Mostrando entradas con la etiqueta Universidades. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Universidades. Mostrar todas las entradas

jueves, 11 de enero de 2024

La guerra de Israel cimbra a universidades estadunidenses

Publicado en La Jornada
https://www.jornada.com.mx/noticia/2024/01/06/mundo/la-guerra-de-israel-cimbra-a-universidades-estadunidenses-8507


La guerra de Israel cimbra a universidades estadunidenses

David Brooks y Jim Cason, corresponsales
06 de enero de 2024 

Nueva York y Washington. Algunas de las universidades más famosas de Estados Unidos se encuentran ahora en medio de la guerra de Israel, y por lo menos dos rectores han renunciado en la disputa que estalló con un nuevo movimiento de estudiantes y algunos profesores exigiendo un cese el fuego en Gaza, condenando las atrocidades de las fuerzas israelíes y la complicidad de Washington en lo que llaman crímenes de guerra.

La presidenta de la Universidad de Harvard, Claudine Gay, renunció esta semana, siguiendo a su contraparte de la Universidad de Pensilvania, Elizabeth Magill –ambas de la llamada Liga Ivy de universidades de mayor prestigio en la costa este–, quien se vio obligada a dejar su cargo en diciembre.

Las protestas, ocupaciones y marchas que han estallado por todo el país –en las calles, oficinas de gobierno, ante empresas, en plazas y puentes y hasta dentro del propio gobierno en demanda de un fin de las hostilidades en la franja de Gaza– también han sacudido a las casas de estudios superiores del país. Hoy día, hay más protestas en más universidades que en cualquier otro momento en los recientes 35 años, reportó The New York Times.

Musulmanes y judíos unidos


Este activismo estudiantil, el más poderoso encabezado por una alianza entre jóvenes judíos y musulmanes, han provocando alarma entre algunos de los donantes ricos cuyos nombres decoran edificios e instalaciones académicas presionando a las juntas de gobierno de estas instituciones a controlar los estallidos entre el alumnado, junto con el gobierno de Israel y sus aliados sionistas en Estados Unidos empleando la misma arma para suprimir estas expresiones: Toda crítica contra Israel es antisemitismo.

Más aún, ultraconservadores que han formado una ofensiva contra la libertad académica durante años –buscando cómo anular programas de diversidad racial, inclusión y equidad, así como censurar o eliminar disciplinas que abordan una visión crítica de la historia estadunidense, las libertades civiles de las mujeres, de las minorías y la comunidad gay– ahora se han sumado a la campaña sionista para promover su agenda.

Para ellos, la rectora de Harvard –la primera afroestadunidense y sólo la segunda mujer en la historia de 388 años de esta catedral académica de la élite estadunidense– fue un objetivo perfecto para esta alianza de facto entre sionistas y fuerzas derechistas estadunidenses.

Fue en ese fuego cruzado que tres rectores se presentaron a una audiencia de la Cámara baja el 5 de diciembre convocada por la mayoría republicana justo para usar el tema del antisemitismo en su continuo ataque contra lo que consideran el control de la academia por administraciones y facultades liberales.

Ahí, en una sesión que después fue vista por millones, una sola legisladora republicana trumpista logró poner en jaque a los rectores de tres de las universidades más distinguidas del país –Harvard, Pensilvania y MIT– al preguntarles si las declaraciones de estudiantes de amenazas de genocidio contra judíos violaban los códigos de conducta en sus instituciones.

Las tres líderes de algunas de las coronas de la inteligencia académica del país ofrecieron respuestas muy cautelosas y, titubeando, se centraron en defender la libertad de expresión. Pero con ello le dieron a los sionistas y derechistas justo el regalo que deseaban, y el cual usaron de inmediato fabricando un gran escándalo nacional. Cuatro días después, la rectora de la Universidad de Pensilvania, Magill, se vio obligada a renunciar a su puesto. Esta semana, su contraparte de Harvard, que parecía había logrado sobrevivir la tormenta, hizo su anuncio.

Otra rectora, Nemat Shafik de la Universidad de Columbia, evadió presentarse en esa audiencia y por ahora ha sobrevivido, pero no sin controversia. Ante protestas identificadas como propalestinas en el lujoso campus, el gobierno de la universidad anunció que estaba suspendiendo a dos grupos que han encabezado las protestas: Estudiantes por Justicia en Palestina y Voz Judía por la Paz (Jewish Voice for Peace), entre otras medidas que fueron denunciadas por algunos alumnos por suprimir su libertad de expresión.

Una de las medidas impulsadas por Shafik llama a que manifestantes propalestinos dejen de corear frases en apoyo a una intifada y otras, porque son consideradas antisemitas.

El profesor Rashid Khalidi, historiador en Columbia y uno de los intelectuales palestino-estadunidenses más destacados, denunció la medida, afirmando que es una norma prohibir el uso o aprender estos términos y sus historias, en favor a privilegiar la política de sentimientos. Mientras podría ser apropiado para un Finder, es difícil imaginar un manera más contraria a la idea más básica de una universidad.

