martes, 16 de noviembre de 2021

La cobertura de los índices de citas abiertos se acerca a la de Web of Science y Scopus

La cobertura de los índices de citas abiertos se acerca a la de Web of Science y Scopus [1]

Alberto Martín-Martín ( albertomartin@ugr.es;  @albertomartin)

Facultad de Comunicación y Documentación, Universidad de Granada, España. Miembro del Grupo ThinkEPI.


Para poder observar y comprender cómo se desarrolla la actividad académica es esencial contar con colecciones exhaustivas de metadatos sobre la misma. Históricamente, el sector comercial ha sido el principal desarrollador y proveedor de servicios de información utilizados para estos propósitos. Concretamente dos proveedores, Clarivate Analytics (y anteriormente Thomson Reuters) con su plataforma Web of Science, y Elsevier con Scopus, han mantenido durante años una posición dominante sobre este tipo de información al no existir otros competidores que ofrecieran servicios similares. Un tercer actor, Google, a pesar de ofrecer su buscador académico Google Scholar, no ha dado muestras de interés en este mercado, centrándose principalmente en el rol de herramienta de descubrimiento.

Los proveedores comerciales de metadatos académicos suelen elegir modelos de negocio que supeditan el acceso a sus plataformas al pago de suscripciones. Además, con el objetivo de salvaguardar la sostenibilidad y rentabilidad económica de sus servicios a lo largo del tiempo, mantienen un control exclusivo sobre sus colecciones de metadatos mediante la aplicación de licencias de uso restrictivas. De esta manera, estos servicios limitan las formas en las que sus clientes pueden acceder, reutilizar, y redistribuir la información disponible en estas plataformas.

En paralelo a esta situación, el constante desarrollo tecnológico ha generado un entorno en el que las barreras de acceso a hardware y software con altas prestaciones se han reducido considerablemente (a pesar de la crisis de abastecimiento de microchips en la que nos encontramos actualmente). Dicho escenario no sólo está contribuyendo a ampliar los horizontes de actuación de empresas y laboratorios consolidados, sino que está reduciendo el coste de entrada a nuevos grupos con ideas innovadoras. En el campo de los servicios de información científica, sin embargo, el crecimiento generalizado de las capacidades de computación disponibles contrasta con las todavía limitadas capacidades de acceso y reutilización de datos que ofrecen las fuentes tradicionales.

En el contexto actual, por tanto, es cada vez más problemático que la sostenibilidad de los sistemas de información científica, un elemento crítico de la infraestructura del sistema científico, requiera mantener una escasez artificial en el acceso y reutilización de los datos que contienen. Por un lado, estos modelos no facilitan que la comunidad académica pueda dotarse de nuevas infraestructuras y herramientas que busquen adaptarse mejor a las necesidades cambiantes. Por otro lado, el veto a la redistribución de metadatos que imponen los proveedores significa que los análisis que se derivan de sus datos no pueden alcanzar los crecientes estándares de auditabilidad y reproducibilidad que se deberían exigir a trabajos científicos realizados en el S. XXI.

Afortunadamente, tras un inevitable periodo en el que mayormente se reproducían en el entorno digital los modelos asentados en el entorno analógico, cada vez más sectores del sistema científico están explorando nuevos modelos y flujos de trabajo que aprovechen en mayor medida las oportunidades que ofrecen las tecnologías disponibles para afrontar los retos actuales. Podríamos considerar esto como una nueva fase del proceso de transformación digital de la ciencia, que como es normal también está afectando a la comunicación científica.

Un episodio reciente que nos ha mostrado tanto las oportunidades como los riesgos que es capaz de generar un modelo de servicio de información más abierto lo tenemos en el caso de Microsoft Academic (Tay et al., 2021). Desde 2016, el buscador académico de Microsoft ha distribuido su extensa colección de metadatos, actualmente con un tamaño superior y prestaciones en ocasiones comparables a la de servicios comerciales, mediante licencias abiertas que otorgan a los usuarios amplios derechos para transformar y redistribuir los metadatos. Así, a pesar de que su interfaz web de búsqueda no ha llegado a calar entre la población académica en general, el proyecto ha tenido una influencia mayúscula en el desarrollo de un nuevo ecosistema de herramientas innovadoras que utilizan sus datos como base (Figura 1). Tristemente, en mayo de 2021 trascendió que Microsoft Academic desaparecería a finales del mismo año, poniendo en peligro la continuidad de los proyectos que dependen de él.


Fig 1.  Herramientas que han reutilizado datos de Microsoft Academic Graph. Producción propia, originalmente publicada en Tay et al. (2021)

 

Este revés trae consigo una importante lección: los elementos que forman parte de la infraestructura del sistema de información científico deben desarrollar y atenerse a una serie de principios de gobernanza, sostenibilidad, y protección que garanticen en la medida de lo posible su funcionamiento continuado. Los Principios de la Infraestructura Académica Abierta (POSI, por sus siglas en inglés) ofrecen un marco sobre el que pueden trabajar las organizaciones que tienen intención de ofrecer este tipo de servicios (Bilder et al., 2020).

Crossref es otro ejemplo de infraestructura de metadatos de investigación abierta, quizás la más crucial que existe actualmente en el entorno de la comunicación científica a nivel mundial. Asimismo, también es una organización pionera en su compromiso con POSI. Además de acuñar muchos de los DOIs que se asignan a las publicaciones científicas para servir como sus identificadores persistentes, Crossref publica metadatos sobre dichas publicaciones (más de 120 millones de registros en su último archivo público). Estos metadatos no tienen asignada ninguna licencia de uso por parte de Crossref, porque la organización considera que este tipo de datos son “hechos”, que según la ley en EE.UU. no pueden ser objeto de copyright. Esta colección de metadatos por tanto puede ser obtenida, reutilizada, y redistribuida sin ningún tipo de limitación.

