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domingo, 7 de diciembre de 2025

AUSTRALIA y NUEVA ZELANDA rompen negociaciones con ELSEVIER

Publicado en THE Times Higher Education
https://www.timeshighereducation.com/news/elsevier-boycott-looms-down-under 


El cierre de Elsevier se cierne sobre Australia tras el fracaso de las negociaciones sobre el acceso abierto


Las universidades de Australia y Nueva Zelanda alcanzan nuevos acuerdos «importantes» con grandes editoriales, pero las negociaciones con la mayor de ellas fracasan por cuestiones de precio


Publicado el 28 de noviembre de 2025


John Ross

Twitter: @JohnRoss49


Los investigadores de las antípodas podrían perder el acceso al contenido de la mayor editorial académica del mundo, ya que la región se inclina por un boicot al estilo alemán contra Elsevier.


La editorial holandesa se ha resistido a la presión colectiva de las universidades australianas y neozelandesas para que las principales editoriales académicas lleguen a un acuerdo uniforme que garantice el acceso abierto sin restricciones a los académicos de Australasia.


Las otras tres editoriales —Taylor and Francis, Wiley y Springer Nature— han firmado el acuerdo, calificado como un «avance monumental» por el Consejo de Bibliotecarios Universitarios de Australasia (Caul).


Sin embargo, las negociaciones con Elsevier se han roto después de que ambas partes no lograran llegar a un acuerdo sobre los precios de suscripción y las revistas que se incluirían.


Hero Macdonald, presidente del comité de adquisición de contenidos del Caul, afirmó que la «transparencia en los precios» fue un obstáculo importante. «A pesar de meses de intensas negociaciones, Elsevier no fue capaz de aclararnos cómo se formulaban los precios», declaró Macdonald. 


«Llegamos a un punto en el que no podíamos recomendar el acuerdo con la conciencia tranquila, ya que no representaba un valor justo. Cuando lo comparamos con otras editoriales, simplemente no estaba a la altura».


El director de adquisición de contenidos de Caul, Angus Cook, afirmó que Elsevier estaba buscando una prima «injustificada» por sus contenidos. «Realmente no importa desde qué perspectiva analicemos las ofertas de Elsevier. Ya sea desde el punto de vista del coste de publicación, la cantidad de uso o el precio en función del tamaño de la institución, sus ofertas siempre han sido mucho más caras que las de otras editoriales en comparación».


Elsevier afirmó que se comprometía a encontrar «soluciones sostenibles» para los investigadores de Australasia. «Valoramos nuestra larga colaboración con Caul y esperamos seguir trabajando con ellos en el futuro», declaró Andrew Davis, vicepresidente de comunicaciones de Elsevier.  


«Dado que las negociaciones se encuentran actualmente en pausa, reconocemos el mensaje de Caul a las instituciones para que trabajen directamente con nosotros con el fin de garantizar el acceso continuo a la lectura y la publicación durante el próximo año».


Caul afirmó que había informado a sus miembros de que eran libres de negociar directamente con el gigante editorial, pero que no les había animado a hacerlo. Los miembros habían expresado un «fuerte deseo de alcanzar un nuevo acuerdo de consorcio, y entendemos que muchos están optando por esperar a que eso se consiga», afirmó la directora ejecutiva Jane Angel.  


El estancamiento podría dejar a Australasia en la misma situación que Alemania, donde las universidades perdieron el acceso al contenido de Elsevier a mediados de 2018 tras negarse a renovar sus suscripciones por desacuerdos sobre los precios. El estancamiento se prolongó hasta septiembre de 2023, cuando el consorcio que representa a las universidades, Project Deal, logró un acuerdo más favorable de «lectura y publicación».


El sistema universitario de California también consiguió un acuerdo de acceso abierto con Elsevier en 2021, tras boicotear a la editorial durante dos años. Las universidades húngaras, noruegas y suecas también cancelaron sus suscripciones a Elsevier por disputas sobre precios y acceso. Docenas de universidades del Reino Unido están considerando actualmente dejar que caduquen sus suscripciones a Elsevier y otras editoriales importantes por desacuerdos sobre los precios.


