolor de cabeza para los científicos brasileños. Como ejemplo basta ver que el 7 de octubre un dólar costaba 5,21 reales y con un real se compraba US$ 0,19 centavos. Este año, el menor precio del dólar en Brasil fue a principios de abril, cuando llegó a cotizarse a 4,60 reales.

Hasta agosto 2022 (último dato disponible) la inflación en Brasil registró un acumulado de 8,7 por ciento en los últimos 12 meses, según el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística, ligeramente inferior a la inflación acumulada de la región hasta agosto, que fue 11,2 por ciento según Statista, pero que aún así impacta en la subida interna de precios.

El Banco Central de Brasil había previsto una meta de inflación para 2022 de 3,5 por ciento, pero al terminar los ochos primeros meses del año la inflación ya estaba cinco puntos porcentuales más alta.

“Puedo decir con certeza que la ciencia que hago hoy es más cara que hace diez años. Tenemos menos dinero ingresando, y ese dinero está infravalorado, para tratar de hacer las mismas cosas que antes”, asegura Zarbin.


domingo, 16 de octubre de 2022

Ranking Times: las 10 mejores universidades del mundo y cuáles son las mejor calificadas en América Latina

Publicado en BBC News
https://www.bbc.com/mundo/noticias-63231191


Las 10 mejores universidades del mundo y cuáles son las mejor calificadas en América Latina, según el ranking de Times Higher Education
  • Redacción
  • BBC News Mundo
12 octubre 2022

Las mejores universidades del mundo están en Estados Unidos y Reino Unido, pero la calidad de los institutos superiores de China está ganando terreno rápidamente.

Eso es parte de lo que se desprende del ranking mundial que cada año hace el Times Higher Education, una institución británica que da seguimiento de los centros educativos de niveles superiores en el mundo.

La Universidad de Oxford encabeza el ranking por séptimo año consecutivo.

10 mejores universidades del mundo
  • Universidad de Oxford, Reino Unido.
  • Universidad de Harvard, EE.UU.
  • Universidad de Cambridge, Reino Unido.
  • Universidad de Stanford, EE.UU.
  • Instituto de Tecnología de Massachusetts, EE.UU.
  • Instituto de Tecnología de California, EE.UU.
  • Universidad de Princeton, EE.UU.
  • Universidad de California, Berkeley, EE.UU.
  • Universidad de Yale, EE.UU.
  • Imperial College London, Reino Unido.
El ranking se dio a conocer este martes. Las clasificaciones universitarias mundiales de 2023 de Times Higher Education incluyen 1.799 instituciones en 104 países. 

Para hacer su análisis se basa en 13 indicadores de desempeño en las áreas de enseñanza, investigación, transferencia de conocimiento y perspectiva internacional.  

En el caso de América Latina, Times Higher Education incluyó instituciones de 11 países, siendo Brasil la nación que tuvo la mayor cantidad de universidades entre los primeros 20 puestos.
Las 20 mejor evaluadas de América Latina
  • Universidad de Sao Paulo (Brasil)
  • Universidad de Campinas (Brasil)
  • Pontificia Universidad Católica (Chile)
  • Universidad de Antofagasta (Chile)
  • Universidad de Costa Rica (Costa Rica)
  • Universidad de Desarrollo (Chile)
  • Universidad de Río Grande del Sur (Brasil)
  • Universidad Federal de Sao Paulo (Brasil)
  • Universidad Icesi (Colombia
  • Universidad Peruana Cayetano Heredia (Perú)
  • Universidad Autónoma de Chile (Chile)
  • Universidad Diego Portales (Chile)
  • Universidad Federal de Minas Gerais (Brasil)
  • Universidad de Sergipe (Brasil)
  • Instituto Tecnológico de Monterrey (México)
  • Pontificia Universidad Católica de Río de Janeiro (Brasil)
  • Pontificia Universidad Javeriana (Colombia)
  • Universidad de La Serena (Chile)
  • Universidad de los Andes (Colombia)
  • Universidad Autónoma de Sinaloa (México)
Ascenso de China, caída de EE.UU.

La institución encargada del ranking destaca en su análisis que "la supremacía en investigación de las universidades estadounidenses está disminuyendo, en parte debido a una brecha creciente en la producción entre las universidades de élite y el resto".

En el caso de las universidades en China, resaltan que en cuanto a la calidad de la investigación, "se está poniendo al día" y aumentó su puntuaje de 55,6 a 58 en este aspecto, mientras que en el caso de EE.UU. cayó de 70 puntos a 69,4. Aunque señalan que el país asiático tiene un eslabon débil: la internacionalización.

Por ejemplo, en el caso de la institución de más alto rango de China, la Universidad de Tsinghua, obtuvo un puntaje de 40,3 en perspectiva internacional este año, por debajo del 50,6 del año anterior.

EE.UU. es el país más representado en general, con 177 instituciones, y también el más representado entre las 200 principales (58).