Gracias a su naturaleza abierta, los metadatos disponibles en Crossref también han estimulado la innovación en servicios de información dirigidos al público académico. Algunos ejemplos:

·       Muchas de las herramientas de descubrimiento de literatura académica lanzadas más recientemente, como Dimensions, The Lens, y Scilit aprovechan los metadatos de Crossref para mantener actualizados sus índices con los documentos publicados más recientemente.

·       El gestor de referencias bibliográficas de código abierto Zotero es capaz de extraer metadatos de la API pública de Crossref a partir del DOI, lo que proporciona una manera fácil de alimentar colecciones personales de referencias bibliográficas. Este método es además mucho más fiable que utilizar las referencias bibliográficas generadas por Google Scholar.

·       La base de datos Unpaywall (también abierta) utiliza metadatos de Crossref (entre otras fuentes) para identificar qué documentos están disponibles en acceso abierto. Estos datos a su vez alimentan el servicio Unsub, una herramienta diseñada para ayudar a las bibliotecas académicas a tomar decisiones informadas sobre las suscripciones de revistas que les conviene mantener y las que no.

Históricamente, la generación de índices de citas y herramientas derivadas de estos datos ha sido uno de los servicios que solo se ofertaban en las plataformas comerciales (como las mencionadas Web of Science y Scopus), o en plataformas de acceso gratuito, pero con grandes restricciones de uso (Google Scholar). En los últimos años, sin embargo, la exclusividad en la oferta de estos datos que hasta hace poco ejercían estas fuentes está menguando. En parte esto es una consecuencia de los cambios en los flujos de trabajo que se están asentando en la publicación académica digital.

Las editoriales que forman parte de Crossref pueden incluir las listas de referencias citadas entre el resto de los metadatos de las publicaciones cuando se están registrando nuevos documentos en la plataforma. Un gran número de editoriales, de hecho, ya lo están haciendo. La política de Crossref es hacer que estas listas de referencias citadas sean públicamente accesibles por defecto, aunque las editoriales pueden elegir mantenerlas ocultas. De lo anterior se desprende que si la mayoría de las editoriales depositaran sus listas de referencias citadas en Crossref y consintieran que éstas se hicieran públicas, sería posible generar un índice de citas exhaustivo que estuviera libre de las restricciones impuestas por las plataformas comerciales.

La Iniciativa en favor de las Citas Abiertas (I4OC por su acrónimo en inglés) es un grupo de presión que ha trabajado desde 2017 para conseguir precisamente este objetivo, y ya ha conseguido convencer a más de dos mil editoriales para que compartan públicamente las listas de referencias citadas que depositan en Crossref. En la primera mitad de 2021, Elsevier, la American Chemical Society, y Wolters Kluwer, se unieron a esta iniciativa, de manera que actualmente prácticamente todas las grandes editoriales académicas ya apoyan I4OC mediante la apertura de sus referencias en Crossref. La única excepción a destacar entre las grandes editoriales es IEEE (Institute of Electrical and Electronics Engineers).

Gracias a los esfuerzos de I4OC y de las editoriales colaboradoras, el 87% de los documentos con referencias citadas en Crossref tiene dichas referencias en abierto. Esto ha permitido que organizaciones como OpenCitations (uno de los miembros fundadores de I4OC) hayan podido generar índices de citas abiertos a partir de dichos datos. Uno de estos índices es COCI, un índice de citas DOI-a-DOI generado exclusivamente con datos de Crossref (Heibi et al., 2019; Peroni & Shotton, 2020). Otras organizaciones también están ofreciendo sus propios índices de citas abiertos: tras lanzar su propio buscador académico, Internet Archive recientemente ha liberado el índice citas (Refcat) en el que se apoya dicho buscador (Czygan et al., 2021). La iniciativa iCite, que ha desarrollado una colección de metadatos de publicaciones en el área de la biomedicina, también ofrece su índice de citas (NIH Open Citation Collection, o NIH-OCC) mediante una licencia abierta (Hutchins et al., 2019).

¿Qué pasa cuando comparamos estos índices de citas abiertos con otras fuentes? En 2019 unos compañeros y yo analizamos la cobertura de citas disponible en las fuentes de datos bibliográficas de carácter académico más ampliamente utilizadas (Web of Science, Scopus, y Google Scholar) y las comparamos con otras fuentes de datos creadas más recientemente (Microsoft Academic, Dimensions, y COCI). Para ello utilizamos una muestra inicial de 2,515 documentos altamente citados distribuidos entre todas las áreas temáticas. Para cada uno de estos documentos, se extrajeron las listas de documentos citantes ofrecidas por cada una de las fuentes de datos estudiadas. Los datos utilizados en dicho estudio mostraban a COCI como el índice de menor tamaño de entre las seis fuentes: era capaz de encontrar el 28% de todas las citas posibles (Martín-Martín et al., 2021). En comparación, Web of Science encontraba el 52% de todas las citas, Scopus, el 57%, y Google Scholar el 88%.

Hay varias razones que explican los bajos resultados de COCI en comparación con las otras fuentes:

·       Cuando se extrajeron los datos, algunas de las editoriales comerciales de mayor tamaño como Elsevier, IEEE, y ACS, a pesar de depositar rutinariamente en Crossref las listas de referencias citadas de los documentos que publican, todavía no habían dado el visto bueno a que se compartieran públicamente.

·       Muchas editoriales todavía no depositan listas de referencias citadas en Crossref, o bien han empezado a hacerlo, pero no han añadido retrospectivamente las listas de referencias de documentos publicados en el pasado.