Aunque miles de académicos australianos se sumaron en 2012 a un boicot mundial contra Elsevier, negándose a editar, revisar o aportar contenidos para la editorial, Caul afirmó que una retirada generalizada de las suscripciones institucionales a la editorial sería «sin precedentes» en la región. Entre los planes de contingencia que se están debatiendo con los miembros se incluyen los préstamos interbibliotecarios y los derechos de acceso perpetuo a la lectura.


Sin embargo, los acuerdos «en principio» alcanzados con las otras tres editoriales marcaron un «hito importante» en el «cambio hacia un acceso justo, sostenible y transparente a la investigación», según se afirmó. 


El trío, junto con Elsevier, había firmado acuerdos de acceso abierto con Caul en 2021 y 2022, pero incluían límites confusos sobre el número de artículos que se liberarían de los muros de pago y las revistas en las que podrían aparecer los artículos gratuitos. La mayoría de estos límites, y en el caso de Taylor and Francis, todos, se han eliminado en los tres nuevos acuerdos.


«Es una mejora significativa con respecto a lo que teníamos antes», afirmó Cook. «Los autores... pueden estar seguros de que pueden enviar sus artículos en cualquier momento del año y de que tendrán una vía de acceso abierto para sus investigaciones».


La «contención de costes» también formaba parte de los acuerdos, según afirmó, con aumentos anuales de los costes de suscripción reducidos al mínimo.  


Los investigadores llevan mucho tiempo resentidos por los beneficios multimillonarios que las editoriales académicas obtienen a costa del trabajo financiado por los contribuyentes. Los académicos producen, revisan y editan el contenido de las revistas de forma gratuita, y las universidades pagan sumas exorbitantes —más de 300 millones de dólares australianos (148 millones de libras esterlinas) al año solo en Australia— en concepto de suscripciones para acceder al material.


La última ronda de negociaciones de Caul, respaldada por los grupos representativos Universities Australia y Universities New Zealand, tenía como objetivo involucrar a las principales editoriales en acuerdos modelo que también pudieran utilizarse en las negociaciones con editoriales de revistas más pequeñas.




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Elsevier shutdown looms Down Under as open access talks collapse


ANZ universities notch ‘major’ new agreements with big publishers, but negotiations with the biggest break down over price concerns


Published on November 28, 2025


John Ross

Twitter: @JohnRoss49


Antipodean researchers may lose access to content from the world’s biggest scholarly publisher, as the region flexes for a German-style boycott of Elsevier.

The Dutch journal house has resisted a collective push by Australian and New Zealand universities to corral the major scholarly publishers into a uniform agreement which would guarantee unfettered open access for Australasian academics.  

The other three publishing houses – Taylor and Francis, Wiley and Springer Nature – have all signed on to the deal, described as a “monumental step forward” by the Council of Australasian University Librarians (Caul).

But negotiations with Elsevier have broken off after the two sides failed to reach agreement on subscription prices and the journals to be included.

Hero Macdonald, chair of Caul’s content procurement committee, said “pricing transparency” was a major stumbling block. “Despite months of very intense engagement, Elsevier fundamentally weren’t able to provide us with clarity on how the pricing was formulated,” Macdonald said.  

“We got to a point where we couldn’t in good conscience recommend the agreement because it didn’t represent fair value. When we benchmarked it against other publishers, it just didn’t come up to scratch.”

Caul’s director of content procurement, Angus Cook, said Elsevier was seeking an “unjustified” premium for its content. “It doesn’t really matter which lens we look at Elsevier’s offers from. Whether it’s from cost of publishing, the amount of usage or the price according to the size of institution, their offers have always been vastly more expensive than the other publishers in comparison.”

Elsevier said it was committed to finding “sustainable solutions” for Australasian researchers. “We value our longstanding partnership with Caul and look forward to continuing to work with them in the future,” said Andrew Davis, Elsevier’s vice-president for communications.  

“As [the] negotiations are currently on pause, we acknowledge Caul’s message to institutions to work directly with us to ensure continued reading and publishing access into next year.”

