martes, 6 de diciembre de 2022

USA: la huelga de la Univ. de California es la más importante de la historia de la educación superior estadounidense

Publicado en The Guardian
https://www.theguardian.com/commentisfree/2022/dec/05/california-academic-strike-most-important-us-higher-education-history


La huelga académica de California es la más importante de la historia de la educación superior estadounidense

Nelson Lichtenstein

La Universidad de California intenta dividir y conquistar a los 48.000 trabajadores en huelga accediendo a las demandas de unos grupos pero no a las de otros

La huelga de los sindicatos que representan a 48.000 trabajadores académicos de la Universidad de California se encuentra en una encrucijada peligrosa. Se trata, con diferencia, de la mayor y más importante huelga de la historia de la enseñanza superior estadounidense, con el potencial de transformar tanto el estatus como los ingresos de quienes trabajan en una "industria" que actualmente emplea a más trabajadores que el gobierno federal.

A pesar de todos los trastornos, la huelga no ha generado prácticamente ninguna oposición por parte del profesorado ni de la mayoría de los estudiantes universitarios. De hecho, los líderes estudiantiles de los nueve campus de la Universidad de California han respaldado la demanda de sus ayudantes de enseñanza de posgrado y otros trabajadores académicos de un aumento salarial sustancial destinado a compensar el creciente coste de la vivienda en California, así como la corriente inflacionista más amplia que ha erosionado incluso los míseros salarios, subvenciones y becas de los que dependen tantos de ellos.

La mayoría del profesorado también se muestra comprensivo, y muchos se unen a los piquetes que cada día organiza United Automobile Workers, el sindicato que representa a los distintos sindicatos compuestos por ayudantes de cátedra, tutores y profesores, becarios postdoctorales e investigadores académicos. Muchos de los huelguistas de la UC sostienen que la "A" de UAW significa en realidad "académico", sobre todo en California, donde la mayoría de los miembros de UAW trabajan ahora en un entorno universitario.

Sin embargo, después de tres semanas, la huelga ha llegado a un momento de peligro. Los administradores de la UC han ofrecido a los postdocs y a los investigadores académicos, unos 12.000, una serie de contratos de cinco años que aumentan modestamente los salarios en el primer año y también ofrecen una serie de mejoras adicionales, como más dinero para bajas por maternidad o paternidad, ayudas para el cuidado de los hijos y contratos más largos. Pero los estudiantes de postgrado ayudantes de profesor, que componen una gran mayoría de los huelguistas y constituyen el elemento más militante y activista entre los sindicalistas, han sido hasta ahora incapaces de persuadir a los administradores de la UC para que aumenten una oferta salarial inicial -un 7% ahora seguido de incrementos anuales más pequeños más adelante- que apenas les compensaba por la erosión inflacionista de sus ingresos reales.

Es una estrategia de divide y vencerás. Como el gobierno federal paga los salarios de la mayoría de los postdoctorales e investigadores académicos -a través de subvenciones de la National Science Foundation y otras entidades financiadoras-, la UC puede acceder más fácilmente a una mejora salarial, en el caso de los postdoctorales, de más del 20% en el primer año, aunque sólo del 3,5% en los siguientes. Pero como los ayudantes de cátedra, cuyo salario actual es el más bajo de todos los que están en huelga, se financian directamente con cargo al presupuesto de la Universidad, los negociadores de la universidad han adoptado una línea dura.

Para colmo de males, la UC insiste en que los contratos de todos los huelguistas sean largos, con incrementos salariales relativamente míseros en los años siguientes. La mayoría de los ayudantes de cátedra -que han hecho de Cola, un ajuste garantizado del coste de la vida cada año, una reivindicación clave- consideran que un contrato de tan larga duración es una receta para una mayor erosión salarial inflacionista.

Por el momento, todos los miembros de la UAW en la UC siguen en huelga, pero algunos líderes sindicales parecen inclinados a fomentar la ratificación de los contratos que cubren a los becarios posdoctorales y a los investigadores académicos, dejando a los estudiantes graduados de AT a su suerte. Esto sería un desastre, pues generaría recriminaciones, división y desafección entre las filas de los estudiantes de posgrado más activos en la huelga.

Aún estamos a tiempo de evitar esta debacle y llevar la huelga a la victoria. Los administradores de la UC alegan que las limitaciones presupuestarias excluyen la posibilidad de un gran aumento salarial para los 36.000 estudiantes graduados de la universidad. Sin embargo, California sigue siendo un estado inmensamente rico, con un superávit presupuestario que casi alcanza los 100.000 millones de dólares este año. Sin embargo, a lo largo de las últimas décadas, la financiación estatal de la UC, así como la del sistema universitario estatal, aún mayor, no ha dejado de disminuir. En la actualidad, poco más del 10% del presupuesto de 44.000 millones de dólares de la UC está financiado por el Estado de California, frente a más de la mitad cuando, en 1963, el presidente de la UC, Clark Kerr, declaró célebremente que la institución que dirigía era una "multiversidad", el modelo mundial para la creación de una sociedad basada en el conocimiento.

Por tanto, la huelga de la UC no es sólo un esfuerzo por sacar a miles de trabajadores académicos de una situación cercana a la pobreza, sino un movimiento cuyo éxito requerirá que se invierta la austeridad que ha subvertido la promesa de la educación superior en California y en otros lugares. Es una causa que merece nuestro más sincero apoyo.

Nelson Lichtenstein es profesor de investigación en la Universidad de California, Santa Bárbara.


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The California academic strike is the most important in US higher education history

The University of California is trying to divide and conquer the 48,000 workers on strike by acceding to the demands of some groups but not others

The strike by unions representing 48,000 academic workers at the University of California stands at a perilous crossroads. It is by far the largest and most important strike in the history of American higher education, with the potential to transform both the status and income of those who work in an “industry” that now employs more workers than the federal government.