·       COCI solo es capaz de detectar relaciones de citación cuando tanto el documento citante como el citado poseen un DOI de Crossref y ambos son conocidos.

·       Finalmente, aunque para nuestro estudio se extrajeron los datos de todas las fuentes durante los meses de mayo y junio de 2019, en ese momento la última actualización de COCI se había publicado en noviembre de 2018, aspecto que incrementó la desventaja de COCI sobre otras fuentes con ritmos de actualización más rápidos.

Teniendo en cuenta que Elsevier es la editorial académica que publica un mayor volumen de documentos a nivel mundial, su reciente decisión de abrir sus referencias en Crossref ha resultado en un incremento significativo del total de referencias disponibles públicamente esta plataforma. La actualización de COCI publicada el 3 de septiembre de 2021 (basada en las referencias abiertas de Crossref disponibles hasta agosto de 2021) ya contiene las referencias procesadas de Elsevier, así como las referencias de los documentos publicados más recientemente por ACS (las referencias disponibles en documentos publicados anteriormente aparecerán en versiones posteriores de COCI).

¿Cómo ha cambiado el panorama a raíz de estos cambios? Para averiguarlo, actualicé nuestro análisis de 2019 utilizando la versión de COCI del 3 de septiembre de 2021, así como el índice de citas de NIH-OCC publicado en el mismo mes. En esta última fuente solo se utilizaron aquellas citas en las que tanto el documento citante como el citado tenían DOI, aunque esta fuente también es capaz de identificar citas entre documentos sin DOIs conocidos, pero con identificadores Pubmed. A fin de realizar una comparación razonablemente justa entre estos datos publicados en 2021 y los extraídos de otras fuentes en 2019, de los conjuntos de datos abiertos solo se utilizaron las citas en las que el documento citante estuviera publicado antes de julio de 2019. La intención por tanto era conocer cómo ha crecido la cobertura de citas en fuentes abiertas desde 2019 como resultado de las decisiones de las editoriales de compartir abiertamente las listas de referencias que depositan en Crossref, o como resultado de iniciativas similares.

La combinación de las citas disponibles en COCI y en NIH-OCC en sus versiones de septiembre de 2021 arrojó una cifra de 1,62 millones de citas a nuestra muestra de documentos, un incremento del 91% comparado con los 0,85 millones de citas que estaban disponibles en COCI en 2019 (la primera versión de NIH-OCC no fue publicada hasta finales de 2019 y por tanto no pudo ser analizada en el estudio anterior). En este análisis se ha decidido combinar las colecciones de COCI y NIH-OCC porque a diferencia de lo que es habitual cuando se trabaja con fuentes cerradas, la disponibilidad de fuentes de datos con licencias abiertas elimina en gran medida las barreras, tanto técnicas como legales, para trabajar y desarrollar herramientas que reutilicen datos de varias fuentes a la vez.

Si consideramos todas las citas disponibles en cualquiera de las fuentes analizadas, el 53% de todas las citas están disponibles públicamente en COCI + NIH-OCC bajo una licencia CC0 (Figura 2), un porcentaje significativamente mayor que el 28% encontrado en 2019 en COCI. Este valor supera ligeramente el 52% encontrado por Web of Science, y está mucho más cercano al 54% encontrado por Dimensions o el 57% encontrado por Scopus. El solapamiento relativo entre COCI y las otras fuentes de datos también ha crecido considerablemente: en 2019 COCI encontraba el 47% de las citas disponibles en Web of Science, mientras que la combinación de COCI y NIH-OCC ahora encuentra el 87%. En el caso de Scopus, en 2019 las fuentes de citas abiertas solo encontraban el 44% de las citas en la plataforma de Elsevier, y ahora este valor se ha incrementado hasta el 81%. El número de citas identificadas por COCI y no por otras fuentes también se ha incrementado ligeramente.

Fig. 2. Porcentaje de citas disponibles en cada fuente de datos, comparado con todas las citas (primera fila de resultados), y comparado con las citas disponibles en cada una de las demás fuentes (siguientes filas). Producción propia.

¿De dónde vienen las nuevas citas abiertas? Como era de esperar, las citas provenientes de documentos publicados por Elsevier conforman la mayoría (cerca de la mitad) de las citas disponibles en fuentes abiertas en 2021 que no estaban ya disponibles en 2019 (Figura 3). También hay 250.000 citas nuevas provenientes de documentos publicados por editoriales que no forman parte del top 5 con mayor volumen de publicación, lo que indica que los esfuerzos de I4OC no se han centrado solamente en los grandes actores del mercado editorial, sino que también se han dirigido y han tenido éxito entre editoriales de menor tamaño.

Fig 3.  Incremento en el número de citas disponibles en índices de citas abiertos (COCI + NIH-OCC) entre 2019 y 2021. Producción propia.

Pudiera parecer extraño que también se puedan encontrar un alto número de citas provenientes de documentos publicados por IEEE, a pesar de que esta editorial no comparte sus referencias públicamente en Crossref. La razón de esto es que en el pasado las listas de referencias en documentos publicados por esta editorial tenían asignada la categoría “limited” de Crossref, una opción intermedia (ni abiertas, ni cerradas) que las editoriales pueden elegir. Los metadatos que tienen asignada esta categoría solo están disponibles para miembros de CrossRef Metadata Plus, un servicio de pago que proporciona algunas ventajas adicionales sobre los servicios gratuitos ofrecidos por Crossref. Como miembro de este servicio, OpenCitations pudo obtener las listas de referencias de IEEE mientras estaban disponibles, e incluirlas en COCI. Más adelante, la editorial decidió cerrar completamente sus referencias, lo cual explica que en 2021 no se encontraran en COCI más citas provenientes de documentos publicados por IEEE.

