lunes, 18 de julio de 2022

Pagar por publicar en revistas de acceso abierto: ¿es oro todo lo que reluce?

Publicado en  The Conversation
https://theconversation.com/pagar-por-publicar-en-revistas-de-acceso-abierto-es-oro-todo-lo-que-reluce-184950



Pagar por publicar en revistas de acceso abierto: ¿es oro todo lo que reluce?

1° Julio 11, 2022

Cada vez más revistas científicas están anunciando su paso al acceso abierto. A partir de ese momento todos los artículos que publican pueden ser leídos libremente. ¿Quién va a estar en contra de un movimiento tan loable que persigue poner en acceso abierto las publicaciones científicas?

Teniendo en cuenta que todo producto cuesta y que las publicaciones científicas no son una excepción, quién y cómo costeará el gasto está menos claro. ¿Obedecen estos anuncios de paso a acceso abierto a un verdadero impulso altruista a favor de la difusión del conocimiento científico o existen intereses inconfesables?

Dos rutas: diamante versus dorada

Para desentrañar estas cuestiones nada mejor que comparar dos visiones antagónicas de entender el acceso abierto en las revistas científicas:

  1. La ruta diamante (también llamada platino) donde los gastos de publicación son sufragados por instituciones científicas sin ánimo de lucro (universidades, sociedades científicas, asociaciones profesionales y entidades de todo tipo).

  2. La denominada ruta dorada, donde los costes del acceso abierto a la publicación son pagados por los autores, bien de su propio bolsillo, bien obteniendo subvenciones de las instituciones en las que trabajan o de agencias financiadoras de la investigación. Dentro de este grupo conviene distinguir entre las revistas que sólo publican artículos de este tipo y las denominadas revistas híbridas que admiten también la publicación de artículos que son accesibles a las instituciones y personas que están suscritos a la revista o que pagan por leer artículos de su interés.

La ruta diamante: sobre todo en humanidades

Las revistas diamante nacen de la comunidad académica (es ahí donde habitan los científicos que hacen posible la investigación y su subsecuente publicación) y se editan por y para la propia comunidad. Con presupuestos escasos y recursos muy precarios estas revistas son posibles gracias al compromiso y trabajo voluntario de los académicos que trabajan en las instituciones que las patrocinan. Un circuito público y desinteresado.

Este tipo de revistas son especialmente frecuentes en las Artes y Humanidades así como en algunos campos de las Ciencias Sociales (más de 8 000 de las 17 000 revistas incluidas en el DOAJ: Directory of Open Access Journals), justamente las disciplinas donde el conocimiento científico difícilmente puede ofrecer pingües beneficios; en España la cifra llega al 83 % de las revistas (745 de las 923 en DOAJ).

La ruta dorada: no digas amor cuando quieres decir negocio

Las revistas doradas están mayoritariamente en manos de editoriales comerciales. Aquí el acceso abierto es sufragado por los autores que pagan lo que se conoce como los article processing charges (APC), es decir, los costes de procesamiento de artículos.

En este caso, se trata de empresas cuyo objetivo principal y legítimo es ganar dinero con la edición de revistas científicas.

Lo que llama poderosamente la atención al cotejar las listas de precios de los APC es la extraordinaria diversidad (en Elsevier de 170€ a 8500€, en Springer-Nature de 505 € a 9500 €, en Taylor & Francis de 570 € a 4560 €, en MDPI de 400 € a 2080 €) para productos con costes fijos similares. Pero, sobre todo, son llamativas las diferencias tan acusadas entre revistas de la misma naturaleza y disciplina: publicar en una revista de Filosofía puede costar desde 800 € (MDPI) a 2390 € (Springer-Nature) o 2870 € (Elsevier).

¿Cómo se calcula el coste?

Estas diferencias de precios no parecen sencillas de entender para el lector corriente, quien puede sospechar sobre los métodos con los que las editoriales realizan el cálculo de los costes de publicación.

Las dudas se tornan en certezas a la vista de los datos desvelados por Brembs & Grossmann, dos experimentados directivos de las multinacionales de la edición que acabamos de mencionar, bien conocedores del negocio editorial y nada sospechosos.

Demuestran, haciendo cálculos generosos, en distintos escenarios y contabilizando beneficios de un 30 % para la editorial, que un artículo promedio medio tendría un coste de 600 €, no debiendo sobrepasar los 1000 € en el escenario más oneroso.

Pagar por divulgar lo público

A la vista de las estas cifras no es extraño recelar de la sinceridad del supuesto compromiso de estas editoriales con la ciencia abierta. Más si cabe, teniendo en cuenta que este negocio editorial se sustenta en una gran paradoja: los científicos deben pagar por publicar artículos basados en investigaciones que consumen enormes recursos económicos financiados por las universidades y centros de investigación donde trabajan o por las agencias públicas de financiación.