Despite all the disruption, the strike has generated virtually no opposition from either the faculty or from most undergraduates. Indeed, student leaders at all nine University of California campuses have endorsed the demand by their graduate student teaching assistants and other academic workers for a substantial wage increase designed to offset the soaring cost of California housing as well as the larger inflationary riptide that has eroded even the paltry salaries, grants and fellowships upon which so many of them rely.

Most faculty are sympathetic as well, with many joining the picket lines put up each day by the United Automobile Workers, the union representing the separate locals composed of teaching assistants, tutors and readers; postdoctoral scholars and academic researchers. Many of the UC strikers hold that the “A” in UAW really stands for “academic,” certainly in California, where most UAW members are now employed in a university setting.

After three weeks, however, the strike has reached a moment of danger. UC administrators have offered the postdocs and the academic researchers, about 12,000 in number, a set of five-year contracts that modestly increase wages in year one and also provide a set of additional enhancements, including more money for parental leave, childcare benefit and longer appointments. But the graduate student teaching assistants, who compose a large majority of those on strike and who constitute the most militant and activist element among the unionists, have thus far been unable to persuade UC administrators to increase an initial wage offer – 7% now followed by smaller annual increases later on – that barely compensated them for the inflationary erosion of their real incomes.

It’s a divide-and-conquer strategy. Because the federal government pays the salaries of most postdocs and academic researchers – through grants from the National Science Foundation and other funding entities – UC can more easily accede to a wage enhancement, in the case of the postdoctoral students, for more than 20% in the first year, although only 3.5% in subsequent years. But since the teaching assistants, whose current pay is the lowest of all those on strike, are funded directly out of the University budget, school negotiators have taken a hard line.

Adding insult to injury, UC insists upon long contracts for all those now on strike, with relatively paltry wage increments in the out years. Most of the teaching assistants – who have made Cola, a guaranteed cost of living adjustment each year, a key demand – see such a long-duration contract as a recipe for more inflationary wage erosion.

For the moment, all UAW members at UC remain on strike, but some union leaders seem inclined to encourage ratification of contracts covering the postdoctoral scholars and academic researchers, leaving the graduate student TAs to fend for themselves. This would be a disaster, generating recrimination, division and disaffection within the ranks of the more active grad student strikers.

There is still time to avoid such a debacle and instead carry the strike to victory. UC administrators plead that budget constraints foreclose the possibility of any large wage boost for the school’s 36,000 graduate student workers. Yet California remains an immensely wealthy state, with a budget surplus that almost reached $100bn this year. Over the last several decades, however, state funding for UC, as well as the even larger state university system, has steadily declined. Today just over 10% of UC’s $44bn budget is funded by California itself, down from more than half when in 1963 UC president Clark Kerr famously declared that the institution he led was a “multiversity”, the world-class model for the creation of a knowledge-based society.

The UC strike is therefore not just an effort to raise thousands of academic workers out of near poverty, but a movement whose success will require a reversal of the austerity that has subverted the higher education promise in California and elsewhere. That is a cause that deserves our hearty endorsement.

  • Nelson Lichtenstein is research professor at the University of California, Santa Barbara

  



martes, 29 de noviembre de 2022

MÉXICO: UNAM firma Acuerdo Transformativo con Springer Nature

Publicado en Research Information

https://www.researchinformation.info/news/springer-nature-continues-open-access-drive-latin-america


Springer Nature continúa el impulso del acceso abierto en América Latina

28 de noviembre de 2022

Springer Nature ha acordado hoy su primer acuerdo transformativos (AT) en México con el socio Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), en México. El AT es también el primer y más grande AT institucional para América Latina, mostrando un mayor apoyo al acceso abierto (OA) en toda América. Sigue a las primeras AT institucionales de los editores en Canadá y América Latina -Colombia- a principios de este año, y a su histórico acuerdo con la Universidad de California en 2020. Estos acuerdos muestran un claro compromiso en todas las Américas con el OA y con el aumento del alcance y el impacto de sus productos de investigación.

Con este acuerdo, más de 30.000 investigadores afiliados podrán ahora publicar en  OA, sin coste alguno para ellos, beneficiándose de las mayores tasas de uso, descarga y citación, y por tanto del alcance e impacto de su trabajo, que el  OA ha demostrado conseguir (OA has been proven to achieve).

Maria Lopes, Vicepresidenta de Ventas Institucionales de Springer Nature, comentó: "Con los acuerdos establecidos en Canadá, Estados Unidos y Colombia, hemos visto el desarrollo de modelos sostenibles para las regiones, asegurando que la ciencia abierta pueda seguir creciendo y prosperando en las Américas. Estamos encantados de haber podido acordar nuestro primer acuerdo en México con la UNAM y fortalecer nuestra larga asociación. Seguimos centrados en facilitar el acceso abierto global y apoyar la colaboración académica, la capacidad de descubrimiento y la usabilidad a escala."

Con una duración de 2022 a 2024, el AT incluirá el acceso de lectura a más de 2.300 revistas de las carteras de Springer, Adis y Nature. Permitirá a los investigadores afiliados publicar en régimen de acceso abierto en más de 1,900 revistas de Springer Nature, y se espera que se publiquen 1,000 artículos en régimen de acceso abierto durante su vigencia.