Bajas terribles

Este es un momento terrible, comentó Khalil Gibran Muhammad, profesor de historia en la Escuela Kennedy de Harvard, en entrevista con The New York Times al reaccionar a la noticia de la renuncia de la rectora. “Los líderes legislativos republicanos han declarado la guerra contra la independencia de las universidades, tal como lo ha hecho el gobernador DeSantis en Florida. Sólo estarán envalentonados con la renuncia de Gay. Por cierto, a fines de noviembre en Florida el presidente del Sistema Estatal Universitario exigió que todas las universidades estatales suspendieran agrupaciones afiliadas como Estudiantes por Justicia en Palestina, e incluso acusó que estaban brindando apoyo material al grupo terrorista Hamas.

Esto pone en peligro la autonomía de las universidades de Estados Unidos, declaró Robert Reich en torno a la presión de los donantes multimillonarios sobre las decisiones internas de estas instituciones académicas.

Triunfos de conservadores

Para la derecha, las renuncias fueron triunfos. La legisladora que interrogó a las tres rectoras, Elise Stefanik, escribió un mensaje en la red social X después de la noticia de la renuncia de Gay: Dos bajas, y añadió que ”es sólo el inicio”, prometiendo más audiencias, mientras donantes multimillonarios reiteraron su intención de acabar con los programas de diversidad, inclusión y que buscan una visión crítica de la historia de este país.

Los estudiantes y sus aliados no han cesado de exigir un cese el fuego y el fin de la complicidad estadunidense con la guerra de Israel, como también rechazar la agenda ultraconservadora en sus escuelas y universidades.

viernes, 5 de enero de 2024

USA: Las causas de la renuncia de la presidenta de Harvard

Publicado en El Economista
https://www.eleconomista.com.mx/arteseideas/Las-causas-de-la-renuncia-de-la-presidenta-de-Harvard-20240102-0081.html


Las causas de la renuncia de la presidenta de Harvard

Por Ricardo Quiroga

Martes 02 de Enero de 2024

Harvard Corporation, el máximo organismo rector de esta universidad, defendió que Gay “ha reconocido errores y ha asumido la responsabilidad”, pero denunció que su expresidenta ha sido víctima de racismo y acoso vía correos electrónicos y llamadas telefónicas.

La Universidad de Harvard inicia el año 2024 enfrentando un momento de vituperio. Lo enfrenta prácticamente desde al menos un semestre. Pero una de las desembocaduras de la turbación en la imagen de esta institución educativa se dio el martes 2 de enero, cuando se hizo oficial la renuncia de su presidenta, Claudine Gay, apenas a seis meses y dos días de asumir el cargo.

La renuncia de Gay se dio producto de las acusaciones de plagio supuestamente cometido por ésta en su tesis de doctorado, hace más de 25 años, así como, según se ha difundido en varios medios en Estados Unidos, a supuestos plagios cometidos en otros de sus trabajos profesionales previos y posteriores.

Pero la discusión pública en torno a Claudine Gay se complicó aún más en octubre pasado, cuando la Universidad de Harvard bajo su administración emitió su postura sobre el conflicto entre Israel y Hamás. En particular, se le cuestionó el incremento de los discursos antisemitas en la comunidad universitaria y, con esto, la vulneración del estudiantado de procedencia judía.

Tanto a Gay como a sus pares de la Universidad de Pensilvania y del MIT se les citó ante la Cámara de Representantes en octubre pasado como respuesta a señalamientos generalizados de que no estaban ofreciendo las garantías suficientes de seguridad para sus comunidades.

Ahí, a decir de la agencia Reuters, la representante republicana Elise Stefanik les solicitó responder si “un llamamiento al genocidio de los judíos” -al compararlo con las posturas discursivas universitarias contra Israel- violaría los códigos de conducta de sus escuelas en relación con la intimidación y el acoso. Tanto Gay como sus colegas se negaron a responder un "sí" o un "no" rotundos y, en cambio, alegaron que debe ponderar la garantía de la libertad de expresión.

Finalmente, este martes 2 de enero, Claudine Gay presentó su carta de renuncia ante la Harvard Corporation, la máxima instancia de esta institución educativa, después de que, durante todos los meses de su gestión, varios medios estadounidenses y otras organizaciones no dejaron de presentar argumentos sobre las supuestas irregularidades en las referencias textuales de su trabajo doctoral y en otros papers. Todo esto sucedió a la par de que su imagen no pudo librarse de la desaprobación por la postura sobre el conflicto en Medio Oriente.

La dimisión se dio seis meses y dos días después de asumir la responsabilidad. Se trata del periodo en la presidencia más corto en la historia de Harvard. Gay fue su primera presidenta afroamericana y la segunda mujer en 368 años.

Una parte importante o de mayor peso dentro de la postura en desacuerdo contra la ahora expresidenta de Harvard provenía de exalumnos y grandes donadores.