En conclusión, la cobertura de los datos de citas disponibles bajo licencias CC0 desde fuentes abiertas es ahora comparable a la de las fuentes de suscripción como Web of Science y Scopus, lo que las convierte en alternativas viables para desarrollar servicios de información con datos e indicadores auditables y reproducibles.

La disponibilidad de metadatos académicos abiertos (y entre ellos los datos de citas abiertos) que no presentan limitaciones u obstáculos para su reutilización y redistribución tiene un gran potencial para beneficiar a toda la comunidad académica de una forma antes inédita. Gracias a Microsoft Academic, COCI, NIH-OCC, Internet Archive, y otras iniciativas, y a pesar de algunos percances sufridos por el camino, actualmente estamos siendo testigos de cómo las infraestructuras de metadatos abiertas están posibilitando el desarrollo de un ecosistema de nuevas herramientas de información científica que los modelos utilizados por los proveedores comerciales tradicionales no permitían.

Sin embargo, a pesar de que algunas de las iniciativas abiertas han recibido importantes subvenciones para seguir desarrollándose durante los próximos años, su continuidad a largo plazo no está asegurada por el momento. Esto supone un riesgo a la hora de desarrollar herramientas basadas en estas fuentes, tal y como nos ha enseñado el caso de Microsoft Academic. Ahora es por tanto el momento de trabajar juntos para desarrollar infraestructuras de metadatos de investigación abiertas, pero también sostenibles (Hendricks et al., 2021).

Las bibliotecas académicas podrían convertirse en importantes aliadas de las organizaciones que desarrollan infraestructuras abiertas, no solo mediante su apoyo económico sino también a través de colaboraciones. En España existe un claro antecedente: muchas bibliotecas de universidades públicas colaboran con servicios de información científica consolidados y de gran utilidad en el ámbito hispanohablante, como Dialnet. Este servicio ofrece una plataforma accesible de forma gratuita pero no distribuye sus metadatos bajo licencias abiertas (aunque una parte de sus registros están disponibles por OAI-PMH). Una posible vía de actuación por tanto sería buscar modelos en los que el fruto del trabajo colaborativo realizado por instituciones públicas para alimentar servicios de información científica quede disponible de manera que pueda ser reutilizado libremente por la comunidad académica al completo.

Referencias bibliográficas

Bilder, G., Lin, J., & Neylon, C. (2020). The Principles of Open Scholarly Infrastructure. https://doi.org/10.24343/C34W2H

Czygan, M., Holzmann, H., & Newbold, B. (2021). Refcat: The Internet Archive Scholar Citation Graph. arXiv:2110.06595 [cs]. http://arxiv.org/abs/2110.06595

Heibi, I., Peroni, S., & Shotton, D. (2019). Software review: COCI, the OpenCitations Index of Crossref open DOI-to-DOI citations. Scientometrics. https://doi.org/10.1007/s11192-019-03217-6

Hendricks, G., Kramer, B., Maccallum, C. J., Manghi, P., Neylon, C., Peroni, S., Shotton, D., Tay, A., & Waltman, L. (2021, octubre 27). Now is the time to work together toward open infrastructures for scholarly metadata. Impact of Social Sciences Blog. https://blogs.lse.ac.uk/impactofsocialsciences/2021/10/27/now-is-the-time-to-work-together-toward-open-infrastructures-for-scholarly-metadata/

Hutchins, B. I., Baker, K. L., Davis, M. T., Diwersy, M. A., Haque, E., Harriman, R. M., Hoppe, T. A., Leicht, S. A., Meyer, P., & Santangelo, G. M. (2019). The NIH Open Citation Collection: A public access, broad coverage resource. PLOS Biology, 17(10), e3000385. https://doi.org/10.1371/journal.pbio.3000385

Martín-Martín, A., Thelwall, M., Orduna-Malea, E., & Delgado López-Cózar, E. (2021). Google Scholar, Microsoft Academic, Scopus, Dimensions, Web of Science, and OpenCitations’ COCI: A multidisciplinary comparison of coverage via citations. Scientometrics, 126(1), 871-906. https://doi.org/10.1007/s11192-020-03690-4

Peroni, S., & Shotton, D. (2020). OpenCitations, an infrastructure organization for open scholarship. Quantitative Science Studies, 1(1), 428-444. https://doi.org/10.1162/qss_a_00023

Tay, A., Martín-Martín, A., & Hug, S. E. (2021, mayo 27). Goodbye, Microsoft Academic – hello, open research infrastructure? Impact of Social Sciences Blog. https://blogs.lse.ac.uk/impactofsocialsciences/2021/05/27/goodbye-microsoft-academic-hello-open-research-infrastructure/

 

[1] Este texto es una versión ampliada y en castellano de un post publicado en el blog de OpenCitations durante la semana del Acceso Abierto de 2021. Agradezco a David Shotton y Silvio Peroni (directores de OpenCitations) sus comentarios sobre la versión original del texto, muchos de los cuales tienen su reflejo también en esta versión.


lunes, 15 de noviembre de 2021

Hoy la recomendación de la UNESCO sobre ciencia abierta ha sido adoptada por unanimidad en su totalidad por los Estados Miembros

Publicado en UNESCO
https://council.science/current/news/unesco-science-commission-adopts-open-science-recommendation/


Hoy la recomendación de la UNESCO sobre ciencia abierta ha sido adoptada por unanimidad en su totalidad por los Estados Miembros.