Los 17 acuerdos nacionales de la editorial, que junto con sus acuerdos institucionales, apoyan ahora a los investigadores de más de 2,650 instituciones afiliadas para publicar en régimen de OA, lo que permitirá publicar más de 41.400 artículos de OA al año a través de estas vías.  Esto demuestra que los AT son la forma más rápida de facilitar la transición al OA. Permiten que un mayor número de autores publiquen OA y ofrecen a los autores una manera fácil de cumplir con los requisitos de OA de los financiadores, al tiempo que permiten a las instituciones participantes gestionar mejor el coste y la administración de OA mediante la combinación del acceso a la suscripción a la revista (lectura) junto con los costes de publicación OA (APCs).

Además, a principios de este año Springer Nature publicó un informe (released a report) que demostró el impacto que puede tener para los autores la publicación en su cartera de productos totalmente OA, con investigaciones que reciben un mayor uso, descargas y citas que cualquier otro editor totalmente OA.

Springer Nature sigue apoyando a todos los autores, independientemente de su disciplina, ubicación o financiación, para que publiquen en régimen de OA. Puede encontrar más información sobre el compromiso de la editorial con el OA y la investigación abierta aquí (here) y aquí (here).

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Springer Nature continues open access drive in Latin America

28 November 2022

Springer Nature has today agreed its first transformative agreement (TA) in Mexico with partner Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), in Mexico. The TA is also the first and largest institutional TA for Latin America, showing extended support for open access (OA) across the Americas. It follows the publishers’ first institutional TAs in Canada and Latin America - Colombia - earlier this year, and its landmark agreement with the University of California in 2020. These agreements show clear commitment across all Americas  to OA and increase the reach and impact for their research outputs.

With this agreement, over 30,000 affiliated researchers will now be able to publish OA, at no cost to them, benefiting from higher usage, download and citation rates, and therefore reach and impact of their work, that OA has been proven to achieve.

Maria Lopes, Vice President, Institutional Sales, Springer Nature commented: “With agreements in place in Canada, the US and Colombia, we have seen the development of sustainable models for the regions, ensuring open science can continue to grow and thrive in the Americas. We are delighted to have been able to agree our first deal in Mexico with UNAM and strengthen our longstanding partnership. We remain focused on facilitating global open access and supporting academic collaboration, discoverability and usability at scale.”

Running from 2022 to 2024, the TA will include read access to over 2.300 journals across the  Springer, Adis and Nature portfolios. It will enable affiliated researchers to publish OA, in over 1900 Springer Nature journals, with an expected 1.000 articles to be published Gold OA during its term.

The publisher’s 17  national agreements, which alongside its institutional deals, now support researchers from over 2,650 affiliated institutions to publish OA, enabling an expected 41,400+ OA articles to be published a year via these routes.  This shows that TAs are the fastest way to enable the OA transition. They enable more authors to publish OA and offer authors an easy way to comply with funders’ OA requirements, whilst enabling participating institutions to better manage the cost and administration of OA by combining journal subscription (read) access along with OA publication costs (APCs).

In addition, earlier this year Springer Nature released a report which demonstrated the impact that publishing in its fully OA portfolio can have for authors, with research receiving higher usage, downloads and citations than any other fully OA publisher.

Springer Nature continues to support all authors regardless of discipline, location or funding, to publish OA. More about the publisher's commitment to OA and open research can be found here and here.

«Las empresas han ocupado los espacios que han dejado vacios los agentes públicos de la ciencia» : Lluis Anglada [ entrevista, 2a parte ]

Publicado en Espacios de Educación Superior



Lluis Anglada: «Las empresas han ocupado los espacios que han dejado vacios los agentes públicos de la ciencia» 

Entrevista de Joaquín Rodríguez @futuroslibro

29 de noviembre de 2022

La ciencia es una actividad que trasciende a los científicos, y bien lo sabe Lluis Anglada, en la actualidad Director del Àrea de Ciència Oberta / Ciencia Abierta / Open Science del Consorci de Serveis Universitaris de Catalunya (CSUC). Su obra le presenta como una las referencias europeas en el ámbito de ciencia abierta. En las últimas décadas desde distintas posiciones de responsabilidad ha impulsado con ahínco una ciencia con y para la sociedad

Acceso a la primera parte de la entrevista.En el documento Strategic research and Innovation Agenda (SRIA) of the European Open Science Cloud (EOSC)hablan abiertamente de que el último fin de todo este movimiento es trabajar por la consecución del Global open research commons. ¿Cómo sustentar entre toda la comunidad investigadora este alto fin? 

La SRIA es la agenda estratégica de la EOSC; es un documento extenso y denso a la vez que muy consistente y coherente. Resume la revolución que ha supuesto la «digitalización» de la investigación, contextualiza la EOSC dentro de las políticas de la CE y explica su historia y sus etapas de desarrollo. Además, expone los objetivos de la EOSC, los principios guía que la deben regir, los retos técnicos y las condiciones de entorno que facilitarán y permitirán la implementación de la EOSC y, finalmente, los beneficios esperados de ella.

La estrategia de la EOSC identifica aspectos sociales, económicos, legales, educativos y culturales que pueden frenar o ayudar a desplegar el ecosistema de la EOSC. El ideal del ‘research commons’ ni tiene rechazo por parte de los investigadores ni parece inalcanzable por motivos técnicos. 

La experiencia con el acceso abierto muestra varias cosas: las anomalías del sistema actual y el rechazo de algunas prácticas en el funcionamiento general (coste, inequidad en el acceso, oligopolios, …) van acompañadas de no tener una alternativa clara que nos permita crea un ‘information commons’. Las dificultades son diversas (apego a la inercia, reconfiguración de funciones, formación, establecimiento de nuevos incentivos y métricas, entre otros), pero los principales son dos: la gobernanza y el modelo económico.  

No nos gusta el protagonismo excesivo que están teniendo las compañías privadas en el funcionamiento de la investigación, pero estas no han hecho más que ocupar los espacios que han dejado vacíos los agentes públicos de la ciencia.  