Esta mercancía, adquirida gratuitamente por las editoriales, será transformada gracias al proceso editorial llevado a cabo de manera gratuita (es muy raro que cobren) por los propios científicos, que no solo actúan como revisores sino como editores (principales, asociados, invitados) que conforman los comités editoriales que dirigen y gestionan las revistas. Capital público al servicio de intereses privados.

Dadas estas circunstancias, es lícito preguntarse si tiene sentido pagar por publicar el trabajo propio revisado por los propios. ¿No resulta esto un pésimo negocio para el estado y un auténtico quebranto para los contribuyentes? ¿Qué pensaría el ciudadano medio si supiera del funcionamiento de este sistema?

Cuando hablamos de este modelo de negocio nos referimos a un ámbito que mueve millones de euros al año. En 2021 más de 54 000 artículos en acceso abierto dorado de autores españoles se publicaron en revistas indexadas en la Web of Science.

El rechazo a pagar por publicar

En un estudio reciente planteamos precisamente estas cuestiones a profesores españoles de filosofía y ética.

Estos se mostraron escandalizados por tener que pagar para publicar en acceso abierto, acusando de mercantilización a la publicación del conocimiento científico.

Se cuestionaban hasta qué punto tiene sentido entregar un bien tan preciado como la publicación para los fines lucrativos de grandes multinacionales que no hacen sino sacar provecho del propio esfuerzo de los académicos.

Peligro para otros formatos tradicionales

Sin embargo, ese rechazo se tornó en ardorosa defensa del pago por publicar libros, no vinculado a su posterior distribución en abierto, sino destinado a sostener un frágil ecosistema de la edición académica de libros.

Es posible que esta defensa del libro, y la dura crítica a ciertas revistas comerciales, esté muy vinculada también a los actuales sistemas de evaluación. Estos sistemas dan un peso preponderante a las publicaciones periódicas y con ello una comunidad investigadora como la de filosofía percibe que sus formatos tradicionales de publicación (libros en lenguas vernáculas) sufre cierto peligro de extinción.

En definitiva, cuando hablemos de acceso abierto, no debemos confundir la ruta diamante con la ruta dorada. No son lo mismo. Sin olvidar que la gasolina que hace girar el motor del negocio editorial es la cultura del publica o perece.


USA almacena más del 92% de los datos del mundo occidental. Crece la necesidad de la soberanía digital

Publicado en europapress

https://www.europapress.es/portaltic/sector/noticia-soberania-digital-conseguir-aplique-entorno-cloud-20220712104902.html?fbclid=IwAR0h60CLY6lVPIAIlpHWgv4dE7zbtbqnleUQufTYaQ1galZS9HufIZ0UeGM&s=08


Qué es la soberanía digital y cómo conseguir que se aplique en un entorno 'cloud'

MADRID, 12 Jul. (Portaltic/EP) - Más del 92 por ciento de todos los datos del mundo occidental se almacenan en servidores propiedad de empresas con sede en Estados Unidos, según datos del Foro Económico Mundial. A medida que estos datos siguen creciendo de forma exponencial y las organizaciones modernas dependen cada vez más de las plataformas digitales, crece la necesidad de la soberanía digital en todas las naciones, según los expertos. 



CUBA desarrolla exitoso tratamiento contra Alzheimer y Parkinson

Publicado en La Jornada
https://www.jornada.com.mx/notas/2022/07/17/ciencia-y-tecnologia/desarrolla-cuba-exitoso-tratamiento-contra-alzheimer-y-parkinson/


Desarrolla Cuba exitoso tratamiento contra Alzheimer y Parkinson

Pionero en el desarrollo de nuevas tecnologías para el tratamiento de enfermedades neurodegenerativas, el Centro Internacional de Restauración Neurológica (Ciren) aplica un tratamiento para el Alzheimer y el Parkinson que a partir de una molécula evita que las neuronas continúen el proceso de degeneración.  

De visita en México, Héctor Vera Cuesta, director del Ciren, destaca el avance que representa la sustancia NeuroEPO, ya que mejora la calidad de vida de los pacientes.

“El mecanismo de la molécula es neuroprotector. Evita que las neuronas se sigan degenerando, muriendo. Lo que hace es prolongar un poco más la vida de estas células del sistema nervioso, por lo que los síntomas son más espaciados, no tiene la enfermedad una evolución tan rápida”, explica.

El neurólogo cubano, experto en genética médica, afirma que los resultados en pacientes con Parkinson y Alzheimer han sido “espectaculares”. El estudio comenzó en enfermos con Parkinson y detectaron que dicha sustancia mejoró su condición motora, pero mucho más la parte cognitiva.