Caul said it had briefed its members that they were free to deal directly with the publishing giant, but had not encouraged them to do so. Members had expressed a “strong desire for a new consortium agreement, and we understand that many are choosing to wait for that to be achieved”, said CEO Jane Angel. 

The impasse potentially leaves Australasia in the same situation as Germany, where universities lost access to Elsevier content in mid-2018 after refusing to renew their subscriptions over pricing disagreements. The stalemate lasted until September 2023 when the consortium representing the universities, Project Deal, achieved a more favourable “read-and-publish” deal.

The University of California System also secured an open access deal with Elsevier in 2021 after boycotting the publisher for two years. Hungarian, Norwegian and Swedish universities also cancelled their Elsevier subscriptions over pricing and access disputes. Dozens of UK universities are currently considering letting their subscriptions with Elsevier and other major publishers lapse over disagreements about price.  

While thousands of Australian academics joined a global boycott of Elsevier in 2012, refusing to edit, review or contribute content for the publisher, Caul said a widespread withdrawal from institutional subscriptions with the publisher would be “unprecedented” in the region. Contingency plans being discussed with members included interlibrary loans and perpetual read access rights.

However, the “in principle” agreements struck with the other three publishers marked a “major milestone” in the “shift toward fair, sustainable and transparent access to research”, it said. 

The trio along with Elsevier had signed open access deals with Caul in 2021 and 2022, but included confusing limits on the number of articles to be liberated from paywalls and the journals in which free articles could appear. Most – and in the case of Taylor and Francis, all – of these limits have been lifted in the three new agreements.

“It’s a significant improvement on what we’ve had before,” Cook said. “Authors…can feel confident that they can submit at any time during the year, and they will have a pathway to open access for their research.”

“Cost containment” had also been part of the agreements, he said, with annual increases in subscription costs kept to a minimum.   

Researchers have long resented the multibillion-dollar profits scholarly publishers amass on the back of taxpayer-funded labour. Academics produce, review and edit journal content free of charge, and universities pay exorbitant sums – over A$300 million (£148 million) a year across Australia alone – in subscription charges to access the material.

Caul’s latest round of negotiations, backed by representative groups Universities Australia and Universities New Zealand, was aimed at roping the major publishers into template agreements that could also be used in negotiations with smaller journal houses.

john.ross@timeshighereducation.com


viernes, 28 de noviembre de 2025

Sobre la no-inevitabilidad del cambio global al Acceso Abierto: los muros de pago repuntan, los APC se ralentizan pero se afianza, la vía verde cae

Publicado en The Scholarly Kitchen
https://scholarlykitchen.sspnet.org/2025/11/17/the-global-transition-has-already-happened-its-just-not-the-one-you-expected-part-1-of-2/ 



La transición global ya se ha producido, pero no es la que esperabas (Parte 1 de 2)        

                               

Por Rick Anderson

17 de noviembre de 2025


Durante muchos años, el discurso dominante sobre el futuro de la comunicación académica se ha centrado en dos supuestos:


En primer lugar, que cobrar a las personas por el acceso a los productos académicos es moralmente inaceptable y debe erradicarse mediante una transición global hacia el acceso abierto (OA).


En segundo lugar, que esta transición global del acceso de pago al OA es inevitable (aunque no se esté produciendo tan rápidamente como debería). 


Voy a rebatir ambas suposiciones. En la primera parte de este ensayo dividido en dos partes, abordaré la segunda; mañana abordaré la primera, ofreciendo (en forma de «modesto manifiesto») una visión muy diferente del futuro de nuestro ecosistema global de comunicación académica.


En cuanto a la transición global hacia el acceso abierto, parece haberse estancado. En cuanto a su inevitabilidad última, no veo ninguna prueba de ello. Por el contrario, lo que parece que estamos viendo son pruebas continuas y sólidas de una transición muy diferente, que ya ha tenido lugar y que sospecho que se mantendrá en el futuro previsible: una transición de un ecosistema de comunicación académica dominado de forma abrumadora por el acceso de pago a un ecosistema híbrido mucho más diverso en el que coexisten cómodamente una variedad de modelos de acceso abierto y de pago, cada uno de los cuales aporta al sistema un conjunto diferente de fortalezas y debilidades, ninguno de ellos perfectamente equitativo, cada uno de los cuales resuelve algunos problemas mientras crea o perpetúa otros.


