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viernes, 28 de noviembre de 2025

MÉXICO: revistas depredadoras nativas

Publicado en Educación Futura
https://www.educacionfutura.org/culto-al-paper/?fbclid=IwY2xjawOHFPlleHRuA2FlbQIxMABicmlkETE3Y1lkdEZFQmZTNU9tWkF1c3J0YwZhcHBfaWQQMjIyMDM5MTc4ODIwMDg5MghjYWxsc2l0ZQEyAAEeAyjMXt-fmQf6tptSbwgH0OiG-biqZTuaHRCUqBWAzQ8KTi7Uppn1sXyW4gQ_aem_VpoCDN0oFLsOkOQiMzPvEQ 





Del culto al paper al mercado de las revistas depredadoras

Juan Carlos Castellanos Ramírez


por Pluma invitada  7 noviembre, 2025


Producir papers se ha convertido en una obsesión en la vida académica de las universidades. No importa qué ni cómo; el fin justifica los medios. Tal parece que pertenecer al Sistema Nacional de Investigadoras e Investigadores (SNII) se ha convertido en el santo grial del reconocimiento académico, y las publicaciones son los pases de acceso para formar parte de este grupo selecto.

El fetiche por publicar se ha superpuesto al deseo por investigar, aprender y generar conocimiento. En muchos casos, esta fiebre se alimenta de los programas de estímulos económicos, que resultan atractivos ante las condiciones laborales precarias de buena parte del profesorado universitario (Galaz, 2019). En otros, el impulso proviene del afán de obtener renombre dentro de la institución y poder pronunciar la gran frase: “Soy SNII”, expresión que denota una distinción dentro del gremio académico y que, como hace notar Gil Antón (2013), funciona como un marcador de selectividad o, incluso, como señala Flores (2022) parece alardear una especie de superioridad genética entre académicos.

Por precariedad salarial o por vanidad, lo cierto es que hoy en día muchos/as académicos/as aspiran a llegar bien vestidos a la fiesta, luciendo sus publicaciones como accesorios de distinción ante el anfitrión. Poco importa si las prendas son robadas, prestadas, rentadas o compradas: a fin de cuentas, lo que se juzga desde el punto de vista del anfitrión es la apariencia representada en métricas, índices y puntajes dentro de un sistema mercantil de la ciencia.

Aunque podría pensarse que un aumento en la cantidad de artículos publicados implica mayor progreso científico, la evidencia sugiere lo contrario. La avalancha de papers en distintos campos no necesariamente acelera el avance del conocimiento; incluso puede ralentizarlo cuando las ideas se repiten, carecen de originalidad y presentan inconsistencias metodológicas. Un estudio de Chu y Evans (2021) demostró que el incremento de publicaciones no conduce a una renovación de las ideas, especialmente cuando proliferan editoriales dudosas que operan más bajo la lógica del mercado que bajo la lógica del avance del conocimiento. En medio de esa avalancha, identificar trabajos verdaderamente consistentes se vuelve tan difícil como buscar una aguja en el pajar.

Las políticas científicas vigentes privilegian la cantidad sobre la profundidad. Ya no hay espacio para investigaciones de largo aliento; ahora todo debe producirse rápido, porque en las métricas institucionales cuenta más la cantidad de artículos publicados que la solidez de los hallazgos. Publicar mucho y pronto es la vía más segura hacia el ascenso, el dinero extra y el reconocimiento disfrazado de mérito.

Hace unos meses, Romero (2025) apuntaba en este mismo portal de Educación Futura el crecimiento desmesurado que ha tenido el SNII. También, los datos de Contreras, Antón y Altonar (2022) muestran que de 2002 a 2018 el sistema pasó de 9,198 a 28,133 miembros, lo que representa un aumento de 211.3%. De acuerdo con cifras de la extinta CONAHCYT, entre 2018 y 2024 se alcanzó un récord histórico: un crecimiento de 240%. En tan solo seis años, el sistema creció más que en los 16 anteriores. Aunque estas cifras parecieran reflejar el compromiso de la 4T con una visión humanística de la ciencia, también pueden ser síntoma de una falta de claridad en los criterios de evaluación, donde todo se vuelve una moneda al aire.