En la construcción de la nube, ya no europea sino mundial, de la CA, algunos ejes aparecen realizados (el acceso abierto, los datos FAIR y los nuevos criterios de evaluación de la investigación) pero la realización material de la ciencia abierta se sustentará también en elementos legales, políticos y económicos. 

La Ciencia Abierta es -quiere ser- la antesala de una sociedad sostenible y equitativa y, en este sentido, su construcción será en parte ‘política’. No es en vano que las recomendaciones de la UNESCO sobre ciencia abierta aprobadas recientemente insisten en la importancia del multilingüismo, la diversidad, y la flexibilidad que deberá tener este nuevo entorno.

Una de las infraestructuras que posiblemente promoverán una verdadera ciencia abierta y compartida es la European Open Science Cloud. ¿Qué destacaría de esta iniciativa? ¿En qué medida está nuestro país interviniendo y aportando algo significativo a su desarrollo?

El European Open Science Cloud (EOSC) quiere ser el ‘espacio Schengen’ de la investigación europea, es decir una zona común donde se pueden realizar intercambios científicos sin necesidad de trámites. De forma menos metafórica, el EOSC quiere ser un ecosistema de infraestructuras federadas e interoperables que facilite el uso y la reutilización de los datos y que sea operado por los propios agentes de la investigación más que por los estados miembros de la CE. Las palabras clave serían: federación, interoperabilidad, datos, reutilización, control público de las infraestructuras de investigación…

Es algo pronto para ver los resultados, pero yo creo que la dirección es la adecuada ya que la centralización de infraestructuras, los lenguajes únicos o las estructuras jerárquicas ya no se corresponden con nuestra era. El EOSC quiere sustentarse en la coexistencia federada de necesidades de diferente tipo que se relacionarían a través de un sistema de capas interoperable gracias a protocolos comunes y a identificadores persistentes. El reto es hacer que esto funcione, pero también hacerlo funcionar con unas exigencias mínimas que no orillen a determinadas disciplinas, comunidades o países. 

España está siendo activa en la formación del EOSC. Como ya he dicho, el CSIC ha sido uno de les cuatro organismos fundadores de la EOSC Association, y la presencia de instituciones españolas en la Asociación es notable. Ignacio Blanquer, de la Universidad Politécnica de Valencia, es uno de los directores del Board de la Asociación y Eva Méndez, de la Universidad Carlos III ha presidido el Board de la Open Science Policy Platform (OSPP).  En todo caso faltaría una mayor coordinación entre los agentes españoles con la finalidad de extender los principios y prácticas de la CA y para hacer de lobby favoreciendo los cambios normativos y prácticos para una adopción plena de la CA.

¿Cuál es el trabajo específico que se está desarrollando en el Consorci de Serveis Universitaris de Catalunya CSUC en relación a las infraestructuras y servicios compartidos necesarios para el despliegue de las políticas de Open Science?

La misión del CSUC con respecto a la ciencia abierta (CA) se definió el año 2017 como la de facilitar a las universidades miembros del consorcio la plausible e inevitable transición hacia las prácticas de ciencia abierta. Entonces se creyó -como así está siendo- que estas se irían estableciendo como normativas para toda la investigación financiada con recursos públicos. Algunos de los ejes de la CA fijados por la Comisión Europea ya habían sido promovidos de forma consorciada en el ámbito catalán. Sirva de ejemplo el repositorio de tesis doctorales en abierto (TDX), iniciado el año 1999 y puesto en funcionamiento en el 2001.

En esta línea lo hecho se ha desplegado en tres direcciones. La primera ha sido la más visible, la de creación de infraestructuras. Al repositorio de tesis mencionado se le han sumado el repositorio para documentos de investigación en abierto (RECERCAT), o revistas (RACO), y, recientemente, para conjuntos de datos de investigación (RDR). 

La segunda ha sido el establecimiento de políticas y procesos que facilitarán poner contenidos científicos en abierto. Finalmente, y a mi parecer la más importante, la de crear y consolidar un grupo de personas que en las universidades puedan desplegar servicios de apoyo a la investigación y de apertura de la ciencia.

Un pequeño comentario final: entidades como el CSUC (o como Madroño en Madrid, o BUCLE en Castilla-León) no tienen por función principal hacer, sino facilitar y acelerar lo que debe ser hecho en los centros de producción de la ciencia, es decir universidades y centros de investigación.

Usted ha sido y sigue siendo un referente en el mundo de las bibliotecas, los archivos y los repositorios de datos digitales al frente del Consorcio de Bibliotecas Universitarias de Cataluña. ¿En qué medida hemos avanzado en la federación y apertura de esos repositorios abiertos necesarios para garantizar la transparencia y acelerar los resultados de la investigación?

Cierto que hay terreno tecnológico que recorrer para crear un entramado de núcleos de información interoperables entre sí, pero hay mucho más trecho a hacer en cambiar actitudes personales e institucionales respecto a la transparencia y al retorno social de la investigación.

Ya que la pregunta me da pie a ello, aprovecho para recordar un artículo publicado el año 2000, que escribí muy influido por la trilogía de Manuel Castells –La  era  de  la  información-, en el que hice una afirmación que aún me parece válida: “nos encontramos  demasiado  cerca  de  los  cambios  para  apreciar  su  impacto,  y  es posible que las formas en que se produce, distribuye y consume la información electrónica  sean,  por  tempranas,  transitorias”.  

¿A qué consorcios nacionales e internacionales se ha adherido el CSUC para garantizar su participación en las redes transnacionales de open science?