El reciente informe de STM sobre la adopción global del acceso abierto ofrece pruebas convincentes que contradicen el discurso generalizado sobre su «inevitabilidad». El elemento central de ese informe es este gráfico:





Hay varios datos interesantes y reveladores aquí. Uno es la buena salud que sigue gozando la publicación de acceso de pago, que, tras un ligero descenso en la cuota de mercado de artículos, reseñas y ponencias de conferencias entre 2014 y 2015, ha ido aumentando lentamente su cuota de mercado durante la década siguiente, creciendo mucho más rápidamente entre 2023 y 2024. En 2024, dos décadas después de la Declaración de Berlín sobre el acceso abierto, los artículos, reseñas y ponencias de conferencias de acceso de pago seguían representando la mayor parte de la producción en estos formatos.


Otro dato interesante es el creciente (¿aunque quizás ralentizado?) dominio de los gastos de procesamiento de artículos (APC) como modelo de negocio que sustenta la producción de artículos, reseñas y ponencias de conferencias de acceso abierto durante el mismo periodo. Mientras que las publicaciones de acceso abierto verde y bronce se mantuvieron durante la mayor parte de la década a un nivel bajo pero constante y en los últimos años han comenzado a descender, las publicaciones de oro han aumentado considerablemente y ahora se acercan a rivalizar con la cuota de mercado de las publicaciones de acceso de pago, aunque, una vez más, los datos recientes sugieren que el acceso de pago puede estar alejándose. Dada la naturaleza cada vez más controvertida del modelo de financiación APC (que, seamos sinceros, no es más que otra manifestación de la publicación de acceso de pago), esta tendencia ha causado una verdadera consternación en la comunidad defensora del acceso abierto. 


Ahora bien, obviamente, este es solo un informe basado en un único conjunto de datos que se centra específicamente en artículos, reseñas y ponencias de conferencias. Pero no conozco ningún dato que sugiera que se esté produciendo un cambio global hacia el acceso abierto en ningún otro sector del mercado editorial (si existe algún dato de este tipo, por favor, compártalo en los comentarios). Tampoco las tendencias globales en materia de políticas y prácticas editoriales ofrecen muchos indicios de un cambio inminente hacia el acceso abierto universal. En Estados Unidos, el único impulso político va en la dirección del acceso público, más que del acceso abierto, y a pesar de la proliferación de declaraciones y políticas institucionales sobre el acceso abierto, prácticamente ninguna institución académica estadounidense exige realmente a su profesorado que publique de forma abierta. En Europa, la cOAlition S sigue alejándose de sus objetivos originales y revolucionarios. China, por el momento, ha mostrado poca inclinación a convertir la publicación abierta en un requisito para sus investigadores, y el programa One Nation One Subscription, recientemente instituido en la India, representa la institucionalización nacional no del acceso abierto, sino de la hibridación, ya que el gobierno nacional paga las cuotas de suscripción y suscribe los APC en revistas seleccionadas.


¿Significa todo esto que el movimiento por el acceso abierto ha fracasado? No, si el objetivo del movimiento es el crecimiento y la proliferación del acceso abierto, ya que en ese sentido ha sido un gran éxito. Si, por el contrario, el objetivo del movimiento es el acceso abierto obligatorio y universal, entonces es difícil vislumbrar el éxito en el horizonte.


Pero, ¿es el acceso abierto obligatorio y universal un objetivo que debemos adoptar?