En los últimos años hemos visto salir del SNII a académicos/as con trabajos robustos y, en contraparte, también hemos visto ascender a otros/as con investigaciones dudosas, amparadas por publicaciones en editoriales depredadoras; ¿cómo están incidiendo estas editoriales en las cifras del SNII?.

La necesidad por publicar ha generado un mercado cautivo. Las revistas depredadoras proliferan porque hay una demanda ansiosa de visibilidad académica. Así se acumulan papers sin debates de fondo ni aportaciones originales. Por eso, aunque el número de investigadores/as reconocidos/as crece, el avance científico no necesariamente acompaña el aumento. En esta lógica de “publicar o morir”, lo que cuenta no es la originalidad o la rigurosidad, sino la velocidad y la cantidad.

En este mercado del conocimiento, las editoriales depredadoras se presentan como salvadoras de la urgencia académica. Pero la pregunta que persiste es incómoda, ¿al publicar en estas revistas se gana prestigio o desprestigio?; la respuesta se diluye entre la necesidad y la ingenuidad. Lo cierto es que, mientras los investigadores buscan reconocimiento, las empresas que operan bajo la máscara de la ciencia están listas para ofrecer una mano amiga… a cambio de una cuota.

Así operan las revistas depredadoras en México”

El ecosistema de comunicación científica ha experimentado cambios importantes en los últimos años, pasando de un modelo de suscripción (pagar por leer) a un modelo de acceso abierto. Si bien este cambio ha permitido democratizar el conocimiento y ampliar la visibilidad de la producción académica, también ha propiciado el surgimiento de editoriales depredadoras, cuyo propósito principal no es exactamente la difusión del conocimiento científico, sino obtener beneficios económicos a costa de las necesidades de los/as investigadores/as y vacíos del sistema de evaluación científica en México.

El avance de las revistas depredadoras en México no solo pone en evidencia las debilidades del sistema editorial y de evaluación científica, sino también una forma de crisis cultural en la producción del conocimiento. Lo preocupante no es únicamente que existan estas editoriales, sino que hayan encontrado un terreno fértil donde prosperar: un entorno académico donde publicar se ha vuelto sinónimo de existir y donde el reconocimiento se mide más por el número de artículos que por la solidez de las ideas.

En los últimos meses he reunido evidencia sobre algunas editoriales depredadoras que actualmente operan en el país. De ellas retomaré un caso que ilustra la forma en que este tipo de negocios se ha infiltrado en el ámbito académico nacional. Por razones éticas y de confidencialidad me reservaré el nombre de la editorial, aunque probablemente quienes se desenvuelven en el mundo universitario reconocerán algunos de estos rasgos.

Se trata de una editorial particularmente influyente en el campo de la educación, que en su momento logró engañar incluso al extinto CONACYT, llegando a formar parte del antiguo padrón de revistas de calidad. Esa inclusión, aunque temporal, le otorgó una apariencia de prestigio que impulsó su crecimiento desde 2017. Hoy, pese a que dicho padrón ya no existe, la editorial sigue promocionándose como integrante de aquel registro, lo que le permite mantener un flujo constante de autores/as que buscan visibilidad académica.

Esta editorial, auspiciada bajo la figura de una asociación civil, actualmente opera 11 revistas. En todas ellas, la cuota de publicación está vinculada con el número de autorías: un autor paga 6,000.00 pesos, dos autores 10,500.00 pesos, tres autores 13,500.00 pesos, cuatro autores 17,500.00 pesos y cinco autores 20,500.00 pesos.

El problema, desde luego, no radica en el costo, pues algunas revistas legítimas también cobran cuotas de publicación, sino en la ausencia de procesos editoriales reales. La revisión por pares, núcleo del rigor científico, es meramente formal: los dictámenes se emiten en lapsos improbables, no hay trazabilidad de los evaluadores y, en muchos casos, ni siquiera se conservan los reportes de revisión. El resultado es una ganancia anual de aproximadamente 2,500,000 pesos, así como una avalancha de artículos publicados sin control de calidad ni rigor metodológico.

