viernes, 24 de septiembre de 2021

SCOPUS indizará más de un millón de preprints [ arXiv, ChemRxiv, bioRxiv, medRxiv y ahora arXiv, ChemRxiv, bioRxiv y SSRN ]

Publicado en ELSEVIER
https://newsdirect.com/news/elseviers-scopus-expands-to-include-ssrn-preprints-551974321



Scopus de Elsevier se amplía para incluir los preprints de SSRN
Más de un millón se indexarán en Scopus este año

COMUNICADO DE PRENSA DE ELSEVIER


Londres, Reino Unido | 21 de septiembre de 2021 


 Elsevier, líder mundial en publicaciones de investigación y análisis de la información, anuncia hoy que los preprints de SSRN, su plataforma de investigación y preprints líder en el mundo, ya están disponibles en Scopus, la base de datos de resúmenes y citas de Elsevier. Esto se produce después de que los preprints de arXiv, ChemRxiv, bioRxiv y medRxiv fueran indexados en Scopus a principios de este año.

Este avance responde a las opiniones y peticiones de la comunidad de investigadores, ya que la demanda y el uso de los preprints se ha disparado en los últimos años. En la actualidad, más de un millón de perfiles de autor en Scopus tienen 900.000 preprints indexados desde 2017. A finales de este año, se incluirán en Scopus aproximadamente 170.000 preprints de SSRN, desde 2017 en adelante.

Los datos de Elsevier revelan que, en los últimos cinco años, ha habido un aumento del 148% en el número de investigadores que publican preprints en SSRN. También se ha producido un aumento del 50% en el número de descargas de preprints en SSRN durante el mismo periodo, con lo que las descargas alcanzarán los 17,9 millones a finales de 2020.

Los preprints son un elemento de comunicación académica en rápido crecimiento. Como complemento a la publicación en revistas, permiten a la comunidad investigadora compartir información o resultados indicativos, indicar la dirección de un proyecto y ayudar a facilitar la colaboración internacional e interdisciplinaria.

Los datos de la SSRN muestran que las disciplinas que más crecieron1 durante el último año en sus plataformas fueron la economía y la investigación médica. El rápido aumento de los preprints de investigación médica ha contribuido a avanzar y acelerar la comprensión del SARS-CoV-2.

Los preprints en Scopus sólo están disponibles en los perfiles de autor que ya tienen un historial de publicaciones revisadas por pares. Los preprints son más frecuentes en ciertos campos temáticos que en otros. Los servidores de preprints seleccionados para Scopus son los principales servidores de preprints en las áreas de Ciencias Físicas (arXiv y ChemRxiv), Ciencias Biomédicas (bioRxiv y medRxiv) y Ciencias Generales incluyendo las Ciencias Sociales (SSRN). Se seleccionarán otros servidores de preimpresos para Scopus a medida que surjan en las áreas temáticas pertinentes.

SSRN es una comunidad de  preprints en línea de acceso abierto. Se trata de una biblioteca en línea en la que se pueden realizar búsquedas y que permite a los autores publicar sus artículos y resúmenes de forma sencilla y gratuita, proporcionando una base de datos en línea de las primeras investigaciones académicas. Con más de 2,2 millones de usuarios, cuenta con 806.000 documentos a texto completo y otros 134.000 resúmenes.

Gregg Gordon, Director General de Gestión del Ciclo de Vida del Conocimiento de Elsevier, dijo: "Hemos escuchado las necesidades de la comunidad investigadora, este desarrollo innovador en Scopus mejorará la descubribilidad y la facilidad de acceso al contenido de SSRN.

"Los preprints se están convirtiendo cada vez más en una parte integral del paisaje de la investigación. Además de ofrecer una valiosa oportunidad para comprender la dirección que toma la investigación, los preprints son una forma positiva de que los investigadores que inician su carrera reciban información antes de enviar sus artículos a las revistas.

"Como prueba de la importancia que están adquiriendo, los preprints se incluyen cada vez más en los procesos de evaluación formal de las propuestas de subvención y las revisiones del profesorado.

"Reconocemos la necesidad de seguir hablando con nuestros clientes, aprender de ellos y atender sus necesidades. El futuro de los preprints es brillante, y esperamos asegurarnos de seguir en sintonía con lo que quieren los investigadores".



****************************

Ciencia abierta en FRANCIA: cien acciones para acelerar la apertura de la investigación

Publicado en Blok de Bid
http://www.ub.edu/blokdebid/es/node/1145


Ciro Llueca

Director de Biblioteca y Recursos de Aprendizaje
Director Editorial UOC
Universitat Oberta de Catalunya (UOC)

France. Ministère de l’Enseignement Supérieur, de la Recherche et de l’Innovation (2021). Ouvrir la science!: bilan du Plan national pour la science ouverte 2018-2021. [Paris: le Ministère]. Disponible en: <https://cache.media.enseignementsup-recherche.gouv.fr/file/science_ouverte/24/3/Bilan_PNSO_v2_1414243.pdf>. [Consulta 16/09/2021].