Mañana ofreceré algunas reflexiones al respecto en mi publicación.

lunes, 24 de noviembre de 2025

THE DRAIN: El drenaje de las Publicaciones Científicas. Editoriales comerciales drenan dinero, tiempo, confianza y control

 

PREPRINT disponible enhttps://arxiv.org/abs/2511.04820


The Drain of Scientific Publishing
The domination of scientific publishing in the Global North by major commercial publishers is harmful to science. We need the most powerful members of the research community, funders, governments and Universities, to lead the drive to re-communalise publishing to serve science not the market.
El Drenaje de las Publicaciones Científicas

El dominio de las publicaciones científicas en el Norte Global por parte de las grandes editoriales comerciales es perjudicial para la ciencia. Necesitamos que los miembros más influyentes de la comunidad investigadora, los financiadores, los gobiernos y las universidades lideren la iniciativa de volver a comunitarizar las publicaciones para que sirvan a la ciencia y no al mercado.


La ciencia bajo el control de las grandes editoriales: el lucro por delante del conocimiento

 

Un estudio revela cómo el sistema de publicación científica prioriza ganancias frente al avance del conocimiento y la integridad académica.

 

El sistema editorial actual es perjudicial para la ciencia. Un nuevo análisis en el que ha participado el Instituto de Ciencia y Tecnología Ambiental de la Universitat Autònoma de Barcelona (ICTA-UAB) muestra que, en el sector de la publicación científica, los intereses comerciales anteponen el beneficio económico al progreso del conocimiento y a la integridad académica.

Las cuatro principales editoriales, Elsevier, Springer Nature, Wiley y Taylor & Francis, generaron más de 7.100 millones de dólares en ingresos solo en 2024, con márgenes de ganancia superiores al 30 % (mucho más elevados que en otros sectores­), y acumularon más de 14.000 millones de dólares en beneficios entre 2019 y 2024. Gran parte de este dinero proviene de fondos públicos destinados a investigación, que los propios investigadores deben gastar para publicar sus trabajos o acceder a los de otros científicos.

El estudio advierte sobre un drenaje de fondos del sistema científico en cuatro ámbitos: dinero que se desvía de la investigación, tiempo que los investigadores dedican a publicar y revisar artículos de manera no remunerada (estimado en 130 millones de horas solo en el año 2020), pérdida de confianza por fraudes, retractaciones y prácticas cuestionables, y concentración del control académico en manos de las compañías privadas.

Estas empresas también controlan las métricas como el factor de impacto de las revistas (journal impact factor) y las bases de datos como Scopus, definen qué investigación se considera excelente y marginan modelos comunitarios o regionales. «Las editoriales comerciales están íntimamente ligadas a la academia, tanto en la manera en que recopilan datos sobre nosotros como en la forma en que están integradas en la evaluación académica», afirma Brockington, investigador del ICTA-UAB y coautor del estudio.

Este sistema perjudica a la ciencia: fomenta la proliferación de artículos centrada en el prestigio, lo que sobrecarga el sistema de publicación. Además, desalienta la reflexión interdisciplinaria lenta y cuidadosa, clave para lograr una ciencia de mayor calidad. En última instancia, contribuye a un debilitamiento de la calidad y, por ende, a un deterioro de la confianza pública.

Aunque el movimiento de Open Access buscaba democratizar el acceso a la ciencia, muchas editoriales han convertido las tasas de publicación (article processing charges, APC) en una fuente de ingresos adicional. Entre 2019 y 2023, recaudaron cerca de 9.000 millones de dólares solo en APC, sin devolver el control de la publicación a la comunidad académica.

Esta lacra de las malas prácticas en la publicación científica es más pronunciada en el Norte Global. En el Sur, entidades como SciELO, Redalyc, Latindex o African Journals Online ofrecen sólidas alternativas de propiedad comunitaria. Los autores llaman a recomunalizar la publicación científica promoviendo sistemas comunitarios y no comerciales, con liderazgo activo de universidades, gobiernos y agencias de financiación. En este modelo, los costes se financian mediante sociedades científicas y sus financiadores, y los beneficios vuelven a la investigación, al igual que los datos que genera. Los investigadores lo reclaman una y otra vez.

Brockington insiste en que «para reformar el sistema, es necesario que los investigadores dejen de trabajar con editoriales comerciales. Cuando te enfrentas a organizaciones grandes y poderosas, necesitas aliados igual de grandes y poderosos. Los tenemos: financiadores, agencias gubernamentales, fundaciones y universidades que, de manera conjunta, podrían decidir dónde van los fondos para la publicación, así como qué incentivos motivan a los investigadores.».