Es una de las moléculas “que va a dar de qué hablar en el mundo. Recientemente publicamos un artículo conjunto con el Centro de Neurociencias de Cuba, el cual confirma, con un análisis estadístico bien desarrollado, que es efectiva. No hay duda”.

Vera Cuesta indica que pronto NeuroEPO podrá ser comercializada. “Queremos hacer una fase IV (del estudio clínico), porque toda molécula nueva tiene un proceso de investigación riguroso. En esta etapa la queremos aplicar de forma masiva”.

Sostiene que actualmente están identificando en la isla hospitales donde se realizará el estudio, pues “no tiene efectos secundarios. Es muy inocua y muy fácil de administrar, porque es por vía nasal, donde se administran unas gotitas”. Aclara que el desarrollo de este medicamento lo realizaron centros cubanos de biotecnología y el Ciren lo probó en pacientes.

Creado hace 33 años por el comandante Fidel Castro Ruz, sin fines de lucro y para el desarrollo de las neurociencias, “en el Ciren aplicamos un programa único en el mundo. Reunimos a 11 especialistas en función de un paciente. Es un equipo multidisciplinario que atiende a un paciente de forma integral y personalizada, lograr eso es muy difícil” para cualquier país del mundo, pero en el suyo se logra gracias al “compromiso” y la capacidad de los expertos.

También el poscovid

El Ciren también ha desarrollado innovaciones tecnológicas y terapéuticas para la regeneración neuronal, lo que incluye atención a pacientes con epilepsia, trastornos del sueño, adicciones, como tabaquismo, y recientemente para las secuelas poscovid.

A causa de la pandemia de covid-19, el Ciren desarrolló un innovador programa de atención integral a personas con secuelas generadas por el virus, como cefaleas intensas, trastornos del sueño, pérdida de memoria de corto plazo, fatigas crónicas y dolores neuropáticos (ocasionado por daño al sistema nervioso), entre otros.

En entrevista con La Jornada, en las instalaciones de Multisalud –una empresa mexicana que trabaja con los servicios de salud cubanos y el Ciren–, el especialista comenta que el Centro ha realizado durante tres décadas programas de restauración neurológica, encaminados a atender las secuelas de enfermedades que afectan el sistema nervioso, y por tanto –asegura– no les costó mucho trabajo adaptarse a la atención poscovid.

“La intervención tiene la bondad de que no es un método terapéutico, sino un programa, con el cual puedes flexibilizar las terapias. Es individualizado, va de acuerdo con las secuelas del paciente y, a partir de un diagnóstico, se organiza el tratamiento.”

Vera Cuesta expone que los pacientes “sí mejoran, pero con una intervención integral intensiva, usando todas las herramientas que tiene el Ciren, por ejemplo, la ozonoterapia, los tratamientos cognitivos y la estimulación cerebral no invasiva, entre otras”.

El experto destaca que esa intervención forma parte de una estrategia de país para tratar el síndrome poscovid.

“Fue un proceso paulatino en que fuimos creando las condiciones en los policlínicos y consultorios para ir identificando a las personas, porque muchos salían del covid y decían después ‘me está pasando tal cosa’, había que explicarles que eran secuelas y aplicar la intervención para ir mejorando.”

La epilepsia puede curarse

El médico subraya que el Centro también es líder en el tratamiento de la epilepsia con cirugía. “No somos los únicos en el mundo que hacemos esta intervención, pero nuestros resultados son excelentes”.

Vera Cuesta agrega que “de quienes operamos, 60 por ciento queda libre de crisis, y estamos hablando de pacientes con 10 a 15 crisis diarias. Otro 15 por ciento tienen crisis muy espaciadas. En total, tenemos 75 por ciento de efectividad. Son los resultados de un servicio de neurocirugía de epilepsia de cualquier país desarrollado. Es parte de nuestro orgullo”.

Afirma además que “puedes hasta curar al paciente, si quitas el lugar en donde se está generando la crisis”. Esta intervención quirúrgica la lleva a cabo un equipo multidisciplinario, pues el objetivo es garantizar la calidad de vida de las personas, por lo que también se realiza en menores.

El científico reconoce que el bloqueo a su país, que lleva 60 años, ha representado un desafío, porque “nos afecta, nos limita, pero no tenemos otra opción que seguir el desarrollo, pues no hay ninguna luz de que se va a eliminar y Cuba tiene que continuar adelante”.

Cita que por esa misma razón, la isla desarrolló sus propias vacunas contra el covid-19, con las que se inmunizó a prácticamente la totalidad de los 11 millones de habitantes, incluidos menores a partir de los dos años de edad.

La medicina cubana es accesible para pacientes extranjeros, quienes pueden acudir al Ciren por tratamientos de cuatro a ocho semanas. “Los pacientes nos escriben o a través de nuestros representantes armamos los expedientes y si cumplen con los criterios, les damos la autorización de viajar al Centro”.