“Mejor es que renuncie”

En una carta de renuncia presentada la tarde de este martes y remitida a toda la comunidad de la Universidad de Harvard, Claudine Gay declaró:

“Con gran pesar, pero con un profundo amor por la Universidad de Harvard, escribo para compartirles que dejaré el cargo de presidenta. No es una decisión fácil (…) Pero, después de consultar con miembros de la Corporación, ha quedado claro que lo mejor para Harvard es que renuncie para que nuestra comunidad pueda afrontar este momento de desafío extraordinario centrándose en la institución y no en cualquier individuo”.

Más adelante, mencionó: “Es angustiante que se ponga en duda mi compromiso de enfrentar el odio y defender el rigor académico (dos fundamentos de lo que soy) y aterrador ser sometida a ataques personales y amenazas alimentadas por la animosidad racial”.

Y concluyó así: “Cuando se recuerde mi breve presidencia, espero que sea vista como un momento para volver a despertar a la importancia de esforzarnos por encontrar nuestra humanidad común y de no permitir que el rencor y la vituperación socaven el proceso vital de la educación”.

La postura de Harvard

Por su parte, este mismo martes, después de la carta que emitiera Gay para oficializar su renuncia, Harvard Corporation anunció que aceptó la renuncia de la doctora y fijó la postura institucional ante los embates hacia su ahora expresidenta.

“Si bien la presidenta Gay ha reconocido errores y ha asumido la responsabilidad de ellos, también es cierto que ha demostrado una resiliencia notable frente a ataques profundamente personales y sostenidos. Si bien algo de esto se ha manifestado en el dominio público, gran parte ha tomado la forma de vitriolo repugnante y en algunos casos racista dirigido a ella a través de correos electrónicos y llamadas telefónicas vergonzosas. Condenamos esos ataques en los términos más enérgicos posibles”, se puede leer en su postura.

Mientras tanto, se anunció que el rector de la institución educativa, Alan M. Garber, se desempeñará como presidente interino mientras que Harvard Corporation establece los mecanismos y confirma la elección de la persona que sucederá a Claudine Gay, quien anunció su intención de volver a su puesto de docente en esta misma universidad.

Harvard Corporation anunció que meses atrás estaba enterada de las acusaciones de plagio de Gay. El organismo rector de la Universidad de Harvard declaró que el 9 de noviembre un equipo comisionado halló “algunos casos de citas inadecuadas”, pero “ninguna violación de los estándares de Harvard por mala conducta en la investigación”. En cambio, explicó que la autora solicitó, “de manera proactiva, cuatro correcciones en dos artículos para insertar citas y comillas que se omitieron en las publicaciones originales”.

ricardo.quiroga@eleconomista.mx

viernes, 8 de diciembre de 2023

La United Nations University de la ONU alerta sobre los peligros de los Rankings

Publicado en  Espacios de Educación Superior
https://www.espaciosdeeducacionsuperior.es/14/11/2023/el-aprendizaje-permanente-en-el-empleo-publico-2/


La United Nations University de la ONU alerta sobre los peligros de los Rankings

ESdiES --- FONDO Gestión y administración·14 de noviembre de 2023

En artículos recientes hemos recogido opiniones sobre las limitaciones de los ránquines universitarios, la inmensa burocracia que vive de imponer indicadores de calidad, o cómo deberían rediseñarse las herramientas de clasificación de universidades. Un grupo de expertos convocado al efecto por Naciones Unidas ha emitido una declaración sobre el impacto de los ránquines universitarios globales en la educación superior.


PABLO ACOSTA-GALLO


Los antecedentes

Ha circulado estos días una nota de prensa de la Universidad de Naciones Unidas que da cuenta de las conclusiones a las que ha llegado un grupo de expertos que han analizado cómo operan y qué efectos tienen las listas de clasificación de universidades.

La Universidad de Naciones Unidas (UNU) es un organismo autónomo de la ONU que nació en 1973 para dar cumplimiento a una resolución  de la Asamblea General. Fue concebida bajo el signo de la más absoluta independencia académica con la misión de estrechar lazos con la comunidad universitaria internacional. Es una universidad peculiar, pues no tiene estudiantes propios ni emite títulos, sino que realiza su labor a través de una red de centros y programas de investigación y de formación, tanto en los países desarrollados como en los países en vías de desarrollo.

Uno de estos centros de investigación es el Instituto Internacional para la Salud Global de la Universidad de las Naciones Unidas (UNUIIGH), que convocó un Grupo de Expertos Independientes (IEG) formado por 16 expertos de 16 distintas universidades del mundo. El resultado de sus trabajos es el documento titulado Statement on Global University Rankings.


Contenido de la Declaración: 5 hechos clave

La Declaración se basa en los siguientes hechos:

1. El primer ranking universitario mundial se publicó en 2003.

2. Desde entonces, ha crecido de manera sostenida el número de productores de rankings universitarios globales y de otro tipo, que en 2023 suman la cifra de 60. La clasificación de universidades se ha convertido por tanto en un negocio rentable para algunos.