France. Ministère de l’Enseignement Supérieur, de la Recherche et de l’Innovation (2021). Deuxième Plan national pour la science ouverte: généraliser la science ouverte en France 2021-2024. [Paris: le Ministère]. Disponible en: <https://cache.media.enseignementsup-recherche.gouv.fr/file/science_ouverte/20/9/MEN_brochure_PNSO_web_1415209.pdf>. [Consulta 16/09/2021].

La actualización del plan francés de ciencia abierta fue presentada por Frédérique Vidal, ministra francesa de Enseñanza superior, de la Investigación y de la Innovación, desde 2017, con la mirada al periodo 2021 a 2024 y los objetivos de generalizar la práctica científica en abierto, la compartición y apertura de datos de investigación, la incorporación de la investigación en abierto a la evaluación, y la promoción del software libre surgido de la investigación.

Los antecedentes de este Plan 2021-2024 se sitúan en su versión anterior, el Plan 2017-2021, y previamente en la Ley 1674/2020, de programación de la investigación 2021-2030, así como en el Plan national pour la Science ouverte (2018), y el Amsterdam Call for Action on Open Science (2016).

Analicemos en primer lugar el balance del Plan 2017-2021, cuyo elemento más visible ha sido la creación del BSO, el Barómetro de la Ciencia Abierta en Francia, que permite comprobar que la tasa de publicación científica en abierto se sitúa en el 56 %.

 


Pero hay otros elementos que presentan también un balance razonablemente positivo:
 
Acceso abierto a las publicaciones. Las principales agencias francesas ya solicitan el archivo en abierto de los artículos científicos que financian y, en general, alientan a la publicación en abierto. Otras medidas son valoradas positivamente (por ejemplo, la consolidación de HAL, un agregador francés de contenidos publicados en abierto en revistas y repositorios), aunque no han sido completadas. El reconocimiento de la ciencia abierta en la evaluación de la investigación también presenta acciones moderadas de progreso. Como se ha mencionado, la creación del Barómetro, el BSO, permite comprobar que la tasa de publicación científica en abierto ha pasado del 41 % en el año 2017 al 56 % en 2019, si bien con particularidades: Matemáticas, Biología y Físicas se sitúan en la franja alta, entre el 67 % y el 75 % de la publicación en abierto; mientras que las Humanidades en el 45 % y las Ciencias Sociales en el 42 %.

Datos de investigación. En 2016 se incorporó a la legislación francesa la obligatoriedad de la difusión de los datos de investigación en abierto y, en coherencia también con la demanda europea, ya se obliga a presentar un plan de gestión de datos en los proyectos financiados con recursos públicos. Se ha creado la figura profesional de administración de datos para garantizar la implantación del modelo abierto, y se han publicado políticas y recomendaciones. Una llamada específica dotada con 2,4 M € para acelerar la adopción de los principios FAIR se saldó con 25 proyectos aprobados y en marcha.

Ciencia abierta en la práctica científica. Se han llevado a cabo acciones formativas y divulgativas en las escuelas de doctorado y en las universidades francesas. Lógicamente, se ha participado activamente en el EOSC (European Open Science Cloud) y se han creado redes internacionales de fomento de la ciencia abierta, con un presupuesto de 562.000 €. Este apartado cuenta con un espacio específico dedicado a los datos gubernamentales en abierto.

Acciones COVID. La llegada de la pandemia ha propiciado acciones de emergencia, que se incorporan en el balance. Así, proyectos específicos en el ámbito de la salud han contado con acento «abierto»: el ejemplo más evidente, el barómetro de la ciencia abierta en salud.

De acuerdo con el balance, el presupuesto destinado a las diversas acciones del Plan asciende a 15,8 M € en el periodo 2018-2021. La actualización del Plan apunta a triplicar estos recursos, hasta 45 M € de 2021 a 2024. Debemos saludar con admiración la incorporación de la previsión presupuestaria en la comunicación del Plan.

El nuevo Plan (2021-2024) se estructura en 4 ejes, 12 medidas, y casi cien acciones específicas, en las que constan elementos fundamentales y otros ornamentales. Contempla aspectos muy consolidados en la ciencia abierta, como la voluntad de crecimiento en publicaciones científicas en abierto o la transformación cualitativa de la evaluación de la investigación, pero también marca perfil propio como alternativa a los modelos típicamente comerciales. Así, el Plan incorpora el apoyo a la edición de libros, la defensa del plurilingüismo en la difusión de la investigación, reivindica el software libre y pone el foco en el autoarchivo, al tiempo que rechaza los acuerdos transformativos. He aquí una síntesis de estos elementos:

Acceso abierto a las publicaciones

  • Se aspira al 100 % de la publicación científica en abierto en 2030, mediante la generalización de la obligatoriedad para artículos y libros financiados con fondos públicos. Se prevé la mejora del sistema de depósito al agregador HAL.
     