Detalla que 60 por ciento de los pacientes internacionales que ha recibido el Ciren en los pasados 10 años son mexicanos y anuncia que “hay más de cinco propuestas de países que quieren montar clínicas Ciren: Chile, Irak, Angola y Kazajistán. Estamos en proceso de negociación. Me parece correcto también que podamos traspasar esa tecnología que hemos desarrollado a otros países”.

viernes, 15 de julio de 2022

OpenCitations: una infraestructura electrónica abierta para fomentar la máxima reutilización de los datos de las citas

Publicado en blog Universo abierto
https://universoabierto.org/2022/06/29/opencitations-una-infraestructura-electronica-abierta-para-fomentar-la-maxima-reutilizacion-de-los-datos-de-las-citas/


Descargar artículo en: https://arxiv.org/abs/2206.07476

OpenCitations, una infraestructura electrónica abierta para fomentar la máxima reutilización de los datos de las citas

Di Giambattista, Chiara, et al. OpenCitations, an open e-infrastructure to foster maximum reuse of citation data. arXiv, 15 de junio de 2022. arXiv.orghttps://doi.org/10.48550/arXiv.2206.07476.

OpenCitations, una infraestructura electrónica abierta para fomentar la máxima reutilización de los datos de las citas

Di Giambattista, Chiara, et al. OpenCitations, an open e-infrastructure to foster maximum reuse of citation data. arXiv, 15 de junio de 2022. arXiv.orghttps://doi.org/10.48550/arXiv.2206.07476.

OpenCitations es una organización independiente sin ánimo de lucro dedicada a la publicación de datos bibliográficos y de citación abiertos mediante el uso de tecnologías de la web semántica (Linked Data). OpenCitations colabora con proyectos que forman parte del ecosistema de la Ciencia Abierta y cumple con los principios fundacionales de la UNESCO para la Ciencia Abierta, las recomendaciones de I4OC y los principios de datos FAIR, según los cuales los datos deben ser Encontrables, Accesibles, Interoperables y Reutilizables. Dado que sus datos satisfacen todas las directrices de reutilización proporcionadas por FAIR en términos de riqueza, procedencia, licencias de uso y estándares comunitarios relevantes para el dominio, OpenCitations proporciona un ejemplo de una exitosa e-infraestructura abierta en la que la reutilización de datos es parte integral de su misión.

ARTÍCULO: Alexandra Elbakyan y la resistencia a los cercamientos del conocimiento científico

Serván Melero, C. (2022). Alexandra Elbakyan y la resistencia a los cercamientos del conocimiento científicoUNIVERSITAS. Revista De Filosofía, Derecho y Política, (39), 2-26. https://doi.org/10.20318/universitas.2022.7034



Alexandra Elbakyan y la resistencia a los cercamientos del conocimiento científico
  • Cristina Serván Melero
    Universidad de Cadiz

Palabras clave: comunes, acceso abierto, feminismo, cercamientos, desobediencia civil
Resumen

En este artículo analizamos la figura de Alexandra Elbakyan y su proyecto Sci-Hub, en cuya web se encuentran alojados más de 85 millones de documentos científicos a los que se puede acceder gratuitamente. Reflexionaremos sobre los cercamientos al conocimiento científico, el colonialismo en la producción académica y las propuestas que trabajan por un acceso abierto a la información científica. Tomaremos como referencia la desobediencia protagonizada por Elbakyan que, como mujer joven, no occidental e ideológicamente comprometida con posiciones anti neoliberales, representa una identidad no hegemónica.


Rankings universitarios de América Latina 2022: el reto de la interdisciplinariedad

Publicado en THE Times Higher Education
https://www.timeshighereducation.com/world-university-rankings/latin-america-university-rankings-2022-dream-teams?utm_source=newsletter&utm_medium=email&utm_campaign=rankings_newsletter&mc_cid=5f42141476&mc_eid=d622713526

 
Primeros 25 lugares: 

Pontificia Universidad Católica de Chile - Chile
University of São Paulo - Brazil
University of Campinas - Brazil
Universidade Federal de São Paulo (UNIFESP) - Brazil
5 - Monterrey Institute of Technology - Mexico
Universidade Federal de Santa Catarina - Brazil
University of Chile - Chile
Universidade Federal do Rio Grande do Sul - Brazil
Federal University of Minas Gerais - Brazil
10 Pontifical Catholic University of Rio de Janeiro (PUC-Rio) - Brazil
11 Federal University of Rio de Janeiro - Brazil
12 Universidade Estadual Paulista (Unesp) - Brazil
13 University of the Andes, Colombia - Colombia
14 Pontifical Catholic University of Rio Grande do Sul (PUCRS) - Brazil
15 University of Brasília - Brazil
16 National Autonomous University of Mexico - Mexico
17 Federal University of São Carlos - Brazil
18 National University of Colombia - Colombia
19 Federal University of Viçosa - Brazil
20 Universidade Federal do Paraná (UFPR) - Brazil
21 The University of the West Indies - Jamaica
22 Universidade Federal do ABC (UFABC) - Brazil
23 Universidade do Estado do Rio de Janeiro (UERJ) - Brazil
24 Federal University of Lavras - Brazil
25 - Pontifical Javeriana University - Colombia