3. Los rankings globales más influyentes son elaborados por solo 4 empresas privadas: Quacquarelli Symonds, Times Higher Education (propiedad de un fondo de inversión), la consultora ShanghaiRanking y el periódico norteamericano U.S. News & World Report. Sus respectivos productos son QSWorld University Rankings, THE World University Rankings, Academic Ranking of World Universities y U.S. News Best Global Universities Rankings.

4. Actualmente hay alrededor de 21.000 instituciones de educación superior en el mundo. Los rankings universitarios mundiales más completos incluyen solo unas 2.000 instituciones.

5. El Top 100 en el ranking global de QS, Shanghai Ranking Consultancy y THE están en gran medida manipulado. Muy pocas instituciones nuevas llegan alguna vez a ese grupo, aunque pueden variar posición dentro del mismo.

6. Los principales rankings universitarios mundiales favorecen a las instituciones orientadas a la investigación de los países más ricos de habla inglesa del hemisferio norte, que son mayoría en el Top 100.

Los principales clasificadores de universidades son empresas privadas que alimentan un próspero negocio

Y 9 poderosas razones:

Los expertos señalan en su informe las siguientes nueve razones por las que los rankings universitarios son problemáticos:

1. Los rankings universitarios globales son conceptualmente inválidos

Una clasificación competitiva no puede reflejar de forma precisa y adecuada la calidad y el valor de las universidades. El desempeño de la enseñanza, la investigación y una amplia gama de otras funciones universitarias no se pueden combinar de manera significativa en un solo indicador compuesto, y cualquier método que intente hacerlo siempre será arbitrario y cuestionable. El método utilizado prescinde del entorno geográfico, económico, cultural y social en el que opera cada institución e ignora las diversas misiones, las distintas fortalezas y los contextos únicos en los que se desenvuelve cada universidad.

2. Las clasificaciones universitarias mundiales se basan en datos y métodos defectuosos y poco transparentes

Los datos y métodos utilizados en las principales clasificaciones universitarias mundiales son defectuosos. Dependen en gran medida de juicios subjetivos obtenidos de muestras aleatorias no suficientemente representativas. También plantea problemas el recuento de citas y su uso como medida de la calidad de la investigación. No se publica información suficiente sobre la metodología de investigación utilizada y los conjuntos de datos tampoco son de acceso público, siendo generalizada la falta de transparencia. A medida que mejora su posición en los rankings, dejan de ser una medida del desempeño real y se convierten en un indicador de la capacidad de una universidad para «jugar el juego» de competir en los rankings.

3. Las clasificaciones universitarias mundiales están sesgadas hacia la investigación, las materias STEM y los académicos y universidades de habla inglesa

Un examen detenido de las metodologías utilizadas muestra un fuerte énfasis en la métrica de investigación y en las materias de Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas (STEM). Además, están sesgadas hacia los países, instituciones y revistas de habla inglesa. Se desprecia la importancia de otras misiones universitarias, incluida la enseñanza, pero también de las humanidades y las ciencias sociales, y de la investigación y la enseñanza en idiomas distintos del inglés. Al marginar y devaluar otras culturas epistémicas y formas de creación de conocimiento, las clasificaciones globales reflejan y refuerzan una forma de colonialismo dentro de la educación superior.

4. Las clasificaciones universitarias mundiales tienen un sesgo colonial y acentúan las desigualdades globales, regionales y nacionales

Los criterios y métodos utilizados en las clasificaciones universitarias globales reflejan perspectivas, estándares y tradiciones que favorecen a las universidades más ricas, más antiguas, más grandes y más intensivas en investigación del hemisferio norte y refuerzan diversas desigualdades y prejuicios arraigados en las historias coloniales.

Las clasificaciones universitarias mundiales están sesgadas hacia la investigación, las materias STEM y los académicos y universidades del mundo anglosajón

5. Los rankings universitarios mundiales socavan el desarrollo de la educación superior como institución global

El enfoque en el desempeño de las universidades a título individual desvía la atención del sector de educación superior en su conjunto. En lugar de fomentar la responsabilidad compartida y la cooperación, las clasificaciones incentivan a las universidades y al personal académico a competir y priorizar actividades que mejoren sus propias posiciones, negando su participación en el sistema.

6. Las clasificaciones universitarias mundiales presionan a las universidades para que se adapten a ciclos de evaluación frecuentes y de corto plazo

Las principales empresas publican sus clasificaciones globales de universidades con frecuencia y regularidad, normalmente una vez al año. Esto crea un entorno en el que las universidades se ven presionadas a esforzarse constantemente por mejorar su posición en relación con otras universidades, priorizando el corto plazo sobre el medio-largo, incluso si las mejoras de un año a otro son estadísticamente o en términos reales insignificantes. Esto es costoso y consume grandes cantidades de tiempo y recursos escasos.