La comparación con una revista académica consolidada permite dimensionar la magnitud del problema. Por ejemplo, la Revista Electrónica de Investigación Educativa (REDIE), publica entre 25 y 30 artículos al año, luego de exhaustivos procesos de revisión que pueden extenderse durante varios meses. En contraste, la editorial depredadora produce entre 200 y 250 artículos anuales, aproximadamente siete veces más que una revista académica legítima, pero sin garantizar ningún criterio de rigor científico. La diferencia en los tiempos de publicación y en la cantidad de artículos publicados deja entrever que detrás del supuesto dinamismo editorial se oculta un negocio basado en la rapidez y la complacencia.

Esta misma editorial ha desarrollado una estructura comercial diversificada que amplía sus fuentes de ingreso. A lo largo de 2025, por ejemplo, en un solo mes organizó seis congresos en los que se ofrecían diferentes planes de participación. El “plan platino”, con un costo de 3,500.00 pesos, incluía una ponencia y la publicación del artículo; el “plan oro”, de 7,500.00 pesos, garantizaba dos publicaciones.

También, dentro de su mercado operan seminarios de producción académica en donde se garantiza la publicación de artículos en sus propias revistas. De acuerdo con los datos que se exhiben en el sitio web de la revista, el costo del seminario es de 6,000.00 pesos y cuentan con una cartera de 290 clientes, lo que permite calcular un ingreso cercano a 1,700,000 pesos. A ello se suma la oferta de “posdoctorados en educación”, que también están asociados a la publicación de artículos, en el mismo sitio de la revista se declaran los costos y cantidad de participantes, sobre el cual podemos estimar una ganancia aproximada de 5,000,000 pesos.

Este conjunto de actividades revela claramente una estructura comercial, capaz de sostenerse económicamente gracias a la venta de visibilidad académica y los vacíos del sistema de evaluación científica en México.

Las razones de los/as académicos/as por publicar en revistas depredadoras pueden ser muy diversas: en algunos casos predomina el desconocimiento sobre los riesgos de publicar en revistas falsas; en otros, la presión institucional por cumplir indicadores de productividad o la búsqueda de ascensos rápidos. No obstante, también existe un sector que participa de manera deliberada, priorizando el ensanchamiento de su currículum y cuya carrera académica se ha forjado a través de su participación en tales revistas. En todos los casos, la demanda sostenida alimenta el crecimiento del negocio editorial depredador.

Las consecuencias de esta maquinaria son profundas, ya que cada artículo publicado sin revisión rigurosa debilita la credibilidad del sistema científico nacional y erosiona la confianza social en la investigación. Además, distorsiona los indicadores de productividad, genera una falsa percepción del desempeño institucional y dificulta la evaluación justa de los investigadores e investigadoras. Lo que estas editoriales venden no es más que un atajo para obtener los indicadores y el reconocimiento como miembro del SNII, poniendo en desventaja a quienes eligen difundir los hallazgos de sus investigaciones en revistas confiables y comprometidas con la integridad científica.

Referencias:

Contreras, L., Gil, M., y Altonar, X. (2022). Las investigadoras en el Sistema Nacional de Investigadores: Tan iguales y tan diferentes. Revista de la Educación Superior, 51(201), 51-72. https://resu.anuies.mx/ojs/index.php/resu/article/view/2020

Chu, J. y Evans, J. (2021). Slowed canonical progress in large fields of science. Proceedings of the National Academy of Sciences of the United States of America, 118(41), e2021636118. https://doi.org/10.1073/pnas.2021636118

Flores, P. (2022). Escolaridad, SNI y diezmo. Educación Futura. https://www.educacionfutura.org/escolaridad-sni-y-diezmo/

Galaz, F. (2019). El SNI y las instituciones públicas de educación superior. Educación Futura. https://www.educacionfutura.org/el-sni-y-las-instituciones-publicas-de-educacion-superior/

Gil, M. (2013). La monetarización de la profesión académica en México: Un cuarto de siglo de transferencias monetarias condicionadas. Espacios en Blanco, 23, 157-186. https://www.redalyc.org/pdf/3845/384539805008.pdf

Romero, J. (2025). Academia mexicana: entre endogamia y colonización. Educación Futura. https://www.educacionfutura.org/academia-mexicana-endogamia/


martes, 25 de noviembre de 2025

"Profesional de la información": la historia de su conversión en revista depredadora

 reenvío ]


De: Tomàs Baiget <000011dfd98f4834-dmarc-request@listserv.rediris.es>

Date: jue, 13 nov 2025 a las 0:17

Subject: [IWETEL] Final definitivo de la revista "Profesional de la Información"

To: <IWETEL@listserv.rediris.es>



[Mensaje enviado a varias listas]


Estimados colegas:


Os envío un relato simplificado del final de "Profesional de la Información" como revista respetable.