- Un aspecto positivo de la pandemia es que fomentó la convocatoria de equipos interdisciplinarios

- "Necesitamos la interdisciplinariedad, pero no sólo porque sea buena en sí misma, sino porque es una forma de ser más impactante como sistema científico", afirma Federico Vasen, profesor de la Universidad de Buenos Aires y experto en educación superior.

- Vasen explica que los gobiernos y los organismos de financiación entienden bien la importancia de los equipos multidisciplinares para abordar los problemas locales, pero son las propias universidades las que obstaculizan el progreso. "Las políticas científicas y las iniciativas de financiación de la ciencia promueven los enfoques interdisciplinarios... luego, cuando los investigadores y profesores tienen que solicitar la titularidad o necesitan ser promovidos, o incluso ser contratados, se les evalúa de forma muy disciplinaria. Tienen que ser un buen biólogo, un buen filósofo, un buen químico. No es tan importante ser capaz de trabajar [de forma] interdisciplinar".

- Las universidades tendrán que encontrar una forma de recompensar a los académicos que trabajen en proyectos interdisciplinarios si se quiere que este enfoque tenga más impacto, dice Vasen.

- El Instituto Tecnológico de Monterrey puede ser la única universidad del mundo que aplica el aprendizaje basado en problemas a esta escala. "El mundo no está dividido en disciplinas", dice José Escamilla, director del Instituto para el Futuro de la Educación del Tecnológico de Monterrey.

- "las universidades en América Latina son aún más tradicionales que en otras partes del mundo". Existe una resistencia ideológica a las ideas impuestas por Estados Unidos y, al mismo tiempo, la región valora la gratuidad de la enseñanza superior y la independencia del gobierno. Estos factores se han combinado para que "en cierto modo, se hayan estancado. Y como resultado, son muy conservadores y se resisten a cualquier tipo de cambio, incluido el cambio de planes de estudio y enfoques pedagógicos"... "Por supuesto, hay excepciones, hay algunas universidades muy dinámicas que han evolucionado, pero en general es un sistema tradicional muy rígido", afirma  Jamil Salmi, un economista especializado en educación que ha sido coordinador del programa de educación terciaria del Banco Mundial   

- Para Denise Pires de Carvalho, presidenta de la Universidad Federal de Río de Janeiro, la voluntad de fomentar la investigación y la enseñanza interdisciplinar basada en problemas está ahí, pero el bloqueo es la financiación. El presupuesto de la enseñanza superior en Brasil se ha reducido considerablemente, lo que hace que el desconocimiento de los proyectos interdisciplinarios sea menos atractivo, "si hay poco dinero, y soy adicto a trabajar con mi molécula, no quiero que me desafíe alguien que quiere que trabaje con algo diferente".

Rankings universitarios de América Latina 2022: equipos de ensueño

El trabajo en equipo multidisciplinar está ayudando a afrontar los problemas de América Latina, pero siguen existiendo barreras

14 de julio de 2022

Rosa Ellis

Twitter: @RosaEllis

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Denise Pires de Carvalho, presidenta de la Universidad Federal de Río de Janeiro, está reuniendo equipos multidisciplinarios para abordar cuatro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas.

Para la rectora de la mayor universidad federal de Brasil, ya sea que se describa a estos equipos como multidisciplinarios, transdisciplinarios o interdisciplinarios, los grupos de académicos que se reúnen para resolver problemas del mundo real son el futuro de la academia. "Si la sociedad tiene una pregunta, debe ser respondida por equipos multidisciplinarios", dice Carvalho. "El siglo XXI es un siglo de más cooperación, en red, y tenemos que trabajar juntos para resolver los problemas".

Un aspecto positivo de la pandemia es que fomentó la convocatoria de esos equipos, dice. Se formaron grupos para hacer frente a Covid-19, empezando por epidemiólogos, a los que luego se unieron químicos, biólogos, expertos en sistemas computacionales y otros, hasta que "tenemos grupos que son especialistas, pero son multidisciplinares, están abordando preguntas que los médicos [solos] no pueden responder".

"Ahora nuestro reto es hacer que este tipo de grupos respondan a otras preguntas", afirma.