El camino hacia la adopción de la Recomendación sobre la Ciencia Abierta comenzó con una resolución de la 40ª reunión de la Conferencia General de la UNESCO en 2019, en la que 193 Estados miembros encargaron a la UNESCO la elaboración de un instrumento normativo internacional. Ese instrumento, la Recomendación de la UNESCO sobre la Ciencia Abierta, ha sido adoptado ahora por los Estados miembros en su 41ª Conferencia General. En este contexto, el Consejo Internacional de la Ciencia, en su papel de convocante como voz mundial de la ciencia, ha reafirmado que la defensa y el avance de la ciencia abierta es fundamental para la labor de lograr la visión del Consejo de la ciencia como un bien público mundial. Este camino hacia la adopción de la Recomendación sobre la Ciencia Abierta ha incluido una encuesta entre los miembros del ISC que contribuyeron a un documento de debate del ISC sobre la Ciencia Abierta para el Siglo XXI, convocando a los miembros del ISC a la reunión del Comité Especial de la UNESCO sobre la Ciencia Abierta, en mayo de 2021, que dio lugar a una declaración pública, contribuyendo más ampliamente al debate con el recién publicado documento de posición sobre la Ciencia como Bien Público Mundial, y respaldado por una resolución sobre la Ciencia Abierta y la reforma de la publicación aprobada en la reciente asamblea trienal del ISC. Geoffrey Boulton, miembro del Consejo de Administración del ISC, intervino en nombre del ISC y advirtió a la conferencia que: 

Los principios fundamentales de la Ciencia Abierta están cerca del punto de crisis. Un sistema de publicación de la ciencia cada vez más disfuncional socava el escrutinio que es vital para el mantenimiento del rigor científico, inhibiendo el acceso al registro de la ciencia de manera que socava la inclusión global que a su vez corre el riesgo de perder la confianza del público. 
Geoffrey Boulton, miembro del Consejo de Administración del ISC 

Megha Sud, responsable de ciencia del ISC y líder del proyecto de  Open Science , dijo: 

Aunque en la sala se respiraba una sensación de optimismo por haber alcanzado este hito, también se percibe que el verdadero trabajo comienza ahora. La aplicación de la Recomendación tendrá que llevarse a cabo con la comunidad científica en el centro, y con un ojo atento a los potenciales que hay que aprovechar y a los escollos que hay que evitar a medida que el sistema científico evoluciona en respuesta a estos esfuerzos. 
Megha Sud, Oficial Científico del ISC 

Lea la intervención completa de Geoffrey Boulton

Hablo en nombre del Consejo Internacional de la Ciencia, que, de una forma u otra, ha sido la voz mundial de la ciencia durante más de 100 años. Sus miembros son las academias nacionales de ciencias de sus países y los organismos internacionales que representan a las sociedades científicas de sus países. Como comunidad internacional de científicos en activo, acoge con entusiasmo las recomendaciones de la UNESCO.

En ellas se establece lo que hay que hacer para lograr la Ciencia Abierta. La forma de conseguirlo no sólo dependerá de la colaboración internacional, sino también de la colaboración entre tres actores clave de los sistemas científicos nacionales

    - los gobiernos, que articulan las prioridades generales y establecen los presupuestos científicos
    - sus consejos de financiación, que asignan los recursos
    - y los investigadores y sus instituciones que hacen la ciencia.

Este ha demostrado ser un sistema flexible y creativo a la hora de maximizar el rendimiento de la inversión de la sociedad en investigación. Tiene dos grandes puntos fuertes. Responde a las prioridades nacionales inmediatas; y amplía los límites del conocimiento como una inversión crucial en un futuro desconocido; como hemos visto durante la experiencia de COVID. Estos sistemas flexibles, creativos, colaborativos y probados están bien situados para promover el contrato social evolucionado que implica la ciencia abierta.

Pero un nuevo marco abierto para la ciencia debe conservar los elementos esenciales que hacen de la ciencia una forma especial de conocimiento fiable, ya que sin ellos la ciencia abierta no tiene valor. Son:

   1. que las afirmaciones de la verdad publicadas deben ir acompañadas abiertamente de los datos en los que se basan, para ser contrastadas con la realidad y la lógica por el escrutinio de los pares;
    2. y deben ser accesibles a todos los que deseen utilizarlas, ya sea como lectores o como autores.

Pero debemos ser realistas. Estos fundamentos absolutos están ahora cerca de la crisis. Un sistema de publicación científica cada vez más disfuncional socava el escrutinio que es vital para el mantenimiento del rigor científico, inhibe el acceso al registro de la ciencia de manera que socava la inclusión global, corre el riesgo de perder la confianza del público, no ha estado a la altura de los desafíos y las oportunidades de la revolución digital, y algunas editoriales importantes están evolucionando hacia empresas tecnológicas monopolísticas con el potencial de privatizar el acceso al conocimiento. Estas cuestiones son cruciales para la ciencia abierta e inclusiva que el mundo necesita.

En la reciente Asamblea General del Consejo Internacional de la Ciencia, sus miembros resolvieron por abrumadora mayoría buscar una reforma, en la que la gobernanza de estas cuestiones sea responsable ante la comunidad científica. Aplaudimos los esfuerzos de la UNESCO y de sus gobiernos miembros en la promoción de la ciencia abierta, pero buscamos su compromiso más profundo para asegurar que los cimientos sobre los que debe asentarse la ciencia abierta sean robustos, resistentes y capaces de apoyar a la ciencia abierta en los retos actuales del siglo XXI.