7. Los rankings universitarios globales producen una ansiedad reputacional que afecta negativamente el comportamiento universitario

La preocupación a menudo aguda, constante y exagerada por las clasificaciones puede llevar a un estado de ansiedad y estrés constante dentro de las universidades. Se  hacen más frecuentes los comportamientos desviados, como que las universidades paguen a sus científicos para que publiquen en revistas de alto impacto o prioricen las puntuaciones de citas al contratar personal académico. También puede conducir a olvidar la propia misión institucional, a una excesiva marca corporativa y a involucrarse en la manipulación y fabricación de datos y otras formas de fraude.

Las metodologías utilizadas son defectuosas e intencionalmente opacas, eludiendo la verificación por terceros

8. Los rankings universitarios mundiales son extractivos y explotadores

Los principales clasificadores a nivel mundial son principalmente empresas privadas, cuyo interés en la educación superior está impulsado o al menos fuertemente influenciado por la necesidad de maximizar las ganancias. Esto alinea efectivamente a los clasificadores con las principales empresas editoriales como Elsevier, Clarivate, Wiley y Springer, que en las últimas décadas se han convertido en empresas de análisis de datos con márgenes de beneficio crecientes.

Extraer datos, tiempo y otros recursos de las universidades y el sector público, al tiempo que generan demanda de productos y servicios de análisis y consultoría, son el núcleo de su modelo de negocio. La desviación de recursos de las funciones académicas centrales que crea este modelo de negocios también coloca a las universidades y gobiernos con presupuestos limitados en una desventaja aún mayor.

9. Los clasificadores universitarios tienen un conflicto de intereses

Dado su modelo de negocios, los principales clasificadores se encuentran claramente en una posición de conflicto de intereses. Aunque afirman brindar un juicio imparcial sobre el desempeño de las universidades, su principal objetivo es vender publicidad y productos y servicios relacionados con el desempeño a las mismas universidades que están clasificando. Este conflicto de intereses se ve agravado por la falta de una transparencia adecuada que permita algún nivel básico de rendición de cuentas y escrutinio público de sus operaciones. Al vender servicios de consultoría a gobiernos y otras partes interesadas, los principales clasificados a nivel mundial también pueden reforzar aún más su prominencia y papel en el sector.

Llamada a la acción

Descrito el anterior panorama, la Declaración hace una llamada a la acción basada en las siguientes recomendaciones:

1. Crear conciencia sobre los problemas y daños que ocasionan los rankings universitarios globales.

2. Fomentar y adoptar alternativas positivas

3. Desvincularse de prácticas extractivas, explotadoras y no transparentes

Entre las medidas propuestas destaca la adopción de otros sistemas de evaluación institucional, entre los que cabe destacar dos:

1. More Than Our Rank, iniciativa que reconoce una definición más amplia y diversa de éxito o calidad universitaria y brinda una oportunidad para que las universidades destaquen las múltiples y diversas formas en que sirven a la sociedad que no se reflejan en su posición en el ranking.

2. U-Multirank, iniciativa no comercial financiada principalmente por la Comisión Europea que no produce una clasificación basada en un único indicador compuesto, sino que clasifica a las universidades en cinco áreas de desempeño para brindar una imagen más justa del desempeño y mostrar fortalezas y perfiles específicos de cada universidad.

Las clasificaciones globales prescinden de los entornos únicos en los que opera cada institución y de su misión

Conclusión

En definitiva, la Declaración de Expertos comisionada por la UNU dibuja un duro panorama en el que las instituciones de educación superior se ven impelidas a perder su misión y su personalidad en la lucha por ascender en unas clasificaciones injustas y depredadoras.

Dada la cantidad de evidencias que se aportan, no se puede calificar de opinativa la Declaración, en cuyas conclusiones se considera que una respuesta adecuada a la creciente y perniciosa influencia de las clasificaciones universitarias globales requiere acciones simultáneas e idealmente coordinadas por parte de múltiples partes interesadas en todos los niveles.

Las acciones pueden ser emprendidas por académicos y administradores individuales, universidades que trabajen de manera independiente y colectiva e instituciones nacionales e internacionales responsables de la política y gestión de la educación superior. Se trata de escapar de una versión estrecha y simplista del éxito que pasa por alto muchas de las ricas y vitales contribuciones que las universidades hacen a la sociedad.


PABLO ACOSTA

Es profesor de la Universidad Rey Juan Carlos

Twitter @AcopabloAcosta



 

lunes, 27 de noviembre de 2023

ESPAÑA: Los investigadores españoles altamente citados retiran su afiliación principal de las universidades de Arabia Saudí

Publicado en INFOBAE
https://www.infobae.com/espana/2023/11/18/los-investigadores-espanoles-altamente-citados-retiran-su-afiliacion-principal-de-las-universidades-de-arabia-saudi/


Los investigadores españoles altamente citados retiran su afiliación principal de las universidades de Arabia Saudí

La lista de investigadores altamente citados de 2023 incluye a 114 científicos con afiliación principal en instituciones españolas

Por Newsroom Infobae

18 Nov, 2023 

Los investigadores españoles altamente citados que el año pasado tenían como afiliación principal una universidad de Arabia Saudí y como afiliación secundaria una institución española, han retirado su afiliación principal de los centros saudíes.