Federico Vasen, profesor de la Universidad de Buenos Aires y experto en educación superior, dice que ha habido un aumento de los equipos multidisciplinares reunidos para abordar problemas locales en toda América Latina.

"Hay algunos temas, tal vez vinculados al desarrollo agrícola o a algunos otros recursos naturales, que son muy importantes para nuestras economías, y necesitan ser abordados de manera interdisciplinaria o transdisciplinaria", dice Vasen. Describe un proyecto en el norte de Argentina, una región pobre en la que abunda el litio, donde el gobierno ha respaldado un centro de investigación sobre el litio para industrializar la región y aumentar los conocimientos sobre el metal y las baterías. En lugar de limitarse a exportar el recurso, la región ganará capacidad de investigación e innovación.

"Necesitamos la interdisciplinariedad, pero no sólo porque sea buena en sí misma, sino porque es una forma de ser más impactante como sistema científico", afirma Vasen.

En el Instituto Tecnológico de Monterrey, una universidad mexicana que ocupa el quinto lugar en América Latina, el trabajo en equipo interdisciplinario basado en problemas ha sido la norma en la enseñanza desde 1995, y la institución está aplicando ahora el concepto a la investigación.

José Escamilla, director del Instituto para el Futuro de la Educación del Tecnológico de Monterrey, explica que los estudiantes dedican la mitad de su tiempo a trabajar en equipo en retos del mundo real, definidos por una organización asociada, como el gobierno, una ONG o una empresa. "Los retos son de naturaleza interdisciplinaria. Y esos retos llevan aparejados modelos de aprendizaje para que los estudiantes tengan los conocimientos que necesitan, justo a tiempo para aplicarlos en la resolución de ese reto del mundo real".

Su modelo educativo se basa en las competencias, dice, y a todos los estudiantes se les enseñan competencias disciplinarias y no disciplinarias.

Cuando los estudiantes comienzan sus estudios, los retos son más cortos y de naturaleza más limitada, pero se vuelven más complejos a medida que avanza la carrera. Un ejemplo de reto es que los estudiantes trabajen con el gobierno sobre cómo reducir el número de pacientes en lista de espera para recibir ayuda en salud mental; otro es que trabajen con un fabricante de coches para resolver un problema de calidad, o con una ONG que trabaje para aprovechar los excedentes de alimentos y distribuirlos a comunidades vulnerables.

Creen que el enfoque funciona porque los estudiantes son más apasionados, y están "cumpliendo uno de los objetivos de la universidad, que es servir a la sociedad". Escamilla tiene claro, sin embargo, que este enfoque de la educación requiere más tiempo del personal. "Creemos que hay un incremento en el tiempo que tienes que destinar para hacer las mismas cosas".

El Instituto Tecnológico de Monterrey puede ser la única universidad del mundo que aplica el aprendizaje basado en problemas a esta escala. "El mundo no está dividido en disciplinas", dice Escamilla.

El éxito del aprendizaje multidisciplinario basado en el trabajo en equipo llevó a la universidad a iniciar lo mismo con la investigación, y pretende tener tres institutos multidisciplinarios para 2025. El primero es el Instituto para el Futuro de la Educación, del que Escamilla es director asociado, que trabaja para mejorar la educación superior y el aprendizaje permanente.

"Se puede mirar la educación desde la visión disciplinar de la educación, que es muy importante y relevante y es esencial. Pero también se puede utilizar la tecnología y la educación, se puede introducir una visión psicológica del impacto de la salud mental y la motivación en la educación... y también el desarrollo de espacios arquitectónicos que se adapten bien al aprendizaje activo. Estos son sólo algunos ejemplos de cómo se puede crear una solución más holística para estos grandes retos educativos".

Vasen explica que los gobiernos y los organismos de financiación entienden bien la importancia de los equipos multidisciplinares para abordar los problemas locales, pero son las propias universidades las que obstaculizan el progreso. "Las políticas científicas y las iniciativas de financiación de la ciencia promueven los enfoques interdisciplinarios... luego, cuando los investigadores y profesores tienen que solicitar la titularidad o necesitan ser promovidos, o incluso ser contratados, se les evalúa de forma muy disciplinaria. Tienen que ser un buen biólogo, un buen filósofo, un buen químico. No es tan importante ser capaz de trabajar [de forma] interdisciplinar".

Las universidades tendrán que encontrar una forma de recompensar a los académicos que trabajen en proyectos interdisciplinarios si se quiere que este enfoque tenga más impacto, dice Vasen.

Jamil Salmi, un economista especializado en educación que ha sido coordinador del programa de educación terciaria del Banco Mundial, ha escrito que el trabajo interdisciplinario en América Latina va a la zaga de gran parte del resto del mundo. Dice a Times Higher Education que es una vergüenza para la calidad de la investigación y la enseñanza en la región. "Si uno cree en los ODS, sabe que las soluciones son interdisciplinarias".