Como sabéis, la revista "Profesional de la Información" fue comprada por la editorial inglesa OAText, gestionada por personal paquistaní e indio. OATExt aparecía en la lista de Beall como editorial depredadora (y aún es fácil comprobarlo viendo los tiempos de publicación y sus JIFs falsos https://www.oatext.com/), pero fuimos asegurados de que OAText abría una nueva división de revistas "limpias" en la que EPI se publicaría junto a otras revistas Q1 compradas recientemente, pero cada revista mantendría su propio dominio.


OAText me ofreció, y yo acepté, seguir como editor de EPI, pero me dijeron que solo para gestionar los manuscritos procedentes de Europa y Américas, pues ellos nombrarían otros dos editores, uno para Asia y otro para África.


Tres personas españolas --a las que estoy muy agradecido-- aceptaron acompañarme en el equipo editorial, y así transcurrió 2024, publicando buenos artículos, a pesar de que varias cosas eran muy molestas, inquietantes y hasta misteriosas:

- De golpe el nombre de la editorial cambió de OAText a Oxbridge. Al cabo de un tiempo lo justificaron diciendo que la segunda, una editorial hermana, "estaba más especializada en CCSS".

- Un día dijeron que las facturas de las APC las haría otra "editorial": H&N Publishers.  

- La editorial mostró siempre una gran opacidad, y muchos mails no los contestaban, ni avisaban cuando publicaban los artículos.

- Nunca supe los nombres de los otros dos editores, ni aparecieron en el OJS de la revista. ¿Cómo gestionaban los manuscritos? Otro misterio sin respuesta.

- La maquetación que realizaba la editorial era lenta y muy naïf y plagada de errores, aunque esto fue mejorando.

- El "general manager" de Oxbridge (desconozco su nombre) cometió errores muy graves en el OJS que hicieron que no funcionara en 3 períodos.


A pesar de los muchos errores y misterios, pensaba que todo se iría arreglando, y que en Oxbridge se profesionalizarían.


Pero en noviembre de 2024, revisando la bibliografía de un artículo español, me di cuenta de que en Oxbridge habían metido 8 de referencias falsas.

Rápidamente miré otros artículos y también vi que habían añadido referencias a unos cuantos de ellos, siempre de una lista de unas 20 revistas.

Miré los artículos chinos y árabes y casi todos tenían referencias añadidas.

Me quejé enseguida. Ellos tardaron varios días en contestar y más de una semana en limpiar los artículos españoles y volverlos a subir al OJS. 

Pidieron disculpas y dijeron que había sido un mal comportamiento del editor chino.


Nunca me preocupaba de los artículos chinos o árabes, pero entonces abrí unos cuantos y observé que varios de ellos estaban calcados entre sí: con toda seguridad estaban realizados por paper mills.


Volví a quejarme, pero no obtuve respuesta.


Entretanto en febrero de 2025 nos echaron de la Web of Science (aunque la expulsión era "merecida", la rapidez de Clarivate hace pensar que se produjo por la denuncia directa de alguien).


A partir de aquí los editores invitados cancelaron los monográficos previstos y muchos autores retiraron sus manuscritos.


Aunque la revista siguió indexada en Scopus, apenas se recibían ya artículos: en los 10 primeros meses de 2025 solo se han publicado 15 artículos. De éstos, Scopus ha indexado 13.

Y parece que ya no va a indexar ninguno más, puesto que en la lista de revistas de Scopus aparece como "Inactive":

https://www.elsevier.com/products/scopus/content#4-titles-on-scopus


¿Por qué he aguantado como editor hasta este final?

Tenía la esperanza que esa gente, que hicieron una inversión tan grande comprando la revista, aceptarían mi sugerencia (enviada en mayo de este año) de refundarla desde un nuevo sello editorial, nombrando un Consejo Científico que inspirara confianza, y así reflotar la revista en un par de años.