China continental ahora tiene el cuarto número más alto de instituciones en el top 200 (11, en comparación con 10 el año pasado), superando a Australia, que ha caído al quinto lugar (junto con los Países Bajos).

La Universidad de Fudan y la Univerisidad Jiao Tong de Shanghái, la tercera y cuarta universidades con la puntuación más alta en China, respectivamente, aumentaron significativamente su puntuación general este año, impulsadas en gran medida por su sólido desempeño acorde a las referencias dadas.

El puntaje general promedio de las universidades en los EE. UU. aumentó en 0,1 entre 2022 y 2023, mientras que en China el aumento durante el mismo período fue de 1,6. El aumento promedio en todo el mundo fue de 0,7.






Top Publishers: ingresos en 2021

Publicado en blog Bluesyemre
https://bluesyemre.com/2022/10/16/top-publishers-worldwide-by-revenue-2021/



lunes, 10 de octubre de 2022

Una propuesta arriesgada: hacer de los repositorios mega-journals

[Publicado en la lista IWETEL]


Una propuesta arriesgada: hacer de los repositorios mega-journals

José Luis Ortega
Instituto de Estudios Sociales Avanzados (IESA-CSIC), Córdoba
Unidad Asociada “Conocimiento, Transferencia e Innovación” (UCO-CSIC), Córdoba
jortega@iesa.csic.es


Malestar en la publicación

Hace más de 20 años, Steve Harnad (1995) hizo una propuesta subversiva: crear repositorios electrónicos que albergaran resultados científicos que pudieran ser descargados libremente por cualquier usuario. Su propuesta se basaba en los ejemplos recientes de arXiv (física) y SSRN (ciencias sociales). De esta forma, se podría crear un sistema de publicación científica alternativo al basado en revistas impresas, las cuales presentaban altos costes de suscripción. De esta forma nacía el movimiento Open Access que reivindicaba un sistema de publicación científica abierto y gratuito, menos dependiente de intereses comerciales y más conectado con la sociedad. Muchos años después, son muchas las voces que argumentan que el Open Access ha fracasado (Aspesi y Luong, 2014; Green, 2017). Sobre todo, porque el modelo que se ha impuesto es la vía dorada, en la que el autor paga los costes de publicación, en detrimento de la vía verde, donde el autor deposita en un repositorio una copia en abierto del artículo publicado (Rizor y Holley, 2014). Este nuevo modelo traslada al autor la financiación de la publicación científica, lo que genera efectos perversos en el sistema. Primero, muchas de las revistas tradicionales, provenientes del mundo impreso, se han convertido en revistas híbridas que publican tanto artículos por suscripción como artículos en abierto (Björk, 2012). Esta doble vía de ingresos por parte de las revistas genera dudas sobre el precio real de las actuales suscripciones, sugiriendo que el modelo híbrido incrementa, más que reduce, los costes en el acceso a la literatura científica (Weber, 2009). Segundo, han surgido nuevos grupos editoriales (MDPI, Frontiers, Hindawi, etc.) que poseen unos márgenes de aceptación muy rápidos, generando dudas sobre la integridad y calidad de esas publicaciones (Aguillo, 2021, Zhang et al., 2021; Cabezas-Clavijo et al., 2022). Tercero, los elevados costes de publicación que los autores deben asumir produce un importante sesgo a favor de investigadores bien financiados, incrementando la brecha entre investigadores pobres y ricos. Siguiendo un efecto de bola de nieve, los autores que no pueden publicar en estas revistas, desarrollan menos sus currículos y se alejan cada vez más de la financiación (Al-Khatib y Teixeira da Silva, 2017). En resumen, en el modelo tradicional de suscripción, el cliente es el lector, lo que obliga a la editorial a seleccionar los mejores trabajos para sus suscriptores. En el modelo dorado con APC (Author Processing Charge), el autor es ahora el cliente y las editoriales deben satisfacer los intereses de estos, que en muchos casos son una revisión rápida y positiva. Cualquier filtro en la selección de trabajos (altos índices de rechazo, concienzudas revisiones) espantarían a los clientes.

Los acuerdos “transformativos” entre las instituciones académicas españolas y las grandes editoriales, según el cual las instituciones se encargan de hacer frente a los gastos de publicación de sus autores, no ha hecho más que confirmar el espaldarazo institucional a este modelo (De-Castro, 2020). El beneficio para las instituciones es la apertura y acceso a sus resultados, incrementando la visibilidad y la justificación social de la ciencia española. Para las editoriales internacionales supone perpetuar su dominio sobre el modelo de publicación, consolidando el tipo de acceso que mejor se ajusta a sus intereses.

Debatir entre un modelo de acceso abierto de pago o un modelo tradicional de suscripción, es tan espúreo como el sexo de los ángeles, más si cabe cuando uno se declara no creyente. Porque la cuestión de fondo que debemos plantearnos es porqué la comunicación científica debe ser objeto de una transacción comercial, porqué es necesario mantener intermediarios cuando ya no son necesarios. Si el investigador tiene un sueldo público que asegura su independencia (el desinterés de Merton (1942)), y la financiación de la ciencia se hace en gran medida a cargo de los contribuyentes, porqué existen empresas legitimadas a crear un mercado comercial a partir de una actividad universalista y común (también normas mertonianas). Las respuestas a estas preguntas están siempre en un elemento fundamental de la profesionalización de la ciencia: la evaluación.