  • Se promueve el modelo «diamante»: la publicación sin costes para las personas autoras, a la vez que se rechaza explícitamente el modelo de revistas híbridas (revistas de pago por suscripción con algunos artículos en abierto mediante tasas APC o similares). Se confirma la adhesión al Plan S.
     
  • Se favorece el multilingüismo o, mejor dicho, el uso de la lengua francesa, promoviendo plataformas de traducción automatizada, así como el estímulo al uso de la investigación francesa en Wikipedia.
     
  • Se quiere contribuir a modernizar la edición científica de libros, mediante ayudas al sector editorial específico, el desarrollo de un órgano público de difusión y distribución de libros impresos y digitales, así como la creación de un observatorio de la edición científica.
     
  • En Humanidades y Ciencias Sociales se fomenta el uso de imágenes patrimoniales para usos no comerciales, así como otros elementos de apoyo específico.

Datos de investigación

  • Se prevé la obligatoriedad de la difusión en abierto de datos de la investigación financiada por fondos públicos. Para facilitarlo, se crea una plataforma estatal federada de datos de investigación, Recherche Data Gouv, al estilo de la que ya existe para datos gubernamentales, data.gouv.fr. Asimismo, se pretende la generalización de los planes de gestión de datos.
     
  • Se valora la oportunidad de regular en clave «abierta» la minería de datos y de texto, objeto de incorporación a la legislación de los países UE por transposición de la Directiva Europea sobre los Derechos de Autor en el Mercado Único Digital (DEMUD).
     
  • Se promueve la adopción de políticas de datos FAIR, con acciones de formación mediante una red territorial de talleres de datos, y la creación de centros de referencia temáticos.
     
  • En Ciencias de la Salud se contemplan acciones específicas para la apertura de datos de investigación.

Software libre

  • Se fomenta la difusión en licencias abiertas del código fuente surgido en la investigación financiada con dinero público.
     
  • Se reconoce el software libre como contribución a la investigación, tanto en la evaluación del personal investigador como en el análisis del impacto social de la apertura del código fuente.
     
  • Se impulsa el cruce entre ciencia abierta e inteligencia artificial.

Ciencia abierta por defecto

  • Se reconoce la ciencia abierta en la evaluación de la investigación con acciones como la reducción de la influencia del factor de impacto, incluyendo su supresión en las convocatorias de proyectos y plazas de personal investigador. También se prevé el uso de narrativas de impacto en los currículos, para reducir la evaluación cuantitativa.
     
  • Se fomenta la formación en competencias en ciencia abierta, tanto en programas específicos como transversales en los programas ya existentes.
     
  • Se promueve la adopción de políticas de ciencia abierta en las universidades. Se menciona explícitamente el compromiso con DORA.
     
  • Se aspira, literalmente, a simplificar la vida del personal investigador mediante la adopción de políticas abiertas, por ejemplo facilitando su acceso a datos públicos o a datos privados de interés general.
     
  • Se prevé la evolución del Barómetro, incorporando mención específica a los ensayos clínicos, el gasto en publicación de artículos y libros, etc.
     
  • En la investigación dedicada al cambio climático se apuesta específicamente por la ciencia abierta.
     
  • Complementariamente, se apunta a las diversas infraestructuras existentes o futuras, así como la participación en iniciativas europeas e internacionales.

Visto el balance 2018-2021, y especialmente el Plan 2021-2024, podemos afirmar que aunque el nuevo Plan francés por la ciencia abierta participe de la retórica política, también tiene numerosas virtudes: presenta una planificación exhaustiva, ordenada y priorizada, con conocimiento de causa, con elementos de perfil propio, con visión integrada y con ambición internacional. Además de marcar el paso de la aceleración francesa en la búsqueda abierta, el Plan también iluminará a otros países que transitan más lentamente su evolución hacia una ciencia abierta.

miércoles, 22 de septiembre de 2021

THE LANCET retoma teoría "conspirativa" de la fuga del laboratorio

Publicado en The Economic Times
https://economictimes.indiatimes.com/news/science/covid-origins-probe-the-lancet-does-u-turn-over-lab-leak-theory/articleshow/86357438.cms 


Investigación de los orígenes de Covid: The Lancet da un giro sobre la teoría de la fuga del laboratorio

En febrero del año pasado, The Lancet publicó una carta abierta en la que "condenaba enérgicamente las teorías conspirativas" en torno al brote de coronavirus de Wuhan, que sugerían que el Covid-19 no tiene un origen natural.