Al principio, mi  contacto en OAText me dijo que "estaban en esa línea" pero que antes tenían que resolver una demanda judicial contra Oxbridge porque consideraban que "habían sido estafados".


Todo quedó en nada, y ahora ni contestan los mails.


Ha quedado diáfanamente claro que esas empresas compraron "Profesional de la Información", "Comunicar" y otras revistas para hacer alguna misteriosa operación financiera, que incluía tener millones en pérdidas.


Triste final para la revista que fundé hace 32 años, y que con mucho esfuerzo fue subiendo de nivel hasta estar en el Q1 tanto de Scopus como de WoS. 

No estuve solo: agradezco mucho a los equipos editoriales que hicieron tan buen y abnegado trabajo, a los evaluadores, a los autores y a los lectores. Entre todos creamos un gran producto. ¡Gracias!


Ahora la vida sigue y hay muchos proyectos por delante...


Saludos cordiales,


Tomàs Baiget, Fundador y Editor de la

revista Profesional de la Información

https://directorioexit.info/ficha46

baiget@gmail.com


domingo, 7 de septiembre de 2025

REVISTAS DEPREDADORAS rastreadas por IA: Cientos de revistas científicas son cuestionadas por IA, revela estudio

Publicado en La Jornada
https://www.jornada.com.mx/noticia/2025/09/03/ciencias/cientos-de-revistas-cientificas-son-cuestionadas-por-ia-revela-estudio



Cientos de revistas científicas son cuestionadas por IA, revela estudio

03 de septiembre de 2025 

Madrid. Una plataforma de inteligencia artificial (IA) que busca revistas científicas cuestionables marcó más de mil 400 como “potencialmente problemáticas” en una lista de casi 15 mil 200 cabeceras de acceso abierto en Internet.

El estudio, publicado en Science Advances, liderado por la Universidad de Colorado en Boulder, aborda una tendencia alarmante en el mundo de la investigación.

Daniel Acuña, autor principal del estudio y profesor asociado del Departamento de Ciencias de la Computación, recibe recordatorios varias veces a la semana en su correo electrónico: estos mensajes de spam provienen de personas que se hacen pasar por editores de revistas científicas, generalmente de las que Acuña nunca ha oído hablar, y que ofrecen publicar sus artículos por una tarifa elevada.

A estas publicaciones a veces se las denomina revistas “depredadoras”. Se dirigen a los científicos, convenciéndolos de pagar cientos o incluso miles de dólares para publicar sus investigaciones sin una verificación adecuada.

“Ha habido un esfuerzo creciente entre científicos y organizaciones para verificar estas revistas”, afirmó Acuña. Pero es como jugar a la estrategia de golpear topos. Atrapas a uno y luego aparece otro, generalmente de la misma empresa. Simplemente crean un nuevo sitio web y le dan un nuevo nombre.

La nueva herramienta de IA de su grupo filtra automáticamente las revistas científicas, evaluando sus sitios web y otros datos en línea según ciertos criterios: ¿Tienen las revistas un consejo editorial con investigadores consolidados? ¿Contienen sus sitios web muchos errores gramaticales? Acuña enfatiza que la herramienta no es perfecta. En última instancia, cree que los expertos humanos, no las máquinas, deberían tomar la decisión final sobre la reputación de una revista.

Pero en una época en la que figuras prominentes cuestionan la legitimidad de la ciencia, frenar la proliferación de publicaciones cuestionables se ha vuelto más importante que nunca, afirmó.

“En ciencia, no se empieza desde cero. Se construye sobre la base de la investigación de otros”, dijo Acuña. “Así que, si los cimientos de esa torre se derrumban, todo se derrumba”.

La extorsión

Cuando los científicos envían un nuevo estudio a una publicación prestigiosa, éste suele someterse a una práctica llamada revisión por pares. Expertos externos leen el estudio y evalúan su calidad; o al menos, ese es el objetivo.

Un número creciente de empresas ha intentado eludir este proceso para obtener beneficios. En 2009, Jeffrey Beall, bibliotecario de la Universidad de Colorado, acuñó el término “revistas depredadoras” para describir estas publicaciones.

A menudo, se dirigen a investigadores fuera de Estados Unidos y Europa, como en China, India e Irán, países donde las instituciones científicas pueden ser jóvenes y la presión y los incentivos para que los investigadores publiquen son altos.