Así lo refleja la lista Highly Cited Researchers de Clarivate Analytics 2023, recogida por Europa Press, que incluye a los investigadores más influyentes del mundo. La lista incluye los 7.125 nombres de los investigadores más relevantes del mundo de 67 países, 114 de ellos con afiliación principal a instituciones españolas.

Te puede interesar: CSIC abre expediente disciplinario a 5 científicos que cambiaron su afiliación principal a universidades de Arabia Saudí

En la lista del año pasado aparecían once investigadores altamente citados con afiliación principal en universidades de Arabia Saudí y que indicaban instituciones españolas como afiliaciones secundarias. En la lista de Clarivate de 2023 aparecen tan sólo dos investigadores españoles altamente citados con afiliación principal a una universidad saudí, pero ninguno tiene entre sus afiliaciones secundarias una institución española.

Además, la lista revela que este año hay 31 investigadores altamente citados menos con afiliación principal a instituciones saudíes, ya que en 2022 el ranking incluía a 112 investigadores de Arabia Saudí y este año el número ha descendido a 81 investigadores.

El pasado mes de abril, el informe ‘El juego de afiliación entre las instituciones de Educación Superior e Investigación españolas y saudíes’, realizada por la consultora Siris, reveló que más de una decena de investigadores ingresaron en la lista de Investigadores Altamente Citados de Clarivete (HRC) con una afiliación principal en una institución española, pero, la mayoría de ellos un año después, cambiaron su afiliación principal a una universidad de Arabia Saudí.

Este documento, que analiza la lista de Investigadores Altamente Citados de Clarivate, explica que, para las universidades, tener investigadores altamente citados “es importante porque se considera una marca de calidad y aumenta su atractivo”. Además, esta lista es un “indicador clave” del Ranking Académico de Universidades del Mundo de Shanghái.

La investigación destacó que un solo investigador altamente citado puede permitir que una universidad gane hasta 200 puestos en el Ranking de Shanghái. En el año 2019 el investigador español Rafael Luque indicó que la Universidad de Córdoba era su afiliación secundaria y sitúo a la Universidad King Saud como afiliación principal. El Ranking de Shanghái sólo tiene en cuenta las afiliaciones principales.

El CSIC expedientó a cinco investigadores

Ante esta situación, el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) abrió expediente disciplinario a cinco investigadores que cambiaron su afiliación principal a una universidad de Arabia Saudí.

La Presidencia del CSIC decidió iniciar un procedimiento de Información Reservada que ya ha concluido afirmando que quizá podría haber indicios de una presunta infracción administrativa de la que pueden derivarse eventuales responsabilidades y que, por lo tanto, se requiere la incoación de un Expediente Disciplinario a los investigadores.

Te puede interesar: Arabia Saudí paga a científicos españoles por figurar como trabajadores de sus universidades y así escalar en rankings educativos

El CSIC ha iniciado ya este nuevo procedimiento que debe desarrollarse con plenas garantías y bajo los principios esenciales de contradicción y, como no puede ser de otra manera, presunción de inocencia, según informaron a Europa Press fuentes de la institución.

Junto a los procedimientos, el CSIC ha elaborado una norma para aclarar a los investigadores cómo tienen que reflejar sus afiliaciones. Se trata de la Resolución de 3 de julio de 2023 de la Presidenta de la Agencia Estatal Consejo Superior de Investigaciones Científicas, M.P. (CSIC) por la que se aprueba la Instrucción por la que se regula la mención en resultados de investigación de afiliaciones con instituciones terceras derivadas de situaciones de movilidad del personal investigador previstas en la Ley de la Ciencia, la Tecnología y la Innovación.

Finalmente, el CSIC ha acordado con la empresa Clarivate que cada año esta enviará la relación de investigadores que aparezcan en el Highly Cited Researchers (HCR) Index antes de su publicación para comprobar que la primera afiliación de los investigadores es la del CSIC.

Poner primero la principal universidad en la que trabajan

Por su parte, el Comité Español de Ética de la Investigación publicó su primer informe sobre la autoría y las afiliaciones de los trabajos científicos y técnicos, tras el encargo realizado por el Ministerio de Ciencia e Innovación.

En el informe, el órgano de carácter consultivo señala que, cuando los autores declaran más de una afiliación, “es importante el orden o prioridad con el que se declaran dichas afiliaciones, que debe corresponderse con la relación contractual del autor”.

El documento explica que la autoría científica siempre se indica asociada la afiliación y precisa que ambas informaciones “son indisociables y es obligado manifestarlas en todo tipo de producción científica (publicaciones, comunicaciones a congresos...)”. La afiliación, según agrega el documento, indica las entidades, instituciones o empresas a las que están vinculados cada uno de los autores de una publicación científica.

“Un soborno para hacer una cosa fraudulenta”

La química analítica Mira Petrovic, una de las investigadoras altamente citadas que aparece en la lista de Clarivate, que sirve como indicador del Ranking de Shanghái, rechazó una oferta de 70.000 euros de Arabia Saudí para poner su primera afiliación en la Universidad Rey Saúd durante un año.