Después de enfrentarse a las críticas por su cobertura de los orígenes de la pandemia de Covid, la aclamada revista científica The Lancet ha publicado una "visión alternativa" de 16 científicos.

El equipo internacional de expertos en salud, en la carta abierta, hace un llamamiento al "debate científico objetivo, abierto y transparente sobre el origen del SARS-CoV-2".

Los científicos "necesitan evaluar todas las hipótesis sobre una base racional, y sopesar su probabilidad sobre la base de hechos y pruebas, desprovistos de especulaciones sobre posibles impactos políticos", escribieron los autores. 

En febrero del año pasado, The Lancet publicó una carta abierta en la que "condenaba enérgicamente las teorías conspirativas" en torno al brote de coronavirus en Wuhan, sugiriendo que el Covid-19 no tiene un origen natural.

A principios de este año, se reveló que Peter Daszak -científico británico y presidente de la organización sin ánimo de lucro EcoHealth Alliance, con sede en Estados Unidos y que tiene una conexión directa con China- había orquestado en secreto la ahora famosa carta. La empresa también ha financiado investigaciones en el Instituto de Virología de Wuhan (WIV).

En la nueva carta abierta, los científicos discuten la posibilidad de que la investigación en el laboratorio haya desempeñado un papel en la aparición del virus del SARS-CoV-2.

"Nos unimos para condenar enérgicamente las teorías conspirativas que sugieren que el Covid-19 no tiene un origen natural", afirmaron, en una declaración que "impartió un efecto silenciador en el debate científico más amplio".

Sin embargo, "no existe un apoyo directo al origen natural del SARS-CoV-2, y es plausible un accidente relacionado con el laboratorio", afirmaron los autores.

"Puede parecer poca cosa, pero después de 18 meses de negación total, el mero hecho de que [The] Lancet acepte publicar esta carta en la que se reconoce que el origen del Covid-19 sigue siendo un veredicto abierto, es algo muy importante", declaró a Daily Mail on Sunday el profesor Nikolai Petrovsky, de la Universidad Flinders de Adelaida (Australia), uno de los firmantes.

"Que una revista médica de primera línea como Lancet acceda a abrir por fin sus puertas a una carta de los científicos en la que se pone de manifiesto el origen aún incierto del Covid-19, indica lo mucho que hemos avanzado en 18 meses en la petición de un debate científico abierto sobre el tema, pero también indica lo mucho que nos queda por recorrer", añadió.

Además, la nueva carta también implora a China que se abra y permita el acceso a una investigación adecuada. Mientras que el primer estudio conjunto de la Organización Mundial de la Salud y China concluyó que el origen de laboratorio era "extremadamente improbable", el Director General de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, ha declarado que todas las hipótesis siguen sobre la mesa, incluida la de una fuga de laboratorio.

Mientras tanto, China se ha resistido a una segunda investigación completa y sin restricciones de los orígenes del brote por parte de la OMS, acusando al organismo sanitario mundial de "arrogancia" y una "falta de respeto por el sentido común".

"Aunque necesitamos más pruebas, el mundo seguirá sumido en la disputa sin un compromiso total de China, que incluya el acceso abierto a los datos primarios, los documentos y el material relevante almacenado para permitir una búsqueda exhaustiva, transparente y objetiva de todas las pruebas pertinentes", escribieron los autores.


martes, 21 de septiembre de 2021

CIENCIA ABIERTA: Cuidado con la reproducibilidad simulada

Publicado en Nature
https://www.nature.com/articles/d41586-021-01824-z 


⦁ Un cambio sólido y sostenible depende de si los valores culturales subyacentes se han alterado, no sólo las señales superficiales. Si no lo han hecho, las prácticas de la ciencia abierta pueden convertirse en un obstáculo más, una forma de señalización de la virtud o una cortina de humo.

⦁ Me preocupa que, al adoptar los adornos de la reproducibilidad, el trabajo de mala calidad pueda parecer que ha adoptado las mejores prácticas. El problema es que el trabajo descuidado está impulsado por una cultura científica que pone demasiado énfasis en los hallazgos interesantes. Cuando los financiadores y las revistas recompensan las afirmaciones llamativas en detrimento de los métodos rigurosos y los resultados reproducibles, las reformas para cambiar la práctica pueden resultar contraproducentes. Las nuevas prácticas, normas y políticas útiles se transforman en formalidades sin sentido para seguir acaparando titulares a cualquier precio. 