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Ciencia y conflictos de interés: ‘Alimentarnos con dudas disfrazadas de ciencia’ [ Presentación del libro ]

Disponible en: https://elpoderdelconsumidor.org/2021/09/presentacion-del-libro-alimentarnos-con-dudas-disfrazadas-de-ciencia/


Presentación del libro ‘Alimentarnos con dudas disfrazadas de ciencia

7 septiembre, 2021 | 
 

En esta obra de investigación, Martha Elena García y Guillermo Bermúdez, periodistas y divulgadores de ciencia, exponen las estrategias utilizadas por las megacorporaciones de productos ultraprocesados, encabezadas por Coca-Cola y Nestlé, para capturar los sectores de los profesionales de la salud y posteriormente la política pública en México.

Ver presentación con interpretación simultánea en inglés https://elpoderdelconsumidor.org/2021/09/presentation-of-the-book-alimentarnos-con-dudas-disfrazadas-de-ciencia/


SciELO-México participa en DIALNET, ingresando revistas mexicanas en esta gran biblioteca iberoamericana

SciELO-México participa en DIALNET, ingresando revistas mexicanas en esta gran biblioteca iberoamericana

Hasta esta fecha, SciELO-México ha registrado :

- 4 revistas
- 60 fascículos
- 579 documentos

- Investigación administrativa: https://dialnet.unirioja.es/servlet/revista?codigo=27197
- Sinéctica: https://dialnet.unirioja.es/servlet/revista?codigo=27249
- Intersticios sociales: https://dialnet.unirioja.es/servlet/revista?codigo=27283
- Latinoamérica. Revista de estudios latinoamericanos: https://dialnet.unirioja.es/servlet/revista?codigo=27281

El proceso de indización en DIALNET se realiza basándose en los archivos XML publicados en la colección SciELO-México y aplicando los filtros de calidad y normalización de DIALNET. 





domingo, 14 de noviembre de 2021

Latinoamérica y sus avances en ciencia abierta "por necesidad"

Publicado en Swissinfo.ch
https://www.swissinfo.ch/spa/latinoam%C3%A9rica-ciencia_latinoam%C3%A9rica-y-sus-avances-en-ciencia-abierta--por-necesidad-/47099658



Latinoamérica y sus avances en ciencia abierta "por necesidad"

10 noviembre 2021

Concepción M. Moreno

Montevideo, 10 nov (EFE).- Latinoamérica es una de las regiones del mundo más avanzadas en ciencia abierta y lo es por la "necesidad" de sus expertos para continuar una larga tradición en investigación con bajos recursos para desarrollarla.

Así lo afirma Guillermo Anlló, responsable regional del Programa de Política Científica, Tecnológica y de Innovación de la Unesco, en entrevista con Efe en el marco del Día Internacional de la Ciencia y en plena celebración en París de la Conferencia General de esa agencia de la ONU, de la que se esperan acuerdos mundiales en ciencia abierta e inteligencia artificial.

"La región tiene fuerte y larga tradición en comunidad científica, pero con pocos recursos e inversión, por lo que ha peleado mucho para esas sinergias y cooperación", explica el experto argentino, quien remarca que, fuera de que Europa y Estados Unidos son "los grandes ejes de ciencia", Latinoamérica fue de avanzada "por necesidad".

Las redes Cielo y Latindex o la institución CLACSO (Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales), promovida por la propia Unesco, son ejemplos de espacios compartidos con acceso público y abierto a los contenidos que suponen para la región un hito en ciencia colaborativa.

Y, como el propio Anlló indica, el reconocimiento a la región se advierte en el hecho de que Fernanda Beigel presida el Comité Asesor Internacional en Ciencia Abierta de la Unesco, que integran otros cuatro representantes de países latinoamericanos: de Brasil, Uruguay, Venezuela y Colombia.

La ciencia abierta, al decir del experto, "debe romper ciertos parámetros de la cultura científica tradicional", como las sesgadas evaluaciones "entre pares" o las publicaciones en "grandes editoriales científicas", que "son el mejor negocio legal privado del mundo, con un margen de ganancia neto arriba del 35 %", y también abrirse a la agenda de demandas sociales.

"Una ciencia abierta debería abrir la agenda y traer otros problemas que deberían ser atendidos no solo por investigadores locales sino por los grandes centros de salud del mundo", apunta.

INTELIGENCIA ARTIFICIAL: ¿LA PRÓXIMA PANDEMIA?

Una conocida plataforma de contenidos audiovisuales nos sugiere una película en base a nuestros gustos o una empresa nos publicita por correo un producto a partir de una búsqueda en internet. Son algunas de esas pequeñas acciones que ya hemos incorporado a la cotidianidad y que son ejemplos de inteligencia artificial.

Las dimensiones éticas de este avance tecnológico centran también los debates de París, ya que, a su lado beneficioso, como pueda ser la detección precoz de un cáncer o la cura de un trauma psicológico, se añaden los riesgos sobre la estimulación para el consumo o la manipulación mental con fines negativos.

"Todos estos fenómenos que estamos viendo en la plataforma de las tecnologías de la comunicación e información, que ya nos inciden, no sabés el vértigo que significa cuando a eso le incluyes la parte biológica. Ya está en laboratorios, no hablo de ciencia ficción, estoy hablando de realidad: el chip en la cabeza para cambiar memorias y recuerdos es una realidad", comenta.

El que fuera subsecretario de Tecnología e Innovación en el primer Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación de la Provincia de Buenos Aires entre 2016 y 2017 dice que suele hacer el chiste de que "la próxima pandemia será la inteligencia artificial o la neurociencia", ya que "va a tener efectos semejantes y, por tanto, hay que estar preparados".

En su opinión, en el terreno de la inteligencia artificial Latinoamérica tiene "algo débil en la pata académica", ya que sus talentos "se fueron al exterior", mientras que el sector público "viene bastante más atrasado", sin haber conseguido "conformar buenos comités de identificación del desafío que implica y la oportunidad".