Los sistemas de evaluación presentes en las principales potencias científicas, se basan en mayor o menor medida en la valoración de artículos de revistas, y especialmente revistas de alto impacto. Estas revistas, en su gran mayoría, pertenecen a las grandes multinacionales de la publicación científica (Larivière et al., 2015). Los científicos y sus instituciones entienden que, si dejan de publicar en estas revistas, se salen del sistema de evaluación y sus esfuerzos investigadores dejan de ser recompensados. Este es el principal motivo, en mi opinión, por el que el modelo verde de depósito se estanca, mientras que el modelo dorado de pago por publicación despega (Piwowar et al., 2018). Un argumento que soporta esta idea es el creciente depósito de materiales no publicables (datos, informes, resúmenes, etc.), mientras escasean el depósito de versiones de artículos científicos. No dudo de que gran parte de la comunidad científica esté a favor del depósito, pero sin incentivos que lo premien, lo convierten en una alternativa imposible.

Otro problema relativo a la evaluación es que los repositorios no realizan ningún proceso de revisión, por lo que pueden publicar estudios con errores o incluso fraudulentos. La reciente pandemia de Covid-19 ha evidenciado los problemas de control e integridad científica al que muchos servidores de pre-prints se han tenido que enfrentar (Watson, 2022). A pesar de que algunas plataformas como BioRxiv y MedRxiv, permiten comentarios post publicación, este sistema no garantiza que los documentos alojados sean corregidos o rectificados.

Repositorio como revista (repository as journal)

Una buena solución sería buscar un modelo híbrido, en el que se combine el bajo coste de depositar en un repositorio con el rigor que poseen las revistas científicas. Se trataría de convertir parte del repositorio en una revista electrónica científica. Con su propio ISSN y su comité editorial. En el caso de repositorios especializados, estos pueden convertirse en revistas referentes de su especialidad, mientras que los institucionales pueden dar paso a mega-journals generalistas que publiquen sobre cualquier tema de investigación. Las características fundamentales serían:

  • Revisión por pares: siguiendo un modelo de revisión en abierto (F1000, PeerJ) los repositorios pasarían a revisión los materiales que los autores deseen incorporar a la revista. Las evaluaciones y las diferentes versiones se publicarían en abierto lo que permitiría evidenciar la calidad de los trabajos y que estos se han sometido a una revisión. Los gestores de estos repositorios crearían un comité editorial que velaría por la calidad y transparencia de la revisión de los manuscritos. Este modelo en abierto sería más atractivo para muchos revisores que podrían hacer público sus capacidades de revisión, evitando también conflictos de intereses y los abusos que puede conllevar la revisión tradicional ciega (Wolfram et al., 2020).
  • Indicadores: el hecho de constituirse como revista, permitiría a estos repositorios ser indizados en cualquier índice de citas, y por lo tanto monitorizar el impacto de sus publicaciones. Muchas de las nuevas bases de datos académicas (Dimensions, Lens, Google Scholar o Semantic Scholar) ya están indizando publicaciones de repositorios, por lo que es posible utilizar estas fuentes para procesos de evaluación.
  • Bajo o nulo coste: El éxito y perdurabilidad de los repositorios actuales confirma que estas estructuras son viables, bien a través de la propia institución en el caso de los institucionales o por agencias de financiación y sociedades científicas en el caso de los especializados. El coste añadido de la gestión de la revisión, puede asumirse bien por la propia institución que alberga el repositorio o por los autores. Al no tratarse de un producto comercial, estos costes no implicarían un beneficio, sino sólo una justa compensación por el apoyo editorial.
  • Incentivados: Las instituciones responsables y financiadoras de estas revistas deberían tener una política activa incentivando su uso dentro en la comunidad científica. Y esta solo puede conseguirse desde la evaluación. Aunque la consolidación de una revista puede tardar varios años, premiar la publicación de artículos en ellas en los procesos evaluativo sería acicate más que suficiente para un despegue exitoso de estos formatos de publicación. Si las editoriales comerciales ofrecen descuentos y revisiones exprés, estas revistas podrían ofrecer puntos en procesos de promoción, financiación o contratación.

Un ejemplo muy similar lo representan las revistas open access diamante, en las que tanto el autor como el lector no incurren en ningún coste, siendo soportado enteramente por la organización editora o agencia de financiación.  Sin embargo, estas revistas son en su mayoría de pequeño tamaño, con cada vez menos penetración, y sirven básicamente a investigaciones de ámbito nacional (Bosman et al., 2021). El objetivo de esta propuesta es un modelo que pueda superar estas limitaciones y tenga una visión más amplia e innovadora de la publicación científica. Para ello debe tener una apuesta clara por la calidad (open peer review), la internacionalidad (aceptación de autores externos a la institución, publicación en inglés) y fuertes incentivos (premiar a los autores en procesos de evaluación) que permitan un producto de gran prestigio y visibilidad que compita seriamente con otros modelos comerciales.