Salmi destaca algunos de los obstáculos a la interdisciplinariedad en la región: "las universidades en América Latina son aún más tradicionales que en otras partes del mundo". Existe una resistencia ideológica a las ideas impuestas por Estados Unidos y, al mismo tiempo, la región valora la gratuidad de la enseñanza superior y la independencia del gobierno. Estos factores se han combinado para que "en cierto modo, se hayan estancado. Y como resultado, son muy conservadores y se resisten a cualquier tipo de cambio, incluido el cambio de planes de estudio y enfoques pedagógicos", afirma Salmi.

"Por supuesto, hay excepciones, hay algunas universidades muy dinámicas que han evolucionado, pero en general es un sistema tradicional muy rígido", añade.

Salmi dice que las diferentes formas de fomentar el trabajo interdisciplinario son a través de programas de enseñanza e institutos, como los del Instituto Tecnológico de Monterrey, pero también ofreciendo incentivos de financiación para proyectos interdisciplinarios. "Se parte de un problema y luego se analiza qué tipo de investigación contribuiría a resolverlo, eso es lo que se necesita para tener un enfoque interdisciplinario".

Para Carvalho, presidente de la Universidad Federal de Río de Janeiro, la voluntad de fomentar la investigación y la enseñanza interdisciplinar basada en problemas está ahí, pero el bloqueo es la financiación. El presupuesto de la enseñanza superior en Brasil se ha reducido considerablemente, lo que hace que el desconocimiento de los proyectos interdisciplinarios sea menos atractivo, "si hay poco dinero, y soy adicto a trabajar con mi molécula, no quiero que me desafíe alguien que quiere que trabaje con algo diferente", dice.

Carvalho explica que la universidad identificó a los académicos que trabajaban en temas relacionados con los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible. No tenía suficiente dinero para financiarlos todos, pero han abierto una convocatoria para cuatro de ellos, entre los que se encuentran el agua y el saneamiento. "Tenemos una baja calidad del agua en nuestro país. Debe haber grupos multidisciplinares que trabajen en la calidad del agua".

También ha creado recientemente un edificio centrado en la medicina de precisión. "Habrá médicos, biólogos, químicos, informáticos, gente de diferentes áreas, que tienen que resolver problemas relacionados con la genómica", dice Carvalho.

"Creo que el futuro de las universidades es resolver los problemas que vienen de la sociedad. [En el pasado] las preguntas eran las nuestras. No eran preguntas que vinieran de la sociedad, en el futuro lo serán... Creo que éste es el futuro de las universidades de todo el mundo".

¿Cree que se puede llegar al punto de que no haya departamentos disciplinarios en las universidades? Se ríe. "Este es el sueño".


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Latin America University Rankings 2022: dream teams

Multidisciplinary teamwork is helping tackle problems in Latin America, but barriers remain 

July 14, 2022

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Denise Pires de Carvalho, president of the Federal University of Rio de Janeiro, is assembling multidisciplinary teams to tackle four of the United Nations’ Sustainable Development Goals (SDGs).

For the leader of Brazil’s largest federal university, whether you describe such teams as multidisciplinary, transdisciplinary, or interdisciplinary, groups of academics coming together to solve real-world problems is the future of academia. “If society has a question, it has to be answered by multidisciplinary teams,” Carvalho says. “The 21st century is a century of more cooperation, in networks, and we have to work together to solve problems.”

A plus side of the pandemic is that it encouraged the convening of such teams, she says. Groups formed to tackle Covid-19, starting with epidemiologists, who were then joined by chemists, biologists, computational systems experts and more, until “we have groups that are specialists, but they are multidisciplinary, they are addressing questions that doctors [alone] cannot answer.”

“Now our challenge is to make these kinds of groups answer other questions,” she says.

Federico Vasen, a professor at the University of Buenos Aires and an expert in higher education, says there has been a rise in multidisciplinary teams put together to tackle local problems across Latin America.

“There are some topics, maybe linked to agricultural development or some other natural resources, that are very important for our economies, and they need to be approached in interdisciplinary or transdisciplinary ways,” Vasen says. He outlines a project in northern Argentina, a poor region where lithium is abundant, where the government has backed a lithium research centre to industrialise the region and build knowledge of the metal and batteries. Instead of simply exporting the resource, the region will gain research and innovation capacity.

“We need interdisciplinarity, but not just because it’s good in itself but because it’s a way to be more impactful as a science system,” Vasen says.

At Monterrey Institute of Technology, a Mexican university ranked fifth in Latin America, problem-based interdisciplinary teamwork has been the norm in teaching since 1995, and the institution is now applying the concept to research.