 Y, una vez más, insiste en que los países de la región deben "compartir" todos sus esfuerzos en ir hacia una agenda única, considerando que ya tienen "historias de vida genética" comunes, "demandas sociales" similares y "desafíos globales" que van a impactar a todos por igual, como el cambio climático o las migraciones. EFE  


martes, 2 de noviembre de 2021

LIBRO: Open Science: the Very Idea

Disponible en acceso abierto en Springer Link: https://link.springer.com/chapter/10.1007/978-94-024-2115-6_7


Transition to Open Science

First Online: 30 October 2021

Abstract

Many initiatives addressing different types of problems of the practice of science and research have been described or cited in this book. Some were one-issue local actions, some took a broader approach at the national and some at EU level. Some stayed on, others faded after a few years. Many of the issues addressed by these movements and initiatives were part of the system of science and appeared to be systemically interdependent. This is how they converged and precipitated in the movement of Open Science, somewhere at the beginning of the second decade of this century. I discuss the major move that was made since 2015 in the EU to embrace the Open Science practice as the way science and research are being done in Europe. This elicited tensions at first foremost relate to uncertainty regarding scholarly publishing, of how and where we publish open access. But also, with respect to what immediate sharing of data and results in daily practice of researchers means, how we value and give credit for papers and published data sets. It thus poses the question of how, if at all, we must compare incomparable academic work, how we get credit and build reputations in this new open practice of science. It is indeed believed that Open Science with its practice of responsible science will be a major contribution to address the dominant problems in science that we have analysed thus far, or at least will help to mitigate them. Open Science holds a promise to take science to the next phase as outlined in the previous chapters. That is not a romantic naive longing for the science that once was. It will be a truly novel way, but realistic way of doing scientific inquiry according to the pragmatic narrative pointed out.

The Transition to Open Science as can be anticipated from the analyses above will not be trivial. The recent discussions have already shown that the transition to Open Science, even between EU member states, is a very different thing because of specific national, societal and academic contexts.

I will conclude this chapter reporting some of my first-hand experiences, in Brussels and during visits to several EU member states in the course of a Mutual Learning Exercise, but also encounters in North America, South East Asia and South Africa where we in the past years have discussed Open Science. Although we know science and scholarship have many forms and flavours and that wherever you go, there is not one scientific community. For me discussing the Transition to Open Science in the past four years was really a Learning Exercise, an amazing, mostly encouraging, but many times quite shocking, even saddening adventure.

lunes, 1 de noviembre de 2021

UK-ELSEVIER: Las universidades británicas rechazan el acuerdo con Elsevier

Publicado en THE Times Higher Education
https://www.timeshighereducation.com/news/deadline-looms-uk-universities-reject-elsevier-deal

Las universidades británicas rechazan el acuerdo con Elsevier

La oferta del gigante editorial no cumple con los objetivos de reducir costes y apoyar el rápido paso al acceso abierto, según el sector

29 de octubre de 2021

Anna McKie

Twitter: @annamckie

Las negociaciones de las universidades británicas con Elsevier han llegado a un punto muerto cuando sólo quedan dos meses de acuerdo, después de que el sector rechazara la última oferta del gigante editorial académico.

Los responsables de las universidades afirmaron que las propuestas de Elsevier no cumplían sus objetivos principales, "reducir los costes a niveles que sean sostenibles y facilitar una rápida transición al acceso abierto total e inmediato a la investigación del Reino Unido".

El acuerdo actual que permite a los investigadores del Reino Unido leer el contenido de más de 1.800 revistas de Elsevier -un acuerdo que tiene un valor de más de 50 millones de libras al año- expirará el 31 de diciembre de este año.

Si no se llega a un acuerdo antes de esa fecha, el Reino Unido se uniría a otros sectores importantes, como California y Alemania, que han dejado de tener acceso a las revistas de Elsevier durante largos periodos en un intento de forzar una transición más rápida al acceso abierto.

En una declaración conjunta (joint statement), los dirigentes de la enseñanza superior británica afirmaron estar "plenamente comprometidos" con el planteamiento de su equipo negociador.

"Las universidades del Reino Unido han acordado un conjunto de objetivos de negociación que reflejan nuestro deseo compartido de fomentar la investigación abierta", dice la declaración.

"Acogemos con satisfacción los progresos que el equipo negociador de Elsevier ha realizado en los últimos meses, al tiempo que tomamos nota de su consejo de que la propuesta actual aún no cumple con los requisitos del sector".

"Esperamos que ambas partes puedan seguir trabajando juntas para lograr un acuerdo más equitativo que permita la gestión de la transición al acceso abierto en todo el sector".

El acuerdo actual de Elsevier, que comenzó en 2017, es el mayor acuerdo de este tipo de revistas en el Reino Unido. El año pasado, Elsevier recibió 42 millones de libras en concepto de cuotas de suscripción para el acceso a la lectura, además de 7,2 millones de libras en pagos realizados para que los artículos de las revistas estén disponibles en acceso abierto en las revistas híbridas.

El organismo tecnológico del sector, Jisc, que está facilitando las negociaciones, dijo que el gasto superaría los 50 millones de libras en 2021. En 2019, el 34% de la cantidad total pagada a los 12 mayores editores de revistas a través de los acuerdos de Jisc fue para Elsevier, un acuerdo que las instituciones describieron como "no sostenible o asequible". El próximo acuerdo "debe resultar en una reducción material del gasto", dijeron.