Como toda propuesta, el problema no es tanto su planteamiento como su aplicación práctica. Es a partir de ese momento cuando empezamos a ver las debilidades e inconvenientes, cuando observamos efectos no esperados o beneficios insospechados. Esta propuesta requiere la participación y compromiso de varios agentes (autores, universidades, entes financiadores), cuyos interés u objetivos pueden ser diferentes. Pese a esto, lo más importante es que el desarrollo de estas ideas nos valga para reflexionar que ante todo tenemos un problema con la comunicación científica y es necesario soluciones, aunque sea arriesgadas.


Referencias

Aguillo, I. F. (2021). Detergentes, cuñados y las revistas MDPI. Anuario ThinkEPI15(1), 8. 

Al-Khatib, A., & Teixeira da Silva, J. A. (2017). Threats to the survival of the author-pays-journal to publish model. Publishing Research Quarterly33(1), 64-70. 

Aspesi, Claudio y Luong, Helen (2014). Reed Elsevier: Goodbye to Berlin - The Fading Threat of Open Access (Upgrade to Market-Perform). Bernstein Research. http://www.richardpoynder.co.uk/Aspesi.pdf 

Björk, B. C. (2012). The hybrid model for open access publication of scholarly articles: A failed experiment?. Journal of the American Society for Information Science and Technology63(8), 1496-1504. 

Bosman, J., Frantsvåg, J. E., Kramer, B., Langlais, P. C., & Proudman, V. (2021). The OA diamond journals study. Part 1: Findings. Science Europe. https://munin.uit.no/handle/10037/22224 

Cabezas-Clavijo, Á., Milanés-Guisado, Y., & Delgado-Vázquez, Á. M. (2022). Methodological shortcomings of bibliometric papers published in the journal Sustainability (2019-2020). En: 26th International Conference on Science and technology Indicators, Granada, 7-9 de septiembre de 2022 

De-Castro, P. (2020). Acuerdos “transformativos” con los editores: un controvertido paso adelante en la implantación del acceso abierto. Anuario ThinkEPI14

Green, T. (2017). We've failed: Pirate black open access is trumping green and gold and we must change our approach. Learned Publishing30(4).

Harnad, S. (1995). Overture: The Subversive Proposal. En: Harnad, Stevan, Okerson, Anna Shumelda and O'Donnell, James J. (eds.) (1995) Scholarly Journals at the Crossroads: A Subversive Proposal for Electronic Publishing, Association of Research Libraries

Larivière, V., Haustein, S., & Mongeon, P. (2015). The oligopoly of academic publishers in the digital era. PloS one10(6), e0127502.

Merton, Robert K (1942): Science and Technology in a Democratic Order. Journal of Legal and Political Sociology 1: 115-126

Piwowar, H., Priem, J., Larivière, V., Alperin, J. P., Matthias, L., Norlander, B., Farley, A., West, J. & Haustein, S. (2018). The state of OA: a large-scale analysis of the prevalence and impact of Open Access articles. PeerJ6, e4375. 

Rizor, S. L., & Holley, R. P. (2014). Open access goals revisited: How green and gold open access are meeting (or not) their original goals. Journal of Scholarly Publishing45(4), 321-335. 

Watson, C. (2022). Rise of the preprint: How rapid data sharing during COVID-19 has changed science forever. Nature Medicine28(1), 2-5.

Weber, D. (2009). Hybrid OA journals: A progression or a destination? Open and Libraries Class Journal, 1(2).

Wolfram, D., Wang, P., Hembree, A., & Park, H. (2020). Open peer review: promoting transparency in open science. Scientometrics125(2), 1033-1051.

Zhang, L., Wei, Y., Huang, Y., & Sivertsen, G. (2021). What makes a journal questionable? An analysis using China’s early-warning list. SocArXiv 94v5m, Center for Open Science. http://doi.org/10.31219/osf.io/94v5m

viernes, 7 de octubre de 2022

LinkedIn hizo experimentos con millones de sus usuarios, sin avisarles

Publicado en The New York Times en español
https://www.nytimes.com/es/2022/09/28/espanol/linkedin-experimento-social.html?campaign_id=42&emc=edit_bn_20220930&instance_id=73290&nl=el-times&regi_id=84791720&segment_id=108523&te=1&user_id=f8de94556199c222487f9ed6b135dc23



LinkedIn hizo experimentos con millones de sus usuarios, sin avisarles

Un estudio que analizó esas pruebas descubrió que las conexiones sociales relativamente débiles eran más útiles para encontrar trabajo que los vínculos sociales más fuertes.

Por Natasha Singer

Natasha Singer, reportera de negocios de The New York Times, imparte un curso de periodismo de responsabilidad tecnológica en el programa de verano del Times para estudiantes de secundaria.