Los investigadores que han llevado a cabo el estudio advierten que, sin reformas profundas, el sistema seguirá priorizando las ganancias sobre el avance del conocimiento, desperdiciando recursos públicos, el tiempo de los investigadores y la confianza de la sociedad en la ciencia.

Beigel, F., Brockington, D., Crosetto, P., et al. (2025). The Drain of Scientific Publishing.
arXiv:2511.04820



 




miércoles, 19 de noviembre de 2025

Plan S – quo vadis?

Publicado en blog SciELO en Perspectiva
https://blog.scielo.org/es/2025/11/19/plan-s-quo-vadis/





Plan S – quo vadis?

November 19, 2025

En noviembre de 2025, la AAAS (American Association for the Advancement of Science o la Asociación Estadounidense para el Avance de la Ciencia) publicó un artículo en su revista Science, escrito por Jeffrey Brainard, con el siguiente título: After Coalition S disrupted scientific publishing, new plan retreats from strict requirements.1

La cOAlición S (así es como la escribe la coalición) está formada por un grupo de financiadores de la ciencia que formularon un plan —el Plan S, supuestamente en honor a su iniciador, Robert-Jan Smits— para transformar las revistas académicas tradicionales en publicaciones de Acceso Abierto, con el objetivo de garantizar que la investigación financiada con fondos públicos estuviera disponible en Acceso Abierto inmediatamente después de su publicación. El Plan S se lanzó en 2018 y su implementación estaba prevista para enero de 2021. Fue recibido con cierto entusiasmo, pero pronto se topó con obstáculos.

El cumplimiento de los requisitos del plan fue decepcionante. Esto no es ni nuevo ni sorprendente. La comunicación científica es un ecosistema complejo y los problemas relacionados con las licencias de Acceso Abierto, la retención de los derechos de autor por parte de los autores, los acuerdos de transición con las editoriales, el nivel de los APC (article processing charges o cargos por procesamiento de artículos, que deben pagar los autores o sus representantes), entre otros, seguían surgiendo y siguen surgiendo.

El artículo en Science también tenía un subtítulo: “La última estrategia del grupo enfatiza la consulta y carece de compromisos de gasto.”

Compromisos de gasto. Esto plantea una pregunta fundamental en la publicación científica: ¿quién paga y cuánto? En el sistema tradicional de suscripción, eran casi exclusivamente las bibliotecas de universidades y centros de investigación (industriales) quienes asumían el costo. En el sistema de acceso abierto financiado por APC, son los autores y sus financiadores.

La lógica de la financiación de publicaciones mediante APC es doble: 1) Los APC posibilitan el acceso abierto y la difusión ilimitada, ya que las editoriales no necesitan restringir el acceso a los contenidos mediante suscripción para proteger sus ingresos; y 2) los principales beneficiarios del sistema editorial son, sin duda, los investigadores en su rol de autores, y no los lectores de literatura académica. La presión recae sobre los autores. Al fin y al cabo, el dicho es “publicar o perecer”, no “leer o pudrirse” (en el original: “read or rot”).

Por lo tanto, el principio de responsabilizar a los autores y a sus financiadores del sostenimiento del sistema editorial, en lugar de a las bibliotecas y los lectores, tiene sentido. Sin embargo, existen problemas prácticos. Analicemos los niveles de los APC.

La publicación científica era extraordinariamente lucrativa. En particular, los beneficios y superávits en los balances de las grandes editoriales y de las sociedades científicas con una división editorial eran envidiables. Calculaban sus ingresos por artículo de la siguiente manera: el total de la facturación por suscripción de un año determinado se dividía entre el número de artículos publicados en ese año, para obtener así un ingreso por artículo.

Para mantener los niveles de beneficios (o, en el caso de las sociedades científicas, los superávits) a los que estaban acostumbradas, los ingresos históricos por artículo se convirtieron en la base para los APC que se cobrarían en un sistema de Acceso Abierto. El problema es que, cuando BioMed Central introdujo los APC, su importe era una mera fracción del que alcanzaron cuando las editoriales tradicionales se adentraron en el Acceso Abierto. Preservar sus intereses financieros es, obviamente, importante para las editoriales, y la aparente falta de compromisos de gasto en la nueva estrategia que la cOAlition S ha adoptado para el Plan S les preocupa.