José Escamilla, director of the Institute for the Future of Education at  Monterrey Institute of Technology, explains that students spend half their time working in teams on real-world challenges, which are defined by a partner organisation such as the government, an NGO or a business. “Challenges are interdisciplinary in nature. And those challenges have learning models attached to them so that the students have the knowledge they need, just in time to apply it in solving this real-world challenge.”

Their education model is based around competencies, he says, and all students are taught disciplinary and non-disciplinary competencies.

When the students begin their studies, the challenges are shorter and narrower in nature, but they get more complex as the degree goes on. One example of a challenge is students working with the government on how to reduce the number of patients on the waiting list for mental health support; another is working with a car manufacturer on solving a quality issue, or an NGO working to make use of surplus food and distribute it to vulnerable communities.

They believe the approach works because students are more passionate, and they are “fulfilling one of the objectives of the university, that is to serve society”. Escamilla is clear, though, that this approach to education takes up more staff time. “We believe that there’s an increase in the time that you have to allocate to do the same things.”

Monterrey Institute of Technology may be the only university in the world applying problem-based learning at this scale. “The world is not divided into disciplines,” says Escamilla.

The success of multidisciplinary teamwork-based learning led the university to initiate the same with research, and it aims to have three multidisciplinary institutes by 2025. The first is the Institute for the Future of Education, of which Escamilla is associate director, which is working to improve higher education and lifelong learning.

“You can look at education from the disciplinary view of education, that is very important and relevant and is essential. But also you can use technology and education, you can introduce a psychological view of the impact of mental health and motivation in education…and also the development of architectural spaces that are well suited for active learning. These are just some examples of how you can create a more holistic solution to these big educational challenges.”

Vasen explains that the importance of multidisciplinary teams to tackle local problems is well understood by governments and funding bodies, but it is universities themselves that are hindering progress. “Science policies and science funding initiatives, they promote interdisciplinary approaches…then when researchers and professors need to apply for tenure or need to be promoted, or even to be hired, they are assessed in a very disciplinary way. They need to be a good biologist, a good philosopher, a good chemist. It’s not so important to be able to work [in an] interdisciplinary [way].”

Universities will need to find a way of rewarding academics who work on interdisciplinary projects if the approach is to have more of an impact, Vasen says.

Jamil Salmi, an education economist who has served as the coordinator of the World Bank’s tertiary education programme, has written that interdisciplinary working in Latin America is lagging behind much of the rest of the world. He tells Times Higher Education that it is a shame for the quality of research and teaching in the region. “If you believe in the SDGs, you know that the solutions are interdisciplinary.”

Salmi highlights some of the hindrances to interdisciplinarity in the region: “universities in Latin America are even more traditional than in other parts of the world”. There is an ideological resistance to ideas imposed by the US, and at the same time the region values free higher education and independence from government. These factors have combined to mean that “in a way, they’ve gotten stuck. And as a result, they are very conservative and any kind of change is resisted, including change of curriculum and pedagogical approaches,” Salmi says.

“Of course there are exceptions, there are some very dynamic universities that have evolved, but by and large it’s a very rigid traditional system,” he adds.

Salmi says that the different ways of encouraging interdisciplinary working are via teaching programmes and institutes, such as those at the Monterrey Institute of Technology, but also by offering funding incentives for interdisciplinary projects. “You start from a problem then look at which type of research would contribute to resolving that problem, that’s what you need to have an interdisciplinary approach.”

For Carvalho, president of the Federal University of Rio de Janeiro, the will to encourage interdisciplinary problem-based research and teaching is there but the block is funding. The budget for higher education in Brazil has been significantly reduced, which makes the unfamiliarity of interdisciplinary projects less appealing, “if there is a small amount of money, and I’m addicted to working with my molecule, I don’t want to be challenged by someone that wants me to work with something different,” she says.

Carvalho explains that the university identified academics working on issues linked to all 17 of the Sustainable Development Goals. It did not have enough money to fund them all, but they have set up a call for four of these, including water and sanitation. “We have a low quality of water in our country. There must be multidisciplinary groups working on quality of water.”

It has also recently established a building focused on precision medicine. “There will be doctors, biologists, chemists, informaticians, people from different areas, they have to solve problems related to genomics,” Carvalho says.

“I think the future of universities is solving problems that come from society. [In the past] the questions were our question. They were not questions that come from society, in the future they will be…I think this is the future of universities all over the world.”

Does she think it could get to the point that there are no discipline-based departments at universities? She laughs. “This is the dream.”

Intentando mejorar el sistema actual de las publicaciones científicas: habrá que leerse los artículos

Publicado en  The Conversation   https://theconversation.com/intentando-mejorar-el-sistema-actual-de-las-publicaciones-cientificas-habra-que...