⦁ Dicho esto, veo que los valores están cambiando... algunos investigadores reaccionaron con abierta hostilidad, utilizando frases como "policía de la replicación". Ahora esas críticas son poco frecuentes (al menos en público). Y en algunas comunidades, los investigadores dan ahora prioridad al trabajo que otros pueden aprovechar. Por ejemplo, organizaciones como la Society for Improving Psychological Science (Sociedad para la Mejora de la Ciencia Psicológica) encarnan una oleada de energía e idealismo por parte de investigadores, en su mayoría jóvenes.


Cuidado con la reproducibilidad simulada

Los cambios bien intencionados para mejorar la ciencia podrían convertirse en gestos vacíos si no cambian los valores subyacentes.

Stuart Buck

Hace casi una década, en Arnold Ventures -una organización filantrópica de 2.000 millones de dólares en Houston, Texas- nos dimos cuenta de que utilizar la evidencia para dirigir nuestras donaciones requería tener más confianza en la propia evidencia. Como vicepresidente de investigación, me encontré inmerso en los esfuerzos por mejorar la ciencia, dispersando más de 60 millones de dólares en subvenciones para garantizar que los investigadores pudieran aprovechar los resultados de otros. Participé en los debates que condujeron a la adopción generalizada de directrices que promueven la transparencia y la apertura, al repositorio de ensayos clínicos Vivli y al lanzamiento del Centro para la Ciencia Abierta, una organización sin ánimo de lucro en Charlottesville, Virginia.

He visto muchos cambios positivos desde entonces. Pero a veces me preocupa que podamos acabar con el peor de los mundos: la pretensión de reproducibilidad sin la realidad.

En 2012, muy poca gente había oído hablar del prerregistro, la práctica antibacteriana de especificar, por escrito, los análisis e hipótesis previstos al comienzo de un experimento. Hacerlo era un requisito para nuestros becarios.

Hoy en día, parece que todos los científicos saben lo que es el prerregistro. La mayoría está de acuerdo en que puede ayudar a reducir el sesgo de publicación y el "P-hacking", cuando los datos se ajustan para producir valores P significativos. Las principales sociedades profesionales respaldan ahora esta práctica: el registro de la Asociación Americana de Economía cuenta con más de 4.700 estudios, y la Asociación Americana de Psicología ha creado un conjunto de "Normas de prerregistro para la investigación cuantitativa en psicología". De hecho, hay unos 75.000 proyectos de investigación registrados en el repositorio Open Science Framework del Center for Open Science.


Nuestra obsesión por la eminencia distorsiona la investigación

Se puede contar una historia similar sobre el intercambio de datos a través de Zenodo del CERN, el laboratorio europeo de física de partículas cerca de Ginebra (Suiza); Figshare de la empresa de análisis londinense Digital Science; muchos repositorios de los Institutos Nacionales de Salud; y otros. Aunque todavía está lejos de ser una rutina en muchas disciplinas, el ritmo al que los artículos académicos comparten sus datos subyacentes está creciendo: un estudio lo sitúa en un aumento de alrededor del 0% en 2000 a casi el 20% en 2018 (S. Serghiou et al. PLoS Biol. 19, e3001107; 2021).

Pero un cambio sólido y sostenible depende de si los valores culturales subyacentes se han alterado, no solo las señales superficiales. Si no lo han hecho, las prácticas de la ciencia abierta pueden convertirse en un obstáculo más, una forma de señalización de la virtud o una cortina de humo.

Lo he visto. En una conferencia celebrada unos meses antes de la pandemia, un académico me contó cómo, en su departamento, todo el mundo escribía largos planes de preanálisis que, en teoría, limitarían el hackeo P. En la práctica, admitió, los investigadores podían dar rienda suelta al "cherry picking", contando con que nadie tiene tiempo o paciencia para leer un plan de preanálisis de 100 páginas y compararlo con la publicación posterior.

Las pruebas más sistemáticas proceden del Proyecto COMPare, dirigido por Ben Goldacre en la Universidad de Oxford (Reino Unido), un esfuerzo financiado por mi departamento. Ese equipo revisó las publicaciones de 67 ensayos clínicos en las principales revistas médicas y las comparó con las descripciones originales. Sólo 9 coincidieron. De los demás, 354 resultados prerregistrados no se informaron; otros 357 resultados se "añadieron silenciosamente" (B. Goldacre et al. Trials 20, 118; 2019).

Mientras tanto, muchos prerregistros son demasiado vagos. En un estudio, se pidió a los revisores que contaran el número de hipótesis en 106 prerregistros. Sólo estuvieron de acuerdo el 14% de las veces (M. Bakker et al. PLoS Biol. 18, e3000937; 2020).