El Plan S ha dejado de promover el Acceso Abierto con pago por publicación (APC) y se está orientando hacia el desarrollo de una estructura de Acceso Abierto más responsable y liderada por la comunidad científica. Sin embargo, aún se desconocen los detalles de este nuevo enfoque. Las iniciativas en curso se centran en tarifas transparentes, modelos de publicación alternativos y la reducción de las desigualdades, por ejemplo, entre investigadores con buena financiación en países ricos y científicos con menos recursos en países pobres, así como investigadores sin financiación en cualquier parte del mundo. Se espera que nuevas recomendaciones y estudios influyan en las políticas en los próximos años. Se considera que estos esfuerzos forman parte de un panorama de Ciencia Abierta en constante evolución.

Hasta ahora, los requisitos de cumplimiento del Plan S han resultado inviables para la gran mayoría de las editoriales. ¿Es viable una vía más directa hacia el Acceso Abierto?

Se ha sugerido que podría

ser más práctico aprovechar el trabajo que ya realiza una organización como SciELO, que prácticamente inventó la red de apoyo al Acceso Abierto en la década de 1990 y que, desde entonces, ha tenido un gran éxito en la creación de un conjunto de revistas de Acceso Abierto de alta calidad en Latinoamérica.

¿Por qué no crear redes derivadas (o clones) de SciELO para otras regiones del mundo (con un enfoque y una gestión específicos para cada región, ya que cada una requiere conocimientos y experiencia únicos — un enfoque global es demasiado amplio)?2

Huelga decir que estoy completamente de acuerdo. Por supuesto, el objetivo del Plan S sigue siendo convertir toda publicación en revistas en un servicio accesible (diamante). En este contexto, “accesible” (diamante) significa que ni leer ni publicar en revistas debería suponer un coste para sus usuarios, ya sean investigadores o cualquier otra persona. Esto no significa que un sistema así sea gratuito; simplemente significa que necesita estar subvencionado y, probablemente, ser una organización sin ánimo de lucro. Quién debería aportar las subvenciones sigue siendo una gran incógnita.

En este sentido, el Plan U podría ofrecer una alternativa. El Plan U3 es una idea formulada por Richard Sever, Michael Eisen y John Inglis. La idea es sencilla y elegante: las entidades financiadoras exigirían que cualquier publicación derivada de la investigación que financian se deposite primero en una plataforma de preprint abierta, tras lo cual podría enviarse a una revista, si se considera necesario. Los autores de investigaciones no financiadas, y que por lo tanto no están obligados a hacerlo por las entidades financiadoras, también podrían utilizar este sistema. Si los artículos se envían posteriormente a revistas, el contenido de los manuscritos ya es de acceso abierto en plataformas de preprints, por lo que realmente no importa si las revistas en cuestión son de acceso abierto (OA) o de suscripción.

Los autores del Plan U dan por sentado que la mayoría de los preprints serán posteriormente revisadas por pares. Esto no necesariamente implica que lo hagan los editores de la revista. Y en algunos casos, puede considerarse innecesario. Sin embargo, el reconocimiento o la aprobación que conlleva ser aceptado para su publicación en una revista a la que los investigadores están acostumbrados difícilmente perderá su importancia rápidamente. Publicar en revistas puede ser un requisito para un puesto de trabajo, por ejemplo. Y la percepción de prestigio como resultado de ser aceptado por una revista con un alto factor de impacto también puede brindar la satisfacción de obtener reconocimiento, incluso antes de que el artículo sea citado una sola vez.

La aparente necesidad de prestigio me parece un vestigio de una época en la que los artículos científicos eran publicados por un solo autor. Esto es cada vez más raro en muchas disciplinas, donde la naturaleza colaborativa del trabajo científico se refleja en la autoría múltiple, lo que diluye el significado de ese tipo de prestigio para un individuo. Los grandes resultados de investigación son recompensas en sí mismos y merecen ser buscados; dudo que buscar el prestigio conduzca a una mejor ciencia. Además, la ausencia de un fuerte afán de prestigio podría mitigar los efectos de la competencia en la ciencia y estimular una mayor colaboración.