28 de septiembre de 2022

LinkedIn hizo experimentos con más de 20 millones de usuarios durante cinco años que, aunque se efectuaron con la intención de mejorar cómo funciona la plataforma para los miembros, podrían haber afectado los ingresos de algunas personas, según un nuevo estudio.

En experimentos realizados en todo el mundo de 2015 a 2019, LinkedIn varió al azar la proporción de contactos débiles y fuertes que sugirió su algoritmo “Gente que podrías conocer” (el sistema automatizado de la compañía para recomendar conexiones nuevas a sus usuarios). Se detallaron las pruebas en un estudio publicado este mes en la revista Science cuyos coautores son investigadores de LinkedIn, el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT, por su sigla en inglés), la Universidad de Stanford y la Facultad de Negocios de la Universidad de Harvard.

Los experimentos algorítmicos de LinkedIn podrían sorprender a millones de personas porque la compañía no le notificó a los usuarios sobre las pruebas.

Las grandes empresas tecnológicas como LinkedIn, la red de contactos profesionales más grande del mundo, hacen experimentos a gran escala de manera rutinaria en los que prueban versiones de las funciones de la aplicación, de los diseños web y de los algoritmos en distintas personas. La práctica de larga data, llamada test A/B, tiene el objetivo de mejorar las experiencias del consumidor y mantenerlos involucrados, lo que ayuda a las compañías a hacer dinero a través de cuotas de membresías prémium o publicidad. A menudo, los usuarios no tienen idea de que las compañías hacen pruebas con ellos. (The New York Times usa esas pruebas para evaluar la redacción de los titulares y tomar decisiones sobre los productos y artículos que la empresa lanza al mercado).

No obstante, los cambios hechos por LinkedIn indican cómo esas modificaciones a algoritmos muy usados pueden convertirse en experimentos de ingeniería social con consecuencias que pueden alterar la vida de muchas personas. Expertos que estudian los efectos de la computación en la sociedad afirmaron que realizar experimentos prolongados y a larga escala en las personas que podrían afectar sus perspectivas laborales, de maneras invisibles para ellas, generaba cuestionamientos sobre la transparencia de la industria y la supervisión de la investigación.

Michael Zimmer, profesor asociado de Informática y director del Centro de Datos, Ética y Sociedad en la Universidad Marquette, comentó: “Los hallazgos indican que algunos usuarios tuvieron mejor acceso a oportunidades de empleo o una diferencia significativa en el acceso a oportunidades de trabajo. Este es el tipo de consecuencias a largo plazo que se necesita contemplar cuando pensamos en la ética de participar en esta clase de investigación de inteligencia de datos”.

El estudio en Science examinó una teoría influyente en sociología llamada “la fortaleza de los lazos débiles”, la cual indica que es más probable que las personas obtengan empleo y acceso a otras oportunidades a través de conocidos no tan cercanos que a través de amigos íntimos.

Los investigadores analizaron cómo los cambios al algoritmo de LinkedIn habían afectado la movilidad laboral de los usuarios. Descubrieron que los lazos sociales relativamente débiles en LinkedIn probaron tener el doble de efectividad para asegurar un empleo que los lazos sociales más fuertes.

En un comunicado, LinkedIn dio a conocer que durante el estudio había “actuado de conformidad” con las condiciones de uso y la política de privacidad de la compañía, así como con la configuración del usuario. La política de privacidad señala que LinkedIn usa los datos personales de los miembros con fines de investigación. El comunicado agregó que la empresa utilizó las técnicas de sociología más recientes y “no invasivas” para responder preguntas de investigación importantes “sin ninguna experimentación con los miembros”.

LinkedIn, que es propiedad de Microsoft, no respondió de manera directa a una pregunta sobre cómo había calculado la compañía las consecuencias potenciales a largo plazo de sus experimentos en el empleo y el estatus económico de los usuarios. Sin embargo, la empresa aseguró que la investigación no había dado una ventaja desproporcionada a algunos usuarios.

Karthik Rajkumar, un científico de investigación aplicada en LinkedIn que fue uno de los coautores del estudio, explicó que la meta de la investigación era “ayudar a las personas a escala. No se puso a nadie en desventaja para encontrar empleo”.

Sinan Aral, un profesor de administración y ciencia de datos en el MIT y autor principal del estudio, comentó que los experimentos de LinkedIn fueron una iniciativa para garantizar que los usuarios tuvieran igualdad de acceso a las oportunidades de empleo.

Aral precisó: “Hacer un experimento con 20 millones de personas y después implementar un algoritmo más adecuado para mejorar las perspectivas de empleo de todos como resultado de los conocimientos que adquiriste con eso es lo que ellos intentan hacer, no otorgar movilidad social a algunas personas y a otras no”. (Aral ha realizado análisis de datos para The New York Times y recibió una beca de investigación de Microsoft en 2010).