El CSUC es miembro de la EOSC Association que es la entidad a la que la Comisión Europea le ha asignado el papel de implementar y gobernar este espacio europeo de la investigación que debe ser la EOSC. La Asociación es muy reciente;. Creada en julio del 2020 por cuatro instituciones de investigación (una de ellas era el CSIC) no ha tenido su primera reunión presencial hasta mayo de este año.

A mi parecer, lo más destacable es que, teniendo la función clave que le asigna la Comisión, la asociación está formada por los diferentes agentes de la investigación, es decir universidades y centros de investigación, agencias de financiación, entidades de soporte a la investigación, etc., además de entidades gubernamentales. Es un ejemplo más del protagonismo que la CA da a los investigadores y a las entidades que realizan investigación.

Debo señalar que la ciencia abierta es un conjunto de objetivos que no en todas partes se desarrollan bajo un nombre común ni englobados bajo el mismo nombre. La ‘Ciencia Abierta’ era un concepto muy europeo hasta el espaldarazo que le ha dado la UNESCO al aprobar recientemente (noviembre del 2021) recomendar a los Estados Miembros que apliquen un conjunto de disposiciones sobre CA.

También señalar que cada uno de los diferentes ejes de la CA tienen detrás asociaciones e iniciativas ad-hoc, como OpenAIRE para el acceso abierto o el reciente Agreement on reforming research assessment, para la reforma del sistema de evaluación.

Hemos avanzado mucho, pero continuamos confiando demasiado en la tecnología y minimizando la importancia de los factores sociales y económicos. Centrémonos primero en lo positivo. Hace 30 años era impensable haber conseguido la situación de interoperabilidad de la que hoy disfrutamos. Hemos pasado de tener como objetivo querer que toda la información esté en silos digitales a soñar y a estar construyendo un ecosistema de información interconectado y abierto.

La información y los datos ya no sobreviven solo en peceras creadas exprofeso para ellos, sino que pueden hacerlo en diferentes hábitats creados para otras funciones. Pongo como ejemplos las aplicaciones académicas producidas a partir de metadatos abiertos, como CORE o Dimensions.

¿Esto es suficiente?, pues no. Creo que hoy podemos decir -y no siempre ha sido así- que la tecnología no es el problema o, al menos, que no es el principal problema. ¿Cuáles son entonces los obstáculos, cuáles son los impedimentos? De nuevo esta avanzadilla de la CA que está siendo el acceso abierto nos dice que las claves están en los valores sociales y en la base financiera de esta nueva realidad. 

Que toda la información científica mundial esté accesible en abierto no está siendo un problema tecnológico sino de organización de la comunicación científica y de encontrar modelos económicos alternativos y viables al sistema aún mayoritario de acceso a las revistas previo pago de un canon llamado subscripción. 





"ESPAÑA está lejos de la zona Champions en Ciencia Abierta: Lluis Anglada [ entrevista, 1a parte ]

Publicado en Espacios de Educación Superior



Lluis Anglada: » España está lejos de la zona Champions en Ciencia Abierta » 

Entrevista de Joaquín Rodríguez @futuroslibro

26 de noviembre de 2022

La ciencia es una actividad que trasciende a los científicos, y bien lo sabe Lluis Anglada, en la actualidad Director del Àrea de Ciència Oberta / Ciencia Abierta / Open Science del Consorci de Serveis Universitaris de Catalunya (CSUC). Su obra le presenta como una las referencias europeas en el ámbito de ciencia abierta. En las últimas décadas desde distintas posiciones de responsabilidad ha impulsado con ahínco una ciencia con y para la sociedad

¿En qué estado de desarrollo se encuentran las políticas de ciencia abierta en España? ¿Es la nueva Ley de la ciencia, un sustento suficiente para promover la práctica de la ciencia abierta?

En respuesta a la primera parte de la pregunta, y si se me permite un símil futbolístico, España está en la zona media de la clasificación de la Liga y lejos de la zona Champions. Seguramente es la posición que le corresponde. Está por debajo de lo que le correspondería respecto lo que aporta a la ciencia mundial y en una posición por encima de lo que debería si tenemos en cuenta los bajos recursos que en España se destinan a investigación. 

A diferencia de otros países europeos, en los que se encuentran los Países Bajos y Finlandia, pero también Italia y Portugal, España no tiene un Plan nacional de CA, pero en cambio la Ley de la Ciencia del año 2011 incluía en el artículo 37 disposiciones sobre el acceso abierto que permitían avanzar en este tema más de lo que se ha hecho. El problema no ha sido la Ley sino el seguimiento de su implementación.

La CA es una forma diferente de hacer ciencia para conseguir que esta sea más abierta, colaborativa y social. Para ello los sustentos de arriba abajo (los legales) son necesarios, pero no suficientes, se necesitan cambios en la práctica diaria y el apoyo y complicidad de las instituciones donde se genera la investigación. 

Las disposiciones de la nueva Ley de la Ciencia -así como las del borrador de la Ley de Universidades- son adecuadas a la nueva situación, pero continúan siendo medidas que de momento no tienen mecanismos de impulso ni de monitorización. El avance en la adopción de prácticas de CA se conseguirá construyendo mecanismos de seguimiento que incorporen e impliquen a los agentes (investigadores, agencias de evaluación y financiación, centros donde se produce la investigación…) y haciendo que todas las partes asuman el compromiso de hacer los cambios que les correspondan.

¿Cuál es, a su juicio, el principal impedimento para que puedan ponerse en práctica, extenderse y asumirse las políticas de ciencia abierta?

Creo que este punto tiene amplio consenso: la principal barrera para que la investigación asuma plenamente los principios de una ciencia abierta es el sistema de incentivos y recompensas actual. Como es sabido, este es altamente dependiente de los artículos publicados en determinas revistas y de las citaciones que estos reciben y no incluye premios o reconocimiento para quién dedica parte de su tiempo, por ejemplo, a preparar los datos que ha usado en su investigación para ponerlos en abierto de manera FAIR para que puedan ser reutilizados por los demás.