El Plan S parece intentar forzar las estructuras de publicación tradicionales dentro del marco del Acceso Abierto. El Plan U parece tener mayores posibilidades de realizar cambios fundamentales en el sistema, pero carece de la solidez organizativa de la cOalition S. Sería conveniente que la cOalition S adoptara los principios del Plan U y los integrara en el Plan S. Si además se incorporara el enfoque de red que ha impulsado el éxito de SciELO (“Es la clave del éxito de SciELO”4), sería aún mejor.

Notas

1. BRAINARD, J. After Coalition S disrupted scientific publishing, new plan retreats from strict requirements [online]. Science. 2025 [viewed 19 November 2025]. http://doi.org/10.1126/science.zp6a1kl. Available from: https://www.science.org/content/article/after-coalition-s-disrupted-scientific-publishing-new-plan-retreats-strict-requirements 

2. HAMPSON, G. EU ditches old Plan S, backs new Plan S’ [online]. The Science Communication Institute. 2024 [viewed 19 November 2025]. Available from: https://sci.institute/sci/analysis/2024/02/eu-backing-new-diamond-reform-model/ 

3. SEVER, R., EISEN, M. and INGLIS, J. Plan U: Universal access to scientific and medical research via funder preprint mandates. PLoS Biology. 2019, v. 17, no.6. [viewed 19 November 2025]. Available from: https://journals.plos.org/plosbiology/article?id=10.1371/journal.pbio.3000273 

4. PACKER, A. The Pasts, Presents, and Futures of SciELO. In: EVE, M. P.; GRAY, J. Reassembling Scholarly Communications: Histories, Infrastructures, and Global Politics of Open Access. MIT Press Direct, 2020. Available from: https://doi.org/10.7551/mitpress/11885.001.0001 

Referencias

BRAINARD, J. After Coalition S disrupted scientific publishing, new plan retreats from strict requirements [online]. Science. 2025 [viewed 19 November 2025]. http://doi.org/10.1126/science.zp6a1kl. Available from: https://www.science.org/content/article/after-coalition-s-disrupted-scientific-publishing-new-plan-retreats-strict-requirements

HAMPSON, G. EU ditches old Plan S, backs new Plan S’ [online]. The Science Communication Institute. 2024 [viewed 19 November 2025]. Available from: https://sci.institute/sci/analysis/2024/02/eu-backing-new-diamond-reform-model/

PACKER, A. The Pasts, Presents, and Futures of SciELO. In: EVE, M. P.; GRAY, J. Reassembling Scholarly Communications: Histories, Infrastructures, and Global Politics of Open Access. MIT Press Direct, 2020. Available from: https://doi.org/10.7551/mitpress/11885.001.0001

SEVER, R., EISEN, M. and INGLIS, J. Plan U: Universal access to scientific and medical research via funder preprint mandates. PLoS Biology. 2019, v. 17, no.6. [viewed 19 November 2025]. Available from: https://journals.plos.org/plosbiology/article?id=10.1371/journal.pbio.3000273

Enlaces externo

cOAlition S


Sobre Jan Velterop
Johannes (Jan) Velterop, originalmente geólogo marino, se pasó al mundo de la edición científica. Primero trabajó en editoriales científicas tradicionales (ElsevierAcademic PressNature), pero desde el año 2000 se dedica a la edición de acceso abierto. Ahora está jubilado, pero sigue siendo un defensor independiente del acceso abierto.

Traducido del original en inglés por Ernesto Spinak.

 Como citar este post [ISO 690/2010]:

VELTEROP, J. Plan S – quo vadis? [online]. SciELO en Perspectiva, 2025 [viewed 19 November 2025]. Available from: https://blog.scielo.org/es/2025/11/19/plan-s-quo-vadis/

Indicadores de calidad para revistas de ciencias sociales en la era de la bibliometría narrativa

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