Mientras tanto, solo una cuarta parte de los artículos de autoría británica publicados con Elsevier están disponibles en acceso abierto, y las universidades están dispuestas a acelerar la transición para abandonar el modelo de suscripción. Según la nueva política de acceso abierto (new open access policy) publicada por el principal financiador del país, UK Research and Innovation, toda la investigación financiada con fondos públicos deberá estar disponible de forma gratuita en el momento de su publicación a partir de abril de 2022.

Jisc afirma que Elsevier es la única editorial importante "que no tiene un acuerdo en vigor con las universidades británicas que permita a los académicos tanto la lectura libre como la publicación gratuita de la versión de registro en acceso abierto inmediato en cumplimiento de las políticas del financiador". 

Liam Earney, director ejecutivo de recursos digitales de Jisc, dijo que se había solicitado una propuesta revisada a Elsevier.

"Seguiremos trabajando junto al sector y negociando en su nombre para ayudarles a conseguir un acuerdo que proporcione un acceso abierto total e inmediato a la investigación, que reduzca el gasto con Elsevier a un coste que las universidades puedan sostener y que les ayude a hacer realidad sus ambiciones en materia de educación e investigación", dijo. 

En marzo de 2021, después de un estancamiento de dos años, la Universidad de California (signed a contract) firmó un contrato con el gigante editorial que satisfacía en gran medida las demandas del sistema, incluyendo el recorte de los costes generales y el uso de tarifas pagadas por los autores para permitir a los lectores ver los artículos sin comprar suscripciones.

Las universidades alemanas no tienen acceso a las revistas de Elsevier desde 2018 después de que las negociaciones entre ambas partes se rompieran (negotiations between the two sides broke down). 

Una portavoz de Elsevier dijo que la editorial estaba "colaborando de forma constructiva" con Jisc y subrayó que "se han producido avances en nuestras negociaciones durante los últimos meses".

"Elsevier entiende las presiones que sufren las universidades británicas y, en consonancia con las prioridades de Jisc, seguimos trabajando en colaboración para lograr un acuerdo equitativo que permita la transición de todo el sector al acceso abierto", dijo.

anna.mckie@timeshighereducation.com


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Deadline looms as UK universities reject Elsevier dealPublishing giant’s offer fails to meet goals of reducing costs and supporting rapid switch to open access, says sector

October 29, 2021

Anna McKie

Twitter: @annamckie

UK universities’ negotiations with Elsevier have hit an impasse with just two months left on the current deal, after the sector rejected the academic publishing giant’s latest offer.

University leaders said that Elsevier’s proposals did not meet its core goals, “to reduce costs to levels which are sustainable and facilitate rapid transition to full and immediate open access to UK research”.

The current agreement allowing UK-based researchers to read content in more than 1,800 Elsevier journals – a deal that is worth more than £50 million annually – will expire on 31 December this year.

If a deal cannot be struck before then, the UK would join major sectors including California and Germany, which have gone without access to Elsevier journals for extended periods in a bid to force a swifter transition to open access.

In a joint statement, UK higher education leaders said that they were “fully committed” to the approach of their negotiating team.

“UK universities have agreed a set of negotiation objectives that reflect our shared desire to foster open research,” the statement said. “We welcome the progress the Elsevier negotiation team has made with Elsevier over recent months, whilst noting their advice that the current proposal does not yet deliver against the sector’s requirements. 

“We hope both parties can continue to work together to achieve a more equitable agreement which allows for the sector-wide management of the open access transition.”

The current Elsevier deal, which started in 2017, is the UK’s biggest such journal agreement. Last year, Elsevier received £42 million in subscription fees for reading access, plus £7.2 million in payments made to make journal articles available on an open access basis in hybrid journals.

Sector technology body Jisc, which is facilitating the negotiations, said that expenditure would exceed more than £50 million in 2021. In 2019, 34 per cent of the total amount paid to the 12 biggest journal publishers via Jisc agreements went to Elsevier, an arrangement that institutions described as “not sustainable or affordable”. The next deal “must result in a material reduction in expenditure”, they said. 

Meanwhile, only around a quarter of UK-authored articles published with Elsevier are available on an open access basis, and universities are keen to accelerate the transition away from the subscription model. Under the new open access policy published by the country’s main funder, UK Research and Innovation, all publicly funded research must be made freely available at the point of publication from April 2022 onwards.

Jisc said that Elsevier was the only major publisher “that does not have an agreement in place with UK universities that enables academics to both freely read and to freely publish the version of record immediately open access in compliance with funder policies”.

Liam Earney, executive director of digital resources at Jisc, said that a revised proposal had been requested from Elsevier.

“We will continue to work alongside the sector and negotiate on their behalf to help them achieve an agreement which provides full and immediate open access to research, reduces expenditure with Elsevier to a cost that universities can sustain and which helps them realise their education and research ambitions,” he said. 

In March 2021, after a two-year stalemate, the University of California signed a contract with the publishing giant that largely met the system’s demands, including cutting overall costs and the using author-paid fees to let readers see articles without buying subscriptions.

German universities have been without access to Elsevier journals since 2018 after negotiations between the two sides broke down

An Elsevier spokeswoman said the publisher was “engaging constructively” with Jisc and emphasised that there “has been progress in our negotiations over recent months”.

“Elsevier understands the pressures that UK universities are under and, consistent with Jisc’s priorities, we continue to work collaboratively to achieve an equitable agreement which enables sector-wide transition to open access,” she said.

anna.mckie@timeshighereducation.com

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ESPAÑA: profesores de la Complutense llevan más de 300 firmas al Rectorado para que corte relaciones con empresas y academias cercanas a ISRAEL

Publicado en El País https://elpais.com/espana/madrid/2024-05-10/los-maestros-de-la-complutense-llevan-mas-de-300-firmas-al-rectorado-para-...