Hoy la investigación se está evaluando en base a criterios y métodos de un estadio de la ciencia ya periclitado. Los diferentes estudios e informes que analizan como avanzar en alguno de los ejes de la CA acaban siempre topando con un sistema de incentivos y recompensas que no tiene en cuenta lo que persigue la CE. 

El acceso abierto es un ejemplo; las universidades y centros de investigación españoles cuentan con la infraestructura y el soporte profesional técnico para que el nivel de OA a través de los repositorios sea mucho más alto que el actual pero la ausencia de incentivos o penalizaciones debilita los resultados obtenidos. Así, como demostración de lo dicho, el reconocimiento de publicar en abierto de la Universidad Politécnica de Cataluña (por un acuerdo de su Consejo de Gobierno del año 2014) le ha supuesto ser la universidad catalana con un mayor índice de OA.

¿Es el factor de impacto y la publicación en cabeceras indexadas una obsesión de la que los científicos no han conseguido todavía liberarse? ¿Qué clase de políticas serían necesarias implementar para que tuvieran en cuenta otros indicadores más comprensivos?

Históricamente hablando el recuento de citas y el rastreo de artículos a partir de las mismas fue un elemento modernizador y revolucionario de la documentación. Como tantas otras invenciones humanas su uso actual no es coincidente con las intenciones iniciales, pero esto no invalida su aportación. Pero el problema no es el factor de impacto en sí mismo sino el valor que se le da en muchos procesos evaluativos y de asignación de recursos.

Yo no soy especialista en este tema, pero no le veo una solución fácil ya que sobre este mecanismo reposan sistemas muy arraigados de valoración de la investigación y las vías para cambiarlos son de momento orientaciones generales que indican direcciones más que establecen procesos a seguir.

Las declaraciones de DORA, el Agreement for reforming research assessment o el protocolo actual seguido en los Países Bajos insisten en que las evaluaciones tienen que ser cualitativas y alejarse de los usos inapropiados de algunas métricas y esto probablemente encarece el coste económico de los sistemas evaluativos actuales. 

El cambio debería venir, tal como propone el Reforming research assessement, haciendo “basar la valoración de la investigación primordialmente en una evaluación cualitativa hecha por pares y apoyada en un uso responsable de indicadores cuantitativos”. 

Hay una serie de elementos que a mi parecer facilitarían un cambio (que será global y progresivo): evaluar unidades de investigación más que a investigadores individuales, ampliar las bases de datos a la totalidad de la investigación y no solo a la pequeña parte de revistas que cubren WOS o SCOPUS, introducir nuevos indicadores (por ejemplo, del porcentaje de publicaciones en abierto), adaptar los criterios de valoración a las especialidades de cada disciplina… 

Si tuviera que describir o enumerar los elementos que hay que tener en cuenta para definir una política de Open Science by design, ¿cuáles serían?

Con el riesgo de simplificar en demasía creo que los hay de tres tipos. En primer lugar, estarían los que se pueden conseguir con medidas concretas ya conocidas. Entrarían aquí el acceso abierto a los resultados de la investigación (artículos, datos, software…) 

En segundo lugar, los que, aún teniendo bien definido el objetivo final, todavía son, a nivel internacional, campos abiertos con respecto a las medidas específicas a implementar para conseguirlos. Incluiría aquí la reconfiguración del sistema de evaluación y reconocimiento y la formación de todos los agentes que intervienen en la gestación de la ciencia en lo que es y significa la ciencia abierta.

Dejo para el final el tercer elemento, que sería la plasmación organizativa de la voluntad de cambio, es decir, saber qué se pide a cada agente y tener instrumentos de medición de los avances que conseguimos en cada ámbito. Tal como recomienda la Open Science Policy Platform (OSPP) en su último informe, lo que hace falta es que los diferentes agentes asuman ‘Compromisos Prácticos de Implementación’ (PCIs – Practical Commitments for Implementation), es decir acuerdos concretos tomados a todos los niveles y por parte de todos los implicados en la ciencia. 

Dicho de forma más directa, y en palabras de Eva Méndez, la CA tiene que pasar del «modo recomendación» en el que está al «modo implementación». El polémico Plan S sería un ejemplo de PCI, en este caso como acción emprendida por organismos financiadores de la investigación, mientras que la modificación de la Ley de la ciencia española no lo sería aún.

Si la ciencia tiene un fin principal es el de enfrentarse a los grandes retos que la humanidad se plantea en cada momento y el de incluir a la ciudadanía en la cogestión, codecisión y coevaluación de objetivos y resultados. ¿En qué medida se desarrolla e integra la ciencia ciudadana en nuestro país? ¿Los centros de investigación, las universidades y los científicos tienen verdaderamente en cuenta la necesidad de integrarlos?

La CA quiere ser social, y esto lo expresa afirmando que la ciencia tiene que ser con y para la sociedad.  ‘Con’, porqué la ciencia es un componente esencial del desarrollo social y en este sentido debe realizarse con la complicidad y participación de los ciudadanos que la hacen financieramente posible. Esto puede tomar diferentes formas que van desde la participación más o menos pasiva de las personas en proyectos de investigación aportando datos hasta la definición conjunta ciudadanos-investigadores de las soluciones a tomar. Las fronteras no son nítidas y hay un campo amplio a recorrer en este aspecto.   

‘Para’, por qué la ciencia no puede ser una torre de marfil autónoma de la sociedad que la sustenta y por qué la búsqueda de la verdad científica no puede caminar separada de la resolución concreta de los problemas que afectan a los ciudadanos. 