“Dicen: ‘Si pagas 500 o mil dólares, revisaremos tu artículo”’, explicó Acuña. “En realidad, no ofrecen ningún servicio. Simplemente toman el PDF y lo publican en su sitio web”.

Diversos grupos han intentado frenar esta práctica. Entre ellos se encuentra una organización sin fines de lucro llamada Directorio de Revistas de Acceso Abierto (DOAJ). Desde 2003, voluntarios han marcado miles de revistas como sospechosas basándose en seis criterios. (Las publicaciones de renombre, por ejemplo, suelen incluir una descripción detallada de sus políticas de revisión por pares en sus sitios web).

Pero seguir el ritmo de la proliferación de estas publicaciones ha sido una tarea abrumadora para los humanos.

Para acelerar el proceso, Acuña y sus colegas recurrieron a la IA. El equipo entrenó su sistema con los datos del DOAJ y luego le pidió a la inteligencia artificial que examinara una lista de casi 15 mil 200 revistas de acceso abierto en Internet.

De estas publicaciones, la IA marcó inicialmente más de mil 400 como potencialmente problemáticas.

Acuña y sus colegas pidieron a expertos humanos que revisaran un subconjunto de las revistas sospechosas. La IA cometió errores, según los humanos, marcando aproximadamente 350 publicaciones como cuestionables cuando probablemente eran legítimas. Esto aún dejaba más de mil revistas que los investigadores identificaron como cuestionables. “Creo que esto debería usarse como ayuda para preseleccionar un gran número de revistas”, expuso. “Pero el análisis final debería ser realizado por profesionales humanos”.

No es una caja negra

Acuña añadió que los investigadores no querían que su sistema fuera una “caja negra” como otras plataformas de IA.

“Con ChatGPT, por ejemplo, a menudo no se entiende por qué sugiere algo”, indicó Acuña. “Intentamos que el nuestro fuera lo más interpretable posible”.

El equipo descubrió, por ejemplo, que las revistas cuestionables publicaban una cantidad inusualmente alta de artículos. También incluían autores con más afiliaciones que las revistas más legítimas, y autores que citaban su propia investigación, en lugar de la de otros científicos, con una frecuencia inusualmente alta.

miércoles, 6 de agosto de 2025

LATINDEX publica nueva versión de su metodología de postulación al Catálogo 2.0

Publicado en Latindex
https://latindex.org/latindex/noticia/368





Latindex publica nueva versión de su metodología de postulación al Catálogo 2.0

Ya está disponible para consulta la versión revisada de la metodología https://www.latindex.org/latindex/postulacion/postulacionCatalogo, la cual incorpora, entre otras, las siguientes precisiones:


  1. Requisito de postulación 5. La exigencia de indización en DOAJ o SciELO para las revistas que aplican cargos de cualquier naturaleza, se extiende ahora a revistas editadas por instituciones privadas y editores independientes. También se agregó lo siguiente: "Asimismo, incluye aquellas que establecen tarifas diferenciadas, como pagos por revisión acelerada, límites en la cantidad de autores o beneficios económicos para ciertas empresas. Las revistas no deberán ocultar o minimizar información sobre cargos o tarifas asociados a la publicación; deben explicar para qué son las tarifas y en qué momento del proceso se cobrarán. Las revistas que no cobren cargos de ningún tipo también deberán declararlo, así como informar si piensan establecer cargos a futuro".

  2. Característica 16. Se aclara la forma como se considera una autoría externa: "Sí un artículo tiene uno o varios autores de la institución editora de la revista y uno o varios autores de otras instituciones, se contabiliza como externo."

  3. Característica 18. Se toma ahora como referencia de índices sospechosos el siguiente: https://www.predatoryjournals.org/home en lugar de las listas de Beall.

  4. Característica 16. Se enlazan desde el texto los sitios de COPE e ICJME y se agrega la Declaración de Heredia sobre el uso de la inteligencia artificial en los textos científicos.


La nueva versión tiene fecha de 18 de junio de 2025.


La nota informativa que se preparó esta disponible en: https://latindex.org/latindex/noticia/368

Indicadores de calidad para revistas de ciencias sociales en la era de la bibliometría narrativa

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