¿Qué pasa con el intercambio de datos? Los principios FAIR estipulan que los datos compartidos deben ser "localizables, accesibles, interoperables y reutilizables". Un análisis realizado en 2020 en 15 revistas de psicología concluyó que la mayoría de los conjuntos de datos "no estaban completos ni eran reutilizables" (J. N. Towse et al. Behav. Res. https://doi.org/gkzk; 2020).

Me preocupa que, al adoptar los adornos de la reproducibilidad, el trabajo de mala calidad pueda parecer que ha adoptado las mejores prácticas. El problema es que el trabajo descuidado está impulsado por una cultura científica que pone demasiado énfasis en los hallazgos interesantes. Cuando los financiadores y las revistas recompensan las afirmaciones llamativas en detrimento de los métodos rigurosos y los resultados reproducibles, las reformas para cambiar la práctica pueden resultar contraproducentes. Las nuevas prácticas, normas y políticas útiles se transforman en formalidades sin sentido para seguir acaparando titulares a cualquier precio. 

Dicho esto, veo que los valores están cambiando. En los primeros años en que Arnold Ventures comenzó a apoyar estos esfuerzos, algunos investigadores reaccionaron con abierta hostilidad, utilizando frases como "policía de la replicación". Ahora esas críticas son poco frecuentes (al menos en público). Y en algunas comunidades, los investigadores dan ahora prioridad al trabajo que otros pueden aprovechar. Por ejemplo, organizaciones como la Society for Improving Psychological Science (Sociedad para la Mejora de la Ciencia Psicológica) encarnan una oleada de energía e idealismo por parte de investigadores, en su mayoría jóvenes.

Aun así, lo que realmente importa es que los científicos se sientan capacitados y recompensados por hacer un trabajo sólido, publicar resultados negativos y seguir los datos. El idealismo de los científicos que inician su carrera debe ir acompañado de señales firmes por parte de los directivos y las instituciones de que es posible ser contratado y obtener la titularidad mientras se aplican las mejores prácticas. Una señal esperanzadora es que en los anuncios de empleo de algunas universidades se pregunta por el compromiso de los candidatos con las prácticas de la ciencia abierta.

Este tipo de cambio cultural es el verdadero reto.

A la caza de revistas científicas falsas que no cumplen las reglas

Publicado en Chicago Tribune
https://www.chicagotribune.com/espanol/sns-es-caza-revistas-cientificas-falsas-no-cumplen-reglas-20210920-n25fnjh5nree7ef7vpi4qe6d6e-story.html?fbclid=IwAR1m0O2S0xYqPQ8tZdbb_fW-4I5L-64eKDs81RCHs5Wr9J-qUM6Q7SeFenQ


A la caza de revistas científicas falsas que no cumplen las reglas

viernes, 17 de septiembre de 2021

Nuevos «rankings» para viejas necesidades

Publicado en blog Univerdad

https://www.universidadsi.es/nuevos-rankings-para-viejas-necesidades/


Nuevos «rankings» para viejas necesidades


La palabra “ranking” atrae la atención del público lector, trate de lo que trate dicha clasificación ordinal. En el caso de rankings de universidades, futuros estudiantes, profesorado, personal de investigación, equipos rectorales, responsables de distintas políticas públicas (y no sólo de educación e investigación), empresas (especialmente de base tecnológica) y otros grupos de interés se sienten atrapados por los listados de instituciones universitarias que aparecen anualmente, transformando estas herramientas en puentes de comunicación masivos que conectan las universidades con su audiencia.

Un breve repaso a los rankings de universidades

Las clasificaciones de universidades al uso (principalmente ARWUTHE-WUR y QS WUR) son productos que están sujetos a numerosas críticas. Se les reprocha los conceptos vagos que miden y la existencia de conocidos sesgos, como son el uso de ciertas fuentes bibliográficas elaboradas y consumidas con perspectiva básicamente occidental;  la excesiva orientación hacia el rendimiento en investigación;  o el diseño de metodologías basadas en la ponderación arbitraria de indicadores para generar indicadores sintéticos, malinterpretados por una gran parte de sus lectores.

La variedad de rankings globales de universidades es amplia y diversa. Se pueden distinguir los rankings puramente bibliométricos (ej. ARWU, Leiden RankingScimago Institutions Ranking), centrados en evaluar la excelencia científica de las universidades como centros generadores de nuevo conocimiento; los rankings integrales (ej. THE-WUR, QS-WUR), centrados en medir la reputación internacional de las universidades a través de todas sus misiones mediante datos tanto cuantitativos (investigación) como cualitativos (encuestas); y los rankings de características especiales, centrados en medir entidades (escuelas, facultades), servicios (bibliotecas, instalaciones deportivas), la penetración en impacto de las universidades en la web (por ejemplo, webometrics) o valores (empleabilidad) concretos de las universidades.