La crisis de la pandemia de la COVID ha dado muestras en esta dirección ya que la rapidez en encontrar la vacuna ha tenido mucho que ver con poner en abierto la información científica relevante para las investigaciones, en la colaboración internacional y en el enfoque a un problema de salud muy grave de los habitantes del planeta. 

Creo que la realización de los objetivos de una ciencia ‘con y para’ la sociedad están en sus inicios, no solo en España sino también en el resto de Europa. La CA es una promesa de resultados basada en la adopción generalizada de cambios profundos en la manera de hacer ciencia, pero, de momento, es esto, una promesa, un inicio. Las transformaciones serán lentas y van a necesitar como acompañamiento incentivos y liderazgo.

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viernes, 25 de noviembre de 2022

Datasets de: La producción científica publicada en revistas latinoamericanas indexadas en SciELO y Redalyc

Disponible en Repositorio Institucional CONICET Digital
https://ri.conicet.gov.ar/handle/11336/175850


La producción científica publicada en revistas latinoamericanas indexadas en SciELO y Redalyc


Publicador: Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas
Fecha de depósito: 01/11/2022
Fecha de recolección: 29/05/2019-01/08/2021
Clasificación temática:

 
Resumen
La base de datos del proyecto OLIVA reúne y consolida un conjunto de datos de revistas y documentos publicados entre 1909 y 2019 en revistas de América Latina y el Caribe indexadas en las plataformas SciELO y Redalyc. Los datos a nivel de documento fueron recopilados entre mayo y junio de 2019, sometidos a un proceso de detección de solapamientos de revistas comunes. Además, se hizo una colecta primaria de los metadatos de cada revista incluida en la base de datos en el mes de mayo de 2021. El resultado de este proceso es la base de datos OLIVA 1.0, compuesta por (1) los metadatos de las revistas al momento de la recopilación, incluyendo: título, ISSN, URL, país de publicación, fecha de creación, área disciplinar, institución editora e información sobre cobro de APC, suscripciones e indexación en bases de datos; y (2) los datos de los documentos publicados en las revistas indexadas en SciELO y Redalyc, incluyendo: tipo de documento, año de publicación, revista, idioma, cantidad de autores/as y país de afiliación de los/as autores/as. Como complemento se analizó la colaboración intra-nacional para el caso de las revistas editadas en Brasil. Se incluye entonces en este dataset un tercer elemento (3): los datos de la colección SciELO Brasil con información de los documentos con afiliación institucional por país y estado dentro de Brasil. El proyecto OLIVA contó con la colaboración activa del Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (CLACSO), Redalyc y SciELO. Este dataset y las tres bases de datos que lo componen fueron analizados por el área de propiedad intelectual de la UNCuyo (EXP E_CUY 8805/2022) y el CONICET (IF-2022-112581453-APN-GVT#CONICET). Cita recomendada para este conjunto de datos: Gallardo, O., Salatino, M., Packer, A. L. & Beigel, F. (2022). La producción científica publicada en revistas latinoamericanas indexadas en SciELO y Redalyc. OLIVA (Observatorio Latinoamericano de Indicadores de Evaluación) [Data file].

Información Técnica
El dataset OLIVA 1.0 está conformado por dos conjuntos de datos relacionados, pero relativamente independientes. (1) Los metadatos de 1.720 revistas que fueron relevadas directa y empíricamente a través del sitio web de cada revista en mayo de 2021, incluyendo título, fecha de creación, disciplina, sitio web, gestión editorial, APC, institución editora. (2) Datos básicos de los documentos publicados por revistas indexadas en SciELO y Redalyc seleccionados con fines estadísticos y (3) los datos de la colección SciELO Brasil con información de la afiliación institucional de los/as autores por país y estados dentro de Brasil (Ver datos recopilados). En el marco del Proyecto UNCuyo-SIIP TIPO 4 F/038 cada institución colaboradora proveyó una tabla de datos que fueron sometidas a un proceso de revisión y detección de solapamientos de revistas comunes para construir un corpus completo de las revistas indexadas en ambos sistemas, sin las repeticiones mencionadas. El proceso de consolidación de los documentos y de las revistas comunes a ambos sistemas de indexación se hizo a través de un procedimiento artesanal y no automatizado. Se identificaron en primer lugar las revistas indexadas únicamente en SciELO o en Redalyc, y se incluyeron los datos de estos documentos – incluyendo artículos, reseñas, editoriales – tanto de revistas activas al momento de captura de los datos, como de aquellas que habían estado indexadas en algún período anterior y seguían disponibles en la base de datos. En cuanto a las revistas solapadas entre ambas bases de datos se analizó la consistencia y completitud de los datos de cada revista y se resolvió, para cada caso, mantener aquellas que presentaban una más amplia cobertura temporal y mayor cantidad de documentos. En esta etapa que denominamos OLIVA 1.0 se trabajó únicamente con las revistas editadas en América Latina y el Caribe. Este conjunto de datos no incluye información sobre afiliación institucional de los autores, título de los documentos, ni se extrajeron datos de citaciones por estar fuera de los objetivos del proyecto. No se utilizó el dato de la disciplina de cada documento por tratarse de una proyección de la disciplina atribuida a la revista por cada base indexadora. El análisis disciplinar sólo se llevó adelante a nivel de revistas. Para esto, no se tomó el dato de disciplina de las bases indexadoras, sino que se clasificó revista por revista a partir de la sección “Acerca de” o “Presentación” declarado en el sitio web. Se utilizó la clasificación de disciplinas de OCDE-Frascati, a la que se sumaron dos categorías de agrupamiento: Multidisciplinaria (que apuntan a revistas de más de una disciplina) y Multidisciplinaria CSH (dentro de las Multidisciplinarias, aquellas que incluyen ambos campos de Ciencias Sociales y Humanidades). Tampoco se tomó el dato de institución editora de las revistas de las fuentes enviadas por SciELO y Redalyc sino que se realizó una descripción propia en base a las instituciones observadas en el sitio web de la revista. Sólo algunas pocas revistas que no disponían de sitio web propio fueron relevadas en el sitio web de la base indexadora. Por otra parte, la información sobre la afiliación de autores/as de Brasil en artículos de revistas del mismo país e indexadas en SciELO, fue provista por SciELO en mayo de 2021. La clasificación disciplinar disponible en estos datos es la utilizada por SciELO y no equivale a la del resto de tablas presentadas.