Los experimentos que involucran a los usuarios hechos por grandes empresas de internet tienen un historial irregular. Hace ocho años, se publicó un estudio de Facebook que describía cómo la red social había manipulado en secreto qué publicaciones aparecían en la sección de noticias de los usuarios para analizar la propagación de las emociones negativas y positivas en su plataforma. El experimento de una semana, llevado a cabo con 689.003 usuarios, de inmediato generó reacciones negativas.

El estudio de Facebook, cuyos autores incluían a un investigador de la empresa y a un profesor de Cornell, sostenía que las personas habían consentido implícitamente el experimento de manipulación de emociones cuando se habían registrado en Facebook. “Todos los usuarios están de acuerdo antes de crear una cuenta en Facebook”, decía el estudio, “lo que constituye un consentimiento informado para esta investigación”.


El futuro de Internet se dirime en una votación clave entre Occidente y la alianza ruso-china

Publicado en elDiario.es
https://www.eldiario.es/tecnologia/futuro-internet-dirime-votacion-clave-occidente-alianza-ruso-china_1_9572412.html?s=08


El futuro de Internet se dirime en una votación clave entre Occidente y la alianza ruso-china

Carlos del Castillo

27 de septiembre de 2022 23:23h
Actualizado el 28/09/2022 12:53h

Internet se encuentra ante una bifurcación histórica. Uno de los caminos mantiene el ecosistema digital actual: una red de redes global y sin fronteras, operada por agentes privados sometidos a supervisión pública. En la otra ruta, Internet se balcaniza en una infraestructura que replica el mundo físico. Tiene muros infranqueables que separan las parcelas estatales, cada una con sus propias normas y fuerzas del orden que las hacen cumplir.

Uno de los organismos donde se decide el rumbo que toma la Red es la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT), dependiente de la ONU. Este jueves hay elecciones para elegir a su presidente y los candidatos que se han presentado muestran la importancia de capitanearlo en los próximos años. La votación será entre una representante de EEUU, que no aspiraba a dirigir la UIT desde 1959; y un exministro de Rusia, que nunca la ha comandado.

Los dos candidatos representan a ambas cosmovisiones sobre lo que debería ser el futuro de la Red. Los dos bloques han hecho movimientos muy claros en los últimos meses para marcar su política digital y quiénes son sus aliados. La guerra de Ucrania no ha hecho sino intensificar la ruptura entre ambos modelos.

Por un lado, EEUU promovió en abril una “Declaración para el Futuro de Internet” que fue ratificada por España y otros 58 países. Es un tratado internacional entre “todos los socios que apoyan activamente que sea abierto, libre, global, interoperable, fiable y seguro”.

Los firmantes se comprometen a “proteger los derechos humanos y las libertades fundamentales de todas las personas”, “una Internet global que fomente la libre circulación de la información” y un “enfoque de gobernanza de múltiples partes interesadas que mantiene a Internet en funcionamiento en beneficio de todos”.

La Declaración no cita a Rusia ni a China. No obstante, supone una oposición directa al modelo de Internet que defienden estos países. Según explicó la Casa Blanca, el tratado llega en respuesta al “aumento del autoritarismo digital en la que algunos Estados actúan reprimiendo la libertad de expresión, censurando sitios de noticias independientes, interfiriendo en las elecciones, promoviendo la desinformación y negando a sus ciudadanos otros derechos humanos”.

Soberanía para violar derechos humanos

Moscú y Pekín también han firmado tratados en estos años para buscar una gobernanza alternativa de Internet. En el último, de 2021, Vladímir Putin y Xi Jinping se comprometieron a “preservar el derecho soberano de los Estados a regular el segmento nacional de Internet”.

Ambos países ya han levantado murallas para escindir sus redes de la infraestructura global. De puertas adentro, sus regulaciones nacionales se han traducido en censura y violaciones de los derechos humanos. Sus empresas digitales están sometidas a un férreo control gubernamental. Cualquier actor que no se ciña al guion, ya sea un influencer o el desarrollador de una nueva aplicación, puede desaparecer o verse obligado a exiliarse del país.

Pero Putin y Xi Jinping no solo rubricaron “su unidad en las cuestiones relacionadas con la gobernanza de Internet”, sino que se comprometieron a extenderla y aumentar su control sobre la Red global. “Rusia y China insisten en la necesidad de potenciar el papel de la Unión Internacional de Telecomunicaciones y reforzar la representación de ambos países en sus órganos de gobierno”, reza su tratado. Dicho y hecho.

El candidato ruso, al ataque

Rashid Ismailov, ex ministro de Comunicaciones y Medios de Masas del Kremlin, se ha presentado a dirigir la UIT. Su discurso contrasta con el de su rival, Doreen Bogdan-Martin, una funcionaria que ha hecho casi toda su carrera en el organismo. Mientras que la estadounidense se centra en los problemas clásicos de Internet (brecha digital, brecha digital de género, conectividad en países subdesarrollados), el ruso lanza cargas de profundidad contra el diseño de la Red actual.