No tendría que haber investigado nada, era un soborno para hacer una cosa fraudulenta. No es ético poner que yo soy de esa institución”, aseguraba en una entrevista a Europa Press Petrovic, que lleva trabajando en España desde 1999 y actualmente es investigadora del Instituto Catalán de Investigación y Estudios Avanzados (ICREA) con afiliación en el Instituto Catalán de Investigación del Agua (ICRA), donde es jefa de Departamento.

Para las universidades, tener afiliados a investigadores altamente citados que aparecen en Clarivate supone una marca de calidad que tiene repercusión en el Ranking de Shanghái. “Recibí una oferta de Arabia Saudí para que mi primera afiliación fuera en la Universidad Rey Saúd y el hecho de que yo aparezca en la lista Clarivate se atribuiría a Arabia Saudí”, señaló la científica.

La oferta era directa, cobrar 70.000 euros directos para mí y no para investigación. Después podría haber opción de hablar de investigación, pero era algo secundario que vendría a posteriori”, subrayó Petrovic, que recibió por correo electrónico la oferta, que sería de carácter anual y podría renovarse: “Hay investigadores que lo hacen año tras año”.

(Información de Europa Press)


jueves, 9 de noviembre de 2023

Colonialidad y rankings universitarios

Publicado en CAMPUS. Suplemento sobre educación superior
https://suplementocampus.com/colonialidad-y-rankings-universitarios/


Colonialidad y rankings universitarios

9 noviembre, 2023 por Marion Lloyd

Un estudio desmitifica la búsqueda por la "mejor universidad" como una meta que en realidad afecta la calidad educativa

Lejos de mejorar la calidad de la educación superior, los rankings universitarios reproducen un poderoso mito: que puede existir tal cosa como la “mejor universidad”. Al favorecer un solo modelo de institución —la universidad de investigación anglosajona, del cual Harvard es el ejemplo por excelencia—, las clasificaciones jerárquicas perpetúan estructuras coloniales y promueven una “carrera armamentista” en la academia, en detrimento de la equidad y las prioridades locales y nacionales, sobre todo en el Sur Global.

Esta es la conclusión de una declaración emitida el 1 de noviembre por el Grupo de Expertos Independientes (IEG, por sus siglas en inglés), convocado por el Instituto Internacional de Salud Global de la Universidad de las Naciones Unidas (IIGH-UNU). El grupo, conformado por 16 especialistas de seis continentes, incluyendo a esta columnista, se suma a una creciente campaña global por desmitificar y deslegitimar el modelo de las clasificaciones. El documento plantea dos argumentos centrales: que las metodologías de los rankings son arbitrarias y que privilegian una visión colonialista de “calidad” en la educación superior.

“Los criterios y métodos empleados por los rankings internacionales de universidades reflejan perspectivas, estándares y tradiciones que favorecen a las universidades del Norte Global, más ricas, más antiguas, más grandes, y más orientadas a la investigación; y refuerzan varias desigualdades y prejuicios arraigados en las historias coloniales”, dice el Statement on Global University Rankings

Asimismo, afirma: “Al marginalizar y devaluar otras culturas epistémicas y formas de creación del conocimiento, los rankings internacionales reflejan y refuerzan una forma de colonialidad en la educación superior. Además, el sesgo hacia la ´investigación de punta´ aleja a las universidades de tipos de investigación más prácticos, orientados a la acción, y con mayor relevancia para las verdaderas necesidades del mundo real, las políticas y los programas”.

Como ejemplo, apunta a la obsesión de gobiernos en Asia, África, y, en menor medida, América Latina, por crear “universidades de clase mundial”, en su afán por competir en los rankings. En el proceso, desvían escasos recursos hacia un grupo selecto de instituciones, en detrimento de los sistemas en su conjunto y de prioridades locales.

Entre áreas no prioritarias para los rankings están los programas en salud pública, que no suelen generar publicaciones de alto impacto. Sin embargo, son vitales para el bienestar de las sociedades, como demostró la pandemia por covid-19. Esta, señaló la declaración, “mostró la importancia particular de las universidades para proporcionar evidencias y análisis sobre la salud pública, tanto para los diseñadores de políticas, como para el público en general. Del mismo modo, evidenció lo indispensables que son las universidades, su personal y los estudiantes, para brindar ayuda a los trabajadores de la salud y las comunidades locales”.

No obstante, en vez de promover las funciones sociales de las instituciones, los rankings han fomentado lo que Jürgen Enders, catedrático de la Universidad de Bath, ha denominado una “carrera armamentista” en la academia. “En vez de impulsar la responsabilidad compartida y la cooperación, los rankings incentivan a las universidades y los académicos a competir y priorizar actividades que mejoren sus propias posiciones. Como resultado, pueden debilitar mejoras sistémicas y limitar la capacidad de la educación superior para enfrentar retos sociales de forma colectiva”, afirma la declaración.