Repensando los fines

La mayoría de estas clasificaciones globales no tienen en cuenta (o lo hacen de forma muy minoritaria) aspectos y actividades sociales, como por ejemplo iniciativas de ciencia abierta, sostenibilidad o diversidad, que podrían encuadrarse dentro de la llamada tercera misión. Esta circunstancia ha llevado a la comunidad a reclamar clasificaciones más justas y responsables.

Algunas de estas clasificaciones globales no incluyen actividades vinculadas a la tercera misión de las instituciones de Educación Superior

Esta nueva sensibilidad se vio reflejada en el interesante webinar celebrado en enero de 2021, presentado por los expertos internacionales Alex Usher y Ellen Hazelkorn, y patrocinado por el CIHE (Center for Higher Education Boston College), en el que se formulaba la siguiente pregunta: «¿Las clasificaciones siguen siendo adecuadas para su propósito? (Are rankings still fit for purpose?, fue su título en inglés).

Una de las conclusiones más repetidas fue que se necesitan nuevas métricas para evaluar el papel cada vez más importante de las universidades en sus sociedades.

La discusión concluyó también destacando señaló que “las clasificaciones del siglo XXI todavía se basan en los roles de la universidad en el siglo XX”.

Nuevas tendencias 

Precisamente, este hueco es el que reclaman dos nuevas clasificaciones, el MosIUR y el Impact Rankings (THE-IR), editado por Times Higher Education, responsable de la edición de un amplio catálogo de rankings. Se trata de dos rankings jóvenes de universidades a nivel global ya que solo cuentan con tres ediciones hasta la fecha. Como el resto de sus competidores,  tienen su metodología (que a lo largo de tres ediciones ha ido cambiando) y, por supuesto, sus partidarios y sus detractores, entre los que se pueden identificar los distintos grupos de interés que hay detrás de los mismos, y los intereses de los países u organizaciones que los auspician.

Aun cuando estos nuevos rankings presentan importantes limitaciones metodológicas, la audiencia se ve atrapada por su encanto, tal como Ulises ante el canto de las sirenas en su camino hacia Ítaca. Mientras el THE-IR mide la contribución de las universidades a los objetivos de desarrollo sostenible (ODS), el MosIUR se caracteriza por su objetivo de medir las tres dimensiones universitarias, especialmente la transferencia.

Del análisis de estos dos rankings se desprenden dos aspectos que consideramos de interés: un cambio geopolítico y un cambio metodológico.

Carrera geopolítica a través de los rankings universitarios globales

En el panorama de la educación superior se ha “colado” la geopolítica; los rankings “nuevos” (al igual que los “viejos”) están planteando su interpretación en términos de efecto país (geopolitical race) y de políticas universitarias, más que en el impacto sobre las estrategias de las propias instituciones de Educación Superior.

Los sistemas universitarios y las universidades que los integran quieren ser más “brillantes” no sólo en investigación y docencia, sino en otros temas transversales como la diversidad, la sostenibilidad o la ciencia abierta, porque esto redundará en una mayor reputación de sus universidades y de sus agendas de educación superior, lo que facilitará la captación de estudiantado internacional, y de ingresos.

Estrategias de visibilidad 

En este contexto de cambio, hemos observado que la representación de los países en estos dos nuevos rankings es muy diferente de la observada en los rankings globales tradicionales.

El análisis comparativo de THE-IR y THE-WUR que hemos realizado, y cuyos resultados preliminares se discutieron en el marco de la 5th International Conference on Public Policy celebrada en Barcelona en julio de 2021, nos muestra que los sistemas universitarios que ocupan las primeras posiciones en THE-WUR no están participando en THE-IR con el mismo nivel de intensidad.

Sólo 4 instituciones de las 50 mejores universidades del THE-WUR también están incluidas en el THE-IR en la edición de 2021.

Conclusiones similares han sido expuestas recientemente por Calderón (2021). Lo mismo ocurre en el MosIUR, donde Rusia y China brillan como los sistemas universitarios con más universidades, en comparación con sus posiciones en el ARWU, THE, QS, SIR, etc. (como se puede ver en Orduña-Malea y Perez-Esparrells, 2021).

Esta situación puede explicarse por las estrategias geopolíticas específicas de los países y de las propias universidades por obtener más visibilidad en una familia de rankings que en otras, como es el caso muy llamativo de algunas instituciones ubicadas en América Latina.

Nuevas métricas en los rankings universitarios globales

Tanto MosIUR como THE-IR incorporan una amplia variedad de nuevas métricas. MosIUR se caracteriza por el uso de fuentes de datos alternativas, no anglosajonas, y en gran medida de naturaleza web, incluyendo motores de búsqueda y fuentes de información web internas (sitios web de la universidad) y externas (ej., Wikipedia).