“Imaginemos que un día nos encontramos con las aplicaciones desactivadas, el almacenamiento en la nube cerrado, nuestro acceso restringido. Toda nuestra infraestructura habrá desaparecido junto con todos nuestros datos. Y eso solo es la punta del iceberg”, ha denunciado Ismailov. “No podemos acceder a nuestra identidad, incluido nuestro avatar en el universo digital, porque alguna corporación nos bloquea”, dijo.

Para reforzar este discurso y en un movimiento que seguramente tenga muy poco de casual, Putin ha decidido conceder la ciudadanía rusa a Edward Snowden justo este lunes. El exanalista de la NSA reveló una trama de espionaje político y económico coordinado entre la Casa Blanca y las principales multinacionales de Silicon Valley, que dejaron agujeros en sus sistemas para que los espías de EEUU se colaran por ellos. Snowden es la figura que más daño ha hecho a la cosmovisión de Internet “libre” que defiende EEUU.

“La UIT debe proporcionar estrategia, orientación y visión, no una burocracia inscrita en un mundo unipolar”, dice Ismailov.

Puesto clave

La Unión Internacional de Telecomunicaciones no es un organismo de Naciones Unidas más. Es mucho más antiguo que la propia ONU (fue fundada 80 años antes, en 1865) y no es solo una representación de países, sino que además de los 193 representantes estatales tiene otros 900 miembros entre empresas, universidades y ONG.

Es un ente prácticamente desconocido para el gran público porque hasta ahora su misión principal ha sido que no se note su presencia. Se encarga de armonizar los estándares de comunicación. Su primera misión fue que el alfabeto morse fuera universal. Hoy trabaja para que todas las tecnologías digitales hablen en los mismos códigos, lo que la convierte en uno de los organismos regulatorios más importantes para Internet.

Un presidente que pretendiera facilitar que Internet se balcanizara podría hacerlo permitiendo que surgieran varios sistemas alternativos que, en la práctica, complicarían la interoperabilidad. También promoviendo estándares que permitieran el seguimiento de los ciudadanos por parte de los gobiernos.

La votación entre Bogdan-Martin e Ismailov tendrá lugar este jueves en Bucarest (Rumanía), donde la UIT lleva a cabo su “Conferencia de Plenipotenciarios” desde este lunes hasta el próximo 14 de octubre. El organismo renovará también a toda su cúpula y elegirá a los 48 miembros de su Consejo. En las salas del mastodóntico Palacio del Parlamento de Bucarest, levantado por orden del dictador Nicolae Ceaușescu, la organización elegirá también sus líneas estratégicas para el período 2024-2027, que podrían resultar claves para el futuro de Internet.


jueves, 6 de octubre de 2022

La UE faculta a los gigantes de internet para censurar información en crisis como la guerra de Ucrania

 Publicado en Público

https://www.publico.es/internacional/ue-faculta-gigantes-internet-censurar-informacion-crisis-guerra-ucrania.html#md=modulo-portada-bloque:4col-t5;mm=mobile-big

La UE faculta a los gigantes de internet para censurar información en crisis como la guerra de Ucrania

Se trata de una medida de excepción que afecta al derecho fundamental a la libertad de expresión, pero que para la UE no parece necesitar control judicial alguno.

MADRID

05/10/2022 21:22 ACTUALIZADO: 06/10/2022 07:17

PABLO ROMERO

El Reglamento Europeo de Servicios Digitales (DSA, por sus siglas en inglés) ha finalizado su tramitación con una redacción mucho más moderada que el texto inicial, aunque con una 'sorpresa': la introducción de un artículo (27 a), que describe un "protocolo de crisis" con el que la Comisión Europea —el Ejecutivo comunitario— puede exigir a uno o varios grandes proveedores de servicios de internet en casos de crisis grave que apliquen inmediatamente medidas "específicas, efectivas y proporcionadas" para prevenir, eliminar o limitar cualquier contribución —o sea, contenidos— a "amenazas graves".

Se trata de una medida de excepción que afecta al derecho fundamental a la libertad de expresión, pero para cuya aplicación, según esta nueva norma, no parece necesario establecer control judicial alguno.

La resolución ha sido introducida a raíz de la invasión de Ucrania por Rusia y la "manipulación de la información online", según afirma abiertamente la propia Comisión en su nota informativa. Y la idea es establecer un sistema de bloqueo de información rápido —de "moderación"— en casos "excepcionales" o como respuesta a una crisis.

Para que el Ejecutivo comunitario pueda adoptar estas medidas tiene que darse una crisis grave con "circunstancias extraordinarias que dan lugar a una amenaza grave para la seguridad o la salud pública en la Unión o en partes significativas de ella": casos como "conflictos armados o actos de terrorismo, conflictos emergentes, desastres naturales como terremotos y huracanes, así como pandemias y otras amenazas transfronterizas graves para la salud pública".

Cabe recordar que el Reglamento ya aprobado, como tal, será de aplicación directa en todo el territorio comunitario cuando entre en vigor y sin que sea necesaria su trasposición en cada país.

¿Y la separación de poderes?