¿Solución o parte del problema?
No es la primera vez que se señalan los efectos no deseados de estos sistemas de clasificación. Prácticamente desde 1983, cuando la revista norteamericana U.S. News & World Report comenzó a publicar el ranking de “Best Colleges” (mejores universidades), han surgido críticas por parte de las universidades y especialistas en políticas de educación superior. No obstante, con la publicación de la primera clasificación global, el “Academic Ranking of World Universities” (publicado por la consultora ShanghaiRanking), en 2003, han cobrado cada vez mayor fuerza; siguieron los rankings mundiales del Times Higher Education (THE) y Quaquarelli Symonds (QS), en 2004 y 2009, respectivamente. Actualmente existen más de 60 ranqueos internacionales, muchos de ellos producidos por las mismas tres empresas, las cuales cobran por realizar consultorías a las universidades —en un claro conflicto de interés—.

Para los proponentes de los rankings, estos sirven para mejorar la calidad de las instituciones, orientar a hacedores de políticas universitarias y proveer información objetiva a estudiantes y sus familias. Para los críticos, sin embargo, prometen una ficción de calidad, a través de metodologías arbitrarias (que incluyen encuestas de opinión), cambiantes y esencialmente inútiles. Peor aún, promueven prácticas deshonestas por parte de las universidades, en el afán por mejorar sus posiciones.

A finales del año pasado, varias de las universidades más prestigiadas de Estados Unidos anunciaron que dejarían de proveer información a los distintos rankings producidos por U.S. News & World Report, desatando un boicot por parte de decenas de instituciones estadounidenses. En julio de 2023, los ministros de educación de Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica —los llamados países BRICS—, anunciaron planes para crear su propio ranking, para contrarrestar los sesgos de los sistemas actuales. Y en septiembre, la Asociación Europea de Universidades presentó una declaración condenando el mal uso de las clasificaciones por parte de ministros de educación y otros actores relevantes. El mismo mes, la Universidad de Utrecht, en Alemania, anunció que dejaría de participar en el ranking del Times Higher Education, citando las “prácticas altamente cuestionables”, e incitó a sus pares a seguir su ejemplo.

El atractivo de los rankings
Pero si los problemas con los rankings son bien sabidos, ¿por qué el modelo sigue en crecimiento? Desde 2005, cuando se aprobó una serie de lineamientos por parte del Grupo Internacional de Expertos en Rankings (IREG, por sus siglas en inglés), el número de clasificaciones internacionales ha aumentado de 6 a 63, según un recuento de la Dirección General de Evaluación Institucional de la UNAM. Se incluyen nuevas clasificaciones por región, áreas de conocimiento y tipo de programas, entre otras.

Según Riyad Shahjahan, un experto en rankings de la Universidad Estatal de Michigan y miembro del IEG de la UNU, los rankings responden a un deseo de los seres humanos de ordenar el mundo. Argumenta que el modelo es “altamente pegajoso”, ya que provee respuestas aparentemente fáciles a preguntas difíciles. Tan es así, que muchos gobiernos los utilizan para determinar la asignación de becas para estudios en el extranjero, así como para otorgar visas de trabajo. Por ejemplo, en Holanda y Dinamarca, los egresados de las instituciones mejor ranqueadas reciben puntos extra en sus solicitudes de visa. Las clasificaciones también influyen en la asignación de recursos dentro de las instituciones, privilegiando las áreas de investigación por encima de la docencia y la extensión universitaria. En algunos casos, como Francia, los gobiernos inclusive han fusionado universidades existentes con tal de mejorar su presencia en los rankings, que tienden a favorecer las instituciones de mayor tamaño.

¿Qué hacer contra estas clasificaciones?
Si los propios expertos concuerdan en que la eliminación de los rankings “no es inmediatamente factible”, ¿cómo combatir los efectos perversos de estos sistemas? Según el grupo de la UNU, cualquier estrategia debe involucrar campañas para educar a los distintos actores: gobiernos, organizaciones internacionales, universidades, medios de comunicación, padres de familia, y estudiantes. Entre las propuestas está que las universidades dejen de proveer información a estas empresas y publicitar los resultados favorables en sus páginas institucionales. Así hizo la UNAM recientemente, cuando fue colocada en el lugar 93 del mundo, y primero en Hispanoamérica, en el ranking QS 2024. Lo que no mencionó, sin embargo, es que fue ubicada en el rango 801-1000 del ranking mundial del Times Higher Education de 2024. A su vez, las autoridades educativas deberían dejar de utilizar los rankings como referencia en la asignación de recursos y el diseño de políticas universitarias.

En conclusión, todos estos grupos “deben luchar para evitar la fascinación por el prestigio, conociendo mejor las limitaciones conceptuales, metodológicas, y éticas, entre otras, de los rankings internacionales de universidades”.

ESPAÑA: profesores de la Complutense llevan más de 300 firmas al Rectorado para que corte relaciones con empresas y academias cercanas a ISRAEL

Publicado en El País https://elpais.com/espana/madrid/2024-05-10/los-maestros-de-la-complutense-llevan-mas-de-300-firmas-al-rectorado-para-...