La llegada de rankings orientados a medir aspectos sociales era una necesidad palpable. 

Por su parte, THE-IR incorpora un conjunto de indicadores para cada uno de los ODS, cubriendo tanto actividades de investigación como aspectos estructurales de las propias universidades relacionados con su sostenibilidad, medida esta también en tanto que organizaciones.

La llegada de rankings orientados a medir aspectos sociales, utilizando herramientas que permitieran una mayor visibilidad a todas las regiones del mundo, era una necesidad palpable. Recientemente, Ruth A. Pagell, emérita de la Emory University en los Estados Unidos y experta en rankings, nos comentaba en correspondencia privada el entusiasmo inicial con el que había recibido el nuevo ranking MosIUR, porque incorporaba algunos de los aspectos clave del papel de una universidad que no se incluyen en otras clasificaciones.

De forma similar, se celebraba el lanzamiento del THE-IR, por cuanto suponía disponer de una herramienta que permitiera mapear el “viaje” de desarrollo sostenible de las universidades (Calderón, 2021). Sin embargo, limitaciones metodológicas, tanto clásicas (sesgos en la confección de indicadores combinados) como nuevas (sesgos de las nuevas fuentes, prevalencia de las nuevas métricas)  deben frenar cualquier euforia respecto a estas nuevas herramientas.

¿Transformación o nueva promoción?

Tras la pandemia, los sistemas universitarios de los países han intensificado sus retos; las universidades que los conforman han acelerado los cambios y las transformaciones, lo que ha llevado a nuevas formas de entender las misiones de la universidad, nuevas preguntas ante los nuevos valores (por ejemplo, la sostenibilidad o fuentes y métricas alternativas, en los casos observados en este breve texto).

Estos nuevos rankings están siendo sensibles ante esa necesidad de incorporar nuevas fuentes, métricas y actividades universitarias. Con ello están tratando de romper con la hegemonía de rankings globales que muestran una educación superior dominada por las grandes potencias mundiales (principalmente el mundo anglosajón).

En estas últimas clasificaciones  se observan ligeros pero continuos cambios geopolíticos, incorporando a más universidades de países en vías de desarrollo, lo que podría estar evidenciando la generación de nuevas estrategias activas de visibilidad en rankings dentro del mercado global de la educación superior.

Los rankings más recientes se están convirtiendo en nuevas formas de promocionar la reputación de las universidades y, por ende, de los países donde se localizan.

Nuevas necesidades y nuevos retos para la medida de las instituciones de ES

No queremos resultar pesimistas, sino todo lo contrario. Creemos firmemente  que los rankings jóvenes irrumpen con fuerza en una dirección: la necesidad de medir cosas distintas y de medir mediante métricas distintas. Pero detectamos al mismo tiempo una revolución silenciosa en el sector de la educación superior donde ciertos países y regiones tratan de generar nuevos espacios que no ocupan las universidades tradicionales, aprovechando las grietas existentes en el diseño metodológico de estas clasificaciones.

La principal duda es si estos nuevos rankings serán espacios idóneos para medir las necesidades y los retos del siglo XXI de las instituciones de Educación Superior, o se convertirán en un nuevo canal de comunicación para cubrir viejas necesidades de reputación.

LIBRO: En diálogo con editores: un panorama de la edición independiente en Latinoamérica

LIBRO: En diálogo con editores: un panorama de la edición independiente en Latinoamérica

Disponible en Ediciones UAEM - Librería Digital   



En diálogo con editores: un panorama de la edición independiente en Latinoamérica

Acceso Abierto

Esta obra es una aportación de alumnos de la décima generación de la Maestría en Producción Editorial del Instituto de Investigación en Humanidades y Ciencias Sociales de la UAEM. Se trata de una compilación de entrevistas hechas a editores de México y Colombia, que da cuenta de la diversidad del oficio de la edición. El objetivo es visibilizar la especialización de las artes de la edición, su diversidad y su necesaria existencia, así como orientar, mediante las experiencias vertidas en estos diálogos, a todos aquellos que se encuentran en procesos de formación —tanto formales como independientes— para convertirse en editores.


Autor: Catherine Rendón Galvis, Montserrat Ruíz-Cabañas Chávez

Editorial: UAEM

Colección: Sin colección

Año: 2021

Número de páginas: 106

ISBN: 978-607-8784-21-9

Edición: Primera edición

Idioma: Español



"¡Quemadlo con fuego!" - El uso de ChatGPT «polariza» a los revisores

Publicado en THE Times Higher Education https://www.timeshighereducation.com/news/corrupting-chatgpt-use-polarises-peer-reviewers   Quemadlo...