Datos de los documentos de las revistas SciELO y REDALYC 2019_CECIC_OLIVA1_DOCS_v1_17-07-2022.xlsx
188.6Mb Descarga

Datos documentos SciELO Brasil, con afiliación de autor por país y Estado 021_CECIC_OLIVA1_SCIELO_BRASIL_ESTADOS_v1.csv
5.202Mb Descarga

Datos de las revistas SciELO y REDALYC
2021_CECIC_OLIVA1_REVISTAS.csv
439.4Kb Descarga

README con la descripción detallada del dataset
CECIC_OLIVA1_v1_0__README.pdf
184.6Kb  Descarga

MÉXICO: 10 universidades top, según ranking 2022-2023 Best Global Universities

Publicado en Gestión
https://gestion.pe/tendencias/las-10-mejores-universidades-de-mexico-segun-el-ranking-2022-2023-best-global-universities-nnda-nnrt-noticia/


Las 10 mejores universidades de México, según el ranking 2022-2023 Best Global Universities

Estas son las casas de estudio que la revista U.S. News & World Report –citando el ranking 2022-2023 Best Global Universities– clasifica como las más prestigiosas en México.

Si resides en México y quieres saber cuáles son las 10 mejores universidades en su territorio, Gestión te comparte los alcances de los rankings 2022-2023 Best Global Universities elaborados por la revista U.S. News & World Report, que evalúan a las casas de estudios en función de su desempeño en investigación académica y sus calificaciones tanto a nivel global como regional.

Los estudiantes pueden utilizar estas clasificaciones –que se publican anualmente desde 2013– para explorar las opciones de educación superior que existen más allá de las fronteras de sus propios países y comparar aspectos clave de las misiones de investigación de las escuelas a las que tienen pensado postular.

Cabe resaltar que la clasificación general de Best Global Universities abarca 2000 universidades de renombre de 47 países repartidos a lo largo de cinco regiones (África, Asia, Australia/Nueva Zelanda, Europa y América Latina, según la definición de regiones geográficas de las Naciones Unidas), que cuenten con cinco o más casas de estudios en el ranking general.

Top 10 de las mejores universidades de México, según el ranking 2022-2023 Best Global Universities

  • Universidad Nacional Autónoma de México
  • Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey
  • Benemérita Universidad Autónoma de Puebla
  • Instituto Politécnico Nacional
  • Universidad Autónoma de San Luis Potosí
  • Universidad Autónoma Metropolitana
  • Universidad de Guadalajara
  • Universidad Autónoma de Nuevo León
  • Universidad de Guanajuato
  • Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo

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TE PUEDE INTERESAR: Las 10 mejores universidades del mundo, según el ranking de Webometrics

Journal Comparison Service: servicio para transparentar precios de APC de más de 2,000 revistas

Publicado en Plan S 
https://www.coalition-s.org/more-than-2000-journals-share-price-and-service-data-through-journal-comparison-service/


Más de 2,000 revistas comparten datos de precios y servicios a través del servicio de comparación de revistas de Plan S

6/11/2022

cOAlición S se complace en informar que 27 editoriales -que publican más de 2,000 revistas- han adoptado el Servicio de Comparación de Revistas /  Journal Comparison Service (JCS) y han compartido sus datos de servicios y precios, respondiendo así a la petición de transparencia en los precios de los servicios de publicación. cOAlición S desea elogiar a estas editoriales por incorporar los valores de apertura y transparencia de precios en sus procesos, en línea con los principios del Plan S. El JCS se desarrolló en respuesta a las crecientes peticiones de la comunidad investigadora de una mayor transparencia en cuanto a los servicios que prestan los editores y los precios que cobran. A través de este servicio gratuito en línea, los clientes de las editoriales -principalmente las bibliotecas y los consorcios de bibliotecas que adquieren servicios de publicación en nombre de la comunidad investigadora- pueden comprender mejor cómo se comparan las revistas y las editoriales en una serie de indicadores clave. Esta información puede utilizarse para ayudar a determinar si los precios cobrados son proporcionales a los servicios prestados.

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Over 2,000 journals share price and service data via Plan S’s Journal Comparison Service

6/11/2022

   

cOAlition S is pleased to report that 27 publishers – who publish more than 2,000 journals – have embraced the Journal Comparison Service (JCS) and shared their service and price data, responding to the call for transparent pricing of publishing services. cOAlition S wishes to praise these publishers for incorporating the values of openness and price transparency into their processes, in line with Plan S principles. The JCS was developed in response to the growing calls from the research community for greater transparency regarding the services publishers provide and the prices they charge. Through this free, online service, the publishers’ clients – primarily libraries and library consortia who procure publishing services on behalf of the research community – are able to better understand how journals and publishers compare on a range of key indicators. This information can be used to help determine whether the prices charged are commensurate with the services provided.

"¡Quemadlo con fuego!" - El uso de ChatGPT «polariza» a los revisores

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