Esta medida, que ya fue discutida el pasado mes de abril pero que ahora queda fijada en el texto del Reglamento, da cobertura legal a decisiones dudosas como la que anunciaron en febrero la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y el alto representante de la Unión para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Josep Borrell, de bloquear la difusión de los medios público rusos Russia Today (RT) y Sputnik, considerados "la maquinaria mediática del Kremlin", y sus filiales. Esa inédita decisión fue respaldada por un decreto europeo de urgencia publicado el 1 de marzo, días después de su anuncio.

Varios grupos europeos alertaron en abril de este año de que "el mecanismo propuesto es un empoderamiento demasiado amplio de la Comisión Europea para declarar unilateralmente un estado de emergencia en toda la UE", dado que "las decisiones que afectan la libertad de expresión y el acceso a la información, en particular en tiempos de crisis, no pueden ser tomadas legítimamente a través del poder Ejecutivo únicamente".

El abogado especializado en tecnología y director jurídico de la Plataforma para la Defensa de la Libertad de Información (PLI) Carlos Sánchez Almeida comenta a Público que "la pregunta que tenemos que hacernos es cómo encaja todo esto en el artículo 20 de la Constitución Española, que proscribe la censura previa y exige que todo secuestro de publicaciones tenga autorización judicial". Es decir, ¿cómo puede garantizar Bruselas la separación de poderes, que es clave para que exista una democracia real, con esta normativa?

"La solución a esto podría ser similar a la que tuvo que adoptar la llamada Ley Sinde: hay que regular la intervención de un magistrado de lo contencioso-administrativo para que autorice las medidas", dice Almeida, que añade ironía: "Un magistrado que tendría que ser del Tribunal Supremo [en el caso de España], como el que controla el CNI, si la medida es acordada por un Consejo de Ministros erigido en Inquisición Mayor del Reino".

Las plataformas vigilarán, juzgarán y bloquearán

En virtud de la DSA, Bruselas podrá pedir a grandes o muy grandes proveedores de servicios (como Google, Apple, Meta, Twitter, etc.), ya sean grandes plataformas o grandes buscadores, que evalúen en primer lugar en qué medida el funcionamiento y uso de su servicios contribuyen (o "puedan contribuir") significativamente a un grave amenaza. Tras ello, estas compañías tendrán que "identificar y aplicar medidas específicas, eficaces y proporcionadas" para "prevenir, eliminar o limitar tal contribución a la amenaza grave identificada". Es decir, que se deja en manos de estas plataformas la decisión y responsabilidad de censurar contenidos eventualmente.

Por último, deberán informar a la Comisión en una fecha determinada —o a intervalos regulares— "del contenido exacto, implementación e impacto cualitativo y cuantitativo de las medidas específicas tomadas".

Para ello, los proveedores de servicios "tendrán debidamente en cuenta la gravedad de la amenaza", la "urgencia de las medidas" y "los efectos reales o potenciales implicaciones para los derechos e intereses legítimos de todas las partes involucradas, incluido el posible incumplimiento de las medidas para respetar los derechos fundamentales". Dicho de otro modo, las plataformas serán las que decidan qué censurar en primer lugar.

Tal y como prevé Almeida, con este Reglamento "Bruselas va a poder hacer en toda la EU lo que los diferentes Ejecutivos nacionales, como el español, tienen prohibido por ser inconstitucional".

"Lo han regulado exhaustivamente", comenta a Público el catedrático de Derecho Constitucional de la Universidad de València Lorenzo Cotino, que admite que "puede ser inquietante, pero no hay que excluir que cuente con garantías que puedan ser suficientes, pues para situaciones extraordinarias es de interés contar con regulación".

Según este experto, "las actuaciones que se adopten en todo caso deben poder ser sujetas a los mecanismos de garantías oportunas" y para ello "es esencial que sean conocidas para demandar transparencia respecto de las mismas y, en su caso, recurrirlas ante las autoridades oportunas (judiciales, independientes, etc.)".

Estas medidas excepcionales, que deberán anunciarse públicamente, no podrán durar más de tres meses (prorrogables otros tres meses), según establece el artículo. Además, la propia Comisión puede revocar su decisión en cualquier momento, especialmente "cuando no existan motivos para aplicarlas.

Una "primicia mundial" 

Para la Comisión Europea, esta regulación (la DSA) es toda una "primicia mundial en el campo de la regulación digital", ambiciosa en cuanto a la regulación de las plataformas y los proveedores de servicios de internet, y que "a la vez preserva los principios básicos del mercado interior".

Asimismo, esta norma está "diseñada de manera asimétrica, lo que significa que los servicios intermediarios más grandes con un impacto social significativo (grandes plataformas y grandes buscadores) están sujetos a reglas más estrictas" que las compañías más pequeñas.

La norma será de aplicación directa en todo el territorio UE pasados 15 meses desde su publicación en el Diario Oficial de la Unión Europea, que aún no tiene fecha.

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Publicado en THE Times Higher Education https://www.timeshighereducation.com/news/corrupting-chatgpt-use-polarises-peer-reviewers   Quemadlo...